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Adiós a la economía hacia afuera, bienvenida la economía hacia adentro.

Sebastián Salgado Valdés.


En estos últimos meses hemos presenciado como el sistema económico
imperante colapsa poco a poco, dejando a analistas políticos, economistas y expertos
boquiabiertos por lo magnánimo de la crisis. Estallidos sociales en Grecia, Italia,
Francia, España, Ecuador, Argentina, Chile, entre otros países, han demostrado el
descontento que existe ante el sistema económico dominante y principalmente sobre el
“Neoliberalismo”. La debacle en los precios del petróleo ha puesto en jaque la
normalidad económica y el virus del COVID-19 ha puesto la lápida y la última palada
de tierra sobre el sistema y a la globalización de los mercados, de la sociedad y de los
estilos de vida.
Para poder entender el colapso del sistema económico, primero debemos
contextualizarlo y comprenderlo.
Después de la caída del Muro de Berlín y del colapso de la URSS nacía una
época, más allá del socialismo y el capitalismo, donde emerge el concepto de
“globalización”. Este término no apunta al final de la política, sino a una salida de “lo
político”, del Estado Nacional. A una globalización económica, en la cual instituciones
industriales se abren paso a través del discurso político, del Estado asistencialista, del
sistema de pensiones, ayuda social, municipios, sindicatos, los salarios y el gasto
público, disolviéndolo y, a la vez resolviendo todo, a través de la globalización. Esto
permitió a los empresarios reconquistar el poder negociador de la política,
posibilitándoles desempeñar un papel importante en la configuración de la economía y
de la sociedad.
La economía mundial, socava la economía nacional y de los Estados nacionales,
desencadenando una subpolitización, que provoca la liberación de estos del corsé del
trabajo. No es una política particular de los empresarios, si no la “globalización” que
fuerza medidas perentorias y radicales. Para la economía mundial el trabajo se puede y
se debe reducir para incrementar los beneficios, pero la política actual es todo lo
contrario. Todo él que fomenta el crecimiento económico y todo el que rebaja impuestos
genera desempleo. Eliminar el trabajo incrementa la producción y los beneficios. La
globalización no solo pretende eliminar las trabas de los sindicatos, sino que también la
traba del Estado nacional, desmantelando el aparato y las tareas estatales, creando un
Estado mínimo, una renacionalización, tomando los centros materiales vitales. (Beck,
Ulrich. 1988. Qué es la globalización. Falacias del globalismo. Respuestas a la
globalización. Paidos, Barcelona. pp. 1-17).
Ahora que hemos entendido como funciona el sistema económico imperante,
debemos centrarnos en comprender como el descontento en este mismo, dio como
resultado estallidos sociales en gran parte del mundo, especialmente en Chile. Como
todos recordaremos, en nuestro país el año 2018 fue elegido presidente Sebastián
Piñera, político, empresario e ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica
de Chile, M.A Y Ph.D en Economía de la Universidad de Harvard en EEUU. Electo a
base de un programa de gobierno basado en el crecimiento económico, la creación de
empleos, protección del medio ambiente, emprendimiento, etc. Todo bien hasta ahí,
pero después de una serie de desfalcos de instituciones públicas, como Carabineros de
Chile, y anteriormente en el Ejercito; colusiones en productos básicos como el papel
higiénico y los pollos; estafas de grandes tiendas y entidades financieras, alzas de tarifas
en Autopistas y finalmente en el precio de del transporte público, que hicieron y hacen
tambalear su mandato. No quiero decir con esto que el presidente Piñera sea el
problema, solo que todas estas malas prácticas (cometidas por él y su círculo cercano
también) le reventaron en la cara, quedando con su imagen por el suelo.
Para entender esta situación en nuestro país es necesario recordar que alrededor de un
1% de la población concentra un 30% de la riqueza. Adicionalmente Chile es
considerado como el séptimo país más desigual del mundo, de acuerdo con el índice de
Gini. (Banco Mundial, Datos, Índice Gini Chile 2017. https://bit.ly/3eKC6nK)
Por otro lado, los legisladores han preferido ignorar los reclamos de los
manifestantes y enfocarse en los daños que estos le han causado al patrimonio chileno,
mostrándose así a un país fracturado debido a las brechas económicas y sociales. Estos
motivos, sin duda, han dado paso a un descontento social y a una crisis de confianza en
las clases dirigentes y en las instituciones que se mantienen hasta el día de hoy y que
también son motivos suficientes para comprender el descontento en el sistema
económico “Neoliberal” que pregona el presidente, debido a los abusos de entidades
financieras, AFP´s, multinacionales, etc.
