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Introduccion Al Estudio De Las Ciencias Sociales "D" (Universidad Nacional del Sur)
Se parte de la idea de que para conocernos y en especiar para hacerlo de una manera que nos
permita aprender y que brinde credibilidad e importancia a estas experiencias no eurocéntricas
que vienen de otras regiones del mundo, informadas por otras cosmovisiones, por otros
universos simbólicos, por otras maneras de ver la vida, de ver la naturaleza y concebirla; para
todo eso necesitamos realmente otras formas de conocimiento, porque el conocimiento
eurocéntrico en las ciencias sociales y, más todavía, en las otras ciencias que también tienen
mucho más de contextualización cultural de lo que la gente puede imaginar, fue construido
para no valorizar esas otras experiencias.
Ejemplo, nuestro concepto de naturaleza como recurso natural, es muy difícil hoy en nuestra
comunidad científica, en las ciencias de la vida, en las ciencias sociales, que la gente conciba la
naturaleza de otra forma que no sea como un recurso natural, el río es un objeto, las montañas
son objetos, los recursos naturales son para explotar, el petróleo es para explotar. Podemos
explotar estos recursos sin ningún límite. Esta concepción de la naturaleza es una concepción
eurocéntrica.
Hay otras concepciones, en las que la naturaleza es un ser vivo, no está separada de nosotros,
nosotros somos parte de la naturaleza y, por tanto, la naturaleza no es un recurso natural, la
naturaleza es la Madre Tierra de donde viene todo, y nosotros no podemos agredir a nuestra
tierra madre, no podemos matarla. Es otra concepción.
¿Por qué? Porque nuestro conocimiento está hecho sobre la base cartesiana de la diferencia
entre las cosas y las personas, y no podemos salir de eso.
Las epistemologías del Sur son exactamente el intento de realizar esa justicia cognitiva global, o
sea, traer otros conocimientos para el interior del conocimiento científico, porque son otras
maneras de hacer ciencia.
No se puede decir que no son formas científicas porque son otras ciencias que existen en otros
contextos simbólicos, cuyas cosmovisiones, universos simbólicos y sus conocimientos
milenarios (India, China, comunidades indígenas, etc.) son totalmente distintos de los que
existen en Europa.
Por tanto, hay realmente muchos otros conocimientos y las epistemologías del Sur vienen a
traer eso.
El Sur es aquí exactamente el Sur antiimperial, no es aquel Sur que imita al Norte, es el Sur que
resiste y que produce alternativas en relación al imperialismo y al colonialismo del Norte.
Evidentemente no es fácil construir esta propuesta de las epistemologías del Sur, pero en
esencia se asienta en cuatro ideas:
● Ecología de los saberes: para captar lo propuesto por la sociología de las emergencias
se requiere un conocimiento que no puede ser un conocimiento monocultural, porque
se parte de la idea de la pluriculturalidad, por tanto, el conocimiento tiene que ser
pluricultural, tiene que haber una diversidad de conocimientos. Esto es fundamental
para las epistemologías del Sur.
¿Pero cómo es posible que los saberes se tornen inteligibles unos con otros?
Por ejemplo, ¿la naturaleza como recurso natural versos Madre Tierra?
Por ejemplo, Europa, sobre todo a partir de mediados del siglo XIX, pasó a identificar la idea
más progresista de la transformación social con la palabra socialismo, y esa palabra continúa
hoy discurriendo, digamos así, como una versión del a emancipación social.
¿Estas otras palabras serán tan diferentes de aquellas ideas que están detrás de la idea de
socialismo?
Teoría Poscolonial
Lo que aborda la epistemología, lo que tratamos de desarrollar aquí, es cómo se produce y,
fundamentalmente, cómo se valida y cómo se usa el conocimiento, los saberes, y hablamos de
ciencia.
¿Por qué hay saberes que se consideran científicos y otros saberes que no se consideran como
tales?
Y mucho más si pensamos las ciencias sociales, en cómo se formaron las ciencias sociales,
cómo se sigue produciendo teoría social, quién produce la teoría social, para qué y cómo se
usa.
