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Universidad Mariano Gálvez

Sede Chiquimula

Facultad de ciencias jurídicas y sociales

Derecho Romano y Español

Exposición No. 5

Expositores

Edward Ovidio Olorozo Pérez 0502-16-7736

Daysi Rossemary Álvarez Arias 0502-16-8202

Ana Sofía Sánchez Sosa 0502-16-07576

Adán André Paniagua Flores 0502-16-22051

Yaneth Magaly Salguero Duarte 0502-16-10000

Andrea Carolina Osorio Ríos 0502-16-10532

Noelia Jissel Franco Fajardo 0502-16-3289

Deysi María Pérez Archila 0502-16-2811

Luis Fernando Vásquez Vásquez 0502-16-17886


INTRODUCCIÓN

El derecho real es un derecho, oponible a cualquier tercero, que permite a su


titular el goce de una cosa, sea en la forma máxima que conoce el orden jurídico
(propiedad), sea en alguna forma limitada, como en el caso de los derechos reales
sobre cosas ajenas. Es característico de estos derechos ser oponibles a todos. El
derecho personal, en cambio, permite a su titular reclamar de determinada
persona la prestación de un hecho positivo o negativo que puede consistir en un
dare (trasmitir el dominio sobre algo), facere (realizar un acto con efectos
inmediatos) o prestare (realizar un acto sin inmediatas consecuencias visibles,
como cuando se garantiza una deuda ajena o cuando uno se hace responsable de
cuidar de un objeto o se declara dispuesto a posponer el cobro de un crédito).
Como diferencia especial entre los derechos reales y personales, encontramos
que aquellos son oponibles a terceros, y estos no. Consecuencia de esta
diferencia fundamental es que cualquiera puede violar un derecho real ajeno,
mientras que solo el deudor mismo puede violar un derecho personal del acreedor.
Otra consecuencia consiste en que un derecho real es eficaz mientras: Exista su
objeto, el objeto sea localizable y no lo haya adquirido un tercero por prescripción
adquisitiva. En cambio, el derecho personal es menos sólido, pues su eficacia
depende de la solvencia del deudor. El derecho personal o derecho de crédito es
solo un aspecto el activo de la relación jurídica que calificamos como obligación. El
otro aspecto es el pasivo el deber jurídico, que también da lugar a problemas
especiales.
DERECHO DE OBLIGACIONES

CONCEPTO:

Obligación: vínculo o relación jurídica en virtud de la cual una persona


(acreedor) tiene la facultad de exigir de otra ( deudor) un determinado
comportamiento positivo o negativo (prestación), de cuyo cumplimiento
responderá en última instancia el patrimonio del deudor.

Recordar diferencias con los derechos reales, y también la relación actio in rem y
actio in personam.

ORIGEN: La obligación primitiva, el nexum, consistiría en la automancipación o


autopignoración del deudor al acreedor (garantía personal); el deudor respondía
con su propia persona del cumplimiento de la obligación. (Por eje. En la legis
actiones la manus iniectio, era una acción ejecutiva que permitía vender al deudor
como esclavo.- remisión a lo ya explicado)

EVOLUCIÓN: Posteriormente empezó una espiritualización que comenzó en el


326 a. C cuando la Lex Poetilia Papiria abolió el nexum y sustituyó el sometimiento
personal del deudor por el de sus bienes transformando la vinculación de personal
a patrimonial.

CONTENIDO:

DARE P R E S T A C IÓ N
P O S IB L E
L IC IT A
FA C ER E D E T E R M IN A D A
O D E T E R M IN A B L E
EV A L U A B L E EN
P R A ES TA R E T É R M IN O S E C O N Ó M IC O S

La prestación consiste en un dare, facere, praestare:

 .-. El dare se dirige a la constitución o transmisión de un derecho real o


a la entrega de la posesión de una cosa.
 .-el facere a cualquier actividad que deba el deudor, puede consistir en
un hacer o en un no hacer.
 .-el praestare a responder de algo o a garantizar.
La prestación debe reunir los requisitos de posible, lícita, objetivamente
determinada o determinable y tener carácter patrimonial. ( que pueda suponer una
ventaja económica al acreedor).
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES: Son aquellos hechos a los que el
ordenamiento jurídico romano atribuía la eficacia de hacer surgir un vínculo

Clasificación de las instituciones de Gayo bipartición

a) Contratos.
b) Delitos.
-Clasificación de la res cottidianae (época postclásica).

a) Contratos.

b) Delitos.

c) Distintos tipos de causas".

- Clasificación de Justiniano: opta por la cuatripartición :

a) contratos

b) cuasicontratos

c) delitos.

d) cuasidelitos

e) ley

SUJETO DE LA OBLIGACIÓN: Acreedor-Deudor. Puede existir pluralidad en


Ambos lados (remisión obligaciones mancomunadas y solidarias)

OBJETO: Dare, facer y praestare.

“toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer algunas cosa”.

Dare. Entrega de la propiedad.

Facere. Hacer, un comportamiento- acción u omisión.

Praestare. Engloba ambos términos.

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

 POR EL VÍNCULO
A) CIVILES-HONORARIAS:
Las primeras tuteladas por el derecho civil las segundas son aquellas
“relaciones jurídicas” que tienen tutela por el pretor actio teneri.

