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Voces: CIVIL - FAMILIA - IMPUGNACIÓN DE LA PATERNIDAD - FILIACIÓN - VOLUNTAD -

ERROR - RECONOCIMIENTO DE HIJO - RECURSO DE CASACION EN EL FONDO -


RECHAZO DEL RECURSO - DISIDENCIA

Partes: --------------- | Filiación - Reconocimiento voluntario

Tribunal: Corte Suprema

Fecha: 5-may-2016

Cita: MJCH_MJJ44598 | ROL:37431-15, MJJ44598

Producto: MJ

Son titulares de la acción de filiación determinada por reconocimiento, el hijo, su representante


o sus herederos y el padre biológico, si la ejerce conjuntamente con la de reclamación de la
nueva filiación.

Doctrina:

1.- Se rechaza el recurso de casación en el fondo contra la sentencia que admite la demanda
subsidiaria de impugnación de paternidad de filiación matrimonial determinada por
reconocimiento. Esto, toda vez que los sentenciadores del fondo señalaron que el
reconocimiento voluntario es un acto jurídico unilateral del actor que importa la afirmación de la
paternidad respecto del, a la sazón, recién nacido, confiriéndole la calidad de hijo suyo, y que
como es irrevocable no puede impugnarlo ni atribuirse el carácter de tercero, pues atenta la
estabilidad de la filiación determinada por su actuación voluntaria, exenta de vicio, más aún si
el niño tiene la posesión notoria del estado de hijo suyo, que también sirve para tener por
suficientemente acreditada la filiación.

2.- La expresión «toda persona», contenida en el inciso final del artículo 216 del Código Civil,
está referida a las personas ajenas a la filiación impugnada y excluye al padre que ha
reconocido al hijo, pues incluirlo significaría eventualmente permitirle una revocación simulada
o encubierta del reconocimiento, lo que no permite el artículo 189 del citado código;
conclusión que estiman coherente con el espíritu general de la legislación y con los principios
que la inspiran, entre ellos, el interés superior del niño y el derecho a su identidad -que en el
evento de confirmarse la sentencia resultarían afectados al quedar el niño sin una filiación
determinada-, pues no aparece acorde a aquéllos que quien voluntariamente determinó una
filiación tiempo después la transforme en indeterminada, ejerciendo la acción de impugnación.

3.- El reconocimiento o la decisión de admitir la propia paternidad es un acto jurídico que exige
una declaración de voluntad destinada a generar precisamente la consecuencia jurídica que la
ley establece, que consiste en que se tiene a una determinada persona como hijo del que
reconoce, lo que hace surgir, en consecuencia, el estado filial y, con ello, compromisos de
orden espiritual y material respecto de la persona que se reconoce, por lo tanto, como acto
jurídico debe cumplir con los requisitos de existencia y de validez que le son propios, y su
inobservancia provocará su nulidad. La revocabilidad del reconocimiento implica que el autor
de la declaración de que se trata simplemente modifica, cambia la voluntad que manifestó
legalmente, pero manteniéndose los supuestos jurídicos en que descansa, esto es, una
voluntad exenta de vicios del consentimiento; no es admisible, según lo señala el artículo 189
del Código Civil, y su justificación es la protección de los derechos de los reconocidos,
eventualmente, de terceros, y su fundamento está dado porque las normas en materia de
filiación son de orden público por lo que la autonomía de la voluntad sólo tiene cabida en los
casos que el legislador prevé de manera expresa.

4.- Se debe acoger el recurso de casación, toda vez que lo que previene el inciso final del
artículo 216 del Código Civil, en cuanto que la paternidad determinada por reconocimiento
puede ser impugnada por toda persona que pruebe un interés actual en ello en el plazo que
indica. Por lo tanto, si el legislador no hace distinción en lo que se refiere al titular de la acción
no cabe al intérprete efectuarla; más aún si se trata de una materia concernida a la familia en
que la verdad de los hechos que la sustenta es esencial para poder protegerla adecuadamente
y gozar del amparo constitucional (del voto de disidencia de los ministros señores Muñoz y
Blanco).

Santiago, cinco de mayo de dos mil dieciséis.

Vistos:

En autos número de Rit xxxxx, Ruc xxxxx, seguidos ante el Juzgado de Familia de Talcahuano,
por sentencia de treinta y uno de julio de dos mil quince, se rechazó la demanda de nulidad de
reconocimiento interpuesta por don xxxxx en contra de doña xxxxx, por sí y como representante
del niño xxxxx, y se acogió la subsidiaria de impugnación de paternidad de filiación matrimonial
determinada por reconocimiento, declarándose que el demandante no es el padre del niño
xxxxx, sin costas; ordenándose eliminar el nombre del actor en la respectiva partida de
nacimiento.

