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BFIQ U1 Contenido
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U1 Estructura de la materia
Programa de la asignatura:
Fisicoquímica
U1 Estructura de la materia
Índice
Presentación de la unidad…………………………………………………………………………..3
Propósitos de la unidad……………………………………………………………………………..3
Competencia específica…………………………………………………………………………….4
1. Estructura de la materia………………………………………………………………………....4
1.1 Estructura atómica………………………………………………………………………………5
1.1.1 Enlaces químicos……………………………………………………………………………..8
1.1.2 Generalidades de bioenergética…………………………………………………………...12
1.2. Disoluciones acuosas………………………………………………………………………...15
1.2.1. Disoluciones acuosas……………………………………………………………………….15
1.2.2. pH dependiente de aminoácidos y proteínas………………………………………….…18
1.2.3. Equilibrio ácido base y capacidad buffer………………………………………………….20
1.3. Difusión…………………………………………………………………………………………22
1.3.1. Tipos de difusión………………………………………………………………………….…22
1.3.2.Las leyes de Fick…………………………………………………………………………….24
1.3.3. Equilibrio de Donnan……………………………………………………………………….25
Actividades……………………………………………………………………………………….....26
Autorreflexiones……………………………………………………………………………...……..27
Cierre de la unidad………………………………………………………………………………….27
Para saber más……………………………………………………………………………………..27
Fuentes de consulta………………………………………………………………………………..28
Presentación de la unidad
Al conocer la estructura de la materia que forma los elementos y los enlaces químicos que
participan para formar moléculas orgánicas e inorgánicas, se pueden comprender algunos
procesos como las disoluciones acuosas y el fenómeno de difusión. Éstos tienen gran
importancia en la Biotecnología aplicada, como es el caso de las industrias refresqueras
que utilizan el principio de disolución al agregar el gas (CO2) al agua del refresco.
También las industrias potabilizadoras de agua utilizan el fenómeno de difusión al filtrar el
agua de mar a través de membranas de porcelana para desalinizarla y hacerla
consumible para el ser humano.
Propósitos
Competencia específica
1. Estructura de la materia
La materia, definida como todo aquello que tiene masa y ocupa un espacio, está formada
por partículas diminutas que, a su vez, forman el átomo, y por ello se les llama
subatómicas. Los físicos han descubierto varios componentes del átomo, pero, para el
interés de esta unidad, sólo necesitamos considerar tres partículas: electrones (cargados
negativamente), protones (cargados positivamente) y neutrones (partículas sin carga). En
un átomo eléctricamente neutro, el número de electrones es igual al número de protones
(Kotz, Treichel, & Weaver, 2005).
Gracias a estas partículas subatómicas, los átomos de los diferentes elementos forman
enlaces químicos para crear moléculas. En esta esta unidad se abordarán los siguientes
enlaces químicos: iónico, covalente, metálico, e intermolecular. Asimismo, se tocarán dos
fenómenos en los cuales participan uno o varios de estos enlaces: disoluciones acuosas y
difusión (Kotz et al., 2005, p. 11).
forma de HCO3, el cual escapa formando estas burbujas de CO2 una vez que la presión a
la que se encontraba sometido se reduce (Kotz et al., p. 121).
Solomon et al. (2008) definen al átomo como la porción más pequeña de un elemento que
conserva sus propiedades químicas, y que, a su vez, está formado por partículas
diminutas de materia1 conocidas como partículas subatómicas: electrones, protones y
neutrones.
Debido a que tienen el mismo número de electrones, todos los isótopos de un elemento
poseen las mismas características químicas. Sin embargo, algunos isótopos son
inestables y tienden a perder energía, en forma de radiación, para formar un isótopo más
estable. La mayoría de las veces estos isótopos tienen implicaciones biotecnológicas. Por
ejemplo, el C14, un isótopo radiactivo del carbono, se utiliza para determinar la edad de
algunos objetos orgánicos de no más de 60,000 años de antigüedad. La técnica se basa
1 Se entiende por materia todo lo que tiene masa y ocupa un lugar en el espacio.
Alrededor de 1925, el físico Luis Victor de Broglie propuso que un electrón con masa
definida, desplazándose a una velocidad constante, debe llevar una longitud de onda
asociada; es decir, que el electrón puede tener, en determinadas circunstancias,
propiedades de una onda y comportarse tanto como una partícula como una onda. Esta
idea y su posterior comprobación le valieron el premio Nobel en 1929.