B) OBLIGACIONES NATURALES:
Carecen de acción para reclamar su cumplimiento. Si se cumplen de forma
voluntaria no se puede reclamar o repetir el pago. Son en definitiva
obligaciones desprovistas de sanción ej. la propina, deudas de juegos
ilícitos, ej, cartas. En Roma nos encontramos con supuestos de hijos y
esclavos, sometidos que constituían obligaciones por ejemplo por solicitar
préstamos.

 POR EL OBJETO
A) DIVISIBLE-INDIVISIBLE:
Según fraccionamiento la prestación sin que se modifique su naturaleza.

B) GENÉRICA-ESPECÍFICA
Según recaigan sobre un objeto individualidad o no, en el segundo caso
cuando la prestación viene determinada por el genus hay una regla “genus
nunquam perit”= el género nunca perece.

C) ALTERNATIVAS.: se produce cuando la obligación contiene varias


posibilidades de prestación pero una única en solutio o pago.
Dos notas las caracterizan:
(Ius variandi—concentración)

D) FACULTATIVAS: En estas el deudor tiene la facultad de pagar con una


prestación distinta de la convenida.

 POR LOS SUJETOS


A) MANCOMUNDAS
Cada acreedor solo puede reclamar lo que se le debe, sin que pueda
reclamar la totalidad de la deuda.

B) SOLIDARIAS
En estas el coacreedor puede pretender el pago de toda la deuda y cada
uno de los deudores estará obligado a pagar sin perjuicio de la acción de
regreso en la vía interna.
La solidaridad puede ser activa- o pasiva.

C) AMBULATORIAS
También llamadas propter rem en relación a la cosa. En estas el vínculo
obligatorio puede pasar de un sujeto a otro.
CONCEPTO DE EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA OBLIGACIÓN

En general, los autores del siglo XIX consideraron el Derecho de obligaciones


como una herencia del Derecho Romano, que había pasado a través de DOMAT y
POTHIER casi inalterado al Código Civil francés, y de éste a los demás Códigos
latinos que lo tomaron como modelo.

El Derecho romano estuvo vigente a lo largo de más de trece siglos, a través de


los cuales sufrió una profunda evolución. Y a pesar de que los investigadores de
este Derecho consideren como más perfecto e interesante el Derecho romano
clásico, a los civilistas nos interesa el Derecho romano de la primera mitad del
siglo VI d.C., es decir, la Compilación legislativa hecha por el Emperador
Justiniano, pues, como advierte ARIAS RAMOSS “tal Compilación constituía la
base con cuya guía y exégesis se había ido formando el derecho privado de los
pueblos de Europa, el llamado “Derecho común”, incluso el de aquello que, como
Alemania, no estuvieron en la antigüedad dentro del imperio romano”.

No se puede ignorar que el individualismo liberal, que presidió las codificaciones


del siglo pasado, hace tiempo que comenzó a declinar dejándose notar la
influencia de las ideas de bien común y solidaridad, así como de ciertos factores
económico-políticos que obligan a transformar determinadas figuras jurídicas o a
introducir otras fórmulas nuevas. Como datos demostrativos y relevantes pueden
citarse: el reconocimiento del contrato de adhesión, la estipulación a favor de
tercero, el compromiso por voluntad unilateral, la prohibición del abuso, la
responsabilidad objetiva, etc.

No obstante, el Derecho de obligaciones todavía se encuentra desfasado en


muchos aspectos como consecuencia de la revolución tecnológica y de la
contratación en masa, poniendo en evidencia la inadecuación de ciertos principios
y normas tradicionales para hacer frente a las nuevas demandas económicas y
sociales; pues, apenas existe un tratamiento del comercio de bienes de consumo
en masa y falta un tratamiento de las obligaciones de hacer; y de otra parte, la
tecnificación y los procesos de racionalización del trabajo conducen a la
automatización de la producción y de la distribución de bienes y servicios.

Todo ello pone de relieve, según advierte DÍEZ-PICAZO, la necesidad de construir


una nueva teoría general que proponga una ampliación de los anteriores sistemas
fácticos y que al mismo tiempo permita dar un trato jurídico nuevo, a través de
unos principios generales y de unas directrices también nuevas a la problemática
económico-social de aquellos hechos que no pueden ser resueltos con los
antiguos esquemas normativos. Esta nueva teoría general habrá de construirse al
amparo de la Constitución, ya que como ha dicho PERLINGIERI.

CONCEPTO DE OBLIGACIÓN

Vínculo establecido por el derecho que nos obliga a cumplir una determinada
conducta y vínculo jurídico por el que somos constreñidos con la necesidad de
pagar alguna cosa según las leyes de nuestra ciudad y la esencia de la obligación
no consiste en que uno haga nuestra una cosa o una servidumbre, sino en
constreñir a otro para que nos dé, haga o indemnice algo.

Por ejemplo, al celebrarse un préstamo solemne por medio del nexum se creaba
una dependencia de carácter físico entre acreedor y deudor. Este sometimiento
ocasionaba que en caso de incumplimiento el deudor pudiera perder la libertad e
incluso la vida.

ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN

OBJETO

SUJETO ACTIVO SUJETO PASIVO

ACREEDOR DEUDOR

El Derecho Romano es el conjunto de preceptos jurídicos que rigieron a la


sociedad romana a través de las distintas épocas de su existencia. En la
actualidad debe ser estudiado porque en él se encuentra el origen de la mayor
parte de las instituciones del derecho civil moderno, muy señaladamente en los
pueblos de raza latina.

