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Sabemos que la poesía, aunque se vista de palabras no está en ellas; sin embargo, es el mejor
regalo que podemos dar y recibir.
LA POESÍA ES...
La poesía es una flor rarísima que hay que respirar en la religión de la soledad. Charles
Baudelaire (Lecciones secretas)
Poesía es clarividente fusión del hombre con lo creado, con lo que acaso no tiene nombre.
Vicente Aleixandre (Antología, de Gerardo Diego)
La poesía es el intento de representar por medio del lenguaje articulado esas cosas o esa cosa que
intentan representar los gritos, las lágrimas, las caricias, los suspiros. Paul Valéry (de Para
contribuir a la confusión general)
...el poema es una captación intuitiva de lo que hay más allá de la apariencia. Juan Ramón
Jiménez (Diario de un poeta recién casado)
Pero ¿qué voy a decir yo de la Poesía? ¿Qué voy a decir de esas nubes, de ese cielo? Mirar, mirar,
mirarlas, mirarlo, y nada más. Comprenderás que un poeta no puede decir nada de la Poesía. Eso
déjaselo a los críticos y profesores. Pero ni tú ni yo ni ningún poeta sabemos lo que es la Poesía.
Federico García Lorca. ("Varia", Poética 2, De viva voz a Gerardo Diego)
Quiso explicar la luz que le cegaba, atrapar la mariposa de viento con la red de cazar
rinocerontes, estrujar con la mano el corazón para entender el mecanismo de cada latido,
desarmar el castillo de arena para observar paso a paso el infinito... lástima, solo pudo
soñar que escribía un poema.
Mi madre dice que solo hay un ser en toda la creación capaz de volar con una sola pluma: el
ser humano.
Pero para volar de verdad hay que escribir poesía… ¿por qué poesía? Porque la poesía no
cuenta nada, sino que se cuenta así misma, porque la poesía vuela alto, alto, alto, como si
tomara fuerza en las estrellas de fuego para luego descender en vuelo suicida hacia el corazón
del mundo. Solo entonces el poema resuena, se expande, devora, estalla girando en remolino,
crepitando, rugiendo, dejando su marca de jaguar en la noche del alma.
Una vez escrito el poema, el poema ya no es de nadie. Es una voz que calza en la boca de los
enamorados o en último alarido de los que han saltado al abismo, es una antorcha que
acompaña a los que se sienten condenados a la soledad o a los que otean en el firmamento
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nocturno el rastro lacerado de sí mismos. Y es que la poesía, aquella que fue escrita hace
miles de años en el vientre de una cueva o en el tronco de un árbol es un espíritu que se
renueva con cada generación y camina hacia el infinito.
Todos los niños nacen con un puñado de poesía en el corazón: por eso, cada vez que tratan de
explicar el mundo con sus gestos deslumbrados y sus medias palabras, vuelven a inaugurar el
mundo desde su inocencia. Más tarde – luego de un periodo en que la poesía parece perdida
entre los hilos de un crecimiento indetenible- el primer amor brota en el pecho del
adolescente: entonces la poesía lo llena todo, no solo sus diarios o los márgenes floridos de
sus cuadernos, sino y, sobre todo, sus insomnios, sus primeros vértigos y sus sueños más
secretos…
Pero qué hacen los adultos ante semejante eclosión de vida y asombro: los miran compasivos,
les acarician los cabellos como a cachorros perdidos y les dicen: ya, ya, ya yo también pasé
por eso. Es como si dijeran es parte “natural” de cierta etapa, pero al mismo tiempo
insinuaran que ya llegará el tiempo de madurar, de despertar a las obligaciones cotidianas, de
empezar hacer por fin cosas serias e importantes. Nadie los alienta, nadie lee sus textos
garabateados bajo la fiebre del amor o el despecho, textos que al mismo tiempo muestran su
inquietud ante el destino, ante el significado profundo del universo.
Por suerte para unos pocos hay seres que no solo leen lo que escriben, sino que se emocionan
y los alientan convencidos de que la poesía es algo más que una etapa “natural” a superar, que
la poesía es la magia que nos permite sobrevivir a lo siglos de seudoprogreso, que la poesía es
el puente que cada uno tiende entre la tierra y el cielo.