En palabras de Max Born, quien retomó los postulados de Heisenberg proponiendo que,
desde la óptica de la mecánica cuántica; si se elige conocer la energía de un electrón en
un átomo con pequeña incertidumbre, es necesario aceptar una incertidumbre alta
respecto al conocimiento de su ubicación espacial en torno al núcleo; en decir, que sólo
se puede evaluar la probabilidad de encontrar a un electrón con una energía dada dentro
de una región determinada en el espacio.
En general, la energía de los electrones está determinada por el orbital que ocupa cada
uno de éstos. Por lo tanto, los electrones con energía similar están en el mismo orbital de
energía.
Los electrones que están más alejados del núcleo tienen mayor energía que aquellos que
están más cerca. A los electrones más alejados del núcleo se les denomina electrones de
valencia, y son éstos los que participan en las reacciones químicas.
Los electrones pueden recibir o ceder energía durante el movimiento, según el sentido
que tomen dentro de los orbitales. Cuando se desplaza a un orbital más alejado del
núcleo, el electrón recibe energía. Si se desplaza a un orbital más cercano al núcleo, el
electrón cede energía. Estos cambios de energía son de vital importancia durante las
conversiones energéticas de los organismos. Por ejemplo, en la fotosíntesis, la energía
procedente del sol (fotones) es utilizada por las moléculas de clorofila para excitar y
desplazar a los electrones a un nivel de energía superior (Chang, 2008).
Moléculas y compuestos
Solomon et al. (2008) hacen énfasis en que dos o más átomos pueden combinarse
químicamente, y que cuando los átomos de diferentes elementos se combinan, el
resultado es un compuesto químico. El ejemplo más claro de un compuesto químico es el
agua, formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Otro compuesto común es
la sal de mesa, formada por un átomo de sodio y un átomo de cloro. La unión de dos o
más átomos forma una partícula muy estable denominada molécula. Existen compuestos
moleculares como el agua y compuestos no moleculares como el cloruro de sodio (sal de
mesa).
Enlace Iónico
Maron y Prutton (2003) definen el enlace iónico como el tipo de interacción atómica que
comprende la transferencia de uno o más electrones de un átomo a otro y conduce a la
formación de iones que se mantienen juntos por atracción electrostática. Gracias a esta
atracción electrostática se dice que el enlace es iónico o electrovalente.
El ejemplo más clásico de enlace iónico es el cloruro de sodio o la sal de mesa, donde un
átomo de sodio contiene dos capas cerradas con un electrón fuera de las mismas. El cloro
contiene dos capas cerradas y siete electrones externos. El sodio cede un electrón y se
carga positivamente. El cloro, al aceptar el electrón, se carga negativamente y se forma la
molécula de sal como se muestra en la siguiente figura.
Este tipo de enlace está formado por un metal y un no metal, donde los metales ceden
electrones, formando cationes (+), y los no metales los aceptan, formando aniones (-). Los
compuestos formados a partir de estos enlaces tienen las siguientes características: son
sólidos a temperatura ambiente, ninguno es líquido o gas, son buenos conductores de
calor o electricidad, tienen altos puntos de fusión y ebullición, y son solubles en
disolventes polares como el agua.
Enlace covalente
En los enlaces covalentes se comparten los electrones entre átomos, es decir, cada
átomo conserva su capa de valencia íntegra. El ejemplo más sencillo de este tipo de
enlace se presenta entre dos átomos de hidrógeno, los cuales forman la molécula H2. En
este caso no se donan electrones debido a que son atraídos simultáneamente por los
protones de los núcleos. De esta manera, los electrones orbitan alrededor de ambos
núcleos atómicos. De igual forma, se pueden unir átomos diferentes para formar
moléculas como resultado de un enlace covalente (Kotz et al., 2005 y Solomon et al.,
2008).