HISTORIA Y ETIMOLOGÍA DE LA OBLIGACIÓN

Según la teoría de Bonfante, la obligación romana nació en tiempos arcaicos


dentro del terreno de los delitos. Originalmente, la comisión de un delito hacía
surgir, a favor de la víctima o de su familia, un derecho de venganza
eventualmente limitado por el principio del talión el cual, mediante una
“composición”, podía transformarse en el derecho de la víctima o su familia a exigir
cierta prestación del culpable o de su familia. Como garantía del cumplimiento de
tal prestación, un miembro de la familia de culpable quedaba ob-ligatis, o sea,
“atado” en la domis de la víctima como una especie de rehén. Por tanto, la
obligación antigua era una “atadura” en garantía del cumplimiento de prestaciones
nacidas de delitos.

Luego, al irse desarrollando la comunidad con el aumento de los contactos


económicos entre las domus, se presentaba, a veces, la necesidad de que un
paterfamilias prestara valores a otro; en tal caso, el acreedor quería tener una
garantía y así esta “atadura” se trasladaba del campo delictual al incipiente
derecho privado.

Un miembro de la domus del deudor se ofrecía entonces al acreedor; éste pesaba,


en presencia de cinco testigos y de un portabalanza, el bronce que servía de
dinero, entregaba el valor convenido al deudor y se llevaba al rehén. Este negocio
se llamaba el nexum o sea, el nudo, y era, por tanto, un préstamo per aes el
libram.

Según se fue intensificando la vida comercial, se simplificó el nexum: el deudor se


ofrecía a sí mismo como responsable, pero el acreedor posponía la “atadura”
hasta el momento del incumplimiento. Si el deudor no pagaba puntualmente,
entonces seguía la manus iniectio, descrita en las XII Tablas. El acreedor se
llevaba entonces al deudor a una cárcel privada, donde lo retenía durante sesenta
días, mostrándolo tres veces en el mercado, para ver si alguien quería liberarlo,
pagando la suma debida. Después de sesenta das, el acreedor podía vender al
deudor como esclavo, fuera de Roma; también tenía el derecho de matarlo.

Pero en el año 326 a. de J.C., este duro sistema fue severamente atacado por la
Lex Poetelia Papiria, en la cual se suprimió el encarcelamiento privado por deudas
civiles, dejándolo subsistente, empero, para cuestiones surgidas a consecuencia
de delitos privados.

CLASES DE OBLIGACIONES
Según sus fuentes las obligaciones pueden definirse en:

a. Contractuales.

b. Delictuales.

c. Cuasi contractuales.

d. Cuasi delictuales.

Obligaciones “stricti iuris” y obligaciones “bonae fidei”. En caso de una obligación


stricti iuris (de derecho estricto), el sujeto pasivo está obligado únicamente a lo
estrictamente pactado, sin que el sentido común o la equidad puedan agravar o
atenuar el contenido de su deber. En caso de una obligación bonae fidei (de
buena fe) el deber del sujeto pasivo debe interpretarse a la luz de las
circunstancias especiales del caso, de las practicas comerciales y de la intención
de los contratantes. Como consecuencia de la anterior surgen, por primera vez en
el campo de las obligaciones bonae fidei, figuras como la compensación, la culpa,
el dolo por omisión y el derecho del juez a fijar soberanamente los daños y
perjuicios.

Las obligaciones nacidas de contratos unilaterales eran stricti iuris; las que
provenían de contratos bilaterales eran bonae fidei. En el derecho civil moderno,
las obligaciones son todas bonae fidei.

Obligaciones civiles y obligaciones naturales. La obligación civil proporciona al


acreedor la posibilidad de acción, en caso de incumplimiento del deudor. La
obligación natural, por el contrario, no crea un derecho procesalmente eficaz. Si el
deudor no cumple, el acreedor no encontrará acción alguna a su disposición para
forzarle a cumplir o a entregar el equivalente monetario del objeto de la obligación,
más daños y perjuicios.

Obligaciones divisibles y obligaciones indivisibles. Las obligaciones indivisibles


son:

a. Las que por la naturaleza de su objeto indirecto son indivisibles, o sea, las
obligaciones en las que la división del objeto indirecto haría peder, parcial o
totalmente, a éste su valor.

b. Las que en virtud de una disposición especial del derecho positivo son
indivisibles, como las servidumbres reales.

c. Las que por convenio especial o testamento han recibido el carácter de


indivisibilidad.
Obligaciones específicas y obligaciones genéricas. En el primer caso, el deudor
debe un objeto específicamente determinado; en el segundo, un objeto solo
determinados en términos de cuantía y de género. La importancia de esta
clasificación se manifiesta, sobre todo, en caso de perdida del objeto por fuerza
mayor, antes de la entrega. Como regla general, en una obligación especifica,, el
objeto se pierde para el acreedor; si se trata de una obligación genérica, se pierde
para el deudor.

Obligaciones correales y obligaciones de un solo acreedor y un solo deudor.

Obligaciones conjuntivas, obligaciones facultativas, obligaciones alternativas, y


obligaciones con un solo objeto.

Obligaciones de dar, de hacer, de prestar y de no hacer.

