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DIABETES

1. Definición.

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están
muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que se consumen. La insulina es una hormona
que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1,
el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no
usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Un análisis de sangre puede mostrar si tiene diabetes. Un tipo de prueba, la A1c, también
puede comprobar cómo está manejando su diabetes. El ejercicio, el control de peso y respetar
el plan de comidas puede ayudar a controlar la diabetes. También debe controlar el nivel de
glucosa en sangre y, si tiene receta médica, tomar medicamentos.
A la glucosa que circula por la sangre se la llama glucemia, y según estén sus niveles podemos
hablar de:

Hipoglucemia: Valores bajos de glucosa en sangre. Sus síntomas aparecen cuando el


nivel de glucemia está en 55mg/dl o menos.
Normoglucemia: Valores normales de glucosa en sangre. En ayunas deben estar entre
70-100mg/dl.
Hiperglucemia: Valores anormalmente altos de glucosa en sangre. Superiores a
100mg/dl en ayunas.

¿Para qué sirve la glucosa?

Todas las células necesitan energía para estar activas y mantener sus funciones vitales como es
el latir del corazón, la respiración, el proceso digestivo. Por otro lado, también esta energía es
necesaria para mantener la temperatura corporal y el movimiento muscular.
La glucosa es la principal fuente de energía de nuestro organismo. La obtenemos a partir de la
alimentación y es a través de la digestión que se pone en marcha una cadena de
transformaciones químicas que transforma los alimentos en nutrientes y éstos, en otros
elementos más pequeños.
Cuando nos alimentamos, los alimentos transitan por el tubo digestivo y cuando llegan al
intestino delgado, la glucosa pasa del intestino a la sangre y del torrente sanguíneo, a las
células.
La sangre es la encargada de transportar la glucosa al hígado donde es almacenada para tener
reservas de energía, pero también al cerebro y al resto de células del cuerpo.

¿Qué es la insulina y para qué sirve?

La insulina es una hormona del aparato digestivo que se produce en el páncreas y cuya misión
es la de facilitar la entrada de la glucosa en las células para que ésta se transforme en energía.

Qué es la prediabetes?

Muchas personas tienen "prediabetes". Esto significa que los niveles de glucosa son más altos
de lo normal, pero no lo suficientemente altos para ser diagnosticarlos como diabetes. La
prediabetes es un problema grave porque las personas que la padecen tienen un alto riesgo de
desarrollar diabetes tipo 2.
Síntomas de la diabetes

A menudo no se diagnostica la diabetes porque muchos de sus síntomas parecen inofensivos.


Estudios recientes indican que la detección temprana y el tratamiento de los síntomas de la
diabetes pueden disminuir la posibilidad de tener complicaciones de diabetes.
Diabetes tipo 1:

 Constante necesidad de orinar


 Sed inusual
 Hambre extrema
 Pérdida inusual de peso
 Fatiga e irritabilidad extremas.

Diabetes tipo 2

 Cualquiera de los síntomas de la diabetes tipo 1


 Infecciones frecuentes
 Visión borrosa
 Cortes/moretones que tardan en sanar
 Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
 Infecciones recurrentes de la piel, encías o vejiga

Diabetes gestacional: También conocida como diabetes mellitus gestacional, este tipo de
diabetes solo se presenta en las mujeres embarazadas. Si una mujer embarazada desarrolla
diabetes pero no la tenía antes de quedar embarazada, tiene diabetes gestacional.

2. Causas.
 ¿Qué causa la diabetes tipo 1?.

La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmunitario, que combate las infecciones, ataca y
destruye las células beta del páncreas que son las que producen la insulina. Los científicos
piensan que la diabetes tipo 1 es causada por genes y factores ambientales, como los virus,
que pueden desencadenar la enfermedad. Algunos estudios como el TrialNet están enfocados
en identificar las causas de la diabetes tipo 1 y las posibles maneras de prevenir o retrasar el
progreso o comienzo de la enfermedad.

 La diabetes tipo 2.

La forma más común de la enfermedad, es causada por varios factores, entre ellos, el estilo de
vida y los genes.

 Sobrepeso, obesidad e inactividad física.

Una persona tiene mayor probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 si no se mantiene


físicamente activa y tiene sobrepeso u obesidad. Algunas veces, el exceso de peso causa
resistencia a la insulina y es frecuente en personas con diabetes tipo 2. La ubicación de la grasa
corporal también tiene importancia. El exceso de grasa en el vientre está vinculado con la
resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y las enfermedades del corazón y los vasos
sanguíneos. Para ver si su peso representa un riesgo para la aparición de la diabetes tipo 2, vea
estas gráficas de índice de masa corporal (IMC).
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios. Puede dañar
los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas,
derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. Las mujeres embarazadas
también pueden desarrollar diabetes, llamada diabetes gestacional.

 Resistencia a la insulina

La diabetes tipo 2 suele comenzar con resistencia a la insulina, una afección en la que el
músculo, el hígado y las células grasas no usan adecuadamente la insulina. Como resultado, el
cuerpo necesita más insulina para que la glucosa pueda ingresar en las células. Al principio, el
páncreas produce más insulina para cubrir el aumento de la demanda, pero con el tiempo deja
de producir suficiente insulina y aumentan los niveles de glucosa en la sangre.

