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Sobre
2. Signo del interés de la Iglesia Panameña por promover acciones y crear conciencia
acerca de la situación de la población infantil de éste su año, es su participación en la
“Comisión Nacional para el Año Internacional del Niño” y la creación de la “Comisión
Nacional de la Iglesia” para este propósito. Esperamos que la presente Carta Pastoral pueda
servir de orientación y estímulo en esa línea.
7- La triste realidad que vive el niño de la ciudad se hace cada vez más evidente. Y ¿qué
suerte estarán corriendo -por su parte—los niños de nuestros campos y de las áreas
indígenas? Para aquellos panameños cuya visión de la patria termina en el “Puente de Las
Américas”, un dato estadístico les ayudará a penetrar en el drama del mundo rural. En él se
registra un ausentismo escolar (educación primaria) del 6.8% que representa una población
de 14,614 niños5. En consecuencia, muchos de los niños del campo no terminan su
educación primaria, encontrándose rápidamente envueltos en el mundo difícil del trabajo de
sus padres. “Prácticamente (el niño campesino) pasa del estado de niño al estado de adulto
sin tiempo intermedio más formativo y más alegre de cada hombre que es su juventud. Sólo
el mejoramiento de más condiciones materiales, económicas y educativas de las familias
del agro y la extensión a sus niños de la oportunidad educativas, deportivas y de salud que
abundan más en la sociedad urbana, podría mejorar sus condiciones de vida”6
4
Campaña de Promoción Arquidiocesana, Hacia una Familia Renovada, 1977, pp. 10-11
5
Dato estadístico proporcionado por el Ministerio de Educación, Junio de 1979.
6
Mons. McGrath, Carta Pastoral, La Renovación de la Iglesia al Servicio de Panamá, 1971, p. 71 No. 66 Cfr. Lo
referente a la familia en pp. 66-68
8- Graves problemas de los padres como el desempleo, los bajos salarios, el sub-empleo, la
vivienda inadecuada, la inseguridad social, necesariamente repercuten en los hijos. Los
vicios de los padres ricos o pobres, repercuten con igual fuerza.7
9- Todo esto lo pulsó el Papa Juan Pablo II en su reciente viaje a México, haciéndole
exclamar: “La Iglesia es consciente de que en la familia repercute los resultados más
negativos del sub-desarrollo más negativos del sub-desarrollo: índices verdaderamente
deprimentes de insalubridad, pobreza y aún de ignorancia y analfabetismo; condiciones
inhumanas de viviendas, sub-alimentación no menos tristes”8
7
Es justo señalar la labor constante del médico pediatra panameño José Renán Esquivel, quien recalca el
derecho de todos a la salud, y los estragos causados en nuestra población por la desnutrición.
8
Documento de Puebla No. 571
9
Juan Pablo II, Discurso inaugural, CELAM 28, 1-79.
10
En los tiempos más modernos podemos observar que en 1875 llegan a Panamá las primeras Hijas de la
Caridad para dirigir el Asilo de Huérfanas de la Santa Familia Religiosas asumen el trabajo ; en 1890 las
mismas Religiosas asumen el trabajo del orfelinato para niñas “San José de Malambo”; en 1920 la
Congregación de las Betlemitas inicia su labor con el “Hogar del niño Panameño”, numerosos orfelinatos,
Kinder y pre-kinder en diversos puntos del país.
12- La Iglesia quiere recordar, ante todo, que para garantizar los derechos y el pleno
desarrollo del niño, en todas las épocas y lugares, es necesario revitalizar los valores
humanos y sagrados de la institución familiar. La familia, como célula del conglomerado
social, ha de ser formadora de personas, promotora del desarrollo y comunidad de amor y
de fe11
* Semana de la Familia…
19- Acogiendo la voz de la Iglesia y de amplios sectores de la comunidad panameña, el
Ministerio de Gobierno y Justicia, en 1977, mediante Decreto, creó la SEMANA DE LA
FAMILIA. Exhortamos e invitamos a que realmente esta semana sirva para pensar y
diseñar programas y acciones que lleven al real mejoramiento de la familia a corto y a largo
plazo. En la euforia de este Año Internacional del Niño podemos quizás inventar
actividades en favor de nuestros pero, si no afrontamos el problema en su contexto global,
haremos poco en profundidad por tan noble causa.
