Academia de Líderes
ordenado lo vemos en la creación (Génesis 1) “…ha prefijado el orden
Tema 5: “Disciplinas Espirituales I”
Base bíblica
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así
mis discípulos.” Juan 15:8
Introducción
Existimos para la gloria de Dios. Esto significa que nuestra vida debe
levantar a Dios; ser un reflejo de Él. Según el texto citado, Dios es
glorificado cuando una persona ofrece más de lo que demanda, a eso
es lo que se le llama “llevar mucho fruto” también se le conoce como
productividad.
Las personas que glorifican a Dios llevando mucho fruto son
considerados “discípulos” de Jesús. Entonces los que producen y
ofrecen son discípulos, no quienes solo exigen y demandan. Dios nos
da para que demos.
Desarrollo
¿Qué es un discípulo?
Un discípulo es un alumno, alguien que aprende de un maestro. La
palabra “discípulo” se deriva de la palabra “disciplina” que en este
caso significa reglas de conducta o conjunto de normas a seguir. Por lo
tanto entonces, un discípulo es una persona en disciplina; una persona
que vive bajo ciertas reglas de conducta o practica habitualmente
normas especificas de comportamiento.
Jesús considera discípulos o discípulas a aquellas personas que viven
conforme a sus mandamientos. Jesús es el maestro nosotros los
alumnos. Sus mandamientos son la disciplina, si los ponemos en
práctica somos sus discípulos o discípulas.
Importancia de la disciplina
La disciplina trae bienestar, pues entre otras cosas por ella hay orden y
balance. Todo lo balaceado es bueno así como lo ordenado. Dios es
de los tiempos” Hechos 17:26. En I Corintios 14:40 manda hacer las
cosas con orden.
El plan del diablo es que seamos indisciplinados, esto es desordenados
y desbalanceados. En el mundo vivíamos así pero ahora somos nuevas
personas; discípulos y discípulas del Señor.
A nivel físico existen disciplinas cuya práctica generan bienestar. Estas
son:
1. Alimentación balanceada
No es solo comer sino comer bien, esto es disciplina. Es
importantísimo evitar el desorden alimenticio cuidando el balance de
comidas y los horarios. Comer mucho es perjudicial y pecaminoso
tanto como comer poco o no comer (salvo que tengamos un
propósito espiritual de ayuno para lo cual debe haber un orden
igualmente). (Romanos 13:13 y I Corintios 3:16-17).
2. Descanso 13
Descansar es una disciplina. Aunque Dios no se cansa nos inspiró su
ejemplo el séptimo día de la creación. (Génesis 2:1-3). Debemos
dormir cuidando el balance. Dios es contrario al afán y a la pereza.
(Mateo 6:34 – Proverbios 19:15)
3. Ejercicios físicos.
Dios nos dio un cuerpo físico para que lo usemos. Debemos desarrollar
las capacidades físicas que Dios nos dio. En I Timoteo 4:8 (versión
Lenguaje Sencillo) Dios aclara que: “el ejercicio físico ayuda a que todo
el cuerpo esté sano…”
4. Cuidado personal
Este aspecto de la disciplina se refiere a dos aspectos; Primero: aseo y
atención personal. Segundo: tener paz. Pablo le escribió a Timoteo
que tuviese cuidado de sí mismo (I Timoteo 4:16 - Mateo 6:34).

La práctica de estas disciplinas físicas genera bienestar o salud física.
Igualmente existen disciplinas espirituales para tener y mantener
nuestra salud espiritual estas son:
1. La Oración
Orar es hablar con Dios. Si sabes hablar (comunicarte) entonces sabes
orar. Lo que nos une con Dios es una relación de amistad, en Juan
15:15 Dios nos llama amigos. Uno de los pilares fundamentales de la
amistad es la comunicación. Orar es hablar con Dios como hablas con
cualquiera de tus amigos, donde le cuentas todo fluidamente y desde
el corazón, incluyendo esos pequeños detalles de tu vida.
Existen dos tipos de oración.
 La oración devocional.
Es la oración a la cual se refirió Jesús en Mateo 6:6: “Mas tú, cuando
ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está
en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público.”
Tiene tres características:
1. Intimidad. “entra en tu aposento”. Implica relación de dos.
2. Privacidad. “cerrada la puerta” evitar interrupciones.
3. Confianza. “ora a tu Padre”. Como un hijo a su Padre.
 La oración continúa.
Es la oración a la que se refiere Pablo en I Tesalonicenses 5:17 que
dice: “Orad sin cesar.” Como Dios está en todas partes en el mismo
momento entonces anhela tu comunión constantemente. Santiago
4:5 dice que Dios: “…nos anhela celosamente.”
__________________________________________________________________
Academia de Líderes
¿Cómo orar? Consideremos Lucas 11:1-4. Lo que Jesús enseño fue un
modelo de oración. Orar no es repetir (Mateo 6:7); porque la oración
es una conversación fluida con un amigo.
Lo que Jesús enseña con el modelo de oración que dio es lo que debe
estar presente en nuestras oraciones, entre otras cosas:
Invocación, alabanza, proclamación, humillación, petición e
intercesión, confesión y hasta guerra espiritual.
14
No tienen que ser siempre las mismas palabras ni en el mismo orden,
ni tienen que estar presentes todos estos elementos en la misma
oración para que Dios la oiga, lo que si es que debe salir de tu corazón.
Recuerda que la oración es la conversación de dos amigos; tú y Dios.
Al principio de una relación de amistad no hay mucho de qué hablar
pero con el tiempo y la frecuencia los temas de conversación se
amplían así como la duración de las conversaciones. Igualmente es la
oración.
El llamado de Dios
Cuando Dios creó al hombre no existía la oración. Adán se relacionaba
con Dios directamente (Génesis 3:8) pero el pecado estropeo esa
relación ideal. Tiempo después un hombre llamado Enós tuvo tanto
deseo de relacionarse con Dios que comenzó a practicar la oración y
fue modelo para los demás (Génesis 4:26).
El deseo de Dios es que nos acerquemos a Él, Hebreos 4:16 dice:
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
La oración es oxigeno. Es el aire espiritual sin ella no hay vida
espiritual.
C.C. Casa de Dios