Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Diabetes
Diabetes
1. Definición.
La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están
muy altos. La glucosa proviene de los alimentos que se consumen. La insulina es una hormona
que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1,
el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no
usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Un análisis de sangre puede mostrar si tiene diabetes. Un tipo de prueba, la A1c, también
puede comprobar cómo está manejando su diabetes. El ejercicio, el control de peso y respetar
el plan de comidas puede ayudar a controlar la diabetes. También debe controlar el nivel de
glucosa en sangre y, si tiene receta médica, tomar medicamentos.
A la glucosa que circula por la sangre se la llama glucemia, y según estén sus niveles podemos
hablar de:
Todas las células necesitan energía para estar activas y mantener sus funciones vitales como es
el latir del corazón, la respiración, el proceso digestivo. Por otro lado, también esta energía es
necesaria para mantener la temperatura corporal y el movimiento muscular.
La glucosa es la principal fuente de energía de nuestro organismo. La obtenemos a partir de la
alimentación y es a través de la digestión que se pone en marcha una cadena de
transformaciones químicas que transforma los alimentos en nutrientes y éstos, en otros
elementos más pequeños.
Cuando nos alimentamos, los alimentos transitan por el tubo digestivo y cuando llegan al
intestino delgado, la glucosa pasa del intestino a la sangre y del torrente sanguíneo, a las
células.
La sangre es la encargada de transportar la glucosa al hígado donde es almacenada para tener
reservas de energía, pero también al cerebro y al resto de células del cuerpo.
La insulina es una hormona del aparato digestivo que se produce en el páncreas y cuya misión
es la de facilitar la entrada de la glucosa en las células para que ésta se transforme en energía.
Qué es la prediabetes?
Muchas personas tienen "prediabetes". Esto significa que los niveles de glucosa son más altos
de lo normal, pero no lo suficientemente altos para ser diagnosticarlos como diabetes. La
prediabetes es un problema grave porque las personas que la padecen tienen un alto riesgo de
desarrollar diabetes tipo 2.
Síntomas de la diabetes
Diabetes tipo 2
Diabetes gestacional: También conocida como diabetes mellitus gestacional, este tipo de
diabetes solo se presenta en las mujeres embarazadas. Si una mujer embarazada desarrolla
diabetes pero no la tenía antes de quedar embarazada, tiene diabetes gestacional.
2. Causas.
¿Qué causa la diabetes tipo 1?.
La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmunitario, que combate las infecciones, ataca y
destruye las células beta del páncreas que son las que producen la insulina. Los científicos
piensan que la diabetes tipo 1 es causada por genes y factores ambientales, como los virus,
que pueden desencadenar la enfermedad. Algunos estudios como el TrialNet están enfocados
en identificar las causas de la diabetes tipo 1 y las posibles maneras de prevenir o retrasar el
progreso o comienzo de la enfermedad.
La diabetes tipo 2.
La forma más común de la enfermedad, es causada por varios factores, entre ellos, el estilo de
vida y los genes.
Resistencia a la insulina
La diabetes tipo 2 suele comenzar con resistencia a la insulina, una afección en la que el
músculo, el hígado y las células grasas no usan adecuadamente la insulina. Como resultado, el
cuerpo necesita más insulina para que la glucosa pueda ingresar en las células. Al principio, el
páncreas produce más insulina para cubrir el aumento de la demanda, pero con el tiempo deja
de producir suficiente insulina y aumentan los niveles de glucosa en la sangre.
Igual que sucede con la diabetes tipo 1, ciertos genes pueden hacer que una persona sea más
propensa a tener diabetes tipo 2.
Los genes también pueden aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 al aumentar la tendencia de
la persona al sobrepeso u obesidad.
Los científicos creen que la diabetes gestacional, un tipo de diabetes que se presenta durante
el embarazo, es causada por cambios hormonales, factores genéticos y factores del estilo de
vida.
Resistencia a la insulina.
Las mujeres con antecedentes familiares de diabetes tienen mayor probabilidad de desarrollar
diabetes gestacional, lo cual sugiere que los genes desempeñan un papel. Los genes también
pueden explicar por qué el trastorno se presenta con mayor frecuencia en las afroamericanas,
las indígenas estadounidenses, las asiáticas y las hispanas o latinas.