En contra de dicha sentencia la parte demandada dedujo recurso de apelación, y una sala de la
Corte de Apelaciones de Concepción la revocó con fecha diecinueve de noviembre de dos mil
quince, según consta a fojas 19 y siguientes, declarando que quedaba rechazada la demanda
subsidiaria de impugnación de paternidad de filiación matrimonial, sin costas.

La parte demandante en contra de dicha decisión interpuso recurso de casación en el fondo,


denunciando la vulneración de lo dispuesto en los artículos 189 , 195 , 200 , 201 y 216 inciso
final del Código Civil; artículos 189 y 201 del de Procedimiento Civil; y artículos 9 y 67 de la
Ley N° 19.968, y solicita que se lo acoja y se la anule, dictándose, acto seguido y sin nueva
vista, una sentencia de reemplazo que confirme la de primera instancia, con costas.

Se trajeron los autos en relación.Considerando:

1° Que el recurrente sostiene que se conculcó lo que disponen los artículos 189, 195, 200,
201 y 216 inciso final del Código Civil; artículos 189 y 201 del de Procedimiento Civil; y
artículos 9 y 67 de la Ley N° 19.968, por haberse interpretado y aplicado de manera errada.
En primer lugar, indica que los sentenciadores del fondo analizaron el asunto no obstante que
la demandada en el recurso de apelación solicitó que se confirmara la sentencia de primera
instancia y, para ello, se arguyó que lo que pretende es su revocación en la parte que acogió la
demanda subsidiaria de impugnación de paternidad de filiación matrimonial y declaró que el
demandante no es padre del niño xxxxx, pues los fundamentos del recurso descansan en la
posesión notoria del estado civil de hijo del niño y atendida la petición concreta que se formula
en el sentido que se rechace la demanda, unida al hecho que las partes comparecieron a la
instancia, lo que excluye que queden en la indefensión, estimando que la demandada incurrió
en lapsus cálami.Lo anterior, en su concepto, importa conculcar lo que disponen los artículos 9
y 67 de la Ley N° 19.968 y 189 y 201 del Código de Procedimiento Civil, porque se otorga valor
absoluto a lo prescrito en los dos primeros sin concordar su interpretación con lo que señalan
los dos últimos, que ordenan que el recurso de apelación debe contener los fundamentos de
hecho y de derecho en que se apoya y las peticiones concretas que se formulan, y que si no
los cumple debe ser declarado inadmisible; lo que debió hacerse porque, en el caso de autos,
se pide que se confirme la sentencia con declaración que se rechace una demanda, lo que
importa incurrir en una clara y evidente contradicción, faltando la formulación de peticiones
concretas exigida por las dos últimas disposiciones.

En segundo lugar, indica que se infringió lo que previene el inciso final del artículo 216 del
Código Civil, pues en la sentencia impugnada se sostiene que a la luz de lo que dispone su
artículo 189, el acto del reconocimiento es irrevocable, de manera que el actor no puede
impugnarlo ni atribuirse el carácter de tercero amparado en dicha norma, pues atenta la
estabilidad de la filiación determinada por su actuación voluntaria, exenta de vicio, más aún si
el niño tiene la posesión notoria del estado de hijo; decisión que importa obviar que la primera
disposición citada se refiere a "toda persona", sin distinguir si es el padre o un tercero, por lo
que debe entenderse que abarca a ambos, ya que, de acuerdo a las normas de interpretación
legal, "donde la ley no distingue no es lícito al intérprete distinguir". Máxime si se considera que
el padre al impugnar conforme a la citada disposición no transforma el acto del reconocimiento
en uno revocable, toda vez que no será la mera liberalidad del padre o demandante de
impugnación quien dejará sin efecto ese reconocimiento, sino la resolución judicial que lo
ordene, la que se dictará enun proceso judicial, debidamente tramitado, resuelto por los
tribunales de justicia; sentido en el que se pronunció la Corte de Apelaciones de Temuco en
sentencia de 24 de enero de 2008, la que transcribe en lo pertinente. Precisa que la parte
demandada no reclamó la falta de legitimidad del demandante, solo en su escrito de apelación
indicó que al ser el padre el representante del hijo no podía impugnar su paternidad, y que el
demandante acreditó en la etapa probatoria tener un interés actual, de orden patrimonial, y que
a la fecha de interposición de la demanda no había transcurrido un año desde que tuvo ese
interés y pudo hacer valer su derecho.