 Genes y antecedentes familiares

Igual que sucede con la diabetes tipo 1, ciertos genes pueden hacer que una persona sea más
propensa a tener diabetes tipo 2.
Los genes también pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 al aumentar la tendencia de
la persona al sobrepeso u obesidad.

 ¿Qué causa la diabetes gestacional?

Los científicos creen que la diabetes gestacional, un tipo de diabetes que se presenta durante
el embarazo, es causada por cambios hormonales, factores genéticos y factores del estilo de
vida.

 Resistencia a la insulina.

Ciertas hormonas producidas por la placenta contribuyen a la resistencia a la insulina, que se


presenta en todas las mujeres hacia el final del embarazo. La mayoría de las mujeres
embarazadas pueden producir suficiente insulina para superar la resistencia a la insulina, pero
algunas no. La diabetes gestacional ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina.
Igual que sucede con la diabetes tipo 2, el exceso de peso está vinculado a la diabetes
gestacional. Las mujeres que tienen sobrepeso u obesidad tal vez ya tengan resistencia a la
insulina cuando quedan embarazadas. El aumento excesivo de peso durante el embarazo
también puede ser un factor.

 Genes y antecedentes familiares

Las mujeres con antecedentes familiares de diabetes tienen mayor probabilidad de desarrollar
diabetes gestacional, lo cual sugiere que los genes desempeñan un papel. Los genes también
pueden explicar por qué el trastorno se presenta con mayor frecuencia en las afroamericanas,
las indígenas estadounidenses, las asiáticas y las hispanas o latinas.

 Enfermedades hormonales

Algunas enfermedades hacen que el cuerpo produzca una cantidad excesiva de ciertas
hormonas, lo cual algunas veces causa resistencia a la insulina y diabetes.
El síndrome de Cushing se presenta cuando el cuerpo produce demasiado cortisol, que con
frecuencia se conoce con el nombre de “hormona del estrés”.
La acromegalia se presenta cuando el cuerpo produce demasiada hormona del crecimiento.
El hipertiroidismo se presenta cuando la glándula tiroides produce demasiada hormona
tiroidea.
 Lesiones o extracción del páncreas

La pancreatitis, el cáncer de páncreas y los traumatismos pueden dañar las células beta o hacer
que pierdan parte de su capacidad de producir insulina, lo cual da lugar a la diabetes. Si se
extirpa el páncreas lesionado, aparece la diabetes como resultado de la pérdida de las células
beta.

3. ¿Qué consecuencias tiene la diabetes?

Las consecuencias de la diabetes afectan tanto a la salud como a la calidad de vida de los
enfermos. Con el tiempo la diabetes puede causar serios daños en el corazón, en los vasos
sanguíneos, en los ojos, en los riñones y en el sistema nervioso, e incluso se puede llegar a
perder la vida.
Los adultos con diabetes, tienen un riesgo 3 veces mayor de infarto de miocardio y accidente
cerebrovascular.
La neuropatía de los pies en combinación con la reducción del flujo sanguíneo incrementa el
riesgo de úlceras en los pies, infección y amputación en última instancia.
La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño que
se va acumulando a lo largo del tiempo de los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
Es una de las principales causas de insuficiencia renal.

4. Funciones alteradas:

Pérdida de la movilidad articular muscular y fuerza. Además, la función cognitiva también


parece estar comprometido en la diabetes del tipo 2 debido a los cambios estructurales y
funcionales en el Sistema Nervioso Central (SNC), que resulta del proceso de envejecimiento,
El deterioro cognitivo probablemente limita los procesos más complejos, relacionados
directamente con el lóbulo frontal, como la función ejecutiva, la cual implica un conjunto de
habilidades cognitivas, la atención, memoria de trabajo, monitorización, flexibilidad, inhibición,
organización, la toma de decisión y conocimiento, que controla la ejecución de actividades
complejas, en el contexto de la DT2 esto puede influir para la resolución de problemas en el
manejo diario de su condición, memoria de trabajo, y planeación.
Así mismo el deterioro cognitivo potencialmente puede presentar nuevos obstáculos para el
cuidado personal y para lograr el control glucémico Cuando dos tareas se ejecutan
simultáneamente, el rendimiento de uno o ambos puede ser disminuido. La tarea doble, a
menudo involucra tanto la información verbal y visual espacial, a medida que el desempeño de
tareas simultáneas es complejo, esto podría conducir a un déficit en el manejo del control
glucémico.

5. Tareas principales del cuidador.

Cuando la persona es diagnosticada con diabetes, el médico elegirá el mejor tratamiento


según el tipo de diabetes que tenga, la rutina diaria y cualquier otro problema de salud que
tenga. A muchas personas con diabetes tipo 2 se les pueden controlar sus niveles de glucosa
en la sangre tan solo con dieta y ejercicio. Otras necesitan medicamentos para la diabetes o
inyecciones de insulina. Con el tiempo, las personas con diabetes pueden necesitar tanto
cambios en el estilo de vida como medicamentos.

