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1 Números Reales 3
1.1 Conceptos primitivos y axiomas de cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.1.1 Conceptos primitivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.1.2 Lenguaje y sintaxis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.1.3 Axiomas de cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.1.4 Teoremas de cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.2 Axiomas de orden . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.3 Axioma de completitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
1.4 Los números reales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
1.4.1 Los naturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
1.4.2 Los enteros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
1.4.3 Los racionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
1.4.4 Los irracionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
1.4.5 Algunos teoremas fundamentales de los números reales . . . 57
1.5 Inducción matemática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
1.6 Teorema de inducción matemática general . . . . . . . . . . . . . . . . 72
1.7 Ejercicios con solución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
1.8 Ejercicios Propuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
3 Ecuaciones 126
3.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
3.2 Resolver una ecuación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
3.3 Ecuación con una incógnita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
3.4 La ecuación de segundo grado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
3.5 Ejercicios propuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
1
4 Inecuaciones 160
4.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
4.2 Intervalos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
4.3 Inecuación con una incógnita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
4.4 Valor absoluto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
4.5 Ejercicios propuestos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
Números Reales
Resultados de aprendizaje
Conocimientos:
1. Enunciar las propiedades de cuerpo y orden de los números reales.
Destrezas:
1. Justificar los argumentos en una demostración de propiedades de números
reales.
7. Racionalizar fracciones.
3
9. Aplicar propiedades de sumatorias y multiplicatorias para calcular su valor.
Introducción
En este capítulo, vamos a sistematizar las nociones que tenemos de los números
reales mediante una teoría axiomática. Para ello, extenderemos la Teoría de Conjun-
tos añadiendo a esta conceptos primitivos propios para los números reales y los
axiomas correspondientes. A esta teoría la llamaremos Números Reales.
Que la teoría Números Reales sea una extensión de la teoría Conjuntos significa
que los conceptos primitivos, definidos, axiomas y teoremas de la primera inclu-
yen los correspondientes de la segunda, a más de los propios para números reales.
En particular, en Números Reales, se verifican las propiedades Reflexiva, Simétrica,
Transitiva y el Axioma de Sustitución para la relación igualdad entre conjuntos. Vol-
veremos sobre estas propiedades en el teorema 1.1 en la página 5.
Antes de enunciar los axiomas que definirán implícitamente los conceptos pri-
mitivos de esta teoría, presentemos su lenguaje y sintaxis.
a, b, c, . . . , x, y, z
2. El signo
+
3. El signo
·
a · b.
¬A , A ∧ B, A ∨ B, A ⇒B y A ⇔ B,
1. Reflexiva: a = a.
2. Simétrica: si a = b, entonces b = a.
3. Transitiva: si a = b y b = c, entonces a = c.
a = b ⇒ (A (a) ⇔ A (b)),
1. La expresión
¬(a = c)
a=c
2. La expresión
A⊆R
3. La expresión
a ∈ R∧b ∈
/R
4. La expresión
R∈U
5. La expresión
a ∨ b
6. La expresión
R \ { a}
a+b ∈ R y a · b ∈ R.
a+b = b+a y a · b = b · a.
En otras palabras,
Dicho de otro modo, este axioma nos permite “intercambiar” entre sí los números
que se suman o que se multiplican, “preservando” la suma o la multiplicación. En
este sentido, decimos que la suma y el producto son operaciones conmutativas.
a + (b + c) = (a + b) + c y a · (b · c) = (a · b) · c.
y también
Por el sentido de este axioma, a la suma y al producto se les dice que son operacio-
nes asociativas.
Por la propiedad simétrica de la igualdad, de
a + (b + c) = (a + b) + c,
se deduce
(a + b) + c = a + (b + c).
a · (b · c) = (a · b) · c,
a · (c · b) = c · (a · b) y (c · b) · a = (a · b) · c.
En todos los casos, las igualdades obtenidas será referidas como la propiedad aso-
ciativa del producto. Convenio similar aplicará también a la propiedad asociativa de
la suma y, por supuesto, a cada una de las igualdades establecidas en los siguientes
axiomas.
Como hemos indicado en varias ocasiones, usamos los paréntesis para evitar la
ambigüedad en el significado de las expresiones simbólicas. Así, al escribir
a·b+c
(a · b) + c y a · (b + c),
1. Los productos se realizarán antes que las sumas; es decir, el producto tiene
mayor precedencia que la suma.
1. En la expresión
a + b · c,
se realizará primero el producto; por tanto, “restaurando” los paréntesis, esta ex-
presión representará de manera unívoca el número
a + (b · c)
y no el número
(a + b) · c.
Por ello, si queremos indicar que se haga el producto en primer lugar, no re-
queriremos colocar paréntesis; simplemente, escribiremos:
a + b · c;
2. Al escribir
a · b + d · f,
expresamos
(a · b) + (d · f ).
i. a · b + d · f = (a · b) + d · f
ii. a · b + d · f = (a · b) + (d · f )
a · (a + b) + b
Si en el número
a · (a + b) + b
a · ((a + b) + b),
a · (a + b) + b
a · (a + b) + b y a · ((a + b) + b).
a · (b + c) = a · b + a · c.
(b + c) · a = b · a + c · a y a · b + a · c = a · (b + c)
también son verdaderas y serán referidas como la propiedad distributiva del producto
respecto de la suma.
Para evitar un uso inadecuado de la propiedad distributiva del producto respecto
de la suma, es importante observar que ni de este axioma, ni de ningún otro, se
Que 0 sea único significa que si para todo número real a, se tiene que
a + b = a,
entonces b = 0.
Este axioma asegura que la suma de cualquier número real y 0 siempre es igual
a dicho número real; es decir, la suma de un número y 0 es el mismo número.
Por esta razón, a cero se le conoce también con el nombre de elemento neutro
para la suma1 . La unicidad de 0 nos dice que este es el único número real con esta
propiedad.
1 6= 0
a · 1 = a.
Que 1 sea único significa que si para todo real a, distinto2 de 0, se tiene que
a · b = a,
entonces b = 1.
Este axioma establece que el producto de cualquier número real y 1 es igual
al mismo número real. Por esta razón a uno se le conoce también con el nombre
de elemento neutro para el producto3 . La unicidad de 1 significa que es el único
número real con esta propiedad.
a + (− a) = 0.
a + b = 0,
entonces b = − a necesariamente.
a · a−1 = 1.
Es decir, la proposición
a 6 = 0 ⇒ a · a −1 = 1
es verdadera.
a · b = 1,
0 + 0 = 0;
0 = −0
como se dijo.
es verdadera.
1·1 = 1
y también que 1 6= 0; luego, por la unicidad del inverso multiplicativo, concluimos que
1 = 1−1 ,
1−1 = 1,
como se afirmó.
es verdadera.
son verdaderas para todo número real a, todo número real b y todo número real c.
también lo es.
Para ello, de la propiedad reflexiva de la igualdad, tenemos que
c+a = c+b
Demostración.
1. De a + b = a, por la propiedad aditiva de la igualdad, obtenemos que
(− a) + (a + b) = (− a) + a,
((− a) + a) + b = (− a) + a,
a−1 · (a · b) = a−1 · a;
(a−1 · a) · b = a−1 · a;
0 + 0 = 0,
a · (0 + 0) = a · 0,
a −1 = 0 (1.4)
a · a−1 = a · 0,
a · a−1 = 0, (1.5)
ya que a · 0 = 0.
Ahora bien, por el axioma existencia del inverso multiplicativo, ya que a 6= 0, tene-
mos que
a · a −1 = 1
1 = 0,
lo que contradice con el axioma existencia de 1, que asegura que 1 6= 0. Por tanto,
(1.4) es falsa; luego,
a −1 6 = 0
1. a + c = b + c ⇒ a = b
2. (c 6= 0 ∧ a · c = b · c) ⇒ a = b
son verdaderas.
y probemos que
a = b.
Como c 6= 0, existe c−1 . Ahora, de (1.6), por la propiedad multiplicativa, tenemos que
(a · c) · c−1 = (b · c) · c−1 ,
a · (c · c−1 ) = b · (c · c−1 ).
a · 1 = b · 1,
a = b,
Ahora vamos a definir la operación resta (o, simplemente, resta). Nótese que
la definición se realiza únicamente mediante conceptos primitivos o conceptos pre-
viamente definidos en términos de conceptos primitivos.
a + (−b)
a − b = a + (−b).
a − a = 0,
a
= a · b −1 .
b
a
= 1,
a
ya que
a
= a · a −1 y a · a −1 = 1
a
por la definición de división, el axioma del inverso multiplicativo y la transitiva de la
igualdad.
El siguiente teorema resume estas propiedades básicas de la resta y la división
y, además, muestra cómo se expresan los inversos aditivos y multiplicativos en
términos de estas dos operaciones, respectivamente.
T EOREMA 1.9 .
Las siguientes proposiciones son verdaderas:
a
1. a − a = 0. 3. Si a 6= 0, = 1.
a
1
2. 0 − a = − a. 4. Si a 6= 0, = a −1 .
a
0 − a = 0 + (− a)
y de la existencia de 0,
0 + (− a) = − a.
Así, por la propiedad transitiva de la igualdad, aplicada a estas dos proposiciones, conclui-
mos que
0 − a = − a.
1
= 1 · a −1 .
a
Luego, por la existencia de 1, derivamos
1 · a −1 = a −1 .
Por tanto, por la propiedad transitiva de la igualdad, aplicada a las dos últimas igualdades,
concluimos que
1
= a −1 .
a
En los siguientes ejemplos, vamos a presentar una variedad de propiedades de
los números reales, conocidas de sobra desde nuestros estudios escolares, y las de-
mostraciones que garantizan el hecho de ser verdaderas. El ejercicio para ti lectora
y lector es, principalmente, que por lo menos sepas justificar cada uno de los pasos
de estas demostraciones. Ese es el requerimiento mínimo en un primer estudio. De
todas maneras, si quieres aventurarte a realizar las demostraciones por ti misma o
por ti mismo, adelante.
−(− a) = a.
i. (− a) + a = 0
ii. a = −(− a)
iii. −(− a) = a
2. La proposición
(− a) · b = −(a · b)
es verdadera para todo número real a y todo número real b. A esta igualdad le
podríamos llamar ley de signos para el producto.
A continuación, presentamos una demostración de este teorema:
i. a + (− a) = 0
ii. (a + (− a)) · b = 0 · b
iii. a · b + (− a) · b = 0
iv. (− a) · b = −(a · b)
3. La proposición
a · (−b) = −(a · b)
es verdadera. A esta igualdad también podemos llamarla ley de signos para el pro-
ducto.
La siguiente es una demostración de este teorema:
i. a · (−b) = (−b) · a
ii. (−b) · a = −(b · a)
iii. a · (−b) = −(b · a)
iv. a · (−b) = −(a · b)
a · (−b) = (−b) · a
= −(b · a)
= −(a · b).
Con mucha frecuencia, cuando se utiliza este formato, los principiantes suelen
olvidar que se han aplicado la transitiva de la igualdad y el axioma de sustitución.
En efecto, obsérvese que en el formato abreviado hay, aparentemente solo tres
pasos en la secuencia. Pero, en realidad, hay cuatro, aunque el último no ha sido
colocado explícitamente. Veámoslo.
Las dos primeras igualdades significan que
(− a) · (−b) = a · b
es la siguiente:
(−1) · a = − a
es la siguiente:
i. a + (− a) = 0
ii. (−1) · a + (−1) · (− a) = 0
iii. (−1) · a + 1 · a = 0
iv. (−1) · a + a = 0
v. (−1) · a = − a
a + b ∈ R+ y a · b ∈ R+ .
En otras palabras,
la suma y la multiplicación de números positivos son números positi-
vos.
Definamos ahora los conceptos mayor que y menor que.
es decir,
a > b si a − b ∈ R + .
a < b si b > a.
En otras palabras,
a − 0 = a,
0 − a ∈ R+ ;
luego, como
0 − a = − a,
entonces
−a ∈ R+
− a > 0.
En resumen,
a < 0 si − a > 0.
En otras palabras,
Mediante la relación mayor que, el axioma de las clausuras de los números positi-
vos se expresan de la siguiente manera:
son verdaderas.
1. a = b.
2. a > b.
3. a < b.
i. Si a 6= b y a ≯ b, entonces a < b.
iii. Si a ≯ b y a ≮ b, entonces a = b.
1. a = 0.
2. a > 0.
3. a < 0.
0≯0 y 0≮0
son verdaderas.
a − b > 0.
a − b = (a + c) − (b + c)
(a + c) − (b + c) > 0;
a + c > b + c.
