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EVOLUCIÓN JURÍDICA DE LA RESPONSABILIDAD

EXTRACONTRACTUAL
DEL ESTADO EN COLOMBIA

Rachid Farid Nader Orfale


Abogado. Magíster en Derecho Administrativo y especialista en Derecho Constitucional.
Asesor Jurídico de la Gobernación del Atlántico y varias entidades públicas.
Docente de la Universidad Libre, Universidad del Norte y Universidad del Atlántico.
Se desempeña además como catedrático y conferencista de la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP.
Director del Grupo de Investigación Poder y Ciudadanía categoría B de Colciencias.
Autor del libro Las juntas administradoras locales en Colombia así como de varios artículos y ensayos.
naderorfale@hotmail.com

RESUMEN
La responsabilidad extracontractual del Estado en Colombia no ha sido ajena al desarrollo de las tesis doctrinales que respecto del
tema se han dado en otros ordenamientos. Más aún, ha sido notoria la correspondencia de las mismas con el desarrollo Derecho
Administrativo, razón por la que la fundamentación del Derecho Privado fue inicialmente el ámbito de gestación, hacia una concu-
rrente remisión hacia el Derecho Público.

Palabras clave: Responsabilidad extracontractual, Títulos de imputación, Daño antijurídico, Servicio público.

ABSTRACT
The liability of the state in Colombia has not been immune to the development of doctrinal thesis on the subject have occurred in
other jurisdictions. Moreover, the correspondence has been notorious of them with the development of administrative law, why the
foundation of private law was initially the scope of gestation, to a concurrent referral to the public law.

Key words: Liability, Securities claim, Unlawful damage, Public service.

Recibido: Agosto 10 de 2010 • Aceptado: Octubre 19 de 2010

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1. Introducción de los ciudadanos para la satisfacción de sus ne-
cesidades.
Una vez acaecida la aparición de las distintas
formas de organización política, y su posterior Pero es con la aparición del célebre Fallo Blan-
desarrollo en la forma de organización estatal, se co de 1873, del Tribunal de Conflictos Francés,
empieza a acuñar el concepto de soberanía como cuando se consagra la responsabilidad del Estado,
elemento esencial del Estado, a partir del cual se independientemente de que estuviera estatuída en
le reconocía amplios poderes para disponer de los textos legales expresos y autónomamente de que
mecanismos que considerara necesarios para la su actividad fuera de poder o de gestión*, puesto
consecución de sus fines cuya observancia estaba que tuvo en cuenta la teoría del servicio público
radicada en cabeza de los gobernantes. como criterio para determinar los asuntos de ca-
rácter administrativo, entendido servicio público
como: “toda actividad de una persona u organis-
La anterior concepción, originó el desconocimien-
mos públicos, tendiente a satisfacer una necesidad
to de toda responsabilidad del Estado en perjuicio
de interés general”.
alguno que ocasionara sin atención de justa causa
o no, dándosele la exoneración absoluta de toda
Además en dicho instrumento judicial se estable-
obligación a indemnizar. Sin embargo, es oportu-
ció que la responsabilidad del Estado debía regirse
no resaltar que dicha irresponsabilidad predicada
por reglas distintas a las que regulaban la respon-
no compelía siempre la inexistencia de un deber de
sabilidad de los particulares teniendo en cuenta el
compensación por lo ocasionado. Dentro del pro-
interés que el aparato gubernamental representa-
ceso de evolución histórica se fueron encontran-
ba, dicho en los siguientes términos:
do ciertos elementos que impusieron un límite al
carácter absoluto que se predicaba con respecto a Considerando que la acción intentada por el se-
la concepción de irresponsabilidad. Como primera ñor Blanco contra el prefecto del departamento
medida, si bien el Estado no era responsable de los de la Gironde, representando al Estado, tiene
daños que por su actividad se ocasionaran, sí lo por objeto hacer declarar al Estado civilmen-
eran los agentes que en su nombre actuaban, de- te responsable por aplicación de los artículos
biendo responder por el perjuicio ocasionado. De 1382, 1383 y 1384 del Código Civil, a causa de
otro lado la responsabilidad del Estado se empieza las heridas sufridas por su hija, por hechos de
a establecer frente a circunstancias determinadas, obreros, empleados por la administración del
cuya ocurrencia correspondía al endilgamiento tabaco:
de la obligación de reparación de los daños, tal y
como aconteció en Francia desde comienzos del Considerando que la responsabilidad que pue-
siglo XIX, con los perjuicios ocasionados por los de incumbir al Estado por los daños causados a
trabajos públicos. los particulares por los hechos de personas que
este emplea en el servicio público, no puede
A partir de la Revolución Francesa, se comienza estar regido por los principios establecidos en
un proceso de reconocimiento de derechos y ga-
rantías a favor del individuo, como mecanismo de
* En dicha época se había considerado al Estado responsable por
protección de este frente al poder soberano del Es- los acontecimientos presentados con ocasión de los actos de ges-
tión a través de los que el Estado actuaba de igual forma que los
tado, instaurándose en cabeza de este último una particulares, mientras que se mantuvo la tesis de la irresponsabi-
serie de obligaciones con referencia al respeto y lidad de la misma frente a los actos de poder puesto que estos se
conceptuaban como emanación directa de la soberanía radicada
efectividad de las facultades consagradas a favor en cabeza del Estado.