Se puede mantener el control de diabetes haciendo lo siguiente:

 Mantener un registro de los niveles de glucosa. Los niveles muy altos de glucosa o los
niveles muy bajos de glucosa (llamados hipoglucemia) pueden poner en riesgo la
salud.
 Elegir alimentos saludables. Saber cómo los diferentes alimentos afectan los niveles de
glucosa. Para perder peso, considerar los alimentos que son bajos en grasa y azúcar.
 Ayudar a que la persona realice tipo de ejercicio porque mejora los niveles de glucosa
en las personas mayores que tienen diabetes.
 Que tome la medicación para la diabetes incluso cuando se siente bien. Consultar al
médico si hay presencia de efectos secundarios o no puede pagar por sus
medicamentos.
 Estas son algunas formas de mantenerse saludable cuando tiene diabetes:
 Averiguar cuál es el nivel promedio de glucosa en la sangre. Que la persona se haga la
prueba de sangre A1C por lo menos dos veces al año. El resultado mostrará su nivel
promedio de glucosa durante los últimos 3 meses.
 Vigilar su presión arterial con frecuencia.
 Vigilar su colesterol. Que la persona se realice un análisis de sangre por lo menos una
vez al año para determinar sus niveles de colesterol y triglicéridos. Los niveles altos
pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas cardíacos.
 Si la persona fuma, que deje de hacerlo porque aumenta su riesgo de desarrollar
muchos problemas de salud, incluso ataques cardíacos y derrames cerebrales.
 Llevarlo a que se realice exámenes anuales de los ojos. Encontrar y tratar los
problemas oculares a tiempo puede ayudar a mantener los ojos sanos.
 Que la persona se realice exámenes anuales de los riñones. La diabetes puede afectar
los riñones. Los exámenes de orina y sangre mostrarán si sus riñones están bien.
 La vacunación es importante en las personas, principalmente contra la gripe, todos los
años y contra la neumonía. Una vacuna anual contra la gripe ayudará a mantenerle
saludable.
 El cuidado de los dientes y encías. El cepillado de los dientes, acudir al dentista para
que le revise los dientes y encías dos veces al año con el fin de evitar problemas
graves.
 Proteger su piel. Mantener su piel limpia y usar cremas suavizantes para evitar la
sequedad. Cuidar las pequeñas cortaduras y moretones para así prevenir infecciones.
 Revisar sus pies todos los días con el fin de detectar si tiene áreas enrojecidas. Si tiene
llagas, ampollas, cortes en la piel, infecciones o acumulación de callosidades, consultar
a un podólogo.
PARKINSON

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el
movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces, comienza con un temblor
apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la enfermedad
también suele causar rigidez o disminución del movimiento.
En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve
o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede volverse
suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que
esta progresa con el tiempo.
A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar
notablemente los síntomas.
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células
nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en
el cerebro conocido como dopamina. Algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece
darse entre miembros de una misma familia.

¿Cómo se detecta?

Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas son leves,
poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera fase del párkinson no suele presentar
todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el temblor y la rigidez.

A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como:

 Dolores articulares pseudo-reumatológicos.


 Cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.)
 Arrastrar un pie.
 Dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible).
 Cuadro depresivo de larga duración.

Curso de la enfermedad

La velocidad de progresión de la enfermedad es muy variable según qué pacientes. Aunque el


párkinson es una patología progresiva, con la medicación antiparkinsoniana adecuada a cada
caso y las terapias de rehabilitación complementarias, se puede frenar el ritmo de avance
(velocidad) y la intensidad (molestia) de los síntomas razonablemente. La calidad de vida
cotidiana puede ser satisfactoria durante muchos años. En general, las formas rígido-acinéticas
son más molestas y menos controlables que las formas temblorosas del párkinson.

Etapas de la enfermedad

Hohen y Yhar establecieron los 5 niveles (“estadíos”) clásicos de progresión de la enfermedad


de Parkinson. Hay que hacer hincapié de nuevo en que ni mucho menos todos los pacientes
que la sufren van a evolucionar hasta los últimos niveles:

Estadío 1: Síntomas leves, afectan solo a una mitad del cuerpo.


Estadío 2: Síntomas ya bilaterales, sin trastorno del equilibrio.
Estadío 3: Inestabilidad postural, síntomas notables, pero el paciente es físicamente
independiente.
Estadío 4: Incapacidad grave, aunque el paciente aún puede llegar a andar o estar de pie sin
ayuda.
Estadío 5: Necesita ayuda para todo. Pasa el tiempo sentado o en la cama.
Solamente el 15 por ciento de los afectados de párkinson llega a padecer un grado de
deterioro motor tan grave que necesite ayuda constante para hacer cualquier actividad,
dependa de otras personas y se pase la mayor parte del tiempo en una silla o en la cama, sin
poder moverse en absoluto por sí mismo. Si la cifra le parece muy alta y le atemoriza, dele la
vuelta: el 85 por ciento de los pacientes de párkinson no terminarán en silla de ruedas.

Síntomas

Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son leves y se van haciendo cada vez
más notorios con el paso del tiempo. El cuadro inicial típico registra dolores en las
articulaciones, dificultades para realizar movimientos y agotamiento. La caligrafía también
empieza a cambiar y se torna pequeña e irregular. En el 80 por ciento de los pacientes los
síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan. Asimismo, el carácter
varía en los primeros estadios, por lo que es habitual la irritabilidad o la depresión sin causa
aparente. Todos estos síntomas pueden perdurar mucho tiempo antes de que se manifiesten
los signos clásicos que confirman el desarrollo de la enfermedad.