Por ello, cada vez que enunciemos o demostremos un teorema relativo a mayor
que, añadiremos también el correspondiente teorema para menor que, siempre que
la deducción del segundo siga el mismo patrón que la deducción del primero.
Recíprocamente, si a + c > b + c, entonces
(a + c) − (b + c) > 0;
luego,
a − b > 0,
de donde, a > b.
Resumamos estos argumento en el siguiente teorema.
son verdaderas.
a + (− a) < 0 + (− a);
a − b > 0.
Supongamos también que c 6= 0. Así, por Tricotomía, tenemos que una de la siguien-
tes proposiciones es verdadera:
c>0 y c < 0.
Así, como
(a − b) · c = a · c − b · c,
a · c − b · c > 0,
a · c > b · c.
−c > 0,
de donde (otra vez por la clausura de los números positivos), concluimos que
(a − b) · (−c) > 0.
Y, como
(a − b) · (−c) = b · c − a · c
(las lectoras y los lectores deberían verificar que esta proposición es verdadera),
concluimos que
a · c < b · c.
i. −b > 0.
ii. a · (−b) > 0
iii. −(a · b) > 0
iv. a · b < 0.
i. − a > 0.
ii. (− a) · b < 0.
iii. −(a · b) < 0.
iv. a · b > 0.
En efecto:
−a > 0 y − b > 0.
(− a) · (−b) > 0.
a · b > 0,
como se quería.
i. a + (− a) > b + (− a)
ii. 0 > b + (− a)
iii. (−b) + 0 > (−b) + (b + (− a))
iv. −b > ((−b) + b) + (− a)
v. −b > − a.
vi. − a < −b.
ii. Por el teorema de doble inverso aditivo (el inverso aditivo del inverso aditivo
de un número es el número), de i. y el axioma de sustitución, derivamos que
a < b,
con se quería.
02 = 0 y 12 = 1.
Supongamos que a 6= 0; luego, por la Tricotomía, tenemos que una de las dos
siguientes proposiciones son verdaderas:
a>0 y a < 0.
a > 0.
a · a > 0,
a2 > 0.
a < 0;
(− a) · (− a) = a · a,
Si a 6= 0, entonces a2 > 0
es verdadera.
es verdadera.
Esto significa, por la Tricotomía, que
1 6= 0 y 1 ≮ 0.
a−1 ≯ 0.
Entonces:
i. a−1 = 0 o a −1 < 0
ii. a 6= 0
v. a · a−1 < 0
vi. 1 < 0.
i. De a−1 ≯ 0 y la Tricotomía.
vi. De ii. y V., por la existencia del inverso multiplicativo y el axioma de sustitución.
son verdaderas.
a > b.
(b − a) + (c − b) = c − a;
c − a > 0;
Definamos ahora las relaciones mayor o igual que y menor o igual que.
a > b∨a = b
4 Se insiste a las lectoras y lectores que traten de realizar dicha deducción de manera autónoma.
es verdadera. El signo a
b representa la negación de a 6 b.
son verdaderas. Luego, por las definiciones de las relaciones mayor o igual que y
menor o igual que, tenemos el siguiente teorema.
2. si a < b, entonces a 6 b,
3. si a = b, entonces a > b,
4. si a = b, entonces a 6 b,
5. a > b si y solo si b 6 a
son verdaderas.
Debe estar claro que las proposiciones recíprocas de este teorema no son verda-
deras necesariamente. En efecto, de a > b, solo podemos decir que, o bien a > b,
o bien a = b y, por la Tricotomía, ambas proposiciones no pueden ser verdaderas,
pero no podemos asegurar cuál de ellas es verdadera.
Por otra parte, de la Tricotomía, se ve claramente que ninguna de las cuatro rela-
ciones de orden que hemos definido son simétricas. En efecto, si a < b, entonces es
falso que a > b, de donde, tenemos que también es falsa la proposición b < a por
la definición de la relación menor que.
No obstante, las relaciones mayor o igual (>) y menor o igual (6) son antisimé-
tricas. En efecto, supongamos que
a6b y b6a
es verdadera.
Recíprocamente, tenemos que a 6 a por la propiedad reflexiva de la igualdad y
las proposiciones 3 y 4 del teorema 1.19. Luego, si a = b, por el axioma de sustitu-
ción, tenemos que
a6b y b6a
1. a 6 b y b 6 a si y solo si a = b,
son verdaderas.
Este teorema es utilizado con mucha frecuencia en el estudio del Análisis Ma-
temático (que incluye el Cálculo) para demostrar que dos números son iguales: se
prueba que cada uno es menor o igual que el otro.
Por lo anterior, podemos ver que la Tricotomía se puede expresar mediante las
relaciones mayor o igual que y menor o igual que de la siguiente manera.
a6b o a>b
es verdadera.
a > b si y solo si b 6 a,
1. Deduzcamos la proposición
Dicho de otro modo, demostremos que la relación mayor o igual que es transitiva.
Si a 6 b y b 6 c, entonces a 6 c.
3. Deduzcamos la proposición
5. Deduzcamos la proposición
a>b o a = b.
ii. Si a > b, por la propiedad aditiva de la relación mayor que, tenemos que
a + c > b + c,
a + c > b + c.
a + c = b + c,
a + c > b + c.
6. Deduzcamos la proposición
i. De a 6 b, tenemos
a<b o a = b.
de donde, colegimos
a · c > b · c.
a · c = b · c,
de donde, concluimos
a · c > b · c.
(Más adelante, si ese número b existe, será denominado la raíz cuadrada de a). Es
decir, el conjunto R con los axiomas hasta ahora presentados está “incompleto” en
el sentido de que en este conjunto no estarían las “raíces cuadradas” de los números
positivos.
Por ello, es necesario incluir un axioma para “completar” a R. Un axioma que
generalmente se postula con este fin se denomina axioma del supremo, que requiere
de de varios conceptos que no son de interés para los propósitos de este curso. Por
esta razón, vamos a postular como axioma (y lo llamaremos axioma de completitud) la
existencia de las raíces cuadradas de los números positivos. Pero, antes, definamos
con precisión el concepto de raíz cuadrada de un número mayor o igual que 0.
a = b2
1 = 12 .
a = b2 .
(Que 0 sea el único número cuyo cuadrado es 0 se deduce del hecho de que si x 6= 0
tal que x2 = 0, entonces x · x = 0; y, como x 6= 0, por la propiedad cancelativa de la
igualdad, concluiríamos que x = 0, lo que es una contradicción).
De manera similar, se muestra que el único número cuyo cuadrado es 1 es el 1
y, por esta razón, podemos escribir
√
1 = 1.
√
De la definición de raíz cuadrada, tenemos que si a > 0 y b = a, entonces
a = b2 ;
¿Por qué razón el concepto de raíz cuadrada se define únicamente para los nú-
meros mayores que 0 y el 0? La razón es muy simple: recordemos que si para todo
número real a, tenemos que
a2 > 0.
a = b2
Si a = b y c = d, entonces a · c = b · d.
a · a = b · b,
si a = b, entonces a2 = b2 .
2. La proposición
es verdadera.
En efecto:
a > 0.
ii. De a > 1 y i., por la propiedad multiplicativa de la relación mayor que, se deriva
a · a > 1 · a.
a2 > 1.
3. Deduzcamos la proposición
iii. De ii. y a < 1, por la propiedad transitiva de la relación menor que, se con-
cluye
a2 < 1.
a −1 < 1−1 .
1
ii. Tenemos a−1 = (véase el teorema 1.9 en la página 17) y 1−1 = 1.
a
iii. De ii. y i., por el axioma de sustitución, concluimos que
1
< 1.
a
5. Deduzcamos la proposición
1
Si a > 0 y a < 1, entonces > 1.
a
i. De a > 0 y a < 1, tenemos
1−1 < a −1 .
1
1< .
a
1
> 1.
a
6. Deduzcamos la proposición
a2 < 1.
a2 < (−1) · a.
a2 < − a.
iv. De a > −1, y del teorema del doble inverso aditivo, obtenemos
− a < 1.
a2 < 1
si a < 0.
vi. De ii. y v., se concluye que a2 < 1 si a > −1 y a < 1.
x2 = x?
Para responder esta pregunta, supongamos que sí existe tal número x; por tan-
to, la proposición
x2 = x (1.8)
es verdadera.
De los axiomas de cuerpo, se deduce la siguiente proposición para cualquier
par de números reales a y b:
a = b si y solo si a − b = 0.
x2 − x = 0;
x · x − x · 1 = 0,
x · (x − 1) = 0.
Así, deducimos
x = 0 ∨ x = 1.
(− a)2 = a2 .
En efecto:
(− a)2 = (− a) · (− a).
(− a) · (− a) = a · a.
(− a)2 = a2 .
√ √
9. 0 = 0 y 1 = 1. ¿Hay otros números que satisfacen esta propiedad? Dicho de
otro modo, ¿existe un número z, mayor que 0, pero distinto de 0 y distinto de 1, tal
que
√
z = z?
Supongamos que sí existe tal z; es decir, supongamos que hay un z tal que las
proposiciones
√
z>0 y z = z. (1.9)
√
Ahora bien, por el teorema de la raíz cuadrada (véase el teorema 1.22), de z=
z, tenemos que
z2 = z,
(z2 = z ∧ z 6= 0) ⇒ z = 1.
iii. Como
(z2 = z ∧ z 6= 0) ⇒ z = 1 ≡ z2 = z ⇒ (z = 0 ∨ z = 1),
Si a2 = b2 , entonces a = b o a = −b.
Para esta deducción, haremos uso del siguiente teorema, que se deduce de los
axiomas y teoremas de cuerpo:
x2 − y2 = (x − y) · (x + y). (1.10)
a2 − b2 = 0.
(a − b) · (a + b) = 0.
a−b = 0 o a + b = 0.
iv. De iii., por el teorema del ejemplo 7, la unicidad del inverso aditivo y el axio-
ma de sustitución, concluimos que
a=b o a = −b.
a=b o a = −b.
a = −b
a = b.
a=b o a = −b.
a = −b
a = b.
a=b o a = −b.
a=b
es falsa.
iii. De ii. y i., por el axioma de la disyunción, concluimos
a = −b.
Es inmediato: de
√ √
a= a
√
El uso de la proposición a > 0 está implícita en la existencia de a. A menudo,
omitiremos esta explicación.
√ 2 Ä √ ä 2
a = b .
a=b
√ 2 Ä√ ä2
ya que a = a, b = b, pues a > 0 y b > 0.
a2 = a2
(hemos tomado b = a y x = a2 ).
(a + b) · (a − b) > 0.
a2 > b2 .
b > a.
b2 > a2 .
a2 < b2 .
−b > − a.
b2 > a2 .
a2 < b2 .
√ 2 Ä√ ä2
a < b
√ √
(ya que a>0y b > 0).
iii. De ii. y el axioma de completitud, por el axioma de sustitución, colegimos
a < b,
{ x : x > 0}.
1. 0 ∈ N.
1. A (0) es verdadera; y
Hagamos uso de este teorema por primera vez para demostrar que ningún nú-
mero natural es menor que 0. Es decir, vamos a demostrar que la proposición
x>0
Para poder aplicar este teorema, debemos verificar que las proposiciones 1 y 2
del enunciado sean verdaderas. Veámoslo.
i. La proposición A (0) es
0 > 0,
x>0
es verdadera.
Como 1 > 0, por la propiedad aditiva de la relación mayor que, tenemos
x + 1 > 0 + 1;
1. Para todo número natural x, se tiene x > 0 (ningún número natural es nega-
tivo; o, el 0 es elemento mínimo del conjunto N).
− x 6∈ N.
3. No existe un número natural que sea mayor o igual que todos los números
naturales.
para todo número natural x. En particular, esta proposición debe ser verdadera
para M + 1
M > M + 1,
z < z + 1;
7 La deducción de esta proposición se deduce fácilmente de 1 > 0, la propiedad aditiva de la
relación mayor que y la definición de la relación menor que.
M > M+1
Ningún número natural es mayor o igual que todos los números natu-
rales.
El siguiente teorema es más difícil de demostrar con las herramientas que he-
mos desarrollado; por esta razón, únicamente lo enunciaremos. Sin embargo, su
utilidad será patente a lo largo de este curso.
x<y y y < x + 1.
2. Si x ∈ N y z ∈ N tal que
x < z,
entonces
x + 1 6 z.
{− x : x ∈ N }
−t ∈ {− x : x ∈ N }.