Y si hablamos de ciencias sociales, hay ciencias sociales que podemos decir que están
consolidadas, son más hegemónicas que otras.
Eso de alguna manera marcó el fin de una era y el inicio de otra, y en materias de globalización
y en temas de filosofía o historia de las ideas filosóficas se habla de la crisis de la Modernidad.
Las ideas rectoras de esta época de esta tan extensa, de tantos siglos, que se llamó
Modernidad, fue en gran parte la creencia en el progreso, la idea de que tanto individualmente
las mujeres y los hombres y las sociedades evolucionábamos, progresábamos, que teníamos un
sentido desde nuestro ciclo vital hasta en un sentido de los ciclos de la historia para decir que
al menos las sociedades occidentales hemos evolucionado, que las sociedades del presente
gozamos no solamente tecnológicamente, sino mayor esperanza de vida, mayores facilidades,
un acceso a la salud totalmente distinto, y también está instalado en nuestra creencia, en
nuestra percepción de que somos más libres, gozamos de más derechos, como que el mundo
de nuestro presente al menos podría ser mejor si lo comparamos con el de nuestros
antepasados en muchos aspectos.
Esa creencia instalada en el progreso, la creencia instalada de que este progreso se dio a partir
de un patrón totalmente conectado con la ciencia, que es la racionalidad, el modelo de
racionalidad occidental, a partir del cual no solo se pudieron producir las leyes de la física, el
control y la predicción de la naturaleza, sino también el contrato social, es decir formas de
convivencia con determinados consensos y fundamentalmente en el área, por ejemplo,
económica o en el área del Derecho, una previsibilidad, el derecho escrito, cerrado, esto de
legalidad, tenemos alguna manera de predecir o de saber, o de alguna manera de estar
amparados en determinados derechos en muchos ámbitos de nuestra vida (ámbito civil,
comercial, administrativo, contractual, etc.)
Todos estos logros, esta complejización de los modos de vida, de los contratos a nivel político,
jurídico y económico, responde a un patrón de racionalidad occidental, y muchos filósofos
también lo critican diciendo que ‘’es un tipo de razón instrumental’’, que sirve para la escacia
pero nunca se preguntan ‘’para qué’’, el qué pasa con las cosas, las consecuencias que tienen el
hacer y el saber de este modelo de racionalidad, por eso muchos filósofos decían que había
que completar esta particularidad, que sirve como un instrumento, una racionalidad sustantiva
y que además de instrumento uno contemple los contenidos y las consecuencias o los efectos
de esta forma de pensar, de hacer, conocer y de operar sobre la sociedad y las personas a las
cuales consideramos recursos, por eso ‘’recurso natural’’, ‘’recurso humano’’.
Algo que escinde es que parte, ontología es de objetos, de la realidad es justamente de la base
empírica y de nosotros mismos. Esta división mente/cuerpo, alma/corazón, derecho
privado/derecho público, sociedad/naturaleza, el modo en que aprendemos y enseñamos a
través de disciplinas, nosotros nos especializamos en subdividir, dividir y clasificar toda la
realidad.
Llega un momento en que a veces naturalizamos esto y perdemos de vista que lo hacemos
analíticamente pero que sinceramente el universo, el planeta es uno y que los seres humanos
somos todo, somos materia, somos conectores fisiológicos, químicos y cognitivos, pero
también somos corazón, somos cuerpo y somos alma, y esa visión integral o mística era una
visión integralista que tienen las filosofías orientales y también tenían y tienen nuestros
pueblos originarios, pero eso lo hemos barrido de nuestra forma de conocer y de percibir la
realidad, por una cuestión histórica.
Esta crisis de la que hoy se habla, de crisis de la Modernidad, que se llamó postmodernidad, la
globalización con la eclosión de cientos de miles de conflictos en distintas partes del planeta,
toda esta cuestión de las crisis, el debate modernidad – postmodernidad abrió un
cuestionamiento hacia el modelo civilizatorio occidental, hacia todo esto, hacia esta idea de
progreso, esos modelos que se habrían como un horizonte, que daban cierto sentido, como
que el tren de la historia iba hacia ese lado.
El asunto es la simetría de poderes para ser y estar en este mundo siendo distinto.
