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PASTORAL FAMILIAR:

¿QUÉ ES LA PASTORAL FAMILIAR?:Es la acción evangelizadora de toda la Iglesia que acompaña a la familia en todas sus etapas y
situaciones.

“Tener un lugar a donde ir, se llama Hogar. Tener personas a quien amar, se llama Familia, y tener ambas se llama Bendición.” Papa
Francisco

Misión y Visión. El Departamento de Pastoral Familiar busca impulsar, promover y aprovechar la evangelización integral de las familias,
para que vivan su identidad y misión, como parte de la sociedad y de la Iglesia, según el proyecto de Dios, a partir de la propia
experiencia de comunión familiar (Iglesia Doméstica) siendo así formadores de Valores Humanos y Cristianos. También busca avivar el
espíritu apostólico de todos los miembros de la comunidad diocesana, para que inspirados en el ejemplo de Cristo -nuestro Buen
Pastor- y teniendo como centro a la persona en su situación concreta, impulse la nueva evangelización al servicio de la promoción
humana, especialmente de los más pobres y necesitados; promueva la presencia de los valores evangélicos en la cultura y crezca el
Reino de Dios en la realidad en que se vive. Actualmente el Departamento de Pastoral Familiar es coordinado por el Pbro. Oscar
Lomelín Blanco. El objetivo central, es la evangelización de la familia. Es decir, la pastoral familiar es una acción organizada y
planificada, que se realiza en la Iglesia y como Iglesia, por medio de agentes específicos, capaces de ofrecer los instrumentos necesarios
para la formación de la familia. Parte del objetivo es ofrecer orientaciones en la vivencia familiar, para llevar a todos la Buena Nueva del
Sacramento del Matrimonio, para transformar la sociedad por obra de la evangelización humana y cristiana, así como para defender y
promover la vida y el amor, como valores esenciales de la dignidad humana. La pastoral familiar debe ser una pastoral diferenciada,
preventiva, emergente, progresiva y permanente. (DNPF. 603 – 608) La pastoral familiar incluye y desea lo siguiente: EVANGELIZAR a la
familia, con la familia y para la familia. OFRECER instrumentos necesarios para la formación y promoción de la familia. ENTREGAR
orientaciones para la vivencia y misión familiar. LLEVAR a todos la Buena Nueva del Sacramento del Matrimonio. TRANSFORMAR la
sociedad por medio de la evangelización humana y cristiana.

Ocho consejos del Papa Francisco para mejorar la vida en familia

Una selección de frases del Santo Padre Francisco sobre matrimonio y familia

El pasado 20 de agosto el Papa Francisco recordaba en una audiencia que él "también tiene una familia", ya que es el mayor de cinco
hermanos. "Éramos cinco hermanos y tengo 16 sobrinos. Uno de estos sobrinos tuvo un accidente de tráfico”, recordaba entonces.

Esta anécdota de vida en familia, unida a su dilatada experiencia pastoral familiar, le confiere autoridad para opinar sobre este tema. Y
así lo ha hecho en diversas ocasiones al referirse a las relaciones de pareja o el día a día en el seno del matrimonio.

Sus consejos, sencillos pero directos, pueden facilitar mucho la vida en común, y no cabe duda de que sus recomendaciones a los
matrimonios han dado la vuelta al mundo. Veamos una selección de frases del Santo Padre aconsejando al respecto.

1. (4 de octubre, 2013): "A los recién casados les doy siempre este consejo: 'Reñid lo que queráis. Si vuelan los platos, dejadlos. Pero
nunca acabéis el día sin hacer las paces. ¡Nunca!'”

2. (2 de abril, 2014): "Para hacer las paces no hace falta llamar a Naciones Unidas, que venga a casa a hacer la paz. Basta un gesto
pequeño, una caricia: 'Bueno, adiós, hasta mañana'. Y mañana se comienza de nuevo”.

Para aprender sobre perdón, nada mejor que leer la Biblia, algo que el Papa recomienda para mejorar la vida familiar.

3. (5 de octubre, 2014): "No es para ponerla en un estantería sino para tenerla a mano. Es para leerla a menudo, todos los días, ya sea
individualmente o en grupo, marido y mujer, padres e hijos; tal vez por la noche, sobre todo los domingos. ¡Así la familia camina, con la
luz y el poder de la Palabra de Dios!”

