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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE MEDICINA

PROGRAMA DE ACTUALIZACIÓN

PARA GRADUADOS

“El cuerpo y el psicoanálisis:


La clínica psicosomática”

DIRECTOR:
Prof. Dr. Jorge C. Ulnik

FICHA:
“FEMINEIDAD Y PSICOANÁLISIS”

Autor:
Dr. Jorge Linietsky

CLASE DEL 20-09-1993


Uds. Saben que ya en la obra de Freud la temática femenina sufre idas y
venidas, dentro de una perspectiva de progreso en la conceptualización, al
punto de concluir en una obra prácticamente póstuma como es “Análisis
terminable e interminable”; Freud nos deja allí algo de un valor colosal: cuales
son lo límites del método psicoanalítico respecto de la femineidad, de la clínica
de la femineidad.
Uds. Saben que en “Análisis terminable e interminable” Freud tiene una
posición, podríamos decir escéptica, él dice “me he sentido predicando en un
desierto…”, tratando de persuadir a las mujeres en relación a que el falo no
habrá de serles concedido. Dice que el análisis puede llegar a ese punto, al
punto de enfrentar a una mujer con la problemática de la castración, lo que él
llama la “roca viva”. Esta es la roca viva en el sentido en que se penetra en las
aguas de un río hasta llegar a un lecho de roca donde más allá de eso no se
puede penetrar. Para el hombre la roca viva de la castración, justamente el
límite del análisis freudiano, consiste en que los tipos “no nos dejamos” porque
si nos dejamos, tanto por otro hombre como por una mujer esto nos feminiza,
entonces esta feminización es insoportable. Freud dice que con los tipo la cosa
es dura, es dura porque los tipos no se dejan tener análisis, no se dejan
penetrar digamos, porque todo lazo con un hombre tomaría la forma de
feminización cuando se trata de recibir de otro hombre.
Vamos a ubicar el problema de la femineidad como me parece que está
planteado en la obra de Freud y podemos retomar algunas cuestiones en la
obra de Lacan.
Hay un texto capital en la obra de Freud que es “La organización genital
infantil”, es el último agregado a los Tres ensayos para una teoría sexual y
donde Freud define la última de las fases de la organización libidinal, que es la
fase fálica. Hasta ese momento la fase fálica era una teoría sexual infantil, que
concernía al origen de los niños, a la diferencia de los sexos. La creencia de la
necesariedad de un solo órgano genital para ambos sexos era una teoría
sexual. Pero la clínica le va demostrando a Freud, que todos los neuróticos y
los perversos están tan dominados por esta problemática del falo y la
castración, que no hay más remedio que elevar lo que era una teoría sexual
infantil, al estatuto de una fase propia de la organización libidinal. La fase fálica
tal como Freud la precisa, consiste en que ambos sexos creen la existencia de
un solo órgano genital, que es el falo y que lo podríamos traducir de la

siguiente manera: Lacan al falo lo simboliza con la letra griega , al que llama
significante fálico y define dos lugares, el lugar donde puede estar presente, el
del varón y el lugar dende falta, el de la niña, esto quiere decir la existencia de
un solo órgano genital que traducido al lacaniano sería un significante, el falo.
El pito toma un valor simbólico que abre dos conjuntos, el conjunto donde está
presente y el conjunto que también está determinado por su ausencia. Este
significante pertenece al orden simbólico.

FALO

Significante Fálico.

(+) (-) Orden simbólico

Entonces vamos a ver que hay un problema en la estructura que consiste en


el hecho de que el orden simbólico defina el lugar del varón y mal defina el
lugar de la mujer; es decir, lo define por el lado del falo como padeciendo su
ausencia, entonces el lugar de la mujer es un lugar mal constituido,
endeblemente constituido desde el orden simbólico, porque falta un símbolo
que sea el propiamente femenino, el que defina la posición de una mujer, el ser
femenino. El ser masculino queda ligado a la presencia del atributo fálico, al
tener el falo.
En este texto de “La organización genital infantil” es muy interesante lo que
dice Freud, como se trata de una fase, la última fase, tiene una virtud, una
posibilidad que es la de la retroacción, es un concepto fundamental de la teoría
freudiana, la resignificación.
POLARIDAD
ORAL: sujeto-objeto
ANAL: activo-pasivo
FALICA: fálico-castrado

