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LEYENDERO

ANTONIO JOSÉ ANRANGO RAMIRÉZ

SEXTO AÑO

JENNI NARVAEZ
QUÉ ES LEYENDA:

Una leyenda es un relato que se transmite por tradición oral, el cual combina elementos reales con
elementos imaginarios o maravillosos, enmarcados en un contexto geográfico e histórico concreto.

Las leyendas están íntimamente relacionadas con la cultura y tradiciones locales, de allí que suelen
incluir elementos afines a una comunidad o localidad en particular. Esto hace que sean aceptadas
como historias verídicas, ya que el personaje, momento histórico o lugar mencionado en la leyenda
es conocido por todos.

LEYENDA DEL PADRE ALMEIDA


Narra la leyenda que, en el convento de San Diego, de la ciudad de Quito-Ecuador, vivía hace algunos
siglos un sacerdote joven, el padre Almeida, el mismo que se caracterizaba por su afición a las
juergas y al aguardiente.

Todas las noches, él iba hacia una pequeña ventana que


daba a la calle, pero como esta era muy alta, él se subía hasta
ella, apoyándose en la escultura de un Cristo yaciente. Hasta
que una vez el Cristo ya cansado de tantos abusos, cada noche
le preguntaba al juerguista: ¿Hasta cuándo padre Almeida? , a
lo que él respondía: “Hasta la vuelta Señor”.

Una vez alcanzada la calle, el joven sacerdote daba rienda


suelta a su ánimo festivo y tomaba hasta embriagarse. Al
amanecer regresaba al convento.

Tanto le gustaba la juerga, que sus planes eran seguir con este ritmo de vida eternamente, pero
el destino le jugó una broma pesada que le hizo cambiar definitivamente.

Pues una madrugada el padre Almeida regresaba borracho, tambaleándose por las
empedradas calles quiteñas, rumbo al convento, cuando de pronto vio que se aproximaba un
cortejo fúnebre. Le pareció muy extraño este tipo de procesión a esa hora, y como era
curioso, decidió ver el interior del ataúd, y al acercarse vio su propio cuerpo dentro del mismo.

Del susto se le quitó la borrachera, corrió desesperadamente hacia el convento, del que nuca
volvió a escaparse para irse de juerga.
El Gallito dela Catedral

se cuenta la leyenda que don ramón salía todas las noches a beber sus mistelas en el Barrio la Ronda,
hasta que un día se le paso las copas y camino por toda la Plaza grande de Quito insultando a todas
las personas a su alrededor, una de las tantas noches que el salía a beber se percató que en la cúpula
más grande había una figura de un gallo, entonces don ramón todos los días le gritaba al gallo, en
una noche el gallito tomo vida y ataco a don ramón, le picoteo y lo rasgo hasta dejarlo casi muerto
al día siguiente despertó todo golpeado y moreteado y juro nunca más beber e insultar a las
personas.

LA LEYENDA DE CANTUÑA

A un indígena llamado Cantuña los padres franciscanos le habían encomendado la construcción de


una iglesia en Quito, la de San Francisco. Este aceptó y puso como plazo seis meses, a cambio él
recibiría una gran cantidad de dinero.

Aunque parecía una hazaña imposible lograr terminarla en seis meses, Cantuña puso su mayor
esfuerzo y empeño en terminarla, reunió un equipo de indígenas y se propuso terminarla. Sin
embargo, la edificación no avanzaba como él esperaba. En esos momentos de angustia se le
presentó Lucifer y le dijo: “¡Cantuña! Aquí estoy para ayudarte. Conozco tu angustia. Te ayudaré a
construir el atrio incompleto antes de que aparezca el nuevo día. A cambio, me pagarás con tu
alma”.

Cantuña aceptó el trato, solo le pidió una condición a Lucifer, que termine la construcción de la
iglesia lo más rápido posible y que sean colocadas absolutamente todas las piedras.

Sin embargo, este se vio desesperado porque los diablillos avanzaban muy rápido, tal como lo
ofreciera Lucifer. La obra se culminó antes de la medianoche, fue entonces el momento indicado
para cobrar el alto precio por la construcción: el alma de Cantuña.

El diablo al momento de ir ante Cantuña a llevarse su alma, este lo detuvo con una tímida voz, ¡Un
momento! – dijo Cantuña. ¡El trato ha sido incumplido! Me ofreciste colocar hasta la última piedra
de la construcción y no fue así. Falta una piedra. El indígena había sacado una roca de la construcción
y la escondió sigilosamente antes de que los demonios comenzaran su obra.

Lucifer, asombrado, vio como un simple mortal lo había engañado. Así, Cantuña salvó su alma y el
diablo, sintiéndose burlado, se refugió en los infiernos sin llevarse su paga.
Chuzalongo

Existen diferentes versiones sobre el origen del chuzalongo, una versión indica que podría ser hijo
del urcu-yaya y la urcu-mama, esto es, hijos del cerro. Otra versión más terrenal indica que podría
ser el fruto de una relación incestuosa entre padres e hijos o entre hermanos.
También hay versiones que indicarían que el mito del chuzalongo se habría originado en tiempo de
los conquistadores españoles, y aprovechado también por los criollos, para eludir
responsabilidades sobre la descendencia fruto de las relaciones entre estos y las amerindias, ya
que el chuzalongo es descrito como un ser rubio y de ojos celestes.

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