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PLATÓN: EL BANQUETE

El Banquete es al mismo tiempo una práctica social y un género literario. En cuanto práctica
social se trata de una reunión que consta fundamentalmente de dos partes: la comida en
común y la bebida en común. La segunda de ellas es la más importante. Terminada la comida
en común, se procede a las libaciones, oraciones y cánticos que revisten un carácter religioso y
se estructuran según los ritos tradicionales de una asociación libre: los co-bebedores se fijan un
programa donde se determina cómo y cuánto se beberá y el tema del que se ocuparán
mientras beben, cuál será la sucesión de los discursos, etc. Uno de los participantes, a modo de
presidente, estará encargado de hacer respetar las reglas y el orden que los co-bebedores se
han impuesto.
En nuestro caso Erixímaco formula las condiciones en que beberán: harán partir a la flautista,
dedo que “la embriaguez es perjudicial para la salud”, lo harán sólo moderadamente, pasarán la
velada en “mutua conversación”. Son estas las reglas que propone Erixímaco (médico), quien
también, en nombre de Fedro propone el tema sobre el que deberán discutir, el Eros, Este
último, Fedro será el presidente de la asamblea.
En cuanto al género literario, además del Banquete de Platón conservamos el de Jenofonte, El
Banquete de los siete sabios y las Cuestiones conviviales de Plutarco, El Banquete de los sabios
de Ateneo, el Banquete de Luciano, otros de Julián y de Macrobio y el Banquete de las diez
vírgenes o de la castidad del obispo Metodio.
La obra se divide en seis partes:
1-Introducción: se narran las circunstancias en que se origina el relato. Apolodoro es
interrogado por un amigo, Glaucón, acerca de la reunión con que Agatón festejó el triunfo
literario de su primera tragedia.
2-Un prólogo: donde se nos narran las circunstancias en que se ha desarrollado el banquete y la
manera en que los invitados decidieron llevarlo a cabo.
3-La primera parte: donde cinco discursos desarrollan las teorías no filosóficas acerca del amor.
Fedro, Pausanias, Erixímaco, Aristófanes y Agatón.
4-La segunda parte: la teoría filosófica del amor en el discurso de Sócrates.
5-La tercera parte: el elogio de Sócrates en el discurso de Alcibíades.
6-El epílogo: donde se relata el modo en que terminó la reunión.
El objetivo de Platón es contraponer su idea de la filosofía a las otras concepciones de la sofía,
sobre todo las de la sofística, y establecer un paralelo entre la naturaleza del Eros, la de la
filosofía y la persona Sócrates. Se delinea la idea platónica de la filosofía, en qué modo el
discurso de Sócrates se opone y rebate cada uno de los discursos que preceden el suyo, y cómo
la definición de la naturaleza de Eros es el camino para definir la filosofía y caracterizar la
persona de Sócrates.
FEDRO (discurso mitológico)
Afirma: Eros es el más antiguo de los dioses…no tiene padres. El Eros es el principio para
nosotros de los mayores bienes, es decir, “la vergüenza ante la deshonra y la emulación en el
honor, pues sin estos sentimientos es imposible que ninguna ciudad, ni ningún ciudadano en
particular lleven a efecto obras grandes y bellas”. Fedro es presentado (en El Protágoras de
Platón) como como un discípulo de Hipías de Elis, un sofista que proponía la polimatía, el saber
enciclopédico y general. Su discurso se refiere a otros textos y a la tradición mitológica.
Combinación de superficialidad y curiosidad. Es una interpretación política base de los nexos
sociales.

PAUSANIAS (discurso sociológico)


Distingue dos tipos de Eros, del mismo modo que se distinguían dos tipos de Afrodita: El Eros
uranio, de origen celestial (fuerza educadora: amar bellamente), y el Eros pandemo, vulgar
(inclinación a los placeres sensuales). Pausanias introduce la idea de autonomía de la acción
(“los hombres se imponen esta ley”) …concebida como buena voluntad (“Ninguna de estas
cosas es en sí bella, pero en el modo de realizarla, según se ejecute, resulta de una forma o de
otra, pues si se efectúan bien y rectamente resulta bella y, en caso contrario, torpe”). Pausanias
para establecer y clarificar se distinción, se apoya en las prácticas y en las costumbres, el culto
que se practica en una y en la otra, las diferentes tradiciones, legislaciones.