Enfermedades hormonales
Algunas enfermedades hacen que el cuerpo produzca una cantidad excesiva de ciertas
hormonas, lo cual algunas veces causa resistencia a la insulina y diabetes.
El síndrome de Cushing se presenta cuando el cuerpo produce demasiado cortisol, que con
frecuencia se conoce con el nombre de “hormona del estrés”.
La acromegalia se presenta cuando el cuerpo produce demasiada hormona del crecimiento.
El hipertiroidismo se presenta cuando la glándula tiroides produce demasiada hormona
tiroidea.
Lesiones o extracción del páncreas
La pancreatitis, el cáncer de páncreas y los traumatismos pueden dañar las células beta o hacer
que pierdan parte de su capacidad de producir insulina, lo cual da lugar a la diabetes. Si se
extirpa el páncreas lesionado, aparece la diabetes como resultado de la pérdida de las células
beta.
Las consecuencias de la diabetes afectan tanto a la salud como a la calidad de vida de los
enfermos. Con el tiempo la diabetes puede causar serios daños en el corazón, en los vasos
sanguíneos, en los ojos, en los riñones y en el sistema nervioso, e incluso se puede llegar a
perder la vida.
Los adultos con diabetes, tienen un riesgo 3 veces mayor de infarto de miocardio y accidente
cerebrovascular.
La neuropatía de los pies en combinación con la reducción del flujo sanguíneo incrementa el
riesgo de úlceras en los pies, infección y amputación en última instancia.
La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño que
se va acumulando a lo largo del tiempo de los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
Es una de las principales causas de insuficiencia renal.
4. Funciones alteradas:
Mantener un registro de los niveles de glucosa. Los niveles muy altos de glucosa o los
niveles muy bajos de glucosa (llamados hipoglucemia) pueden poner en riesgo la
salud.
Elegir alimentos saludables. Saber cómo los diferentes alimentos afectan los niveles de
glucosa. Para perder peso, considerar los alimentos que son bajos en grasa y azúcar.
Ayudar a que la persona realice tipo de ejercicio porque mejora los niveles de glucosa
en las personas mayores que tienen diabetes.
Que tome la medicación para la diabetes incluso cuando se siente bien. Consultar al
médico si hay presencia de efectos secundarios o no puede pagar por sus
medicamentos.
Estas son algunas formas de mantenerse saludable cuando tiene diabetes:
Averiguar cuál es el nivel promedio de glucosa en la sangre. Que la persona se haga la
prueba de sangre A1C por lo menos dos veces al año. El resultado mostrará su nivel
promedio de glucosa durante los últimos 3 meses.
Vigilar su presión arterial con frecuencia.
Vigilar su colesterol. Que la persona se realice un análisis de sangre por lo menos una
vez al año para determinar sus niveles de colesterol y triglicéridos. Los niveles altos
pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas cardíacos.
Si la persona fuma, que deje de hacerlo porque aumenta su riesgo de desarrollar
muchos problemas de salud, incluso ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Llevarlo a que se realice exámenes anuales de los ojos. Encontrar y tratar los
problemas oculares a tiempo puede ayudar a mantener los ojos sanos.
Que la persona se realice exámenes anuales de los riñones. La diabetes puede afectar
los riñones. Los exámenes de orina y sangre mostrarán si sus riñones están bien.
La vacunación es importante en las personas, principalmente contra la gripe, todos los
años y contra la neumonía. Una vacuna anual contra la gripe ayudará a mantenerle
saludable.
El cuidado de los dientes y encías. El cepillado de los dientes, acudir al dentista para
que le revise los dientes y encías dos veces al año con el fin de evitar problemas
graves.
Proteger su piel. Mantener su piel limpia y usar cremas suavizantes para evitar la
sequedad. Cuidar las pequeñas cortaduras y moretones para así prevenir infecciones.
Revisar sus pies todos los días con el fin de detectar si tiene áreas enrojecidas. Si tiene
llagas, ampollas, cortes en la piel, infecciones o acumulación de callosidades, consultar
a un podólogo.