Añade que los jueces del fondo solo consideraron lo que previenen los artículos 216, inciso
final, y 200, pero no lo dispuesto en el artículo 201, todos del Código Civil, porque si bien
quedó acreditada la posesión notoria de hijo del niño xxxxx y su contradicción con las pruebas
biológicas practicadas, que señalaron la exclusión de la paternidad, también quedó establecida
la inconveniencia para aquél de aplicar lo que indica el inciso primero de la última norma
citada, por estimar el juez de la primera instancia que existían graves razones para ello.

En tercer lugar, señala que se conculca lo que dispone el artículo 195 del Código Civil, porque
se desconoce el principio de la identidad que consagra el estatuto filiativo, pues no obstante
encontrarse plenamente establecido que el actor no es el padre biológico del niño, con el que
tampoco existe un vínculo afectivo en la actualidad, se impide el establecimiento de la
verdadera filiación.Y si bien en la sentencia impugnada se hace referencia al interés superior
del niño y el derecho a su identidad, que se dice resultarían afectados si se confirma la
decisión en revisión, al quedar sin una filiación determinada, estima que no han sido
ponderados en su real dimensión, toda vez que no se hace cargo de las alegaciones
formuladas por el curador ad litem, manifestada tanto en primera como en segunda instancia,
en cuanto que se debe ratificar la sentencia de primer grado, porque al haber concurrido a
todas las audiencias —preparatoria, juicio y reservada- apreció a cabalidad la situación que
afectaba al niño.

Concluye señalando que si no se hubieran infringido las normas legales que cita se habría
confirmado la sentencia de primera instancia, pues el recurso de apelación no habría
prosperado por no contener peticiones concretas, y se habría interpretado el artículo 216,
inciso final, del Código Civil de acuerdo a su tenor literal, decidiéndose que el padre sí puede
impugnar la paternidad porque acreditó el interés actual de orden patrimonial y demandó
dentro del plazo establecido por la ley.De igual forma al valorar el interés superior del niño, se
habría resuelto aplicar el artículo 201, inciso 2°, del Código Civil, porque se acreditó
fehacientemente que existen graves razones para aplicar lo preceptuado en su inciso 1°, esto
es, la prevalencia de la posesión notoria sobre las pruebas biológicas.

Solicita, en definitiva, que se acoja el recurso y, en definitiva, se invalide la sentencia


impugnada dictando una de reemplazo que confirme la de primera instancia, con costas;

2° Que, en lo que atañe al primer capítulo del recurso, corresponde considerar que al recurso
de casación en el fondo se introdujeron una serie de modificaciones con la Ley N° 19.374 ,
publicada en el Diario Oficial el 18 de febrero de 1995, excluyendo su carácter excesivamente
formalista, y así se reemplazó el requisito de "hacer mención expresa y determinada de la ley o
leyes que se suponen infringidas, la forma en que se ha producido la infracción y de la manera
como esta influye en lo dispositivo del fallo", por el de expresar "el error o errores de derecho
de que adolece la sentencia recurrida, y el modo en que esos errores de derecho influyen en lo
dispositivo del fallo"; reforma que no significa que se haya alterado su esencia, pues es un
recurso extraordinario, de derecho estricto, y con una causal muy precisa, infracción de ley con
influencia substancial en la parte dispositiva de la sentencia, y el concepto "error de derecho"
no significa que se haya instaurado una nueva categoría jurídica diferente a la ley, o que se
haya concebido un cambio de lo que debe entenderse por ley para los efectos de la casación,
ni en lo referente a las formas tradicionales como se la puede quebrantar.Y el error de derecho
"...es lo mismo que el error en la aplicación de la ley, sin necesidad de mencionar o citar
expresa y determinadamente todas las leyes que pudieran haberse infringido..." (Piedrabuena
Richard, Guillermo, Reflexiones sobre la casación después de las modificaciones de la ley N°
19.374, Fallos del mes, MP y Cia. Ltda, Santiago, 1996, p.127);