Postpuberal:
GENITAL: masculino-femenino

En la fase oral Freud dice que lo que está en juego, ordenando lo que él
llama las polaridades de la vida sexual, es la posición de sujeto-objeto. En la
fase anal la polaridad que organiza la vida sexual es activo-pasivo. En la fase
fálica la polaridad es fálico-castrado y Freud reserva para una fase llamada
genital, que sería postpuberal, la polaridad masculino-femenino. Dice que
finalmente la fase femenina propiamente, como alcanzable estaría en relación
a la asunción de estas polaridades que se ven resignificadas en primer lugar
desde la fase fálica, que en todo lo que es sujeto activo, toda posición de sujeto
activo es resignificado como fálico y todo aquello que significa pasivo y posición
de objeto es resignificado como castración. Esto es muy importante, porque en
objeto-pasivo-castrado, nadie quiere anotarse, todo el mundo quiere ser fálico,
activo y sujeto; porque lo que sería del orden de la castración va a resignificar
aquellas posiciones de pasivo y de objeto, allí donde uno tiene que “dejarse
dar” una inyección ya es pasivo y objeto; Freud dice, un tipo va al análisis, está
callado, porqué, porque tiene miedo que el analista se lo coja, un temor
homosexual, está anotado como objeto pasivo del otro, lo cuál implicaría una
castración. Entonces va a decir que tanto del lado de las mujeres como de los
varones se va a armar un rechazo a todo lo que concierne a esto (ver cuadro).
El problema es, si esto es rechazado tanto por un hombre como por una mujer,
cómo una mujer puede vérselas con esto que cómo estructura toma esta
dimensión de lo rechazable en términos de la existencia de una premisa,de una
creencia,que define al ser por tener,por lo fálico. Donde está el falo se es,
donde no está no se es, radicalmente es una teoría monádica, es la teoría
falocéntrica.
Es importante, los avances que Freud va a hacer sobre esta cuestión de la
femineidad, queda planteada en el año 23 en este texto como una posición
alcanzable, sería la fase genital. En el texto del año 25, uno de los textos ya
fuertes sobre el problema de la femineidad que es “Algunas consecuencias
psíquicas de la diferencia sexual anatómica”, Freud ya empieza a ordenar el
problema de cómo una mujer deviene mujer, es decir cuáles son los problemas
estructurales que una niña tiene que atravesar inevita-blemente para devenir
una mujer. Entre otras cosas dice que la niña se va a apartar de la madre por el
descubrimiento de la castración, este descubrimiento es imperdonable.
Efectivamente Uds. Ven en la clínica que cualquier mujer puede reprocharle a
su madre que no la ha querido lo suficiente, que ha privilegiado a sus
hermanos, que es muy ególatra, que es muy fría, pero inevitablemente van a
escuchar que allí donde la madre se cae un poquito, la hija no se lo perdona,
por Ej. La madre está enferma y la hija no la va a visitar, porque no le perdona
la castración, la caída, la enfermedad, la depresión de la madre, los temores
que de pronto pueden aparecer y que son sucedáneos de la femineidad en el
sentido de la castración, estos se vuelven imperdonables para una hija.
La niña se va a apartar de la madre por la castración y va a buscar resarcirse
de esta herida narcisista a partir del pene que el padre podría darle, esto quiere
decir el padre puede darle el falo trasmutado en una ecuación cuyo otro
término es el niño, es la famosa ecuación falo-niño, ésta es una ecuación
decisiva de la salida del Edipo tato en la clínica freudiana como en la lacaniana,
es absolutamente indispensable que un analista pueda ubicar respecto de una
mujer cómo ha resultado, cómo ha procesado esta ecuación de salida del
Edipo porque la permutación del pene por el niño no significa una renuncia al
falo, significa una renuncia al pene pero no al falo, el falo es el significante que
se mantiene por fuera de la permutación; por Ej. Nosotros podemos cambiar
dólares por pesos, por marcos o francos porque hay un elemento que se
mantiene por fuera que es el patrón oro, en tanto el patrón oro está por fuera
de la serie de los términos que ingresen en el conjunto este intercambio es
posible; entonces la niña sin renunciar al falo, renuncia al pene a condición de
sustituirlo por el niño del padre, lo cual supone el ingreso en una economía
absolutamente diferente, que es la economía de la demanda del padre.
En trabajos posteriores de “La sexualidad femenina” y “La femineidad”, el
trabajo más importante a mi gusto es el de “La femineidad”, que tiene un rigor