PARKINSON
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el
movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A veces, comienza con un temblor
apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque la enfermedad
también suele causar rigidez o disminución del movimiento.
En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve
o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede volverse
suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que
esta progresa con el tiempo.
A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar
notablemente los síntomas.
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células
nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en
el cerebro conocido como dopamina. Algunos casos son genéticos pero la mayoría no parece
darse entre miembros de una misma familia.
¿Cómo se detecta?
Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar porque los síntomas son leves,
poco específicos y pueden llevar a confusión. La primera fase del párkinson no suele presentar
todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el temblor y la rigidez.
Curso de la enfermedad
Etapas de la enfermedad
Síntomas
Los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson son leves y se van haciendo cada vez
más notorios con el paso del tiempo. El cuadro inicial típico registra dolores en las
articulaciones, dificultades para realizar movimientos y agotamiento. La caligrafía también
empieza a cambiar y se torna pequeña e irregular. En el 80 por ciento de los pacientes los
síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan. Asimismo, el carácter
varía en los primeros estadios, por lo que es habitual la irritabilidad o la depresión sin causa
aparente. Todos estos síntomas pueden perdurar mucho tiempo antes de que se manifiesten
los signos clásicos que confirman el desarrollo de la enfermedad.
2. CAUSAS
3. Consecuencias
4. Funciones alteradas:
Disfunción ejecutiva: Las funciones ejecutivas son las que nos permiten resolver problemas, así
como planificar las cosas que queremos hacer, ejecutar las acciones y darle seguimiento
mientras la llevamos a cabo. Los pacientes con párkinson pueden tener dificultad para hacer
varias cosas a la vez o para tomar decisiones de manera rápida. Aún más si son varias
decisiones a la vez.
Alteraciones de la memoria: La dificultad más frecuente es recordar información que ya ha
sido aprendida. Para aprender nueva información suelen ser necesarias varias repeticiones.
Dificultades de atención: A medida que aumente la complejidad de una tarea será difícil que
pueda mantener la concentración de la atención o dividir su atención entre dos tareas.
Lentitud en el procesamiento mental: Tal vez una de las consecuencias más notables del
impacto de la enfermedad en la cognición. El párkinson afecta la rapidez con que las personas
procesan y responden a la información. Esto no solo dificulta la resolución de problemas, sino
también actividades cotidianas como conversar.
Disfunción del lenguaje: Resulta muy común la dificultad para encontrar la palabra adecuada
mientras se conversa. También pueden experimentarse problemas para nombrar objetos o
nombrarlos equivocadamente y usar un lenguaje más simple y menos espontáneo que antes. Y
aunque no es el objetivo de este artículo, sí es importante mencionar que, debido al deterioro
de la musculatura implicada en el proceso del lenguaje, este es un proceso que llega a estar
particularmente afectado a medida que el párkinson evoluciona.
Alteraciones viso-espaciales: Consisten en dificultades para percibir y procesar información
visual y del entorno. Puede resultar difícil, por ejemplo, desplazarse por casa o calcular
distancias, aumentando el riesgo de caídas.
Como la base de todo tratamiento radica en el establecimiento de un buen diagnóstico, es
importante que el paciente con enfermedad de Parkinson o su cuidador, cada vez que asistan
al médico, informen cualquier cambio en su funcionamiento mental.
Existen terapias como el entrenamiento vocal de Lee Silverman, una terapia del habla, o la
musicoterapia que pueden ayudar al tratamiento de estos síntomas, especialmente los
relacionados con el volumen de la voz.
Es necesario tener en cuenta algunas cuestiones básicas que pueden facilitar prácticas
cotidianas como vestirse, comer o ir al baño.
Prevención de caídas: La falta de control muscular y la osteoporosis que afecta a los enfermos
más ancianos pueden favorecer las caídas y la rotura de huesos. Para evitar accidentes, es
conviene eliminar todos los objetos con los que pueda tropezar el enfermo, incluyendo
alfombras que forman arrugas o escalones que comunican habitaciones. También es
aconsejable instalar manillas en las paredes cercanas a los pomos de las puertas. Esto ofrece
seguridad al enfermo permitiéndole agarrarse a la manilla de la pared mientras abre la puerta.