A partir de esto, de estas crisis políticas, filosóficas, culturales es como que también se
modifican las propias ciencias sociales.
La ciencia social viene a responder a un clima de época, primero hay cambios – crisis y después
es como que hay personas especializadas en las academias que se ponen a analizar qué está
pasando.
Teoría Poscolonial
Y así es como en el medio de estos debates surge una nueva tendencia epistemológica,
contemporánea, en las últimas décadas del siglo XX y ahora en el tercer milenio que podemos
englobar con un rótulo muy general como ‘’la teoría postcolonial’’.
Hemos visto que se dan respuesta a determinadas situaciones en las ciencias sociales.
Si existe el feminismo como una tendencia académica y demás es porque existe el patriarcado;
vino el capitalismo, la explotación, el problema de clases y la respuesta de la teoría social fue el
materialismo histórico, Marx, como la denuncia a la opresión de clases.
Que nosotros, o sea, los continentes o los países en las periferias de lo que se considera ‘’el
mundo desarrollado’’ (las metrópolis históricas occidentales como Gran Bretaña en Europa y
después Estados Unidos) tendríamos que pensar también nuestras problemáticas a la luz de
categorías analíticas propias de acuerdo a nuestras propias experiencias históricas y a nuestras
culturas y no de acuerdo a los modelos trasplantados necesariamente de los países centrales.
Entonces surge toda una corriente académica diciendo ¿qué tenemos en común América
Latina, Asia o África? Que alguna vez fuimos colonias, y aquellos nuevos Estados o nuevas
naciones que alguna vez fuimos colonias tenemos, aunque tengamos culturas o seamos
continentes distintos, cuestiones en común, que fuimos, desde esta perspectiva, desposeídos y
saqueados, si se quiere de nuestros recursos (piénsese en el continente africano con la
esclavitud, estamos hablando de fuerza no solamente de la naturaleza sino de la propia masa
humana, que por siglos fueron despojados de todo, hasta de su propia humanidad).
Entonces, resumiendo, los académicos africanos, los académicos de la India, algunos asiáticos y
en América Latina o hasta en la periferia de Europa tornaron una mirada muy crítica hacia esta
perspectiva tan eurocéntrica diciendo que era hora de que, aquellos países o continentes que
alguna vez fuimos colonia y que nos hemos descolonizado políticamente, nos descolonicemos
epistemológicamente.
O sea, porque si bien tenemos autonomía política, según ellos no tenemos autonomía en
nuestros saberes y en nuestras categorías interpretativas y de pensamiento, seguimos con la
cabeza colonizada.
Ellos dicen que hasta que no se descolonice el saber no se va a poder descolonizar el poder,
que siempre vamos a ser dependientes y siempre vamos a estar en falta respecto a
determinados modelos, pero en realidad no nos podemos mirar en esos modelos, muy por el
contrario, porque esos modelos llegaron a ser modelo porque fueron metrópoli.
Y, Marx, para explicar el surgimiento del capitalismo realmente señala dos grandes factores,
uno de ellos es el saqueo de oro y plata del continente americano, ya que, gracias a ese
saqueo, de la extracción violenta del oro y la plata se dio lugar al mercantilismo que posibilita
luego el capitalismo y la economía monetaria. Y la segunda razón es el paso del feudalismo al
capitalismo, que él lo explica mucho en el modelo inglés a través de la ley de cercos, ya no
quedan tierras comunitarias, no hay tierras comunales como en el feudalismo, entonces
aquellos desposeídos de tierras se ven obligados para su subsistencia de vender su fuerza de
trabajo en las nuevas ciudades y en el nuevo modo de producción fabril, ya no artesanal.
Por esto, la teoría poscolonial viene a plantear aquellos puntos en común, como una nueva
agenda de una nueva ciencia social que debe surgir y pensar a partir de las propias
experiencias de los países y continentes que alguna vez fueron colonia, por eso poscolonial.
Dice que se estructura, se arma y se construye esta teoría poscolonial, en torno a una
interrogación crítica, o sea, una mirada crítica de los modos en que este imaginario cultural
europeo representó la diferencia de sus ‘’otros coloniales’’ (los subdesarrollados, los
emergentes) y propicia una nueva agencia subalterna.