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el Código Civil, para las relaciones entre par- responsabilidad del Estado colombiano, dando un
ticulares. giro a la irresponsabilidad que de este se predicaba
a partir de los albores de la Independencia. Se pro-
Esta responsabilidad no es ni general, ni abso- duce entonces una sentencia de la Corte Suprema
luta; ella tiene sus reglas especiales las cuales de Justicia de 22 de octubre de 1896 en la cual se
varían según las necesidades del servicio y la plasma la génesis de la responsabilidad del Estado
necesidad de conciliar los derechos del Estado colombiano, en los siguientes términos:
con los derechos privados.
Es cierto que el sistema federal que regía en Co-
Que en consecuencia, bajo los términos de las lombia, al tiempo que se cumplieron aquellos
leyes enunciadas anteriormente, la autoridad hechos ofrecía dificultades para que el gobier-
administrativa es la única competente para co- no general pudiera impedirlos oportunamente;
nocer del tema. pero los defectos de un sistema de gobierno no
deben servir para privar a los extranjeros de
Posteriormente, se ha dado una tendencia hacia la las garantías a las que tiene derecho; y si esas
ampliación del marco de responsabilidad del Esta- garantías se vulneran por los mismos funcio-
do, bajo un proceso de reconocimiento de respon- narios públicos que deben hacerlas eficaces, y
sabilidad progresivo, cuya incidencia en el mundo si esto sucede obedeciendo a ordenes de una
jurídico se enrola hacia la mayor protección del autoridad superior como lo era el Gobernador
individuo en su indemnidad personal, autonomía de Panamá, la equidad exige que a la Nación se
ética y condiciones materiales mínimas de exis- le declare obligada a reparar el daño ocasiona-
tencia. do por agentes suyos, ya que sería ilusorio la
responsabilidad civil que pudiera demandarse
Como punto cumbre, se ha ideado la posible res- de los empleados delincuentes.
ponsabilidad social, según la cual el Estado debe-
ría responder por todos aquellos daños que se oca- Todas las naciones deben protección a sus ha-
sionen a los miembros de la comunidad, y frente bitantes, nacionales y extranjeros, y si bien es
a los cuales no aparezca un responsable identifi- cierto que un Estado, como persona jurídica,
cado, o aun en el caso en que apareciendo este no no es susceptible de responsabilidad penal, sí
tuviera medios para indemnizar el daño causado. está obligado a las reparaciones civiles por los
El peso fiscal que dicho planteamiento generaría daños que resultan por un delito imputable a
en las finanzas de cualquier Estado, han hecho in- sus funcionarios públicos, cuando no es posi-
viable su puesta en práctica, dado la repercusión ble que estos los resarzan con sus bienes, como
que dicho gasto generaría en la política económica sucede en el presente caso, y cuando concurren
de los Estados. circunstancias especiales que originaron la
muerte de Rosazza.
2. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO CO-
LOMBIANO Estos son los principios universales del Dere-
cho Internacional moderno, conformes con la
2.1 Orígenes moral y la justicia, principios que obligan a las
Luego del proceso regenerador de Núñez y Caro, naciones civilizadas1.
y bajo la dirección en las estructuras estatales de
ideario conservador, se inician en nuestro país los
primeros desarrollos jurisprudenciales sobre la 1. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 22 de octubre de 1896,
Magistrado Ponente Carmelo Arango M.

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Una vez reconocida la responsabilidad del Estado Esta aseveración tenía su soporte legal en las dis-
colombiano, se asimiló esta responsabilidad a la posiciones contenidas en la normatividad civil, es-
predicable frente a las personas jurídicas, aplicán- pecialmente en lo prescrito por los artículos 2347
dosele el mismo régimen de esta, según las dispo- y 2349 del Código Civil, donde se consagra la res-
siciones consagradas en el Código Civil y la com- ponsabilidad indirecta de los derechos ajenos.
petencia que como tribunal máximo ostentaba la
Corte Suprema de Justicia. En jurisprudencia del Consejo de Estado de la
Sala Tercera de la Sala de lo Contencioso Admi-
Partiendo de lo establecido en la mencionada nor- nistrativo, con ponencia del magistrado Jorge Va-
matividad de Derecho Privado, en lo referente a lencia Arango, el máximo tribunal de la justicia
responsabilidad, esta institucionaliza varias clases administrativa, presentó la evolución de la respon-
de responsabilidades, las que su acoplamiento a sabilidad del Estado colombiano en los siguientes
la realidad del Estado como responsable, generó términos:
varias tesis cuya aparición se planteó a partir del
proceso de paralelaje propio de la remisión de las Hasta 1898 la jurisprudencia nacional no reco-
normas establecidas para las interrelaciones parti- nocía la responsabilidad aquiliana de las perso-
culares, frente a la inserción del Estado como su- nas morales, fueran ellas de Derecho Privado o
jeto de dicho proceso de interacción. de Derecho Público, pues, es lo cierto que ni el
Código de Napoleón, ni el Código de Bello, ni
Con ocasión de lo anterior, se plantearon la apari- legislación alguna del siglo pasado, reconocie-
ción de dos tesis fundamentalmente: primeramen- ron tal responsabilidad.
te la Responsabilidad indirecta y posteriormente
la Responsabilidad directa. Es en tal año que la Corte Suprema de Justi-
cia, en sentencia aludida, reconoce que las per-
2.2 Responsabilidad indirecta sonas morales, sean de Derecho Privado o de
Esta responsabilidad fue la inicialmente recono- Derecho Público, pueden ver comprometida
cida a las personas jurídicas, tanto privadas como su responsabilidad, en forma indirecta, por la
públicas, fundamentándose en la culpa incurrida culpa de sus agentes o de sus subordinados, a
por el funcionario o empleado de la persona jurídi- tenor de los artículos 2347 y 2349 de Código
ca en el evento de que se ocasionaran perjuicios a Civil , con base en la “culpa in eligendo” o en
terceros en ejercicio de sus funciones o con razón la “culpa in vigilando”.
y ocasión de estas.
(….)
Dicha tesis tuvo un bípode inicial, al plantearse la
idea de que la persona jurídica tenía la obligación Tal responsabilidad, se configuró jurispruden-
plena de elegir sus agentes y vigilarlos de mane- cialmente así:
ra cuidadosa, de forma tal que si estos incurrían
en culpa durante el ejercicio de sus cargos, esta a) Existe una responsabilidad civil indirecta de
repercutía en la persona jurídica, considerándose la persona moral, privada y pública, basada
que esta igualmente incurría en culpa, bien fuera en el hecho dañoso de sus agentes, por los
en la denominada culpa in eligendo (culpa en la actos ejecutados en ejercicio de sus cargos o
elección) o en culpa in vigilando (culpa en la vi- con ocasión de los mismos, cualquiera que
gilancia). sea la posición jerárquica de aquellos y la

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especie o calidad de sus funciones o tareas; presentante del Estado, cuando los tratadistas
b) Se presume la culpa de la persona moral, basamentan la responsabilidad por hechos de
porque esta tiene la obligación de elegir el terceros en una sanción por falta en la elección
personal y de vigilarlo diligentemente. o la vigilancia, están preconizando fórmulas
c) Dicha presunción puede desvirtuarse pro- justificativas doctrinarias para hacer caer la
bando ausencia de culpa; responsabilidad en quien no hizo directamente
d) Existe, además una responsabilidad del au- el daño”3.
tor frente a la víctima;
e) Responden solidariamente al damnificado (…)
la persona jurídica del agente infractor, con
el derecho de la primera a ser reembolsada El artículo 2.347 establece el principio de la
por el último. responsabilidad por hechos ajenos, y entre los
f) La acción indemnizatoria contra la persona ejemplos que trae cabe perfectamente el caso
moral prescribe en tres años, contra el autor, de los funcionarios públicos, ya que la enume-
si se trata de infracción penal, en el lapso de ración que allí se hace es meramente ilustrati-
prescripción de la pena, o en veinte años, si va4.
de cuasidelitos.
g) Le sirve de arraigo a esta doctrina especial- 2.3 Responsabilidad directa
mente, los citados artículos 2.347 y 2.349 Luego de la aplicación de la tesis de la respon-
del Código Civil que tratan de responsa- sabilidad indirecta por parte de la jurisdicción
bilidad indirecta por los hechos llamados ordinaria y civil, esta empezó a ser recriminada
“ajenos”2. por distintos sectores de la sociedad jurídica. Eran
múltiples los contradictores quienes planteaban
Por su parte la Corte Suprema de Justicia con res- entre las razones de su desaprobación a la tesis de
pecto a la responsabilidad indirecta, había deter- la vigilancia y la elección las siguientes:
minado posiciones similares a las que plantearía el
Consejo de Estado con algunas variantes propias 1) El concepto de in eligendo tenía su desfase,
de la concepción civilista latente en la jurisdicción dado que no todos los funcionarios eran esco-
ordinaria: gidos por el Estado, sino que por el contrario
existían algunos que le eran impuestos por los
Tratándose como se trata de una entidad de De- asociados tales como los de elección popular.
recho Público, el acto de sus agentes o repre- 2) No era posible realizar la escisión entre el Es-
sentantes compromete a dicha entidad. tado y sus agentes, dado que el primero en sus
distintas formas de actuación se veían abocadas
La responsabilidad civil para reparar el daño necesariamente a materializarse a través de los
resulta en esas condiciones de los actos de segundos, por lo que el Estado era responsable
quienes, como agentes del Estado, obran en directamente por los efectos de sus acciones.
el ejercicio regular de sus funciones. Por lo
demás aunque no se tratara de un agente o re-
3. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 30 de junio de 1941,
Sala de Negocios Generales, Magistrado Ponente Arturo Tapias
Pilioneta.
2. Consejo de Estado, sentencia del 12 de diciembre de 1986, Sala 4. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 10 de noviembre de
de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, expediente 1941, Sala de Casación Civil, Magistrado Ponente José Miguel
4910. Arango.

