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Revista de cuestiones sociales, vol. 75, núm. 1, 2019, págs.

189--216
doi: 10.1111 / josi.12305

Este artículo es parte del número especial "La psicología social del neoliberalismo", KarimBettache
y Chi-Yue Chiu (Editores del número especial). Para obtener una lista completa de los artículos de
los números especiales, consulte: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ josi.2019.75.issue-1
/ issuetoc.

La psicología del neoliberalismo y el


neoliberalismo de la psicología

Glenn Adams ∗ y Sara Estrada-Villalta


Universidad de Kansas

Daniel Sullivan
Universidad de Arizona

Hazel Rose Markus


Universidad Stanford

En este artículo abordamos la relación entre neoliberalismo y ciencia psicológica desde la


perspectiva teórica de la psicología cultural. En la primera sección, trazamos cómo el
compromiso con los sistemas neoliberales da como resultado tendencias características,
incluida una abstracción radical del yo del contexto social y material, una comprensión
empresarial del yo como un proyecto de desarrollo continuo, un imperativo para el
crecimiento y la realización personal, y un énfasis en el manejo del afecto para la
autorregulación, que constituyen cada vez más la base de conocimientos de la ciencia
psicológica convencional. Sin embargo, como consideramos en la segunda sección, la
ciencia psicológica no es solo un observador del neoliberalismo y su impacto en la
experiencia psicológica. En lugar de, Al estudiar los procesos psicológicos independientes
del contexto cultural-ecológico o histórico y al defender el crecimiento individual y la
regulación afectiva como la clave para el bienestar óptimo, los científicos psicológicos
reproducen y refuerzan la influencia y la autoridad de los sistemas neoliberales. Más que un
espectador desinteresado, las formas hegemónicas de la ciencia psicológica están
profundamente implicadas en el proyecto neoliberal.

∗ La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a Glenn Adams, Departamento de
Psicología, Universidad de Kansas, 1415 Jayhawk Blvd., Lawrence, KS 66045–7556, EE. UU. Tel: (785) 864-9481
[Correo electrónico: adamsg@ku.edu ].
El Grupo de Investigación en Psicología Cultural de la Universidad de Kansas ofreció valiosos comentarios
sobre un borrador inicial del artículo. El Fondo Jack Brehm para la Investigación Básica en Psicología Social brindó
apoyo al proyecto.

189

©
C 2019 La Sociedad para el Estudio Psicológico de Problemas Sociales
190 Adams y col.

Un creciente cuerpo de trabajo ha considerado el impacto de los sistemas neoliberales


en la experiencia psicológica (Bay-Cheng, Fitz, Alizaga y Zucker, 2015; Bhatia y Priya, 2018;
Teo, 2018). Sin embargo, la ciencia psicológica no es solo un observador del neoliberalismo
y su impacto en la mente y el comportamiento. En cambio, los productos del conocimiento y
las prácticas de la ciencia psicológica reproducen, legitiman y refuerzan la autoridad del
neoliberalismo y su colonización de la vida cotidiana (Arfken, 2018; Pickren, 2018; Teo,
2018). Desde esta perspectiva, una explicación adecuada de la psicología del neoliberalismo
requiere un cuestionamiento del neoliberalismo en psicología.
En este artículo, elaboramos la perspectiva teórica de la psicología cultural para
iluminar la relación mutuamente constitutiva del neoliberalismo y la ciencia psicológica a lo
largo de dos rutas principales. Comenzamos por rastrear cómo el movimiento neoliberal ha
moldeado la experiencia psicológica y, por lo tanto, la base de conocimientos de la ciencia
psicológica convencional. Los sistemas neoliberales se basan y refuerzan las tendencias
psicológicas características del individualismo liberal, incluida la abstracción radical del yo
del contexto, una comprensión empresarial del yo como un proyecto de desarrollo
continuo, un imperativo para el crecimiento y la realización personal y un énfasis en el
manejo del afecto para la autorregulación. —Que informan cada vez más las concepciones
dominantes de la mente en general. Luego consideramos cómo las formas hegemónicas de
ciencia psicológica, ya sea deliberada o inconscientemente, han sido cómplices de
proyectos neoliberales. Al estudiar los procesos psicológicos independientes del contexto
cultural-ecológico o histórico y al defender el crecimiento individual y la regulación afectiva
como la clave para el bienestar óptimo, los psicólogos prestan autoridad científica a la
ideología neoliberal, le otorgan legitimidad y amplifican su influencia, incluso si pudieran
tiene la intención de hacer lo contrario.
Por supuesto, la ciencia psicológica está lejos de ser monolítica. La relación con el neoliberalismo
puede ser más precisamente evidente para formas hegemónicas de la ciencia psicológica. Usamos esta
frase para referirnos a entendimientos que surgieron de la investigación entre personas en entornos
occidentales, educados, industriales, ricos y (supuestamente) democráticos, en una palabra, EXTRAÑOS
(Henrich, Heine y Norenzayan, 2010), pero que han convertirse en estándares globales a través de
procesos de imperialismo intelectual y cultural. La relación con el neoliberalismo puede ser menos
evidente en las tradiciones de la psicología, por ejemplo, la psicología cultural (Adams y Kurtiş, 2018), la
psicología indígena (Kim y Berry, 1993) y la psicología de la liberación (Mart´ı́n-Baró´,

1994), con fundamentos epistémicos fuera de los entornos WEIRD que informan de manera desproporcionada a la
ciencia psicológica hegemónica. De hecho, estas perspectivas pueden proporcionar recursos para la resistencia e
iluminar posibles alternativas a una psicología neoliberal. Concluimos el artículo con una breve consideración de
esta posibilidad.

El neoliberalismo impacta la experiencia psicológica

Basándonos en el marco teórico de la psicología cultural, nos acercamos al neoliberalismo como


una forma cultural: patrones de ideas y sus manifestaciones materiales.
Neoliberalismo de la psicología 191

en instituciones, prácticas y artefactos (Adams & Markus, 2004). Las discusiones sobre el neoliberalismo a
menudo se refieren a un movimiento económico y político que saltó a la fama a fines de la década de
1970. La agenda económica defendía la desregulación de los mercados y la libre circulación de capitales
con énfasis en la fluidez y la globalización (Harvey, 2005). La agenda política defendida democracia mínima

que limitaba el papel del gobierno a las tareas de asegurar los derechos de propiedad y asegurar
el buen funcionamiento de los mercados. Asociado con esta agenda política neoliberal estaba la
comprensión de la sociedad civil como un conjunto de entidades individuales que se relacionan
entre sí como competidores que persiguen sus propios intereses.
Estas manifestaciones económicas y políticas de los patrones culturales neoliberales tienen
vínculos con un conjunto de filosofías sociales y cosmovisiones que guardan un gran parecido con
el liberalismo clásico. Sin embargo, el neoliberalismo se desvía del liberalismo clásico en su énfasis
en la libertad, especialmente de las restricciones al crecimiento y la autoexpresión (Deleuze &
Guattari, 1980/2004), por encima de otros valores liberales (por ejemplo, igualdad y obligación
cívica). Las expresiones socioculturales del neoliberalismo extienden la lógica del capitalismo
liberal basado en el mercado a todos los aspectos de la vida, incluidos el amor, la familia y la
obligación cívica (p. Ej., Harvey, 2005; Klein, 2017a; Teo,
2018). El énfasis en la libertad y la autodeterminación es atractivo, especialmente para las
personas con movilidad ascendente ansiosas por trascender las limitaciones en la búsqueda de
sus aspiraciones. Sin embargo, la promesa de la libertad neoliberal tiene costos que (en el
extremo) incluyen un antagonismo hacia el compromiso social que erosiona la participación
democrática (Brown, 2006; Esposito, 2013).
Así como el neoliberalismo resuena y amplifica algunos aspectos del
liberalismo clásico, también el compromiso con los sistemas neoliberales
resuena y amplifica (algunos) hábitos mentales individualistas liberales que han
constituido de manera desproporcionada la base de conocimientos de la ciencia
psicológica hegemónica. Resumimos estos autodidactas neoliberales bajo los
cuatro temas que aparecen en la columna izquierda de la Tabla 1. Incluyen (1) un
sentido de libertad de restricción que brinda una experiencia de abstracción
radical del contexto; (2) la creación de un yo emprendedor como proyecto de
desarrollo continuo; (3) un imperativo para el crecimiento individual y la
realización personal como clave para el bienestar; y (4) un énfasis en la
regulación del afecto como clave para el éxito personal.