El poeta checo Rainer María Rilke, decía: “Para escribir un solo verso, es necesario haber visto
muchas ciudades, hombres y cosas; hace falta conocer a los animales, hay que sentir cómo
vuelan los pájaros y saber qué movimiento hacen las florecitas al abrirse en la mañana. Es
necesario poder pensar en caminos de regiones desconocidas, en encuentros inesperados, en
despedidas que hacía tiempo se veían llegar; en días de infancia cuyo misterio no está aún
aclarado (...), en días pasados en habitaciones tranquilas y recogidas, en mañanas al borde del
mar, en la mar misma, (...) Y tampoco basta tener recuerdos. Es necesario saber olvidarlos
cuando son muchos, y hay que tener la paciencia de esperar a que vuelvan.”
No es lo mismo decir “la mujer lloró”, que “la mujer se llevó las manos temblorosas al rostro,
gimió levemente, como un cachorro asustado, y se deshizo en llanto lastimero”; no es lo mismo
decir “apareció la luna”, a decir: “la luna venía saliendo de la tierra como una llamarada
redonda”. Fíjate que, de pronto, gracias al lenguaje poético, la mujer se convierte en una especie
de cachorro desamparado, en algo tan frágil que da lástima; y mira cómo en el otro ejemplo
pareciera que la tierra estuviera dando a luz a la luna, una luna que es una “llama redonda”,
ciertamente impresionante, estremecedor.
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El lenguaje poético no es algo que encontramos solo en los poemas: la poesía está en los cuentos,
las novelas, las obras de teatro, los guiones de cine y en ciertos artículos periodísticos. Es lo que
se conoce como prosa poética.
A continuación, te presento algunos recursos literarios o estilísticos que utilizan los escritores:
ANTÍTESIS O PARADOJA: Se oponen dos ideas o dos términos contrarios. Ejemplos: “Yo
velo cuando tú duermes, yo lloro cuando tú cantas” (Cervantes); “Cuando el sonido de su voz
rasgó el aire, se oyó un rugido armonioso” (M. A. Silva); “¡Madre Locura! /Tus hijos pertenecen
a la alta aristocracia / de la risa que llora, danzando alegres jotas” (Arturo Borja)
COMPARACIÓN O SÍMIL: Es una comparación poética mediante los nexos: como, cual,
semejante a, parecía. Ejemplos: “tienen los ojos dulces como las almendras azucaradas”; “sus
caricias son frías como el hielo”; “la esperanza vuela como una mariposa”.
METÁFORA: Es la fusión de un elemento con otro –por diferentes que parezcan- plasmados en
una sola imagen. Corresponde a la forma de ver el mundo de los llamados “hombres primitivos”,
para ellos las cosas y los seres no están aislados, están conectados, hasta el punto de que una cosa
es al mismo tiempo otra. Hablar con metáforas es como hablar en el lenguaje de los sueños, en
donde -por ejemplo- un escorpión puede, de alguna forma, recordarnos la muerte: “de pronto, la
muerte era un escorpión de oro subiendo por mi pecho aterido”. “La guitarra es un pozo con
viento en vez de agua”. “El ciprés es una llama verde”
En la vida cotidiana también usamos metáforas, como cuando decimos: “tiene la piel de seda”; el
chico es una bala”; “tiene los ojos de lince”; “ese hogar es un infierno”; “boquita de cereza”; “ese
tipo es un gallina”; “la doña es una arpía”; “eres un amor”
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SINESTESIA: Combina sensaciones de distinto tipo. Atribuye a los sentidos sensaciones,
estímulos que por lógica no les corresponde. Ejemplos: dulce melodía (combina lo gustativo con
lo auditivo), había un olor verde de musgos húmedos (mezcla color con olor), hay ecos de luz en
los balcones (combina luz con sonido), agria melancolía (mezcla un sabor con un sentimiento);
“En los jardines (...) exhalaban los jazmines su fragancia azucarada” (olor / sabor) “oír la noche
inmensa”; “azul sonoro”. Normalmente utilizamos la sinestesia cuando decimos: “qué palabras
tan dulces”, “sufrí una amarga decepción”.
Cuando la aliteración trata de imitar sonidos o ruidos, se denomina ONOMATOPEYA: “El silbo
de los aires amorosos”.
ANÁFORA: Repetición de una o más palabras al comienzo de cada frase. Ejemplos: “Grande en
el pensamiento, grande en la acción, grande en la gloria...” (José E. Rodó). “Érase un hombre a
una nariz pegado, / érase una nariz superlativa, / érase una nariz sayón y escriba...” (Quevedo)
CRONOGRAFÍA: Describe un tiempo o época. “Mediodía de verano, oro y azul / tanta nueva
alegría, tanta inquietud secreta / como sutil fragancia sobre los corazones.”
RETRATO: Descripción poética del aspecto físico y espiritual de una persona o animal.