deductivo que no tiene “La sexualidad femenina” este es más un collage, un
conjunto de observaciones y cuestiones que no terminan de articularse.
En “La femineidad” lo que Freud finalmente desarrolla es una teoría de la
identificación respecto del problema de la femineidad y va a proponer una serie
de parámetros, de tareas que la mujer debe atravesar para conquistar la
femineidad normal. Una de las tareas es el cambio de zona, pasaje del clítoris
a la vagina, para Freud toda la actividad clitorial es fálica, como si dijéramos es
varonil, Freud le da es estatuto a la masturbación femenina, es una práctica
fálica; debe cambiar el clítoris por la vagina, debe cambiar de objeto, la madre
por el padre, lo cuál no es sencillo. Esta posición respecto del padre lo coloca
como destinatario de una demanda, lugar que va a venir a ser sustituido por los
hombres de su vida, de los que va a esperar estos dones, bajo la forma de un
niño, de un pene y de otro tipo de atributos, dinero, satisfacciones, bienes, etc.;
vamos a decir, el orden de los dones que un hombre pueda brindar a una mujer
en esta posición.
En el texto de “Las consecuencias psíquicas de la diferencia sexual
anatómica”, es interesante ver como Freud ordena la clínica femenina de dos
maneras; él dice que la mujer puede quedar en una posición de esperar el
ansiado falo, la función de la esperanza del falo. La otra salida es lo que él
llama la negación, la negación de la castración, la imposibilidad de la renuncia
al pene, no al falo, esta negación de la castración, va a poner en juego, como
posible, una psicosis en la edad adulta, esta dificultad de articulación del
complejo de castración, esto quiere decir, no hay entrada en la envidia fálica
“porque no lo ha perdido” por lo tanto no lo envidia. La entrada a la envidia
fálica supone la función de la esperanza, hay una asunción del que el falo falta
y que la esperanza va a inaugurar lo que Freud llama la posición típicamente
femenina. La envidia fálica es el sentimiento femenino por excelencia, porque
va a poner a la mujer en relación al hombre en el lazo de un intercambio
posible.
Esta función de la esperanza es una función fundamental a ser leída en la
clínica porque la esperanza está sostenida por lo que en Lacan se designa
como la estructura del fantasma, hay un fantasma inconsciente que es el que
sostiene esta esperanza y el punto donde esta esperanza, y esto es absoluto,
fracasa; ese es el momento de consulta de una mujer al psicoanalista , digo es
absoluto porque cuando se pone en juego una frustración de la esperanza es el
momento donde una mujer llega al análisis; la frustración de la esperanza tiene
que ser leída, en el material, en el discurso de una mujer. Esta frustración
puede adaptar múltiples formas. Por Ej. , una mujer consulta porque ella salía
con un muchacho con el cuál no estaba muy entusiasmada, luego lo dejó y
tiempo después se entera que él se ha casado con otra mujer que está
embarazada y en ese momento se pone en juego la consulta. Ven que allí la
donación de éste hombre a otra es lo que pone en juego la frustración. La
frustración es un concepto freudiano, que en alemán versagung, no quiere
decir frustración simplemente sino quiere decir: ruptura de una promesa, una
promesa que creó una ilusión a la que sucede una frustración de una promesa,
de una ilusión. Lacan retoma este concepto que fue en cierto sentido
bastardeado en la clínica postfreudiana, especialmente en la kleiniana y le
devuelve la originalidad freudiana en el sentido de que este concepto pone en
juego la expectativa de recibir un don, por Ej. La frustración del don es lo que
aparece en el “caso de la joven homosexual”, ella tiene trece años y está en
posición edípica. Juega con un niño de la plaza con el que se encariña mucho,
lo cual revela su deseo de recibir un niño del padre. Justo en ese momento el
padre le hace un niño a su mujer, esto pone en juego una frustración, de la
esperanza y la joven pasa a la posición homosexual a causa de esta frustración
del don.
Recuerdo un caso donde una mujer consulta por su hijo que tiene enuresis y de
entrada se observa el rechazo que siente por su hijo y por su síntoma, y se
aprecia que ya de niño padece un eczema alérgico y lo que aparece luego
como material es que para la época donde ella se casa, su padre se separa de
su madre y se va a vivir con una negra, una mujer degradada, ella toma
distancia de él. Este rechazo del hijo está relacionado a la frustración del don,