Abstracción radical

Una primera y tal vez principal característica de las auto-formas neoliberales es la


sensación de estar libre de restricciones: la liberal en neoliberal, que refleja y proporciona
una experiencia de abstracción radical del contexto. La idea de abstracción radical es un
concepto clave que distingue al neoliberalismo del liberalismo clásico, y encuentra
expresión en el énfasis en desterritorialización y fluidez que apuntan a eliminar
Tabla 1. Características principales del neoliberalismo en psicología 192

A: Rasgo del neoliberalismo B: Implicación para la experiencia psicológica C: Papel de la psicología en la reproducción

Abstracción radical Movilidad relacional (experiencia de elección sobre la creación y Abstracción metodológica: prioridad de los estándares WEIRD,
(de persona de lugar, tiempo, disolución de vínculos relacionales) experimentos de laboratorio, neutralidad de valores
contexto social y material) Identificación condicional (es decir, elección sobre si Individualismo ontológico: reducción de los fenómenos colectivos
invertir en solidaridades colectivas) (p. Ej., Racismo, bienestar) a la agregación de la experiencia
Libertad de las limitaciones de la acción a través del desplazamiento espacial individual
y temporal de las consecuencias negativas.

Yo emprendedor Exploración, innovación y cultivo de uno mismo para crear y Esencialismo psicológico: pruebas de capacidad,
extender una marca comercializable. evaluación de rasgos
Priorización de un yo que asume riesgos y es Responsabilidad: culpar de la desgracia a las malas decisiones
responsable de su propio éxito (y fracaso)

Imperativo de crecimiento Libertad para perseguir aspiraciones, metas y opciones Perspectivas influyentes: mentalidad de crecimiento,

fundamentales. Libertad de obligaciones, expectativas y normas. autodeterminación, autocontrol, apego, psicología


Necesita la exploración y elaboración de preferencias auténticas. positiva
Concepción individualista del empoderamiento
Énfasis en la autoexpansión, el florecimiento y la realización
personal.

Manejo del afecto Énfasis en el afecto positivo de alta excitación (emoción, Amor como plenitud
optimismo, entusiasmo) como índice de salud y moralidad Movimiento de autoestima
Producción de ansiedad por asunción de riesgo Regulación Estudios de felicidad
del afecto como clave para el éxito

Nota. Definimos el neoliberalismo como un patrón cultural que incluye tanto (a) una agenda político-económica que enfatiza el gobierno limitado y la desregulación de los mercados, y (b) una
ideología cultural que enfatiza la libertad sobre otros valores liberales (por ejemplo, la igualdad). La tabla delinea cuatro características del neoliberalismo (Columna
A), resume las consecuencias de estas características para la experiencia psicológica (columna B) y resume la contribución de la ciencia psicológica a la
reproducción de estas características (columna C).
Adams y col.
Neoliberalismo de la psicología 193

barreras al movimiento o crecimiento del capital (Deleuze & Guattari, 1980/2004). A nivel
socioeconómico, se puede observar esta característica en el fenómeno de la globalización.
Una función importante de instituciones globales como el Fondo Monetario Internacional
ha sido implementar reformas económicas para permitir el libre flujo de capital, de modo
que los caprichos de los procesos locales (especialmente en el Sur Global) ya no operen
como límites a la expansión (Graeber , 2014). De manera similar, se puede observar esta
característica en el fenómeno de la financiarización: separación de la riqueza de fuentes
basadas en el lugar o relaciones concretas (por ejemplo, inversiones en manufactura,
bancos) a favor de activos más fluidos o líquidos (por ejemplo, mercados financieros) que
permiten un intercambio más flexible. y libertad de elección (Dumé´nil & Levy, 2011).
A nivel cultural-psicológico, el énfasis en la desterritorialización y la fluidez se
manifiesta como una forma de movilidad e independencia radical del contexto local (Oishi,
Schug, Yuki y Axt, 2015). En el lado positivo, la experiencia de la movilidad y la libertad de
restricciones materiales y sociales permite a las personas acceder a la educación y otras
oportunidades, otorgándoles una mayor agencia o capacidad para perseguir sus
aspiraciones (Sen, 1999) y elegir conexiones sociales satisfactorias (Oishi et al.,
2015). Además, la libertad de movilidad aumenta el contacto intergrupal y la experiencia
multicultural, lo que puede tener efectos positivos sobre la tolerancia, la conciencia intercultural y
la creatividad personal (ver Shweder, Minow y Markus, 2002). De manera similar, los entornos que
permiten la movilidad están asociados con la apertura interpersonal y la confianza general (Schug,
Yuki y Maddux, 2010; Thomson et al., 2018)
Sin embargo, la experiencia de la abstracción del contexto tiene consecuencias
negativas que a menudo son menos evidentes. La movilidad asociada con los sistemas
neoliberales se asocia con procesos de estandarización cultural a medida que los actores
móviles buscan y crean productos familiares (por ejemplo, cadenas de tiendas; Oishi, Miao,
Koo, Kisling y Ratliff, 2012). La estandarización borra la identidad local, incluido el tipo de
conocimiento cultural que proporciona una base epistémica para cuestionar el status quo e
imaginar alternativas (Sugarman, 2015; Teo, 2018), ya que transforma los patrones
culturales para facilitar el consumo y contribuye al dominio cultural de formas globales
hegemónicas. Dado que la movilidad empodera a las personas para elegir conexiones
satisfactorias, contribuye a la identificación condicional que puede socavar la solidaridad
colectiva y la participación comunitaria (Oishi, Ishii, & Lun, 2009), particularmente cuando
requiere que las personas asuman responsabilidades y obligaciones necesarias, pero
potencialmente onerosas. Además, una mayor movilidad no se traduce necesariamente en
bienestar psicológico; Las personas en las regiones de los Estados Unidos caracterizadas
por una alta movilidad espacial tienen un mejor acceso a recursos como la atención médica
y los alimentos frescos, pero no reportan una mayor satisfacción con la vida (Keefer,
Stewart, Palitsky y Sullivan, 2017).
Quizás la consecuencia negativa más importante es el desplazamiento de los costos
necesarios para preservar el sentido neoliberal de estar libre de restricciones. El
desplazamiento espacial ocurre cuando las comunidades ricas subcontratan prácticas de
producción violentas y subproductos dañinos a comunidades empobrecidas (Davis, 2006).
194 Adams y col.

El desplazamiento temporal ocurre cuando los consumidores actuales hipotecan el futuro,


pasando la deuda financiera y las consecuencias ecológicas a las generaciones futuras
(Graeber, 2014; Lazzarato, 2015). Ambas formas de desplazamiento permiten una sensación
de libertad no eliminando las consecuencias negativas que de otro modo limitarían la
acción, sino transfiriendo esas consecuencias negativas a otro lugar y momento.

Yo emprendedor

En el neoliberalismo. . . Homo œconomicus [ es] un empresario de sí mismo. . . siendo para sí mismo


su propio capital, siendo para sí mismo su propio productor ”(Foucault, 2008, p. 226)

