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La Cultura Mochica estuvo presente durante los siglos I y VIII, esta cultura se va a dar en
torno a un conjunto de Valles situados el en la cordillera de los Andes al norte de Perú. la
zona de influencia y control Mochica se puede delimitar entre los valles de los ríos Piura en
el Norte y Nepeña en el sur.
los Mochicas son una cultura en la que las élites engloban el poder combinando diferentes
medios, pero con distintos caminos para alcanzar ese poder. Según las recientes
investigaciones se pueden diferenciar dos áreas donde se desarrolló la cultura y que
contenían sistemas distintos de poder a pesar de pertenecer a la misma cultura, estas son el
área sur y el área norte separadas por el área desértica de la Pampa de Paíjan (Uceda 2010:
148). El área sur comprendería el espacio entre los valles de Chicama y Nepeña, y cuyo
centro más importante se encuentra en el valle del río Moche. En este centro ceremonial se
encuentran las Huacas del Sol y la Luna, dos templos monumentales, ricamente decorados
donde residían las élites dirigentes y donde llevaban a cabo los rituales religiosos y demás
actos que les legitimaban en el poder. Hasta la fecha se considera que el centro ceremonial
de las Huacas de Moche sería la capital del área sur mochica (Castillo y Uceda 2008: 718).
Mientras que en el área del norte comprende entre los valles de Jequetepeque y el valle de
Piura, y el centro más estudiado y representativo para el área norte es san José de Moro.
2. DESARROLLO ECONOMICO
En la región del norte ocurre un desarrollo particular y difiere con el moche del sur. Uno de los
casos es que no aparecen en esta región los llamados huaco retratos. La carencia de estas formas, de
acuerdo a lo planteado por Larco, significaría que esta región no estuvo dentro del ámbito de
control de los Cie quich con sede en Moche y Chicama. Por ejemplo,
“El Señor de Sipan perteneció a los mochica del norte los cuales se caracterizaron por no tener un
gobernante central y común y en cada uno de los valles citados gobernaba un señor y el Señor de
Sipán fue uno de ellos”.(Alva,2010). Podemos deducir que en cada valle del norte, la organización
política tenia una cierta autonomía, con sus propias particularidades.
4. ASPECTO SOCIAL
Los rituales y la iconografía se dan en común en toda el área moche y a su vez conforman
el elemento homogeneizador de las culturas por excelencia, la religión. A pesar que los
distintos enclaves mochicas tuvieron un desarrollo regional y existen diferencias
cronológicas e institucionales sobre todo entre los valles del norte y del sur, la religión es
común en todos ellos, es el elemento unificador, que aglutina las diferencias regionales, las
distintas facciones políticas o el cambio de lealtades que se desarrolló (Donnan 2010: 47).
La religión es representada por símbolos distintivos que se asocian automáticamente a ella,
como es el ejemplo de la cruz con la religión católica.
Aia paec: (también conocido como dios degollador o también dios decapitador) fue la
principal deidad de mochica. Adorado como dios creador, protector y proveedor de agua.
1. ARQUITECTURA
Para García los moches realizaron construcciones de gran dimensión como símbolo de
veneración a sus dioses señalando:
“Para honrar a sus dioses y gobernantes construyeron colosales y masivas edificaciones con
millares de adobe, en forma de pirámides truncas accesibles por largas rampas.
Plataformas, amplios recintos o plazas; conformaron sus importantes santuarios religiosos
muchos de los cuales fueron adornados con impresionantes pinturas y alto relieves en sus
muros principales, representando ceremonias, deidades y complejos mitos; los más
representativos son: Huaca de la Luna (mural Rebelión de los artefactos), Huaca del Sol,
Huaca Cao Viejo (complejo arqueológico El Brujo) y Huaca Rajada, donde se encontró al
Señor de Sipán”.
Donnan y Castillo dividieron en etapas la cerámica Moche como; mochica norte (temprano,
medio y tardío) y sur (I al V) mencionando de esta manera:
II.1. Mochicas del norte:
El período Mochica Temprano: Es el menos documentado, evidencias de este período
han sido encontradas en sólo cuatro sitios del valle: Pacatnamú, La Mina, Tolón y Dos
Cabezas.
