Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
"Fui acumulando dentro de mí tantas y tantas tonadas, que podría llenar una
carreta", cuenta con una sonrisa Margot Loyola. A dos días de presentar su libro
"La tonada: testimonios para el futuro", se la ve contenta y agradecida. Cinco
años tardó en ordenar una enorme cantidad de documentación sobre el origen y
desarrollo de la tonada. Cinco años y también más de cincuenta, tiempo en que
anduvo por los caminos de Chile buscando cantoras -"sus maestras"- en trillas de
yeguas, rodeos y fiestas populares.
"Siempre creí que Margot era la persona para escribir sobre la tonada y se lo hice
saber con mucha presión, porque creo que era una obligación para Chile. De otra
forma, toda su memoria, sus registros y transcripciones se iban a perder. Ella
reúne muchas facetas que enriquecen este trabajo: es una intérprete, una
investigadora en terreno y una persona formada en lo académico. Esa conjunción
es algo único", argumenta Ercila Moreno Chá, directora del Instituto Nacional de
Musicología "Carlos Vega" de Buenos Aires.
Armando una tonada
La tonada ha sido considerada "el género musical más importante del cantar
vernáculo de Chile". "Como canción folclórica por excelencia, la tonada sintetiza
expresiones poéticas populares que ensalzan el campo, la mujer y la patria. La
cueca, en cambio, es más masculina y urbana: del guapo, del choro, del huaso en
la ciudad que invita a la mujer a bailarla", explica el musicólogo de la PUC, Juan
Pablo González.
Las raíces de la tonada chilena se entroncan con la herencia española recibida en
el período colonial. La sencilla estructura de la "tonada esencial" o "tonadita del
pobre", como la llama Margot Loyola, consta de una serie de estrofas, sin
estribillo, que contienen versos rimados de una métrica precisa (como la cuarteta
octosilábica). También hay presencia de la "décima espinel".
De Ñuble a la Alameda
"La tonada, en cuanto canción, tiene la capacidad de revitalizarse con el paso del
tiempo, por su independencia de patrones formales, instrumentales, rítmicos y
expresivos, a diferencia de los géneros de baile. Es así como puede adquirir
distintas estructuras poético-musicales y desempeñar diferentes funciones
sociales, algo poco habitual para un solo género musical", explica Juan Pablo
González.
La temática de esta "tonada urbanizada" suele recordar con nostalgia el mundo
rural y comienza a ser compuesta por compositores conocidos.
Además, de una interpretación fundamentalmente femenina, pasa a ser cantada
también por cuartetos de huasos y otras agrupaciones. Se inicia, además, una
fecunda producción discográfica basada en el género.
Figuras como las hermanas Orellana, Esther Martínez, Esther Soré ("La negra
linda", protagonista de la película "Dos corazones y una tonada"), las hermanas
Acuña ("Las Caracolito"), el dúo de las hermanas Loyola -del que formó parte
Margot- constituyen un momento poco conocido de nuestra historia musical que
hoy emerge entre acordes de arpa y guitarra y suspiros del corazón.
Sus grandes aros tintinean al contestar las preguntas. Margot Loyola, Premio
Nacional de Arte 1994, es pretenciosa y no dice su edad, aunque su saber revela
largos años de cantares y estudios musicales.
"La tonada y la cueca son lo más grande para mí. Es lo que más me identifica, me
une con Chile. Cuando escucho una tonada hermosa, se me apura el corazón".
"Diría que la tonada afuera es más rápida, con más presencia de la zamba. Aquí
es más lenta y cadenciosa, sobre todo entre las cantoras y su voz nasal. En Chile
es más lírica, su difusión es mucho más poderosa y abarca distintas temáticas.
Además, afuera se puntea mucho, en nuestro país no hay tonada sin rasgueo".
"Es que ellos han sido tratados en otros estudios. En cambio, figuras como las
"Hermanas Orellana", "Las Caracolito" y Esther Soré fueron tremendamente
populares y hoy nadie las conoce. Por eso quise profundizar en ellas".
-¿Qué le parece la tonada en voz de los Quincheros?
"Me encanta lo que han hecho los Quincheros y otros conjuntos, como los "Cuatro
Huasos". Le han aportado a la tonada voces, armonizaciones y elementos más
complejos. También le han dado alegría".
"La tonada: testimonios para el futuro", de Margot Loyola, fue editada por la P.
Universidad Católica de Valparaíso. Consta de 287 páginas que incluyen
transcripciones y partituras de tonadas, muchas de ellas de cantoras populares.
Viene con tres CD: uno con grabaciones de cantoras, otro con los precursores del
cancionero criollo y el último con una selección de tonadas cantadas por Margot
Loyola. Cuesta aprox. 20 mil pesos en el fondo Margot Loyola de la UCV (32-
273105).
-El duraznero (también conocida como "El frutero" o "Peritas de agua"): Margot
Loyola-Leucotón Devia.
Estas composiciones resultaron las más votadas por el grupo convocado por
"Artes y Letras" para elegir sus "tonadas inolvidables". Fueron Cecilia Echenique,
Eugenio Rengifo, Ricardo de la Fuente, Juan Pablo González, Mario Rojas, Micaela
Navarrete, Benjamín Mackenna, Margot Loyola, Fidel Sepúlveda, Pedro Messone y
Sergio Sauvalle.
Entre quienes votaron para elegir a sus "tonadas inolvidables", hubo algunas
opciones personales, que no se repitieron con otros entrevistados. Aquí las damos
a conocer:
Margot Loyola vota, entre otras, por "Hojitas de verde trébol" (Solovera), "La
huasca" (Petronila Orellana), "El naranjero" (Donato Román), "Ende que te vi"
(Luis Bahamonde) "Ay, Fernanda" (Ricardo de la Fuente) .
El académico e investigador Fidel Sepúlveda se inclina por tonadas de la vertiente
tradicional como "La palomita", "El rodeo", "Debajo de un limón verde", "La
tonada del medio", "Corazones partidos", "Lloraré toda la vida" y "Dime mi bien si
me quieres".
Pedro Messone cita "Tonada de media noche" (Francisco Flores del Campo).
El musicólogo Juan Pablo González menciona "En Chillán planté una rosa" (Ester
Martínez);
El compositor Segio Sauvalle recuerda "Bajo el sauzal del estero" (Barros-
Bernales) y "El trompo de siete colores" (Jorge Burgos).
La cantante Cecilia Echenique cita "Manta de tres colores" y "La enagüita", ambas
de Clara Solovera.