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Por una cuestión de salud pública: la maternidad como manifestación de

voluntad.
¡Vivas las queremos!

Escrito por Ruth Mendoza y Joselyn León.

Las complicaciones derivadas de abortos clandestinos resultan en casi 30,000


hospitalizaciones y aproximadamente 57 muertes cada año [1]. Es decir, el
aborto clandestino es causante del 16 % de muertes de mujeres en el país.

La larga tradición recorrida en Argentina por la conquista de derechos de la


mujer muestra la compleja relación que existe entre la conciencia de género y la
lucha colectiva por una sociedad más justa. Pero esta conquista no solo genera
derechos para la mujer, sino también fortalece la democracia: el debate en torno
a la mujer y la justicia no se mantendrá más en tabú con la legalización del
aborto.

La fobia a la palabra aborto nos dice mucho sobre una sociedad, pues se traduce
en un desconocimiento de derechos básicos, en este caso, el derecho al libre
desarrollo de personalidad [2]. La moralidad sexual existe pues como fuente de
control social, y al construirse sobre la base de la diferencia sexual constriñen a
la mujer a la condición de ser humano incompleto, en tanto se les prohíbe
ejercer el derecho básico de la libre autonomía de la voluntad.

La desigualdad, la discriminación, la inequidad son núcleos pétreos de la


identidad social mayoritaria vigente que obedecen a un largo proceso histórico
de lo que ha sido dictado como lo “normal” sometiendo a este poder mayoritario
al otro y castigando todo lo que no sea considerado como “igual”, por lo que no
es casualidad que estos núcleos sean los más resistentes al cambio. No
obstante, desde hace mucho antes de nuestra vida republicana, ninguna
prohibición legal ha logrado desaparecer el aborto, prevaleciendo la necesidad
de abortar cuando el embarazo no es deseado; dejando de que el acto se
someta entre la vida o muerte de la mujer.
¿Cuán necesaria es la revolución sexual de la mujer para la conquista de sus
derechos? El movimiento de liberalización femenina ha sido la fuerza propulsora
del debate por el derecho al aborto en Argentina y, en consecuencia, el origen
de una toma de consciencia colectiva en torno al valor social de la vida de las
mujeres y, en abstracto, la imposibilidad en sí de toda vida si esta no goza de
autonomía para decidir.

Ver al aborto como un asunto de legalidad o clandestinidad no nos lleva más allá
de un mero juicio valorativo, continuar en la búsqueda del reconocimiento de
derechos y libertades para todas(os) es ver que nuestra normalidad se
encuentra compuesta por libertades contrapuestas.

Sigamos en la lucha. #SeráLey

Referencias:
[1] https://rpmesp.ins.gob.pe/index.php/rpmesp/article/view/2573/2600
[2] Reconocido en el inciso 1 del artículo 1 de la Constitución, que no puede ser
objeto de injerencia por autoridad pública o por particular algunos. (...)

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