Pacatnamú, ubicado al norte de la desembocadura del río Jequetepeque, el período Mochica
Temprano está representado únicamente por una botella con asa estribo modelada en forma
de búho. El sitio de La Mina es posiblemente el lugar más importante donde la cerámica del
período Mochica Temprano ha sido encontrada, es el único sitio que se ha podido excavar
arqueológicamente. (Donnan y Castillo 1994).
La cerámica del período Mochica Temprano del valle del Jequetepeque, en términos
generales, constituye un conjunto bastante diagnóstico y homogéneo, con formas y
elementos decorativos frecuentemente repetidos. El aspecto más característico de la
cerámica Mochica Temprano es la extraordinaria calidad de sus esculturas
tridimensionales. Estas muchas veces incluyen una sorprendente abstracción de diseños o,
por el contrario, un marcado énfasis en detalles difícilmente visibles. (Donnan y Castillo
1994).
El periodo mochica medio: Está dividida en tres categorías: cerámica fina, cerámica de
calidad media y cerámica simple o doméstica. Los ejemplos de cerámica finas son botellas
de asa estribo con un característico pico invertido en el labio, cuerpos generalmente
achatados y lenticulares, bases anulares, y decoración en relieve o pintada en ocre, crema y
un distintivo color morado o púrpura, las piezas de calidad media durante este período son
jarras simples, jarras de cuello efigie, y figurinas (Donnan y Castillo 1994).
El periodo mochica tardío: El repertorio de formas y estilos cerámicos en el período
Mochica Tardío es mucho más complejo y rico que su contraparte del período Medio, esto
es especialmente cierto en cuanto a la cerámica fina, que presenta una enorme variabilidad
de formas y diseños. San José de Moro parece haber sido el centro ceremonial y funerario
Mochica Tardío se encontró piezas con decoración polícroma o diseños en relieve imitando
estilos de la costa central y piezas con diseños típicamente sureños, tales como jarras
mamiformes, o botellas carenada, estas piezas tienden a ser muy estandarizadas en sus
formas y decoraciones (Donnan y Castillo 1994).
II.2. Mochicas del sur:
Mochica I: La cerámica es pequeña, de aspecto sólido, de asas proporcionales y circulares
con picos cortos y fuertes rebordes. Las formas comunes son: vasos retratos, antropomorfos
de cuerpo entero, zoomorfos, cántaros sencillos con asa de estribo. Colores crema y rojo,
crema y ocre, rojo, crema y anaranjado; crema y negro. Hay una influencia de la decoración
negativa (Donnan y Castillo 1994).
Mochica II: El grosor disminuye. La cerámica se alarga y no se observa tendencia en darle
la misma altura que ancho, se inicia con esto la esbeltez de los vasos. El asa y el pico
crecen proporcionalmente, y mientras el asa no pierde la forma redondeada, el pico pierde
el reborde pronunciado, quedando tan solo un pequeño ribete. Existen vasos retratos,
antropomorfos de cuerpo entero, fitomorfos y zoomorfos. Predominan los colores crema y
rojo, crema y ocre, rojo y crema plomizo, marrón y anaranjado, crema y ocre (Donnan y
Castillo 1994).
Mochica III: Se inicia el refinamiento de esta cultura. Las paredes de los vasos se afinan
sin perder su solidez, el ceramio está cubierto por una fina capa de engobe cuidadosamente
pulida, los hornos abiertos con abundante oxigenación fueron perfeccionados. Los
recipientes son de mayor capacidad. Las esculturas antropomorfas son verdaderos retratos
de personas y la escultura religiosa adquiere importancia (Donnan y Castillo 1994).
Mochica IV: El artista mochica trata de perennizar en su cerámica no solamente los
asuntos comunes de su vida diaria, sino también las actividades de sus instituciones
organizadas. Los vasos se alargan y también proporcionalmente el asa, que ya no es chata
sino, redonda o ligeramente angular. La mayoría de los picos son largos y rectos, aunque
hay algunos más angostos en la punta con bordes levemente afilados. Tienen una
decoración pictórica de líneas finas, huacos retratos, cantaros y floreros (Donnan y Castillo
1994).