Ya estamos listo para definir el conjunto de los números enteros: es la unión del
conjunto de los números naturales y el conjunto de los inversos aditivos de los
números naturales. A este conjunto se le representa por Z; así, tenemos
Z = N ∪ {− x : x ∈ N }.
Por tanto,
N ⊆ Z.
Y, como ninguno de los inversos aditivos de los naturales distintos de 0 son núme-
ros naturales, tenemos que
N 6= Z.
Concluimos que
N ( Z.
x∈N o x = −y,
donde y ∈ N.
En la primera opción, como x = −(− x) y − x ∈ N, obtenemos que x ∈ Z. En la
segunda opción, x = y y y ∈ N, entonces x ∈ N y, por tanto, x ∈ Z.
En resumen, tenemos el teorema
T EOREMA 1.27 (Z es cerrado para el inverso aditivo).
La proposición
x ∈ Z si y solo si − x ∈ Z
es verdadera para todo entero x.
En los siguientes ejemplos, conozcamos un poco más de los dos conjuntos re-
cientemente definidos.
2. Los números −1, −2, −3 son números enteros porque son los inversos aditivos de
los números naturales 1, 2, 3, respectivamente.
3. La proposición
es verdadera pues N ⊆ Z.
4. La proposición
es verdadera ya que Z 6= N.
N ∩ {− x : x ∈ N } = {0}
es verdadera.
8. De los dos ejemplos anteriores, tenemos que las proposiciones son verdaderas:
9. La proposición
No hay ningún número entero mayor o igual que todos los números
enteros.
10. La proposición
No hay ningún número entero menor o igual que todos los números
enteros.
M6x
sería verdadera para todo x ∈ Z. Luego, − M sería un entero mayor que todos los
enteros, lo que es imposible. En efecto, si u es un entero, entonces −u también lo
es; luego,
M 6 −u,
de donde
− M > u.
r ∈ Q,
x
r= .
z
x ∈ Q si y solo si − x ∈ Q
a −a
− =
b b
Ejemplos: Racionales
0∈Q
es verdadera.
En efecto, puesto que 1 6= 0, tenemos que
0 · 1−1 = 0;
0
= 0.
1
Por tanto, 0 es la división entre dos enteros; es decir, 0 es un número racional.
x∈Z
y demostremos que x ∈ Q.
Esto es inmediato, porque
x
= x.
1
3. Ahora mostremos que hay números racionales que no son enteros. Para ello, su-
pongamos que x ∈ Z tal que
x > 1.
(Es decir, x también es un número natural). Por tanto, x > 0 y, además, tenemos
que
x −1 < 1.
x −1 6∈ N.
Como x −1 > 0, no puede ser el inverso aditivo de ningún número natural. Así,
podemos concluir que
x −1 6∈ Z.
1
x −1 = ,
x
que es un número racional pues x ∈ Z.
Todo lo anterior nos lleva a concluir que
Z ( Q.
a
x= .
b
Luego,
a
6= 0,
b
de donde, obtenemos que a 6= 0.
Por otra parte, tenemos que
a b a·b
· =
b a b·a
a·b
=
a·b
= 1;
es decir,
a b
· = 1.
b a
si x ∈ Q y x 6= 0, entonces x −1 ∈ Q.
1 + 1 > 0;
Q ( R.
A todos los números reales que no son racionales se les denomina irracionales. La
raíz cuadrada de 2 no es el único número irracional. Otros números irracionales son
√ √ √
3, 5, 7. De hecho, de los axiomas de los números reales podemos deducir que
hay “más” números irracionales que racionales. Cuando estudiemos el capítulo de
funciones nos acercaremos a una demostración de las afirmaciones anteriores.
x<n
a<c y c<b
a+b
.
2
a+n ∈ N
a + n ∈ N.
Para probar que es verdadera para todo número natural n, probaremos las si-
guientes proposiciones:
i. A (0) es verdadera.
ii. Sea n ∈ N. Si A (n) es verdadera, entonces A (n + 1) también lo es.
a+0 ∈ N
a+n (1.11)
a + (n + 1)
es verdadera.
Esto se realiza fácilmente así:
a + (n + 1) = (a + n) + 1.
a + (n + 1) ∈ N
a+n ∈ N
m + n ∈ N.
3. Sea a ∈ N. La proposición
a·n ∈ N
C (0).
C (n)
y se define
C (n + 1)
en términos de C (n).
Con el poder de este teorema, vamos a dar significado pleno a las formas usua-
les de utilizar las operaciones en los números reales. Por ejemplo, se suele escribir
1 + 2 + 3 + · · · + 10
para indicar la suma de todos los números naturales desde 1 hasta 10. Los puntos
suspensivos “nos dicen” que entre 3 y 10 están en la suma los números 4, 5, 6, 7, 8
y 9. (No olvidemos que la posibilidad de escribir así se debe también en parte a la
propiedad asociativa de la suma).
Y también usamos una expresión similar cuando, en lugar de 10, consideramos
un número natural “cualesquiera”:
1 + 2 + 3 + · · · + n.
1 + 3 + 5 + · · · + 2k − 1,
i. Base de la recursión: a0 = 1.
an+1 = an · a.
an
a 2 = a 1+1 ;
a1+1 = a1 · a.
a1 = a0 · a,
ya que 1 = 0 + 1. Y, como
a0 = 1
a1 = 1 · a,
a1 = a.
a 3 = a 2+1
a2+1 = a2 · a.
a2+1 = (a · a) · a;
es decir,
a3 = (a · a) · a.
a 4 = a 3+1
= a3 · a
= (a · a · a) · a.
Por tanto,
a4 = a · a · a · a.
n veces
z }| {
a·a····a
a1 = a.
En efecto, de 1 = 0 + 1, tenemos
a 1 = a 0+1 ;
y, como
a 0+1 = a 0 · a
a1 = a0 · a.
Una vez más, por la definición de potencia de exponente natural, se tiene que a0 =
1, de donde colegimos que
a1 = 1 · a,
por la existencia de 1.
1n = 1
10 = 1,
1n +1 = 1
también lo es.
Por la definición de potencia de exponente natural, tenemos que
1n+1 = 1n · 1,
1n+1 = 1 · 1;
es decir,
1n+1 = 1,
como queríamos.
(−1)2·n = 1
(−1)2·0 = 1.
de donde
(−1)2·0 = 1,
(−1)2·n = 1 (1.13)
(−1)2·(n+1) = 1
también lo es.
En efecto, tenemos que
(−1)2·(n+1) = (−1)2·n+2·1
= (−1)2·n+2
= (−1)2·n+(1+1)
= (−1)(2·n+1)+1
= (−1)2·n+1 · (−1);
es decir,
(−1)2·n+1 = −1. (1.15)
(−1)2·n+1 = −1
para todo número natural. A este teorema le denominaremos potencia impar de −1.
En efecto, tenemos que
es decir,
(−1)2·n+1 = −1.
(− a)n = (−1)n · an
− x = (−1) · x.
am+n = am · an
es verdadera para todo número natural n. Este teorema puede denominarse pro-
ducto de potencias de igual base.
En este caso, la proposición A (n) es
am+n = am · an .
es verdadera.
Para ello, por la existencia de 0 y el axioma de sustitución, tenemos que
a m +0 = a m . (1.16)
a m · a0 = a m · 1
= am ;
es decir,
a m · a0 = a m
a m +0 = a m · a 0 ,
como se quería.
ii. Paso inductivo: supongamos que n ∈ N y que A (n) es verdadera y demostre-
mos que también lo es A (n + 1).
En otras palabras, supongamos que la proposición
am+n = am · an (1.17)
am+(n+1) = am · an+1
también lo es.
De la propiedad asociativa de la suma y el axioma de sustitución, tenemos
que
am+(n+1) = a(m+n)+1
a(m+n)+1 = am+n · a;
am+(n+1) = am+n · a.
am+(n+1) = am · an+1 ,
como se quería.
10. Mediante el teorema del producto de potencias de igual base, sin hacer uso directo de
la inducción, se demuestra el teorema de la potencia del inverso aditivo.
(− a)n = (−1)n · an .
− a = (−1) · a;
es decir,
(− a)n = (−1)n · an ,
es verdadera para todo número natural n. Podemos denominar a este teorema po-
tencia de una potencia.
am·0 = 1.
Empecemos:
n +1 n
am = am · am
= am·n · am
= am·n+m
= am·(n+1) .
13. Con ayuda del teorema potencia de una potencia, podemos demostrar el teorema
potencia par de −1 sin recurrir a la inducción directamente.
Demostración. En efecto:
än
(−1)2·n = (−1)2
Ä
Ä än
= 12
= 1n
= 1.
Las justificaciones: el teorema potencia de una potencia, el teorema “el cuadrado del
inverso aditivo”, el teorema “el cuadrado de 1” y, finalmente, el teorema potencia
de 1.
y también que
15. La proposición
(a · b)n = an · bn
es verdadera para todo número natural n. Esta proposición será referida como po-
tencia de un producto. Demostrémosla mediante inducción.
La demostración queda como ejercicio propuesto.
16. En este ejemplo, por primera vez, vamos a utilizar la notación de producto de dos
números sin colocar el punto entre ambos números; esta será la norma de aquí en
adelante, salvo que sea necesario colocarlo para dar claridad a las proposiciones.
T: x − y = (x − z) + (z − y).
an − bn = M(a − b)
an − bn = M(a − b).
a0 − b0 = M(a − b).
a0 = 1 y b0 = 1;
0 = M(a − b).
a n +1 − b n +1 = a n a − b n b
= (an a − bn a) + (bn a − bn b)
= (an − bn )a + bn (a − b);
an − bn = K(a − b);
es decir,
an+1 − bn+1 = ((Ka) + bn )(a − b);
por tanto,
an+1 − bn+1 = M(a − b),
entonces A (n) es una proposición verdadera para todo número natural n > n0 .
00 = 1.
01 = 0
0n = 0
9 Notemos que se ha utilizado una nueva notación para representar un número real: n0 . El 0 en
este signo se denomina subíndice. La idea de esta notación es indicar que este es el “primer” número
de todos los números para los que una proposición es verdadera.
0n+1 = 0.
Esto es inmediato:
0n +1 = 0n · 0
= 0.
n−m ∈ N
m − m ∈ N.
Es verdadera porque m − m = 0 y 0 ∈ N.
ii. Paso inductivo: supongamos que n ∈ N tal que n ≥ m; la hipótesis de la
inducción es
n − m ∈ N.
(n + 1) − m ∈ N.
(n + 1) − m = (n − m) + 1, (1.21)
(n − m) + 1 ∈ N,
por que N es un conjunto sucesor (véase el teorema 1.23 en la página 48). Así,
(n + 1) − m ∈ N.
−(m − n) 6∈ N,
porque m − n 6= 0 y el teorema 1.25 (véase la página 50). Por tanto, por el axioma
de sustitución, de (1.22), concluimos que
n − m 6∈ N.
Lo que nos han mostrado este ejemplo y el anterior es que la resta de dos nú-
meros naturales siempre es un número entero, lo que permite mostrar también que
la resta es una operación cerrada en Z (demostración que se deja a cargo de las
lectores y los lectores).
an
an−n =
an
an
a n − n = a0 , a0 = 1, = 1.
an
a m +1
a(m+1)−n = .
an
a(m+1)−n = a(m−n)+1
= am−n · a
am
= n ·a
a
am · a
=
an
a m +1
= .
an
si x 6= 0 y y 6= 0, entonces
Å ã−1
x y
= . (1.24)
y x
am −1
n
= an−m ,
a
de donde, concluimos que
am 1
= n−m .
an a
6. Mediante el teorema de inducción matemática, se demuestra que la proposición
a n an
= (1.25)
b bn
es verdadera para todo n ∈ N.
La demostración se deja como ejercicio propuesto.
Demostración.
a 0 a0
=
b b0
se deduce de la proposición x0 = 1.
ii. Paso inductivo: si n ∈ N y es verdadera la proposición
a n an
= ,
b bn
entonces
a n +1 a n a
= ·
b b b
an a
= ·
bn b
an · a
=
bn · b
a n +1
= .
b n +1
am
am−m = .
am
Como m − m = 0, resulta que
am
a0 = . (1.26)
am
Y hemos demostrado que
x
=1
x
am
= 1.
am
= (1)n
= 1.
1
a−n = o a−n = (an )−1 .
an
o, lo que lo mismo,
1
a−n = .
an
2. Si m ∈ Z tal que m ∈ N, entonces am viene dado por la definición de potencia
de exponente natural.
am = a−k .
Debe estar claro que de esta definición y la de número entero, está ya definido
el símbolo a x para todo x ∈ Z.