Enlace Metálico
En el modelo de nube de electrones, los átomos metálicos ceden sus electrones a una
nube electrónica que comprende todos los átomos del metal. Como consecuencia, la
nube de electrones resulta de las interacciones electrostáticas entre los restos positivos y
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los electrones propios de dicha red. Dentro de la red, los electrones no pertenecen a un
determinado átomo debido a que es un enlace no dirigido y la nube eléctrica es común a
todos los átomos. A pesar de ser un modelo muy sencillo, explica muchas de las
propiedades de los metales, excepto la conductividad de alguno.
Enlaces intermoleculares
Fuerzas de Van der Waals: existen diferentes tipos de fuerzas de Van der Waals
donde la intensidad de la atracción aumenta en función del tamaño de las
moléculas, y éstos, a su vez, se clasifican de acuerdo a su carga.
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Compuestos orgánicos
El carbono es ideal para formar el esqueleto de las moléculas pues los enlaces carbono-
carbono son especialmente fuertes y, por el hecho de compartir un par de electrones, no
se rompen con facilidad. Algunos átomos de carbono pueden formar enlaces dobles o
triples (Kotz, 2005).
Debido a que los enlaces covalentes entre hidrógeno y carbono son no polares, los
componentes que forman (principalmente hidrocarburos) carecen de regiones con carga
bien localizada. Por este motivo son insolubles en agua y se dice que son hidrófobas, es
decir, no son afines al agua. Con base en su repulsión al agua, las moléculas de
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Muchas moléculas biológicas, como las proteínas o los ácidos nucleicos, están formadas
de polímeros. Esto quiere decir que están formados por una cadena de moléculas
orgánicas, que, a su vez, forman macromoléculas. Por su parte, estas macromoléculas
conforman polímeros.
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Para comprender cómo funciona el ATP, lo podemos considerar como una “unidad
monetaria” de energía de la célula. Debido a que una persona trabaja para recibir un
salario, podría decirse que su energía está almacenada en forma simbólica en dinero que
cobra a la quincena. Así, esa persona dispone del dinero del mismo modo que las células
de la energía. Análogamente, las células almacenan la energía en los enlaces fosfato-
fosfato de la molécula de ATP y disponen de ésta cuando la necesitan.
Carbohidratos
Algunas de las biomoléculas más importantes son los carbohidratos: azúcares, almidones
y celulosa. Los azúcares y almidones sirven como fuente de energía para las células,
mientras que la celulosa es el componente principal que le confiere rigidez a las paredes
celulares de los vegetales.
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En los ejemplos anteriores observamos que, desde las biomoléculas más sencillas hasta
las más complejas, todas se encuentran formadas por enlaces químicos. Incluso
moléculas inorgánicas indispensables para la vida, como el agua, tienen su base en los
enlaces químicos.
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Una disolución puede estar formada por dos líquidos y puede ser miscible o inmiscible.
Cuando un líquido se disuelve en otro se dice que es miscible; por ejemplo, el agua y el
etanol. En los casos donde no ocurre así, la disolución es inmiscible, como con el agua y
el aceite. Si existe un límite de la cantidad que uno puede disolver de otro, se dice que
son parcialmente miscibles (Chang, 2008).
El elevado momento dipolar del agua y su capacidad para formar puentes de hidrógeno la
hacen un excelente disolvente, siempre y cuando las moléculas o iones del soluto
interactúen con las del agua por medio de puentes de hidrógeno o interacciones dipolo. A
pesar de que el agua es conocida como el “disolvente universal” por disolver muchos tipos
de sustancias en mayor cantidad que cualquier otro tipo de solvente, sólo disuelve
compuestos polares o iónicos, mientras que los compuestos polares son virtualmente
insolubles en agua, como el aceite.
Ósmosis
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solvente e impermeable a todos los solutos. En la práctica, las membranas con estas
características son escasas; la mayoría son selectivamente impermeables y sólo permiten
el paso a ciertos solutos. En la siguiente figura se muestra el proceso de ósmosis.
Cuando las disoluciones ideales, es decir, que tienen igual concentración (isosmóticas)
son separadas por una membrana perfectamente semipermeable, se puede observar el
potencial osmótico al separarse de su disolvente puro. Si la membrana es impermeable
en forma selectiva, permitiendo el libre paso del disolvente y de ciertos solutos, mientras
restringe el de otros, se dice que la disolución es parcialmente osmótica. A este fenómeno
se le llama “tonicidad”.