3° Que, por lo tanto, en el escrito respectivo es forzoso que se explique de manera clara y
precisa el yerro en que los jueces incurrieron al aplicar la ley conforme a la cual dirimieron el
debate sometido a su decisión, lo que significa que el denuncio debe referirse a las normas
llamadas "decisorias de la litis"; y la doctrina está conteste que son aquellas con arreglo a las
cuales debe resolverse el litigio, porque solo esas pueden influir de un modo substancial en la
parte dispositiva de la sentencia. Así, esta Corte, en forma repetida, ha declarado que
corresponde desest imarlo si no contiene un cuestionamiento que atañe a la legalidad de la
resolución de fondo y con incidencia sobre la materia debatida;
4° Que, en ese contexto, como los artículos 9 y 67 de la Ley N° 19.968 y 189 y 201 del Código
de Procedimiento Civil, señalan las características del procedimiento ante los juzgados de
familia, qué recursos proceden en contra de las sentencias que se dictan en dichos
procedimientos y la ritualidad a la que están sometidos, los requisitos que debe cumplir el
recurso de apelación y, por último, la sanción que se debe imponer ante su incumplimiento,
respectivamente, esto es, no tienen el carácter de "decisoria litis", se debe concluir que el
recurso no puede prosperar en lo que a este capítulo se refiere;

5° Que, en lo concerniente al otro capítulo del recurso, se debe tener presente que en la
sentencia se establecieron como hechos de la causa, los siguientes:

-El niño xxxxx nació el 13 de noviembre de 2006 y es hijo de xxxxx.

- xxxxx reconoció voluntariamente al niño como hijo suyo confecha 16 de noviembre de 2006.

-Los padres del niño xxxxx contrajeron matrimonio el 6 de julio de 2013.

-El examen de ADN practicado el 9 de enero de 2014 excluyó la paternidad del padre respecto
del niño xxxxx, y

-El niño ha recibido el trato y disfrutado del nombre y fama como hijo de xxxxx durante un plazo
superior a cinco años continuos;

6° Que los sentenciadores del fondo, sobre la base de dichos presupuestos fácticos, señalaron
que el reconocimiento voluntario es un acto jurídico unilateral del actor que importa la
afirmación de la paternidad respecto del, a la sazón, recién nacido, confiriéndole la calidad de
hijo suyo, y que como es irrevocable no puede impugnarlo ni atribuirse el carácter de tercero,
pues atenta la estabilidad de la filiación determinada por su actuación voluntaria, exenta de
vicio, más aún si el niño tiene la posesión notoria del estado de hijo suyo, que también sirve
para tener por suficientemente acreditada la filiación. Agregan que la expresión "toda persona",
contenida en el inciso final del artículo 216 del Código Civil, está referida a las personas ajenas
a la filiación impugnada y excluye al padre que ha reconocido al hijo, pues incluirlo significaría -
eventualmente-permitirle una revocación simulada o encubierta del reconocimiento, lo que no
permite el artículo 189 del citado código; conclusión que estiman coherente con el espíritu
general de la legislación y con los principios que la inspiran, entre ellos, el interés superior del
niño y el derecho a su identidad -que en el evento de confirmarse la sentencia resultarían
afectados al quedar el niño sin una filiación determinada-, pues no aparece acorde a aquéllos
que quien voluntariamente determinó una filiación tiempo después la transforme en
indeterminada, ejerciendo la acción de impugnación.Así las cosas, concluyen, que son titulares
de la acción de filiación determinada por reconocimiento, el hijo, su representante o sus
herederos y, en el caso del artículo 208 del mismo cuerpo legal, el padre biológico si la ejerce
conjuntamente con la de reclamación de la nueva filiación, y que, en todo caso, el niño podrá
ejercer las acciones pertinentes para el establecimiento de su filiación biológica, lo que
garantiza el derecho a la identidad que asiste a toda persona;

7° Que, como se sostiene en la sentencia impugnada, el reconocimiento o la decisión de


admitir la propia paternidad es un acto jurídico que exige una declaración de voluntad destinada
a generar precisamente la consecuencia jurídica que la ley establece, que consiste en que se
tiene a una determinada persona como hijo del que reconoce, lo que hace surgir, en
consecuencia, el estado filial y, con ello, compromisos de orden espiritual y material respecto
de la persona que se reconoce, por lo tanto, como acto jurídico debe cumplir con los requisitos
de existencia y de validez que le son propios, y su inobservancia provocará su nulidad.La
revocabilidad del reconocimiento implica que el autor de la declaración de que se trata
simplemente modifica, cambia la voluntad que manifestó legalmente, pero manteniéndose los
supuestos jurídicos en que descansa, esto es, una voluntad exenta de vicios del
consentimiento; no es admisible, según lo señala el artículo 189 del Código Civil, y su
justificación es la protección de los derechos de los reconocidos, eventualmente, de terceros, y
su fundamento está dado porque las normas en materia de filiación son de orden público por lo
que la autonomía de la voluntad sólo tiene cabida en los casos que el legislador prevé de
manera expresa;