Obligaciones de dar (“dare”) son aquellas cuyo objeto consiste en la transmisión


de la propiedad de una cosa o en la constitución de otro derecho real sobre la
misma.

Obligación de hacer (“facere”). Papiniano dice: “el término hacer comprende toda
clase de hacer: dar, pagar, entregar dinero, pasear. Las obligaciones de hacer
conllevan la realización de un hecho por parte del obligado, como cavar un foso,
pintar una casa.

Obligación de prestar. (“praestare”), son aquellas cuyo objeto no consiste en


transferir la propiedad de una cosa o en constituir un derecho real sobre la misma,
sino tan sólo en conceder el simple uso de una cosa a una persona, como en el
caso del comodato o la locación.

Obligación de no hacer (“non facere”) consisten en una abstención, en un no hacer


por parte del deudor, es decir, que se cumple con esta obligación.

Obligaciones positivas y negativas, estas se encuentran resumidas en las


anteriores divisiones: positivas sería las de “dare, praestare y facere”; obligaciones
negativas serían las de no hacer (“non facere”).

Obligaciones simples y obligaciones compuestas. Las primeras son aquellas que


sólo comprenden una prestación; las segundas, las que implican varias
prestaciones.

LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

Las fuentes de las obligaciones son los hechos jurídicos que dan origen a ellas.
Gayo enseñaba todavía a mediados del siglo II, en sus Instituciones, que todas las
obligaciones nacían de contratos o de delitos.
Luego, Justiniano, amplió la lista de las fuentes de las obligaciones, señalando
cuatro: contratos, delitos, cuasicontratos y cuasidelitos.

El contrato puede definirse como un acuerdo entre varias personas, que tiene por
objeto producir una o más obligaciones civiles.

El delito es un hecho human contrario al derecho y castigado por la ley. Es un


hecho jurídico, ya que produce un cambio en el mundo del derecho; pero no es un
“acto jurídico”, ya que el cambio en el mundo del derecho; pero no es un “acto
jurídico”, ya que el cambio que resulta (el deber del autor del delito de sufrir un
castigo) no es precisamente el efecto deseado por el delincuente.

El cuasicontrato es una figura parecida al contrato por su licitud y sus


consecuencias, pero en el cual no se encuentra el consentimiento entre los sujetos
como elemento constitutivo, lo cual separa los cuasicontratos de los contratos.
Son actos de voluntad unilaterales, esencialmente lícitos, que producen
obligaciones.

El cuasidelito es un acto ilícito, pero que el derecho romano no clasificaba entre


los delitos. Produce una obligación entre el autor del acto y el perjudicado (en
algunos casos, el denunciante). La diferencia entre delitos y cuasidelitos no reside,
como en la doctrina moderna, en la existencia o ausencia de la intención de
causar un daño.

OBJETO DE LAS OBLIGACIONES

El objeto de las obligaciones es un vínculo establecido por el derecho que nos


obliga a cumplir una determinada conducta. En las instituciones de Justiniano: “La
obligación es un vínculo jurídico por el que somos constreñidos con la necesidad
de pagar alguna cosa según las leyes de nuestra ciudad” Paulo, en Digesto: “la
esencia de la obligación no consiste en que uno haga nuestra una cosa o
servidumbre, sino en constreñir a otro para que nos dé, haga o indemnice algo”

Evolución: Según el autor italiano Bonfante: el concepto de obligación debió


aparecer en el campo de los delitos. La responsabilidad penal implicaba el
sometimiento del infractor, quien quedaba obligatus. Más que un significado
patrimonial la obligación implicaba un sometimiento personal.

En segundo lugar tenemos al objeto, que es el otro elemento de la obligación, está


constituido por la conducta o comportamiento que el deudor debe observar a favor
del acreedor y puede consistir en un dare, facere, praestare, facere o pati.
El término dore se utiliza para referirse a la transmisión de dominio de alguna
cosa; es decir, hacer al acreedor propietario de algo. En la permuta ejemplo,
encontramos un dare, ya que los contratantes se obligan a transmitir la propiedad
de una.
Por otro lado, la conducta negativa del deudor configurada por un non facere o
un pati consiste en un abstenerse de algo; es decir, no hacer o tolerar. Un ejemplo
sería el contrato de arrendamiento el cual el arrendador no debe obstaculizar al
arrendatario el uso de la cosa arrendada.
La prestación, objeto de la obligación, debe reunir ciertos requisitos, hacerse
posible tanto física como jurídicamente. Nos encontramos con la imposibilidad
física, por ejemplo, cuando se vende una cosa que ya no existe; la imposibilidad
jurídica surge si se vende algo que esté fuera del comercio.
La prestación además, debe ser lícita, no debe contrariar a la ley ni a las buenas
costumbres y, finalmente, debe ser determinada o determinable y valorable en
dinero.

SUJETO DE LAS OBLIGACIONES

El primer elemento de toda obligación son los sujetos: sujeto activo o acreedor
(creditor), que tiene derecho a la conducta del sujeto pasivo o deudor(debitor), que
tiene el deber jurídico de cumplir con ella.
Cualquiera de los sujetos de la obligación podrá estar integrado por una o varias
personas, lo cual en nada altera su esencia.
Entre los sujetos activos y pasivos existe el vinculo jurídico, que constituye la
obligación y que los une.