Por otra parte, con la definición 1.9, la proposición (1.28) es verdadera también
para m < n. En resumen, hemos demostrado la siguiente proposición a la que
denominaremos cociente entre potencias de igual base:
Dado a 6= 0, la proposición
am
am−n =
an
1. 0n = 0 si n 6= 0. 5. an · bn = (a · b)n .
2. 1n = 1.
an a n
6. = .
3. am+n = am · an si a 6= 0. bn b
am
4. am−n = . 7. (an )−1 = a−n .
an
1. Si a > 1, la proposición
an > a
Demostración.
a2 > a
se deduce de
a>1 y a>0
an > a
y la tesis de inducción,
an+1 > a;
a n +1 > a 2 .
an+1 > a.
2. Si a > 0, la proposición
an > 0
Demostración.
a1 > 0
an > 0.
La tesis de inducción,
an+1 > 0,
an < bn
a2 < b2 ;
an < bn .
a n +1 < b n +1 ,
de la siguiente manera.
Como a > 0, de la hipótesis de inducción, tenemos que
an · a < bn · a;
an+1 < bn · b,
a n +1 < b n +1 ,
como se quería.
a > b.
6. Si a > 1 y n ∈ N, la proposición
am > an
a m = a n +1 ,
de donde
a n +1 > a n ,
es decir, am > an .
Finalmente, supongamos que m > n + 2. En primer lugar, de a > 1, como
an > 0, tenemos que
a n +1 > a n . (1.30)
a m − n −1 > 1
a n +1 · a m − n −1 > a n ,
ya que (n + 1) + (m − n − 1) = m.
am < an
11. La proposición
n < 2n
13. Si a > 0 y b > 0, la raíz cuadrada del producto de a y b es igual al producto de las
raíces de a y de b.
La demostración se deja como ejercicio propuesto.
Si a ∈ R, b ∈ R y c ∈ R, la proposición
a = b ⇒ c·a = c·b
es verdadera.
i. a = b
ii. c · a = c · a
iii. c · a = c · b
Justificaciones.
a = b si y solo si a − c = b − c
es la siguiente:
a = b ≡ a + (−c) = b + (−c)
≡ a − c = b − c;
por tanto,
a = b ≡ a − c = b − c.
Justificaciones. Las razones para la validez de las primeras dos equivalecias, respec-
tivamente son:
−(a − b) = b − a
es la siguiente:
por tanto,
−(a − b) = b − a.
a · (b − c) = a · b − a · c
es la siguiente:
a · (b − c) = a · (b + (−c))
= a · b + a · (−c)
= a · b + (−(a · c))
= a · b − a · c;
por tanto,
a · (b − c) = a · b − a · c.
i. La definición de resta.
ii. De i., por la propiedad distributiva.
iii. De ii., por la ley de signos para la multiplicación.
iv. De ii., por la definición de resta.
Si a · b = 0, entonces a = 0 o b = 0.
i. a 6= 0
ii. a−1 · (a · b) = a−1 · 0
iii. (a−1 · a) · b = 0
iv. 1 · b = 0
v. b = 0.
Justificaciones.
es la siguiente:
i. a · a−1 = 1
ii. (a−1 )−1 = a.
Justificaciones.
b − a,
ya que, por las propiedades conmutativa y asociativa de la suma, y por la existencia del
neutro aditivo, tenemos que:
a + (b − a) = a + ((− a) + b)
= (a + (− a)) + b
= b.
a + d = b,
entonces a + d = a + c, de donde, d = c.
se obtiene
c = b − a.
es la siguiente:
a c
· = (a · b−1 ) · (c · d−1 )
b d
= (a · c) · (b−1 · d−1 )
= (a · c) · (b · d)−1
a·c
= ;
b·d
por tanto,
a c a·c
· = .
b d b·d
Justifique cada paso.
Justificaciones. Las razones para la primera igualdad y, luego, para “pasar” de una
igualdad a otra son, respectivamente:
b
,
a
b
a· = a · (b · a−1 )
a
= (a · a−1 ) · b
= b.
a · d = b,
Si a 6= 0, de
a · c = b,
se obtiene
b
c= .
a
10. ¿Es válida
(a + b) · (a − b) ≡ a = −b ∨ a = b?
x − y = (x + z) − (y + z). (1.31)
La deducción es la siguiente:
i. c − d > 0
ii. c − d = (c + a) − (d + a)
iii. c − d = (c + a) − (d + b)
iv. (c + a) − (d + b) > 0
v. c + a > d + b.
es la siguiente:
Justificaciones.
es la siguiente:
i. b−1 > 0
ii. a · b−1 > 1
iii. a−1 · (a · b−1 ) > a−1
iv. b−1 > a−1
v. a−1 < b−1 .
Justificaciones.
i. De b > 0, por el teorema del signo del inverso multiplicativo (teorema 1.16).
ii. De i., a > b, la propiedad multiplicativa de la relación mayor que, b 6= 0 (por
que b > 0 y la Tricotomía), la existencia del inverso multiplicativo de b y el
axioma de sustitución.
iii. De ii., por la propiedad multiplicativa de la relación mayor que, pues a−1 > 0
ya que a > 0 (por la propiedad transitiva de la relación mayor que dado que
a > b y b > 0), por la existencia del inverso multiplicativo de a (pues a 6= 0, por
la Tricotomía), la existencia de 1 y el axioma de sustitución.
c d
<
a b
es la siguiente:
Justificaciones.
Si a · b > 0, entonces a 6= 0 y b 6= 0
es verdadera.
es la siguiente:
i. a−1 < 0
ii. a−1 · (a · b) < 0
Demostración.
es la siguiente:
i. a 6= 0
ii. a > 0
iii. b > 0.
iv. a < 0
v. b < 0.
Justificaciones.
los pasos iii. y vii. se utilizan para dos deducciones por reducción al absur-
do:
i. a 6= 0 v. b < 0.
ii. a > 0 vi. a < 0
iii. b > 0 vii. b < 0
iv. a · b > 0 viii. a · b > 0
Justificaciones.
x2 = x?
Para responder esta pregunta, supongamos que sí existe tal número x; por
tanto, la proposición
x2 = x (1.32)
es verdadera.
De los axiomas de cuerpo, se deduce la siguiente proposición para cual-
quier par de números reales a y b:
a = b si y solo si a − b = 0.
x2 − x = 0;
x · x − x · 1 = 0,
x · (x − 1) = 0.
Si a2 = b2 , entonces a = b o a = −b.
Para esta deducción, haremos uso del siguiente teorema, que se deduce
de los axiomas y teoremas de cuerpo:
x2 − y2 = (x − y) · (x + y). (1.33)
a2 − b2 = 0.
(a − b) · (a + b) = 0.
a−b = 0 o a + b = 0.
a = −b
a = b.
Es inmediato: de
√ √
a= a
√
El uso de la hipótesis a > 0 está implícita en la existencia de a. A menu-
do, omitiremos esta explicación.
b2 = x,
√
entonces b = x (b es único). Luego, ya que
a2 = a2
(hemos tomado b = a y x = a2 ).
b > a.
a2 < b2 .
a < b,
a · b + (c · f + g).
2. Elimine los paréntesis de modo que el número real resultante sea igual a
La proposición
a+c = b+c ⇒ a = b
es verdadera.
i. a + c = b + c
ii. (a + c) + (−c) = (b + c) + (−c)
iii. a + (c + (−c)) = b + (c + (−c))
iv. a + 0 = b + 0
v. a = b
Si a = b y c = d, entonces a + c = b + d
es la siguiente:
i. a + c = b + c
ii. b + c = b + d
iii. a + c = b + d.
a − b = (a − c) − (b − c)
es la siguiente:
a − b = (a + 0) + (−b)
por tanto,
a − b = (a − c) − (b − c).
Si a = b y c = d, entonces a · c = b · d
se presenta a continuación:
i. a · c = b · c
ii. b · c = b · d
iii. a · c = b · d.
se muestra a continuación:
Deducción. La proposición
a · b = 0 ⇒ (a = 0 ∨ b = 0)
es verdadera; luego,
(a 6= 0 ∧ b 6= 0) ⇒ a · b = 0
es la siguiente:
i. b · (a · a−1 ) = b · 1
ii. (a · b) · a−1 = b
Si b 6= 0, entonces
a c a+c
+ =
b b b
es la siguiente:
a c
i. + = a · b −1 + c · b −1
b b
a c
ii. + = (a + c) · b−1
b b
a c a+c
iii. + = .
b b b
Justifique cada uno de los pasos.
es la siguiente:
a a c
i. = ·
b b c
a
ii. = (a · b−1 ) · (c · c−1 )
b
a
iii. = (a · c) · (b−1 · c−1 )
b
a
iv. = (a · c) · (b · c)−1
b
a a·c
v. = .
b b·c
Justifique cada uno de los pasos.
a c a·d+b·c
+ =
b d b·d
es la siguiente:
a c a·d b·c
i. + = +
b d b·d b·d
a c a·d+b·c
ii. + = .
b d b·d
Justifique cada paso de la demostración.
−1 < 0
es verdadera.
es la siguiente:
i. a + c > b + c
ii. b + c > b + d
iii. a + c > b + d.
es la siguiente:
i. −c < −d
ii. −d > −c
iii. a + (−d) > b + (−c)
iv. a − d > b − c.
i. c > 0
ii. a · c > b · c
iii. b · c > b · d
iv. a · c > b · d.
es la siguiente:
i. b−1 < 0
ii. a · b−1 > 1
iii. a−1 · (a · b−1 ) < a−1
iv. b−1 < a−1 .
Si a · b < 0, entonces a 6= 0 y b 6= 0
es verdadera.
es la siguiente:
i. a−1 · (a · b) > 0
ii. b > 0.
20. Utilice el ejercicio 7 de la Lista de ejercicios con solución en esta lista para
demostrar que la proposición
es verdadera.
(− a)2 = a2 .
i. a > 0
ii. b > 0
iii. a > b
iv. a + b > 0
v. a − b > 0
vi. (a + b) · (a − b) > 0
vii. a2 − b2 > 0
viii. a2 > b2
i. a < 0
ii. b < a
iii. −b > − a
iv. − a > 0
i. a < 0
ii. − a > 0
p
iii. (− a)2 = − a
√
iv. a2 = − a
Expresiones algebraicas
2.1 Introducción
En este capítulo, vamos a utilizar la teoría Números reales para estudiar herramien-
tas básicas de la Matemática que se utilizan en la “cotidianidad” de las aplicaciones,
tanto en las ingenierías como en la matemática misma. Estas herramientas se cono-
cen como algebraicas por su origen, pero no son más que teoremas provistos por la
teoría sobre los números reales que hemos venido estudiando en este curso. Esta es
la idea más importante que hay que tener en mente: estas herramientas algebraicas
se explican de manera completa mediante los números reales.
Con el fin de aprender la teoría de números reales, fuimos bastante estrictos
con la notación utilizada, a pesar de que en el uso frecuente nos tomamos ciertas
libertades que aligeran la comunicación de los razonamientos, la solución de los
problemas, pero que no comprometen la corrección de argumentos y soluciones.
Esto se logra porque, al introducir los denominados “abusos de notación”, quedan
siempre claro el significado de estos y los axiomas o teoremas que “validan” la
notación adoptada. A partir de este capítulo, haremos un uso frecuente de estos
“abusos”, pero sugerimos a las lectoras y lectores que, ante la presencia de estos
“abusos”, se identifiquen los axiomas o teoremas que los fundamentan.
Otra característica de este capítulo (y de los que seguirán) es la omisión fre-
cuente, en las justificaciones de las proposiciones que se deducirán, la mención a
varios axiomas y teoremas de los números reales. La mayoría de estas omisiones
tienen que ver con las propiedades conmutativa, asociativa, sustitución, transitivas, en-
tre otras. Una razón para ello es el hecho de que su uso permanente en esta primera
etapa de aprendizaje nos ha permitido tomar conciencia de que, si alguna de ellas
no estuviera presente en las teorías que estudiamos, muchos de los resultados que
nos resultan familiares (y que utilizamos todo el tiempo) no estarían disponibles,
no tendríamos la Matemática que requerimos.
Otra razón consiste en que, una vez asimiladas las propiedades fundamentales
de lo números reales, nos vamos a enfocar con mayor esfuerzo en los conceptos
nuevos. Por ello, en las mencionadas justificaciones deberán estar siempre presen-
104
tes teoremas sobre los nuevos conceptos; con ello, los interiorizaremos y formarán
parte de nuestro conocimiento, junto con las propiedades fundamentales que ya
hemos aprendido. Exceptuaremos lo anterior cuando el uso de una de las propie-
dades fundamentales sea crucial o no dé luces en los argumentos.