A las parejas que se casan, les habla de la belleza del matrimonio pero también es sincero con ellos. Para sacarlo adelante, hay que
esforzarse.

4. (14 de febrero, 2014): "Es un viaje lleno de desafíos, difícil a veces, y también con sus conflictos, pero así es la vida”.

Una vida que llenan los hijos. El Papa no se cansa de denunciar la cultura que no favorece a la familia. Por eso, invita a las parejas a que
se lancen a la aventura de la paternidad.
5. (6 de junio, 2014): "Esta cultura del bienestar de hace diez años nos ha convencido: ‘¡Es mejor no tener hijos! ¡Es mejor! Así puedes ir
de vacaciones, a conocer el mundo, puedes tener una casa en el campo... Estás tranquilo’”.

Y cuando los hijos ya están aquí, a veces la vida familiar se complica. Francisco pide recapacitar sobre el ritmo de vida frenético al que
están sometidas las familias.

6. (16 de junio, 2014): "Cuando confieso a jóvenes matrimonios y me hablan de sus hijos siempre hago una pregunta: '¿Y tú tienes
tiempo para jugar con tus hijos?'. Y muchas veces el padre me dice: 'Pero padre, yo cuando voy a trabajar por la mañana ellos duermen
y cuando vuelvo por la noche están en la cama durmiendo'. Esto no es vida”.

También tiene consejos para los hijos. La tecnología mal empleada se ha convertido en uno de los elementos que más distancia a las
familias.

7. (6 de agosto, 2014): "Tal vez muchos chicos y jóvenes pierden demasiadas horas en cosas fútiles, como chatear en Internet, o con los
teléfonos, las telenovelas, los productos del progreso tecnológico que deberían simplificar y mejorar la calidad de vida. En cambio, a
veces distraen la atención de aquello que es realmente importante”.

Para el Papa, un pilar fundamental de la vida familiar son las personas mayores. Ellos son el futuro de los pueblos porque son su
memoria. Por eso, Francisco sabe la huella que dejan los abuelos.

8. (28 de septiembre, 2014): "Una de las cosas más bonitas de la vida de la familia, de nuestra vida, es acariciar a un niño y dejarse
acariciar por un abuelo o una abuela”.

Esfuerzo, perdón, oración y dedicación son los ingredientes que ofrece el Papa para una buena receta que fortalezca la vida en familia.

Cuidarnos de armar una pastoral de guetos y para guetos.

Darle espacios a los ancianos para que vuelvan a soñar.

Tres imágenes que nos recuerdan como «La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en el» (AL, 181). No
como aquellos perfectos e inmaculados que creen saberlo todo, sino como aquellos que han conocido el amor que Dios nos tiene (1 Jn
4,16). Y en esa confianza, con esa certeza, con mucha humildad y respeto, queremos acercarnos a todos nuestros hermanos para vivir
la alegría del amor en familia. Con esa confianza renunciamos a “encierros” «que nos permiten mantenernos alejados de la tormenta
humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la
ternura» (AL, 308). Esto nos exige desarrollar una pastoral familiar capaz de acoger, acompañar, discernir e integrar. Una pastoral que
permita y posibilite el andamiaje adecuado para que la vida a nosotros confiada encuentre el sustento necesario para desarrollarse de
acuerdo al sueño de Dios. (jesuita Guillermo Ortiz - RADIO VATICANA)

LA FAMILIA UN CENTRO DE AMOR

El mensaje del Papa Francisco en el primer Congreso latinoamericano de pastoral familiar, que se desarrolla en Panamá
hasta el 9 de agosto

Más allá de sus “problemas urgentes” y de sus “perentorias necesidades”, la familia es un “centro de amor”, dónde reina
“la ley del respeto y de la comunión, capaz de resistir al ímpetu de la manipulación y de la dominación por parte de los
“centros de poder” mundanos”. Eran, estas, las palabras que el Papa Francisco escribía en su mensaje para el primer
Congreso latinoamericano de pastoral familiar que tiene lugar en Panamá y acaba el 9 de agosto. La familia es una “gran
riqueza social”, dónde “ninguno es dejado de lado: dónde el anciano o el niño se sentirán acogidos. La cultura del
encuentro y del dialogo, la apertura a la solidaridad y a la transcendencia encuentran en ella sus raíces”.