Mochica V: La cerámica se reduce en tamaño, pero el asa se alarga, siendo el pico más
pequeño. El asa toma una forma triangular acentuada y el pico es de naturaleza
troncocónica con bordes afilados del interior hacia afuera. Las representaciones
geométricas abundan. El motivo escultórico pasa a segundo plano, desplazado por el arte
pictórico. Las técnicas de manufactura que mayormente conocieron fueron el moldeado y el
estampado. Dada la calidad estética y temática de su innumerable producción, se ha
convertido en el mejor espejo
METALURGIA
En la cultura mochica desarrolló la metalurgia utilizando el cobre y la plata, lo más
resaltante es que pudieron dorar el cobre con una exquisita técnica que cubría el metal con
una capa delgada de oro, esta técnica fue descubierta en Europa mucho después, García
señala:
“Los Mochicas desarrollaron la metalurgia del cobre, plata y aleaciones para producir a
gran escala hermosos ornamentos, herramientas para la agricultura y armas. Dominaron las
técnicas de fundición, laminado, forjado, repujado, soldadura, engrapado y calado de
figuras, entre otras. Su más importante proeza fue dorar el cobre con una sofisticada técnica
(tumbaga) que consiguió recubrir este metal con una finísima capa de oro, técnica
descubierta en Europa ciento de años después”.
3.1. Mochicas del norte
Precisamente, tres modelos de colapso que han sido propuestos para la cultura Moche.
Inciden en esta falla ideológica. En Pampa Grande, la ciudad más grande de la sección
Norte del territorio Moche, Shimada en 1994 halló evidencia de un final violento asociado
a una revuelta popular. Las élites Moche locales, tozudamente fieles a principios
tradicionales, habrían sido incapaces de convocar ideológicamente a un segmento no-
Moche de la población que creció en número y capacidad organizativa a lo largo del
tiempo. En Galindo, la ciudad más septentrional del territorio Moche Tardío, el final
también estuvo acompañado de una rebelión, esta vez gestada en respuesta a las medidas
coercitivas extremas que implementaron los gobernantes locales. Estas medidas represivas,
que entre otras cosas se reflejan en la erección de un gran muro que aisló los barrios
populares del resto de la ciudad, fueron implementadas para contrarrestar el fracaso de una
revisión ideológica que rechazó símbolos tradicionales de poder. Parcialmente relacionado
al argumento de Bawden se halla la propuesta de Luis Jaime
Castillo para explicar el ocaso de las élites Moche Tardío del sitio de San José de Moro.
Según Castillo, las élites del sitio cayeron en descrédito al emprender un programa de
revitalización ideológica, que implicó la asimilación de los símbolos de poder de una
formación cultural la cultura Huari que gozaba de mucho prestigio en la época. El nuevo
programa ideológico no habría ofrecido a las clases populares una justificación convincente
sobre las grandes distancias sociales que las separaba de la nobleza privilegiada.
Dos propuestas adicionales de colapso, no relacionadas con factores ideológicos, han sido
planteadas para el caso Moche. Estas propuestas tienen en común el hecho de resaltar la
injerencia de factores no económicos perturbaciones ambientales y guerra en procesos de
colapso cultural. Estos factores también tienen la propiedad de afectar negativamente la
calidad de vida de la gente común, menoscabando su capacidad de aportar económicamente
a las instituciones centrales de poder. Cuando estos factores se combinan con los productos
negativos colaterales de procesos de complejización sociopolítica, las fuerzas disruptivas
que se generan al interior de sociedades pueden ser prácticamente incontenibles.
El argumento de perturbaciones ambientales como factor detonante del colapso Moche
surge de estudios realizados entre mediados de 1970 y 1980 en glaciares de la cordillera
andina (Thompson). Muestras de hielo obtenidas del barrenado profundo de glaciares
permitieron armar un registro detallado de precipitaciones de 1 500 años de duración. Este
registro evidencia un patrón de inestabilidad ambiental durante prácticamente toda la
extensión del periodo Moche Tardío caracterizado por la sucesión de varias sequías
severas, interrumpidas por un único episodio de humedad ambiental excesiva.
Evidentemente, este periodo de inestabilidad climática habría afectado la capacidad
productiva de las comunidades Moche asentadas en la costa. Es probable que se alcanzara
un punto en el que la base productiva de la sociedad simplemente fuera incapaz de aportar
los recursos que demandaba la clase dirigente, generándose un cisma insalvable.
Según Canziani para las etapas más tardías de los moche, Wari juegan un papel importante
influyendo en el cambio total de toda su estructura transformando y abandonando sus
arquitectura, esto a causa de la presión que realizaban los Wari sobre los moche.