Los procesos neoliberales de desterritorialización y abstracción del contexto


intensifican la responsabilidad por la autoría radical. La libertad de actuar de acuerdo con
las cualidades esenciales de uno o las aspiraciones definitorias, sin restricciones de tiempo y
lugar, fomenta un yo emprendedor como un proyecto de desarrollo continuo. El yo
emprendedor representa tanto una intensificación cuantitativa como una diferencia
cualitativa de las tendencias asociadas con los caminos del yo independiente. Mientras que
autoconstrucción interdependiente marca tendencias para adaptarse a las demandas del
entorno social y material, y autoconstrucción independiente marca tendencias para dar
forma al entorno para servir mejor al sentido de uno mismo auténtico, el concepto de
yo emprendedor marca una tendencia a desarrollarse como producto o marca en
respuesta a las demandas del mercado social y económico (Gershon, 2011).
El yo emprendedor se basa en dos tradiciones principales del pensamiento
europeo-americano: (1) individualismo “utilitario” o “vertical” y (2) individualismo
“expresivo” u “horizontal” (Bellah, Madsen, Sullivan, Swidler y Tipton, 1985). ; Triandis,
1995). La primera tradición deriva de las teorías del contrato social de la Ilustración e
ideologías como la ética del trabajo protestante. Enfatiza la libertad económica para
adquirir propiedad privada, intercambiar bienes y servicios y tener éxito o fracasar
según los méritos de una persona. La segunda tradición está más asociada a
movimientos como el romanticismo y la posmodernidad. Enfatiza la libertad política y
social para la autodeterminación y la autorrealización. Tradicionalmente, estas
concepciones han estado algo en conflicto; Los filósofos liberales clásicos y los
conservadores políticos defendieron el individualismo utilitarista, pero los defensores
del estado de bienestar o del socialismo democrático defendieron el individualismo
expresivo (Bellah et al., 1985). El neoliberalismo unifica estas dos tradiciones en una
concepción ultraindividualista de la persona como yo emprendedor.
La investigación ha documentado el surgimiento del yo emprendedor desde el
comienzo del movimiento social neoliberal en la década de 1970. Los análisis longitudinales
de libros publicados en los Estados Unidos (Greenfield, 2013) y el lenguaje de los medios en
Noruega (Nafstad, Blakar, Carlquist, Phelps y Rand-Hendriksen, 2007) muestran una mayor
frecuencia en los últimos 40 años de palabras relacionadas con el yo emprendedor. (p.ej, elegir,
correcto o derecho, sentimiento), pero disminuyó la frecuencia de palabras relacionadas
con la solidaridad colectiva (p. ej., obligado, común / comunal, acto). Otro
Neoliberalismo de la psicología 195

La investigación ha documentado un "tipo de personalidad emprendedora" (Obschonka et al.,


2013), con una puntuación alta en extraversión, apertura y conciencia, pero baja en
amabilidad y neuroticismo, y ha demostrado que la prevalencia de este tipo en los Estados
Unidos, el Reino Unido y Alemania se asocia con la prosperidad regional y una mayor
actividad empresarial ( por ejemplo, startups). A medida que ha aumentado la desigualdad
de ingresos en estos países, han prosperado las personas que exhiben estos rasgos de
personalidad empresarial. Mientras tanto, las personas que exhiben rasgos más adaptables
a la interdependencia, y las regiones donde viven, han experimentado el empobrecimiento.

Imperativo de crecimiento

Los sistemas neoliberales promueven un yo empresarial que busca continuamente el


crecimiento, el autodesarrollo y el refinamiento de su propio capital. Los sistemas
neoliberales lo hacen no solo proporcionando un sentido de libertad de restricciones incluyendo
la interferencia de otros opresores que impondrían reglas y regulaciones), pero
especialmente al proporcionar libertad para perseguir definir aspiraciones —hacer lo que
quiera o lo que le guste— y así lograr la felicidad y el bienestar (véase Berlín, 1958, sobre la
libertad positiva y negativa). La Declaración de Independencia de los Estados Unidos afirma
la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad como derechos inalienables de individuos
separados y abstraídos. El individualismo neoliberal da una forma particular a esta
búsqueda de la felicidad: los seres felices son aquellos que están en movimiento, física y
psicológicamente. Estar bien en los sistemas neoliberales requiere un yo fluido, cambiante y
en crecimiento. Toman riesgos; buscar nuevas oportunidades; y adquirir nuevas
habilidades, talentos, intereses y preferencias.
Las oportunidades de elección son clave para este imperativo neoliberal de crecimiento.
Elección no solo permite personas para expresarse y expresar sus preferencias; de hecho, elección necesita
la elaboración de preferencias. Los yoes emprendedores deben desarrollar preferencias, actitudes
y objetivos que reclutan y despliegan para navegar por mundos cotidianos que les exigen tomar
buenas decisiones. La elección permite que las personas se individualicen, revelen su singularidad
y ejerzan el control con el objetivo de obtener exactamente lo que quieren de cualquier situación.
Con la elección, los individuos se convierten en árbitros de lo que se ve, sabe, siente o, de hecho, es
bueno y verdadero. Los yoes emprendedores preparados en ecologías culturales del
individualismo neoliberal desarrollan hábitos para experimentar la vida cotidiana en términos de
oportunidades de elección y para construir su comportamiento como producto de sus propias
elecciones (Savani, Markus, Naidu, Kumar y Berlia, 2010; Sugarman, 2015 ; Teo, 2018).

El ejercicio de la elección tiene consecuencias positivas demostrables para la


motivación individual, la salud y el bienestar psicológico (p. Ej., Patall, Cooper y Robinson,
2008; Iyengar, 2010), pero estas consecuencias no se distribuyen por igual en los contextos
socioeconómicos. Estos beneficios son particularmente evidentes para las personas en
entornos privilegiados (p. Ej., Estadounidenses blancos ricos), que se benefician de muchos
196 Adams y col.

opciones entre buenas alternativas. Las realidades cotidianas de las personas en estos
entornos no solo les otorgan opciones sobre cómo vivir sus vidas, sino que también las
alientan a expresarse a través de las decisiones que toman. Cuando las realidades locales
permiten fácilmente el ejercicio de la elección, todo, incluidas las relaciones (Adams,
Anderson y Adonu, 2004; Carey y Markus, 2017), puede ser una cuestión de elección. Las
personas experimentan la libertad de ejercer esta opción de contraer relaciones que
brinden oportunidades óptimas para la autoexpansión (Aron, Aron, Tudor y Nelson, 1991;
Aron, Lewandowski, Mashek y Aron, 2013).
Aunque el énfasis neoliberal en la elección autoexpresiva puede permitir una
experiencia de autonomía y libertad para perseguir aspiraciones en constante expansión, la
investigación sugiere que no está exenta de costos. Un exceso de elección se asocia con
experiencias de parálisis e insatisfacción con las decisiones de uno (p. Ej., Botti & Iyengar,
2004). Además, el énfasis en la elección individual contribuye al discurso neoliberal de la
responsabilidad individual, según el cual la gente entiende los problemas sociales como
resultado de malas elecciones individuales. Por ejemplo, los estudios muestran que
participar en la elección puede aumentar las tendencias a culpar a las víctimas, puede
reducir la empatía y puede reducir el apoyo a las políticas de bienestar social (Savani,
Stephens y Markus, 2011).

Manejo de los afectos

Debemos pensar en el consumo como una actividad empresarial mediante la cual el individuo,
precisamente sobre la base del capital que tiene a su disposición, producirá algo que será su propia
satisfacción (Foucault, 2008, p. 226).
No se pedirá a la sociedad en su conjunto que garantice a las personas contra los riesgos. . . . La sociedad, o
más bien la economía, simplemente [otorgará] a todos una especie de espacio económico dentro del cual
pueden asumir y enfrentar riesgos (Foucault, 2008, p. 144).

Los sistemas neoliberales están asociados con un énfasis en los sentimientos (más allá
de la racionalidad de la Ilustración) que algunos observadores han denominado el “giro
afectivo” (Anderson, 2016). Parte de la razón del énfasis en los sentimientos tiene que ver
con el énfasis en la libertad de elección y la búsqueda de la felicidad que Foucault señala en
el primer pasaje que citamos arriba. Ante una amplia gama de opciones en un mundo cada
vez más comercializado, saber lo que le gusta o prefiere se vuelve más importante que
nunca como guía para ayudar a una persona a navegar por la sobreabundancia de
posibilidades. El afecto positivo es particularmente importante, tanto como objetivo de
elección como evidencia de que uno ha tomado la decisión correcta.
El énfasis en sentirse bien es un ingrediente activo en muchos resultados conductuales
positivos. Sin embargo, al igual que con el imperativo del crecimiento, la importancia de los
sentimientos positivos como un estado ideal o deseado adquiere una legitimidad particular en los
contextos individualistas neoliberales. La mayoría de la gente quiere sentir estados positivos más
que negativos, y la libertad de elección asociada con el sentido individualista neoliberal de
abstracción del contexto brinda la oportunidad de perseguir tales estados positivos. De acuerdo
con esta afirmación, la investigación sugiere que la diferencia de preferencia
Neoliberalismo de la psicología 197