20- Queremos aquí recordar aquí de modo particular, a una institución que merece el
apoyo y la consideración seria de la ciudadanía: el Tribunal Tutelar de Menores. Esta
institución por su propia importancia debe constar con los recursos necesarios para poder
abordar la situación de los menores en sus causas y posibles soluciones. Muchas veces,
precisamente por carecer de estos recursos, ha debido limitarse al problema de las
pensiones alimenticias, resultante de una paternidad irresponsable y a veces de una
maternidad precoz, que desencadena a menudo otros problemas sociales como la
prostitución. Por otra parte, a los niños y adolescentes que llegan a ese centro, debe
brindárseles una atención que supere los simples mecanismos correctivos. Es un derecho
que ellos tienen y que la sociedad debe procurarles.
21- Deseando ayudar en este sentido, con una visión global de la problemática familiar que
afecta a nuestros niños, nos permitimos hacer las siguientes sugerencias:
Ajustar el nombre de esa institución a la labor positiva y amplia que está llamada a
desempeñar
Actualizar la ley de Menores.
Definir y descentralizar convenientemente funciones tales como:
1. Adopciones y reconocimiento de paternidad;
2. Pensiones alimenticias
3. Delincuencia de Menores
4. Delincuencia de menores asociados con adultos;
5. Corrupción de menores (prostitución, etc.)
22- La sociedad reconoce que los niños son sujetos de derechos que ellos, por su tierna
edad, no pueden exigir. Incumbe a la familia. al Estado y a la comunidad, su
reconocimiento y aplicación. El 20 de noviembre de 1959 la Organización de las Naciones
Unidas consignó estos derechos en una declaración. La Iglesia quiere ayudar a crear
conciencia invitando a la reflexión y a la acción sobre los mismos. La ONU formula así
estos derechos:
1. El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración sin
distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición.
2. El niño gozará de protección especial, oportunidades y servicios para que pueda
desarrollarse física, mental, espiritual y socialmente en forma saludable y normal y
en condiciones de libertad y dignidad.
3. El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
4. El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a
crecer y desarrollarse en buena salud, y deberá proporcionársele a él y a la madre
cuidados especiales, incluso atención pre y post-natal.
5. Tendrá derecho a la alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos.
6. El niño física y mentalmente impedido debe recibir tratamiento, educación, y
cuidados especiales.
7. Para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, el niño necesita amor y
comprensión, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres, y en
todo caso en un ambiente de afecto y seguridad moral y material. La sociedad y las
autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar a los niños sin familia o que
carezcan de medios de subsistencia.
8. El niño tiene derecho a la educación gratuita y obligatoria, por lo menos en las
etapas elementales.
9. Debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones y las autoridades públicas se
esforzarán por proporcionar el goce de estos derechos.
10. El niño debe figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
11. El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.
No será objeto de ningún tipo de trata.
12. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada, ni se
permitirá estar en ocupaciones que perjudiquen su salud, impidan su desarrollo
mental, físico o moral.
13. El niño debe ser protegido contra las prácticas que fomentan la discriminación
racial, religiosa o de cualquier índole. Debe ser educado en espíritu de
comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal con
plena conciencia de que debe consagrar sus energías al servicio de sus
semejantes13.
Frecuentemente se dice que “el panameño no es hombre de lectura” y poco se hace para
contrarrestar esa mentalidad. ¿No sería posible que cada barrio de nuestros pueblos y
ciudades contara con salas de lectura para niños y jóvenes?