El escenario político del bajo Jequetepeque durante el periodo Moche Tardío ofrece una
interesante imagen de lo que ocurre cuando dos sociedades complejas chocan por el control
de un mismo territorio. Si uno de los poderes no es capaz de subyugar rápidamente a su
oponente, se puede generar una «guerra de desgaste» con capacidad de debilitar
significativamente a los bandos enfrentados[CITATION Mar07 \p 236 \l 10250 ].
1. Horizonte medio
El Horizonte Medio (Rowe 1962), que cronológicamente se ubica entre el 600 y el 1000 d.C., se
asiste a la progresiva declinación de las formaciones regionales, como también a una serie de
cambios que afectan la esfera de la cultura material e imponen modificaciones sustanciales en los
patrones de asentamiento. Wari, que expresan nuevas formas de organización económica y social.
Se inaugura así una nueva época caracterizada por la presencia de sociedades con una impronta de
corte más civil o seglar y de mayor relevancia política, donde el enorme peso que antes tuvieron la
religión y la arquitectura pública ceremonial, fueron dando paso a formaciones, que estuvieron
sustentadas por un eficiente aparato político administrativo, que les permitió ampliar la base
productiva mediante obras públicas e instaurar una economía de mayor énfasis redistributivo, sin
olvidar por esto la organización del ejercicio de la guerra como un importante componente del
poder.
Estas nuevas formaciones económico sociales se verían expresadas en términos del modelo de
asentamiento en ciudades o asentamientos urbanos donde lo central y sobresaliente ya no será el
templo, en la forma de colosales montículos piramidales, sino más bien los complejos palaciegos de
carácter político administrativo. Esta nueva época y sus modelos de urbanismo, que inicia con el
fenómeno Wari[ CITATION Jos08 \l 10250 ].
3. Orígenes de chimú
El origen de la cultura Chimú se encuentra en la época descomposición del período Huari, que
representó en la costa norte una etapa de despoblación, pero a la vez de renacimiento de lo que se
podría llamar los viejos valores mochanos. La ciudad de Chanchán creció y aparecieron otros
centros urbanos que cumplieron la función de núcleos administrativos como Apurlec, Pacatnamú,
Punkurí, etc[ CITATION YES14 \l 10250 ].
1. Chan Chan
Citando la opinión de Conrad y Moseley: “Chan Chan fue uno de los centros urbanos
prehispánicos más grandes del área andina. El tamaño de tal ciudad refleja el status que
tuvo como capital del reino de Chimor, o del Imperio de Chimú. Con unos comienzos
legendarios en el siglo XII, esta entidad política expandió posteriormente su control sobre
más de mil kilómetros de la faja desértica costera, desde cerca del golfo de Guayaquil en el
Ecuador según se dice hasta las vecindades de Lima actual. Chimor era el Estado más
grande, más poderoso, que compitió en el Norte con la hegemonía cuzqueña, y fue
conquistado por el Inca hacia 1470, cayendo Chan Chan con todos los territorios que una
vez rigiera, bajo el dominio serrano. Durante algunos años más la ciudad continuó
funcionando como importante centro urbano, pero poco antes de la llegada de los
españoles, ya estaba abandonado”.
Su organización política fue bastante estable y según Moore (1985:140-190) nos indica
que: “los modelos para integrar la economía de este estado aparecen como dividida en dos
grupos: el modelo burocrático y el modelo de un señorío. La diferencia entre los dos
modelos mencionados depende del grado de cómo se involucra el Estado en la economía.
Con el modelo burocrático se plantea una economía redistributiva, controlada por el Estado.
En cambio, en el modelo de señorío se plantearía un sistema económico basado en vínculos
de linaje”.