para los estados positivos sobre los negativos es mayor en entornos asociados con el
individualismo neoliberal (para una revisión, ver Tsai y Clobert, 2019). El aumento del afecto
positivo es evidente en el discurso social, donde frases como "Tienes que creer en ti mismo antes
de que todo sea posible" o "Tienes que amarte a ti mismo antes de poder amar a otra persona" se
volvieron relativamente frecuentes después de 1980 (Twenge, 2006). ).
Otra razón del énfasis neoliberal en los sentimientos tiene que ver con el énfasis en el riesgo
empresarial que señala Foucault en el segundo pasaje que citamos anteriormente. El yo
emprendedor no solo es autosuficiente, sino que busca activamente riesgos en empresas
innovadoras para aumentar su valor. Tal búsqueda de riesgos requiere excitación fisiológica. En
consecuencia, las personas que participan regularmente en entornos informados por el
individualismo neoliberal tienden a valorar lo que Tsai (2007) llama alta excitación positiva
estados como emoción, energía y entusiasmo. Estos estados animan a las personas a
participar en el arriesgado negocio del autodesarrollo empresarial.
Al mismo tiempo, estos riesgos pueden generar una ansiedad considerable. La experiencia
neoliberal de liberarse de las limitaciones puede liberar a las personas para que logren
aspiraciones y realización personal, pero también las hace las únicas responsables del éxito y
debilita solidaridades más amplias que, de otro modo, podrían amortiguar el fracaso (Teo,
2018). Ante tal ansiedad, el comportamiento exitoso se convierte en una cuestión de regulación
afectiva. Uno debe perseguir y amplificar los sentimientos positivos mientras se evitan,
reformulan o regulan a la baja los sentimientos negativos (Cabanas, 2018).
Para concluir nuestra discusión inicial a modo de resumen, un enfoque psicológico-cultural
ilumina cómo los sistemas neoliberales proporcionan hábitos mentales y formas de ser a los que
nos referimos como autodidactas neoliberales. Las características centrales de estos modos
neoliberales incluyen un sentido de abstracción radical del contexto social y material, un enfoque
empresarial del yo como un proyecto de desarrollo continuo, un imperativo para el crecimiento
individual y la realización personal, y un énfasis en la regulación afectiva. A su vez, estas
características centrales de los modos neoliberales informan cada vez más a los modelos
hegemónicos de subjetividad en la ciencia psicológica convencional. De hecho, se puede entender
gran parte de la base de conocimientos de la ciencia psicológica tal como se ha desarrollado
durante el último medio siglo como una descripción descriptiva de la vida en los sistemas
neoliberales.

La ciencia psicológica como lugar de reproducción de sistemas neoliberales

La sección anterior considera cómo los sistemas neoliberales promueven los hábitos
mentales que constituyen las normas descriptivas de la ciencia psicológica hegemónica, lo que los
científicos entienden que son los patrones típicos del ser humano normal. Sin embargo, la
influencia de la ciencia psicológica no es meramente un relato descriptivo de la experiencia
humana; Además, las personas se apropian activamente de la base de conocimientos de la
psicología para promover algunos hábitos mentales y formas de ser sobre otros. Los actores
institucionales toman las auto-formas neoliberales documentadas en la investigación psicológica,
las elevan al nivel de estándar natural, las investían con fuerza prescriptiva,
198 Adams y col.

e imponerlos a las prácticas institucionales de regulación social (Klein, 2017a, 2017b).


Lejos de ser un espectador desinteresado, las formas hegemónicas de la ciencia
psicológica proporcionan una base epistémica para la naturalización, legitimación e
institucionalización del neoliberalismo y sus consecuencias, ya veces participan en
ella. En esta sección, consideramos cómo las formas hegemónicas de la ciencia
psicológica han contribuido a la reproducción de los sistemas neoliberales.
En algunos casos, esta contribución ha sido relativamente indirecta. Es decir, la ciencia psicológica ha proporcionado

la base de conocimientos que los defensores del neoliberalismo se han apropiado como herramienta útil. Los arquitectos

intelectuales del neoliberalismo elaboraron esta cosmovisión a partir de una epistemología que priorizaba la psicología y la

experiencia subjetiva sobre perspectivas más sociológicas y culturales (Gane, 2014). Debido a la importancia que el

neoliberalismo otorga a la inversión en capital humano como fuente de creatividad, crecimiento y expansión (Foucault, 2008),

los proponentes han priorizado la psicología como la fuente científica de técnicas para formar individuos que ejemplifiquen

los modos de ser neoliberales (Bhatia & Priya , 2018; Klein, 2017b). Defensores del neoliberalismo en EE. UU. Y Reino Unido

Los gobiernos se han apropiado de técnicas de la economía del comportamiento, una disciplina con profundas raíces en la

psicología social experimental, para alentar a los individuos a comportarse más como los agentes racionales egoístas que

asume el neoliberalismo (Jones, Pykett y Whitehead, 2013; McMahon, 2015). Quizás lo más revelador es que los grupos

políticamente conservadores, las instituciones económicas y otros defensores del neoliberalismo han brindado un apoyo

generoso a las perspectivas de la ciencia psicológica (como el movimiento de psicología positiva, que enfatiza el crecimiento

personal y el afecto positivo como metas personales esenciales; Binkley, 2014; Ehrenreich, 2009) que aportan conocimientos

que apoyan los objetivos neoliberales. Pykett y Whitehead, 2013; McMahon, 2015). Quizás lo más revelador es que los grupos

políticamente conservadores, las instituciones económicas y otros defensores del neoliberalismo han brindado un apoyo

generoso a las perspectivas de la ciencia psicológica (como el movimiento de psicología positiva, que enfatiza el crecimiento

personal y el afecto positivo como metas personales esenciales; Binkley, 2014; Ehrenreich, 2009) que aportan conocimientos

que apoyan los objetivos neoliberales. Pykett y Whitehead, 2013; McMahon, 2015). Quizás lo más revelador es que los grupos

políticamente conservadores, las instituciones económicas y otros defensores del neoliberalismo han brindado un apoyo generoso a las perspectivas de la ci

En otros casos, las formas hegemónicas de ciencia psicológica han contribuido más
directamente a la reproducción de los sistemas neoliberales. Para ser claros, no sugerimos que los
psicólogos necesariamente tengan la intención de contribuir de alguna manera deliberada a los
sistemas neoliberales, y reconocemos que a menudo pueden desear que su trabajo sirva a
objetivos opuestos. Y, sin embargo, independientemente de la intención o la conciencia, los
psicólogos pueden contribuir sin saberlo a la reproducción de los sistemas neoliberales, incluso
cuando deseen explícitamente lo contrario, en la medida en que su trabajo promueva los modos
neoliberales que mencionamos en la sección anterior.

Abstracción radical

Las formas hegemónicas de la ciencia psicológica no solo documentan la abstracción


neoliberal de la experiencia del contexto social y material. En cambio, reproducen y
amplifican esta abstracción mediante la elección de métodos y sus raíces en el
individualismo ontológico (Stryker, 1997).

Abstracción metodológica. Prácticas metodológicas de psicología


la ciencia es un sitio especialmente poderoso para la abstracción individualista neoliberal.
Neoliberalismo de la psicología 199

Como han argumentado los psicólogos culturales (p. Ej., Shweder, 1990), los desarrollos metodológicos
han incentivado cada vez más a los psicólogos a centrar la investigación y la explicación en respuestas
fenomenológicas (o incluso neurológicas) aisladas de los individuos en formas que abstraen fenómenos
sociales complejos del contexto histórico y cultural. La ciencia psicológica hegemónica se ha convertido en
una ciencia de variables ( Schiff, 2017) se comprometió a extraer mecanismos y procesos universales del
"ruido" de la experiencia contextual multideterminada (Shweder,

1990). Los científicos psicológicos que trabajan en tradiciones hegemónicas


generalmente tienen una gran reverencia por el entorno artificial del laboratorio
experimental porque proporciona control y precisión relativa de observación y
medición. Sin embargo, este control y precisión equivalen a prácticas de abstracción
que eliminan el contenido y pretenden trascender los límites temporales y espaciales.
Se ha vuelto algo común observar que el conocimiento estándar en la
ciencia psicológica hegemónica tiene su base en entornos culturales EXTRAÑOS
(Henrich et al., 2010). La teoría y la investigación en psicología hegemónica
normalmente ignora las experiencias de la mayoría global no EXTRAÑA o asimila
sus experiencias a categorías culturales EXTRAÑAS. Más allá de la abstracción
geográfica, los enfoques dominantes también fomentan una orientación
temporal hacia un presunto presente universal. Los psicólogos que trabajan en
estos enfoques tienden a emplear datos históricos en un sentido nomotético (en
lugar de idiográfico). Los teóricos señalan ejemplos históricos solo para
demostrar la presunta universalidad de algún fenómeno.