porque éste no es el hijo que ella soñaba, en relación a la posición en la que el
padre se encuentra de otra mujer, el hijo que ella debió haber tenido fue
perdido y el que tuvo es el que perdió, ella admite no dejarlo ver a su abuelo,
es decir la fantasía que ella tuvo de que el padre y el hijo fueran juntos a la
plaza, esta fantasía ha caído, no se sostiene y la ecuación está fallando y esto
aparece en la clínica como un rechazo radical al hijo, éste no es el hijo de la
ecuación falo-niño, porque éste requiere al padre en una posición simbólica
muy particular.
En otros casos la frustración aparece como problemas en las herencias, en
las sucesiones; en otros casos la frustración del don, este don es el don que
tiene que ser dado por el padre, o sea por lo que se llama en lacaniano el
padre idealizado, es un padre que está a la altura de ser capaz de dar el don y
poner remedio a este problema de la castración, de la femineidad. La
necesidad de sostener este padre idealizado es una de las razones
fundamentales por las que se puede entender las posiciones sacrificiales de
una mujer, es decir sostiene, apuntala al hombre, hace la vista gorda a las
inconsistencias y las canalladas de su cónyuge, requiere de un sacrificio, de
una renuncia para sostener al padre en esa posición de idealización, es a
condición de un sacrificio; cuando el sacrificio se vuelve inútil o imposible,
donde el cónyuge ya no puede ser sostenido, ahí se produce la frustración de
la esperanza y en ese punto una mujer consulta.
Este elemento freudiano de la esperanza y su correlato a la frustración de la
esperanza es un indicador clínico decisivo, respecto de eso es que Freud dice
que es la roca viva, eso es con lo que no se puede, no hay modo.
El problema freudiano de la envidia fálica es estructural, decíamos que Freud
da algunas salidas posibles para la femineidad, habíamos dicho 1) cambio de
zona, 2) cambio de objeto, 3) ecuación falo-niño, 4) la función de la esperanza,
5) elección anaclítica de objeto, parece que es más saludable que una mujer
elija a un hombre según el modelo del padre, el modelo anaclítico. Uds. Vieron
que en “Introducción al narcisismo” Freud define dos modos de la elección de
objeto, uno es el modo narcisístico que una mujer elige a un hombre según el
varón que quiso ser, eso desconoce la diferencia de los sexos, y el otro modo
es el modo anaclítico, en el sentido en que el hombre elige un objeto protector
nutricio, elige a una mujer como madre, se ofrece como niño a una mujer y una
mujer elige un objeto protector, elige al padre, a un hombre en el lugar del
padre.
P: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
R: Estructuralmente, Freud dice así, elige anaclíticamente sobre el modelo del
padre, un hombre que la cuide, pero inmediatamente instala la transferencia
materna, entonces dice el primer matrimonio reproduce la relación de la mujer
con la madre; efectivamente, están en juego los dos órdenes de transferencia,
o el padre o la madre; la elección anaclítica para Freud es propiciante de la
femineidad, la elección narcisística no porque negaría, estaría ordenada desde
la envidia fálica y ordenaría más un tipo de elección que renegaría de la
diferencia de los sexos. La elec-ción narcisística sería la famosa pareja de la
histérica y el psicópata.
Hay otro parámetro más que da Freud; dice, que la mujer en la vida amorosa
debe tener una posición narcisista no una elección narcisista, la elección tiene
que ser anaclítica; esto quiere decir que una mujer debe restaurar la herida
narcisística de la castración por la vía de “hacerse amar”, de buscar ser amada;
esto es importante porque justamente en la histeria nos encontramos con que
no hay modo, no hay manera que una histérica acepte ser amada, aquel que la
ame perdió, es importante que la mujer pueda asumir esta posición narcisística,
esto quiere decir soportar cierta condición de objeto de amor pero en una
elección donde el otro aparece sobre la base del modelo anaclítico, modelo del
padre.
Hasta allí dan las cuentas con Freud, este trabajo es del 32, en el 37 va a
decir hay algo que no va, porque las mujeres siempre van a seguir anhelando
el falo, lo cuál llevar a una mujer a ese punto en un análisis freudiano no
muchos analistas son capaces de poder hacer esto quiere decir llevar a una
mujer al punto de la roca viva, de la incidencia del complejo de castración, que
una mujer pueda convivir con eso, que su propia envidia fálica se pueda volver