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Resulta importante hacer esta comparación entre tonicidad y potencial osmótico debido a
que la membrana celular es selectivamente impermeable a solutos del interior de la
célula, por lo que se dice que hay tonicidad del contenido celular. Esto explica por qué no
revientan en medios donde la concentración de solutos es mayor al interior a la del medio
extracelular (hipotónicas).
Todas las disoluciones acuosas contienen iones hidrógeno cargados positivamente (H+) e
iones hidroxilo cargados negativamente (OH-). En agua pura, estos iones derivan de la
disociación de la molécula de agua.
Un compuesto que puede dar ambos iones (H+ y OH-) por disociación y, por lo tanto,
puede actuar como ácido y como base, se denomina “anfolito” (Kots, 2005).
Los términos de fuerza y concentración de un ácido y una base no son los mismos.
Concentración se refiere a la cantidad de ácido o base disueltos en determinado volumen
de agua. La fuerza de un ácido o una base, en una indicación del grado en el que el
compuesto demuestra sus propiedades de ácido o base con respecto a otros compuestos
de propiedades similares, es la medida de la efectividad con que este compuesto se
comporta.
La fuerza de un ácido está determinada por la eficiencia con la que este ácido actúa como
donador de protones, que a su vez está determinado por las propiedades del medio en el
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que se disuelve. Los ácidos se clasifican en débiles y fuertes. Los fuertes son aquellos
que se disocian de forma completa en la disolución acuosa; es decir, aquellos que aportan
más iones H- a la disolución. En los ácidos débiles la disociación es parcial.
Las bases también se clasifican en débiles o fuertes. Una base fuerte es aquella que
cuando está disuelta en agua favorece la formación de iones hidroxilo. La base débil se
caracteriza por su afinidad relativamente pequeña a los protones (Chang, 2008).
Según muchos biólogos, el pH intercelular debe estar en un valor muy cercano a siete o
ser siete. Dentro de los organismos existen complicados sistemas de taponamiento que
mantienen el pH cerca de la neutralidad.
Todos los aminoácidos son anfolitos, y son la base principal de las proteínas. Están
formados por un grupo amino, que es débilmente básico y se asocia con protones para
formar un ion cargado positivamente y un grupo carboxilo débilmente ácido. Las
propiedades de un aminoácido se ven afectadas por cambios de pH, ya que el pH
determina qué formas iónicas están presentes y en qué porciones. De acuerdo al pH se
establece el tipo de aminoácido que prevalece; por ejemplo a pH ácido abundan el ácido
aspártico y el ácido glutámico, a pH básico abundan la lisina, la arginina y la histidina
(Morris, 2001).
Las proteínas están formadas por secuencias de aminoácidos enlazados entre ellas por
enlaces peptídicos. La forma tridimensional de la molécula es producida por el
enrollamiento y agregación de sus cadenas de polipéptidos (cadenas de aminoácidos).
Aunque en el mantenimiento de la estabilidad de la estructura final intervienen otros tipos
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de enlaces que están determinados por el pH del medio, se dice que la estabilidad de las
proteínas queda afectada por el pH.
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causan la caries. La saliva es un amortiguador muy eficaz para ácidos débiles (Kotz,
2005).
H2CO3 ↔ H+ + -HCO3
Este sistema resiste los cambios de pH que podrían resultar de la adición de pequeñas
cantidades de ácidos o bases absorbiéndolos, o bien, neutralizándolos. Por ejemplo, si se
agrega una poca cantidad de H+, el aceptor será el -HCO3, y formará H2CO3. Si se agrega
una pequeña cantidad de OH-, éste se combina con el H+ para formar H2O más el CO2
que se absorberá para formar H2CO3, como se muestra en la siguiente reacción:
Agua: Rodríguez y Marín (1999) consideran al agua como un medio ácido corrosivo
debido fundamentalmente a su contenido de CO2 y otros ácidos que posibilitan la
disolución de rocas y minerales básicos. Asimismo, el agua mantiene un equilibrio de pH
entre la disolución del CO2 y sus especies relacionadas de carbono (igual que en el
sistema de regulación de pH de la sangre) y las rocas básicas (silicatos, aluminosilicatos y
carbonatos, principalmente).