Conectado a estas tendencias metodológicas desterritorializadoras y


ahistorizadoras está el énfasis en la ciencia objetiva y “neutral en cuanto a
valores”. En los últimos años, algunos psicólogos han argumentado que los
investigadores deberían construir estudios de tal manera que pudieran dar el
mismo peso a una variedad de posibles resultados con distintas implicaciones
políticas (Stevens, Jussim, Anglin y Honeycutt, 2018; Washburn et al., 2015 ).
Aunque enmarcado como un alegato justificado por una mayor objetividad, los
intentos de eliminar a los observadores y sus valores del proceso de
investigación a menudo neutralizan la capacidad de la investigación para
confrontar directamente las fuerzas políticas y las injusticias sociales que la
motivaron en primer lugar (Deleuze, 1983; Sears, 1994). En lugar de una vista sin
posición desde la nada,

Individualismo ontológico. Según Markus y Kitayama (1994),


La psicología social sufre de un “miedo colectivo a lo colectivo”: una postura evaluativa que
considera las dependencias grupales y situacionales como la raíz de la mayoría de los males. Esta
postura evaluativa retrata la obediencia, la conformidad y la influencia social como el "lado
oscuro" del potencial de la humanidad, en lugar de características de la psicología humana.
200 Adams y col.

que posibilitan los beneficios de la vida social y cultural. Tiende a valorar la racionalidad de los individuos de libre
pensamiento y a documentar cómo las mentes de grupo, las multitudes y la influencia social comprometen esta
racionalidad (Greenwood, 2004). Esta postura evaluativa puede tener sus raíces en una preocupación justificada
por la complicidad de ciudadanos ilustrados en el autoritarismo y las atrocidades masivas, pero el punto para los
propósitos actuales es que esta postura evaluativa resuena claramente con el desdén por la ciudadanía pública
que es una característica clave del individualismo neoliberal.

Más allá de una postura evaluativa que denigra la sociabilidad, la ciencia psicológica contribuye a la
abstracción neoliberal a través de un individualismo ontológico la reducción de los fenómenos socioculturales a los
actos agregados de individuos inherentemente independientes, que informa tanto la teoría como el método
(Stryker, 1997). Un ejemplo particularmente importante de esta forma de abstracción es la forma en que la ciencia
psicológica aborda el racismo y otras manifestaciones de opresión estructural. En lugar de definir el racismo como
un conjunto de patrones culturales (estructuras de creencias y afectos que se manifiestan en prácticas
institucionales y realidades materiales), los psicólogos tienden a abordar el racismo como el producto de prejuicios
individuales (Adams, Biernat, Branscombe, Crandall y Wrightsman, 2008). ; Gordon, 2015). Esta construcción del
racismo como sesgo individual es evidente tanto en los informes de investigación como en los recursos educativos
(p. Ej., Libros de texto; Adams, Edkins, Lacka, Pickett y Cheryan,

2008). Una consecuencia de esta construcción es minimizar el problema; más que un


problema de injusticia histórica y violencia material, el racismo se convierte en un problema
más limitado de prejuicios individuales que constituye un problema social menos urgente y
requiere medidas menos estrictas para abordar. Otra consecuencia es transformar los
esfuerzos antirracistas en intervenciones de reducción de prejuicios. Es decir, la
construcción del racismo como prejuicio individual orienta los esfuerzos para remediar el
cambio de corazones y mentes o la producción de armonía intergrupal, en lugar de intentos
de restaurar la justicia y revertir un status quo racista (Dixon, Tropp, Durrheim y Tredoux,
2010; Hammack , 2011; Wetherell, 2012).
Además de construir el racismo como un problema de prejuicio individual, la teoría y la
investigación psicológicas dominantes amplifican el individualismo neoliberal patologizando la
percepción del racismo. La investigación de la encuesta muestra consistentemente que las
personas de grupos raciales históricamente marginados tienden a percibir un mayor racismo en la
sociedad estadounidense que los estadounidenses blancos. Uno podría entender tales tendencias
de percepción del racismo como una vigilancia razonable sobre la peligrosa realidad del racismo
social. En cambio, las perspectivas hegemónicas de la ciencia psicológica, informadas
desproporcionadamente por las sensibilidades raciales de los blancos, tienden a retratar estas
tendencias como conciencia (excesiva) del estigma (Pinel, 1999), (sobre) sensibilidad sobre el
rechazo (Mendoza Denton, Downey, Purdie, Davis y Pietrzak, 2002 ), u otras formas de "equipaje
perceptivo" (Johnson, Simmons, Trawalter, Ferguson y Reed, 2003, pág. 621). Además, las
perspectivas hegemónicas tienden a culpar a estas tendencias, más que a la vida en una sociedad
racista, como la fuente de estrés indebido, bajo rendimiento, daños sociales.
Neoliberalismo de la psicología 201

relaciones y bienestar reducido (Anglin, Greenspoon, Lighty y Ellman, 2016;


Orom, Sharma, Homish, Underwood y Homish, 2017).
Se podría argumentar que las tendencias a minimizar o ignorar el racismo se
adaptan o conducen al bienestar en la medida en que permiten a las personas
manejar la ansiedad y permanecer abiertas a oportunidades interpersonales y
profesionales que la preocupación por el racismo podría inhibir. Esta respuesta ayuda
a iluminar otra manifestación de la ontología individualista en la ciencia psicológica
hegemónica que refleja y reproduce la abstracción neoliberal: una concepción del
bienestar que enfatiza el beneficio (a corto plazo) para los individuos sin tener en
cuenta el contexto temporal y social. Las tendencias a ignorar el racismo pueden
permitir la persistencia y el logro individual frente a la adversidad, pero también
tienen consecuencias negativas. A nivel de bienestar individual, La prescripción para
restar importancia a la amenaza del racismo y persistir frente a la adversidad racista
contribuye a formas de responsabilidad neoliberal como el "John Henryism":
tendencias contraproducentes para ejercer un esfuerzo sobrehumano para superar
las barreras estructurales que, a largo plazo, socavan la salud a través de agotamiento
(Bennett et al., 2004). De manera más general, la búsqueda del bienestar individual a
través de la adaptación o el ajuste exitosos a las realidades racistas deja intactas esas
realidades opresivas y la amenaza constante que representan para la persona y las
comunidades en general. Más que una estrategia de ajuste individual a realidades
malsanas, una concepción más sociocultural del bienestar sugiere estrategias de
“inadaptación creativa” (King, 1968; ver también Adams, Salter, Kurtiş, Naemi, &
EstradaVillalta, 2018; Allen & Leach,
Finalmente, este ejemplo ayuda a ilustrar un punto que planteamos anteriormente con
respecto a la tendencia de los llamados a la neutralidad de valores para imponer la asimilación a
un punto de vista epistémico EXTRAÑO. ¿Quién puede decir qué puntos de vista (por ejemplo,
sobre el alcance del racismo) reflejan mejor la realidad objetiva? Las creencias sobre la realidad
objetiva pueden variar según la ubicación social, y lo que una institución considera razonable u
objetivo a menudo se trata más del poder de imponer una construcción colectiva de la realidad
que de la percepción directa de esa realidad. En términos del ejemplo presente, este
razonamiento sugiere que el consenso científico sobre el verdadero nivel de racismo no es una
lectura neutral u objetiva de la realidad, sino que descansa sobre una base epistémica asociada
con la experiencia racial blanca que constituye desproporcionadamente la ciencia. En la medida en
que los observadores emitan juicios en términos de este estándar, es probable que deslegitimicen
las afirmaciones de racismo social y socaven las motivaciones para abordarlo. En este y otros
casos, los llamados a la objetividad imparcial probablemente construyan la neutralidad en
términos que están arraigados (y sesgados hacia) las sensibilidades raciales de los blancos.

Yo emprendedor

Una vez más, la ciencia psicológica no se limita a documentar cómo el compromiso con
los sistemas neoliberales proporciona patrones habituales de un espíritu empresarial.
202 Adams y col.

uno mismo. En cambio, la ciencia psicológica reproduce y amplifica el surgimiento de


un yo emprendedor a través de procesos de esencialismo psicológico y
responsabilización.

