Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
[S]e pudo advertir que en el año 2017 al accionante no le fue aprobada la exención
de la medida de pico y placa, y la Administración le indicó que debía cumplir con
ciertos trámites y condiciones -especialmente que el vehículo debe estar registrado
en Bogotá- para poder acceder a este beneficio. Lo anterior se desprende del
contenido de los Oficios del 3 de mayo de 2011 y el 16 de febrero de 2017 otorgados
por la Secretaría Distrital de Movilidad. Ahora bien, se tiene que si bien existen
ciertos trámites y requisitos exigidos por la normatividad vigente para acceder al
beneficio de exención de la medida de restricción vehicular denominada pico y
placa para automotores de personas con discapacidad, lo cierto es que dicha
medida, tratándose de una persona en situación de discapacidad como el actor,
constituye una medida desproporcionada, que afecta seriamente los derechos
fundamentales del actor. (…). De conformidad con lo señalado en los párrafos
anteriores, se confirmará la sentencia recurrida que tuteló el derecho fundamental
a la igualdad del señor [P.W.R.C.], y le ordenó a la Secretaría Distrital de
Movilidad: (i) incluir en la base de datos de los vehículos exentos de pico y placa la
camioneta de placa (…) y (ii) autorizar la circulación de dicho vehículo en la ciudad
de Bogotá durante el horario de restricción establecido mediante el Decreto 575 de
2013, autorización condicionada a que el mencionado vehículo podrá circular
durante el término de la restricción, siempre y cuando en el mismo se transporte el
[actor].
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN CUARTA
Actor: P.W.R.C.
Segundo
En consecuencia, el S.D. de Movilidad y el Director de Servicio al Ciudadano de la
Secretaría Distrital de Movilidad, en el término de cuarenta y ocho (48) horas
contadas a partir de la notificación de la presente providencia, deben (i) incluir en
la base de datos de los vehículos exentos de pico y placa la camioneta de placa
FUL349 y (ii) Autorizar la circulación de dicho vehículo en la ciudad de Bogotá
durante el horario de restricción establecido mediante el Decreto 575 de 2013,
autorización condicionada a que el mencionado vehículo podrá circular el término
de la restricción siempre y cuando en el mismo se transporte el señor P.W.R.C.
[...]”.
ANTECEDENTES
El 19 de abril de 2017[1], P.W.R.C. interpuso acción de tutela contra la ALCALDÍA
MAYOR DE BOGOTÁ – SECRETARÍA DISTRITAL DE MOVILIDAD, por
considerar vulnerado su derecho fundamental a la igualdad.
1. Pretensiones
Las pretensiones de la demanda de tutela son las siguientes:
2. Hechos
Del expediente se advierten como hechos relevantes los siguientes:
1. El señor P.W.R.C. aseguró que pertenecía al grupo especial de
contraguerrillas de la Policía Nacional, y que el 10 de septiembre de 1997 fue
víctima de un atentado efectuado por las FARC-EP en el municipio de
Pajarito (Boyacá) el cual le produjo graves lesiones físicas como la pérdida
de su visión y amputación de dedos del miembro superior derecho.
2.2. Señaló que durante el año 2011 radicó derecho de petición ante la
Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá con el fin de obtener la exención
de “pico y placa” para su vehículo de uso particular marca Nissan de placas
FUL-349 matriculado en el municipio de Facatativá (Cundinamarca).
2.3. Afirmó que esa Secretaría revisó los documentos aportados, y sin que
quedaran dudas que se trata de una persona invidente, accedió a las
pretensiones solicitadas en el derecho de petición e inscribió su vehículo en
el registro de la base de datos de automotores exentos de la medida de “pico
y placa”.
2.4. Explicó que pudo movilizarse durante los años 2011 a 2016 sin ninguna
restricción.
2.5. Sin embargo, a finales de año 2016, luego de verificar en la página web
de la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá si su vehículo continuaba
exento de la medida de pido y placa, encontró que había sido retirado del
registro de la base de datos. Dicha decisión no le fue notificada.
2.6. Ante esta situación, presentó una nueva petición el 3 de febrero de 2017,
en la que solicitó el restablecimiento de sus derechos, y en consecuencia, que
el vehículo de su propiedad fuera inscrito nuevamente en el registro de los
vehículos exentos de la medida de pico y placa.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
1. La acción de tutela, consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política,
reglamentado por el Decreto 2591 de 1991[5], fue concebida como un
mecanismo para la protección inmediata, oportuna y adecuada de derechos
fundamentales, ante situaciones de amenaza o vulneración, por la acción u
omisión de las autoridades públicas, o de los particulares en casos concretos
y excepcionales. Sin embargo, es subsidiaria a otras herramientas judiciales,
salvo cuando se interponga como mecanismo transitorio para evitar un
perjuicio irremediable.
