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Fertilizantes para el cultivo en tierra

Para conseguir plantas saludables de marihuana deberemos aportarles nitrógeno (N), fósforo (P) y
potasio (K). Deberemos buscar en los envases el indicativo NPK para asegurarnos que contienen estos
tres elementos.

El nitrógeno ayuda a la generación de hojas y el fósforo al crecimiento de los cogollos. Aunque


generalmente la tierra que usemos ya tendrá estos tres elementos, a medida que nuestras plantas
crezcan necesitaremos aportarles nutrientes adicionales.

Cuando tus plantas alcancen la fase de floración tendrás que aportarles un equilibrio del 20% de fósforo,
potasio y nitrógeno. Si estás cultivando en interior es recomendable que diluyas esta fórmula a un cuarto
o a la mitad de su fuerza.

Puedes alimentar tus plantas cada vez que riegues, aunque no es completamente necesario. En general
dos veces por semana es más que suficiente. Cada producto vendrá con un programa de riego y
alimentación diferente tanto para tierra, como para coco e hidropónicos.

Céntrate en seguir las tablas que proporciona cada fabricante y todo irá bien.
Paso 1: Germinación

Nosotros personalmente las germinamos en un plato y ponemos algodón para tapar las semillas tanto
por arriba como por abajo. Lo hacemos aplicando una mezcla de agua oxigenada rebajada al 1% con un
litro de agua. Como ya te hemos dicho podrás encontrar muchas técnicas diferentes, pero está es la que
nos funciona a nosotros, consiguiendo porcentajes muy altos de éxito en cuanto a germinación.

a continuación, debes meterlas en tu armario de cultivo y empezar con el ciclo de 18/6, es decir 18
horas de luz y 6 de oscuridad. Durante los primeros días debes reducir la potencia de tu luz LED ya que
las semillas todavía están “tiernas” y son muy sensibles a un exceso de luz. En esta fase podemos aplicar
algún tipo de estimulador radicular que hacen que todo funcione un poco mejor.

Si todo va bien, en pocos días te encontrarás con unas pequeñas plantas con alguna que otra hoja
pidiéndote nutrientes y luz. Los cuales les proporcionaremos durante su fase de crecimiento.

Paso 2: Crecimiento

Podemos mantener a nuestras plantas en la fase de crecimiento por el tiempo que queramos siempre y
cuando les proporcionemos al menos 18 horas de luz al día, tengan una humedad relativa del 70% y una
temperatura de entre 20 y 30 ºC. Es ahora cuando tendremos que emplear el temporizador, el
higrómetro y el termómetro de los que antes hemos hablado.

Cómo te puedes imaginar el cannabis necesita una gran cantidad de agua para crecer, pero es una planta
que tolera muy mal los excesos de agua. Es por esto por lo que cuando reguemos nuestra planta de
cannabis lo haremos de manera abundante y no regaremos de nuevo hasta que la tierra esté
completamente seca.

A la hora de calcular la cantidad necesaria de agua para cada planta debemos seguir esta regla: el
volumen de agua debe ser al menos un cuarto del volumen de nuestro tiesto.

A modo de ejemplo, si nuestra maceta es de un 1L aportaremos 0,25L en cada riego, si es de 5L


aportaremos 1,25L y así sucesivamente. Tranquilo si es necesario que riegues dos, tres o cuatro veces
para aportar toda esta cantidad de agua. Mientras lo hagas de una manera lenta y uniforme por toda la
superficie no habrá el más mínimo problema.

Y respecto a la frecuencia, en general debemos regar nuestras plantas cada 3 o 6 días. Este tiempo
dependerá del tamaño de nuestra maceta y de factores como la temperatura que haga o la sequedad
que haya en el ambiente. Cuanto mayor sea la temperatura o la sequedad, mayor frecuencia de regado
aplicaremos.

Cuando nuestras plantas nos hayan dado las primeras preflores o, como se suele decir, el «pelito», será
momento de pasar a un ciclo 18/6 a uno de 12/12 horas de luz para dar comienzo a la ansiada fase de
floración.

Paso 3: Floración

Con el cambio de ciclo de luz a uno de 12/12 horas las plantas comenzarán a florecer permitiéndonos así
diferenciar el género de estás. Las plantas macho producen sacos de polen que pueden diferenciarse
porque parecen racimos de uvas. Sin embargo, las hembra desarrollan pequeños pelitos blancos
(pistilos) entre el tallo y las hojas.

Es fundamental que elimines lo antes posible todas las planta macho para prevenir la polinización. Si no
lo haces se reducirá la cantidad de THC final de tus cogollos.
Sabremos el sexo de la planta cuando haya madurado sexualmente entre las cuatro y seis semanas
después de la germinación de sus semillas

En el transcurso de las dos primeras semanas de floración continuaremos pulverizando y abonando


diariamente, ya que las plantas con el nuevo ciclo de luz pegarán un último estirón. Siendo posible que
con este estirón crezcan hasta el doble de su tamaño anterior. Es muy importante que controlemos esto
ya que el crecimiento en las dos primeras semanas es espectacular. La temperatura deberá encontrarse
entre los 18 y 26 ºC.

Ya pasadas las dos semanas y entrada la tercera, podemos dejar de pulverizar diariamente para evitar
que la humedad relativa ascienda en exceso. También es recomendable que aparte de emplear
nutrientes cambiemos el abono por uno de floración.

Tenemos que ser constantes y seguir regando cuando sea necesario aparte de abonar al menos una vez
por semana. Sí hemos realizado los pasos de la manera indicada entre la sexta y la octava semana de
floración nuestra planta o plantas nos habrán recompensado con flores llenas de resina y algunos de los
pelos de los que hablábamos antes ya maduros.

Llegado este punto dejaremos los sustratos y seguiremos regando durante toda la semana sólo con agua
con el objetivo de limpiar y aclarar las raíces. Acabada la semana pasaremos a dejar el riego para
producir algo de estrés hídrico con el fin de alcanzar un mejor curado de los cogollos. Finalmente
cortaremos las plantas y las colgaremos en un lugar oscuro y fresco para llegar al último paso: el de
secado y curado

Paso 4: Secado y curado

Este proceso de curado es por el cual secamos lentamente los cogollos para preservar y mejorar su sabor
y olor. Lo recomendable es colgarlos boca abajo en un lugar fresco y oscuro. La oscuridad es
imprescindible ya que si los cogollos reciben luz se destruirán sus glándulas de THC provocando que no
coloquen.

Con un nivel de humedad de un 60% los cogollos tardarán entre 4 y 10 días en secarse al completo. En
humedades mucho menores este proceso será más rápido, así que tienes que tener cuidado para que no
se sequen en exceso.

Para terminar, cuando los cogollos estén secos los introduciremos en tarros de cristal y los dejaremos
curar entre 3 y 6 meses para rematar nuestra creación.

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