Para empezar, la primera notación que dejaremos de utilizar será el punto para
el producto; así, en lugar de escribir
a · b,
escribiremos
ab
a+b+c+d y abcde
en lugar de
((a + b) + c) + d y (((ab)c)d)e,
respectivamente.
La tercera notación, y la última por ahora, consiste en que, en lugar de las dos
proposiciones
a < b y b < c,
escribiremos
a < b < c.
Notemos que esta última expresión encierra también una tercera proposición:
a < c,
por la transitiva de la relación menor que. Una notación similar será utilizada tam-
bién con las relaciones mayor que, menor o igual que y mayor o igual que.
A continuación, vamos a deducir varios teoremas sobre números reales que se
deducen, principalmente, de los axiomas de cuerpo y que son de uso frecuente
en la matemática “cotidiana”: en el planteamiento y resolución de ecuaciones e
inecuaciones. Mostraremos algunas de las deducciones de estos teoremas; las res-
tantes quedan como ejercicios para las lectoras y los lectores y, como siempre, se
recomienda con mucho énfasis a que las realicen por sí mismas y sí mismos. Parte
del aprendizaje no consiste en realizar “muchos” ejercicios sino, más bien, en rea-
lizar los ejercicios suficientes pero de manera autónoma. En este caso, siempre es
suficiente con un menor número de problemas a resolver que en el caso de una
resolución mecánica.
x(a + b + c + d) = xa + xb + xc + xd
a+b+c+d
((a + b) + c) + d;
x(a + b + c + d) = x(((a + b) + c) + d)
= x((a + b) + c) + xd
= (x(a + b) + xc) + xd
= ((xa + xb) + xc) + xd
= xa + xb + xc + xd.
Como se puede ver, cada paso de esta deducción (excepto el último) no es más que
una aplicación de la propiedad distributiva del producto respecto de la suma; el
último, la abreviación introducida gracias a la propiedad asociativa de la suma.
a(r + s + t + u + v + w) = ar + as + at + au + av + aw.
ar + as + at + au + av + aw = a(r + s + t + u + v + w).
a(x − y + z + u − v) = ax − ay + az + au − av
y
ax − ay + az + au − av = a(x − y + z + u − v).
es verdadera.
El primero de los nombres se le da a esta proposición, la que suele ser parafra-
seada de la siguiente manera:
x2 − y2 = (x − y)(x + y).
4. El producto de las sumas de dos números con uno en común o trinomio de la forma x2 +
mx + n. La proposición
(x + a)(x + b) = x2 + (a + b)x + ab
Las justificaciones son: 1) las dos primeras igualdades, por la propiedad distributiva
del producto respecto de la suma; 2) la tercera, por las propiedades asociativa de
por tanto es verdadera, como se puede ver si, en el ejemplo anterior, se toman − a
y −b en lugar de a y b, respectivamente.
Demostración. En efecto,
(x + y)2 = x2 + 2xy + y2
(x + y)2 = (x + y)(x + y)
= x2 + (y + y)x + y2
= x2 + 2xy + y2 .
(x − y)2 = x2 − 2xy + y2 .
x2 − 2xy + y2 = (x − y)2 ,
es verdadera.
(x + y)3 = (x + y)2 (x + y)
= (x2 + 2xy + y2 )(x + y)
= (x3 + x2 y) + (2x2 y + 2xy2 ) + (xy2 + y3 )
= x3 + (x2 y + 2x2 y) + (2xy2 + xy2 ) + y3
= x3 + 3x2 y + 3xy2 + y3 .
x3 − y3 = (x − y)(x2 + xy + y2 ).
es verdadera.
(x − y)(x2 + xy + y2 ) = x3 − y3
de la siguiente manera:
x3 + y3 = (x + y)(x2 − xy + y2 )
Si b 6= 0 y ab = c, entonces
c
a= .
b
En efecto, de ab = c, tenemos
(ab)b−1 = cb−1 ;
luego,
c
a(bb−1 ) = ,
b
de donde, concluimos que
c
a= .
b
Supongamos que x 6= −y. Si aplicamos esta proposición a
(x − y)(x + y) = x2 − y2 ,
x 2 − y2
x−y =
x+y
y si x 6= y, la proposición
x 2 − y2
x+y = .
x−y
x 2 − y2
= x−y
x+y
y, si x 6= −y, es verdadera
x 2 − y2
= x + y.
x−y
x 3 − y3
= x2 + xy + y2
x−y
x 3 + y3
= x2 − xy + y2
x+y
si x 6= −y.
Las deducciones de dejan como ejercicio.
Ejemplos: Término
a·a
a
b
es un término ya que
a
= ab−1
b
y a y b−1 son términos (por ii. y iv., respectivamente).
12. Si n ∈ N, entonces
an
an+1 = an · a;
13. Si a 6= 0 y n ∈ N, entonces
a−n
es un término ya que
−1
a−n = an
y an es un término.
15. La expresión
2a2 bc3
,
ax2
donde a 6= 0 y x 6= 0, representa un término.
Mediante los conceptos de término y factor, podemos ver que los términos
son, fundamentalmente, multiplicaciones de expresiones que representan núme-
ros reales; es decir, los términos son “productos de factores”. Por ejemplo, dado el
término
3z2 b−2 ,
3, z, z2 , b−1 b−2 .
Si c 6= 0, en el término
2ab
,
c
algunos de los factores son 2, a, b, c−1 (o 1c ), pero c no es un factor.
Hemos presentado estos conceptos no porque sean fundamentales de la Mate-
mática, sino porque se han acuñado en el lenguaje de la Matemática que se enseña
en la educación secundaria. En este sentido, también utilizaremos las palabras ex-
presión algebraica para designar un término o la suma de dos o más términos. Por
ejemplo,
2a, xy2 + 2xyz, ab − ac + ad − ae
(x − y)(x + y),
(a − b)(a + b)(a2 + b2 ) = 1,
2. La proposición
x2 − y2 = (x − y)(x + y)
x 2 − y2
es
(x − y)(x + y).
a4 − b4 .
es decir,
a4 − b4 = (a2 − b2 )(a2 + b2 ).
a4 − b4
es
(a2 − b2 )(a2 + b2 ).
(a − b)(a + b)(a2 + b2 ).
a2 + 2ab2 + b4 .
a2 + 2ab2 + b4 = (a + b2 )2 .
x2 + 2xy + y2
s4 + t4 .
x + y = (x + c) + (−c + y),
la misma que se deduce fácilmente de los axiomas de cuerpo (y, como siempre, se
recomienda a las lectoras y lectores que realicen esa demostración).
El número
s4 + t4
¿Por qué elegimos c de esta manera? Porque al aplicar las propiedades asociativa y
conmutativa de la suma en el lado derecho de esta última proposición, obtenemos
un trinomio cuadrado perfecto:
es decir,
√ äÄ √ ä
s4 + t4 = s2 + t2 − 2st s2 + t2 + 2st .
Ä
a − b?
√ 2 Ä√ ä2
a= a y b= b ;
√ 2 Ä√ ä2
a−b = a − b
Ä√ √ ä Ä√ √ ä
= a− b a+ b ;
por tanto, Ä√ √ ä Ä√ √ ä
a−b = a− b a+ b .
x2 + 5x + 6 = x2 + (2 + 3)x + (2)(3);
x2 + 5x + 6 = x2 + (2 + 3)x + (2)(3)
= (x + 2)(x + 3);
es decir,
x2 + 5x + 6 = (x + 2)(x + 3).
x2 − 5x + 6 = (x − 2)(x − 3),
x2 − 8x + 15.
Para ello, buscamos dos números cuya suma sea igual a −8 y cuyo producto sea
igual a 15. No es difícil ver que esos números son −3 y −5, ya que
x2 − 8x + 15 = (x + (−3))(x + (−5));
es decir,
x2 − 8x + 15 = (x − 3)(x − 5).
x2 + 2x − 24.
Para ello, buscamos dos números cuya suma sea igual a 2 y cuyo producto sea
−24. Esos números son −4 y 6 ya que
Por tanto,
x2 + 2x − 24 = (x − 4)(x + 6).
6(6x2 − 5x − 4)
6x2 − 5x − 4 =
6
62 x2 − 5(6x) − 24
= ;
6
es decir,
(6x)2 − 5(6x) − 24
6x2 − 5x − 4 = .
6
Ahora, busquemos dos números cuya suma sea igual a −5 y cuyo producto sea
−24. Es fácil ver que esos números son 3 y −8 porque
(6x)2 − 5(6x) − 24
6x2 − 5x − 4 =
6
(6x + 3)(6x − 8)
=
6
3(2x + 1)2(3x − 4)
=
6
es decir,
6x2 − 5x − 4 = (2x + 1)(3x − 4).
1 2 1
x + x − 1.
3 6
1 2 1 1 3
Å ã
x + x−1 = x2 + x − 3 ;
3 6 3 6
1 2 1 1 1
Å ã
2
x + x−1 = x + x−3 . (2.2)
3 6 3 2
1
x2 + x − 3;
2
1
es decir, busquemos dos números cuya suma sea y cuyo producto sea igual a −3.
2
A diferencia de los ejemplos anteriores, no es tan fácil encontrar estos números.
Por esta razón, utilicemos la completación del trinomio cuadrado perfecto para resolver
este problema:
1 1
Å ã
x + x − 3 = x2 + 2 ·
2
x −3
2 4
1 1 1
Å ã
= x2 + 2 · x+ 2 − 2 −3
4 4 4
1 2 1
Å ã Å ã
= x+ − 2 +3
4 4
1 2 49
Å ã
= x+ − 2
4 4
1 2
Å ã2
7
Å ã
= x+ − .
4 4
1 2
Å ã2
1 7
Å ã
x2 + x − 3 = x + − .
2 4 4
3
Es decir, los números buscados son − y 2 (en este punto, ya no “parece” tan difícil
2
encontrar tales números, pero lo es).
Para resolver el problema, volvemos a (2.2) y concluimos que:
1 2 1 1 1
Å ã
2
x + x−1 = x + x−3
3 6 3 2
es decir,
1 2 1 1 1
Å ã
x + x−1 = x− (x + 2) .
3 6 3 2
12. Apliquemos la completación del trinomio cuadrado perfecto para “descomponer en fac-
tores” el número
6x2 − 5x − 4,
5 4
Å ã
6x2 − 5x − 4 = 6 x2 − x −
6 6
Å ã2 å
52
ÇÇ å
2 5 5 4(2)(12)
=6 x −2· x+ − 2−
12 12 12 122
5 2 52 + 96
ÇÅ ã Ç åå
=6 x− −
12 122
5 2
ÇÅ Å ã2 å
11
ã
=6 x− − ;
12 12
es decir, ÇÅ ã2 ã2 å
5 11
Å
2
6x − 5x − 4 = 6 x− − . (2.3)
12 12
4 1
ÅÅ ãÅ ãã
6x2 − 5x − 4 = 6 x−x+
3 2
4 1
Å ã Å ã
=3 x− 2 x+
3 2
Por tanto,
6x2 − 5x − 4 = (3x − 4)(2x + 1),
x2 − 4x + 1 = (x − a)(x − b).
x2 − 4x + 1 = (x2 − 2 · 2x + 4) − 4 + 1
= (x − 2)2 − 3
√ √
= (x − 2 − 3)(x − 2 + 3)
√ √
= (x − (2 + 3))(x − (2 − 3)).
x2 + x + 1 = (x − a)(x − b).
1 1 1
Å ã
x2 + x + 1 = x2 + 2 · x + − +1
2 4 4
ã2
1 3
Å
= x+ + ;
2 4
es decir,
ã2
1 3
Å
2
x +x+1 = x+ + .
2 4
En este punto, ya no podemos aplicar la diferencia de cuadrados. Aunque ahora no
lo podemos probar, esta igualdad nos dice que no hay tal par de números a y b. Es
decir, este método es buen método porque nos dice cuando existen estos números
(y cuáles son), y también nos dice cuando no hay. Volveremos a este tema cuando
estudiemos la ecuación general de segundo grado con una incógnita.
a Este nombre es una alusión a la terminología utilizada en los números naturales cuando
se dice que 1, 4, 9, 16, etcétera son “cuadrados perfectos”, a diferencia de los números 2, 3, 5,
etcétera, que no lo son porque no hay números naturales cuyos cuadrados sean 2, 3, 5, respec-
tivamente.
es verdadera.
es verdadera.
es verdadera.
es vedadera.
a4 + a3 − a2 − a
el número.
x2 y2 − (b − c)2 .