Hemos visto hasta aquí, como funciona el sistema económico que domina el
mundo actualmente, y cómo este ha causado grandes brechas económicas y sociales en
la sociedad chilena. Ahora corresponde describir cómo, poco a poco se van socavando
sus cimientos y va contrayendo sus tentáculos desde un ámbito mundial a solo uno
local.
El año 2020 ha sido, sin dudas, el año de desplome de los precios del petróleo.
Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, se lanzo en una guerra de
precios sin cuartel, en contra de la OPEP y Rusia. Los saudíes querían aumentar la
producción de crudo a 3.6 millones de barriles diarios. Ante este panorama, el
presidente ruso Vladimir Putin, preocupado por ver el aumento de producción en
EEUU, se negó a la medida. Esto provocó que no se respetaran las cuotas de extracción
de “jugo de dinosaurio”, el mercado se inundó de petróleo haciendo que, a través del
juego de la oferta y la demanda, los precios se fueran al suelo, cayendo hasta un 30% el
precio del crudo, perjudicando con esto a países como EEUU, Brasil, Venezuela,
México, Libia, Iraq e Irán. Este panorama ha hecho que los principales organismos
internacionales y los bancos de inversión adviertan que el crecimiento global y regional
será mucho menor que lo previsto antes del brote de COVID-19 e incluso de que habrá
recesión. Durante este mes hemos visto como los precios del petróleo llegaron a valores
de US$0, y en Texas los precios alcanzaron la no despreciable suma de –US$7, el
precio más bajo de la historia. Pero gracias al mercado, no solo habrá perjudicados, sino
que países no productores se verán beneficiados con la baja de los precios, aunque
según algunos economistas, esta baja será amortiguada debido a la desaceleración de la
economía provocada por la pandemia. (Defterios, John. Por qué se desplomaron los
precios del petróleo y qué significa. CNN en español, 10 de marzo, 2020.
https://bbc.in/3cMcmps)
Esto, a título personal, me lleva a pensar, ¿será que esta crisis en el precio del
petróleo llevará a los países productores a cerrarse a la exportación?, espero responder a
esta interrogante en los párrafos siguientes, pero si puedo decir algo, el sistema
económico como lo conocemos, desaparecerá.
Como en la introducción mencioné, el COVID-19 llegó para colocarle la lápida
a la economía mundial. Esto se manifiesta no solo en un pensamiento personal, sino que
hasta la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena lo advierte “América Latina
y el Caribe, así como otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente”,
declarando que la CEPAL estima una contracción de -1.8% del PBI de la región,
repercutiendo en el aumento de la cantidad de pobres en América Latina pasando de 620
millones de personas a cerca de 840 millones y el número de personas viviendo en la
extrema pobreza se vería aumentado de 67.4 a 90 millones.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL declara que el Coronavirus afectará a la
región a través de cinco canales. El primero la disminución de la actividad económica,
estimando que esta caerá hasta en un 10.7%; el segundo, la caída en el turismo
contrayéndose hasta en un 25%; el tercer canal sería la interrupción de las cadenas
globales de valor, afectando principalmente a Brasil y México, países que importan
partes y bienes principalmente desde China; el cuarto canal corresponde a la caída de
los precios de los commodities y el último canal por el cual la región se vería afectada
por el COVID-19 es la baja en la inversión extranjera y el empeoramiento en las
condiciones financieras globales. (Comunicado de Prensa, CEPAL, 19 de marzo 2020.