Modo de avanzar y de transformar. ‘’Agencia’’ es una categoría sociológica que tiene que ver
con la teoría weberiana, con la acción social, la capacidad que tenemos las mujeres y los
hombres de transformar nuestras realidades, la capacidad transformadora en sociología se
denomina agencia.
Subalterna porque somos los subalternos, no fuimos la metrópoli, fuimos los que estuvimos en
un vínculo de dependencia de esas metrópolis.
Una nueva agencia subalterna que logra socavar, o sea cuestionar los dispositivos discursivos
que sustentan la hegemonía colonial.
Perspectiva crítica:
La perspectiva poscolonial parte de la idea que, desde las periferias, las estructuras de
poder y de saber son más visibles.
Estas distintas tendencias que podríamos llamar teorías poscoloniales plantean una
perspectiva crítica, y es un poco lo señalado anteriormente, parte de la idea que desde las
periferias las estructuras de poder y de saber son más visibles.
De ahí el interés de esa perspectiva por problematizar estas tres cuestiones que son centrales
para la epistemología, son las preguntas que siempre se hacen:
Quién produce el conocimiento; las comunidades científicas de las cuales se refería Khun.
Cómo lo produce y para quién lo produce; qué se hace con eso, qué usos tiene esa producción
del saber.
Durante las últimas dos décadas del siglo XX, se constituyeron en importantes
corrientes teóricas que adentro y afuera de los recintos académicos, impulsaron una
fuerte crítica a las patologías de la occidentalización.
Es la crisis de la Modernidad.
Ya hemos hablado de esto, pero los recintos académicos, las disciplinas que comenzaron a
hacer críticas y quienes plantearon la necesidad de una nueva agenda a partir de categorías
epistemológicas propias fueron la filosofía posmoderna y estudios culturales.
Entonces, el contexto histórico donde esto es posible arrancó sobre todo en Estados Unidos y
en el mundo europeo mismo, desde esa periferia, con la filosofía posmoderna, con los estudios
culturales como una oportunidad para el surgimiento de otros saberes que hasta este
momento no se consideraban relevantes como para ser estudiados en una universidad y
mucho menos investigarlos.
Violencia epistémica
Castro Gómez es un autor que tiene que ver con este planteo, él habla de la violencia
epistémica.
Por ejemplo, con el proceso de colonización, que no solo se aniquilaron personas, sino las
propias culturas donde había saberes ancestrales sumamente interesantes. Tanto antropólogos
como paleontólogos han encontrado en el mundo andino operaciones de cráneo, es decir
había muchísimos avances, muy sofisticados, que no hemos llegado a conocer porque se los ha
aniquilado, no solamente fue el aniquilamiento físico sino también de todos los saberes de la
propia cultura.
Distintas vertientes:
Los aportes de estudios subalternos de la India (Ranajit Guha: 1998; Homi Bhabha:
2013).
Uno de los primeros que comenzó a reivindicar una mirada no occidental de las propias
culturas fue Edward Said, fue un intelectual y profesor palestino en Estados Unidos.
Cuando fue la primera guerra del Golfo, Bush padre, en el bombardeo de Irak, planteó que era
irreconciliable la cultura occidental con la oriental, y un poco el intelectual orgánico de esa
guerra, que justificó eso, fue Samuel Huntington, que es un intelectual de Estados Unidos, con
un libro que se hizo famoso que se llama ‘’choque de civilizaciones’’.
El planteo es muy básico: caído el comunismo, caído el muro de Berlín, ya los malos no son más
los rusos, no existe más el comunismo, debemos imaginarnos que para el desarrollo de la
industria bélica militar y el poderío de Estados Unidos y de la OTAN se necesita hacer una
hipótesis de conflicto, se necesita inventar otro malo para justificar semejantes presupuestos
en armas, en ejército, en defensas, en inteligencia, ya que sin tener otro malo a quién combatir
esto no se podría justificar, siempre se necesita un malo.