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Es por el segundo argumento que se empieza a reparar el daño causado. Las personas jurídicas
considerar a la persona jurídica y a sus agentes son pues, civilmente responsables de los ilíci-
como un solo cuerpo, de forma tal que la culpa de tos cometidos por sus agentes en el ejercicio de
sus agentes correspondía a la misma culpa del Es- su función o cargo.
tado. Se mantenía como fundamento la normati-
vidad civil pero en este caso se partía del Artículo La responsabilidad civil de las personas jurídi-
2341. La Corte Suprema de Justicia manifestó con cas por actos ilícitos, se desprende como una
respecto al punto de la duplicidad de los agentes lógica consecuencia de la real y amplia capaci-
y del Estado, y su imposibilidad de contemplarse dad de obrar, reconocida por el derecho a estas
como opción los siguientes: personas o entidades colectivas6.

La calidad de ficticias de las personas jurídi- Reafirmando su tesis basándose en una perspecti-
cas no permite en verdad establecer la dualidad va meramente funcional, teniendo en cuenta fun-
personal entre la entidad misma y su represen- damentalmente elementos objetos respecto de las
tante legal, que se confunden en la actividad de actuaciones de las personas tanto jurídicas y priva-
gestión5. das, plasmando la confusión de la conducta posi-
tiva de ambas a través de un proceso de paralelaje
A partir de lo anterior se empieza, por parte de los entre las dos manifestaciones esbozó lo siguiente:
tribunales superiores de nuestro órgano jurisdic-
cional, a construir la fundamentación de la teoría El concepto de la responsabilidad civil extra-
de la responsabilidad directa, más concretamente contractual se funda, en el hecho delictivo o
denominada responsabilidad por el hecho propio. culposo de donde deriva el daño, ya por razón
de un acto u omisión personales de su autor, o
Frente a lo anterior la Corte Suprema de Justicia del hecho de la cosa que está bajo su guarda o
expresó: custodia (culpa directa); o ya también, por la
conducta de un tercero que depende de otro, o
La responsabilidad civil por actos ilícitos, no que se halla a su cuidado (culpa indirecta).
solo corresponde a la persona natural, sino a
la jurídica, por el hecho de sus legítimos y ple- Muy sencilla en sus términos la diferencia con
narios representantes en el desempeño de sus que es posible distinguir cada una de esas dos
cargos. responsabilidades. Respecto de las personas
físicas no sucede lo propio en tratándose de
Si la entidad jurídica puede adquirir por me- de la persona moral, ya que incapacitada ella
dio de sus representantes, debe también, para naturalmente para actuar sin el concurso de la
constituir una persona ser capaz de obligar- primera, no siempre es fácil distinguir cuán-
se. Así cuando al moverse en el radio de sus do el acto y consiguiente responsabilidad son
atribuciones y funciones, los representantes propios y directos de la persona moral, cuan-
de la persona jurídica han ejecutado medidas do constituyen hechos de simple dependencia
perjudiciales a los intereses y sobre todo a la susceptibles solo de comprometer su responsa-
propiedad ajena, esta se encuentra obligada a

6. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 30 de septiembre de


5. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 30 de junio de 1962, 1946, Sala de Casación Civil, Magistrado Ponente doctor Ma-
Sala de Casación Civil, Magistrado Ponente José J. Gómez R. nuel José Vargas.

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bilidad de modo indirecto, o cuando en fin, se era desplegada por alguien que no lo era se tenía
trata de actos personales del agente de lo que como responsabilidad indirecta o por hecho ajeno.
exclusivamente haya de seguirse su personal y En consideraciones de la Corte Suprema de Justi-
exclusiva responsabilidad7. cia esta manifestó:

Esta reiterada aplicación de la responsabilidad di- Refiriéndose Planiol y Ripert al Estado dicen
recta o por hecho propio tuvo una limitación en que su voluntad no tiene existencia fuera de
su aplicación, con fundamento en la llamada teo- su Parlamento, de sus gobernantes y de sus
ría organicista. Se consideró a través de esta últi- funcionarios y agregan que los empleados en
ma que así como las personas físicas se servían general no encarnan la voluntad de la perso-
de su cerebro, manos, boca, etc., para ejecutar en na moral y son simples mandatarios; que lo
el mundo exterior sus decisiones de voluntad, la órganos son los funcionarios a los cuales la
persona jurídica lo hacía a través de sus órganos ley confiere iniciativas. Resumiendo el pen-
de los cuales se valía para sus propias actividades. samiento de los autores citados, que es el de
Por lo anterior se consideró que: la Corte, puede afirmarse que los órganos de
la persona moral son los funcionarios con au-
Cuando la persona jurídica realiza sus funcio- tonomía e iniciativa y con capacidad para en-
nes sirviéndose de uno de sus órganos, tenemos carnar la voluntad del Estado. Hay empleados
responsabilidad directa o por el hecho propio, públicos que no son funcionarios, y dentro de
en razón de los daños causados a terceros, y los funcionarios puede haber algunos que en el
cuando los órganos se sirven de personas auxi- ejercicio de su función no alcanzan a encarnar
liares, mediante una relación de subordinación la voluntad de la entidad pública y por tanto
que dé a la persona jurídica la calidad del pa- a comprometer su responsabilidad. Solamente
trón y al trabajador la calidad de dependiente, serán sus órganos los funcionarios que reúnen
los daños que este cause a terceros en el cum- tales cualidades9.
plimiento de sus órdenes, generan responsabi-
lidad indirecta o por hecho ajeno a la persona Es necesario resaltar que las anteriores tesis que
jurídica8. soportaban la responsabilidad extracontractual del
Estado fueron delineándose a lo largo de los su-
A partir de lo anterior se genera el enigma de des- cesivos fallos producidos por los máximos tribu-
cifrar en qué momentos el Estado actuaba a través nales del órgano judicial, sin embargo cada tesis
de sus órganos y cuándo no lo hacía, además de mereció ser acogida por la jurisprudencia en di-
los criterios que se debían emplear para realizar versas ocasiones, pero no en etapas definidas, sino
dicha distinción. Es por lo que la jurisprudencia alternándose una con otra, en una misma época,
consideró que en los casos en que la actuación se sin el predominio de ninguna.
desarrollaba a través de funcionarios de dirección
la responsabilidad se catalogaba como directo o Debido a la confusión generada en torno al soporte
por hecho propio, mientras que cuando la acción que se tenía como elemento de juicio para estable-
cer la responsabilidad del Estado, se empezó a ver

7. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 18 de octubre de 1950,


Sala de Negocios Generales, Magistrado Ponente doctor Rodrí-
guez Peña. 9. Corte Suprema de Justicia, Sentencia del 15 de mayo de 1944,
8. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 28 de febrero de 1958, Sala de Negocios Generales, Magistrado Ponente Aníbal Cardo-
Sala de Casación Civil. so Gaitán.

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la necesidad de someter al aparato gubernamental Así se dan los primeros pasos para el surgimiento
a un régimen especial que regulara sus relaciones de una nueva teoría que fundamentaría de manera
con el conglomerado en general. distinta la responsabilidad del Estado, fundamen-
tando su análisis esencialmente en un juicio de va-
Una vez radicadas las competencias de conocer lor sobre la actuación de la administración.
de las controversias generadas con ocasión de la
responsabilidad de la administración, en cabeza 2.4 Teoría de la culpa, falta o falla del servicio
de una jurisdicción especializada en asuntos ad- Dadas las condiciones anteriores se implantó en
ministrativos de manera preevalente, se inician los nuestro país una nueva tesis que cimentaba sus
esfuerzos por someter las actuaciones del Estado a preceptos en la teoría de servicio público que se
las reglas del Derecho Público y desprenderla del encontraba en boga en Europa en el período de
Derecho Civil. postguerra, denominada: Teoría de la culpa, falta
o falla en el servicio.
Consciente de dicha necesidad el Consejo de Esta-
do expresó en uno de sus análisis jurisprudencia-
Esta consistía en la imputación que se la hacía a
les lo siguiente:
una persona pública que frente a determinado caso
o circunstancia no ha actuado cuando debía hacer-
Estima el Consejo de Estado que la responsa-
lo, ha actuado mal o ha actuado tardíamente. Se-
bilidad del Estado en materia como la que ha
gún la jurisprudencia del Consejo de Estado:
originado esta controversia no puede ser estu-
diada y decidida con base en las normas civiles
Cuando los servicios prestados por la Nación o
que regulan la responsabilidad extracontrac-
por cualquier otra entidad de Derecho Público
tual, sino a la luz de los principios y doctrinas
fallan, dando por consiguiente lugar a la decla-
del Derecho Administrativo en vista de las di-
ratoria de responsabilidad y condena al pago de
ferencias sustanciales existentes entre este y el
los perjuicios, cuando quiera que no se prestan,
Derecho Civil, dadas las materias que regulan
se prestan deficientemente o al prestarlos se
ambos derechos, los fines perseguidos y el pla-
infiere un daño a una persona; en otras pala-
no en que se encuentran colocados. En efecto
el Derecho Civil regula las relaciones patrimo- bras: cuando el Estado rompe el equilibrio de
niales y de familia entre las personas privadas; las cargas públicas a que están sometidas las
tiene como fin inmediato el interés de los indi- personas residentes en Colombia11.
viduos y las personas que se encuentran colo-
cadas en un plano de igualdad. En cambio el A partir de un pliego de jurisprudencias el máximo
Derecho Administrativo regula las relaciones tribunal de lo contencioso administrativo planteó
jurídicas de las entidades públicas entre sí y de forma minuciosa algunos aspectos requeridos
con respecto a los particulares o administrados; para efecto de predicarse la responsabilidad del
tiene por objeto la satisfacción de las necesida- Estado, bajo las luces de la teoría de la culpa, fal-
des colectivas o públicas y goza de especiales ta o falla del servicio, realizando una delimitación
prerrogativas para lograr sus fines10. conceptual en los siguientes términos:

10. Consejo de Estado, sentencia del 30 de septiembre de 1960, Sala 11. Consejo de Estado, sentencia del 15 de mayo de 1975, Sala de
de lo Contencioso Administrativo, Consejero Ponente Francisco lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado Po-
Eladio Gómez. nente Carlos Portocarrero Mutis.

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Cuando el Estado, en desarrollo de sus fun- de la Constitución Política de 1886, igualmente en
ciones incurre en la llamada “falta o falla del los desarrollos legislativos contenidos en los artí-
servicio”, o mejor aún falta o falla de la admi- culos 62 y ss., 67, 68 y 69, del Código Contencio-
nistración, trátese de simples actuaciones ad- so Administrativo, y las normas del Decreto-ley
ministrativas, omisiones, hechos y operaciones 528 de 1964, Artículos 20, 28, 30 y 3213.
administrativas se hace responsable de los da-
ños causado al administrado. Esta es la fuente Es de esta forma como se consagra la aplicación
común y frecuente de la responsabilidad estatal del Derecho Público en materia de responsabilidad
y requiere: administrativa a través de la teoría de la culpa o fa-
lla del servicio, la cual constituyó el fundamento
a) Una falta o falla del servicio o de la admi- básico y general de la responsabilidad estatal hasta
nistración, por omisión, retardo, irregulari- la entrada en vigencia de la Constitución de 1991,
dad, ineficiencia o ausencia del servicio. La cuando se acuña el concepto de daño antijurídico.
falta o falla de que se trata, no es la personal
del agente administrativo, sino la del servi- 2.5 Responsabilidad por daño antijurídico
cio o anónima de la administración; Mediante la Constitución Política de 1991, se acu-
b) Lo anterior implica que la administración ña en nuestra sociedad jurídica un nuevo criterio
de definición de la responsabilidad del Estado bajo
ha actuado o ha dejado de actuar, por lo que
el concepto de daño antijurídico.
se excluyen los actos del agente, ajenos al
servicio, ejecutados como simple ciudada-
Así como la teoría de la culpa o falla del servicio
no;
tenía su fundamento en el Derecho francés, la te-
c) Un daño que implica la lesión o perturba-
sis del daño antijurídico se constituye en una fi-
ción de un bien protegido por el derecho
gura originaria del Derecho español, cuyo soporte
bien sea civil, administrativo, etc., con las
constitucional se encuentra plasmado en el artícu-
características generales predicadas en el
lo 106 de la Constitución de dicho país. En nues-
Derecho Privado para el daño indemniza-
tro caso, la antijurisdicidad del daño como criterio
ble, como de que sea cierto, determinado o
para establecer la responsabilidad del Estado co-
determinable, etc.; lombiano, tiene su fundamento en al artículo 90 de
d) Una relación de causalidad entre la falta o la Constitución Política, el cual reza:
falla de la administración y el daño, sin la
cual aún demostrada la falta o falla del ser- “Artículo 90: El Estado responderá patrimo-
vicio, no habrá lugar a la indemnización12. nialmente por los daños antijurídicos que le
sean imputables, causados por la acción o la
Dicha teoría apoyaba su argumentación no solo omisión de las autoridades públicas (…)”
en las tesis que se retrotraían desde el extranjero
especialmente las provenientes del Derecho fran- Dicha noción de daño antijurídico delimita con-
cés, sino que además fungieron como soporte los ceptualmente este como la lesión de un interés
artículos 16, 20, 21, 30, 31, 32, 33, 35, 44, 45 y 51 legítimo, patrimonial o extramatrimonial, que la
víctima no está en la obligación jurídica de sopor-