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1.3. Difusión
Solomon et al. (2008) definen a la difusión como un fenómeno azaroso que sucede a
temperaturas mayores al cero absoluto (-273 °C), donde todos los átomos y moléculas
tienen energía cinética o movimiento. Aunque el movimiento de las partículas es
prácticamente impredecible, es posible suponer el comportamiento de éstas si no están
distribuidas de manera uniforme, de tal manera que se forman dos regiones: una de alta y
otra de baja concentración. De tal diferencia se dice que se forma un “gradiente de
concentración”.
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Algunos de estos movimientos suceden por mediadores que pueden ser proteínas. Por
ejemplo, la proteína “permeasa de la glucosa”, que se encuentra en la membrana celular,
es capaz de cambiar de forma y permitir el paso de glucosa para que la célula la
aproveche. Cuando la glucosa pasa a través de la proteína, ésta le coloca un grupo
fosfato. En la siguiente figura se muestra la difusión facilitada en la proteína permeasa de
la glucosa (Solomon, 2008).
Uno de los ejemplos más importantes de este tipo de transporte es la bomba de sodio y
potasio, en donde estos iones son bombeados por proteínas que usan ATP para su
funcionamiento. En este movimiento, las proteínas intercambian iones de sodio del interior
de la célula por iones de potasio del medio extracelular. La bomba de sodio-potasio es de
vital importancia para transmitir los impulsos nerviosos. Cuando el impulso nervioso es
transmitido, las células del sistema nervioso controlan el potencial de membrana mediante
la bomba de sodio-potasio a fin de estar listas para el siguiente impulso nervioso.
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Esta ley predice el proceso de difusión mediante una ecuación diferencial donde se
expresa la difusión molecular como un proceso no azaroso; por decirlo así, un tanto
predecible, donde intervienen factores como las concentraciones de solventes y solutos,
la temperatura, entre otros. Por ejemplo, cuando se añade una gota de tinta azul a una
taza de agua, las moléculas de la tinta se difundirán con lentitud hacia toda el agua por
difusión molecular. Para incrementar esta velocidad de mezclado de la tinta, se puede
agitar el líquido por medios mecánicos, como una cuchara. La difusión de las moléculas
se debe a un gradiente de concentración donde intervienen la concentración del soluto y
la temperatura (Morris, 2001).
Otro ejemplo práctico para aplicar las leyes de la difusión de Fick es al explicar la cantidad
de oxígeno o dióxido de carbono que se difunde a través de la membrana de un alveolo,
ya que depende de las diferencias de presión parcial a ambos lados de la membrana y
también del área de ésta (Solomon et al., 2005). Podemos, entonces, decir que a mayores
diferencias de presión y área superficial, más rápido se difundirá el gas. En estas
circunstancias observamos que la presión y la concentración de los gases dependen de
su difusión. En la siguiente figura se ilustra la difusión dentro de un alveolo pulmonar.
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polielectrolitos son anfóteros (tienen grupos cargados positiva y negativamente), como las
proteínas. Algunos otros sólo tienen una carga, como algunos polisacáridos.
Actividades
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Autorreflexiones
Para la parte de autorreflexiones debes responder las Preguntas de Autorreflexión
indicadas por tu docente en línea y enviar tu archivo. Cabe recordar que esta actividad
tiene una ponderación del 10% de tu evaluación.
Cierre de la unidad
En este punto, tus conocimientos sobre los enlaces químicos, disoluciones acuosas y
difusión, así como sus implicaciones en las biomoléculas y en todos los seres vivos, se ha
ampliado considerablemente. Ahora podrás aplicar estos conocimientos en la vida
cotidiana, procesos biotecnológicos, industriales etc.
Para profundizar o conocer más sobre algún tema visto en esta unidad, te recomendamos
los libros descritos en el apartado siguiente.
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Fuentes de consulta
Bibliografía básica
Castellan, G. (2008). Fisicoquímica. Pearson.
Chang, R. (2008). Fisicoquímica. 3a. ed. México, D. F.: McGraw-Hill
Interamericana.
Engel, T. (2007). Introducción a la fisicoquímica: termodinámica. Pearson.
Bibliografía alternativa:
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