Frente a esto Said, que vivía en Estados Unidos, y dice que se está construyendo el mundo
islámico de una manera demonizante, homogénea, con todas las adjetivaciones y con todos los
prejuicios como si fuera todo un mismo bloque, como si no hubiera una cultura laica dentro del
mundo árabe, como si toda la adscripción religiosa fuera fundamentalista y no hubiera
religiosos que fueran tan o más racionales que los propios occidentales, que no todo es el
Harem y el patriarcado terrible, sino que también hay mujeres universitarias dentro del mundo
islámico, o sea, no es un bloque homogéneo, entonces él con el ‘’orientalismo’’ trata de
deconstruir y hace toda una lectura muy fina y muy argumentativa contra el libro de
Huntington, una visión muy crítica sobre esa construcción, esa representación, ese imaginario
social peyorativo del mundo islámico.
Entonces, además sostiene que si no fuera gracias al mundo árabe hoy en día no conoceríamos
a grandes filósofos o a la medicina, porque los árabes fueron en ocho siglos que estuvieron en
España los grandes traductores de todos los filósofos griegos, rescataron gran parte del
patrimonio de la biblioteca de Alejandría, desarrollaron todas las obras de hidráulica y ni que
hablar de la medicina, de la filosofía y de la literatura.
Homi Bhabha es un crítico literario, pero él sostiene también y denuncia la figura del que fue ex
colono y que lleva esa marca en la piel, ¿por qué? Porque él, como profesor universitario de
origen indio hizo doctorados y muchos libros, sostiene que el mismo y su gente, o sea los que
fueron alguna vez hijos de colonos de la india y tienen una piel aceitunada en Londres, como
que en los ámbitos universitarios o académicos les costó muchísimo más ser valorados y
tuvieron cierta experiencia de discriminación por portación de color de piel, por apellido, y él
plantea entonces como ser subalterno y habla de la necesidad de que los ex colonos en las
colonias centrales, los que viven o trabajan, como si un argelino va a Paris, tengan una
ciudadanía plena, él reivindica esta idea.
Entonces dice que, si es algo que, si bien en la letra está, son ciudadanos, son nacidos en
Londres, aún hoy culturalmente sienten cierta resistencia con el inglés blanco, anglosajón,
protestante, respecto a estos que vienen de la cultura de la India.
Entonces los estudios de él un poco reivindican eso, la figura del subalterno en una metrópoli.
‘’Los efectos del colonialismo en África’’, pusimos este autor (Mamdani), pero tendríamos que
citar a otro aquí, que si bien es de Martinica era un afroamericano, y que escribió mucho antes
de que esto se conociera como epistemología poscolonial, que fue Frantz Fanon. Era un
afroamericano que era psicólogo, filósofo, profesor de la Martinica que estudia y trabaja en
París cuando fue el movimiento de liberación de Argelia, que se hizo la descolonización, en los
’60. Él va a Argelia a luchar y se suma al movimiento y escribe un libro donde denuncia las
atrocidades y la opresión étnica en un libro que se llama ‘’Los condenados de la tierra’’, y hace
un análisis no solo material, de solo lo visible, sino psicológico, de la subjetividad tanto en la
dialéctica del colonizador – colonizado, qué significa ser un hombre de piel negra entre
blancos, qué pasa con los blancos, con los negros, o sea, hace un análisis de psicología social,
de temas interraciales de brutal discriminación.
Boaventura Sousa Santos, él plantea en un libro llamado ‘’Introducción a las epistemologías del
Sur’’ que en realidad estas epistemologías, estos nuevos saberes, emergen de los subalternos,
y no es que como podrían decir otros autores que simplemente es por la crisis de la
Modernidad, no es que se produce una ruptura y enseguida se pone en pie de igualdad otros
saberes u otras teorías, esto es por todas las luchas, o sea, cuando grupos subalternos u
oprimidos obtienen derechos no solamente obtienen derechos para trabajar, para casarse,
para divorciarse o para tener un aborto legal, también tienen derechos como para reivindicar
sus propios conocimientos y sus propios saberes, entonces dice que son saberes emergidos de
las luchas, y él habla de una triada de opresiones porque el materialismo histórico se ocupó
únicamente de la opresión de clases, pero él dice que hay otras opresiones, como la opresión
de género (la cuestiones de hombre o mujer), o de sexualidades disidentes, u otra opresión
que es la opresión de las etnias, las cuestiones que cuenta Fanon, que cuenta Bhabha para ser
un profesor en Londres y ganar un concurso, cuánto más se debe demostrar para llegar a
donde llega otro competidor de una familia tradicional. Entonces eso es un poco lo que plantea
Boaventura Sousa Santos.