EFICACIA DE OBLIGACIONES

La obligación es un vínculo establecido por el derecho que nos obliga a cumplir


una determinada conducta. En las instituciones de Justiniano: “La obligación es un
vínculo jurídico por el que somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna
cosa según las leyes de nuestra ciudad” Paulo, en Digesto: “la esencia de la
obligación no consiste en que uno haga nuestra una cosa o servidumbre, sino en
constreñir a otro para que nos dé, haga o indemnice algo”.

FUENTES DE LAS OBLIGACIONES

Con el término fuentes se trata de designar el origen de donde nacen los derechos
que dan lugar a las obligaciones.
Al respecto existe una notable variedad de posiciones doctrinales más o menos
fundadas, lo que hace sumamente complicado su estudio.
Las principales fuentes de las obligaciones son: los contratos, los delitos, la ley,
los cuasi contratos y los cuasi delitos.

Los Contratos. 
El Código Civil establece que los convenios que producen o transfieren
obligaciones o derechos, se denominan contratos. De esta institución, fuente
importantísima de las obligaciones, trataremos mas adelante.

Delitos. 
Consisten en todo hecho voluntario que es contrario a las leyes penales,
sancionado y castigado por éstas.
Cuando una persona comete un delito, el Estado le impone castigos para
garantizar la buena convivencia de los grupos humanos; además, se les exige a
los delincuentes que reparen el daño causado. Es por esta circunstancia que los
delitos constituyen fuentes de obligaciones.

La Ley. 
La norma jurídica origina ciertos derechos y obligaciones para aquellos que deben
respetarla. Pero esta fuente de las obligaciones no es de tipo voluntario como lo
son los contratos y los delitos, es obra del Poder Legislativo y no de aquellos a
quienes rige.

Cuasi contratos. 
Los constituyen hechos semejantes a los contratos. Puede afirmarse que son los
hechos ilícitos y voluntarios que obligan a las personas que los ejecutan hacia
otras personas, y en ocasiones a éstas hacia los que los han ejecutado, pero sin
que haya existido un acuerdo de voluntades.

OBLIGACIONES NACIDAS DE LOS CONTRATOS

NOCIONES GENERAL DE LA OBLIGACIÓN Y DEL CONTRATO

La convención es base y elemento esencial del contrato. No puede haber contrato


sin convención, aun cuando sí pueden existir convenciones que no constituyen
contrato. Para formamos idea clara de lo que es el contrato debemos principiar por
saber lo que es convención desde el punto de vista jurídico.

Convención viene de convenir (venire cuín), y, en efecto, en el derecho romano


convención era sinónimo de convenio o de pacto: cluorum pluriumve in ídem
placilum consensus (consentimiento o acuerdo de dos o más personas acerca de
un mismo propósito). No es perfecta esta definición, porque abarca más de lo que
quiere definirse. Si Pedro y Juan convienen en reunirse para dar un paseo o asistir
a una función de teatro, hay un acuerdo de dos voluntades acerca de un mismo
propósito, y, sin embargo, no puede decirse desde el punto de vista jurídico que
aquellas dos personas han celebrado una convención. Falta, pues, en la definición
el objeto propio de la convención, que es lo que la distingue de otros actos.

Las personas que celebran una convención se proponen crear, modificar o


extinguir una obligación, Por consiguiente, la definición no será completa y no dará
idea perfecta de lo que es una convención, sino diciendo que en el acuerdo de
voluntades dos o más personas deben dirigirse a crear, modificar o extinguir una
obligación.

En los primeros tiempos del derecho romano la simpk_cony.encióii, llamada


también pacto o convenio, no bastaba porsísola a producir obligaciones entre las
partes. Era necesario para ello que la convención estuviera revestida de
determinadas solemnidades exigidas por el derecho civil, para que elevándose a
la categoría de contrato produjera los efectos de tal. Esas formalidades consistían,
ya en determinadas palabras solemnes pronunciadas por las partes {contratos
verbis), ya en la escritura (contratos litteris), ya en la entrega de la cosa materia de
la convención, como en los contratos formados re, origen de los contratos reales
que más adelante estudiaremos.

De suerte, pues, que en el derecho romano no eran una misma cosa contrato y
convención. Hemos dicho que la convención era el acuerdo de voluntades entre
dos o más personas, con el fin de crear, modificar o extinguir una obligación. El
contrato era una convención reconocida y sancionada por la ley, como generadora
de obligaciones entre las partes. En los primeros tiempos del derecho, según
hemos dicho, no se reconocían como contratos sino las convenciones revestidas
de determinadas formalidades externas. Pero con la evolución de los principios
llegó a reconocerse determinada clase de convenciones que bastaban, por sí
solas, para formar un contrato generador de obligaciones civiles. Fue este el
origen de los contratos simplemente consensuales, que no necesitaban
solemnidad alguna para perfeccionarse. Basta para ello el consentimiento de los
dos contratantes, unido a los otros dos elementos esenciales de todo contrato, o
sea la capacidad y el objeto.

OBLIGACIONES DERIVADAS DE ACTOS ILÍCITOS NO CONTRACTUALES

OBLIGACIONES QUE PROVIENEN DE ACTOS ILICITOS

A. Ilícito penal.
Un delito se considera “penal” si se encuentra tipificado y sancionado por el
Derecho Penal y tiene que responder a la exacta descripción de la figura delictiva.
El Derecho penal es una rama del Derecho Público, establecido en miras al interés
general y que tiene por finalidad el castigo del delincuente.