ERIXÍMACO (discurso médico)


Aquí el encomio pasa del contexto de las costumbres y de la legislación (nomos) al ámbito de la
naturaleza (physis). Es un médico y se apoya en un discurso del arte médico y es partidario de
los reglamentos, e los protocolos y de los catálogos.
Aplica la distinción de Pausanias a la salud corporal y en generalizar esta distinción y el papel de
una técnica como la medicina. La existencia de dos tipos de amor existe -además de en las
almas- en las cosas como una inclinación hacia otros muchos objetos. La salud consiste en la
armonía de los elementos en el cuerpo “que los elementos que dentro del cuerpo son más
enemigos entre sí, es ser capaz de hacerlos amigos y de amarse mutuamente….amor y
concordia…y así constituyó nuestra arte”. Necesidad de desarrollar en otros ámbitos, como la
música y la poesía, una técnica semejante al arte médico capaz de discriminar lo bueno de lo
malo (diagnóstico), curar los efectos de lo malo (terapéutica).
ARISTÓFANES (comediógrafo)
Del mundo de la comedia: una tesis acompañada de una fabulación, la comicidad mezclada con
la poesía.
El Eros no es otra cosa sino el anhelo del hombre que busca su propia perfección, la totalidad
de su ser, la forma primitiva que ha perdido. El hombre poseía originariamente una forma
esférica, con 4 brazos, 4 piernas, 2 rostros, etc. Su forma actual es un efecto del castigo de Zeus,
quien dividió en dos mitades al hombre esférico original a causa de su atentado contra los
dioses (el haber intentado construir una escalera al cielo para atacar a los dioses).

AGATÓN (escritos de tragedias)


Su discurso se corresponde con un digno discípulo del sofista Gorgias (según Aristófanes). Se lo
describe de una personalidad afeminada. Aparece como un individuo capaz de camuflarse
como una mujer y de participar de la fiesta de Deméter sin ser descubierto. Con un discurso
narcisista en el que definen a la persona digna de ser amada. Eros es bello, prudente, justo,
fuerte, templado.

SÓCRATES (discurso filosófico)


Con la intervención de Sócrates entramos en el campo de la filosofía. Su discusión con Agatón y
su relato del encuentro con Diótima poseen casi la misma extensión que todos los precedentes
discursos reunidos. Podemos dividir la intervención en: 1) la discusión dialéctica con Agatón, 2)
el relato acerca de nacimiento y de la naturaleza de Eros y 3) la dialéctica (erótica) ascendente
del amor hasta la idea de lo bello en sí.
Sócrates, desde el inicio, se sitúa en otro plano. No hará un encomio de Eros, no se ocupará
como los sofistas de la belleza de las palabras y de los períodos, sino de la verdad: “Yo no lo
hago [el encomio] de esta manera, porque no podría hacerlo. Sin embargo, la verdad, si os
parece bien, estoy dispuesto a decirla a mi manera, más sin poner en parangón mi discurso con
los vuestros”.
El objetivo de la discusión, del ejercicio dialéctico con Agatón, una vez establecida la diferencia
entre su discurso y los precedentes, es clarificar el problema, eliminando aquellas ideas que nos
llevaría a soluciones insuficientes y parciales. La tesis que Sócrates obliga a admitir a su
interlocutor sostiene que el amor no es algo absoluto, sino relativo. El amor ( Eros) es amor de
algo. No se puede entonces, continuar hablando del amor, como hasta entonces en términos
absolutos. El amor no es ni lo bello ni lo bueno, sino el deseo, la inclinación hacia lo bello y lo
bueno.
Llegado a este punto, Sócrates está en condiciones de narrar su conversación con Diótima
acerca del nacimiento de Eros. Éste es hijo de Póros (el recurso, abundancia, Astucia) y Penia (la
pobreza, la necesidad). “Cuando nació Afrodita, los dioses celebraron un banquete y entre ellos
estaba el hijo de Metis (la Prudencia), Póros. Una vez que terminaron de comer, se presentó a
mendigar, como era natural al celebrarse un festín, Penia y se quedó en la puerta. Póros, entre
tanto, como estaba embriagado de néctar, penetró en el huerto de Zeus y en el sopor de la
embriaguez se puso a dormir. Penia movida por su escasez de recursos, tramando hacerse un
hijo de Póros, se acostó a su lado y concibió a Eros”.
Hasta aquí varias conclusiones que se apartan o contradicen a los precedentes co-bebedores.
Eros no es el más antiguo de los dioses, ha sido engendrado (contra Fedro), tiene madre (contra
Pausanias), aunque hijo de la riqueza y de la pobreza es de naturaleza única -no hay dos Eros-
(contra Pausanias).
Además ni siquiera es un dios. La conclusión del mito que Diótima transmite a Sócrates es que
Eros es algo intermedio entre los dioses y los hombres, entre la riqueza y la pobreza, entre la
sabiduría y la ignorancia; en una palabra es un daîmon.