Durante las comidas: Una acción tan cotidiana como la de comer puede convertirse en un
infierno para un enfermo de Parkinson, ya que llevarse la comida a la boca y deglutirla puede
suponer mucho más tiempo que el habitual. A esto se suma el manejo de los cubiertos y las
dificultades para masticar ciertos alimentos como la carne o algunas verduras. Para facilitar la
tarea se puede cortar la comida del paciente, cocerla, hacer purés y facilitarle cubiertos o
instrumentos que, aunque poco convencionales, le permitan manejar con más seguridad los
alimentos.
La ropa: Los botones son un gran obstáculo a la hora de vestirse por lo que es recomendable
cambiarlos por cremalleras. Para evitar los problemas que presentan los cordones de los
zapatos, se puede utilizar calzado con gomas elásticas que se sujetan bien al pie y son fáciles
de sacar.
En el baño: Se pueden instalar asientos elevados frente a la taza del baño y el lavabo, así como
manillas en las paredes. También es recomendable elevar el mobiliario del baño de manera
que el enfermo pueda acceder a él y mantener el equilibrio sin tener que hacer grandes
esfuerzos musculares.
OSTEOPOROSIS
1. Definición.
La osteoporosis es una enfermedad que adelgaza y debilita los huesos. Sus huesos se vuelven
frágiles y se quiebran fácilmente, especialmente los de la cadera, espina vertebral y muñeca.
En Estados Unidos, millones de personas padecen osteoporosis o están en alto riesgo debido a
baja densidad ósea.
Cualquier persona puede desarrollar osteoporosis, pero es más común en mujeres adultas
mayores. Los factores de riesgo incluyen:
El envejecimiento
Ser de talla pequeña y delgada
Antecedentes familiares de osteoporosis
Tomar ciertos medicamentos
Ser mujer de raza blanca o asiática
Tener baja densidad ósea
Síntomas
Durante años se ha conocido a la osteoporosis como la epidemia silenciosa debido a que esta
patología no produce síntomas, aunque el dolor aparece cuando surge la fractura.
Los especialistas señalan que algunas fracturas vertebrales pueden pasar desapercibidas
puesto que no se producen síntomas. En estos casos se pierde la oportunidad de frenar la
pérdida de masa ósea y reducir el riesgo de nuevas fracturas.
Las fracturas más comunes en la osteoporosis son las del fémur proximal, humero, vértebras y
antebrazo distal (muñeca).
Fractura vertebral
En estos casos el paciente presenta un dolor agudo muy intenso que aparece cuando hace
esfuerzos leves, como la carga moderada de peso, o un ligero traumatismo.
El paciente tendrá una contractura que le impedirá realizar maniobras de flexión y/rotación de
la columna. La crisis suele durar de dos a tres semanas y la intensidad del dolor irá
disminuyendo de forma progresiva en los tres meses siguientes; la remisión puede ser total o
parcial.
“Ocasionalmente, una fractura vertebral puede aparecer sin que el paciente perciba ningún
síntoma, o bien puede causar una molestia que no se a lo suficientemente intensa para
demandar asistencia”, advierten desde la SER. “Algunos autores consideran que esta
circunstancia se produce hasta en dos tercios de los casos. Se asume que la ausencia de dolor,
o su baja intensidad es consecuencia de la instauración lenta del proceso”.
Otros síntomas de esta fractura es un dolor sordo, profundo y localizado en las fosas ilíacas y
en los flancos, como consecuencia del roce de la arcada costal con la pelvis. Esta posibilidad
ayuda a descartar las exploraciones para buscar la existencia de alguna patología intestinal o
renal.
Fractura de cadera
En este apartado están incluidas todas las fracturas que van desde la cabeza del fémur hasta
aproximadamente 5 cm del troncanter menor.
Los especialistas consideran que las fracturas de cadera son indicativas de osteoporosis
cuando se producen tras un traumatismo de baja energía, como una caía cuando la persona
está de pie. Las fracturas de alta energía, como las que se producen tras un accidente de
tráfico, no se consideran un síntoma de la osteoporosis.
