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FACULTAD DE TEOLOGÍA “SAN PABLO”

SEMINARIO MAYOR SAN LORENZO

LA INMORTALIDAD DEL ALMA DEL EN PLATO

Trabajo escrito de la materia “Investigación Filosófica”

ESTUDIANTE: Wilman Lino Soquere


DOCENTE: Mgr. Gustavo Pinto Mosqueira

Santa Cruz – Bolivia

Junio 2021
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................1
CAPÍTULO I.....................................................................................................................2
LA BÚSQUEDA DE LOS FUNDAMENTOS SOBRE LA INMORTALIDAD DEL
ALMA.................................................................................................................................2
1.1. La actitud del filósofo frente a la muerte.................................................................2
1.2. Argumentos acerca de la inmortalidad....................................................................2
CAPITULO II....................................................................................................................4
EL ALMA ES INMORTAL.............................................................................................4
2.1. El hombre como alma................................................................................................4
2.2. Mito del carro alado...............................................................................................4
2.3. Resumen la interpretación más sencilla del mito....................................................6
2.4. La inmortalidad del alma..........................................................................................8
CAPITULO III..................................................................................................................9
LOS ARGUMENTOS DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA EN EL FEDÓN DE
PLATÓN............................................................................................................................9
3.1. 1)La prueba de los contrarios (Fedón, 70c-73a).....................................................9
3.2. 2)La prueba de la reminiscencia (Fedón, 73a-78b)................................................9
3.3. El concepto de reminiscencia y la teoría de las ideas............................................10
3.4. 3)La prueba de la simplicidad (Fedón, 78d-81e)..................................................10
3.4. 4) la prueba del principio vital (Fedón, 104e- 105d)...........................................11
3.4. La naturaleza del alma.............................................................................................12
3.5. El destino de las almas.............................................................................................12
CAPITULO IV................................................................................................................13
ANÁLISIS MÁS PROFUNDA DE LOS ARGUMENTOS DE LA
INMORTALIDAD DEL ALMA EN EL FEDÓN DE PLATÓN................................13
4.1. Los cuatro argumentos............................................................................................13
4.2. Después de la muerte que sucede............................................................................14
4.3. La prueba de los contrarios (71c-73a)....................................................................14
4.4. La prueba de la reminiscencia (73a-78b)...............................................................15
4.5. La prueba de la simplicidad (78d-81e)...................................................................16
4.6. La prueba del principio vital (104e- 105d).............................................................19
EN CONCLUSIÓN.........................................................................................................20
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................22
INTRODUCCIÓN

La presente investigación pretende presentar los argumentos que Platón utiliza en el Fedón
para demostrar la inmortalidad del alma, las cuales son de gran importancia, puesto que, en
este diálogo Platón se despega un poco de las ideas de su maestro Sócrates para poner de
manifiesto cierta inclinación a los mitos órficos, e influencias pitagóricas, que le permitirán
elaborar la doctrina de las ideas que, vuelvo a reiterar, es un tema más platónico que
socrático. Sin embargo, este trabajo solo mostrará los argumentos sobre la inmortalidad del
alma; los mitos órficos y la escuela pitagórica, serán para Platón un punto de partida para
hablar de la separación del alma y cuerpo, así como concebir el cuerpo como prisión del
alma. ¿Cuáles son las pruebas de la inmortalidad del alma que Platón menciona en el
Fedón?, son cuatro: 1) prueba de los contrarios, 2) prueba de la reminiscencia, 3) prueba de
la semejanza, y 4) prueba ontológica. El objetivo del texto es exponer las cuatro pruebas de
manera clara y ordenada para facilitar el estudio de las mismas. La primera prueba es
acerca de la doble generación de los contrarios, vida y muerte y la permanencia del alma; a
continuación, la prueba de la reminiscencia, aprender es recordar, la idea de igualdad y la
preexistencia del alma en algún otro lugar; después seguirá la prueba de la semejanza donde
hablaré de lo simple y lo compuesto, la invisibilidad del alma, el alma confundida y la
divinidad del alma; en seguida hay un conjunto polémico en el cual, por un lado Simias nos
habla del alma-armonía, y por el otro, Cebes propone el desgaste del alma; después
seguirán los contra argumentos del alma-armonía, empezando por la contradicción de la
reminiscencia, la imposibilidad de las almas malas y el gobierno del alma; y por último, la
prueba ontológica, que será la respuesta a Cebes, expondré aquí la experiencia filosófica de
Sócrates, el rechazo de los contrarios, el caso de las ideas, el caso de la participación
esencial, la vida como esencia del alma para concluir finalmente con la inmortalidad del
alma.

1
CAPÍTULO I

LA BÚSQUEDA DE LOS FUNDAMENTOS SOBRE LA


INMORTALIDAD DEL ALMA

1.1. La actitud del filósofo frente a la muerte

Aquí Sócrates manda a decir a Evenos, por medio de Cebes que le manda saludos y que si
es sensato lo siga la más antes posible en el camino por el cual hoy parte.
Sócrates explica con esto que el filósofo desea morir, no por eso le es licito suicidarse. Al
notar que estas afirmaciones son contradictorias aclara que somos propiedad de los dioses y
por ello no tenemos derecho a la muerte, más bien debemos esperar que nos llamen.
Luego se desarrolla lo que conocemos como la apología de Sócrates. Ella se basa en la
creencia de que tras la muerte convivirá con dioses perfectamente buenos, los mejores amos
concebibles. Por tales motivos Sócrates no se irrita, porque una vez muerto alcanzará los
mayores bienes. En la vida terrena el alma se ve impedida por el cuerpo para alcanzar la
verdad. Al morir el alma se desembaraza del cuerpo y comienza a existir sola por sí misma.
Sin el cuerpo el alma alcanza lo real con más facilidad, es decir lo verdadero. El alma
puede alcanzar el saber una vez que se separa del cuerpo, en esto consiste la purificación.
Los filósofos, por este motivo, se ejercitan para morir, por eso no es menester que se irriten.