12. Consejo de Estado, sentencia del 28 de octubre de 1976, Sala


de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado
Ponente Jorge Valencia Arango. 13. Ibídem.

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tar. Se requiere además de lo anterior para que se misma, sin que sea para ello preciso identifi-
configure la responsabilidad por daño antijurídico car si en el mencionado actuar lesionante hubo
la existencia de dos condiciones: la existencia de comportamiento voluntario, doloso o culposo,
un daño antijurídico y que dicho daño sea impu- de la persona o personas que encarnan el ór-
table a una persona de Derecho Público, condicio- gano administrativo que lo produjo, máxime
nes que vienen a constituirse así en los elementos cuando el daño o perjuicio hubiera sido origi-
de la responsabilidad desde la perspectiva de esta nado por un comportamiento institucional
teoría.
(…)
A partir de lo anterior debemos entrar al análisis
de lo que se considera por parte de la jurispruden- Dentro de este universo constitucional no hay
cia domo daño antijurídico. El Consejo de Estado duda de que el fundamento de la responsabi-
con respecto a este punto se ha pronunciado en los lidad administrativa no se da siempre por una
siguientes términos: conducta dolosa o culpable, que debe ser san-
cionada, sino por el quebranto patrimonial que
Es verdad que la Ley de Leyes no define el hay que reparar
concepto de daño antijurídico, realidad que lle-
va a indagar el alcance actual del mismo. Y es (…)
la doctrina española la que lo precisa en todo su
universo. Para Leguina, “un daño será antijurí- Por ello importa más reparar el daño causado,
dico cuando la víctima del mismo no esté obli- que castigar una acción u omisión administrati-
gada por imperativo explícito del ordenamien- va culpable. La finalidad de la responsabilidad
to a soportar la lesión de un interés patrimonial patrimonial no consiste, pues, en borrar una
garantizado por la norma jurídica”14. culpa, sino en hacer recaer sobre el patrimo-
nio de la administración, el daño sufrido por el
Continúa este tribunal afirmando: particular15.

La ratio legis verdadera consiste en que cual- Los anteriores planteamientos contienen su arrai-
quier particular, por el solo hecho de haber go esencial en la doctrina española, especialmente
entrado en la obligada esfera de actuación en García de Enterría, quien citado por el tribunal
administrativa que el principio de soberanía de lo Contencioso Administrativo realiza cierta
comporte, quedando subordinado a ella sin un diferenciación entre el concepto de lesión y de
deber expreso de sacrificio, siempre que haya perjuicio:
sufrido un daño o sacrificio que reúna las con-
diciones de (injusto, efectivo, económicamente A estos efectos conviene comenzar por distin-
evaluable y susceptible de individualización guir el concepto jurídico de lesión del concepto
personal o grupal), ha de tener la garantía por vulgar de perjuicio. En este último sentido, pu-
parte de la administración de su resarcimiento, ramente económico o material, por perjuicio se
dotándole de acción procesal directa contra la entiende un detrimento patrimonial cualquiera.
Para que exista lesión resarcible se requiere sin
embargo que ese detrimento patrimonial sea
14. Consejo de Estado, sentencia del 22 de noviembre de 1991, Sala
de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado
Ponente Julio César Uribe Acosta. 15. Ibídem.

64 Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla
antijurídico, no ya porque la conducta de su (…)
autor sea contraria a derecho (antijurisdicidad
objetiva), sino más simplemente, porque el su- se estructura entonces mejor la responsabilidad
jeto que lo sufre no tenga el deber jurídico de del Estado como tendiente a reparar los daños
soportarlo (antijurisdicidad subjetiva). antijurídicos a la víctima antes que sancionar a
un agente infractor (el Estado) de las reglas de
(…) Derecho.

la lesión supone un “perjuicio que no es antiju- La pérdida de la importancia de la calificación


rídico por la manera de producirse, sino porque de la actuación dañosa como lícita o culpable,
el titular del bien o derecho lesionado no tiene toma fundamento en el hecho de que “si los
el deber jurídico de soportarlo, aún cuando el beneficios de las funciones administrativas
agente que lo ocasione obre dentro del marco alcanzan potencialmente a todos, también los
de la licitud16. perjuicios deben repartirse entre todos”.

Dentro del proceso de argumentación jurispruden-


Esa sola circunstancia cambia de modo fun-
cial construido por parte de la Corte Constitucio-
damental, la naturaleza y la finalidad de la
nal y el Consejo de Estado, se ha hecho manifiesta
institución que de simplemente sancionatoria
la tendencia a buscar un soporte más decantado de
pasa a ser típicamente reparatoria, tomando en
la teoría del daño antijurídico como fundamento
cuenta para su operatividad no tanto al agente
de la responsabilidad del Estado, a partir de la sis-
del daño (merecedor de la sanción), sino a su
tematización de planteamientos cuyo margen de-
víctima (merecedora de la reparación)17.
limitativo contienen arraigo en la esencia misma
de la antijurisdicidad. Se han incluido entonces
Es de esta forma como el daño antijurídico plas-
elementos de carácter normativos, los que acom-
mado en el artículo 90 de la Constitución Política
pañados a principio y valores constitucionales
ha tomado importante relevancia en el contexto
han entrada a enriquecer la literatura sobre dicho
paradigma de responsabilidad. Ha manifestado el jurídico, dado que se le ha insertado un lastre dis-
Consejo de Estado lo siguiente: tinto a la naturaleza y finalidad de la institución
de la responsabilidad que ha pasado de ser típi-
El artículo 90 de la Constitución Política con- camente sancionatoria a típicamente reparatoria,
sagra una cláusula general de responsabilidad edificándose entonces la responsabilidad del Esta-
patrimonial del Estado, que abarca tanto la res- do, bajo la condición que le sea imputable, lo que
ponsabilidad de naturaleza contractual como la en pronunciamiento del Consejo de Estado se ha
extracontractual; de su inciso primero, se de- planteado de la siguiente manera:
duce que son dos los elementos indispensables
para la declaración de la responsabilidad patri- Se desliga, de esta manera, la antijurisdicidad
monial del Estado y demás personas jurídicas del daño de su causación antijurídica; esta úl-
de Derecho Público a saber: el daño antijurídi- tima será en adelante “… un simple criterio de
co y la imputabilidad del mismo al Estado. imputación de daños que, junto a otros criterios

16. Consejo de Estado, sentencia del 26 de noviembre de 1992, Sala 17. Consejo de Estado, sentencia del 11 de noviembre de 1999, Sala
de lo Contencioso Administrativo, Sección tercera, Magistrado de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado
Ponente Julio César Uribe Acosta. Ponente Alier Eduardo Hernández Enríquez.

Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla 65
(tales como la ilegalidad del acto, la ruptura del desentrañando su definición conceptual desde los
equilibrio de las cargas públicas entre los aso- distintos elementos constitutivos de la responsa-
ciados, el riesgo creado en peligro de terceros bilidad, teniendo esencialmente como punto de
o según algunos autores el enriquecimiento in- partida la estructura del daño, teniendo en cuenta
debido), permite trasladar los efectos negativos el carácter objetivista de la teoría del daño antiju-
del hecho dañoso desde el patrimonio de la víc- rídico. Con respecto a este punto se pronunció de
tima hacia el patrimonio de la administración la siguiente manera:
y, eventualmente, dirimir también el reparto de
responsabilidades entre aquella y el agente físi- La sala ha definido, acogiendo la doctrina y ju-
co cuya conducta haya causado daño”. risprudencia españolas, que el daño antijurídi-
co consiste en la lesión de un interés legítimo,
patrimonial o extramatrimonial, que la víctima
(…)
no está en la obligación de soportar, que no está
justificado por la Ley o el Derecho.
Según se ha visto, condición necesaria para
desencadenarse la reparación es que el daño
(…)
sea antijurídico, calificación que se obtiene de
constatar que el ordenamiento jurídico no le ha
Sobre la antijurisdicidad del daño la doctrina
impuesto a la víctima el deber de soportarlo,
española dice que es la susceptible:
es decir, que el daño carezca de “causales de
justificación”. “(….) de convertir el perjuicio económico en
lesión indemnizable; se predica, pues, del efec-
Este punto lo explica así el profesor García de to de la acción administrativa (no de la actua-
Enterría: “a calificación de un perjuicio en jus- ción del agente de la Administración causante
to o injusto depende de la existencia o no de del daño), a partir de un principio objetivo de
causas de justificación (civil) en la acción per- garantía del patrimonio de los ciudadanos que
sonal del sujeto a quien se impute el perjuicio. despliega su operatividad postulando la co-
La causa de justificación ha de ser expresa y bertura del daño causado en cuanto no existan
concreta y consistirá siempre en un título que causas de justificación que legitimen como tal
legitime el perjuicio contemplado: por ejemplo el perjuicio de que se trate.
la exacción de un impuesto, el cumplimiento
de un contrato, una ejecución administrativa Estas causas de justificación han de ser ex-
o procesal. Fuera de esta hipótesis, todo per- presas para que puedan ser estimadas y deben
juicio o detrimento patrimonial imputable a un consistir siempre en un título que determine o
sujeto será una lesión, un perjuicio injusto18. imponga como jurídicamente querido el perjui-
cio contemplado19.
A partir de lo anterior, esta misma corporación se
De acuerdo con los distintos instrumentos juris-
ha pronunciado sobre los alcances de la antijuridi-
prudenciales y doctrinales señalados con anterio-
cidad el daño, remitiéndose a la doctrina española

18. Consejo de Estado, sentencia del 3 de febrero de 2000, Sala de 19. Consejo de Estado, sentencia del 2 de marzo de 2000, Sala de
la Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado Po- lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado Po-
nente Alier Eduardo Hernández. nente María Elena Giraldo Gómez.

66 Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla
ridad, puede indicarse que la responsabilidad fun- Encontramos entonces que bajo la anterior pers-
dada en el daño antijurídico constituye un avance pectiva, la cual se fundamenta para unos en el con-
en el reconocimiento de derechos y garantías de cepto de solidaridad de la comunidad representada
todo individuo cuyo desarrollo vital se concentra en el estado, con respecto al individuo particular-
en el marco de un conglomerado nacional, como mente considerado, tiene un contenido bicefáli-
producto de los preceptos de Estado Social de De- co con respecto a los presupuestos mínimos que
recho que influyen bajo la égida del garantismo confluyan en su configuración: la presencia de un
en el desenvolvimiento de toda la actividad estatal daño antijurídico y la imputabilidad de dicho daño
como jalonadora de la dinámica al interior de la a una persona de derecho público.
sociedad sobre cuyos pliegues se ejerce su sobe-
Con respecto al primer elemento creemos que lo
ranía.
planteado hasta el momento expresa con claridad
la referencia respecto de daño antijurídico, bajo la
Lo expresado por los principios y valores consti-
particularidad del requerimiento de que la víctima
tucionales ensamblados bajo el marco del Estado
no este en la obligación jurídica de soportarlo es
Social de Derecho, han hecho que el paradigma decir que no exista por ende justificación alguna.
axiológico del funcionamiento burocrático, dé un
viraje radical hacia la prevalencia de los derechos El segundo aspecto ha provocado a nuestro juicio
humanos como fin prevalente del andamiaje jurí- una pequeña desviación con respecto al preceden-
dico y político que rige los procesos sociales en te judicial dado que en repetidas sentencias tal y
nuestra cotidianidad. como lo demostraremos posteriormente, el Con-
sejo de Estado y la Corte Constitucional, han es-
A partir de lo anterior creemos necesario entrar a grimido en sus fallos sobre la antijurisdicidad del
recapitular lo dicho sobre la responsabilidad por daño en casos particulares, circunstancias fácticas
daño antijurídico, como cimiento de la obligación propias de cada caso en particular y aglutinamien-
de resarcimiento por parte del Estado: to de algunas de las teorías anteriormente trata-
das20 en combinación con el régimen de la respon-
sabilidad por daño antijurídico.
Como primera medida debemos delimitar concep-
tualmente el criterio de daño antijurídico como
Dicha utilización no se ha dado de forma mera-
aquella lesión de un interés legítimo, patrimonial
mente ilustrativa en la parte motiva de la senten-
o extrapatrimonial, que la víctima no está en la
cia, caso en el cual frente a cada circunstancia par-
obligación jurídica de soportar. A partir de este
ticular en el evento de la procedencia de la aplica-
concepto podemos adentrarnos en la esencia mis- bilidad de teorías distintas no sería vedado y por
ma del daño antijurídico en aras de explorar sus el contrario constituiría una ampulosa proyección
requerimientos o condiciones que orienten la te- doctrinaria la que se haría, en el evento de que la
leología del mismo. argumentación implementada no constituyera óbi-
ce para la incidencia en el fallo. Sin embargo el
Al momento de analizar la doctrina española, la manejo de dicha argumentación entremezclada,
cual constituye fuente primogénita de la figura en ha hecho que en la mayoría de los casos se exi-
cuestión, encontramos la constante bajo la cual se jan requisitos de responsabilidad extraños a los
le atribuye al daño jurídico la cualidad de sopor-
tarse en la no obligatoriedad de la víctima de sufrir
20. Especialmente con la teoría de responsabilidad por culpa, falla o
el perjuicio. falta del servicio.

Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla 67
que se solicitan para predicar la responsabilidad actuación de la administración no tenía por que
del Estado en el marco de la responsabilidad por sufrirlo22.
daño antijurídico, constituyéndose entonces en si-
tuaciones incidentales en el ratio decidendi de la En dichos apartes la jurisprudencia del Consejo
sentencia, lo que a la postre conlleva a la modifi- de Estado ha sido enfática al determinar por re-
cación del precedente judicial, bajo el esquema de gla general, el deber probatorio que debe recaer
angostamiento de la ratio del fallo21. sobre la actuación irregular de la administración,
lo que aún se repasa en sucesivas sentencias de la
Se desvirtúa por ejemplo el carácter objetivo de siguiente forma:
la responsabilidad por daño antijurídico cuando se
hace referencia a la necesariedad de la actuación Comparte la Sala desde el punto de vista teóri-
ilegitima de la administración, como fundamento co la opinión del señor apoderado de la asegu-
de prueba además de la no obligación de la perso-
radora llamada en garantía, cuando sostiene en
na de soportar dicho perjuicio o lesión.
su interesante alegato que la nueva Carta Cons-
titucional en su artículo 90 no redujo la respon-
Producto de lo anterior encontramos pronuncia-
sabilidad estatal a la simplemente objetiva.
mientos especialmente del Consejo de Estado, en
el cual subyuga la procedencia del daño antijurídi-
Y se comparte esta tesis porque la consagra-
co a la de falta o falla del servicio en los siguientes
ción misma del daño antijurídico como supues-
términos:
to de la responsabilidad estatal no está ni obje-
tivizándola ni descartando de dicha responsa-
Pero decir daño antijurídico no quiere signifi-
car que la noción de falta o falla del servicio bilidad la noción de falla de servicio, sino solo
desapareció de la responsabilidad estatal y me- ampliando su ámbito de aplicación, porque así
nos que el acreedor de la indemnización ya no esta pueda darse no solo cuando el daño pro-
tenga que probar la falla si la hubo o la conduc- venga de la conducta irregular o ilegal de la
ta irregular que lo lesionó. administración (en sentido lato, cuando el ser-
vicio funcionó irregularmente o no funcionó),
En otras palabras, cuando se alega que la con- sino también cuando, prescindiendo de que la
ducta irregular de la administración produjo el actuación haya sido regular o no, quien lo sufre
daño el daño (la falla del servicio en el lengua- no tenía la carga de soportarlo23.
je corriente) tendrá que probarse esa irregula-
ridad, salvedad hecha de los eventos en que Más concretamente reforzó su tesis partiendo de
esa falla se presume. En ambas hipótesis ese circunstancias fácticas determinadas, de la si-
primer supuesto de la responsabilidad deberá guiente manera:
gobernarse por las reglas de la carga probato-
ria. Y cuando se afirma que ese daño se produjo El artículo 90 de la Carta Política, a su turno
sin falta o falla de la administración, pero que dispone que el Estado debe responder por los
el que lo sufre no tenía porqué soportarlo, el daños antijurídicos que le sean imputables.
acreedor, como es apenas evidente, deberá de- Empero, en el plenario no se anexó ni una sola
mostrar el daño y el por qué, pese a ser legal la

22. Consejo de Estado, sentencia del 25 de febrero de 1993, Sala


de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado
21. López Medina, Diego Eduardo. El derecho de los jueces. Ponente Carlos Betancur Jaramillo.
Ediciones Uniandes. Bogotá: Editorial Legis, 2001. 23. Ibídem.

68 Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla
prueba según la cual, el daño que el atentado A pesar de lo anterior es necesario recalcar en el
produjo a la víctima guardara relación o co- hecho de que si bien es cierto la jurisprudencia ha
nexidad con alguna actividad de la adminis- limitado los alcances del daño objetivo como fun-
tración. Además, como lo afirma el profesor damento de la responsabilidad del Estado, no es
Jean Rivero, no puede olvidarse que la teoría menos cierto que dicha irrupción en los fallos de
de la falla del servicio “…..es un incumpli- las corporaciones judiciales ha acarreado la exis-
miento en el funcionamiento normal del ser- tencia de un precedente judicial más flexible y pro-
vicio, que incumbe a uno o varios agentes de gresista en cuanto al reconocimiento de derechos
la administración, pero no imputable a ellos y garantías, que el desarrollado con anterioridad a
personalmente”24. la Constitución de 1991, donde se plasma la figura
del Estado Social de Derecho y el reconocimiento
Y limita la aplicación del Artículo 90 en los si- del principio de dignidad humana como entidad
guientes términos: fundante de su acaecer.

Enfocando racionalmente ese artículo 90 (im- CONCLUSIÓN


portante avance en el Derecho colombiano
como que por primera vez en forma expresa, se La responsabilidad civil extracontractual del Esta-
contempla en la Constitución la responsabili- do ha constituido en nuestro país un tema sobre el
dad del Estado) surgen estos extremos que vale
cual aunque se ha iniciado un proceso de decan-
la pena destacar para ir despejando equívocos:
tación no se tiene un nivel de estabilidad jurídica
a) Que se cause daño; b) Que ese daño sea im-
aceptable que nos permita inferir el delineamiento
putable, por acción u omisión, a una autoridad
de fuerza con respecto a las distintas tendencias
pública (la administración en sentido genéri-
apertrechadas en nuestro medio jurídico.
co), y c) Que ese daño sea antijurídico25.