Los síntomas típicos son los siguientes:

 Temblor: Consiste en un movimiento rítmico hacia atrás y hacia adelante.


Generalmente comienza en la mano aunque en ocasiones afecta primero a un pie o a
la mandíbula. Se agudiza en reposo o bajo situaciones tensas y tiende a desaparecer
durante el sueño. Puede afectar sólo a un lado o a una parte del cuerpo.
 Rigidez: Se manifiesta como una resistencia o falta de flexibilidad muscular. Todos los
músculos tienen un músculo opuesto, y el movimiento es posible porque, al activarse
un músculo, el opuesto se relaja. Cuando se rompe este equilibrio los músculos se
tensan y contraen causando inflexibilidad y debilidad.
 Bradicinesia: Se trata de la pérdida de movimiento espontáneo y automático y conlleva
la lentitud en todas las acciones. Esta lentitud es impredecible y es el síntoma más
incapacitante, porque el paciente no puede realizar con rapidez movimientos
habituales que antes eran casi mecánicos.
 Inestabilidad: La inestabilidad de la postura hace que los enfermos se inclinen hacia
adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad. La cabeza y los hombros caen hacia
delante y la forma de andar empeora. El enfermo da pasos cortos y rápidos para
mantener el equilibrio; o se queda literalmente "plantado" a mitad de camino, sin
poder moverse. Existen una serie de síntomas secundarios que, aunque no afectan a
todos los enfermos, provocan trastornos importantes ya que empeoran los síntomas
principales y agravan las condiciones físicas y psicológicas del paciente.
 Depresión: Es un problema común a todas las enfermedades crónicas, y en el
Parkinson puede detectarse incluso antes de que comiencen los síntomas principales.
Empeora con los fármacos utilizados para combatir esta patología, aunque los
antidepresivos consiguen frenar con bastante éxito tanto las depresiones como los
cambios emocionales. La FEEN estima que un 40 por ciento de los pacientes con
Parkinson tiene depresión.
 Dificultades para tragar y masticar: El mal funcionamiento de los músculos dificulta
esta tarea cotidiana, favoreciendo la acumulación de saliva y alimentos en la cavidad
bucal. Como consecuencia, son habituales los atragantamientos y el babeo. - Dicción:
Al menos el 50 por ciento de los enfermos tiene problemas de dicción: hablan en voz
baja, dudan antes de hablar, repiten palabras o hablan demasiado rápido.
 Problemas urinarios: Las deficiencias del sistema nervioso que regula la actividad
muscular provocan que algunos enfermos sufran incontinencia o tengan dificultades
para orinar.
 Estreñimiento: La lentitud progresiva de los músculos intestinales y abdominales es la
principal causa del estreñimiento, aunque también influyen la dieta o la escasa
actividad física. Suele presentarse en el 50 por ciento de los pacientes según la
Sociedad Española de Neurología (SEN).
 Trastornos del sueño: La somnolencia y las pesadillas son características en esta
enfermedad y generalmente están asociadas a los fármacos. Se pueden producir
trastornos de conducta durante la fase REM del sueño.
 Pérdida de expresividad: el rostro pierde expresividad y aparece la denominada "cara
de pez o máscara", por falta de expresión de los músculos de la cara. Además, tienen
dificultad para mantener la boca cerrada.
 Acinesia: Consiste en una inmovilidad total que aparece de improviso y puede durar
desde algunos minutos a una hora.
 Aumento o pérdida de peso: El peso del enfermo puede variar, ya sea perdiéndolo (por
la propia enfermedad, fluctuaciones motoras, medicamentos, disminución de calorías,
deterioro cognitivo, depresión, hiposmia, disfunción gastrointestinal) o en algunas
ocasiones aumentándolo (por efectos de la cirugía del Parkinson o el tratamiento con
agonistas dopaminérgicos). La pérdida de peso puede ser peligrosa, ya que puede
influir negativamente en la enfermedad.
 Hiposmia: Consiste en la mala distinción de los olores o la reducción de la capacidad
para percibirlos. La hiposmia aparece en un 80 por cientos de los pacientes con
Parkinson.
 Aislamiento social
 Trastorno respiratorio.
 Trastornos oculares: sequedad de ojos, picor, visión doble, falta de enfoque visual.
 Anomalías posturales: Inclinación del tronco y la cabeza hacia delante. Codos y rodillas
están como encogidos.
 Trastorno del equilibrio: Reflejos alterados, fáciles caídas.

2. CAUSAS

De momento se desconoce el origen de la enfermedad, exceptuando los casos inducidos por


traumatismos, drogodependencias y medicamentos, y algunas formas hereditarias en ciertos
grupos familiares. Existen numerosas teorías que intentan explicar el deterioro neurológico
que produce esta patología. Se cree que algunos pesticidas y toxinas, junto a cierta
predisposición genética, podrían ser los desencadenantes de la enfermedad. También se
estudia la posibilidad de que el origen se encuentre en los radicales libres, moléculas que
desencadenan un proceso de oxidación que daña los tejidos y las neuronas. El genético es otro
de los factores barajados como causantes de esta patología. Existen algunas formas de
Parkinson hereditarias en algunos grupos de familias, por lo que la investigación genética
puede ayudar a comprender el desarrollo y funcionamiento de la enfermedad. La causa
hereditaria de Parkinson se estima entre un 10 y 15 por ciento de los diagnósticos y, en los
casos de inicio temprano, alcanza un 50 por ciento, según la Fundación Española de
Enfermedades Neurológicas.