Dentro de las fracturas de cadera existen dos tipos que presentan unas manifestaciones
clínicas diferentes.
En el caso de las intracapsulares (fracturas de cuello femoral, cervicales, trascervicales o
mediales) que no están desplazadas, el paciente presenta un dolor moderado en la región
inguinal. Además, presentan movimientos de cadera algo limitados.
Si la fractura intracapsular está desplazada el paciente tendrá un dolor intenso e impotencia
funcional muy acentuada.
El otro tipo posible de fractura de cadera son las extracapsulares (fracturas pertrocantéreas,
troncantéreas y del macizo troncantéreo). En éstas el paciente puede sufrir un dolor muy
intenso en el área de la cadera, así como impotencia funcional absoluta en el miembro inferior.
Abarca las fracturas de la extremidad distal del radio. Este tipo de fracturas asociadas a la
osteoporosis se asocia a una densidad mineral ósea baja y la presencia de un traumatismo de
baja intensidad, como una caída sobre la mano.
La sospecha de osteoporosis debe aparecer si tras la caída el paciente siente dolor en la región
de la muñeca unido a la impotencia funcional.
Tipos
2. Causas
En ocasiones, la pérdida ósea sucede sin una causa conocida. Otras veces, la pérdida ósea y los
huesos delgados son hereditarios. En general, las mujeres de raza blanca, mayores tienen más
probabilidades de presentar pérdida ósea.
Los huesos frágiles y quebradizos pueden ser causados por cualquier cosa que haga que su
cuerpo destruya demasiado hueso o que evite que su cuerpo forme suficiente hueso nuevo.
Conforme envejece, su cuerpo puede reabsorber calcio y fosfato de sus huesos, en lugar de
mantener estos minerales en ellos. Esto hace a sus huesos más débiles.
Un riesgo significativo es no contar con suficiente calcio para formar nuevo tejido óseo. Es
importante comer suficientes alimentos altos en calcio.
3. Consecuencias
Las fracturas de huesos, en particular en la columna vertebral o las caderas, son las
complicaciones más graves de la osteoporosis. Las fracturas en las caderas suelen provocarse
en una caída y pueden tener como resultado una discapacidad e, incluso, un mayor riesgo de
muerte durante el primer año posterior a la lesión.
En algunos casos, las fracturas en la columna vertebral pueden producirse incluso sin una
caída. Las vértebras, o sea los huesos que forman la columna vertebral, pueden debilitarse al
punto de una contracción, que puede resultar en dolores de espalda, reducción en la estatura
y una postura inclinada hacia adelante.
4. Funciones alteradas
El movimiento, la conducta,
Evitar la inmovilidad y seguir pautas fisioterápicas que limiten la deformidad y el dolor, así
como abstenerse de fumar e ingerir grandes cantidades de alcohol.
Hacerle hacer ejercicio puede ayudarle a formar huesos fuertes y retardar la disminución de la
masa ósea. Los ejercicios pueden beneficiar los huesos sin importar cuándo comience a
hacerlos.
Combinar ejercicios de entrenamiento de fuerza con ejercicios de equilibrio y de soporte de
peso. El entrenamiento de fuerza ayuda a fortalecer los músculos y los huesos de los brazos y
la parte superior de la columna vertebral, y los ejercicios de soporte de peso — como caminar,
hacer jogging, correr, subir escaleras, saltar una soga, hacer esquí y practicar deportes de
impacto — ayudan principalmente a los huesos de las piernas, las caderas y la parte baja de la
columna vertebral. Los ejercicios de equilibrio como el taichí ayudan a reducir el riesgo de
caídas especialmente al envejecer.
Nadar, andar en bicicleta y ejercitarlo con máquinas como los elípticos pueden proporcionar
un buen trabajo cardiovascular, pero no son tan beneficiosos para mejorar la salud ósea.
TEMA: Diabetes, Parkinson y Osteoporosis.
Profesora: Rocio lomuto.
Alumna: Azambuya Daiana