Esencialismo psicológico. El surgimiento de una autoimagen emprendedora


hace algo como esencialismo psicológico: una comprensión de la mente y el comportamiento como el
producto de atributos individuales centrales que son la base definitoria o auténtica de la trayectoria de
vida de una persona (Fiske, Kitayama, Markus y Nisbett,
1998). Como parte del proyecto de desarrollo personal, el yo emprendedor fomenta las tendencias
para descubrir, monitorear, evaluar, amplificar y cultivar rasgos, habilidades u otros atributos
fundamentales importantes. Muchas características de la ciencia psicológica hegemónica no solo
permiten una comprensión esencialista de la persona como un conjunto de atributos definitorios,
sino que también proporcionan herramientas para medir estos atributos esenciales.
Una manifestación importante de la ciencia psicológica que refleja y promueve esta
característica del yo emprendedor es la industria de las pruebas psicológicas. Un enfoque de las
pruebas psicológicas es la evaluación de la capacidad. La industria de las pruebas de inteligencia y
otras habilidades desempeñó un papel destacado en el desarrollo de la ciencia psicológica, y esta
industria sigue siendo un área en crecimiento del campo (Croizet, 2008; Winston, 2018). Otro
enfoque de las pruebas psicológicas es la evaluación de rasgos e intereses más amplios. Los
empleadores, gerentes y profesionales de recursos humanos usan tales pruebas no solo para
seleccionar al personal con los atributos deseados, sino también para guiar el desarrollo
profesional en direcciones que coinciden con los objetivos organizacionales (Bhatia & Priya, 2018).

Una vez más, el punto es que las prácticas de las pruebas psicológicas no se basan
simplemente en, sino que también refuerzan y amplían una comprensión neoliberal de la
persona como un conjunto de rasgos y habilidades (Shweder, 1990). Por ejemplo, Bhatia
(2018) ilumina cómo las prácticas de pruebas de personalidad y evaluación psicológica en
empresas de tecnología de la información y centros de llamadas de la India moldean a los
empleados jóvenes para que se comprendan a sí mismos en términos del individualismo
neoliberal y el yo emprendedor. Aunque las tendencias neoliberales resultantes pueden ser
productivas en el contexto industrial, colonizan y desplazan hábitos mentales y formas de
ser (p. Ej., En relación con la familia, las relaciones, las aspiraciones) que pueden ser más
generalmente adaptativos para la vida en las comunidades que estos trabajadores habitan
fuera. el lugar de trabajo (Bhatia & Priya, 2018).
Más allá de las cuestiones de la colonización mental, la práctica generalizada de las pruebas promueve una
construcción de la capacidad como una característica de las personas individuales abstraídas del contexto. Desvía
la atención de las fuerzas socioculturales, tanto las barreras que inhiben el desempeño de las personas de los
grupos marginados como el andamiaje que mejora el desempeño de las personas de los grupos dominantes, que
estructuran sistemáticamente el desempeño en tales pruebas y, por lo tanto, permite la atribución de las
diferencias socioculturales en el desempeño a factores naturales. déficits en la capacidad. Independientemente de
la intención o conciencia del practicante, la práctica generalizada de las pruebas de capacidad
Neoliberalismo de la psicología 203

sirve para legitimar la desigualdad y justificar los arreglos sociales jerárquicos (Croizet, 2011). Los
defensores del neoliberalismo se basan en tales interpretaciones de las pruebas psicológicas para
argumentar que la desigualdad económica es el resultado de diferencias naturales en la capacidad
y para legitimar los recortes presupuestarios a los programas de bienestar social que consideran
inútiles, ineficientes o incluso perniciosos (Winston, 2018).
Responsabilidad. Otra forma en que la ciencia psicológica amplifica
fies el yo emprendedor es a través de la responsabilidad personal. Al explicar los fenómenos
socialmente estructurados como el resultado de procesos individuales, la ciencia psicológica hace
que las personas sean responsables de sus resultados. No solo tienen la responsabilidad de hacer
que sucedan cosas buenas, sino que también deben cargar con la culpa cuando suceden cosas
malas (Brown, 2006; McDonald, Gough, Wearing y Deville, 2017).
Por ejemplo, el énfasis en los procesos internos como fuente de problemas de salud no solo
oscurece el efecto de las estructuras externas en los resultados de la vida y el bienestar, sino que
también hace que las personas sean responsables de estos problemas. Esto es particularmente
evidente en problemas de consumo excesivo (por ejemplo, obesidad, abuso de sustancias, etc.).
Los patrones de explicación en la ciencia psicológica reflejan y reproducen la idea de que tales
problemas surgen de malas elecciones y falta de fuerza de voluntad en lugar de la constitución
sociocultural del deseo y el comportamiento de consumo a través de la exposición ubicua a los
medios publicitarios y las prácticas de marketing (McDonald et al., 2017).
La responsabilización es evidente no solo en las explicaciones estándar de la salud y la
enfermedad, sino también en las explicaciones de la desgracia en general. Las explicaciones
sociales y científicas de la desgracia tienden a construirla como resultado de malas decisiones, por
ejemplo, quedarse o evacuar cuando se enfrenta a una tormenta catastrófica, en lugar de
entender tales respuestas como una negociación con las limitaciones sociales y materiales
(Stephens, Hamedani, Markus , Bergsieker y Eloul, 2009). De manera similar, los discursos sobre la
responsabilidad individual dan forma a la comprensión de la pobreza y la desigualdad económica.
Como reflejo de los modelos neoliberales individualistas de la mente y el comportamiento, las
construcciones predominantes del crecimiento económico enfatizan las características de los
individuos interesados en sí mismos capaces de actuar independientemente de su contexto
material y social (Klein, 2017b). Desde esta perspectiva, La escasez económica es el resultado de
malas elecciones y atributos deficientes, como motivación o agallas insuficientes (Duckworth,
2016), que se desvían del estándar individualista y requieren intervenciones correctivas
(Estrada-Villalta & Adams, 2018). Una vez más, los formuladores de políticas se basan en estas
interpretaciones para legitimar las políticas neoliberales, como cuando el Secretario de Vivienda y
Desarrollo Urbano de los Estados Unidos, BenCarson, defendió los planes de desinversión en
vivienda pública al expresar la creencia de que "la pobreza en gran medida es también un estado
de ánimo" que el bienestar social los programas se perpetúan (Alcindor, 2017).

Imperativo de crecimiento

Las perspectivas hegemónicas de la ciencia psicológica han sido un sitio principal para
la reproducción del imperativo de crecimiento neoliberal. Muchas teorías dentro
204 Adams y col.

La psicología social considera que el crecimiento y desarrollo personal es el pináculo de la experiencia


humana, una marca de bienestar óptimo. De hecho, una escala de bienestar psicológico ampliamente
utilizada (Ryff et al., 2007) incluye la dimensión de Crecimiento personal (por ejemplo, "Para mí la vida ha
sido un proceso continuo de aprendizaje, cambio y crecimiento") como característica definitoria, que los
encuestados en los Estados Unidos tienden a respaldar en los niveles más altos (Plaut, Markus y Lachman,
2009). De manera similar, el imperativo de crecimiento es evidente en la teoría de la mentalidad de
crecimiento (Dweck, 2006): la creencia de que las cualidades individuales como la inteligencia no son
capacidades fijas o limitadas, sino que son cualidades que un yo emprendedor puede cultivar y extender a
través del esfuerzo y el esfuerzo. trabaja. De manera más general, el imperativo de crecimiento es
evidente en la teoría del apego (Bowlby, 1988),

2017), la teoría del flujo (Csikszentmihalyi; 1990), la teoría de ampliar y construir