- Interpreta y comunica a los dioses las cosas de los


hombres y a los hombres las de los dioses. súplicas y sacrifi-
cios de los unos y de los otros órdenes y recompensas "
por los sacrificios. Al estar en medio de unos y otros llena
el espacio entre ambos, de suerte que el todo queda unido
consigo mismo como un continuo. A través de él funciona
toda la adivinación y el arte de los sacerdotes relativa
tanto a los sacrificios como a los ritos, ensalmos, toda clase
de mántica y la magia. La divinidad no tiene contacto con
el hombre, sino que es a través de este demon como se
produce todo con tacto y diálogo ent re dioses y hombres,
tanto como si est án despiertos como si están durmiendo
Y así, el que es sabio en tales materias es un hombre de-
móníco. mientras que el que lo es en cualquier otra cosa,
ya sea en las artes o en los trabajos manuales, es un simple
artesano. Estos démon es, en efecto. son numerosos y de
todas clases. y uno de ellos es también Eros.
- ¿y Quién es su padre y su madre? -dije yo. Es más largo -dijo-; de contar, pero, con todo, te
lo di ré 9 1 . Cuando nació Afrodita, los dioses celebraron
un banquete Y. entre otros, estaba también Poros, el hijo
de Melis. Después que terminaron de comer, vino a mendigar
Penia, como era de esperar en una ocasión festiva,
y estaba cerca de la puerta. Mientras, Poros, embriagado
de néctar - pues aún no había vino- , entró en el jardín
de Zeus y, entorpecido por la embriaguez, se durm ió. Entonces
Penia , maquinando, impulsada por su carencia de
recursos, hacerse un hijo de Poros, se acuesta a su lado
y concibió a Eros. Por esta razón, precisamente, es Eros
también acompañante y escudero de Afrodita , al ser engendrado
en la fiesta del nacimiento de la diosa y al ser,
a la vez, por naturaleza un amante de lo bello, dado que
también Afrodita es bella. Siendo hijo, pues, de Poros y
Penía, Eros se ha quedad o con las siguientes característi-
cas. En primer lugar , es siempre pobre, y lejos de ser delicado
y bello, como cree la mayoría , es, más bien, duro
y seco, descalzo y sin casa , duerme siempre en el suelo y
descubierto, se acuesta a la intemperie en las puertas y al
borde de los caminos, compañero siempre inseparable de
la indigencia por tener la naturaleza de su madre. Pero,
por otra parte, de acuerdo con la naturaleza de su padre,
está al acecho de lo bello y de lo bueno; es valiente, audaz
y activo, hábil cazador, siempre urdiendo alguna t rama,
ávido de sabiduría y rico en recursos, un amante del conocimiento
a lo largo de to da su vida, un formi dable mago,
hechicero y sofista . No es por naturaleza ni inmortal ni
mortal, sino que en el mismo día unas veces florece y vive,
cuando está en la abundancia, y otras muere, pero recobra ~
la vida de nuevo gracias a la naturaleza de su padre. Mas
lo que consigue siempre se le escapa, de suerte que Eros
nunca ni está falto de recursos ni es rico, y está , además,
en el medio de la sabiduría y la ignorancia . Pues la cosa
es como sigue: ninguno de los dioses ama la sabiduría ni
desea ser sabio, porque ya lo es, como tampoco ama la
sabiduría cualquier otro que sea sabio. Por otro lado, los
ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios,
pues en esto precisamente es la ignorancia una cosa molesta
: en que quien no es ni bello, ni bueno, ni inteligente
se crea a sí mismo que [o es suficientemente. Así, pues,
el que no cree estar necesitado no desea tampoco lo que
no cree necesitar.
- ¿Quiénes son, Diótima, entonces - dije yo- los que
aman la sabiduría, si no son ni los sabios ni los ignorantes?
- Hasta para un niño es ya evidente - dijo- que son
los que están en medio de estos dos, entre los cuales estará
también Eros. La sabiduría, en efecto, es una de las
cosas más bellas y Eros es amor de lo bello, de modo que
Eros es necesariamente amante de la sabiduría, y por ser
amante de la sabiduría está, por tanto, en medio del sabio
y del ignorante. Y la causa de esto es también su nacimiento,
ya que es hijo de un padre sabio y rico en recursos
y de una madre no sabia e indigente. Ésta es, pues, querido
Sócrates, la naturaleza de este demon. Pero, en cuanto
a lo que tú 'pensaste que era Eros, no hay nada sorprendente
en ello. Tú creíste, según me parece deducirlo de lo
e que dices, que Eros era lo amado y no lo que ama. Por esta
razón, me imagino, te parecía Ero s totalmente bello, pues
lo que es susceptible de ser amado es también lo verdaderamen-
te bello, delicado, perfecto y digno de ser tenido por
dichoso, mientras que lo que ama tiene un carácter diferente,
tal como yo lo describí.