En la enfermedad de Parkinson se produce una degeneración en las células de los ganglios


basales que ocasiona una pérdida o una interferencia en la acción de la dopamina y menos
conexiones con otras células nerviosas y músculos. La causa de la degeneración de células
nerviosas y de la pérdida de dopamina habitualmente no se conoce. El factor genético no
parece desempeñar un papel importante, aunque la enfermedad a veces tienda a afectar a
familias.

3. Consecuencias

La enfermedad de Parkinson a menudo está acompañada de estos problemas adicionales, que


pueden tratarse:
Dificultad para pensar. Es posible que tengas problemas cognitivos (demencia) y dificultad para
pensar. Esto suele suceder en las etapas más avanzadas de la enfermedad de Parkinson. Tales
problemas cognitivos no suelen responder a los medicamentos.
Depresión y cambios emocionales. Es posible que tengas depresión, en ocasiones en las
primeras etapas. El tratamiento para la depresión puede facilitar la forma de lidiar con otras
dificultades ocasionadas por la enfermedad de Parkinson.
También es posible sufrir otros cambios emocionales, como miedo, ansiedad o pérdida de la
motivación. Los médicos pueden prescribir medicamentos para tratar estos síntomas.
Problemas para tragar. Es posible que se desarrollen dificultades para tragar a medida que
evoluciona la enfermedad. La saliva puede acumularse en la boca a causa de la forma lenta de
tragar, y así se produce el babeo.
Problemas para masticar y comer. La enfermedad de Parkinson en etapas avanzadas afecta los
músculos de la boca, por lo cual se dificulta la masticación. Esto puede ocasionar
atragantamientos y desnutrición.
Problemas para dormir y trastornos del sueño. Las personas con enfermedad de Parkinson a
menudo tienen problemas para dormir, que incluyen el despertar frecuentemente durante la
noche, despertar temprano o quedarse dormidos durante el día.
También es posible que presenten un trastorno de comportamiento de sueño de movimiento
ocular rápido, en el cual se actúan los sueños. Algunos medicamentos pueden ayudar a tratar
los problemas del sueño.
Problemas con la vejiga. La enfermedad de Parkinson puede ocasionar problemas en la vejiga
que incluyen la incapacidad de contener la orina o tener problemas para orinar.
Estreñimiento. Muchas personas con enfermedad de Parkinson manifiestan estreñimiento,
principalmente porque su sistema digestivo funciona más lento.
Es posible que también te suceda lo siguiente:
Cambios en la presión arterial. Quizás te sientas mareado o aturdido cuando te pones de pie a
causa de una disminución de la presión arterial de repente (hipotensión ortostática).
Disfunción del olfato. Es posible que tengas problemas con el sentido del olfato. Quizás tengas
dificultad para identificar algunos olores o para diferenciarlos.
Cansancio. Muchas personas con enfermedad de Parkinson pierden la energía y sienten fatiga,
en especial al final del día. Se suele desconocer la causa.
Dolor. Algunos pacientes con enfermedad de Parkinson presentan dolor, ya sea en áreas
específicas o en todo el cuerpo.
Disfunción sexual. En algunos casos, los pacientes que tienen la enfermedad de Parkinson
notan una disminución del deseo sexual o en el rendimiento sexual.

Problemas psicológicos pueden producirse.

 La angustia, la ansiedad y los ataques de pánico son menos frecuentes que la


depresión en el párkinson. Estos incluyen síntomas tales como inquietud, nerviosismo,
temerosidad, preocupaciones excesivas, irritabilidad y agresividad, sensibilidad
emocional incrementada, altibajos afectivos, fisiológicos (taquicardias, disnea
respiratoria, pinchazos en el pecho, insomnio, etc.). Medicamentos tales como
ansiolíticos y técnicas psicológicas de relajación y control emocional ayudarán al
afectado de párkinson en un corto plazo.
 La hipocondría es la creencia persistente que tiene el paciente de que está enfermo y
además de algo muy grave , la atención continua a síntomas físicos, el temor a estar
padeciendo otras enfermedades graves (ataques cardiacos, tumores…), entre otros
estados. Aunque es difícil de tratar, un psicoterapeuta experimentado le puede ser útil
para controlar estos molestos estados.
 Aislamiento social y problemas de pareja (incluidos sexuales).
 Alucinaciones (ver cosas que no existen), delirios paranoides (ideas extrañas de
persecución, desconfianza o celos), confusión. No los produce la enfermedad de
Parkinson en sí misma, los suele generar un exceso de medicación como efecto
secundario indeseable. Consulte rápidamente a su neurólogo y mejorarán los síntomas
al bajar las dosis de fármacos antiparkinsonianos o también puede darle una
medicación antipsicótica adecuada.

