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LA DIMENSIÓN SOCIAL / EMOCIONAL

Mientras que las dimensiones física, espiritual y mental están


estrechamente relacionadas con los hábitos primero, segundo y tercero
—centrados en los principios de la visión, el liderazgo y la administración
personales—,

La dimensión social/emocional enfoca los hábitos cuarto, quinto y sexto


—centrados en los principios del liderazgo interpersonal, la comunicación
empática y la cooperación creativa.

Las dimensiones social y emocional están ligadas entre sí porque nuestra


vida emocional se desarrolla a partir de nuestras relaciones con los otros.

Supongamos que usted es una persona clave en mi vida. Podría ser mi


jefe, mi subordinado, mi colaborador, mi amigo, mi vecino, mi cónyuge,
mi hijo, un miembro de mi familia: alguien con quien yo quiero o necesito
interactuar. Supongamos que tenemos que comunicarnos, trabajar
juntos, discutir una cuestión esencial, lograr un propósito o resolver un
problema. Pero vemos las cosas de distinto modo, a través de diferente
óptica.

De modo que pongo en práctica el cuarto hábito.-4-------- Me acerco a


usted y le digo: «Advierto que estamos afrontando esta situación de
modo diferente. ¿Por qué no acordamos comunicarnos hasta que
podamos hallar una solución con la que los dos podamos sentirnos bien?
¿Estás dispuesto a hacerlo?». La mayor parte de las personas
responderán que sí.

Entonces paso al quinto hábito.5------------- « En lugar de escuchar con la


intención de responder, escucho empáticamente, con la finalidad de
comprender su paradigma profunda y completamente. Cuando yo pueda
explicar su punto de vista tan bien como lo hace usted mismo, me
concentraré en comunicarle mi propio punto de vista, de manera que
usted también pueda comprenderme a mí.

Pasamos juntos al sexto hábito. 6 ---------Trabajamos juntos para generar


soluciones que remedien las diferencias y que ambos reconozcamos
como mejores que las que la otra persona o yo propusimos inicialmente.

El éxito en los hábitos cuarto, quinto y sexto no es en lo esencial una


cuestión de intelecto, sino de emoción. Está altamente relacionado con
nuestro sentido de la seguridad personal.

Seguridad intrínseca? Viene de adentro. Viene de una coherencia de


adentro hacia afuera, de vivir una vida de integridad en la que nuestros
hábitos diarios reflejan nuestros valores más profundos.

Se logra seguridad cuando uno interactúa auténtica, creativa y


cooperativamente con las otras personas y despliega estos hábitos de la
interdependencia.

Hay una seguridad intrínseca que surge del servicio, del hecho de ayudar
a otros de modo significativo.

PREGUNTA: ¿CÓMO SE PODRIA FORTALECER LA DIMENSIÓN SOCIAL/


EMOCIONAL?

Para renovar la dimensión social emocional: Podemos hacerlo en


nuestras interacciones cotidianas normales con las otras personas. Pero
sin ninguna duda requiere ejercicio. Tal vez tengamos que esforzarnos.

1. Trata de ser siempre de ayuda a tus amigos y amigas, al tiempo que


aceptas con agradecimiento la ayuda que te prestan. Si estás ahí para ellos, e
otras ocasiones serás tú el ayudado.

2. Participa regularmente en actividades sociales y culturales.


Mantener un círculo social de amistades requiere trabajo y dedicación,
toma parte en todas las actividades sociales que te sea posible, de forma
amplia y variada.

3. No dramatices las situaciones, no te quejes y mantén las cosas en su


perspectiva correcta.

Otra fuente es el servicio anónimo, que nadie conoce y que nadie conocerá
nunca. Y eso no importa. Lo que importa es hacer felices las vidas de otras
personas. El motivo es la influencia, y no el reconocimiento. Victor Frankl se
centró en la necesidad de que la vida tenga propósito y sentido, algo que la
trascienda y saque a la luz nuestras mejores energías. El desaparecido doctor
Hans Selye, en su monumental investigación sobre el estrés, dijo básicamente
que una vida larga, sana y feliz es el resultado de realizar aportaciones, de
tener proyectos significativos que sean personalmente estimulantes y mejoren
y hagan feliz las vidas de los otros. Su ética era: «Gánate el amor de tu
prójimo». En palabras de George Bernard Shaw: Éste es el verdadero goce de
la vida, ese ser utilizado con un propósito que uno mismo reconoce como
importante. Ese ser una fuerza de la naturaleza, y no un montoncito fe bril y
egoísta de malestares y molestias que se queja de que el mundo no se
consagra a hacerlo feliz. Soy de la opinión de que mi vida pertenece a toda la
comunidad, y de que mientras viva es mi privilegio hacer por ésta todo lo que
pueda. Cuando muera, quiero estar completamente agotado. Pues cuanto más
duramente trabajo, más vivo. Gozo de la vida por la vida misma. Para mí la
vida no es una pequeña vela. Es una especie de antorcha espléndida que por
el momento sostengo, con fuerza, y quiero que arda con el mayor brillo posible
antes de entregarla a las futuras generaciones. N. Eldon Tanner ha dicho que
«El servicio es la renta que pagamos por el privilegio de vivir en esta tierra». Y
existen muchos modos de servir. Pertenezcamos o no a una Iglesia u
organización de servicio social, tengamos o no un trabajo que nos procure
oportunidades de servicio significativo, ni un solo día debe transcurrir sin que
podamos por lo menos servir a otro ser humano efectuando depósitos de amor
incondicional.

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