La sociedad chimú fue expansionista referido a ello: “En ésta región el control político
directo del estado Chimú fue consolidada a través de varios mecanismos: conquista violenta
seguida por la imposición de un gobernante Chimú, la creación de un nuevo asentamiento
Chimú que incorporaba a los nobles locales dentro de la estructura estatal, y la
conservación de las poblaciones de bajo nivel y obedientes”.[CITATION Moo08 \l 10250 ]
“La hegemonía Chimú no solo fue ejercida por las fuerzas armadas y la extracción de
excedente, sino también a través de la expropiación ideológica de la visión de mundo y de
la religión de la costa norte”.[ CITATION Moo08 \l 10250 ]
“Más allá del núcleo central las estrategias imperiales fueron variadas. Primero la
integración territorial se extendió desde el Valle de Casma hasta La Leche, con claras
evidencias de reorganización de los asentamientos de la región norte previamente
controlada por el estado Lambayeque/Sicán. Segundo, unas variedades de estrategias de
control directo imperial fueron empleadas dentro de esta área, que incluyen la imposición
de nuevos centros administrativos, la coaptación de las elites locales y la inversión en
emprendimientos imperiales específicos y focalizados. Tercero, la población de un área
extensa interactuaron con Chimú de manera diversa y en distinto grado: a través de una
autoridad indirecta, intercambio de elite, o comercio”.[ CITATION Moo08 \l 10250 ]
Basándonos en el modelo político de un señorío tenemos que la cultura chimú conto con 9
gobernantes cerca de 3 siglos de hegemonía descendientes del linaje de Tacaynamo.
La opinión que nos brinda Marco Ibarra acerca de la jerarquía social es la siguiente: “La
cultura chimú se caracterizó por presentar una sociedad clasista, con diferencias y debates
entre las distintas clases sociales. Dentro de esta cultura se distinguieron cuatro grupos
sociales, cada uno con una función específica dentro de las comunidades”.
La sociedad estuvo jerarquizada por la nobleza, los artesanos, los sirvientes y los esclavos.
En la escala superior de los cuatro grupos sociales se encontró el Gran Chimú.
Según el autor Antonio de la Calancha han existido 4 clases dentro de la jerarquía social:
El Gran Chimú era la máxima autoridad de la cultura chimú y el gobernante absoluto de los
pueblos, es el que detentaba el poder tanto político, religioso y militar, los gobernantes de
esta cultura tuvieron el privilegio de concentrarse en los grandes y majestuosos palacios de
la capital. Generalmente los gobernantes recibían el trono de manera hereditaria y
gobernaban durante muchos años. Además, gozaron del privilegio de estar rodeado de lujos
y sirvientes a su disposición.
La nobleza chimú estuvo conformada por todos aquellos que tuvieron cargos importantes
dentro de la sociedad. Los guerreros, los sacerdotes y los aliados del Gran Chimú fueron
parte de la nobleza que se distribuyó en palacios en la capital y en zonas construidas
especialmente para ellos.
En la época de la cultura chimú, la nobleza se conoció con el nombre de los Alaec. Eran el
equivalente a los grandes caciques de otras civilizaciones y hombres de gran prestigio y
poder económico ellos estaban a cargo de pequeños territorios con la función de supervisar
la producción de bienes y servicios en estos territorios.
En la jerarquía chimú, los artesanos y los mercaderes ocuparon el tercer escalón. Este grupo
fue llamado por ellos como los Paraeng; sus integrantes se encargaban de producir los
bienes y servicios de la cultura chimú. Su trabajo fue considerado uno de los más
importantes, pero debían ser supervisados por un ente mayor para corroborar que
cumplieran con sus obligaciones de la mejor manera. A este grupo se le adicionan los
campesinos y los agricultores. Y todos ellos estaban obligados a brindar tributo para
mantener a la elite gobernante.
1..3. ECONOMÍA
Entre las principales actividades económicas desarrolladas por la cultura chimú podemos
mencionar: la agricultura, la pesca, la producción artesanal y el comercio de bienes, pues
había necesidad de intercambiar productos con otros más exóticos y valiosos mediante una
especie de trueque navegando enormes distancias en balsas de totora. “Los artesanos tenían
prohibido cambiar de ocupación, por lo que se agruparon a algunos en ciudadelas y otros en
campamentos talleres dependiendo de la actividad que realizaran y distanciados de la
capital”.[ CITATION iba \l 10250 ]
“Los artesanos empleaban buena parte de sus esfuerzos en zonas destinadas a la producción
artesanal para realizar sus actividades económicas. Más de 11.000 artesanos vivían y
trabajaban en el lugar de mayor concentración de habitantes chimú”.[ CITATION iba \l 10250 ]
Las conchas de los Spondylus fueron muy importantes dentro de la cultura chimú debido a
su abundancia hallada en toda la región. “Muchos artesanos independientes se dedicaron a
la producción y comercialización de estas conchas, aunque su independencia laboral les
imposibilitó realizar una gran cantidad de piezas”.[ CITATION iba \l 10250 ]
Los registros arqueológicos indicaron que Chan Chan fue el centro de importantes
intercambios comerciales, con la concha de este animal como principal elemento. Se podría
decir que los artesanos viajaban largas distancias desde los campamentos de talleres hasta
la capital para comercializar las conchas.