4. Funciones alteradas:

Enlentecimiento en el procesamiento de la información, dificultades para concentrar la


atención y para hacer más de una cosa a la vez son algunos ejemplos de cómo afecta el
párkinson las capacidades mentales.
Los síntomas no motores son una parte muy significativa de la enfermedad de Parkinson.
Cognición es el término usado para referirse a nuestras capacidades mentales. Aquellas que
nos permiten el procesamiento de la información y sin las que nuestra vida cotidiana sería
imposible: memoria, atención, pensamiento, capacidad de resolución de problemas, lenguaje,
entre otras.
Aunque la enfermedad de Parkinson se asocia a menudo con el temblor, la lentitud o rigidez
en nuestros movimientos y la dificultad para caminar, cuando se padece la enfermedad
nuestras funciones cognitivas también se afectan y esto tiene un impacto directo en el día a
día del enfermo.

Cuáles son específicamente las dificultades cognitivas que aparecen en la enfermedad de


Parkinson?

Disfunción ejecutiva: Las funciones ejecutivas son las que nos permiten resolver problemas, así
como planificar las cosas que queremos hacer, ejecutar las acciones y darle seguimiento
mientras la llevamos a cabo. Los pacientes con párkinson pueden tener dificultad para hacer
varias cosas a la vez o para tomar decisiones de manera rápida. Aún más si son varias
decisiones a la vez.
Alteraciones de la memoria: La dificultad más frecuente es recordar información que ya ha
sido aprendida. Para aprender nueva información suelen ser necesarias varias repeticiones.
Dificultades de atención: A medida que aumente la complejidad de una tarea será difícil que
pueda mantener la concentración de la atención o dividir su atención entre dos tareas.
Lentitud en el procesamiento mental: Tal vez una de las consecuencias más notables del
impacto de la enfermedad en la cognición. El párkinson afecta la rapidez con que las personas
procesan y responden a la información. Esto no solo dificulta la resolución de problemas, sino
también actividades cotidianas como conversar.
Disfunción del lenguaje: Resulta muy común la dificultad para encontrar la palabra adecuada
mientras se conversa. También pueden experimentarse problemas para nombrar objetos o
nombrarlos equivocadamente y usar un lenguaje más simple y menos espontáneo que antes. Y
aunque no es el objetivo de este artículo, sí es importante mencionar que, debido al deterioro
de la musculatura implicada en el proceso del lenguaje, este es un proceso que llega a estar
particularmente afectado a medida que el párkinson evoluciona.
Alteraciones viso-espaciales: Consisten en dificultades para percibir y procesar información
visual y del entorno. Puede resultar difícil, por ejemplo, desplazarse por casa o calcular
distancias, aumentando el riesgo de caídas.
Como la base de todo tratamiento radica en el establecimiento de un buen diagnóstico, es
importante que el paciente con enfermedad de Parkinson o su cuidador, cada vez que asistan
al médico, informen cualquier cambio en su funcionamiento mental.

5. Tareas principales del cuidador.

El objetivo del tratamiento es reducir la velocidad de progresión de la enfermedad, controlar


los síntomas y los efectos secundarios derivados de los fármacos que se usan para combatirla.
Uno de los aspectos más importantes del tratamiento de la enfermedad de Parkinson consiste
en el mantenimiento del tono muscular y de las funciones motoras, por lo que es esencial la
actividad física diaria. También hay ejercicios determinados que pueden ayudar a mantener la
movilidad de los miembros y fortalecer los músculos que generalmente se ven más afectados.
Para hombros y brazos: Encoger los hombros hacia arriba y descansar. Mover los hombros
dibujando un círculo hacia delante y hacia atrás. Colocar las manos en la nuca y llevar el codo
hacia atrás y hacia delante. Intentar alcanzar la espalda con la mano. Elevar y bajar los brazos
lo máximo posible. Tumbado, y con una barra entre las manos, llevar los brazos hacia atrás y
hacia delante.
Para las manos: Mover las muñecas describiendo un círculo hacia un lado y hacia otro. Con los
codos presionando el abdomen y las palmas de la mano hacia arriba, cerrar y abrir la mano.
Para el cuello: Sentado en una silla y con la espalda recta, mover la cabeza hacia adelante
hasta tocar el pecho y hacia atrás. Girar la cabeza hacia la derecha y la izquierda.
Para las piernas: Sentado, levantar una pierna y colocar el tobillo sobre la rodilla de la pierna
opuesta. En esta posición, empujar la pierna flexionada hacia abajo. Sentado en una silla,
elevar y bajar las piernas imitando el movimiento que se realiza al caminar.
Para los pies: Apoyar la planta de los pies en el suelo y levantar y bajar las puntas con rapidez.
Con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, elevar los talones y bajarlos golpeando el
suelo con fuerza.
Levantar y estirar la pierna y mover los pies describiendo un círculo hacia la derecha y hacia la
izquierda. De pie, elevarse sobre la punta de los pies, apoyar los talones en el suelo y levantar
las puntas de los pies.
Otros ejercicios

Existen otras modalidades de ejercicios que se suelen recomendar a los pacientes de


Parkinson:

Cinesiterapia: es un conjunto de técnicas que implica un continuo movimiento.


Masajes: al dilatar los vasos sanguíneos se favorece la nutrición celular, lo que disminuye la
tensión muscular y la ansiedad.
Hidroterapia: ayuda en gran parte a la musculatura.
Logopedia
Es frecuente que los pacientes de Parkinson presenten alguno de los siguientes problemas al
hablar:
 Disartria: alteración al articular palabras.
 Hipofonía: hablar con un tono de voz muy bajo.
 Pérdida de la prosonia o entonación adecuada.