En las ciencias sociales, después de la caída del muro, hubo una gran crisis para seguir
estudiando lo que sucedía en el tránsito del siglo XX al siglo XXI con las categorías y las
representaciones de las teorías macro sociales (sociedad civil – Estado, el mundo desarrollado
– subdesarrollado), nuestra estructura académica disciplinar (tener sociología, por un lado,
Derecho por el otro, historia por el otro, antropología por el otro) y todo este conocimiento
parcelado.
Entonces, frente a esta crisis se convoca académicamente, en donde hubo dos grandes
congresos mundiales de sociología.
El primero fue en Lisboa, en el ’97, por eso fines del siglo XX, ¿quién es Gulbenkian? Es una
fundación que patrocinó ese congreso mundial, pero quien lideró el debate fue un sociólogo
llamado Immanuel Wallerstein, que es el que creó un modo de entender las relaciones
mundiales hablando de una categoría llamada ‘’sistema mundo’’ para ver los flujos, etc., un
sociólogo muy reconocido, y ellos sacaron un informe con las conclusiones, y en las
conclusiones Gulbenkian planteaba que ya no era enriquecedor y que, muy por el contrario no
había respuesta, que las ciencias sociales estaban atascadas definiendo las categorías de
principios del siglo XX/XIX por el parcelamiento disciplinar (la edición en español del informe
Gulbekian se llama ‘’abrir las ciencias sociales’’). Además de la necesidad de tratar de hacer
ciencias sociales en forma más interdisciplinaria, la necesidad de eso, de que dialoguen las
distintas disciplinas, ellos planteaban además que era importantísimo incorporar esto,
alternativas al eurocentrismo y al colonialismo en el pensamiento social latinoamericano, ellos
planteaban en Europa, que Europa también tenía un pensamiento agotado, una agenda de
trabajo agotada, porque no había incorporado nuevas categorías de análisis para entender
otras realidades y que Latinoamérica podía aportar mucho en ese sentido.
Entonces, a partir de esto, es que se hace otro encuentro (Montreal 1998, Canadá) y después
se fue haciendo en otras sedes, y se creó una red de pensamiento social de latinoamericanistas
(sociólogos, historiadores, filósofos, antropólogos), todos cientistas sociales que cada tanto se
van reuniendo cada dos años en distintas capitales del continente, un poco para renovar
pensamiento, ver los avances, la escritura acerca de determinados problemas.
En el libro de Lander hay avances y conclusiones sobre uno de esos encuentros, el de Montreal.
Problema:
Entonces lo que buscan es eso, una deconstrucción significa ver cómo estamos pensando, bajo
qué categorías de interpretación y si es válido ese tipo de pensamiento y trasponerlo en x
realidad o no.
Entonces, frente a este problema la conclusión de ellos, de estos sociólogos, de Castro Gómez,
Lander, de Quijano, etc., ellos sostienen que habría que cuestionar esta cuestión de la
objetividad y la neutralidad y ver estos instrumentos de naturalización y de legitimación de
este orden social, porque estos saberes que conocemos como ciencias sociales eurocéntricas
legitiman el orden social existente en muchísimos campos, entonces no es que son neutrales o
que esto no tiene ningún efecto, no, tiene el efecto de ser un resguardo que justifica el orden
social existente, donde en algunas cosas puede ser muy buena y en otras cosas puede resultar
muy opresivo.