“El comercio con las conchas de Spondylus fue parte de la gran expansión del poder
económico que tuvo la cultura chimú. Estas conchas fueron vistas como un material exótico
que debía ser aprovechado para crear piezas prestigiosas”.[ CITATION iba \l 10250 ]
Los artesanos utilizaron este material como una forma de control político y económico,
tanto para sostenerse dentro de la sociedad como para ganar cierto prestigio y
reconocimiento de la nobleza.
4. AGRICULTURA
Una de las actividades económicas más importantes de la cultura chimú fue la agricultura.
Esta actividad se desarrolló principalmente en los valles donde se podían aprovechar mejor
las tierras fértiles. Sin embargo, su desarrollo se dio en casi toda la zona ocupada por los
chimú. Como consecuencia de esto, aplicaron diversas técnicas para incentivar un
crecimiento más rápido de los cultivos.
Los principales cultivos para el consumo para la civilización chimú eran: el maíz, los
frijoles, la yuca, las calabazas, la guanábana, el maní, la palta, la lúcuma y el ciruelo del
fraile.
III.5. RELIGIÓN
5.1 Deidades
“Para la cultura chimú, la Luna (Shi) fue la deidad más grande y poderosa, incluso más
que el Sol. Los chimúes creían que la Luna tenía ciertos poderes que permitían el
crecimiento de las plantas. Para la cultura chimú, la noche correspondía a las horas más
peligrosas y la Luna los alumbraba constantemente”.[ CITATION iba \l 10250 ]
Los devotos llegaron a sacrificar animales e incluso a sus hijos como ofrendas a la Luna.
Consideraron que la Luna era la responsable del curso del tiempo, de las tempestades, del
oleaje del mar y de las acciones de la naturaleza. El principal templo fue el Shi-An,
conocido como la Casa de la Luna, donde se realizaban los rituales en fechas específicas.
Además, adoraban al planeta Marte, a la Tierra (Ghis), al Sol (Jiang) y al Mar (Ni) como
dioses. Cada una tenía un nombre específico. Algunas de las ofrendas utilizaban la harina
de maíz para la protección y la captura de peces para el alimento.
También les brindaron tributo a las estrellas del Cinturón de Orión y a algunas
constelaciones. Las constelaciones fueron claves para la medición del paso del tiempo
durante el transcurso del año y vigilar los cultivos. Del mismo modo los chimú construyó
muchos santuarios locales, cada uno tenía un objeto de culto específico asociado a una
leyenda mítica.
5.2 Sacrificios
“Su hijo lo sucedió en el trono y consolidó el poder sobre el Valle bajo de Moche, mientras
que el nieto de Taycanamo conquistó el alto Valle de Moche y expandió su reino hasta el
Valle de Santa por el sur y el Valle de Zaña por el norte. El octavo sucesor de Taycanamo,
Minchancaman llevó al reino al apogeo, conquistando 200 leguas de costa, llegando por el
norte a la región de Tumbes. Minchancaman, fue quien confrontó con el ejército Inca
guiado por Topa Inca Yupanqui”. (Rowe 1948:28-30)
V. ENFOQUE ESTILÍSTICO DE CHIMÚ
La sociedad Chimú se desarrolló hacia los años 1200 a 1438 d. de C en el Horizonte Medio
Intermedio en la costa norte del actual Perú, en el valle de Moche al norte de Lima en el
departamento de la Libertad; se extendió por toda la costa peruana desde Olmos, Piura
Tumbes al norte, hasta el valle del Chillón cerca de Lima; limitaba por el sur con Pativilca
y Carabayllo. (Gnencco,2011)
Herederos de la cultura Moche, los chimú fueron una de las principales sociedades
preincaicas, periodo de los grandes reinos y señoríos de las culturas locales; la cultura
costeña Chimú o Señorío de Chimor, que surge al decaer el Imperio wari, alcanzó una
avanzada organización política y social, siendo en un principio, 900-1300
d.C(Gavidia,2009), un pequeño grupo localizado en el antiguo valle de Moche y zonas
aledañas en los territorios donde siglos antes habitaron los mochicas, sus antecesores, para
luego expandir sus dominios, en su etapa de mayordesarrollo.