1.2. Argumentos acerca de la inmortalidad

Frente a la incredulidad de alguno de sus discípulos Sócrates afirma que todo lo que
tiene generación nace de su contrario. En el caso de la vida, ella engendra a su contrario la
muerte. Si de lo vivo nace lo muerto, de lo muerto lo vivo. Existe un revivir.
Aprendemos por reminiscencia, aprender es recordar. Esto sería imposible si nuestra alma
no existiera antes y conociera previo a habitar el cuerpo. Las pruebas de ello son que existe
lo igual y lo igual en sí. Recordamos a partir de cosas diferentes y a partir de cosas iguales
o semejantes. Lo igual en si es más perfecto que lo semejante y no podemos conocerlo
desde lo semejante ya que es menos perfecto. Si conocemos lo igual en sí, las ideas,
2
debemos tener un conocimiento previo. Las ideas las tenemos antes de nacer y debemos
recuperarlas desde lo sentidos al percibir las cosas.
A Simmias no le parece que con eso quede demostrado que el alma siga existiendo después
de la muerte, sino que existía antes de nacer. Sócrates explica que los dos argumentos
deben tomarse juntos, ya que todo lo que vive se genera de lo que está muerto, si el alma
existe antes de nacer debe nacer nuevamente después de morir.
Los discípulos temen que el alma se disperse. Lo que en realidad se dispersa es lo
compuesto, ya que es parte de su naturaleza que así sea, le corresponde. La realidad
misma, lo Bueno en sí, lo Bello en sí, se comporta siempre de la misma manera. Lo que
cambia es lo que percibimos, lo contingente. Lo visible o percibidle es cambiante por ser
compuesto, mientras que lo invisible, como las ideas son simples y se mantienen siempre
igual. Como ejemplo: el cuerpo es lo visible y el alma lo invisible (es capaz de elevarse
hasta lo invisible por la razón). El alma es lo más semejante a lo divino, inmortal,
inteligible, único en su aspecto, indisoluble, y que se comporta siempre del mismo modo e
idénticamente a sí mismo. El alma tras la muerte se dirige al reino de lo invisible, con lo
Divino.
Ahora bien, con respecto a la influencia del modo de vida en el destino del alma existen dos
posibilidades.
1. La primera son aquellas personas que durante su vida rechazaron todo lo que tiene
que ver con el cuerpo y han rehuido de él y en cambio ha recogido su alma y se ha
interiorizado y preocupado por cultivarla. Filósofo.
2. Por otro las personas que se ocupan durante la vida del cuerpo lo cuidan y lo aman
dejándose llevar por los placeres
En el primer caso: el alma partiría a lo invisible y eterno, junto a los dioses, en esto consiste
la felicidad. En el segundo, las consecuencias son que el alma tenga más peso y una vez
muerto este peso la arrastra hacia el mundo terrestre nuevamente. Es el caso de los
espectros. Si han valorado más la tiranía y la injusticia reencarnaran en especies inferiores,
como animales.

3
CAPITULO II

EL ALMA ES INMORTAL
2.1. El hombre como alma
Para platón el ser humano es un alma espiritual y eternamente encerrada, encarcelada
en su cuerpo el auténtico y genuino yo del hombre es el alma y su destino la sabiduría; el
cuerpo no es más que su cárcel, su sepulcro y un obstáculo que le impide dedicarse a su
verdadero destino. Platón distingue tres tipos de alma, pero una de ellas es la racional, de la
naturaleza espiritual constituye el auténtico hombre. Las otras dos La Iracible y la
Concupiscible son propias del cuerpo y desaparecen cuando este muere.
Entre el cuerpo y el alma existe más que una unión << accidental >> es decir, la única
que se da entre dos realidades plenamente constituida y de naturaleza totalmente distinta
cuando se junta la una con la otra.
Las imágenes más frecuentes con las que Platón ilustra esta unión son las del mito del
carro alado en el Fedro. En Fedón platón parece defender la teoría pitagórica de la <<
metempsicosis >> o de la trasmigración de las almas que vengan de un cuerpo a otro, tras la
muerte del individuo

1
2.2. Mito del carro alado

En el diálogo “Fedro” Platón trata la cuestión de la esencia y partes del alma.


Comienza señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición
alegórica que la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro
alado. Veamos un resumen literal del mismo: el alma es como una fuerza natural que
mantienen unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y los aurigas de los
dioses son todos ellos buenos; los de los hombres no. En nuestro caso, el auriga guía una
pareja de caballos, uno hermoso y bueno, otro feo y malo, por lo que para nosotros la
conducción resultará dura y difícil.