Como que las ciencias sociales han funcionado estructuralmente como un aparato ideológico
que, de puertas adentro, legitiman la exclusión de los otros que no se ajustan a los perfiles de
subjetividad que requiere el Estado para implementar sus políticas de modernización: piénsese
en la Conquista del Desierto, el por qué la biopolítica de traer semejante masa de inmigrantes y
qué pasaba demográficamente con el tejido demográfico propio, constitutivo de los pueblos
originarios o del gaucho, bueno, bajo ese supuesto ideológico eran la barbarie, no servían para
el progreso, para ese programa de modernización, entonces como ese sustrato demográfico
era inservible, no se ajustaba a eso, no se podía amoldar, fueron vencidos militarmente y
apresados, pero entonces había que traer otro sustrato demográfico y Alberdi dijo que había
que traer de abajo la civilización de Europa (plantado en la Ley de Inmigración y de
Colonización de Avellaneda en 1876), y como fruto de esa operación biopolítica en 50 años
ingresan en este país 6 millones de inmigrantes europeos.
Entonces un poco es eso, esa ciencia social, esa ideología civilización-barbarie creó esos otros,
inventó otros que no se adaptaban, que no servían para los requerimientos de ese modelo de
Estado nación que se funda a partir de esos grandes ideólogos que fueron Alberdi y Sarmiento,
eso de puertas adentro.
Pero bueno, esto que parece algo que ya viene dado, como el sustancialismo del positivismo,
como que ya está dado, en realidad es una construcción histórica, porque si bien hay una
propensión de la naturaleza, hay toda una historia donde condena a países que fueron
colonias, que ya son Estado nación, a que sigan siendo vendedores únicamente de materias
primas sin valor agregado que en los términos del mercado mundial los condena a la pobreza.
Entonces también las ciencias sociales, en este caso las ciencias económicas, han sido factor de
legitimación de esas asimetrías en los términos de intercambio.
Por eso la conclusión del capítulo de Castro Gómez es eso, que la colonialidad del poder y la
colonialidad del saber se encuentran emplazadas en la misma matriz genética, significa como
que es cara y contracara de la reproducción de una dominación poscolonial, que, si bien en la
letra y formalmente somos autónomos y tenemos soberanía política, muchas veces en
términos culturales, económicos y de pensamiento seguimos siendo coloniales y
autocolonizados, es decir reproducimos el mismo tipo de ciencia social.
Universalidad Excluyente
Dispositivo de Saber/Poder:
Las ciencias sociales se articulan con la organización de poder constitutivas del mundo
moderno: el supuesto básico es la imposición del carácter universal de la experiencia
particular europea.
Esto es un poco de lo que ya hemos visto del universalismo, esto lo dice Lander, que las
ciencias sociales se articular a través de esos supuestos, el supuesto es la imposición del
carácter universal de la experiencia particular europea.
O sea, la construcción que ellos hacen de las ciencias sociales, las categorías de interpretación
de la sociología, del derecho, de la historia…
¿Qué es historia? Es historia a partir de los pueblos que tienen escritura, los que no tienen
escritura están sin historia, son prehistóricos, están antes de la historia, y ¿qué pasa con
muchos pueblos africanos o de Asia? No todos los territorios han tenido escritura, pero tienen
una exquisita tradición oral, entonces los pueblos que han preservado sus memorias a través
de la oralidad, ¿quedan fuera de la historia? ¿no son históricos por no haber plasmado
documentalmente a través de la escritura su pasado? ¿no tener escritura los condena a no
tener historia?
Por eso un poco la conclusión: esta universalización fundante de los saberes, ha posibilitado
realizar la lectura de la totalidad del tiempo (por eso el ejemplo de la historia, sin historia y con
historia) y del espacio de la experiencia humana a partir de esa particularidad. De este modo se
ha erigido una universalidad excluyente, en el sentido de que bueno, África, para nuestro
departamento de historia está totalmente omitido, o sea está excluido, lo único que sabemos
de África es cuando entra dentro del teatro de operaciones europea, África cuenta en la Primer
Guerra Mundial, África cuenta en la Segunda Guerra Mundial, pero no tiene ninguna
autonomía como un objeto de estudio, está totalmente excluida, invisibilizada.
Un ejemplo, el Derecho.
Entonces ellos simplemente son cuidadores, ellos viven y deben preservar y su vida depende
de que no se enferme la tierra ni la naturaleza.