visible; esto no deja de tener consecuencias en el análisis de una mujer, digo
esto a favor del análisis freudiano, del complejo de castración.
Vamos a ubicar como avanza Lacan sobre este problema, de la roca viva.
Estos límites, que efectivamente lo son, del análisis freudiano, se comprueban
en la clínica; es habitual ver en la supervisión como el analista puede haber
agotado ese límite y el análisis no avanza porque está en ese impasse de
problema del complejo de castración. Lacan avanza por el lado de la histeria, la
histeria excluye la femineidad, son posiciones subjetivas excluyentes. Lacan
revisa en los primeros años los historiales freudianos femeninos, en particular
el caso Dora y el caso de la joven homosexual y ubica un problema central a la
estructura histérica, que es el problema de la “la otra”, este problema ya había
sido avizorado por Freud, esto se publicó en 1905, al final hay una nota a pié
de página del año 23 donde dice que en sus años de trabajo tuvo muchas
deserciones porque no se avivaba del valor que tenía la otra mujer para la
histérica, como además no se avivaba que podía ser objeto de transferencias
femeninas. Lacan inventa un aparato, una especie de máquina de picar carne
que se llama los tres registros, lo real, lo simbólico y lo imaginario; por Ej. Uds.
Ponen el narcisismo y hay que estudiarlo en lo real, en lo simbólico y en lo
imaginario. Con esta herramienta Lacan empieza a ordenar problemas de la
teoría freudiana y de la clínica freudiana y posfreudiana, y va a definir el lugar
de la otra, de la histeria no como un objeto libidinal sino que la otra va a ser
definido como un objeto simbólico; la otra de la histérica, la señora K, va a ser
el lugar del enigma simbólico; como ella hace para estar ahí, como objeto
castrado, pasivo, cómo se mantiene en esa posición para el deseo de un
hombre.
Ejemplo: Es un hombre al que le gustan las mujeres rellenas pero habla bien
de la flaca que es una amiga, si le gustan las rellenas para coger cómo es que
habla tan bien de una flaca con la que no cogería, se le arma enigma, esa otra
va al lugar del enigma de la femineidad. El problema es que la otra, en la
primera parte de la obra de Lacan, es un enigma, es el modo de plasmar en
una trama, en una escena, una pregunta acerca del lugar imposible de ocupar
para la histérica, que es el lugar de la femineidad, primera teoría de Lacan
sobre la histeria.
Segunda teoría, mientras la histérica está celosa de la otra o sospecha de la
otra; en a primera teoría, es una pregunta inconsciente que debe ser leída por
el analista, en la segunda teoría Lacan dice, la otra le permite a la histérica
mantener un deseo insatisfecho, que el partenaire es a la otra a la que se coge,
la histérica pone a otra en el lugar de una mujer para resguardarse una
insatisfacción, en los celos ella está deseante pero insatisfecha con lo cuál se
resguarda que sea la otra la que va a encontrar la satisfacción sexual con el
falo del cónyuge, ésta es la posición de Dora, ella se reserva excitada, caliente,
andaba con esa literatura eroticona con la cual se calentaba pero hasta ahí.
Dora no tiene ningún problema en que los tipos se acuesten con la señora K, el
señor K y su padre, mientras ella se reserva en un deseo insatisfecho,
entonces la trama de la otra es la otra, es supuesta una satisfacción, ven que
hay un avance en la teoría. La histérica seduce a un tipo, sale con una
minifalda muy corta y dice que los tipos son todos babosos, ella sale a
despertar el deseo pero en el punto donde el deseo ha sido despertado y ella
tendría que ponerse en relación como objeto respecto de ese deseo, ella se
reserva una insatisfacción, lo deja pagando, y pone a otra en ese lugar, que se
saque la calentura con otra. Lacan avanza otra vez sobre ésta teoría, en ese
modo de mantenerse insatisfecha una mujer resguarda como una esencia
intocada de lo femenino, como si hubiera una femineidad por fuera de falo-
castración de la diferencia sexual anatómica, una femineidad por fuera de estas
leyes de lo simbólico. Hasta acá estamos con Freud; Lacan dice, en el deseo
insatisfecho donde está la otra es a la otra a la que manda a entrar en este
régimen y en todo caso a tener un orgasmo con el pene del partenaire, en tanto
ella en este deseo insatisfecho reserva lo que Lacan llama un goce, una
satisfacción muy particular no sexual, no orgásmica, todo lo contrario excluye la
satisfacción sexual y el paradigma de éste goce que habita el deseo
insatisfecho es la frigidez, la ausencia de satisfacción sexual por la relación con