(Fredrickson, 2001) y los enfoques de la psicología positiva en general (p. Ej., Diener, 2000;
Seligman, Steen, Park y Peterson, 2005; Seligman y Csikszentmihalyi , 2000). Común a estas
perspectivas es la idea de que una mayor libertad, ya sea la autonomía en el trabajo;
experiencias novedosas; o relaciones de apoyo, sin control, que brindan una base segura
para la exploración; promueven el florecimiento individual, la realización personal, el logro
de los sueños y la actualización de su potencial. Como los académicos han señalado sobre la
psicología positiva (Cabanas, 2018; ver también Becker y Maracek, 2008), el énfasis en el
crecimiento y la realización personal en estas influyentes perspectivas teóricas no solo
refleja, sino que también sirve para legitimar el neoliberalismo y las formas de ser
asociadas.
El imperativo de crecimiento neoliberal es igualmente evidente en las concepciones de
empoderamiento que informan la ciencia psicológica hegemónica. Al escribir sobre este tema en el contexto del
feminismo, Rutherford (2018) señala cómo las perspectivas hegemónicas de la ciencia psicológica construyen el
empoderamiento de las mujeres de maneras: como autosuficiencia, autogestión, libertad de las restricciones
sociales, control sobre la propia vida y libertad para graficar. destino de uno, que son consistentes no sólo con el
individualismo neoliberal, sino también (y algo irónicamente) con el androcentrismo (Riger,

1993). La conexión con el androcentrismo ayuda a iluminar cómo esta


concepción del empoderamiento puede ser contraproducente para las
feministas (y otras formas de) liberación de la opresión social. Aunque el
empoderamiento neoliberal puede permitir a las personas perseguir sus
aspiraciones, a menudo lo hace a expensas de una interdependencia y
solidaridad más amplias (Dutt, Grabe y Castro, 2015; Kurtiş, Adams y
Estrada-Villalta, 2016). En lugar de formas de restricción social que constituyan
un lastre para el crecimiento individual y el logro espectacular de unos pocos
bien dotados, estas solidaridades más amplias pueden constituir la base para
formas más colectivas de empoderamiento que creen las condiciones de
posibilidad para un bienestar más amplio y sostenible. . Para ser claros, el punto
aquí no es argumentar contra la liberación (por ejemplo, del sufrimiento u
opresión),
Neoliberalismo de la psicología 205

Manejo de los afectos

Finalmente, las perspectivas hegemónicas de la ciencia psicológica han sido un sitio


principal del énfasis neoliberal en el sentimiento (Teo, 2018). Un ejemplo destacado es la
teoría de la autodeterminación (y perspectivas similares; ver Ryan y Deci, 2017). Basada en
la experiencia individualista neoliberal de la libertad de las restricciones materiales, la teoría
de la autodeterminación promueve el sentido de que las personas deben perseguir
aspiraciones centrales que expresen sus esfuerzos más auténticos, más allá de la
compulsión de la mera necesidad material. Desde esta perspectiva, la fuerza que dirige la
búsqueda de la plenitud debe ser oportunidades para la autoexpresión plena y la
participación emocional profunda asociada con formas expresivas y románticas de
individualismo (Bellah et al., 1985; Teo, 2018).

Amor como plenitud. Un énfasis en el individualismo neoliberal no es necesario


equivale esencialmente a una devaluación de la relación. Más bien, el individualismo
neoliberal construye la conexión, ya sea apareamiento / citas, amigos o relaciones entre
padres e hijos, como otro lugar para la autoexpresión, la autoexpansión (p. Ej., Aron et al.,
1991, 2013) y la búsqueda de la realización personal. Aquí nuevamente, la ciencia
psicológica emerge como un sitio primario para la (re) producción de la relacionalidad
neoliberal. La teoría y la investigación en psicología social tienden a equiparar relación con
formas de apareamiento y datación, y tienden a reflejar y promover una construcción
voluntarista de estas y otras formas de relación como producto de la elección (Adams et al.,
2012). Esta construcción está asociada con tendencias a elegir conexiones que brinden una
satisfacción óptima (con una restricción mínima), una búsqueda orientada a la promoción
de la realización personal (versus una garantía de apoyo orientada a la prevención), un
énfasis en los sentimientos y el cuidado emocional (versus la materialidad del cuidado; Coe,
2011), y una inversión limitada en la familia nuclear (en lugar de solidaridades más amplias;
Kurtiş y Adams, 2015; Salter y Adams, 2012). De acuerdo con las promesas neoliberales de
realización personal, estas construcciones voluntarias del amor y las relaciones pueden
liberar a la minoría afortunada que está extraordinariamente bien dotada o bien
posicionada en el mercado de las relaciones para obtener resultados satisfactorios. Sin
embargo, la investigación sugiere que estas construcciones del amor son dañinas para la
mayoría de las personas con características más comunes, que deben luchar para atraer y
crear sus propias conexiones en ausencia de vínculos ambientales (Plaut, Adams y
Anderson, 2009; ver también Oishi y Kesebir, 2012).

Movimiento de autoestima. Además de ser la ciencia del amor, la psicología


La gología también puede pretender ser la ciencia de la felicidad (Wilson, 1967; Diener y
Seligman, 2002). Una fuente del énfasis en la felicidad y el afecto positivo en la ciencia
psicológica fue el movimiento de autoestima que surgió en la década de 1970. Un tema
central de este movimiento fue que sentirse bien consigo mismo, en lugar de, por ejemplo,
atender a las deficiencias de uno para dirigir mejor los esfuerzos en
206 Adams y col.

la superación personal: es la clave para el éxito, las relaciones, la salud y la vida en


general. Otro tema central ha sido que la autoestima y la felicidad son cuestiones de
elección y responsabilidad personal. Son proyectos individuales más que grupales, y
una persona se lo debe a sí misma al ignorar los comentarios de los enemigos que
socavarían su autoestima.
No negamos que sentirse bien consigo mismo suele ser preferible a lo contrario. En
cambio, nuestro punto es reconocer que este énfasis en la ciencia psicológica hegemónica
sobre la alta autoestima y los sentimientos positivos refleja y reproduce el énfasis neoliberal
en el manejo del afecto. Tener una alta evaluación general del valor propio y una
perspectiva positiva u optimista constituyen una importante estrategia de supervivencia en
un mundo que, según los productos culturales más vendidos durante el apogeo del
movimiento de la autoestima, requiere que las personas Se tu propio mejor amigo,
y Aprende a amarte a ti mismo ( Maasen, Sutter y Duttweiler, 2007).

Estudios de felicidad. La idea de que las personas deben sentirse bien con sus
acciones y que sentirse bien es un fin en sí mismo (Binkley, 2014; Wierzbicka,
1994) gana fuerza a partir de la abundancia de investigaciones en la ciencia
psicológica convencional sobre la felicidad, la satisfacción con la vida y el
bienestar (por ejemplo, Diener, Seligman, Choi y Oishi, 2018). El carácter
neoliberal de los estudios de la felicidad en la ciencia psicológica hegemónica es
evidente no solo en la centralidad del tema, sino también en las construcciones
predominantes de la felicidad. Las perspectivas hegemónicas de la ciencia
psicológica típicamente imponen una construcción individualista neoliberal de la
felicidad como afecto positivo de alta excitación (Tsai, 2007). De acuerdo con este
estándar, no es suficiente lograr la satisfacción o la ausencia de sentimientos
negativos; Además, los psicólogos tienden a prescribir la forma de felicidad más
activa o enérgica que cumple con los requisitos del manejo del afecto neoliberal:
a saber,
Aunque esta búsqueda de alta energía del afecto positivo de alta excitación
puede ser adaptativa para el manejo del afecto neoliberal, también tiene
inconvenientes. Los estudios cualitativos sugieren que las personas en una
variedad de entornos neoliberales contemporáneos internalizan la culpa por la
ansiedad y las experiencias negativas, deseando poder ser más hábiles para
enfocarse en lo positivo (Scharff, 2016; Sweet, 2018). Un gran metaanálisis
sugiere que mantener actitudes negativas hacia el afecto negativo está
fuertemente asociado con experimentar depresión (Yoon, Dang, Metz y
Rottenberg, 2018). La demanda de afecto positivo demoniza e impone silencio a
los aguafiestas que se atreven a estropear la fiesta sensibilizando sobre la
injusticia (Ahmed, 2010). De particular relevancia para los propósitos actuales,
2008) e insostenible tanto a nivel personal como colectivo (Kjell, 2011). Al prescribir un
afecto positivo de alta excitación, la ciencia psicológica puede contribuir al consumo
excesivo, la producción de desigualdad social y la catástrofe ecológica.
Neoliberalismo de la psicología 207