25 − a2 − b2 + 2ab.
1 − 12a + 36a2 .
Shilov, G. (1973). Elementary Real and Complex Analysis. USA. Dover Publications.
Tarski, A. (1961). Introduction to Logic and to the methodolgy of deductive sciences. New
York. Dover Publications.
125
Capítulo 3
Ecuaciones
3.1 Introducción
En este capítulo, al igual que en el anterior, vamos a introducir también un “abuso
de notación” para la notación de los conjuntos que se obtienen por la aplicación del
axioma de construcción de clases.
Recordemos que si A (x) es una proposición en la que aparece x, por el mencio-
nado axioma, existe una única clase, representada por
{ x : A (x)},
u ∈ { x : A (x)} ≡ A (u)
es válida.
Un buena parte de las aplicaciones de este axioma se harán a proposiciones de
la forma
x ∈ A ∧ B(x),
{ x : x ∈ A ∧ B(x)},
escribiremos
{ x ∈ A : B(x)}.
126
Por otra parte, en el caso general, por la definición de subclase, tenemos que
{ x : x ∈ A ∧ B(x)} ⊆ A;
{ x : x ∈ A ∧ B(x)}
es un conjunto.
Otra cuestión sobre el axioma de construcción de clases: diremos que hemos
“definido” la clase cuya existencia está garantizada por el axioma. Por ejemplo,
diremos
C = { x : x ∈ N ∧ x < 10}.
O también:
Se define la clase
D = { x : x ∈ Z ∧ x2 6 100}.
1. a + b = c ≡ a = c − b.
2. a − b = c ≡ a = c + b.
escribiremos
a = b = c.
Así, al escribir
a = b = c = d,
a = b, b=c y c = d.
3x + 2 = x − 4
Determine el conjunto
S = { x ∈ R : 3x + 2 = x − 4};
es decir, significa
3x + 2 = x − 4 (3.1)
es verdadera.
3(−3) + 2 = (−3) − 4
es verdadera, ya que
3u + 2 = u − 4
es verdadera.
Ahora bien, de esta igualdad, por varias “transposiciones de términos”,
obtenemos que también es verdadera la proposición
3u − u = −4 − 2;
2u = −6.
−6
u= ;
2
es decir, que
u = −3,
S ⊆ {−3}.
S = {−3}.
u ∈ S ≡ 3u + 2 = u − 4
≡ 3u − u = −4 − 2
≡ 2u = −6
−6
≡ u=
2
≡ u = −3
≡ u ∈ {−3}.
S = {−3}.
ax + b = 0
S = { x ∈ R : ax + b = 0}.
x ∈ S ≡ ax + b = 0
≡ ax = −b
b
≡ x=−
a
b
ß ™
≡ x∈ − .
a
Por tanto,
b
ß ™
S= − .
a
El conjunto S se denomina conjunto solución de la ecuación ax + b = 0 o tam-
bién solución general de la ecuación. Esta ecuación se denomina ecuación de primer
grado con una incógnita. En particular, en ax + b = 0, la incógnita es x.
Resolver ecuaciones es, en general, un problema complejo. Hay muy pocos ti-
pos de ecuaciones con soluciones tan sencillas como la anterior. La mayoría de las
ecuaciones se resuelven de un modo aproximado con métodos más avanzados de
la Matemática como el Cálculo Diferencial e Integral, y apoyados con el cálculo que
realizan las computadoras. Por otra parte, en el XIX varios matemáticos brillantes
demostraron la imposibilidad de obtener fórmulas generales para ecuaciones alge-
braicas1 a partir del quinto grado. En el siglo XVI, se encontraron fórmulas para
determinar las soluciones de ecuaciones de tercero y cuarto grado.
Con la aplicación de los teoremas de números reales, podemos resolver algunos
casos particulares de ecuaciones algebraicas, como lo veremos en los siguientes
ejemplos.
1 La palabra algebraica se refiere a que en estas ecuaciones las incógnitas están únicamente afectadas
de exponentes naturales y sin la presencia de ninguna otra operación (solo sumas y productos).
x 2 − a2 = 0
S = { x ∈ R : x 2 − a2 = 0}.
Sin mucha dificultad, es fácil ver que a y − a son dos soluciones de esta ecua-
ción, pues
a2 − a2 = 0 y (− a)2 − a2 = a2 − a2 = 0.
Por tanto,
a∈S y − a ∈ S.
x2 − a2 = 0 ≡ (x − a)(x + a) = 0
≡ x−a = 0∨x+a = 0
≡ x = a ∨ x = −a
≡ x ∈ { a} ∨ x ∈ {− a}
≡ x ∈ { a} ∪ {− a}
≡ x ∈ { a, − a}.
Por tanto,
S = { a, − a}.
x 2 − a2 = 0
(x − a)(x − b)(x − c) = 0
(x − a)(x − b)(x − c) = 0 ≡ x − a = 0 ∨ x − b = 0 ∨ x − c = 0.
S = { a, b, c}.
3. ¿Cuáles son todos los números reales cuyo cubo sea igual al número? Es decir,
¿cuáles son todos los números reales x tales que
x3 = x?
x3 = x
x3 = x ≡ x3 − x = 0
≡ x(x2 − 1) = 0
≡ x(x − 1)(x + 1) = 0
≡ x = 0 ∨ x = 1 ∨ x = −1.
S = {0, 1, −1}
y, además, que los únicos números cuyo cubo es igual a sí mismo son 0, 1 y −1.
4. ¿Cuáles son todos los números reales cuyo cubo es igual a 1? Responder esta pre-
gunta no es mas que resolver la ecuación
x3 = 1
x3 = 1 ≡ x3 − 1 = 0
≡ (x − 1)(x2 + x + 1) = 0
≡ x = 1 ∨ x2 + x + 1 = 0;
x3 = 1 ≡ x = 1 ∨ x2 + x + 1 = 0. (3.2)
1 1 1
Å ã
x2 + x + 1 = x2 + 2 · x + − +1
2 4 4
1 2 3
Å ã
= x+ + ;
2 4
es decir,
ã2
1 3
Å
2
x +x+1 = 0 ≡ x+ + = 0. (3.3)
2 4
3
> 0,
4
colegimos que
ã2
1 3
Å
x+ + > 0.
2 4
Esto significa que, por la Tricotomía, la proposición
ã2
1 3
Å
x+ + =0
2 4
x2 + x + 1 = 0,
x = 1 ∨ x2 + x + 1 = 0 ≡ x = 1
x3 = 1 ≡ x = 1.
5. Resolvamos la ecuación
x2 + 1 = 0
en los reales.
x2 + 1 > 0,
de donde, por la Tricotomía, concluimos que no existe un número real x tal que
x2 + 1 = 0. Luego, el conjunto solución de la ecuación es el conjunto vacío. En
estos casos, también decimos que la ecuación
x2 + 1 = 0
x2 − x + 1 = 0
7. Resolvamos la ecuación
x2 − 5x + 4 = 0
tenemos que
x2 − 5x + 4 = 0 ≡ (x − 1)(x − 4) = 0,
{1, 4}.
8. Resolvamos la ecuación
x2 + 4x − 3 = 0
x2 + 4x − 3 = (x2 + 2 · 2x + 4) − 4 − 3
= (x + 2)2 − 7
√ √
= (x + 2 − 7)(x + 2 + 7).
donde a y b son números reales. Las desigualdades son cualesquiera de las siguientes:
Las ecuaciones se corresponden con las igualdades; las inecuaciones, con las desigual-
dades.
Dado A ⊆ R, si E (x) es una proposición de tipo igualdad en la que aparece el
número real x,
resolver la ecuación
E (x)
en el conjunto A
significa resolver el problema
encontrar todos los números reales x ∈ A tales que la proposición E (x)
es verdadera
y es equivalente a
determinar el conjunto
S = { x ∈ A : E (x)}.
1. Resolver la ecuación
x2 = 1
S = { x ∈ R : x 2 = 1}.
{−1, 1}.
2. Resolver la ecuación
x2 = 1
en el R + .
En este caso, la proposición E (x) es x2 = 1 y A = R + , y el conjunto solución S
que hay que determinar es:
S = { x ∈ R + : x 2 = 1}.
x 2 = 1 ≡ x = 1 ∨ x = −1
x ∈ R + ∧ x2 = 1 ≡ x ∈ R + ∧ (x = 1 ∨ x = −1). (3.4)
x ∈ R + ∧ (x = 1 ∨ x = −1) ≡ (x ∈ R + ∧ x = 1) ∨ (x ∈ R + ∧ x = −1)
x ∈ R + ∧ x = −1
x ∈ R + ∧ x2 = 1 ≡ x ∈ R + ∧ x = 1,
de donde S = {1}.
Es importante notar que, en los dos ejemplos anteriores, aunque la proposición
E (x) es la misma, los conjuntos A son diferentes; esto, en general, plantea pro-
blemas diferentes y, posiblemente, soluciones diferentes, como es el caso que nos
ocupa.
S2 = { x ∈ A : x 2 = 1 }
= { x : x ∈ A ∧ x 2 = 1}
= { x : (x ∈ A ∧ x ∈ R) ∧ x2 = 1}
= { x : x ∈ A } ∩ { x : x ∈ R ∧ x 2 = 1}
= A ∩ S1
= R + ∩ {−1, 1}
= {1}.
Bajo los mismos argumentos, si A y B son dos conjuntos en los que se debe
resolver la ecuación E (x), donde A ⊆ B, entonces
S A = A ∩ SB ,
4. Resolver la ecuación
x2 = 1
5. Resolvamos la ecuación
x+1
=2
x−1
en los números reales.
Para ello, si x 6= 1, son válidas las siguientes equivalencias lógicas:
x+1
= 2 ≡ x + 1 = 2(x − 1)
x−1
≡ x + 1 = 2x − 2
≡ x = 3.
Por tanto, el conjunto solución de esta ecuación en los números reales es S = {3}.
6. Resolvamos la ecuación p
1 + x2 = x
1 + x2 > 0
para todo número real x. En segundo lugar, por la definición de raíz cuadrada,
√
1 + x2 es mayor que 0; luego, si
p
1 + x2 = x,
7. Resolvamos la ecuación p p
2x2 + 1 − x2 + 2 = 0
en R.
Para ello, vamos a utilizar el siguiente teorema de números reales:
√ √
T: Si a > 0 y b > 0, entonces a = b si y solo si a = b.
8. Resolvamos la ecuación
1 1
√ −√ =0
x2 +3 3x2 + 1
1 1 1 1
√ −√ =0 ≡ √ = √
x2 + 3 3x2 + 1 x2 + 3 3x2 + 1
p p
≡ x2 + 3 = 3x2 + 1
≡ x2 + 3 = 3x2 + 1
≡ x2 = 1
≡ x ∈ {−1, 1}.
9. Resolvamos la ecuación p
1 − x2 = x
en R + ∪ {0}.
Vamos a utilizar los teoremas:
En primer lugar, tenemos las siguientes equivalencias lógicas (la última, gracias
al teorema T1 ):
1 − x2 > 0 ≡ x2 6 1
≡ x2 − 1 6 0
≡ (x − 1)(x + 1) 6 0
≡ (x − 1 6 0 ∧ x + 1 > 0) ∨ (x − 1 > 0 ∧ x + 1 6 0);
x − 1 6 0 ∧ x + 1 > 0 ≡ x 6 1 ∧ x > −1
≡ −1 6 x 6 1;
x − 1 6 0 ∧ x + 1 > 0 ≡ −1 6 x 6 1. (3.6)
x > 1 ∧ x 6 −1
es falsa porque, por una parte, de x > 1, tenemos que x > 0; y por la otra, de
x 6 −1, obtenemos que x < 0, lo que sería imposible por la Tricotomía. Por tanto,
también es falsa la proposición
x − 1 > 0 ∧ x + 1 6 0,
1 − x2 > 0 ≡ x − 1 6 0 ∧ x + 1 > 0
1 − x2 > 0 ≡ −1 6 x 6 1.
B = { x ∈ R : −1 6 x 6 1}.
podría estar en otro conjunto que no sea B. Por otra parte, debemos resolver esta
ecuación en R + ∪ {0}; luego, cualquier solución de la ecuación deberá ser elemento
del conjunto
B ∩ (R + ∪ {0});
C = { x ∈ R : 0 6 x 6 1},
en el conjunto C.
Para ello, si x ∈ C, tenemos que
p
1 − x2 = x ≡ 1 − x2 = x2
≡ 2x2 − 1 = 0
√ √
≡ ( 2x − 1)( 2x + 1) = 0
1 1
ß ™
≡ x ∈ √ , −√ .