Los delitos penales dan lugar a la acción penal, y si, además han causado un
perjuicio económico podrá intentarse por separado, una acción civil. Los ilícitos
civiles, si ocasionan daños a otros, darán lugar a una reparación pecuniaria de ese
daño.

Un delito penal es un acto, que esta descrito y penalizado en los artículos del
código penal, que no es más que una relación de aquellos hechos que se
consideran delictivos, y su correspondiente pena. Tiene que tener una descripción
exacta, y no valen las interpretaciones. Lo que busca el código penal, es castigar
al delincuente. Si además han ocasionado un daño, se podrá exigir una reparación
por la vía civil. En nuestra legislación se encuentra en los artículos que menciones
cualquier tipo de falta o delito tipificado en el Código Penal, Código Procesal Penal
y demás leyes accesorias que tipifiquen alguna acción u omisión que conlleven un
peligro al interés general.

Ejemplo: Un hombre x, con el fin de robar y violar a una mujer, espera dentro de
un carro a que salga la mujer. Cuando la mujer sale, se asegura que no haya
nadie cerca del lugar, la agarra y la viola y le roba el dinero que llevaba consigo.

B. Ilícito civil.

Losilícitos civiles, son los actos ilícitos, ejecutados con intención de dañar a otros,
están regidos por el Código Civil, que regula las relaciones entre particulares, o
sea rige en los asuntos privados, y está destinado a reparar económicamente el
perjuicio ocasionado a la víctima.

En palabras llanas, los ilícitos civiles, son aquellos actos que ocasionan perjuicio a
otros, son entre dos partes, y generan responsabilidad económica. El ilícito civil es
el que trae como consecuencia un daño injusto al interés de otro. Si no hay daño
no hay ilícito civil; se llama daño todo detrimento o menoscabo que un sujeto sufre
en su persona o sus bienes.

Un ilícito contractual es aquel que tiene su fundamento en una relación


específicamente preestablecida y consiste en el daño que se origina por la
infracción delas obligaciones derivadas de un contrato, de una promesa unilateral
de una gestión de negocios o agencia oficiosa, del pago de lo no debido. Dentro
de nuestra legislación se encuentra en el Código Penal en los artículos 112 al 122
y en el Código Civil en los artículos 1645 al 1673.

El hecho ilícito es, como todo acto contrario al ordenamiento jurídico vigente,
generado por la intención, la imprudencia, impericia, negligencia mala fe, abuso de
derecho e inobservancia normativa de una persona (agente) que tiene por
contrapartida una responsabilidad civil en favor de otra persona (perjudicado o
víctima) que debe cubrir el agente del daño.

Caracteres

Los caracteres principales del derecho ilícito son:

1.- El hecho que lo genera consisten en un acto voluntario y culposo por parte del
agente. La voluntariedad implica que el acto del agente le es plenamente
imputable.

2.- El incumplimiento culposo de la conducta preexistente referida debe causar un


daño. La producción del daño es fundamental para que el hecho ilícito produzca
su efecto principal: la reparación del daño, o sea, la responsabilidad civil. De no
causarse un daño, nada habrá que reparar y el incumplimiento culposo de la
conducta preexistente será irrelevante desde el punto de vista del Derecho Civil.

3.- El incumplimiento culposo de la conducta preexistente debe ser ilícito, es decir,


no debe ser tolerado, consentido, ni amparado por el ordenamiento jurídico
positivo.”

DIFERENCIAS ENTRE EL HECHO ILÍCITO Y EL DELITO PENAL

HECHO ILÍCITO

DELITO PENAL

Se viola una norma jurídica de derecho privado

El delito penal es de derecho público.

Su efecto fundamental es la obligación de indemnizar el daño o perjuicio causado


a la víctima que es un tercero diferente de él

Se impone una sanción de tipo corporal a quien comete el delito (imputado),


ejemplo de ello una medida privativa de libertad

Tiene como elemento esencial existencia del daño


No es necesario que exista daño pero la intención es válida y es culpable porque
existe tentativa de delito.

Toda su variedad se encuentra comprendida en una sola norma jurídica

Cada variedad delictual se encuentra tipificada con sus respectivas calificaciones


en el código penal.

El obligado a reparar el daño lo hace en función de su propia actuación personal


culposa, o a la actuación ajena de otro agente o entidad del daño, respondiendo
por todo grado o tipo de culpa

Se responderá por la intencionalidad del sujeto en la comisión del delito y la pena


va en función al grado de intencionalidad con que fue cometido.

La acción de responsabilidad civil en el hecho ilícito prescribe a los 10 años a


partir de la comisión del hecho ilícito

Los lapsos de prescripción varían en función del delito cometido.

Responsabilidad por Hecho Propio, por Hechos de un Tercero, por Cosas y por
Animales

La responsabilidad por hechos propio es cuando el responsable es el propio autor


del daño (artículo 1902 del Código Civil). La responsabilidad por hechos de un
tercero ocurre cuando la persona que está sometida a la guarda, control, vigilancia
o subordinación del civilmente responsable, comete un hecho ilícito. La
responsabilidad por hecho de las cosas se fundamentó durante mucho tiempo en
la culpa del guardián en la vigilancia de la cosa, al no haber tomado todas las
precauciones necesarias para que ésta no produjera daños a terceros.

