Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En primer orden es preciso establecer la definición de esta rama del Derecho, en este sentido
se debe aclarar que se suele utilizar como sinónimos los términos Derecho Tributario y
Derecho Financiero, así se tiene que Ossorio (2006), en su Diccionario de Ciencias Jurídicas,
Políticas y Sociales, remite del Derecho Tributario al Derecho Financiero, y lo define de la
siguiente manera:
Rama del Derecho Público interno que regula la actividad del Estado en cuanto a los órganos
encargados de la recaudación y aplicación de impuestos, presupuesto, crédito público y, en
general, de todo lo relacionado directamente con el patrimonio del Estado y su utilización. (p.
306).
Villegas (2002), lo define como, “(…) el conjunto de normas jurídicas que regulan los tributos
en sus distintos aspectos”.
Estas relaciones jurídicas son plurales, ya que no sólo se refieren a la obligación de pago
público, sino también a otra variada gama de facultades, deberes y obligaciones que exigen
comportamientos diferentes, tanto en lo que hace al sujeto activo como a los supuestos
deudores y otros terceros.
Las acciones humanas que desarrollen actividad tributaria no pueden sustraerse a ser
encauzadas por preceptos que son mandatos expresos del “deber ser”, o sea, por normas
jurídicas.
1
autonomía del derecho tributario | Temas de Derecho
autonomía del derecho tributario | Temas de Derecho
https://temasdederecho.wordpress.com/tag/autonomia-del-derecho-tributario/
https://temasdederecho.wordpress.com/tag/autonomia-del-derecho-tributario/
Normas Jurídicas Tributaria.- Villegas (2002) sintetiza las características básicas de las
normas tributarias como sigue a continuación:
d) La norma ordena el camino a seguir en la faz procedimental para que el tributo creado se
transforme en tributo cobrado.
e) La norma tributaria posee coercibilidad. El fisco puede usar todos los medios legalmente
permitidos para atacar a los no cumplidores. Esto puede implicar, incluso, el uso de la fuerza.
El origen del tributo se remonta a los tiempos pretéritos en que implicaba sumisión y
humillación, dado que era pagado por los derrotados a los vencedores de las contiendas
bélicas. De ahí en adelante los investigadores siguieron su rastro aproximado a lo largo de la
historia.
Cosa distinta sucede con el derecho tributario porque, si bien se encuentran algunos
aparentes antecedentes a partir de 1300, carecen de interés por reflejar una concepción
autoritaria alejada de la que se estudia en el presente.
El nacimiento del derecho tributario como auténtica disciplina jurídica se produjo con la
entrada en vigencia de la ordenanza tributaria alemana de 1919. Este instrumento
desencadenó un proceso de elaboración doctrinal de esta disciplina, tanto por los abundantes
problemas teóricos con implicancia práctica que el texto planteó, como por su influencia en la
jurisprudencia y legislación comparada. Aún en estos tiempos, en su última versión de 1977,
despierta el interés de investigadores y sigue provocando debates sobre su interpretación.
Terminología y Contenido
La terminología no es uniforme en esta rama jurídica. En tanto la doctrina italiana, española y
brasileña usan la denominación “derecho tributario”, los alemanes prefieren la expresión
“derecho impositivo”, mientras que los franceses se refieren al “derecho fiscal”, que es la
expresión más generalizada entre nosotros.
No cabe duda de que el término “tributario” es más exacto que el término “fiscal”, porque este
último puede interpretarse en el sentido de “fisco” como entidad patrimonial del Estado. La
actuación del fisco no se refiere sólo a la actuación estatal con respecto a los recursos
tributarios, sino también con relación a los restantes recursos del Estado.
Sin embargo, y dado que el uso común y la costumbre mantienen tal nombre, debe concluirse
que las expresiones “derecho fiscal” y “derecho tributario” pueden utilizarse con análogo
significado.
Autonomía
Villegas (2002) considera necesario advertir, sin embargo, que el concepto de autonomía
dentro del campo de las ciencias jurídicas es equívoco y adolece de una vaguedad que
dificulta la valoración de las diferentes posiciones.
Por eso nunca la autonomía de un sector jurídico puede significar total libertad para regularse
íntegramente por sí solo. La autonomía no puede concebirse de manera absoluta, sino que
cada rama del derecho forma parte de un conjunto del cual es porción solidaria. Así, por
ejemplo, la “relación jurídica tributaría” (el más fundamental concepto de derecho tributario) es
sólo una especie de “relación jurídica” existente en todos los ámbitos del derecho y a cuyos
principios generales debe recurrir. De igual manera, conceptos como “sujetos”, “deuda”,
“crédito”, “pago”, “proceso”, “sanción”, etc., tienen un contenido jurídico universal y
demuestran la imposibilidad de “parcelar” el derecho.
Existen posiciones divergentes sobre este punto. A continuación se presenta una visión
sucinta de las principales posiciones sostenidas.
a) Subordinación al Derecho Financiero. Se Comprende aquí la tesis que niega todo tipo de
autonomía al derecho tributario (aun la didáctica) porque lo subordina al derecho financiero.
Tal es la posición de Giuliani Fonrouge, que según Villegas no es convincente su posición, por
cuanto no encuentra inconveniente en que el derecho tributario, atento el volumen de su
contenido, se estudie separadamente del derecho financiero, aun cuando también es posible
su estudio conjunto. Jarach acepta la posibilidad de la conjunción, la que adoptan
generalmente los cursos o manuales españoles.
En una de sus obras más recientes, García Belsunce ha sintetizado las razones esgrimidas y
ha explicado el porqué de la terminología utilizada. Según su tesitura la autonomía científica
supone:
1) la autonomía teleológica o de fines, cuando un derecho tiene fines propios y distintos de los
demás;
3) la autonomía dogmática y conceptual, cuando esa rama del derecho tiene conceptos y
métodos propios para su expresión, aplicación o interpretación.
d) Subordinación al Derecho Privado. Por último, se encuentran quienes afirman que el
derecho tributario no ha logrado desprenderse del derecho privado, lo cual sucede
principalmente porque el concepto más importante del derecho tributario, que es la obligación
tributaria, se asemeja a la obligación de derecho privado, diferenciándose por el objeto de una
y de otra (tributo por un lado y obligación de una persona por el otro). Quienes afirman esta
dependencia con respecto al derecho privado (civil y comercial) conceden al derecho tributario
solamente un “particularismo exclusivamente legal” (posición del francés Gény).
Luego de hacer varias consideraciones, Villegas concluye sosteniendo que se puede hablar
de una autonomía didáctica y funcional del derecho tributario, pues constituye un conjunto de
normas jurídicas dotadas de homogeneidad que funciona concatenado a un grupo orgánico y
singularizado que a su vez está unido a todo el sistema jurídico. Su singularismo normativo le
permite tener sus propios conceptos e instituciones o utilizar los de otras ramas del derecho,
asignándoles un significado diferente.
d) El Derecho Procesal Tributario contiene las normas que regulan las controversias de todo
tipo que se plantean entre el fisco y los sujetos pasivos, ya sea en relación a la existencia
misma de la obligación tributaria, a su monto, a los pasos que debe seguir el fisco para
ejecutar forzadamente su crédito, para aplicar o hacer aplicar sanciones y a los
procedimientos que el sujeto pasivo debe emplear para reclamar la devolución de las
cantidades indebidamente pagadas al Estado.
BIBLIOGRAFÍA