2 2
1 1
ß ™
S = C∩ √ , −√ .
2 2
1
√ 61
2
1 √
√ 61 ≡ 16 2
2
≡ 1 6 2.
1
ß ™
S= √ .
2
x2 + 1 > 0
para todo número real x. En segundo lugar, la siguiente equivalencia lógica es vá-
lida:
x + 5 > 0 ≡ x > −5.
B = { x ∈ R : x > −5}.
Con este propósito, supongamos que x > −5; entonces tenemos las siguientes
equivalencias lógicas:
1 1
√ −√ = 0 ≡ x2 + 1 = x + 5
x2 + 1 x+5
≡ x2 − x − 4 = 0
1 17
Å ã
2
≡ x −x+ − =0
4 4
1 2 17
Å ã
≡ x− − =0
2 4
Ç √ åÇ √ å
1 17 1 17
≡ x− − x− + =0
2 2 2 2
® √ √ ´
1 + 17 1 − 17
≡ x∈ , .
2 2
1 1
√ −√ =0
x2 +1 x+5
b2 b2
Ç å
2 2 b
ax + bx + c = 0 ≡ a x +2· x+ 2 − +c = 0
2a 4a 4a
b 2 b2 − 4ac
Å ã
≡ a x+ − =0
2a 4a
b 2 b2 − 4ac
ÇÅ ã å
≡ a x+ − =0
2a 4a2
b 2 b2 − 4ac
Å ã
≡ x+ − =0
2a 4a2
(ya que a 6= 0); es decir, para todo número real x, la siguiente proposición es verda-
dera:
b 2 b2 − 4ac
Å ã
ax2 + bx + c = 0 ≡ x + − = 0. (3.7)
2a 4a2
Ahora deberíamos aplicar la diferencia de cuadrados al número
ã2
b b2 − 4ac
Å
x+ − .
2a 4a2
b2 − 4ac
4a2
y
√ √
b b2 − 4ac b b2 − 4ac
− − √ =− −
2a 2 a2 2a 2(− a)
√
b b2 − 4ac
=− + ;
2a 2a
que son las mismas que las soluciones cuando a > 0. Así, si b2 − 4ac > 0, el conjunto
solución de la ecuación
ax2 + bx + c = 0
en R es: √ √
b2 − 4ac −b − b2 − 4ac
® ´
−b +
, (3.8)
2a 2a
y en A: √ √
b2 − 4ac −b − b2 − 4ac
® ´
−b +
A∩ , .
2a 2a
ax2 + bx + c = 0
en R es
b
ß ™
−
2a
y en A:
b
ß ™
A∩ − .
2a
4ac − b2
> 0;
4a2
ax2 + bx + c = 0
es falsa para todo x ∈ R. Por tanto, ningún número real es solución de esta ecua-
ción. Por tanto, tanto en R como en A, el conjunto solución de esta ecuación es el
conjunto ∅.
Dado que la solución general de la ecuación de segundo grado depende del
que número b2 − 4ac sea positivo, cero o negativo, a este número se le conoce con el
nombre de discriminante de la ecuación de segundo grado y se le suele representar
con la letra griega ∆ (que se corresponde con nuestra letra D):
∆ = b2 − 4ac.
ax2 + bx + c = 0
en R es:
1. √ √
b2 − 4ac −b − b2 − 4ac
® ´
−b +
,
2a 2a
si b2 − 4ac > 0.
2.
b
ß ™
−
2a
si b2 − 4ac = 0.
En los siguientes ejemplos, vamos a utilizar la fórmula general que hemos de-
ducido. Aunque no es difícil recordarla, siempre es mejor tener presente el método
mediante el cual la hemos obtenido.
en A, donde
A = { u ∈ R : u 6 −2}.
A ∩ S.
Para determinar los elementos de este conjunto, averigüemos si cada uno de los
elementos de S pertenece al conjunto A; es decir, si cada elemento de S es un nú-
mero real menor o igual que −2.
√
En primer lugar, como 57 > 25, tenemos que 57 > 5, de donde,
√
−5 + 57
> 0;
2
luego, por la tricotomía, colegimos que
√
−5 + 57
6∈ A.
2
2. Resolvamos la ecuación
3x2 − 7x + 5 = 0
en R.
En este caso, a = 3, b = −7 y c = 5; entonces, el discriminante es
∆ = 49 − 60 = −11
3. La solución de la ecuación
x2 + 4x + 4 = 0
en R + es el conjunto ∅.
En efecto, el discrimntante es
∆ = 16 − 16 = 0;
Finalmente, como
R + ∩ {−2} = ∅,
x2 + 4x + 4 = 0
es el conjunto ∅.
λx2 + 3x − 1 = 0
9 + 4λ > 0.
9
λ>− y λ 6= 0.
4
9
Debe estar claro que si λ = − , la ecuación tendrá una sola solución y que si
4
9
λ < − , no tendrá solución.
4
5. Determinemos todos los números reales β tales que la ecuación
2x2 + βx + 8 = 0
β2 − 64 = 0
β2 = 64.
Hay únicamente dos números cuyo cuadrado es 64: 8 y −8; luego, los números β
buscados son, precisamente, dichos números.
luego, si √ √
−b + ∆ −b − ∆
α= y β= ,
2a 2a
entonces ã2
b b2 − 4ac
Å
x+ − = (x − α)(x − β)
2a 4a2
Si
b
γ=− ,
2a
entonces γ es la raíz de la ecuación y
ax2 + bx + c > 0
ax2 + bx + c < 0
1. La proposición
−5x2 + 6x − 3 < 0
36 − 20 = −24,
y de −5 < 0.
2. La proposición
3 2
Å ã
25x2 − 30x + 9 = 25 x −
5
es verdadera para todo número real x.
En efecto, el discriminante de la ecuación correspondiente es igual a 0, pues
Luego, el número
−30 3
− =
2(25) 5
es la solución de la ecuación
25x2 − 30x + 9 = 0.
3 2
Å ã
25x2 − 30x + 9 = 25 x −
5
12x2 + x − 1.
∆ = 1 − 4(12)(−1) = 49.
12x2 + x − 1 = 0
1 1
Å ãÅ ã
12x2 + x − 1 = 12 x − x+ .
4 3
x2 + x + 1 > 0
x2 + x + 1 = 0
es
1 − 4 = −3 < 0
y 1 > 0.
ax2 + bx + c = 0
es mayor que 0. Sean α y β las dos soluciones de esta ecuación en R. Hemos dedu-
cido que, en este caso, se tiene
de donde
c
αβ = ,
a
ya que a 6= 0.
Dicho de otra manera:
ax2 + bx + c = 0
c
en R es igual a .
a
La proposición (3.11) también es verdadera si x = 1:
de donde,
b
α+β = − .
a
Dicho de otro modo:
ax2 + bx + c = 0
b
en R es igual a − .
a
ax2 + bx + c = 0,
donde a 6= 0.
Sabemos que
b c
− = (−5) + (−2) = −7 y = (−5)(−2) = 10;
a a
luego, obtenemos que
b = 7a y c = 10a;
en R son −5 y −2.
Como se puede ver, hay tantas ecuaciones como números reales distintos de 0.
Y, como a 6= 0, tenemos que
x2 + 7x + 10 = 0.
x2 + bx + c = 0.
(s + t) + (s − t) = −b y (s + t)(s − t) = c;
b = −2s y c = s2 − t2 .
x2 − 2sx + s2 = t2 .
5
3. Determinemos dos números reales x y y tales que su suma sea igual a − y cuyo
6
producto sea igual a −1.
Los números buscados pueden ser vistos como las raíces de una ecuación cua-
drática cuyas raíces cumplen las siguientes propiedades:
5
(a) su suma es igual a − , y
6
(b) su producto es igual a −1.
z2 + bz + c = 0,
− 56 + 13
6 − 56 − 13
6
y .
2 2
Luego, los números buscados son:
2 3
x= y y=−
3 2
y, como se puede ver fácilmente, las proposiciones
5
x+y = − y xy = −1
6
son verdaderas.
2. Resuelva la ecuación
1 1 8
+ = 2
x−4 x+4 x − 16
en R.
3. Resuelva la ecuación
1 1 8
+ =
x−4 x+4 16 − x2
en R.
x−1 2
=
2 x+1
es verdadera.
6. Resuelva la ecuación
x 5
− =1
x+5 x
en R.
7. Resuelva la ecuación
3 x2 + 1 x + 1
+ 2 − =0
1+x x −1 x−1
en R.
x−1 2x − 3
=
x+2 3x + 4
es verdadera.
9. Resuelva la ecuación
x+1 x−3
+ =4
x−2 x+4
en R.
es verdadera.
√ 1
x−1 = √
x+1
es verdadera.
en R.
en R.
Sugerencia: defina t igual a x2 y sustituya en la ecuación. Resuelva la ecuación
obtenida en la incógnita t.
en R.
en R.
Sugerencia: defina t igual a x4 y sustituya en la ecuación. Resuelva la ecuación
obtenida en la incógnita t.
Inecuaciones
4.1 Introducción
En el capítulo anterior, hicimos precisas la nociones de ecuación con una incógnita y
resolver una ecuación. Para ello, entre otras cosas, recordamos los tipos de proposi-
ciones de la teoría Números reales: las igualdades y las desigualdades. Indicamos allí
que el segundo tipo de proposiciones se correspondían a las inecuaciones: este tipo
comprende, a su vez, cuatro clase de proposiciones:
1. a + b < c ≡ a < c − b.
2. a − b < c ≡ a < c + b.
c
3. Si a > 0, entonces a · b < c ≡ b < .
a
c
4. Si a < 0, entonces a · b < c ≡ b > .
a
A estas equivalencias lógicas añadamos los siguientes teoremas que suelen de-
nominarse “leyes de los signos de la multiplicación”:
160
En los capítulos anteriores ya nos hemos encontrado con la tarea de resolver
inecuaciones. En efecto, cuando resolvimos la ecuación
p
1 − x2 = x
en los números reales, una de las primeras cuestiones que abordamos es averiguar
para qué números reales x la proposición
1 − x2 > 0
es verdadera, dado que la raíz cuadrada está definida únicamente para números
mayores o iguales que 0. El procedimiento que utilizamos para “resolver” dicha
inecuación consistió en aplicar, simplemente, los teoremas de números reales. En
este capítulo vamos a ilustrar este procedimiento general para resolver inecuacio-
nes con una incógnita, noción que definiremos inmediatamente en la sección que
sigue.
En este capítulo también estudiaremos el concepto de valor absoluto y pondre-
mos nombres a ciertos conjuntos de números reales importantes.
4.2 Intervalos
Los conjuntos en los cuales “resolveremos” la inecuaciones, y también sus solucio-
nes, con mucha frecuencia serán del tipo
entre otros. Por esto y otras razones, estos conjuntos son relevantes en las teorías
matemáticas construidas sobre la base de los números reales. Así, antes de abor-
dar las inecuaciones, definamos los intervalos (es decir, apliquemos el axioma de
construcción de clases).
D EFINICIÓN 4.1 (Intervalos)
Dados los números reales a y b:
1. Si a 6 b, el intervalo cerrado de extremos a y b, representado por [a, b], es el
conjunto de todos los números reales mayores o iguales que a y menores o
iguales que b; es decir,
[a, b] = { x ∈ R : a 6 x 6 b}.
A los intervalos (a, b] y [a, b) también se les conoce con los nombres semi-abierto o
semi-cerrado.
(a, b)
fue utilizado para representar un par ordenado, y se lo definió como el par desor-
denado de { a} y de { a, b}, donde a y b representan dos conjuntos cualesquiera. En
la definición anterior, este mismo signo representa el conjunto de todos los números
reales menores que b y mayores que a, donde a y b son números reales. No es fre-
cuente, pero en ocasiones utilizamos los mismos signos para conceptos diferentes,
como el caso que nos ocupa. Lo hacemos así porque, por un lado, se considera que
esa representación es una buena alternativa para mostrar que a y b no están en el
conjunto1 y, por otro lado, siempre es posible reconocer qué es lo que representa el
1 Por supuesto, no es la única manera de representar un intervalo abierto; otra que suele utilizarse
es
]a, b[,
pero es menos común y no la utilizaremos en estas notas de clase, ni en el curso.
+∞, −∞.
simplemente indican los “lados de la recta” respecto del punto cuya coordenada
es a; estos “lados” son, en realidad, rayos y, desde el punto de vista de la métrica,
no tienen una longitud “finita” (a diferencia de los segmentos, que representan los
otros intervalos).