Hoy en día la doctrina y la jurisprudencia predominante consideran que la


responsabilidad por hecho de las cosas es una responsabilidad objetiva fundada
en la teoría de los riesgos, al haber introducido el guardián un riesgo en la
sociedad y obtener un provecho de su uso, bien sea económico o para su simple
satisfacción personal.

En cuanto a la responsabilidad por animales, el art. 1905 del Código Civil,


establece que el poseedor de un animal o que se sirve de él, es responsable de
los perjuicios que cause. Sólo cesa si es por fuerza mayor o culpa del que sufre el
daño. La Jurisprudencia declara que este art. enuncia una responsabilidad
objetiva.

OBLIGACIONES DERIVADAS DE ACTOS ILÍCITOS


El Derecho Romano consideró Delito a todo acto ilícito con carácter de falta, de
donde nace un daño y se origina la obligación de repararlo.

CATEGORÍAS:

Delitos públicos: llamados crimina, que lesionaban a la comunidad como tal y que
el Estado perseguía y sancionaba con una pena pública.

Delitos privados: llamados delicta o maleficia, que eran hechos antijurídicos que
lesionaban a un particular, a su familia o a su patrimonio, y que se castigaba con
una pena privada de carácter pecuniario. El particular lesionado, es el único que
tiene derecho a actuar y la pena es en su provecho. Entre ellos están:

EL FURTUM, HURTO O ROBO

Era el manejo fraudulento de una cosa contra la voluntad del propietario, con
intención de sacar beneficio de la cosa misma, de su uso o de su posesión. Solo
pueden ser objeto de hurto cosas muebles corporales susceptibles de propiedad
privada. La pena impuesta al autor del delito era una multa, que no podía ser
inferior al valor del objeto robado.

DAÑO CAUSADO INJUSTAMENTE

Son los perjuicios materiales causados a la propiedad de una persona, que exigen
la reparación por parte del autor. Tiene como consecuencia el pago de una
cantidad de dinero. Podían pedir la reparación del daño tanto como el propietario
como quien tuviese un derecho real sobre la cosa.

EL ROBO Y DAÑO CON VIOLENCIA

Es el robo cometido con violencia. Reunía las mismas características que el hurto,
con la circunstancia agravante de la violencia. La condena impuesta al autor era el
pago del cuádruplo del valor que tenía el bien.

Delitos civiles: Injuriae. El delito de injuria es el delito contra la persona y no


contra el patrimonio. La ley de las XII Tablas enumera las injurias que pueden
consistir en escritos difamatorios, roturas de miembros, fracturas de huesos,
violencias, golpes, etc. Todos estos hechos daban lugar a una reparación civil a
favor de la víctima, reparación que se estimaba en dinero por el ofendido y que se
fijaba por el juez en la sentencia.

CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES


El cumplimiento o pago es el modo normal de extinción de una obligación.

El pago se refiere no sólo a la entrega de una cantidad de dinero, sino a tener el


cumplimiento de la prestación, cualquiera que ésta fuera.

 El pago debe hacerlo el deudor, pero también puede hacerlo su


representante, salvo en los casos en que se hubieran considerado
especialmente las cualidades personales del deudor y se exija que sea él.

 El pago debe hacerse al acreedor o a un representante: tutor, procurador,


mandatario, etc.

 El cumplimiento debía hacerse en el domicilio del deudor, donde el


acreedor podía reclamarle judicialmente; si se trataba de la entrega de un
inmueble o de otra cosa cierta, el lugar era aquel en donde estuvieran los
bienes.

 En lo que concierne el tiempo del pago, si no lo establecían las partes, se


aplicaba la regla de que la prestación se debe desde el día en que nace la
obligación.

EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES

Cuando una obligación se extingue se disuelve el vínculo existente entre acreedor


y deudor. Los modos extintivos de las obligaciones son los hechos a los que el
derecho objetivo otorga esa función. Las obligaciones se extinguen por una serie
de hechos que han sido reunidos bajo el título de modos de extinción de las
obligaciones, que no tiene un carácter uniforme y que no poseen todas unas
eficacias iguales. El Vínculo de derecho entre el acreedor y el deudor no estaba
llamado a perpetuarse indefinidamente. Debía llegar un momento en que el
deudor se liberara de la carga de su obligación y entonces esta última quedaba
extinguida.
El modo normal, propio y natural de extinguirse una obligación es: EL PAGO, 
Otros modos extintivos que operan ipso iure son: la novación, la confusión, la
pérdida de la cosa debida, el mutuo disentimiento, el concurso de causas
lucrativas y la muerte del deudor. La prestación de la cosa debida constituye el fin
natural y regular de la obligación; pero esto no fue suficiente en Derecho Romano
para liberar al deudor; sólo en la época clásica el derecho civil reconoció al pago
como modo de extinguir la obligación. En general, podemos decir que los modos
de extinción de las obligaciones han seguido un desarrollo paralelo al de los
contratos.
Existen dos tipos de modos de extinción de las obligaciones, unas que operan de
pleno derecho (ipso jure) y otras que solo producían sus efectos extintivos por vía
de excepción (exceptionis ope). Estos dos derechos, aunque diferentes en sí
mismos, se parecen por su naturaleza perpetua
(Que dura mucho tiempo o para siempre), Sucede lo contrario con los derechos de
crédito u obligaciones, pues al acreedor no le interesa que el deudor le deba
perpetuamente una prestación, tiene interés en que le satisfaga su obligación para
que en esa forma él incremente su patrimonio. Los derechos de crédito son
apreciables en dinero y al deudor le interesa cumplir con su obligación para así
desligarse de su acreedor y recobrar su libertad, en esta forma, se dice que hay
“solutio”, pues el lazo de derecho que los unía se ha roto.