Desde finales de siglo XIX se comienza a deba-


Nótese cómo de esta manera, el alto tribunal acoge
tir en nuestro país sobre la responsabilidad o la
la doctrina del daño antijurídico pero dándole un
irresponsabilidad del Estado frente a perjuicios
carácter restringido a su real dimensión de acuer-
causados con ocasión de su actividad. Dicho pun-
do con lo consignado por los tratadistas españo-
to de conflicto se dirime con sentencia de la Corte
les. De esta forma se podría hablar de una versión
Suprema de Justicia, en la cual bajo las luces del
ensamblada de la responsabilidad por daño anti-
principio de equidad, y partiendo de la obligación
jurídico, coligada con la de falla o falta del ser-
vicio proveniente del Derecho francés, inclinada del Estado de proteger a sus habitantes, establece
más hacia un carácter subjetivista propio de las para este el deber de responder por los hechos que
teorías anglicistas, que al objetivismo propio del le fueren imputables.
fundamento constitucional ibérico plasmado en su
Constitución de 1978. Luego de superado el anterior debate, el Poder Ju-
dicial se encuentra con la necesidad de determinar
la normatividad aplicable a los casos de respon-
24. Consejo de Estado, sentencia del 8 mayo de 1998, Sala de lo sabilidad extracontractual del Estado, por lo que
Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado Po- se remite a las disposiciones del Código Civil, a
nente Jesús María Carrillo Ballestero.
25. Consejo de Estado, sentencia del 2 de marzo de 1993, Sala de partir de las cuales, estructura la fundamentación
lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Magistrado Po-
nente Carlos Betancur Jaramillo. de dos teorías (la de responsabilidad directa y la

Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla 69
indirecta), en virtud de las cuales sopesa las solu- cha actividad como fuente de la responsabilidad
ciones aplicables a los distintos casos particulares estatal y la concordancia de dicha realización con
sujetos a su conocimiento. los principios derivados del Estado Social de De-
recho.
Sin embargo frente a la particularidad de la actua-
ción del Estado, en lo referente a su proceder y los BIBLIOGRAFÍA
fines perseguidos, surge la necesidad de someter
los conflictos del Estado a principios especiales y Libros
a una jurisdicción del mismo carácter, partiendo GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNÁN-
de la teoría francesa de la culpa, falta o falla del DEZ, Tomás Ramón. Curso de Derecho Adminis-
servicio, cuyo criterio y conceptualización gravi- trativo. Madrid: Editorial Civitas, 1981.
tó la mayoría de la jurisprudencia engendrada del
conocimiento del Consejo de Estado. GIL BOTERO, Enrique. Temas de responsabili-
dad extracontractual del Estado. Segunda edi-
Con la promulgación de la Constitución de 1991,
ción. Medellín: Editorial Librería Jurídica Sán-
se establece en nuestro sistema jurídico, la noción
chez R. Ltda., 2001.
de daño antijurídico, con un criterio más objeti-
vista, tendiente a la favorabilidad del individuo
HERNÁNDEZ, Alier. Responsabilidad patrimo-
afectado con ocasión de una actividad del Esta-
nial extracontractual del Estado colombiano. Bo-
do. Sin embargo es de resaltar que a partir de los
gotá: Revista Universidad Militar Nueva Granada,
distintos pronunciamientos judiciales estudiados,
2002.
encontramos que en la aplicación de la teoría de
la responsabilidad por daño antijurídico por parte
LÓPEZ MEDINA, Diego Eduardo. El derecho de
de la justicia administrativa, aún subyacen rezagos
los jueces. Ediciones Uniandes, Bogotá: Editorial
de la teoría de la culpa, falla o falta en la pres-
Legis, 2001.
tación del servicio, cuya existencia limitan y en
la mayoría de oportunidades suprimen la esencia
Sentencias
objetiva del nuevo fundamento de responsabilidad
constitucional. Corte Suprema de Justicia, sentencia del 22 de
octubre de 1896, Magistrado Ponente Carmelo
Creemos entonces que es necesario en aras de Arango M.
otorgar un carácter más garantista a los fallos del
Consejo de Estado que se inicie un proceso de Consejo de Estado, sentencia del 12 de diciembre
decantamiento de los distintos fundamentos de la de 1986, Sala de lo Contencioso Administrativo,
responsabilidad por daño antijurídico, en aras de Sección Tercera, expediente 4910.
darle a la víctima un papel prevalente, exento de
la mayor cantidad de obstáculos, y que sea el in- Corte Suprema de Justicia, sentencia del 30 de ju-
fractor por su actuar a quien corresponda sostener nio de 1941, Sala de Negocios Generales, Magis-
la carga de la prueba. trado Ponente Arturo Tapias Pilioneta.

En corolario con lo anterior entramos entonces a Corte Suprema de Justicia, sentencia del 10 de no-
establecer el enorme grado de desarrollo que en viembre de 1941, Sala de Casación Civil, Magis-
el contexto de la dinámica judicial, ha tenido di- trado Ponente José Miguel Arango.

70 Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla
Corte Suprema de Justicia, sentencia del 30 de ju- Consejo de Estado, sentencia del 11 de noviembre
nio de 1962, Sala de Casación Civil, Magistrado de 1999, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Ponente José J. Gómez R. Sección Tercera, Magistrado Ponente Alier Eduar-
do Hernández Enríquez.
Corte Suprema de Justicia, sentencia del 30 de
septiembre de 1946, Sala de Casación Civil, Ma- Consejo de Estado, sentencia del 3 de febrero de
gistrado Ponente doctor Manuel José Vargas. 2000, Sala de la Contencioso Administrativo, Sec-
ción Tercera, Magistrado Ponente Alier Eduardo
Corte Suprema de Justicia, sentencia del 18 de oc- Hernández.
tubre de 1950, Sala de Negocios Generales, Ma-
gistrado Ponente doctor Rodríguez Peña. Consejo de Estado, sentencia del 2 de marzo de
2000, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sec-
Corte Suprema de Justicia, sentencia del 28 de fe- ción Tercera, Magistrado Ponente María Elena Gi-
brero de 1958, Sala de Casación Civil. raldo Gómez.

Consejo de Estado, sentencia del 25 de febrero de


Corte Suprema de Justicia, sentencia del 15 de
1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sec-
mayo de 1944, Sala de Negocios Generales, Ma-
ción Tercera, Magistrado Ponente Carlos Betancur
gistrado Ponente Aníbal Cardoso Gaitán.
Jaramillo.

Consejo de Estado, sentencia del 30 de septiembre


Consejo de Estado, sentencia del 8 de mayo de
de 1960, Sala de lo Contencioso Administrativo,
1998, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Consejero Ponente Francisco Eladio Gómez.
Sección Tercera, Magistrado Ponente Jesús María
Carrillo Ballestero.
Consejo de Estado, sentencia del 15 de mayo de
1975, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sec-
Consejo de Estado, sentencia del 2 de marzo de
ción Tercera, Magistrado Ponente Carlos Portoca-
1993, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sec-
rrero Mutis.
ción Tercera, Magistrado Ponente Carlos Betancur
Jaramillo.
Consejo de Estado, sentencia del 28 de octubre de
1976, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sec-
ción Tercera, Magistrado Ponente Jorge Valencia
Arango.

Consejo de Estado, sentencia del 22 de noviembre


de 1991, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera, Magistrado Ponente Julio César
Uribe Acosta.

Consejo de Estado, sentencia del 26 de noviembre


de 1992, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera, Magistrado Ponente Julio César
Uribe Acosta.

Advocatus, Edición especial No. 15: 55 - 71, 2010 Universidad Libre Seccional Barranquilla 71

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