1
Platón Fedro, 246a y ss. Trad. de Emilio Lledó Iñigo. Gredos, MAdrid, 1986. pp.344y ss.
UN PROFESOR: Mito del carro alado: resumen y explicación. En,
https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/mito-del-carro-alado-resumen-y-explicacion-
3283.html

4
El alma tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo.
Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha
perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece
tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí
mismo y ambos ―cuerpo y alma― reciben el nombre de ser viviente.
     La fuerza del ala consiste en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose hacia el lugar
en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más
alimenta y hace crecer las alas; en cambio lo vergonzoso, lo malo y todas las demás cosas
contrarias a aquellas las consume y las hace perecer. Dirigidas por Zeus, las almas de los
dioses y las de los hombres marchan por el cielo ordenando y cuidando todo. Después de
realizar su tarea van a buscar su alimento hacia el mundo supraceleste, hacia la realidad que
se encuentra más allá de la bóveda del cielo. En ese lugar se halla la Justicia, la esencia
cuyo ser es realmente ser, el ser incoloro, intangible, cuya esencia es sólo vista por el
entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero Saber, pero no la
ciencia de lo que nace y muere, de lo relativo, sino la ciencia de lo que es verdaderamente
ser.
2
Las almas de los dioses, dado que son conducidas por dos caballos buenos y dóciles,
ascienden sin problemas. La mente de los dioses se nutre de un saber y entender puro por lo
que al ver lo que allí se encuentra, se alimenta, se llena de contento y descansa hasta que el
movimiento, en su ronda, la vuelve a su sitio. Las almas de los hombres suben con
dificultad pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina y fatiga al auriga
que no lo ha alimentado convenientemente. Así se encuentra el alma con su dura y fatigosa
prueba.
De las almas humanas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece consigue
ver algo, otras no pueden alcanzar la visión del ser, por lo que les queda la opinión por
alimento, “el porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se
debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí
hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre.” Las almas que no
2
Platón Fedro, 246a y ss. Trad. de Emilio Lledó Iñigo. Gredos, MAdrid, 1986. pp.344y ss.
UN PROFESOR: Mito del carro alado: resumen y explicación. En,
https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/mito-del-carro-alado-resumen-y-explicacion-
3283.html

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han podido vislumbrar nada de lo que allí se encuentra se van gravitando llenas de olvido y
dejadez, pierden las alas y caen a tierra.

2.3. Resumen la interpretación más sencilla del mito

 el alma es el principio de vida gracias al cual los seres vivos pueden realizar los
movimientos que le son propios;
 las cosas naturales están dirigidas y controladas por la divinidad (hipótesis
providencialista y teleológica que luego encontraremos en gran parte de la filosofía
posterior);
 el alma humana participa de algún modo de la naturaleza divina, pero también de un
principio opuesto que la pervierte y la hace caer al mundo de la finitud, contingencia y
muerte;
 La parte más excelente del alma humana es semejante a la mente de los dioses y,
como la de ellos, se nutre del conocimiento;

 Frente a la realidad física, más allá de la Naturaleza, en el “ámbito supraceleste”, se


encuentra la auténtica realidad, el ser verdadero caracterizado como la esencia que
permanece siempre idéntica a sí misma, que carece de propiedades físicas (“incolora e
intangible”) y se ofrece sólo al entendimiento (dualismo ontológico);

 Nuestro destino está en ese mundo perfecto, mundo al que se llega básicamente
mediante la Ciencia de lo absoluto (la filosofía o dialéctica) no mediante el
conocimiento de lo relativo y mudable (la opinión);

 Cuando se encarna, el alma olvida aquello que ha conseguido vislumbrar en el


mundo supraceleste (rudimentos de la teoría de la reminiscencia);

 3
Es habitual también buscar la correspondencia de las partes del alma con los
elementos que aparecen en el mito del carro alado: el auriga representa la parte racional,
destinada a la dirección de la vida humana, al conocimiento y lo más divino que se
encuentra en nosotros; el caballo bueno representa la parte irascible, aquello que permite
al alma la realización de acciones buenas y bellas; el caballo malo y rebelde representa
3
Platón Fedro, 246a y ss. Trad. de Emilio Lledó Iñigo. Gredos, MAdrid, 1986. pp.344y ss.
UN PROFESOR: Mito del carro alado: resumen y explicación. En,
https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/mito-del-carro-alado-resumen-y-explicacion-
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la parte concupiscible, aquello que fomenta en nosotros deseos y pasiones y que nos
impulsa hacia el ámbito de lo sensible.

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UN PROFESOR: Mito del carro alado: resumen y explicación. En,
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2.4. La inmortalidad del alma

El alma no es solo parte más importante del hombre, es su auténtico y genuino yo.
Sino que, además, el alma del hombre es inmortal. ¿Inmortal por qué? Porque va a seguir
existiendo cuando el cuerpo del hombre haya muerto, y también porque ha vivido en el
mundo de las ideas antes de unirse al cuerpo.
¿Cuáles son los argumentos que utiliza Platón para demostrar la inmortalidad del alma?
Para demostrar que sigue existiendo el alma cuando el hombre ha muerto y que sigue
teniendo la capacidad de conocer, veremos 4 argumentos.

CAPITULO III

LOS ARGUMENTOS DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA EN


EL FEDÓN DE PLATÓN

3.1. 1)La prueba de los contrarios (Fedón, 70c-73a)


- Todas las cosas tienen sus contrarios
- Cada cosa procede de su contrario
- La muerte procede de la vida
- La vida procede de la muerte
- Es necesario que exista un alma inmortal
5
(70e) de todo lo que nace de los contrarios

51
Lo que nace de los contrarios (Fedón, 70c-73a)
8
Todas las cosas (la belleza-fealdad, justo-injusto) que tienen un contrario se originan de su contrario.
De menor a mayor o de mayor a menor o mejor a peor, enfriarse-calentarse, etc.(71c-d) de Igual modo
como el dormir-despertar. Así, el origen de vivir es de la muerte. Los seres vivos nacen de la muerte.
(71e) Existen por lo tanto nuestras almas en el Hades. A cada estado sigue su contrario. De modo que
al hecho de morir le corresponderá el vivir. De otro modo, todo tendería hacia la muerte. El proceso
generativo desde los muertos hacia los vivos (72a) y algo peor para las malas almas y algo mejor para
las buenas (72e).

