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Trascender la desigualdad de género, ser capaces como sociedad de sentirnos agentes del cambio contra la violencia, pasa
inevitablemente por reaccionar, por ser parte de la solución ante las situaciones de desigualdad que ocurren en nuestro día a
día. Por ello, hemos de visibilizar los micromachismos, esas sutiles prácticas cotidianas de desigualdad o violencia, sutiles no
por el grado de impacto sino porque son asumidas como algo normal e inevitable.
Observatorio Noct@mbulas
La fiesta y el ocio nocturno son espacios de disfrute y celebración donde a la vez asumimos que no son un espacio seguro
para las chicas y mujeres, que hay chicos y hombres que van a ser invasivos o abusivos y que eso es “normal”. La fiesta y
el ocio nocturno son espacios donde se normaliza el acoso hacia las mujeres como algo inevitable, e incluso se culpabi-
liza a las mujeres de las situaciones de abuso, al ponerse en riesgo. Socialmente ponemos el foco en que ellas se han de
cuidar, medir su forma de actuar, evitar situaciones de riesgo. Mientras, libramos de la responsabilidad al acosador, no
le penalizamos, no reaccionamos ante situaciones que ocurren frente a nuestros propios ojos. Normalizamos actitudes
invasivas, de abuso, entendiendo que es una conducta normal en los hombres, quitándoles cualquier responsabilidad; en
fin, legitimando la violencia y haciéndola impune. El alcohol es la excusa que sirve para explicar, camuflar y normalizar el
acoso y abuso en el ocio nocturno, en las fiestas. Hemos de dejar de justificar el machismo y su violencia porque somos
responsables de garantizar que todas y todos podamos disfrutar en libertad. O somos parte de la solución o somos parte
del problema, es hora de reaccionar.
Uno de los hallazgos principales es cómo las chicas están asumiendo un falso empoderamiento que neutraliza la preven-
ción y/o reacción ante situaciones de abuso. En primer lugar, este falso empoderamiento versa en que se sienten libres
para “poder hacer lo que quieran”, mientras asumen como normal e inevitable que hay riesgos que como “chicas” han de
asumir. Esta contradicción naturaliza abusos y agresiones, al entenderse como consecuencias previsibles de ejercer la
libertad: caminar o salir “sola”, tomar alcohol o drogas, o irse con un chico desconocido. En segundo lugar, asumen ser
responsables de la violencia que han recibido, al ejercer “conductas de riesgo” no apropiadas por ser mujeres, mientras
que son conductas que en los chicos se consideran “conductas normales”. Ello tiene como consecuencia la culpabilización
hacia las mujeres víctimas de agresiones. En tercer lugar, al culpabilizar y poner el foco de atención en la mujer, se niega
la agencia de los abusadores, entendiendo que es una conducta normal, quitándoles cualquier responsabilidad; en fin,
legitimando el abuso y la violencia, haciéndola impune.
- La ocupación del espacio nos aportará datos que constatará una realidad en la que las chicas habitualmente
ocupan poco espacio, tienden a la protección del grupo, corro, rincón.
- El baile va a ser una expresión más habitual entre las chicas, que se rían, bailen entre ellas. El baile como
herramienta de diversión y de seducción.
- Entre los chicos es más habitual que quienes bailen, ocupen más espacio, salten, empujen. Estar junto a la
barra de un bar, e iniciar el baile tras consumos de alcohol u otras drogas.
- Los consumos de alcohol, sobre todo, muy generalizados en ambos sexos (dependiendo de culturas, está más
permitido para el caso de los hombres).
- La desinhibición generada por los consumos conlleva expresiones diferenciadas entre los sexos. Entre los
chicos, mayor posibilidad de conductas agresivas. En ambos sexos se da una mayor posibilidad de entrar en el
juego de la seducción ligue sin filtros (falta de respeto, dificultad para aceptación de las negativas...).
- Surgen peleas entre chicos porque uno de ellos ha considerado que otro ha entrado en el “juego de seducción”
o ha invadido a una chica que de alguna manera tiene la idea de que “le pertenece” (su chica, su novia).
- Modelo de seducción desde la heterosexualidad. Guetización de los espacios de diversión compartidos por
personas que no cumplen la heteronormatividad.
Para reforzar el posicionamiento teórico que la sustenta (posibles link y/o referencias bibliográficas)
] Observatorio Noct@ambulas. Observatorio cualitativo sobre la relación entre el consumo de drogas y los abusos sexua-
les en el contexto de ocio nocturno.
http://www.drogasgenero.info/noctambulas/informes/