En el relato de la segunda conversación de Sócrates con Diótima, Platón desarrolla lo que


podríamos llamar “el camino ascendente de Eros”: de la belleza física, de lo sensible, a la belleza
en sí, a lo inteligible en sí. Pero antes de develar la verdadera naturaleza de Eros, Platón debe
preparar al lector clarificando o modificando lo que Agatón había concedido a Sócrates y lo que,
a su vez, Sócrates había concedido a Diótima. Este es el tema del diálogo entre Sócrates y
Diótima que precede la dialéctica ascendente del amor. Los resultados de la discusión son en
líneas generales los siguientes: el objeto del amor es la posesión constante de lo bueno y, por
ello, el amor será necesariamente amor de la inmortalidad.
- Por supuesto que es así -dijo- Ahora bien, ¿por
qué precisamente de la generación? Porque la generación
es algo eterno e inmortal en la medida en que pueda existir
en algo "mortal. Y… acordado, desear
la: inmortalidad. junto con el bien, si realmente el amor
tiene por objeto la perpetua posesión del bien. Así, pues,
según se desprende de este razonamiento
el amor es también amor, de la inmortalidad.

Por consiguient e,
cuando alguien asciende a partir de las cosas de este mundo
mediante el recto amor de los jóvenes y empieza a divisar
aq uella belleza , puede decirse qu e toca casi el fin. Pues
ésta es justamente la manera correcta de acercarse a las
cosas del amor o de ser conducido por otro: empezando
por las cosas bellas de aquí y sirviéndose de ellas como
de peldaños ir ascendiendo continuamente, en base a aquella
belleza, de uno solo a dos y de dos a todos los cuerpos
bellos y de los cuerpos bellos a las bellas normas de
conducta. y de las normas de conducta a los bellos conocimientos
, y partiendo de éstos terminar en aquel conocimiento
que es conocimiento no de otra cosa sino de aquella
belleza absolu ta, par a que conozca al fin lo que es la
belleza en sí.

En conclusión, Eros, la filosofía no es otra cosa sino el engendrar en el alma la belleza, el


ascender hasta la contemplación de la belleza en sí.
ALCIBÍADES (elogio de Sócrates)
El discurso de Alcibíades no estaba previsto en el programa inicial; éste irrumpe en casa de
Agatón borracho y acompañado por una flautista. Con otras palabras, se sitúa más allá de lo que
habían decidido los participantes al simposio; quienes habían previsto, precisamente, beber
moderadamente y prescindir de la música para poder consagrarse al elogio de Eros.
Dos elementos dominan esta parte final del Banquete. Por un lado, la personalidad de Alcibíades:
enfant gaté de la democracia ateniense, bello, culto, exitoso, pero que, habiendo abandonado la
filosofía o incapaz de vivir filosóficamente, era al mismo tiempo desenfrenado y excéntrico.
Conocemos el final trágico de su vida, motivado por sus rivalidades políticas, las intrigas y sus
gestos de impiedad (la mutilación de Hermes en que participó). Platón se esfuerza, entonces, por
desresponsabilizar a Sócrates de las acciones de Alcibíades. El segundo elemento, es el elogio de
Sócrates, se trata de una ejemplificación de la esencia de la filosofía, la realización concreta de
Eros.
El Banquete es, en definitiva, el elogio de Eros, de la filosofía y de Sócrates.

Bibliografía: Castro Edgardo. Cátedra de Filosofía (2006)

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