El primer argumento sobre la inmortalidad que aparece es el de los elementos


contrarios, [x] se afirma en él que las cosas contrarias se originan a partir de sus contrarios
(El componerse y el descomponerse, el calentarse y el enfriarse, etc.). Del mismo modo, los
muertos se originan a partir de los vivos y, por necesidad, los vivos se originan a partir de
los muertos. De donde se infiere que el alma existe antes de ingresar a un cuerpo.

3.2. 2)La prueba de la reminiscencia (Fedón, 73a-78b)


- El conocimiento es recordar cosas sabidas anteriormente
- El alma recuerda las ideas tenidas anteriormente a su unión con el cuerpo
- El alma ha existido en alguna parte antes de unirse al cuerpo
- Es capaz de pasar del estado material al inmaterial

6
(Sócrates plantea que el) El aprendizaje (epístēmē) es una reminiscencia (anamnesis). (73d,
e)7, por lo que el alma existía antes (72e-73c). Tenemos nociones previas que no hemos
sacado de la experiencia, sino que las recordamos de antes de haber nacido. Aquí podemos
añadir que para Platón la inmortalidad del alma está claramente demostrada por el hecho
mismo del conocimiento. Ya que el conocimiento no se explica más que si el alma ha
contemplado la idea en una existencia anterior. (un ejemplo personal de aplicación de Platón:
los instintos de los bebes o los animales, ¿De dónde lo tienen?) Su teoría además plantea que
a través de a través del conocimiento sensitivo (aísthēsis) recordamos lo olvidado (75e).

La principal idea del texto en la Reminiscencia, es decir, el alma tiene recuerda la


permanencia en el mundo de las ideas, pero al introducirse en el cuerpo es olvidado. Es una
de las pruebas da la inmortalidad del alma.
La estructura del texto comienza con una serie de ejemplos para después poder explicar
como el alma tiene conocimientos antes de nacer, y al nacer los perdemos. Mientras el alma
este en la cárcel del cuerpo deberá recordar los conocimientos para llegar a la purificación

6
La reminiscencia (Fedón, 73a-78b)
7
73d “intuición” énnoia Pensar en el sentido de ocurrencia o captar en la mente.
9
3.3. El concepto de reminiscencia y la teoría de las ideas

3.4. 3)La prueba de la simplicidad (Fedón, 78d-81e)


- El alma es el lugar del conocimiento de las ideas
- Como las ideas son simples, el alma también es simple
- Como lo simple no puede componerse, tampoco puede morir
- El alma es simple y n puede morir es inmortal

8
Las cosas incorruptibles son invisibles e idénticas a sí mismas. Las corruptibles son visibles
y variables. El cuerpo se asemeja a éstas últimas, mientras que el alma se asemeja a las
primeras. El alma usa los sentidos para explorar el mundo cambiante y es precisamente allí
que se extravía (79c). Mientras que cuando ella se orienta a sí misma, se mantiene pura y se
orienta hacia lo inmortal. Experiencia que se llama “meditación”.
El destino de Sócrates (80d): Su alma invisible (aidḗs) se irá al Hades, en compañía de la
divinidad buena, como el alma. Lo invisible e inmortal (idea planteada por las religiones de
misterio 81a). Pero el alma se contamina por el cuerpo y sus placeres, y el alma así
contaminada, se separa del cuerpo quedando de formada por lo corpóreo, resultando ser
“espectros” (eídola) que vagan como fantasmas sombríos (skioeidḗ phantásmata) para luego
encarnar en algún animal, como un asno. Pero sólo los amantes del saber (invisible) van con
los dioses.
Las cosas incorruptibles son invisibles e idénticas a sí mismas. Las corruptibles son
visibles y variables. El cuerpo se asemeja a éstas últimas, mientras que el alma se asemeja a
8
La simplicidad (Fedón, 78d-81e)
10
las primeras. El alma usa los sentidos para explorar el mundo cambiante y es precisamente
allí que se extravía (79c). Mientras que cuando ella se orienta a sí misma, se mantiene pura
y se orienta hacia lo inmortal. Experiencia que se llama “meditación”.

3.4. 4) la prueba del principio vital (Fedón, 104e- 105d)

- El alma le da la vida al cuerpo.


- El alma no puede recibir lo contrario (la muerte) de lo que lleva en sí misma (la vida).
- El alma no recibirá jamás la muerte y no morirá jamás.
- El alma será inmortal.
9
Finalmente, y, como argumento decisivo, Sócrates va a introducir la teoría de las formas.
Para Platón, la causa verdadera de las cosas no hay que buscarla en la materia, como hacen
los filósofos de la naturaleza, sino en la forma de la que participan. El alma participa
esencialmente de la forma debida y es, por tanto, inmortal. No puede participar de la
muerte, de ésta se aparta. De esta manera tenemos que cuidar y atender el alma no sólo
pensando en esta vida, sino en la totalidad del tiempo. El alma es pues el verdadero artífice
de la relación entre los objetos y las ideas. (105d) En un cuerpo vivo ha de haber un alma, y
aquello que el alma domine traerá como resultado vida. El alma trae vida y es contraria a la
muerte, así como el número impar nunca será par.