VI.1. ARQUITECTURA:
Podemos mencionar la cultura chimú es considerado como los mejores arquitectos del Perú
preincaico, destacaron en el plano urbanístico por sus formidables construcciones,
ejemplificadas en la ciudadela de Chan Chan. Durante el PIT existieron otros centros
urbanos de élite de gran interés, entre los que destacan Pacatnamú y El Purgatorio:
Pacatnamu. presenta una serie de niveles divididos en dos sectores, el nuevo y el viejo, el
nuevo presenta una arquitectura similar a la existente en Chanchan que desempeña idéntica
función. El sector viejo, presenta pequeñas pirámides de adobe generalmente truncadas y
orientadas de norte a sur, podemos decir que debió de ser en la costa norte el más
importante de los centros religiosos dedicados al culto de la luna y, al igual que
Pachacamac en la costa central, qué fue uno de los principales oráculos del territorio
andino.
El Purgatorio. presenta una serie de pequeñas plataformas y salas que parecen haber
cumplido la función de observatorios. Comparte con Chanchan una estructura de
subdivisión en abundantes salas con escasas entradas, si bien los muros que la delimitan y
defienden ofrecen notables diferencias.
Lo característico de la arquitectura Chimú son sus frisos, los cuales eran elaborados en base
a barro y que servían para decorar las paredes. Estos son figuras en plano relieve que
cubren totalmente largas paredes. Uno de los lugares en donde se concentra mayor número
de frisos es en la ciudad-capital de Chanchan con patios y pasadizos profusamente
decorados con figuras geométricas de peces y aves. Se sabe que los frisos tenían vivos
colores, lo que hacían que sus motivos resaltaran aún más.
Algunos ejemplos:
IV.3. METALUGIA:
Fueron excelentes metalúrgicos y han sido considerados como los mejores metalistas del
antiguo Perú, a tal extremo que cuando fue la dominación Inca muchos de sus orfebres
fueron llevados al Cuzco para trabajar en oro y plata. Los orfebres emplearon oro, plata,
estaño y cobre en las más diversas aleaciones, producto de minas a tajo abierto, de los
lavaderos los ríos locales y de socavones, de regiones relacionadas y obtenidos por
comercio. Conocieron una amplia gama de técnicas: martillado, repujado sobre moldes de
madera, enchapado, estampado, vaciado a la cera perdida, perlado, filigrana, trabajados en
talleres divididos en secciones para cada caso del tratamiento especializado de los metales.
Confeccionaron hermosos atuendos rituales de oro compuestos de tocados (también de
oro), orejeras, collares, pectorales y brazaletes adornos, joyas, y útiles de gran variedad de
técnicas y belleza extraordinaria en oro plata y aleaciones, engalanadas con piedras
preciosas como turquesas, lapislázuli y cuarzo. Lograron verdaderas obras maestras que
hasta ahora sombran en los museos. El Tumi fue su obra más representativa. Se trata de un
cuchillo ceremonial de oro de un metro de largo y treinta centímetros de ancho que se
usaba, como es de suponer, en sacrificios para los dioses. ( Gnecco,2011)
Mackey, C. (1985). La cerámica Chimú a fines del Horizonte Medio. Revista del Museo
Nacional, tomo
XLVII, p. 79.
Muelle, J. (1954). Acerca del estilo Chimú intermedio tardío. Revista del Museo Nacional,
tomo XXIII, p. 181.
Moore Jerry D. y C. J. Mackey 2008 The Chimú Empire. Handbook of South American
Amico, J. C. (2008). CIUDAD Y TERRITORIO EN LOS ANDES. Lima: Pontificia Universidad Católica del
Perú.
DAVILA, Y. H. (2014). INTERMEDIO TARDÍO EN LA COSTA NORTE DEL PERÚ: LA CULTURA CHIMÚ.
Rintel, M. R. (2007). Nuevas perspectivas acerca del colapso Moche en el Bajo Jequetepeque.
Institut Français d'Études Andines, 221-240.