13
Organización de las Naciones Unidas, Derecho del Niño, 1959
14
Presentación del Tema de la XIII Jornada Mundial de los Medios de Comunicación Social, Pontificlum
Consilium Intrumentis Comunicationis Socialis, mayo de 1979
26- En la XIII Jornada Mundial de los Medios de las Comunicaciones, también se ha
destacado el relevante papel de los medios de comunicación social en la formación de la
personalidad del niño. El carece de los mecanismos que le permiten discernir la calidad del
contenido de los mensajes que le son transmitidos por el cine, la radio y la televisión; sobre
todo por estas dos últimas que, en esta era tecnificada, han venido a constituirse en “otros
miembros de la familia”.
27- Reconocemos los grandes valores y el potencial de los medios de comunicación para
una autentica formación integral de la persona humana; pero no dejamos de ver sus riesgos,
sobre todo cuando no se establece una jerarquía de valores. “La sociedad contemporánea
expone a los niños a un casi ininterrumpido contacto con los más media, sin cuidarse
adecuadamente de la educación, la recreación y el crecimiento espiritual e intelectual.15
V. UN LLAMADO A LA ACCCION
*A la Familia…
32- A la familia misma, para que se esmere en llevar con alegría la tarea de formar
verdaderos hombres y mujeres; tarea que si muchas veces significa cruces, conlleva
también en germen de resurrección. Forjar generaciones capaces de amar y crear un
mundo nuevo, es signo anticipado del Reino del Señor que será completo al final de
los tiempos. Parafraseando las palabras bíblicas “No sólo de pan vive el hombre”
queremos recordar a los padres de familia que “no sólo de vive el niño”. Él requiere
amor, atención y respeto.18
* A la Escuela…
33- A la Escuela, para que, como prolongación del hogar, cree mecanismos que
permitan una verdadera inter-relación en la que niños padres de familia y educadores
formen una comunidad educativa que afiance los valores sagrados de la familia.
CONCLUCIONES:
* Una civilización de amor para nuestros niños…
38- De Jesús, Nuestro Redentor, dicen los Evangelios que el “niño crecía en edad, se
desarrollaba y se hacía cada vez más sabio”19, con aquella sabiduría bíblica que indica
el saber gustar de los valores de Dios y del espíritu y que impulsa a amar la verdad, la
libertad y la justicia. Ojalá que de cada niño panameño pudiéramos decir lo mismo.
Pero ello es tarea y responsabilidad de todos nosotros, los adultos de hoy. De esta
manera, esperamos capacitando a nuestra niñez para vivir en una sociedad realmente
humana, cristiana, y fraterna, aquella “civilización del amor” de la que tanto nos
hablara el recordado Papa Paulo VI.
39- La sociedad del mañana heredará los valores y las fallas de nuestros hogares de
hoy. Es urgente por tanto, “formar personas conscientes, unidas en fraternidad para
fomentar el desarrollo común”. Decidámonos, pues, a afrontar la tarea con el
optimismo que nos señala Puebla: “En defensa de la familia… la Iglesia se
compromete a dar su ayuda e invita a los Gobiernos para que pongan como punto
clave de su acción una política socio-familiar inteligente, audaz, perseverante,
reconociendo que ahí se encuentra, sin duda el porvenir –la esperanza- del
Continente20
Para todos, especialmente para los niños de Panamá, deseamos la Paz y el Gozo del
Señor.
Panamá, 11 de Junio de 1979
Fiesta de San Bernabé, Apóstol
19
Lc. 2, 40
20
Documento de Puebla No. 587 y 613
+ Carlos A. Lewis, S. V. D. + Jesús Serrano P., C. M. F.
Obispo Auxiliar de Panamá Obispo del Vicariato Apost.
Secretario Gral. De la CEP de Darién y Colón
+ Marcos Zuluaga, C- M. F.
Obispo Auxiliar del Vicariato
Apost. De Darién y Colón