El alma participa esencialmente de la forma debida y es, por tanto, inmortal. No puede
participar de la muerte, de ésta se aparta. De esta manera tenemos que cuidar y atender el
alma no sólo pensando en esta vida, sino en la totalidad del tiempo. El alma es pues el
verdadero artífice de la relación entre los objetos y las ideas. (105d) En un cuerpo vivo ha
de haber un alma, y aquello que el alma domine traerá como resultado vida. El alma trae
vida y es contraria a la muerte, así como el número impar nunca será par.
10
Ahora en el caso del fuego que lleva en si el calor, jamás existirá mientras halla frio,
sino que este desaparecerá, así también la nieve, en cuanto venga el calor, la nieve se
desvanecerá, jamás aceptará el fuego el frio, ni la nieve el calor, así el número tres
siendo impar, jamás será par, y cuando cambie a cuatro lo impar se irá para que este
sea par: “no solo el contrario no acepta a su contrario, sino tampoco aquello que
conlleva en sí algo contrario a eso en lo que la idea en sí se presenta, eso que la
conlleva jamás acepta la idea contraria de la que está implicada en él.”
Ahora se trata del alma, ya que donde hay alma también hay vida, así como en el
fuego calor, y en el tres lo impar, lo contrario a la vida es la muerte, y por lo tanto cuando
llega la muerte, al ser contrario de la vida y por tanto del alma, está huirá puesto que no
9
El principio vital (Fedón, 104e- 105d)
10
PLATÓN. La inmortalidad del alma en el "Fedón". La prueba del principio vital. En
https://www.webdianoia.com/platon/textos/platon_fedon_frg4.htm
11
acepta la muerte, así como el tres no acepta lo par, ni la nieve lo caliente, y es así como el
alma es inmortal al no aceptar la muerte y en consecuencia es indestructible e
imperecedera. Así es como Platón argumenta de manera racional la inmortalidad del alma

3.4. La naturaleza del alma


A) El alma es invisible, por tanto, pertenece al mundo de las ideas.
b) En contacto con el cuerpo, el alma puede errar y extraviarse.
c) El alma es lo más cercano a lo divino, inmortal, inteligible e indisoluble.
d) El alma no es una idea, pero su lugar natural es el mundo de las ideas.

3.5. El destino de las almas


El alma del que se ha dedicado a la contemplación tendrá un destino inmortal,
mientras que las de los que se han dedicado a los valores mundanos vagarán errantes hasta
encarnarse en otro cuerpo. Así pues, la vida dedicada a la contemplación es el camino
seguro para alcanzar la inmortalidad del alma y para que esta encuentre su lugar natural en
el mundo de las ideas.

CAPITULO IV

12
ANÁLISIS MÁS PROFUNDA DE LOS ARGUMENTOS DE LA
INMORTALIDAD DEL ALMA EN EL FEDÓN DE PLATÓN

4.1. Los cuatro argumentos

1) La prueba de los contrarios (71c-73a).


En efecto, la vida y la muerte son contrarios. Por eso la vida concluye en la muerte y
de ésta se produce de nuevo la vida. ¿Cómo puede suceder esto? Platón acude a las
doctrinas órfico-pitagóricas de la transmigración de las almas. Precisamente por ello las
almas pueden recordar en la actualidad cosas procedentes de estados anteriores. Las almas
se reencarnaban, según el orfismo, para librarse del mal y, una vez purificadas, poder
acceder a lo divino.

2) La prueba de la reminiscencia (73a-78b).


Los humanos tienen conocimientos de modelos absolutos. Pero éstos no se dan en el
mundo material o sensible. Luego tienen que haber sido conocidos en unas existencias
anteriores. Por ello el alma existe previamente al cuerpo. Es el tema de la preexistencia del
alma.

3) La prueba de la simplicidad (78d-81e).


Las cosas del mundo son compuestas y llevan en sí la capacidad de disgregarse, lo
que significa morir, es decir, separarse el alma del cuerpo. El alma es simple y, por tanto,
no puede descomponerse o dividirse.

4) La prueba del principio vital (104e- 105d).


El alma participa de la forma de vida y muerte. Por eso no se agotará nunca por
muchas energías que pueda gastar. Llegado el momento de la muerte, el alma se retira del
cuerpo para sobrevivir.

4.2. Después de la muerte que sucede

13
¿Qué es lo que sucede después de la muerte? Es quizás una de las preguntas que ha
acompañado al ser humano en cada época de su historia, y a la cual se le ha tratado de
responder a partir del arte, de la religión, la ciencia y la filosofía. En el diálogo el Fedón,
Platón nos dice que la muerte es sólo la separación del alma con el cuerpo y que, además, lo
único que perece es nuestro cuerpo, no el alma, debido a que esta es inmortal.