https://bit.ly/3aF6YmB)
A raíz de esto, se observa un futuro global bifurcado en diferentes caminos, estos
caminos, como se describen en la obra de Karl Popper “La gran Transición”,
corresponden a: Las fuerzas de Mercado, Reformas Políticas, Mundo-Fortaleza y Gran
Transición. Popper comenta que este abanico de escenarios comienza con el mismo
conjunto de tendencias, patrones sociales, económicos y ambientales divergen de forma
gradual a medida que son condicionados por diferentes acontecimientos, cambios
institucionales y opciones valórica. Las Fuerzas de mercado, dice Popper, corresponde
a un mundo de globalización económica acelerada, rápida difusión de las instituciones y
valores dominantes y mínima protección ambiental y social, quizás momentos pretéritos
durante la Revolución Industrial. La Reforma, a visión del autor, corresponde a
iniciativas gubernamentales que limitarían la economía con el fin de alcanzar un
conjunto amplio de metas sociales y ambientales, momentos más contemporáneos a
nuestra época durante los 90´s y 2000´s. EL tercer camino plateado por Popper es el
Mundo-Fortaleza o periodo de crisis que conduce a un futuro autoritario e inequitativo,
la tiranía modela la transición global. ¿No son suena familiar esta etapa nombrada por el
autor?, pues la respuesta es sí, estamos viviendo el tiempo caracterizado por el autor, del
mundo hacia adentro, proteccionismo que podríamos considerar arcaico y medidas
sociales de tiempos ya superados. Tras este escenario desalentador, Popper habla de la
Gran Transición, una ciudadanía global, conectada y comprometida en donde se
propone un nuevo paradigma de desarrollo que enfatiza la calidad de vida, la solidaridad
entre seres humanos y fuerte sensibilidad ecológica. Tiempos que esperemos lleguen
una vez superada la pandemia, las crisis sociales y económicas por las que transitaran
todas las naciones del mundo y superemos los problemas de credibilidad y
representatividad de las instituciones políticas y económicas. (Raskin, Paul. Banuri,
Tariq. Otros autores. La Gran Transición: La promesa y la atracción. Cepal
Publicaciones de las Naciones Unidas. Agosto 2006. Santiago de Chile. 79 pp).
Como vemos, las expectativas globales, en lo que a economía se refiere, no son
auspiciosas, desde las crisis de confianza en las autoridades e instituciones, Estallidos
Sociales, desigualdad, pobreza, la crisis de los precios del petróleo y ahora el
Coronavirus, han servido de martillo y cincel que han socavando los cimientos del
sistema económico hegemónico mundial. Horadando cada aspecto del normal
funcionamiento del mercado y dándoles la razón, a todos los que pronosticaron la caída
del sistema “Neoliberal”.
Neoliberalismo, Neoliberalismo (pienso), ¿de verdad que es el principio y final
de todos los males del mundo?, ahora pensándolo bien, ¿Qué es el Neoliberalismo?
Bueno, parafraseando a José Comblim, el Neoliberalismo es una teoría
económica que pone al ser humano al servicio de la economía, una utopía elaborada por
Fredrich Hayek y Adam Smith, diseminada por el mundo durante los años 80´s en base
a un “pensamiento único”. Fue adoptado por el capitalismo, buscando emancipar a la
economía de principios morales o dogmas religiosos ajenos a ella. Busca la
autorregulación de la economía y del mercado, creyendo que este mecanismo asegura la
justicia en las relaciones humanas, bastaba la libertad del mercado para que todos los
problemas sociales fueran resueltos. (Comblim. José. El Neoliberalismo, ideología
domínate en el cambio de siglo. Ediciones Chileamerica CESOC).
Pero, me pasa algo con este término de “Neoliberalismo”, sólo es usado por
quienes no son neoliberales. No he leído, visto o escuchado a alguien que se refiera a sí
mismo como neoliberal. En base a esta consideración, quizás muy banal para algunos, el
neoliberalismo es más una figura retórica por la cual se busca pervertir el sentido
original del concepto y asimilar algunas ideas como ajenas, con el propósito de
desacreditarlas en el ámbito político. Pero mejor veamos el origen del concepto.
En el Ensayo “El mito del Neoliberalismo”, Enrique Ghersi, Abogado y
escritor peruano, profesor de la Universidad de Lima, nos hace un recorrido desde el
origen y mal uso del concepto. (A título personal, es un buen ensayo, lo recomiendo).
Describe, a grandes rasgos, que el concepto tiene variados orígenes, “Un primer origen
parece encontrarse en algunos escritos de Von Mises; el segundo sería el que atribuye
la autoría del término a la creación colectiva de un coloquio convocado por Walter
Lippman; el tercero, el que lo vincula a la llamada economía social de mercado, y el
cuarto, a la escuela liberal italiana de las entreguerras” (Ghersi, Enrique. Pp 295).
Pero quiero centrarme en el segundo supuesto origen del concepto, esto simplemente
porque fue elaborado por personajes que son ampliamente conocidos y denominados
como progenitores del “Neoliberalismo”.