“Estabilidad” y “fecundidad” son las características de la familia: el primer aspecto, que deriva “del amor fiel hasta la
muerte”, forma “el tejido fundamental de una sociedad humana” dándole “cohesión y consistencia”. En cuanto a la
fecundidad, no se refiere solamente a las generaciones de la nueva vida, sino también a un “nuevo mundo”, gracias a la
ampliación “de los horizontes de la existencia”. Más allá de “cada desaliento y derrota”, para el Papa “una convivencia
basada en el respeto y la fe es posible” porque la familia, “en contraste con la visión materialista del mundo”, “no
reduce el hombre al utilitarismo estéril”, sino que guía y acompaña “los deseos más profundos”.
En el mensaje, leído en la apertura del Congreso por monseñor Raúl Martin, obispo de Santa Rosa, en Argentina, y
presidente del Departamento para la Familia, la vida y la juventud del Consejo de las Conferencias episcopales de
América Latina (Celam), Francisco escribe que la familia “no debe ser considerada solamente como objeto de
evangelización sino también como agente de evangelización”, es una “experiencia fundadora”, que hace crecer al
hombre en su “apertura a Dios Padre”, es el lugar donde “la fe se mama como la leche materna”. El amor familiar
“ennoblece” cada acción humana confiriéndole “un valor adicional”. Confirmando su posición contra la “cultura del
descarte”, Francisco recuerda las tres palabras claves que hay que cultivar en la familia, “perdón, gracias y por favor”, y
ruega a la Virgen de Guadalupe para que haga de cada núcleo familiar una fuente de “vida, concordia y fe”.

118. ¿Cuál es la misión de la familia en la Iglesia?

La familia está llamada a edificar el Reino de Dios y a participar activamente en la vida y misión de la Iglesia. Los
miembros de la familia, enseñados por la Palabra de Dios, confortados con los sacramentos y los auxilios de la gracia, e
irradiando el espíritu del Evangelio, vienen a ser una pequeña porción viva de la Iglesia.

119. ¿Qué relación tiene la familia con la fe?

La Iglesia siempre ha enseñado que la familia cristiana es una comunidad creyente y evangelizadora, que testimonia la
presencia salvadora de Cristo en el mundo a través de la unidad y fidelidad de los esposos, y la conservación y
transmisión de la fe a los hijos.

120. ¿Por qué se dice que la familia es evangelizadora?

En la familia los padres deben comunicar el Evangelio a los hijos, pero también pueden recibirlo de ellos. La familia debe
transmitir la fe a otras familias y a los ambientes donde se desenvuelve su vida ordinaria.

121. ¿Cómo se puede concretar la evangelización en la familia?

Los padres deben dar ejemplo con naturalidad de cómo vivir la vida y las tradiciones cristianas. Los hijos deben saber
que sus padres tratan a Dios todos los días, que procuran recibir los sacramentos con frecuencia y asistir a la Santa Misa
los domingos y otras fiestas. Que veneran al Papa y a la jerarquía de la Iglesia. También evangelizarán con su ejemplo y
su palabra, transmitiendo los valores humanos y cristianos: el amor al trabajo, el sentido de responsabilidad, el respeto a
los mayores y al buen nombre de los demás; el amor a la verdad, la sinceridad, la vida sencilla, austera y limpia; el saber
compartir con los demás los bienes que tenemos, el ser agradecidos con Dios por todo, etc.: porque todas esas virtudes
las vivió Jesucristo.

122. ¿Cómo pueden las familias contribuir socialmente a la evangelización?

Las familias son testimonio y fermento de vida cristiana en la sociedad en la medida en que los esposos viven bien las
exigencias de su vocación matrimonial. Ese clima de amor y generosidad cristiana facilitará prestar ayuda espiritual o
material a otras familias que lo necesiten. También pueden hacerse presentes en las actividades propias de la pastoral
evangelizadora de la Iglesia a través de las parroquias o movimientos apostólicos.

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