2. Aspectos previos
En relación con este aspecto, esto es, la falta de competencia del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, para conocer en primera instancia de la
acción de tutela de la referencia, debe decirse que, de conformidad con
el artículo 37 del Decreto 2591 de 1991 –que reglamentó la acción de tutela
consagrada en el artículo 86 de la Constitución–, “...son competentes para
conocer de la acción de tutela, a prevención, los jueces o tribunales con
jurisdicción en el lugar donde ocurriere la violación o amenaza que
motivaren la presentación de la solicitud…”., lo que significa que todos los
jueces, llámense unipersonales o colegiados, son jueces constitucionales.
Otra cosa es, que en virtud del Decreto 1382 de 2000, se hayan establecido
unas reglas para el reparto de las acciones de tutela. Pero vale la pena
recordar que la Corte Constitucional ha sido enfática en señalar que
el Decreto 1382 de 2000 es un acto administrativo orientador[6].
De esta forma, se concluye que todo juez de la República, por regla general,
es juez constitucional, y por tanto puede conocer a prevención de los asuntos
sometidos a su conocimiento sin tener que acudir a conflictos de
competencia que dilatarían la actuación procesal que resulta incompatible
con este mecanismo constitucional.
“Todas las personas nacen libres e iguales ante la Ley, recibirán la misma
protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos,
libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo,
raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o
filosófica.
“El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva
y adoptará las medidas a favor de grupos discriminados o marginados.
Por tanto, para hablar de una violación del derecho a la igualdad ante la ley,
es preciso que las personas o grupos que son objeto de comparación, estén
en idénticas circunstancias, y que no exista razón para que se dé un trato
distinto de unos frente a los otros.
Por lo anterior, “la igualdad exige el mismo trato para los entes y hechos que
se encuentran cobijados bajo una misma hipótesis y una distinta regulación
respecto de los que presentan características desiguales, bien por las
condiciones en medio de las cuales actúan, ya por las circunstancias
particulares que los afectan, pues una u otras hacen imperativo que, con
base en criterios proporcionados a aquéllas, el Estado procure el equilibrio,
cuyo sentido en Derecho no es otra cosa que la justicia concreta”[9].
3.2. En este caso, la Sala debe tener especial consideración, como quiera que
se encuentran en juego los derechos fundamentales de un sujeto de
protección especial, ya que se encuentra probado que el señor P.W.R.C. tiene
una con una pérdida de su capacidad laboral del 73.3% y una deficiencia
visual del 45%.
[…]
Queda claro entonces que existe protección legal y constitucional para las
personas en situación de discapacidad, cuya condición les otorga la calidad
de sujetos de especial protección, para el caso en concreto, en lo
concerniente al derecho al transporte de este grupo de personas sobre
quienes operan exenciones relativas a medidas de restricción vehicular como
el llamado “pico y placa”.
Ahora bien, se tiene que si bien existen ciertos trámites y requisitos exigidos
por la normatividad vigente para acceder al beneficio de exención de la
medida de restricción vehicular denominada “pico y placa” para
automotores de personas con discapacidad, lo cierto es que dicha medida,
tratándose de una persona en situación de discapacidad como el actor,
constituye una medida desproporcionada, que afecta seriamente los
derechos fundamentales del actor.
En el expediente obra copia del acta de la Junta Regional de Calificación de
Invalidez de Boyacá según la cual, el actor cuenta con una pérdida de la
capacidad laboral del 73.3% y una deficiencia visual del 45%, de allí que se
encuentra probado que se trata de una persona en condición de
discapacidad, que por lo tanto debe gozar de la especial protección del
estado, por lo que no puede hacerse más gravosa su situación al cambiarle
las condiciones respecto del vehículo que utiliza para su desplazamiento
diariamente. Máxime si se tiene en cuenta que durante los años 2011 a 2016
el actor se benefició de la exención de la medida de restricción vehicular en
la ciudad de Bogotá, como lo sostuvo en la solicitud de amparo, y dicha
afirmación no fue desvirtuada por la accionada.
4.4. Conclusión
FALLA
1. CONFIRMAR la sentencia del 5 de mayo de 2017, proferido por el
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE CUNDINAMARCA, SECCIÓN
SEGUNDA – SUBSECCIÓN “B”, por las razones expuestas en la parte
motiva de esta providencia.
2. NOTIFICAR la presente decisión a los interesados, por el medio más
expedito.
3. ENVIAR a la Corte Constitucional para su eventual revisión.
-----------------------
[1] Folio 22.
[2] Folio 19