Ghersi comenta que, Louis Baudin (Economista francés, escritor del libro
“L'empire socialiste des Inka”, 1928) en 1938 se reunió en París con personajes tales
como Rueff, Hayek, Von Mises, Rustow, Röpcke, Detauoff, Condliffe, Polanyi,
Lippman, a analizar el estado de la defensa de la libertad y las tácticas y estrategias que
deberían llevarse a cabo en tiempos tan difíciles, como los post crisis del 29 y anteriores
de la Segunda Guerra Mundial. Afirma Baudin que en esa discusión se acuñó, primero,
y se propuso utilizar a partir de entonces, el término “neoliberal” para significar
precisamente esta corriente de pensamiento. Según el propio Baudin, el
“neoliberalismo” se estableció como “la palabra clisé que habría de describirnos en
función de cuatro principios fundamentales. A saber: el mecanismo de precios libres, el
estado de derecho como tarea principal del gobierno, el reconocimiento de que a ese
objetivo el gobierno puede sumar otros y la condición de que cualquiera de estas
nuevas tareas que el gobierno pueda sumar debe basarse en un proceso de decisión
transparente y consentido”. (Baudin, Louis: L’Aube d’un Nouveau Libéralisme,
1953).
El autor del ensayo, describe que el uso más notable (del concepto liberalismo) y
perverso en nuestros tiempos no ocurre al interior del liberalismo, sino fuera de él. La
prensa, los políticos y los rivales del liberalismo son los que de preferencia lo utilizan,
pero en sentido por lo general distinto de los anteriormente mencionados. En efecto, el
“neoliberalismo” es utilizado para caracterizar cualquier propuesta, política o gobierno
que, alejándose del socialismo más convencional, propenda al equilibrio presupuestal,
combata la inflación, privatice empresas estatales y, en general, reduzca la intervención
estatal en la economía. (Ghersi, Enrique. Pp 307).
Es aquí, en el mal uso que se hace de la palabra, en que Hayek hace una apología
a una leyenda nórdica, y advierte la existencia de palabras-comadrejas, atribuyéndole a
este animalito la capacidad de succionar el contenido de un huevo sin quebrar la
cáscara. Sostiene que existen palabras capaces de succionar a otras por completo y
dejarlas sin significado. Hayek también denuncia a otras palabras de ser “comadrejas”
como por ejemplo “social”. Así explicó que esta palabra agregada a otra la convertía en
su contrario. Por ejemplo, la justicia social no es justicia; la democracia social, no es
democracia; el constitucionalismo social, no es constitucionalismo; el Estado social de
derecho, no es Estado de derecho.
El “neoliberalismo” parece pertenecer a ese género de las palabras-comadreja.
Sólo que en una función diferente. Mientras que la palabra social le da sentido contrario
a la que se le agrega, la palabra “neoliberal” identifica con esta doctrina a quienes no
pertenecen a ella. (Ghersi, Enrique. Pp 309).
Con esta última parte solo busqué realizar un recorrido buscado el origen del
“Neoliberalismo”, con afán de resolver una duda propia, pero también buscando instruir
al lector y ser crítico en el uso de los términos, palabras, conceptos, que empleamos a
diario.
Por último, respondamos las preguntas planteadas durante la construcción de
este texto. El sistema económico está en riesgo, eso es evidente y no solo en riesgos más
bien está dando sus últimas bocanadas de vida. Destruido no solo por acciones de
contrarios, sino por los mismos que han fomentado y ganado con el sistema económico
imperante (llámese neoliberal, liberal, capitalista. A mí me gusta llamarlo global). La
ambición socaba, erosiona más rápido que el agua al suelo descubierto.
Como hemos observado en este análisis todos estos conceptos han sido el caldo
de cultivo para el colapso económico, la precarización laboral, el descontento social y
tantos otros males de la sociedad actual. Observándose como las economías más
grandes (y viendo particularmente el caso de EEUU) se están yendo hacia adentro,
incapaces de mantener el modelo, cerrándose al mundo. Se vuelven proteccionistas y
rompen los lazos con las entidades multinacionales, ejemplo de ello es la suspensión del
financiamiento que realiza el país del norte a la OMS, culpándola de “ayudar a otros” y
de “dar información no verídica”. El proteccionismo e individualismo le sale por los
poros a esta declaración del presidente Trump. Como vimos anteriormente en los datos
de la CEPAL, aumentará descontroladamente el número de pobres, fomentando de esta
manera el cierre de las fronteras de países no tan afectados que buscarán proteger los
puestos de trabajo y, por qué no decirlo, las reservas alimenticias que quedan para sus
residentes. La baja inversión vaciará las arcas fiscales y la falta de crédito hará que los
países apliquen economías de guerra para mantener a la población. Esto también
desencadenará descontentos sociales como predice el economista Javier Milei en
Argentina, Ecuador y Brasil.
Esto es el comienzo de una nueva Era Económica, los errores en este ámbito ya
se cometieron, aprendamos, apliquemos las lecciones obtenidas y mejoremos como
sociedad mundial.

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