En resumen, los símbolos del infinito deberán tomarse únicamente como nota-
ciones para representar dos tipos de conjuntos (intervalos) y nada más2 .
De estas definiciones (axioma de construcción de clases), se derivan las siguien-
tes equivalencias lógicas:
u 6∈ [a, b)
v 6∈ (a, b].
−5 < x < 0.
x > 4.
es decir,
(−5, 4] ∩ [0, +∞) ⊆ [0, 4].
5. Tenemos que
R + = { x : x ∈ R ∧ x > 0},
por tanto,
R + = (0, +∞).
x 6 a∨x > a
Por esta razón, también se utiliza el signo (−∞, +∞) para representar R.
7. Si a < c < b, entonces es fácil probar que las siguientes proposiciones son verda-
deras:
(a) [a, b] = [a, c] ∪ [c, b] (d) [a, +∞) = [a, b] ∪ (b, +∞)
(b) [a, b] = [a, c) ∪ [c, b] (e) (−∞, b] = (−∞, a) ∪ [a, b]
(c) [a, b] = [a, c] ∪ (c, b] (f) [a, b] = (−∞, b] ∩ [a, +∞).
No hay ninguna razón para elegir uno de los dibujos en lugar del otro. En gene-
ral, la costumbre ha sido tomar el primero; es decir, lo “positivo” hacia la derecha
y lo “negativo” hacia la izquierda3 . Y esa costumbre también la seguiremos aquí,
pero no hay que olvidar que es únicamente una convención.
Con esta interpretación, los intervalos [a, b], [a, +∞) y (−∞, a] se “dibujan”, res-
pectivamente, de la siguiente manera:
Los correspondientes intervalos abiertos (a, b), (a, +∞) y (−∞, a) así:
3 Quizás una persona zurda se podría sentir más cómoda con la segunda representación
Por la definición de intersección, los números reales que están en esta intersección
son todos los del intervalo [0, 4]; por tanto, tenemos
2. Si a > 0, entonces
R − [0, a] = (−∞, 0) ∪ (a, +∞)
3. Si a ∈ R, entonces
R − (a, +∞) = (−∞, a]
4. Si a < b, entonces
(−∞, b] ∩ [a, +∞) = [a, b]
5. Con los dibujos de los intervalos (0, 4) y (−3, 0], se ve fácilmente que
resolver la inecuación
I (x)
en el conjunto A
y es equivalente a
determinar el conjunto
S = { x ∈ A : I (x)}.
Al igual que ocurre con las ecuaciones, el conjunto S se denomina conjunto so-
lución de la inecuación I (x) o solución general de la inecuación. También, cualquier
elemento de S se llama solución particular de la inecuación o, simplemente, una
solución.
E, igualmente, si S es la solución de la inecuación I (x) en A, entonces
S = T ∩ A,
(x − a)(x − b) > 0
en R.
En primer lugar, tenemos que las siguientes equivalencias lógicas son válidas
(x − a)(x − b) < 0
en R.
Para resolverla, aprovechemos la solución de la inecuación del ejemplo anterior
y la Tricotomía, pues es válida la equivalencia lógica:
(x − a)(x − b) < 0
en R, T es la solución de la inecuación
(x − a)(x − b) > 0
y R es la solución de la ecuación
(x − a)(x − b) = 0
en R. Luego,
S = (R − T) ∩ (R − R).
Por tanto,
R − T = [a, b] y R − R = R − { a, b}.
Así,
S = (a, b).
(x − a)(x − b) < 0
en R.
4. Resolvamos la inecuación
x2 + 2x − 7 < 0
en R.
Para resolverla, apliquemos lo deducido para la ecuación de segundo grado.
En primer lugar, calculemos el discriminante ∆ de la ecuación
x2 + 2x − 7 = 0.
Tenemos:
∆ = 4 + (4)(7) = 32 > 0.
Por tanto, mediante la completación del trinomio cuadrado perfecto, tenemos lo siguien-
te:
x2 + 2x − 7 = (x2 + 2x + 1) − 8
= (x + 1)2 − 8;
por tanto,
√ √
x2 + 2x − 7 = (x + 1 − 8)(x + 1 + 8).
en R.
donde
√ √
a = −1 − 8 y b = −1 + 8.
5. Resolvamos la inecuación
1 1
> 2
x−1 x +1
en R + .
Como x2 + 1 > 0 para todo x ∈ R + , si x ∈ R + , tenemos las siguientes equiva-
lencias lógicas:
1 1 x2 + 1
> 2 ≡ >1
x−1 x +1 x−1
x2 + 1
≡ −1 > 0
x−1
x2 + 1 − (x − 1)
≡ >0
x−1
x2 − x + 2
≡ > 0.
x−1
1 1 x2 − x + 2
> 2 ≡ > 0. (4.1)
x−1 x +1 x−1
x2 − x + 2 = 0
es negativo ya que
(−1)2 − 4(1)(2) = −7,
entonces
x2 − x + 2 > 0
1 1 x2 − x + 2
> 2 ≡ >0
x−1 x +1 x−1
≡ x−1 > 0
≡ x>1
≡ x ∈ (1, +∞)
R + ∩ (1, +∞);
6. Resolvamos la inecuación
√
2−x > x
en R.
En primer lugar, tenemos que 2 − x > 0 si y solo si x < 2. Por tanto, resolvamos
esta inecuación en el conjunto (−∞, 2).
√
Supongamos que x < 2. Como 2 − x > 0, entonces para todo x 6 0, por la
propiedad transitiva de la relación menor que, tenemos que es verdadera la propo-
sición
√
2 − x > x;
(0, 2) ∩ (−2, 1)
es decir,
(−∞, 1).
| a| = b ≡ b = a ∨ b = − a. (4.3)
Todas las propiedades relevantes del valor absoluto se pueden deducir de ma-
nera similar. A continuación, vamos a presentar algunas de ellas con un bosquejo
1. | a| 6 r ≡ −r 6 a 6 r.
3. | x | = 0 ≡ x = 0.
5. | − x | = | x |.
Demostración. No es difícil ver que establecida cualesquiera de las dos primeras equivalen-
cias, la otra se deduce inmediatamente por la aplicación de una propiedad de las equiva-
lencias lógicas, la Tricotomía y de las leyes de DeMorgan.
En efecto, es suficiente que demostremos estas equivalencias lógicas para la relación
menor que. Ahora bien, si es válida la equivalencia lógica
también lo es la siguiente:
es decir,
| a| > r ≡ a > r ∨ a < −r.
Por ello, para probar que las dos primeras equivalencias del teorema son válidas, basta
con probar una de ellas. Por ejemplo, veamos un bosquejo de la deducción de la primera.
Si | a| < r y a > 0, entonces | a| = a, de donde a < r; y, como −r < 0, entonces −r < a.
Si | a| < r y a < 0, tenemos | a| = − a, de donde − a < r; luego, −r < a; y, como a < 0 y
r > 0, concluimos que también a < r.
Recíprocamente, si −r < a < r y a > 0, entonces a = | a|, de donde, | a| < r. Si
−r < a < r y a < 0, tenemos que −(−r) > − a y − a = | a|; por tanto, | a| < r.
Por último, | − x | = | x | es deducida de la definición y de −(− x) = x.
Así,
Por otra parte, si r > 0, tenemos que todos los números reales x tales que
|x| < r
(− a, a) = { x ∈ R : | x | < a} y [− a, a] = { x ∈ R : | x | 6 a}.
R − [− a, a] = { x ∈ R : | x | > a}.
| x − a | 6 r ≡ −r 6 x − a 6 r
≡ a − r 6 x 6 a + r,
tenemos que
[a − r, a + r] = { x : | x − a| 6 r }.
4. | a2 | = | a|2 = a2 a | a|
9. =
b |b|
5. Si a > 0, entonces x2 6 a si y solo
√ 10. Desigualdad triangular:
si | x | 6 a.
1. Si a = 0, entonces | a| = 0; luego,
−| a| 6 a 6 | a|.
| ab| = | a||b|.
| ab| = | a||b|.
En resumen,
| a2 | = a2 .
x 2 6 a ≡ | x |2 6 a
√
≡ | x | 6 a.
| a − c| = | − (c − a)| = |c − a|.
En segundo lugar, si b > 0, tenemos que b−1 > 0, y si b < 0, entonces b−1 < 0.
Luego,
por tanto,
|b||b−1 | = 1,
| b −1 | = | b | −1 .
10. Desigualdad triangular: hemos probado que el valor absoluto preserva el producto
y la división de dos números. Sin embargo, no preserva ni la suma ni la resta como
lo veremos a continuación:
de donde,
|5 + (−2)| 6= |5| + | − 2|.
En general,
−| a| 6 a 6 | a| y − | c | 6 c 6 | c |;
de donde
| a + c | 6 | a | + | c |.
Terminemos la sección con varios ejemplos del uso del valor absoluto; en parti-
cular, en la resolución de algunas ecuaciones e inecuaciones.
| x − y | > | x | − | y |.
| x | = |(x − y) + y| 6 | x − y| + |y|.
2. Resolvamos la ecuación
| x + 1| = 5
en R.
Puesto que | x + 1| = 5 si y solo si x + 1 = 5 o x + 1 = −5, concluimos que el
conjunto solución de esta ecuación es
{−6, 4}.
3. Resolvamos la inecuación
|3x − 2| < 2
en R.
Puesto que 2 > 0, tenemos que
4
≡ 0<x< .
3
Por tanto, el conjunto solución de esta inecuación es
4
Å ã
0, .
3
4. Resolvamos la inecuación
|2 − x 2 | < 1
en R + .
| x − a| > | x + a|
en R.
Si a = 0, tenemos que
| x − a | > | x + a | ≡ | x | > | x |;
| x − a| > | x + a|
para todo x ∈ (−∞, − a). Por tanto, todos los números reales que satisfacen esta
desigualdad son elementos del conjunto S1 , donde
S1 = (−∞, − a).
| x − a| > | x + a| ≡ x − a > x + a
≡ − a > a.
Como − a > a es una proposición falsa, ningún número real x ∈ (a, +∞) es una so-
lución de esta inecuación; es decir, el conjunto solución de la inecuación en (a, +∞)
es ∅.
En resumen, por la Tricotomía, el conjunto solución de la inecuación
| x − a| > | x + a|
en R es
S1 ∪ S2 ∪ ∅;
es decir, es el conjunto
(−∞, 0).
6. Resolvamos la inecuación
|3 − 2x | > x
en R.
Puesto que
3
3 − 2x > 0 ≡ x 6 ,
2
supongamos, en primer lugar que x 6 32 . Entonces, tenemos que
|3 − 2x | > x ≡ 3 − 2x > x
≡ x < 1.
Luego, todos los números reales que satisfacen esta inecuación en −∞, 23 perte-
Ä ó
necen al conjunto
3
Å ò
−∞, ∩ (−∞, 1);
2
es decir, al conjunto
(−∞, 1)
3
ya que 2 > 1.
En segundo lugar, supongamos que x > 23 . Entonces, tenemos que
|3 − 2x | > x ≡ −3 + 2x > x
≡ x > 3.
3
Ä ä
Así, todos los números reales que satisfacen esta inecuación en 2 , +∞ perte-
ya que 3 > 32 .
En resumen, por la Tricotomía, el conjunto solución de la inecuación
|3 − 2x | > x
en R es
(−∞, 1) ∪ (3, +∞)
R − [1, 3].
7. Resolvamos la ecuación
1 − 2x = |4 + x |
en R.
Si x > −4, tenemos que
1 − 2x = |4 + x | ≡ 3x = −3;
1 − 2x = |4 + x | ≡ x = 5;
{−1}.
| a2 + x 2 | > b
en R.
| x − a| + | x − b| = c
en R.
2 < | x + 4| + | x − 5| < 4
es verdadera.
4. Encuentre todos los números reales cuyo inverso multiplicativo es menor que
el número.
5. Encuentre todos los números reales cuyo inverso multiplicativo es mayor que
el número.
6. Resuelva la inecuación p p
x2 + 3 > 3x2 + 1
en R.
8. Resuelva la inecuación
√
2x + 1 > | x |
en R + .
es verdadera.
10. Encuentre todos los números reales positivos x tales que la proposición
| x + 2| + | x − 1| = 4
es verdadera.
11. Encuentre todos los números reales negativos x tales que la proposición
| x + 2| − | x − 1| = −4
es verdadera.
12. Determine el conjunto de todos los números reales x tales que es verdadera
la proposición
1
2
< 0.
x + 5x − 1
| x2 − 2x − 2| > 1.