4.3. La prueba de los contrarios (71c-73a).

comencemos con el primer argumento de la inmortalidad del alma, el cual puede


enunciarse de la siguiente manera: todo contrario nace de su contrario y el contrario del
otro. Sócrates explica que la muerte y la vida son un par de contrarios inmanentes al
hombre, semejantes al estar despierto o dormido. ¿Qué quiere decir esto? Para que el
hombre se pueda despertar es necesario que antes estuviera dormido, y no se podría decir
que un hombre está durmiendo sin que hubiera estado despierto anteriormente. Otro
ejemplo que utiliza son el par del crecer o disminuir, pues si un niño crece es porque antes
era pequeño y también, al alcanzar una edad anciana la estatura suele disminuir; lo mismo
se puede ver respecto al ser débil o fuerte, pues gracias al ejercicio uno adquiere fortaleza
en el cuerpo, y si se deja de lado este hábito y se adopta una vida sedentaria, se regresa a un
estado de debilidad. Esto procesos ocurren debido a que hay dos procesos de doble
generación, es decir, que de uno nazca o se genere su contrario, y éste genera el anterior.
En el caso de la vida y la muerte, dado que es evidente que el morir se genera a partir
del estar vivo, es necesario que se del revivir por ser el contrario al estar muerto. Esto, de
acuerdo a Platón, implica que una vez que morimos nuestras almas existen en algún lugar
(el Hades), donde “perviven”11 para luego nacer de nuevo, ya que todo ocurre según un
movimiento cíclico, pues si fuera un movimiento rectilíneo, no sería posible el proceso de
la vuelta hacia el contrario dado que el ciclo se detendría en algún estado y concluiría. Cabe
añadir que este primer argumento tiene una falla ya que ese estado de pervivencia donde las
almas se encuentran esperando para nacer de nuevo, presupone ya que el alma sigue viva
después de la muerte, lo cual Platón intenta demostrar. Esta falla será objeto de réplica más
adelante frente a Simias y Cebes, pero esto se desarrollará más adelante.

11
Ibid., 72e
14
4.4. La prueba de la reminiscencia (73a-78b).

El segundo argumento consiste en que el conocimiento es reminiscencia, es decir, el


alma adquiere conocimientos en un momento anterior a existir en forma humana, y sin
embargo los olvida al entrar al cuerpo, por lo cual el aprender es sólo recordar aquellos
conocimientos antes adquiridos. Por esto es necesario que nuestras almas existieran antes.
¿Cómo lo demuestra Platón? Se funda en primera instancia en un argumento que se
desarrolla en el Menon12 según el cual, si se realizan las preguntas apropiadas a un
individuo que en esta vida no ha recibido enseñanza alguna de cuestiones matemáticas, es
posible que él responda a cada pregunta de manera correcta. Por consiguiente, si no
adquirió tales conocimientos en esta vida, el hecho de que tenga éxito se debe a que en
algún otro tiempo las había adquirido cuando no era todavía un hombre, es decir, en algún
lugar donde su alma se encontraba en sí misma contemplando la verdad en sí. Además, el
hecho de que olvidemos tales conocimientos se debe a que, si no los olvidáramos,
naceríamos sabiéndolos y siempre los tendríamos a lo largo de nuestras vidas y esto no
ocurre. “Por lo tanto, si siempre la verdad de las cosas está en nuestra alma, ella habrá de
ser inmortal.”13
Posteriormente, para reforzar esta prueba, Platón explica en el Fedón que al ver dos
objetos semejantes y contemplarlos, es posible percibir que carecen de algo que los haga
idénticos, por ejemplo, al ver dos rocas que sean semejantes, decimos que ambas son muy
parecidas y que en efecto son rocas, pero no son iguales. Esto se debe a que tenemos una
idea previa del objeto que es igual en sí mismo y que al ver los objetos iguales en la
naturaleza, nos despierta el recuerdo de aquello que captamos en otro momento por el alma
y por ello decimos que carecen de algo, pues son inferiores a lo que es igual en sí. Además,
por el hecho de que es posible recordarlo y pensarlo, es necesario haberlo percibido por la
vista o el tacto o algún otro sentido. De lo cual se sigue que “todos los datos en nuestros
sentidos apuntan a lo que es lo igual, y que son inferiores a ello.” 14 Por consiguiente se
concluye que el aprender es recordar o reminiscencia pues es posible que al percibir un

12
Menon, 80d-86c
13
Ibid., 86b
14
Op. cit., 75b
15
objeto pensemos a partir de nuestra percepción en la Idea de éste, y ello se debe a que
nuestra alma lo percibió antes de nacer.15
Hasta este punto Socrates cree haber demostrado con éxito la inmortalidad del alma,
pues con la última prueba se ha demostrado la existencia prenatal del alma y con la
primera, que es necesario que exista la vida después de la muerte pues ha de nacer de
nuevamente debido al proceso de doble generación; sin embargo, permanece la opinión
común de que el alma sea sólo el último soplo que sale del cuerpo al morir y que el viento
la pueda disipar fácilmente. Este temor es expresado por Simias y Cebes y obliga a Sócrates
a presentar otros dos argumentos.

