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SEMANA 4 TERMODINÁMICA

Figura 6: Sistema C. Masa suspendida a una altura zi caída espontánea de la masa.


Fuente: Moran et al., 2014, p. 242.

En cada uno de los procesos indicados anteriormente, se puede llegar a restablecer la condición
inicial del sistema, pero para ello se necesitará de dispositivos auxiliares a través de los cuales se
podrá calentar el objeto, introducir el aire al recipiente y presurizarlo o levantar de nuevo la masa
a su altura inicial. Sin embargo, para cada caso hará falta un consumo de combustible o energía
eléctrica para que dichos dispositivos puedan realizar su función, con lo que se producirán
cambios permanentes en el entorno del sistema.

Todo lo anteriormente expuesto permite concluir que los procesos tienen una dirección y estos no
procederán en la dirección contraria. El principio de conservación de la energía no restringe la
dirección de un proceso, pero el simple hecho de cumplirlo no significa que dicho el proceso sea
posible. Para poder identificar si un proceso puede llevarse a cabo, se establece el segundo
principio general o segunda ley de la termodinámica.

Esta ley no solo permite conocer si un proceso puede realizarse o no, sino también afirma que la
energía no solo tiene cantidad sino calidad, y esa calidad puede degradarse al ser utilizada para
realizar un trabajo o transferir calor. De hecho, la segunda ley proporciona medios para (Moran,
Shapiro, Boettner y Bailey, 2014):

1. Predecir la dirección de los procesos.


2. Establecer las condiciones de equilibrio.
3. Determinar las mejores prestaciones teóricas de ciclos, motores y otros dispositivos.
4. Evaluar cuantitativamente los factores que impiden alcanzar en la práctica dicho nivel
ideal de prestaciones.

Para el desarrollo de la segunda ley de la termodinámica, es conveniente disponer de un depósito


de energía térmica, es decir, un cuerpo hipotético que tenga una capacidad de energía térmica
relativamente grande (masa x calor específico); de tal forma, que pueda suministrar o absorber
cantidades finitas de calor sin experimentar ningún cambio de temperatura (Çengel y Boles, 2012).

IACC
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