el falo de un hombre, pero en la frigidez hay un goce, hay un orden de
satisfacción, no al modo del orden de satisfacción que se anuda al principio del
placer, y que consiste en mantenerse intocada por el falo, porque si cede al falo
y encuentra el orgasmo este goce se pierde. Esta esencia femenina es
excluyente de la femineidad porque supondría la posibilidad de una esencia
femenina por fuera del orden fálico. Por fuera del intercambio con un hombre,
por fuera de los dones del padre, porque se preserva de esa posibilidad de la
satisfacción que procuraría la entrada en el orden fálico, que pone en juego la
castración. La castración sería la pérdida de esa esencia femenina. El
paradigma es la frigidez, porque la frigidez en la mujer es como si para ella el
falo no existiera. Dora defiende esta esencia femenina preservándose de los
intercambios.
Voy a dar un caso clínico: es una maestra cuyo padre falleció hace pocos
años y resulta que ella había desarrollado una enfermedad psicosomática, una
hipertensión ocular, digo psicosomática porque la estructura del discurso está
afectada, lo que Lacan llama la afasia psíquica. Ella habla y está fuera de sí
cuando habla, hay un apretamiento del discurso, informativo, con poca
resonancia emocional. No tengo el dato de cuando empezó este cuadro, el
hecho es que cuando se embarazó de su hijo ella tomaba una medicación para
hipertensión ocular y se planteó una contradicción, tiene un hijo pero pierde el
ojo durante el embarazo. Ella dice que respecto de su padre nunca lo pensó
como un padre, que existía pero nunca vivió. Los padres se habían separado
una semana antes de que ella cumpliera 15 años y el padre forma pareja con
otra mujer; ella deja de ver al padre, cuando el padre muere no va al velorio y
dice que ella nunca le pidió nada al padre, “yo siempre me las arreglaba”. Dice
respecto de su madre y de sus hermanos que ella fue la madre de su madre y
de sus hermanos. Ella está separada del marido y la hija pide que su padre
vaya a visitarla. Uds. Ven algunos indicadores de la salida edípica de esta
mujer: no se ha constituido este pasaje freudiano de la madre al padre en tanto
el padre no ha sido objeto de la demanda, ella no cree que las consecuencias
de esto son devastadoras, dice que no piensa utilizar el dinero que el padre le
dejó. Acá ya hay un indicador de la ecuación niño-falo freudiana, si no hay
demanda al padre esta ecuación no está producida. El problema es cuál es la
relación que tiene su enfermedad y esta decisión de perder un ojo para tener
un hijo; pero no hay ninguna duda que la ausencia del padre haya produ-cido
alguna consecuencia, este agujero del padre y el de la fosa ocular. Cuando ella
cede el ojo está en relación a poner en juego una castración fallida, por eso
digo que la extracción del ojo es un intento fallido de restituir lo que de la
castración haría posible que el padre fuera el donador de un niño, hay un movi-
miento fallido a la búsqueda del padre en ésta cesión del ojo en el sentido de
una castración en el cuerpo que busca el sujeto.
En tanto hay una pérdida inaugural que no ha soportado, por la que no ha
pasado. Para tener un hijo ella instaura una pérdida fallida, busca anudarse
como sujeto, como hija, busca una castración, fallida porque fracasa, uno
podría decir “ojo por ojo”, esta pérdida del ojo es el retorno de la venganza del
padre, no pedirle al padre es el modo de asesinar al padre, ella decía “existía
pero nunca vivió”.
P: _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
R: La colega pregunta cuál es el destino del niño. Sin duda este niño va a
cargar con el peso de una deuda, su constelación es problemática porque no
es un hijo de su padre.
(Intervención) Si es muy importante, del lado del hombre, que dice Freud, que
Lacan sostiene, el hombre cuando descubre la castración de la niña va a
padecer un desprecio a la femineidad, en segundo lugar un temor a la
castración y en tercer lugar un odio a la mujer, las múltiples formas en que un
hombre no le perdona a una mujer ser la causa de su deseo, Freud dice que el
hace una disociación entre la mujer virtuosa a la que le rechaza el sexo, y
desea eróticamente a la mujer degradada. En la mujer virtuosa se salva a la
madre, que el hombre asuma que en su madre hay una mujer puede llevar
mucho tiempo. Por Ej. un tipo puede hacer negocio con una mujer frígida
porque su pene no está puesto en tela de juicio.

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