8° Que a través del ejercicio de la acción de impugnación en estricto rigor no se impugna el


acto del reconocimiento sino más bien la filiación y, en el caso de autos, el demandante
pretende impugnar la paternidad determinada sobre la base de su reconocimiento
amparándose en la expresión "toda persona" que contiene el inciso 5° del artículo 216 del
Código Civil.Sin embargo, es el tenor de la citada disposición la que autoriza negarle la
titularidad de la acción, pues si se refiere a la paternidad precisamente determinada por
reconocimiento resulta inverosímil que se aluda al autor de dicho acto jurídico como "toda
persona", lo que permite concluir que si el legislador hubiera querido considerarlo como
legitimado activo para ejercer la acción de que se trata habría incorporado como tal al "padre
que reconoció". También que la expresión "toda persona" es alusivo a terceros que tienen
interés actual que debe ser de carácter patrimonial o pecuniario y no solamente moral, y como
el padre que reconoció es precisamente quien voluntariamente admitió la paternidad, no puede
ser estimado como un tercero interesado para impugnar la filiación;

9° Que, con todo, si se arribara a la conclusión contraria, en el sentido que el actor está
autorizado para ejercer la acción de impugnación de la paternidad determinada por su
reconocimiento, y que, por lo tanto, los jueces del fondo infringieron lo que disponen las
normas que cita, no tiene ninguna influencia sustancial en lo dispositivo de la sentencia,
porque concluyeron que se probó la posesión notoria del estado civil de hijo suyo del niño
xxxxx, que es suficiente para tener por acreditada la filiación, y que prefiere a las pruebas
periciales de carácter biológico en caso de contradicción entre una y otras, pues no se
estableció la existencia de graves razones que demuestren la inconveniencia para el hijo de
aplicar dicha preferencia; presupuesto fáctico que resulta inmovible para esta Corte, pues en el
recurso no se denuncia la infracción a lo que dispone el artículo 32 de la Ley N° 19.968, que,
solo de ser efectivo, autorizaría modificarlo;

10° Que, atendido lo expuesto, el recurso de casación en el fondo no puede prosperar y debe
ser rechazado.

Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo previsto en los artículos 764 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, serechaza el recurso de casación en el fondo
deducido en contra de la sentencia de diecinueve de noviembre de dos mil quince, agregada a
fojas 19 y siguientes de estos antecedentes.

Acordada con el voto en contra de los ministros señores Muñoz y Blanco, quienes fueron de
opinión de acoger el recurso y anular la sentencia impugnada dictando una de reemplazo que
confirme la de primera instancia, porque, en su concepto, se conculcó lo que disponen los
artículos 195 y 216, inciso final, del Código Civil.
Tienen presente lo que previene el inciso final del artículo 216 del citado código, en cuanto que
la paternidad determinada por reconocimiento puede ser impugnada por toda persona que
pruebe un interés actual en ello, en el plazo que indica, por lo tanto, si el legislador no hace
distinción en lo que se refiere al titular de la acción no cabe al intérprete efectuarla; más aún si
se trata de una materia concernida a la familia en que la verdad de los hechos que la sustenta
es esencial para poder protegerla adecuadamente y gozar del amparo constitucional.

Corrobora dicha conclusión, la circunstancia que, en el caso concreto, el interés superior del
niño xxxxx no es sino tener certeza acerca de sus relaciones de familia, por lo que debe primar
la verdad biológica, única manera de respetar su derecho a la identidad que está consagrado
en el artículo 195 del Código Civil.

Regístrese y devuélvanse.

Redactó la ministra Gloria Ana Chevesich Ruiz. Rol N° 37.431-15

Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señores
Sergio Muñ oz G., Ricardo Blanco H., señoras Gloria Ana Chevesich R., Andrea Muñ oz S., y
la Abogada Integrante señora Leonor Etcheberry C. No firma la Ministra señora Chevesich, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar con licencia médica la
primera. Santiago, cinco de mayo de dos mil dieciséis.

Autoriza el Ministro de Fe de la Excma.Corte Suprema

En Santiago, a cinco de mayo de dos mil dieciséis, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario
la resolución precedente.

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