Resistir el neoliberalismo, descolonizar la psicología

Más que un observador distante del neoliberalismo y sus consecuencias psicológicas,


hemos propuesto que la ciencia psicológica es un sitio importante del neoliberalismo. Más
precisamente, proponemos que la relación entre la psicología y las autoestimas
neoliberales es particularmente fuerte en las formas hegemónicas de ciencia psicológica
con fundamentos epistémicos en sociedades EXTRAÑAS. Esta relación puede ser menos
evidente en las tradiciones de la psicología con fundamentos epistémicos más allá de los
entornos EXTRAÑOS. Esta calificación es importante no solo porque evita una asimilación
intelectualmente imperialista de esas tradiciones a la psicología EXTRAÑA, sino también
porque estas tradiciones de la psicología pueden proporcionar inspiración y dirección para
los investigadores y profesionales que desean forjar una ciencia psicológica que se resista al
neoliberalismo.
Una herramienta útil para teorizar la resistencia al neoliberalismo (en psicología y
otros) proviene de varias perspectivas de la “teoría del Sur” (TFTS; Comaroff & Comaroff,
2012; ver también de Sousa Santos, 2014). Una tendencia predominante en el trabajo
académico es considerar a las comunidades del Mundo Mayoritario del Sur Global (y las
comunidades racialmente marginadas en el Norte Global) simplemente como sitios
periféricos para la aplicación secundaria de la teoría básica. En contraste, la idea de TFTS
centra la experiencia de las comunidades del Mundo Mayoritario como un sitio privilegiado
para el desarrollo de la teoría básica para explicar los eventos en general (incluso en el
Norte Global).
Las perspectivas del TFTS ofrecen un punto de vista epistémico desde el cual
descolonizar la psicología: articular nuevas tradiciones intelectuales libres de la conexión
con los modos individualistas neoliberales (Fanon, 1961/1965, p. 316; ver también Adams,
Dobles, Gomez, Kurtiş y Molina, 2015). Una estrategia decolonial es indigenización, en el que
los investigadores de entornos marginados recurren al conocimiento basado en el lugar
(Tuck y McKenzie, 2015) para desviar la imposición de tradiciones de conocimiento
hegemónicas (típicamente EXTRAÑAS) y sugerir hábitos mentales y formas de sintonizar
mejor con las realidades locales. Si el neoliberalismo encuentra un terreno fértil en los
modos de ser individualistas que informan la ciencia psicológica hegemónica, entonces las
tradiciones del conocimiento indígena en entornos donde son prominentes los modos de
ser más relacionales o interdependientes pueden ser una fuente importante de alternativas
a una psicología neoliberal (Liu, 2015; Tomlinson y Lipsitz, 2013b). ).
Sin embargo, el valor de las perspectivas indígenas y otras perspectivas racialmente
marginadas como herramienta descolonial no es simplemente producir mejores conocimientos
para su aplicación en las comunidades asociadas. Resonando con la idea de TFTS, el potencial
descolonial del conocimiento indígena aumenta dramáticamente cuando uno vuelve la lente
analítica, lo aplica a desnaturalizar supuestos que se dan por sentados sobre las tendencias
supuestamente naturales de los seres humanos en general.
Como ejemplo, considere nuevamente el énfasis psicológico neoliberal en la
libertad y el crecimiento. Perspectivas de la teoría decolonial (p. Ej., Grosfoguel, 2002;
208 Adams y col.

Mignolo, 2011), arraigado en puntos de vista epistémicos del Sur Global, enfatizan que la
libertad de las restricciones asociadas con la búsqueda individualista neoliberal del
crecimiento no es políticamente inocente. En cambio, las sociedades del Norte Global han
obtenido esta libertad a través de la apropiación de la tierra, los recursos y el trabajo de
otros durante los últimos 500 años de dominación global eurocéntrica. La violencia
requerida para hacer posible esta libertad de restricción para algunos, mientras impone
condiciones intolerables a otros, es una razón para cuestionar el énfasis psicológico
neoliberal en el crecimiento y la expansión personal (Adams, Estrada-Villalta, & Gó´mez
Ordoñ˜ez, 2018 ).
Sin embargo, la violencia asociada con la libertad y el crecimiento neoliberal no se trata
simplemente de la distribución desigual de oportunidades para disfrutarlos. De manera más
general, las perspectivas descoloniales argumentan que el ejercicio de la libertad neoliberal y el
crecimiento por parte de la minoría global privilegiada reproduce la violencia colonial a través de
la producción de desigualdad y degradación ecológica que suscita preocupaciones sobre el
bienestar sostenible. En un sentido sincrónico, es poco probable que todas las personas que
actualmente habitan el planeta puedan tener acceso a los recursos necesarios para alimentar la
receta del crecimiento psicológico neoliberal (Becker y Maracek, 2008). En un sentido diacrónico,
hay indicios de que los patrones de consumo actuales estimulados por el deseo de crecimiento
personal están llevando a las sociedades terrestres hacia una inminente meseta ecológica. lo que
significa que estas formas de ser no serán posibles para las generaciones futuras (o incluso
versiones más antiguas de nuestro yo actual; Adams y EstradaVillalta, 2017; Trawick y Hornborg,
2015). En pocas palabras, los puntos de vista epistémicos del Sur Global iluminan la posibilidad de
que estos temas centrales de la ciencia psicológica hegemónica no solo sean buenos
naturalmente, sino que reproduzcan la violencia asociada con el colonialismo y la supremacía
blanca (Adams et al., 2018).
Además de la indigenización y la desnaturalización, una tercera estrategia descolonial
es acompañamiento, mediante el cual los investigadores bajan de sus torres de marfil y
trabajan junto a los habitantes de las comunidades marginadas en sus luchas por la justicia
social (Tomlinson & Lipsitz, 2013a; Watkins, 2015). La fuerza descolonial de los enfoques de
acompañamiento es el énfasis en el compromiso integrado en lugar de la investigación
"básica" o el conocimiento "puro" abstraído del contexto social e histórico. Mientras que la
ciencia psicológica hegemónica reproduce la abstracción neoliberal mediante el énfasis en
la cuantificación, el método experimental y el control de laboratorio (Shweder, 1990), los
defensores del enfoque de acompañamiento argumentan que ofrece resistencia a la
abstracción neoliberal y se acerca a la verdad a través de la participación participativa y
basada en el lugar. investigación que toma en serio las particularidades de contexto y
contenido (Segalo, Manoff y Fine, 2015).
Para los lectores que deseen recomendaciones prácticas para resistir el neoliberalismo, estas
estrategias descoloniales proporcionan un sentido de dirección. La estrategia de acompañamiento
recomienda el compromiso con otros en la creación de solidaridad comunitaria. La estrategia de
indigenización recomienda el compromiso de educarse a sí mismo sobre las múltiples tradiciones
del conocimiento. La estrategia de desnaturalización recomienda que uno
Neoliberalismo de la psicología 209

recurrir a estas tradiciones no (solo) para comprender a los “Otros” culturales, sino (en
cambio) como puntos de vista desde los cuales apreciar la propia experiencia en relación
con el contexto cultural e histórico. Aunque son pasos relativamente modestos, el objetivo
es promover la desobediencia epistémica (Mignolo, 2009) y la inadaptación creativa (King,
1968) a los sistemas neoliberales que promueven respuestas atomistas a problemas
colectivos.

Referencias

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GLENN ADAMS es profesor de psicología en la Universidad de Kansas, donde participa


activamente en el Centro de Estudios Africanos de Kansas. Su trabajo actual se basa en la
investigación colaborativa en entornos africanos y latinoamericanos como un recurso para
los enfoques descoloniales de la psicología cultural.

SARA ESTRADA-VILLALTA es estudiante de doctorado en el Departamento de


Psicología de la Universidad de Kansas. Estudia los fundamentos socioculturales
del yo y la identidad, así como la relación entre identidad y actitudes sociales.
216 Adams y col.

DANIEL SULLIVAN es profesor asistente de psicología en la Universidad de Arizona.


Estudia cómo las diferencias culturales dan forma a las experiencias individuales de
sufrimiento y amenaza. El es el autor de Psicología cultural-existencial ( 2016) de
Cambridge University Press.

HAZEL ROSEMARKUS es profesor de Davis-Brack en ciencias del comportamiento en la Universidad


de Stanford y director de la facultad de Stanford SPARQ. Su investigación examina cómo las
culturas moldean a los yoes y sobre el papel de los yoes en la regulación del comportamiento. Un
libro reciente es ¡Choque! Cómo prosperar en un mundo multicultural.

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