Existen terapias como el entrenamiento vocal de Lee Silverman, una terapia del habla, o la
musicoterapia que pueden ayudar al tratamiento de estos síntomas, especialmente los
relacionados con el volumen de la voz.
Es necesario tener en cuenta algunas cuestiones básicas que pueden facilitar prácticas
cotidianas como vestirse, comer o ir al baño.
Prevención de caídas: La falta de control muscular y la osteoporosis que afecta a los enfermos
más ancianos pueden favorecer las caídas y la rotura de huesos. Para evitar accidentes, es
conviene eliminar todos los objetos con los que pueda tropezar el enfermo, incluyendo
alfombras que forman arrugas o escalones que comunican habitaciones. También es
aconsejable instalar manillas en las paredes cercanas a los pomos de las puertas. Esto ofrece
seguridad al enfermo permitiéndole agarrarse a la manilla de la pared mientras abre la puerta.
Durante las comidas: Una acción tan cotidiana como la de comer puede convertirse en un
infierno para un enfermo de Parkinson, ya que llevarse la comida a la boca y deglutirla puede
suponer mucho más tiempo que el habitual. A esto se suma el manejo de los cubiertos y las
dificultades para masticar ciertos alimentos como la carne o algunas verduras. Para facilitar la
tarea se puede cortar la comida del paciente, cocerla, hacer purés y facilitarle cubiertos o
instrumentos que, aunque poco convencionales, le permitan manejar con más seguridad los
alimentos.
La ropa: Los botones son un gran obstáculo a la hora de vestirse por lo que es recomendable
cambiarlos por cremalleras. Para evitar los problemas que presentan los cordones de los
zapatos, se puede utilizar calzado con gomas elásticas que se sujetan bien al pie y son fáciles
de sacar.
En el baño: Se pueden instalar asientos elevados frente a la taza del baño y el lavabo, así como
manillas en las paredes. También es recomendable elevar el mobiliario del baño de manera
que el enfermo pueda acceder a él y mantener el equilibrio sin tener que hacer grandes
esfuerzos musculares.
OSTEOPOROSIS

1. Definición.

La osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos. Sus huesos se vuelven
frágiles y se quiebran fácilmente, especialmente los de la cadera, espina vertebral y muñeca.
En Estados Unidos, millones de personas padecen osteoporosis o están en alto riesgo debido a
baja densidad ósea.
Cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, pero es más común en mujeres adultas
mayores. Los factores de riesgo incluyen:
 El envejecimiento
 Ser de talla pequeña y delgada
 Antecedentes familiares de osteoporosis
 Tomar ciertos medicamentos
 Ser mujer de raza blanca o asiática
 Tener baja densidad ósea

Síntomas

Durante años se ha conocido a la osteoporosis como la epidemia silenciosa debido a que esta
patología no produce síntomas, aunque el dolor aparece cuando surge la fractura.
Los especialistas señalan que algunas fracturas vertebrales pueden pasar desapercibidas
puesto que no se producen síntomas. En estos casos se pierde la oportunidad de frenar la
pérdida de masa ósea y reducir el riesgo de nuevas fracturas.
Las fracturas más comunes en la osteoporosis son las del fémur proximal, humero, vértebras y
antebrazo distal (muñeca).

Fractura vertebral

En estos casos el paciente presenta un dolor agudo muy intenso que aparece cuando hace
esfuerzos leves, como la carga moderada de peso, o un ligero traumatismo.
El paciente tendrá una contractura que le impedirá realizar maniobras de flexión y/rotación de
la columna. La crisis suele durar de dos a tres semanas y la intensidad del dolor irá
disminuyendo de forma progresiva en los tres meses siguientes; la remisión puede ser total o
parcial.
“Ocasionalmente, una fractura vertebral puede aparecer sin que el paciente perciba ningún
síntoma, o bien puede causar una molestia que no se a lo suficientemente intensa para
demandar asistencia”, advierten desde la SER. “Algunos autores consideran que esta
circunstancia se produce hasta en dos tercios de los casos. Se asume que la ausencia de dolor,
o su baja intensidad es consecuencia de la instauración lenta del proceso”.
Otros síntomas de esta fractura es un dolor sordo, profundo y localizado en las fosas ilíacas y
en los flancos, como consecuencia del roce de la arcada costal con la pelvis. Esta posibilidad
ayuda a descartar las exploraciones para buscar la existencia de alguna patología intestinal o
renal.

Fractura de cadera

En este apartado están incluidas todas las fracturas que van desde la cabeza del fémur hasta
aproximadamente 5 cm del troncanter menor.
Los especialistas consideran que las fracturas de cadera son indicativas de osteoporosis
cuando se producen tras un traumatismo de baja energía, como una caía cuando la persona
está de pie. Las fracturas de alta energía, como las que se producen tras un accidente de
tráfico, no se consideran un síntoma de la osteoporosis.
Dentro de las fracturas de cadera existen dos tipos que presentan unas manifestaciones
clínicas diferentes.
En el caso de las intracapsulares (fracturas de cuello femoral, cervicales, trascervicales o
mediales) que no están desplazadas, el paciente presenta un dolor moderado en la región
inguinal. Además, presentan movimientos de cadera algo limitados.
Si la fractura intracapsular está desplazada el paciente tendrá un dolor intenso e impotencia
funcional muy acentuada.
El otro tipo posible de fractura de cadera son las extracapsulares (fracturas pertrocantéreas,
troncantéreas y del macizo troncantéreo). En éstas el paciente puede sufrir un dolor muy
intenso en el área de la cadera, así como impotencia funcional absoluta en el miembro inferior.

