Está en la página 1de 6

Poema 1 Un poema de amor (Anónimo)

I
Un poema de amor

nace porque antes del poeta

ya existe el amor

antes del primer verso

ya hay quien ama

….. antes de todo

hay dos vidas que se encuentran;

II

Un poema de amor

puede no hablar de besos

puede no hablar de abrazos

incluso omitir colores y luces

pero no miradas en silencio

III

Un poema de amor

no necesita llamar a las estrellas

no necesita usar arco iris

no requiere pintar corazones

pero se muere sin la luna.

IV

Un poema de amor

nace porque se ama

habla porque se ama

y la luna

es el mejor lugar

para escribirlo….
Poema 2 (Anónimo) Los sueños
I

El hada más hermosa ha sonreído


al ver la lumbre de una estrella pálida,
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosca al huso de su rubia hermana.

II

Y vuelve a sonreír porque en su rueca


el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.

III

La cuna, casi en sombra. El niño duerme.


Dos hadas laboriosas lo acompañan,
hilando de los sueños los sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.

 Autor: Antonio Machado


Poema 3 Arbolé, Arbolé
(Federico García Lorca)
I

Arbolé, arbolé

seco y verdé.

La niña de bello rostro

está cogiendo aceitunas.

II

El viento, galán de torres,

la prende por la cintura.

Pasaron cuatro jinetes

sobre jacas andaluzas

con trajes de azul y verde,

con largas capas oscuras.

III

“Vente a Granada, muchacha”.

La niña no los escucha.

Pasaron tres torerillos

delgaditos de cintura,

con trajes color naranja

y espadas de plata antigua.

IV

“Vente a Sevilla, muchacha”.

La niña no los escucha.

Cuando la tarde se puso

morada, con luz difusa,

pasó un joven que llevaba


rosas y mirtos de luna.

“Vente a Granada, muchacha”

Y la niña no lo escucha.

La niña del bello rostro

sigue cogiendo aceitunas,

con el brazo gris del viento

ceñido por la cintura.

Arbolé, arbolé

seco y verde.
Poema 4 Los Lagartos
I (Federico García Lorca)
El lagarto está llorando.

La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta

con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer

su anillo de desposados.

II

¡Ay, su anillito de plomo,

ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente

monta en su globo a los pájaros.

III

El Sol, capitán redondo,

lleva un chaleco de raso.

¡Mirarlos, qué viejos son!

¡Qué viejos son los lagartos!

IV

¡Ay, cómo lloran y lloran!

¡Ay! ¡Ay! ¡Cómo están llorando!

También podría gustarte