4.5. La prueba de la simplicidad (78d-81e).

El tercer argumento es el argumento de la afinidad del alma con las Ideas. El punto
clave de la opinión popular acerca del alma como el último soplo de la vida, es el hecho de
que se disipe y se disuelva, por ello Socrates decide analizar qué entidades les es pertinente
el descomponerse y a cuáles no. Los objetos que el alma percibe y comprende cuando está
ella en sí misma, son las Ideas de la teoría platónica, y son las entidades que no se
descomponen debido a las características que mencionan a continuación.
Dado que sólo lo que está compuesto le es posible el descomponerse, esto no ocurre a
aquello que es simple; debido a esto, las cosas compuestas no permanecen iguales por lo
que decimos que se encuentran en diversas formas, mientras que, como se había
mencionado anteriormente, las cosas simples son iguales en sí mismas y siempre se
mantienen idénticas y en las mismas condiciones. Además, puesto que aquello que cambia
las podemos percibir mediante los sentidos estos son los objetos sensibles, por ejemplo: la
ropa o la comida; mientras que sólo puede ser comprendidas mediante la razón por ser el
núcleo del alma, las Ideas son los objetos inteligibles. Finalmente, aquello es cambiante se
puede ver, mientras que lo inteligible es invisible e idéntico en sí mismo.
Entonces resulta que el alma es lo más semejante que hay a lo divino, inmortal,
inteligible, único, invisible, indisoluble, y que se comporta siempre del mismo modo;
mientras que el cuerpo se asemeja a lo humano, mortal, no inteligible, múltiple, visible,

15
Ibid., 76a
16
compuesto y que jamás se comporta idéntico a sí mismo. Además, dado que el alma es
semejante a la divinidad, en la relación del cuerpo con el alma, a ésta le corresponde
mandar y ser guía del cuerpo conforme a la razón, mientras que el cuerpo por ser mortal, le
corresponde obedecer los órdenes del alma. En caso de que no ocurra lo anterior, a saber,
que el alma se guíe por los sentidos y tenga un trato continuo con el cuerpo, ésta entra en un
vértigo constante pues percibe lo único que percibe es cambio y movimiento.
Por ello, Platón indica que el destino del alma dependerá de su conducta y se dará de
la siguiente forma: el alma pura irá al Hades (lugar noble, puro, invisible) a la compañía de
la divinidad buena y sabía si a lo largo de la vida se dedicó a concentrarse en sí misma y sin
tener contacto con el cuerpo, es decir cuando estuvo filosofando rectamente; en cambio, si
se separa contaminada e impura por su trato continuo del cuerpo y las pasiones, el alma se
vuelve pesada y es arrastrada de nuevo al terreno de lo visible. A partir de esto último,
Platón expone la creencia de la metempsicosis, la cual indica una transmigración del alma
según su conducta en vida hacia cualquier ser vivo, por lo cual incluye al hombre, plantas y
animales.
Ahora bien, en este punto ocurre una discusión de los argumentos anteriores.
Simmias ataca el último argumento y realiza una semejanza del alma con la armonía, por
ser esta última divina e invisible, señalando que, si se destruye el cuerpo de una lira, la
armonía que ésta producía desaparece, y lo mismo puede ocurrirle al alma. Por su parte,
Cebes concluye que hasta el momento sólo se ha probado que alma existe antes de nacer,
pero no el hecho de que el alma sea inmortal. Cebes realiza la comparación entre un tejedor
y el alma: si el tejedor va tejiendo varios mantos que usa y se desgastan, y él se puede
agotar y consumirse; en el caso del alma, Cebes objeta que el alma puede ser consumida
por el desgaste de varios cuerpos debido a la transmigración y que puede llegar a un punto
en el muera por esto. Por consiguiente, Sócrates debe refutar ambas objeciones para salvar
su argumento.
Para refutar a Simmias, Sócrates pregunta si concordaba Simmias con el argumento
de que el aprender es recordar, y éste responde que sí. Sócrates señala entonces que no es
consistente aceptar, por un lado, el argumento del alma como armonía, y por otro, el de la
reminiscencia ya que la primera tesis niega la inmortalidad del alma mientras que la
segunda la sustenta. Dado que la armonía es una cosa compuesta pues está formada por los

17
elementos del cuerpo de la lira, y si el alma es armonía, no podría existir la armonía antes
que exista los elementos que la conforman; por consiguiente, debe escoger uno ya que el
argumento de la reminiscencia indica que el alma tiene que existir antes de llegar al cuerpo
para que se dé que el aprender es recordar, a lo cual Simmias asiente y prefiere éste.
Después, Sócrates señala que, de acuerdo a los pitagóricos, ellos afirmaban que había almas
buenas y malas; por lo tanto, si toda alma es armonía, implicaría en primer lugar que habría
almas más armónicas que otras, y otras in-armónicas; en segundo lugar, que toda alma sería
un alma buena y por lo tanto sería imposible hacer una distinción. Por último, en el
argumento del alma y su semejanza con las Ideas se señaló como función del alma el
gobernar al cuerpo, dominarlo y guiarlo; lo cual no ocurriría si el alma fuera armonía pues
ésta sigue los elementos del cuerpo, no se le opone. De esta manera la refutación del
argumento de Simmias demuestra que, “mientras la armonía es inmanente a la lira que la
toca, el alma es trascendente al cuerpo.”16
Luego, Sócrates responde a la objeción de Cebes que se puede enunciar en la
pregunta ¿qué garantiza que el alma no se desgaste en el proceso de transmigración? Pero
aquí la refutación comienza narrando las experiencias que ha tenido Platón respecto al
problema de las causas de todo nacimiento y muerte. Platón va más allá que su maestro al
abarcar en su sistema la totalidad, es decir, el cosmos y el hombre. Dice Platón que al leer a
los cosmólogos perdió todas sus creencias y se quedó sin verdades, hasta que se encontró
con Anaxágoras, creyó tener esperanza, pero a pesar de que Anaxágoras, quien suponía que
todo había sido ordenado por una inteligencia superior, se limitó a describir las condiciones
del proceso causal, pero no la verdadera causa. En consecuencia, Platón decidió refugiarse
en los conceptos, es decir, que en este punto Platón desarrolla las Ideas causa última de las
cosas. En esto consistió su segunda singladura.
Platón analizó el lenguaje, para ver qué queremos decir cuando afirmamos que algo
llega a ser bello, de lo cual determinó que las cosas participan de las Ideas.
Esto implica una relación de ese algo con “lo Bello” (“lo Bello”, como “lo Igual, no es
una cosa concreta. sensible -ya que lo que vemos no es absolutamente bello o
absolutamente igual-, sino una cosa-en-sí, que concebimos mas no vemos): podemos
decir que esa cosa concreta participa de lo Bello y, por ende, que lo Bello es la causa de
que esa cosa sea bella. Si una cosa cesa de ser bella, es porque no participa más de lo