Significa que hay algo detrás de esa narrativa y de esa escritura, son los supuestos que están
detrás de determinada teoría o afirmación, los supuestos básicos subyacentes, estas cuestiones
que no se contrastan empíricamente, sino que se dan por ciertas, por dadas, por certezas que
nadie critica, la naturalización, de ese universalismo que lleva a todas las culturas desde lo
primitivo, lo tradicional a lo moderno.
Consecuencias:
En todo el mundo ex-colonial, las ciencias sociales han servido más para el
establecimiento de contrastes con la experiencia histórico cultural europea que para el
conocimiento de esas sociedades a partir de sus especificidades histórico-culturales.
Existe una extraordinaria continuidad entre las diferentes formas en las cuales los
saberes eurocéntricos han legitimado la misión civilizatoria/normalizadora a partir de
las deficiencias y/o desviaciones de otras sociedades.
En realidad, todas estas polaridades, jerarquizaciones, escisiones, todos los supuestos, todas
estas normatividades, en todo el mundo ex-colonial las ciencias sociales, según ellos, han
servido más para el establecimiento de contrastes con la experiencia histórico cultural europea
que para el conocimiento de esas sociedades a partir de sus especificidades histórico-
culturales, hemos dejado de estudiar lo propio para ver cuánto nos alejábamos del modelo.
Existe, dice, una extraordinaria continuidad entre las diferentes formas en las cuales los
saberes eurocéntricos han legitimado la misión civilizatoria/normalizadora a partir de las
deficiencias y/o desviaciones de otras sociedades.
Esta crítica que hace Lander, ¿cuánto nos falta para desarrollarnos? ¿cuánto nos falta para
dejar de ser emergentes? ¿cuánto falta para tener los índices que ellos consideran que son los
normales? Etc.
Esto tiene que ver con el planteo de Foucault, cuando habla de la cuestión normalizadora a
partir de la deficiencia o desviaciones en nuestra sociedad, lo dice en ‘’la verdad y las formas
jurídicas’’, dice que el desbloqueo epistemológico de las ciencias sociales ha servido como un
instrumento muy sofisticado de la normalización, de esta edad de la ortopedia social.
*La participación del saber popular como nueva forma de producción de conocimiento.
¿Qué aportes?
Ellos plantean que no solamente hay que saber un producir distinto, sino cómo producir los
saberes en forma distinta, también la metodología.
Vimos que el modelo de objetividad positivista de Durkheim en la regla del método sociológico
es el distanciamiento, es el sujeto-objeto, y un investigador, el sociólogo o el antropólogo,
estudia y hace entrevistas, pero al hacer entrevistas a un exótico, a un pueblo, a una realidad
diferente es un modo de una metodología de saber extractivo, uno entabla un vínculo con una
persona para extraer información, es un saber extractivista, y el investigador está sobre, por
encima de esa persona, porque tiene la experticia, el conocimiento, tiene una cierta relación
de poder, de jerarquía asimétrica cuando lo entrevista, y va a escribir su tesis, por ejemplo,
sobre los negros de África.
Aquí lo que plantea es cambiar no solo la cabeza, sino los modos de conocer, plantear una
ciencia social que ellos llaman una episteme de relación, hablan del co-conocimiento, o sea,
conocer junto a y con, es decir en relaciones de horizontalidad, y dicen que si queremos
cambiar el saber también tenemos que ver cómo avanzamos metodológicamente.
Entonces, de ahí ya en la ontología ellos plantean que es necesario reponer una episteme de
relación, la participación del saber popular como nueva forma de producción de conocimiento,
no verlo como algo menor o inferior.
una ecología de saber y de una pluridiversidad, en esos términos habla Boaventura Sousa
Santos.
Ellos hablan en términos de una ética del conocimiento, donde las otras personas que son
sujetos no son objetos, también son sujetos, y si bien no tienen el conocimiento experto tienen
otros saberes que pueden enriquecer mucho a los expertos, por eso hablan de la consciencia
ética como punto de partida de toda intervención cognitiva, porque si se va a estudiar a un
grupo que sea desde una relación de respeto y de humildad.