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Oremos.
Oh Dios, por tu Hijo has conferido a tu pueblo la
claridad de tu luz: Santifica este fuego nuevo, y concede
que en esta fiesta Pascual de tal manera ardamos en
deseos celestiales que con pensamientos puros lleguemos
a la festividad de la luz eterna; por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
(Encender Cirio)
Entonces se enciende el Cirio Pascual del fuego recién prendido, y el
Diácono (o el Celebrante si no hay diácono), llevándolo, conduce la
procesión al presbítero, deteniéndose tres veces, mientras canta o
dice
(Tres veces: abajo, puerta del templo y presbiterio)
La luz de Cristo.
Pueblo Demos gracias a Dios.
(Carlos, Acomoda el cirio en la base)
Si se han distribuido velas entre los miembros de la congregación, se
encienden las mismas del Cirio Pascual. También pueden ser
encendidas otras velas y lámparas en la iglesia, excepto las del Altar.
Se coloca el Cirio Pascual en su candelero o base.
Entonces el Diácono, u otra persona señalada, de pie cerca del Cirio,
canta o dice el Exsultet como sigue, pudiendo omitir las secciones.
Exxsulten
La Historia de la Creación
Génesis 1:1-2:2
Salmo 36:5-10
Oremos. (Silencio)
Oh Dios, que maravillosamente creaste y aún más
maravillosamente restauraste la dignidad de la
naturaleza humana: Concede que compartamos la vida
divina de quien se humilló para compartir nuestra
humanidad, tu Hijo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
La Liberación de Israel en el Mar Rojo
Exodo 14:10-15:1
Cántico 1, Cántico de Moisés
Oremos. (Silencio)
Oh Dios, cuyas obras admirables de antaño aún
resplandecen hasta este día, con la fuerza de tu brazo
poderoso, en un tiempo tú libraste a tu pueblo escogido,
de la esclavitud de Faraón, a fin de que fuese para nosotros una señal de
salvación de todas las naciones por medio del agua del Bautismo: Concede
que todos los pueblos de la tierra sean contados como vástagos de Abrahán,
y se regocijen en la herencia de Israel; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
La Salvación Ofrecida Libremente a Todos
Isaías 55:1-11
Cántico 2, Primer Cántico de Isaías
Oremos. (Silencio)
Oh Dios, por el poder de tu Verbo, tú has creado todas
las cosas, y renuevas la tierra por tu Espíritu: Dales ahora
el agua de vida a los que tienen sed de ti, para que
produzcan fruto abundante en tu reino glorioso; por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
En la Eucaristía
Se pueden encender ahora las velas del Altar del Cirio Pascual.
Se canta uno de los siguientes Cántico, antes de lo cual el Celebrante
puede decir al pueblo:
o bíen:
Plegaria Eucarística A
El pueblo permanece de pie. El Celebrante, sea obispo o sacerdote, de
cara al pueblo, canta o dice:
El Celebrante continúa:
En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en
todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de
cielo y tierra.
Celebrante y Pueblo:
Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Celebrante y Pueblo:
Cristo ha muerto.
Cristo ha resucitado.
Cristo volverá.
El Celebrante continúa:
Padre, en este sacrificio de alabanza y acción de gracias,
celebramos el memorial de nuestra redención.
Recordando su muerte, resurrección y ascención, te
ofrecemos estos dones.
Santifícalos con tu Espíritu Santo, y así serán para tu
pueblo el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, la santa comida
y la santa bebida de la vida nueva en él que no tiene fin.
Santifícanos también, para que recibamos fielmente este
Santo Sacramento y seamos perseverantes en tu servicio
en paz y unidad. Y en el día postrero, llévanos con todos
tus santos al gozo de tu reino eterno.
Todo esto te pedimos por tu Hijo Jesucristo. Por él, y con
él y en él, en la unidad del Espíritu Santo, tuyos son el
honor y la gloria, Padre omnipotente, ahora y por
siempre. AMEN.
Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó.
Pueblo y Celebrante:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén.
Oremos.
Celebrante y Pueblo:
o bien:
Omnipotente y sempiterno Dios, te damos gracias
porque nos has nutrido con el alimento espiritual
del preciosísimo Cuerpo y Sangre
de tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo;
y porque nos aseguras, en estos santos misterios,
que somos miembros vivos del Cuerpo de tu Hijo
y herederos de tu reino eterno.
Y ahora, Padre, envíanos al mundo para cumplir la
misión
que tú nos has encomendado,
para amarte y servirte
como fieles testigos de Cristo nuestro Señor.
A él, a ti y al Espíritu Santo,
sea todo honor y gloria, ahora y por siempre. Amén.
El Obispo, si está presente, o el Sacerdote, puede bendecir al pueblo.
Vigilia pascual y día de Pascua
R/. Amén.
R/. Amén.
R/. Amén.
R/. Amén.