Fractura de antebrazo distal

Abarca las fracturas de la extremidad distal del radio. Este tipo de fracturas asociadas a la
osteoporosis se asocia a una densidad mineral ósea baja y la presencia de un traumatismo de
baja intensidad, como una caída sobre la mano.
La sospecha de osteoporosis debe aparecer si tras la caída el paciente siente dolor en la región
de la muñeca unido a la impotencia funcional.

Tipos

Existen distintos tipos de osteoporosis:

Osteoporosis posmenopáusica: la causa principal es la falta de estrógenos. En general, los


síntomas aparecen en mujeres de 51 a 75 años de edad, aunque pueden empezar antes o
después de esas edades.

Osteoporosis senil: resultado de una deficiencia de calcio relacionada con la edad y de un


desequilibrio entre la velocidad de degradación y de regeneración ósea. Afecta, por lo general,
a mayores de 70 años y es dos veces más frecuente en las mujeres que en los varones.

Osteoporosis secundaria: Puede ser consecuencia de ciertas enfermedades, como la


insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales, o de la administración de ciertos
fármacos, como corticoesteroides, barbitúricos, anticonvulsivantes y cantidades excesivas de
hormona tiroidea.

2. Causas

La osteoporosis es el tipo más común de enfermedad ósea.


La osteoporosis aumenta el riesgo de romperse un hueso. Aproximadamente una mitad de
todas las mujeres mayores de 50 años tendrá una fractura de cadera, de muñeca o de
vértebras (huesos de la columna) durante su vida. Las fracturas de columna son las más
comunes.
Su cuerpo necesita los minerales calcio y fosfato para formar y mantener huesos saludables.

 A lo largo de su vida, su cuerpo sigue tanto reabsorbiendo el hueso viejo como


creando hueso nuevo.
 Siempre que su cuerpo tenga un buen equilibrio de hueso nuevo y viejo, sus huesos se
mantendrán saludables y fuertes.
 La pérdida ósea sucede cuando se reabsorbe más hueso viejo que el hueso nuevo que
se crea.

En ocasiones, la pérdida ósea sucede sin una causa conocida. Otras veces, la pérdida ósea y los
huesos delgados son hereditarios. En general, las mujeres de raza blanca, mayores tienen más
probabilidades de presentar pérdida ósea.
Los huesos frágiles y quebradizos pueden ser causados por cualquier cosa que haga que su
cuerpo destruya demasiado hueso o que evite que su cuerpo forme suficiente hueso nuevo.
Conforme envejece, su cuerpo puede reabsorber calcio y fosfato de sus huesos, en lugar de
mantener estos minerales en ellos. Esto hace a sus huesos más débiles.
Un riesgo significativo es no contar con suficiente calcio para formar nuevo tejido óseo. Es
importante comer suficientes alimentos altos en calcio.

3. Consecuencias

Las fracturas de huesos, en particular en la columna vertebral o las caderas, son las
complicaciones más graves de la osteoporosis. Las fracturas en las caderas suelen provocarse
en una caída y pueden tener como resultado una discapacidad e, incluso, un mayor riesgo de
muerte durante el primer año posterior a la lesión.
En algunos casos, las fracturas en la columna vertebral pueden producirse incluso sin una
caída. Las vértebras, o sea los huesos que forman la columna vertebral, pueden debilitarse al
punto de una contracción, que puede resultar en dolores de espalda, reducción en la estatura
y una postura inclinada hacia adelante.

4. Funciones alteradas

El movimiento, la conducta,

5. Tareas del cuidador

Evitar la inmovilidad y seguir pautas fisioterápicas que limiten la deformidad y el dolor, así
como abstenerse de fumar e ingerir grandes cantidades de alcohol.
Hacerle hacer ejercicio puede ayudarle a formar huesos fuertes y retardar la disminución de la
masa ósea. Los ejercicios pueden beneficiar los huesos sin importar cuándo comience a
hacerlos.
Combinar ejercicios de entrenamiento de fuerza con ejercicios de equilibrio y de soporte de
peso. El entrenamiento de fuerza ayuda a fortalecer los músculos y los huesos de los brazos y
la parte superior de la columna vertebral, y los ejercicios de soporte de peso — como caminar,
hacer jogging, correr, subir escaleras, saltar una soga, hacer esquí y practicar deportes de
impacto — ayudan principalmente a los huesos de las piernas, las caderas y la parte baja de la
columna vertebral. Los ejercicios de equilibrio como el taichí ayudan a reducir el riesgo de
caídas especialmente al envejecer.
Nadar, andar en bicicleta y ejercitarlo con máquinas como los elípticos pueden proporcionar
un buen trabajo cardiovascular, pero no son tan beneficiosos para mejorar la salud ósea.
TEMA: Diabetes, Parkinson y Osteoporosis.
Profesora: Rocio lomuto.
Alumna: Azambuya Daiana

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