Cuenta la leyenda, que hace mucho, mucho tiempo atrás;
Se encontraron una oruga y un sapo, obvio eran de mundos diferentes, costumbres, pasatiempos, metas, alimentación y como vivir la vida, cualquiera que fuera un poco inteligente, sabría que estos dos personajes no podrían estar por mucho tiempo juntos. Empezaron a ver pros y contras de estar relacionados entre ambos, la diferencia era muy grande. Pero decidieron ver como podrían estar sin lastimarse mutuamente, (aunque el sapo pensó que tenía la ventaja, por ser más grande y fuerte que la oruga) la situación se fue tornando satisfactoria para ambas partes, pero lo más impresionante fue, que el sapo empezó a romper sus paradigmas de la vida, y todo por la elocuencia de la pequeña oruga. Nunca imaginaron que todos alrededor estaban a la expectativa para ver que pasaba. Las amigas de la oruga le decían que no se relacionara con el sapo, que tarde que temprano le ganaría su naturaleza y le podría hacer daño. Pero ella vio algo en el sapo que los demás no apreciaban, algo que la motivaba a estar con él. Y fue el cambio que empezaron teniendo ambos, el aprendió de ella la razón del estar tranquilo, esperar con calma los cambios que le harían más grande. Y ella, empezó a transformarse en una hermosa Mariposa, con el tiempo, estos dos personajes fueron amalgamándose más y más, los momentos íntimos de ellos eran un mundo único, nada existía, todo se desvanecía y solo existían ellos dos, que al estar juntos se hacían uno. Ahora, ella una excelente y hermosa Mariposa, llena de color, fragilidad, belleza y soberbia majestad, él, tranquilo, pensante, dejando atrás su personalidad desafiante y seguro de no ser frágil, cuando en realidad ella le enseño a ver en su interior y reconocer sus virtudes, como sus defectos. Surgió un amor impresionante, arrebatado, lleno de pasión, entrega y respeto, el mundo podría rodar y a ellos no les afectaba, se amaban, eso era lo único importante para ellos. No existía nada que los pudiera apartar, así quisieron pensar, pero la naturaleza es sabia, no se equivoca y al final, los colocó en sus respectivos mundos, una hermosa Mariposa no puede estar con un sapo, por mucho que ella quisiera convertirlo en príncipe, él, podría romper sus frágiles y bellas alas aunque no quisiera hacerlo, al final, no pudieron negar que eran de mundos diferentes, ella tenía que volar hacia otros horizontes, su hermosura no era solo del sapo, era una bella joya que no podía estar solo en un cajón, ella era para lucir su belleza y ennoblecer a otros. Él, tenía que estar siempre en su lugar, sin dejar su lago, donde fue encontrado por una luz que lo hizo brillar y conocer lo que realmente es ese sentimiento llamado “Amor”, que todo lo transforma, lo hace simple, aceptable, y sobre todo, le hizo amar la vida, porque aunque un ser que no era totalmente para él, le enseño esas pequeñas cosas que te alegran y a vivir agradecido por conocer realmente, lo que creías conocer.
Gracias por estar, ser y existir siempre en mi corazón, “ILVY UNTYL