16
C. Eggers, op. cit. p.163
18
bello. Las cosas-en-sí son, pues, las causas que buscaba Sócrates acerca del llegar a ser,
ser y dejar de ser de las cosas concretas. 17

4.6. La prueba del principio vital (104e- 105d).

Para finalizar el desarrollo veamos cómo se estructura el último argumento y


fundamental acerca de la inmortalidad del alma, conocido como el argumento ontológico.
En primer lugar, un objeto sensible puede participar de dos cosas-en-sí contrarias siempre y
cuando la participación de la cosas-en-sí no sea contraria a la esencia del objeto. Es decir,
por ejemplo, que cuando decimos que Simmias es más grande que Cebes se debe a que
Simmias participa de la idea de t mientras que Cebes de la de pequeñez; por el otro lado, si
Simmias estuviera a lado de un gigante, ahora Simmias participaría de la idea de pequeñez
mientras que el gigante participa de la idea de grandeza. Esto se debe a que las Ideas no
toleran su contrario, por ello cuando Simmias deja de participar de la idea de grandeza
debido al gigante, al ser la idea de pequeñez el contrario de la de grandeza, esta última se va
(pues no pueden perecer), mientras que la de pequeñez permanece.
Respecto a la no contrariedad de las esencias de las cosas-en-sí se refiere a que hay
objetos sensibles que participan siempre de una idea respectivamente, pues constituyen su
esencia, por eso no pueden aceptar la idea contraria a su esencia. Por ejemplo, la nieve
participa siempre de la idea de frío, y esta idea es esencial para ella, es decir, es su esencia;
por ello la nieve no puede participar del calor por ser esta una idea contraria a su esencia, y
sin embargo al ser la nieve un objeto sensible, perece cuando está en cercanía con el calor
mientras que la idea de frío solamente se va.
Una vez explicado lo anterior Sócrates encamina el argumento hacia su punto clave.
“Contéstame entonces -preguntó él-. ¿Qué es lo que ha de haber en un cuerpo que esté
vivo? -Alma -contestó.”18 Aquí Platón enuncia el alma como principio vital de los cuerpos
debido a que su esencia es la vida, es decir, participa o alberga la idea de vida. Ahora bien
¿hay algo contrario a la vida? Esto debe ser la muerte; y de acuerdo a lo explicado
anteriormente el alma jamás admitirá el contrario a su esencia, aquella idea que siempre

17
Ibid., p(p). 173-174
18
Fedón, 105d
19
conlleva. Por lo tanto, al llegar la muerte adonde se encuentra el alma, o sea el cuerpo, sólo
puede suceder que el alma debe alejarse o perecer; pero puesto que no puede perecer ya que
sería absurdo pensar en que muera algo cuya esencia es la vida, solo queda que se aleje
hacia el más allá. Entonces, si aquello que no admitía la idea de lo par se le llama lo impar;
lo que no acepta lo justo, injusto, es necesario que aquello que no acepta la muerte se llame
inmortal. Por consiguiente, el argumento ontológico puede ser enunciado de la siguiente
manera: el ser del alma es la vida, y dado que el alma no puede aceptar la idea contraria a
su esencia que es la muerte, por ello es inmortal.19

EN CONCLUSIÓN
los primeros dos argumentos de la inmortalidad del alma no son lo suficientemente
contundentes para su fin, ya que no demuestran cabalmente que el alma existe después de la
muerte, sólo que ésta existe antes de nacer. El tema parece más claro a partir de la tercera
prueba en la cual se menciona la semejanza del alma con las Ideas y lo cual permite refutar
una concepción que tanto Simmias como Equécrates tenían del alma como armonía. A
pesar de esto, la cuarta prueba es la más contundente y la cual, en conjunto con las demás,
parece encontrar una solución definitiva respecto al misterio de qué sucede después de la
muerte. Cabe añadir que, como se mencionó a la introducción, Platón va más allá de su
maestro en cuanto a integrar al problema ético con la religión a partir de un sistema que
postula las causas de nacimiento y de muerte de los objetos sensibles, es decir, la teoría de
las Ideas. Debido a esto considero que el Fedón junto con la República son obras capitales
que permiten conocer el sistema platónico, y que tratan diversos temas que conciernen a la
realidad del hombre, es decir, que Platón al pensar en un mundo de las Ideas no significa
que está pensando en algo vago o por inútil, no es así. A mi parecer, su preocupación
respecto a la vida de los hombres era tan grande que señala que se debe tener un
compromiso con nosotros mismos de actuar de la manera más correcta posible ya que,
puesto que hay vida después de la muerte, habrá consecuencias de nuestro modo de ser. Es
decir, incita a que el hombre alcance su virtud, su esencia ya que esto posibilitará el vivir
bien.

19
Ibid., 105d-e
20
BIBLIOGRAFÍA
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