1. EL PAGO

Era la finalidad propia de la obligación, es decir, la satisfacción del objeto de


aquella por parte del deudor. El pago tiene por efecto extinguir de pleno derecho la
obligación. El cumplimiento de una obligación es un hecho que consiste en la
integra, efectiva y oportuna realización de la prestación o debitum, objeto de la
obligación. En principio cualquier persona podía realizar el pago en nombre del
deudor, excepto en el caso que se haya pactado un acto personal del deudor, por
haberse celebrado el contrato en vista de sus peculiares cualidades personales. El
pago debía ser hecho a la persona del acreedor, su mandatario; si era incapaz, a
su tutor, curador o en caso de que hubiese un gestor de negocios.
En lo referente al objeto de la obligación, esta debía cumplirse pagando la misma
cosa que se había prometido, entregándose esta en su totalidad.
Por consistir toda prestación en un cierto “hacer” genérico se hablaba en términos
generales de “satisfacer una obligación” al hecho de su cumplimiento, y como el
efecto de satisfacer una obligación era disolver la relación que ligaba a acreedor y
deudor los juristas solían hablar de solutio, y como además liberaba al deudor de
la prestación, también hablaban de liberatio. El cumplimiento efectivo de una
obligación mediante la realización de la prestación correspondiente adquiere
caracteres propios dependiendo de la naturaleza de la prestación. En efecto, el
cumplimiento de las obligaciones con prestación de dare se realiza mediante la
constitución del dominio o de un derecho real, empleándose específicamente la
voz solutio (pago) para referirse a ella; y el cumplimiento de obligaciones de facere
se realiza mediante su satisfactio.

De este modo podían presentarse las siguientes situaciones:

1. Si la prestación es de dare y consiste en constituir el dominio en el acreedor, su


cumplimiento se realiza dependiendo de la naturaleza de la cosa objeto de la
prestación, de tal manera que si es mancipi requerirá de un acto formal de
adquisición dominical (mancipatio), y si es una rec nec mancipi, normalmente
mediante traditio.
2. Si la prestación consiste en un pago de dinero, ella se realiza mediante su datio
que se denomina numeratio.

3. Si la prestación consistía en la constitución de una servidumbre o un usufructo


su cumplimiento se verificaba por la realización del acto apropiado a la
constitución sobre la cosa ejecutado por el deudor. En todos estos casos ha
existido un acuerdo previo entre acreedor y deudor en orden a pagar y a recibir el
pago, acuerdo que constituye la causa del acto de transferencia, y que siempre es
por causa de pago, esto es, solutionis causa.

Si se debía una cosa indivisible a varios acreedores, ella debía ser dada por
cuotas (pro indiviso) y si era divisible pro partes. Si no existía obligación (civil o
natural) la solutio lógicamente no podía producir efecto liberatorio, porque se había
tratado de una solutio indebitum (pago de lo no debido) y quien había pagado
podía repetir la cosa o el derecho real mediante la condictio indebiti.

¿Quién puede pagar?

Puede pagar era el siguiente: el naturalmente legitimado para hacerlo es el deudor


y sus herederos en proporción a sus cuotas en el haber hereditario. El deudor
puede pagar personalmente o por medio de mandatario, siempre que éste actúe a
nombre delkmandante.
Puede también pagar cualquier tercero, tanto contando con la voluntad del deudor,
cuanto en contra de ella, y en ambos casos se produce la liberación del deudor.

¿Quién puede exigir y recibir el pago?

Puede exigir y recibir el pago el acreedor y sus herederos proporcionalmente a


sus cuotas en la herencia, liberando de este modo al deudor. El acreedor puede
recibir legítimamente el pago, liberando al deudor, personalmente o través de un
mandatario a quien especialmente se le encomendó que cobrara la deuda, o el
mandatario a quien se había confiado la administración general de todos los
negocios. Podía también recibir legítimamente el pago el tercero a quien el
acreedor mandó (iussum) al deudor que realizara el pago.

¿Qué debe pagarse?

Naturalmente el objeto de la solutio había de ser consistente con el de la


prestación de dar debida, de tal manera, tenía que recaer sobre la cosa objeto de
la datio o el derecho real del cual se trataba, pues de lo contrario el deudor no
resultaba liberado de la obligación. El objeto del pago debía ser integro, pues el
acreedor no estaba obligado a recibir un pago parcial o incompleto, de tal manera
que si rechazaba uno ofrecido así no incurría en mora de recibir (del acreedor).
¿Cómo ha de imputarse el pago?

Si entre el deudor tiene para con el acreedor diversas obligaciones con


prestaciones que recaían sobre objetos similares, una vez que verifica un pago se
plantea la cuestión de determinar a cual de todas las obligaciones debe imputarse
el pago realizado

Los principios que regían la imputación del pago eran los siguientes:

El deudor que pagaba podía declarar en el momento del pago a cuál de todas sus
deudas habría de imputarse el pago, sin que pudiera hacerlo después.
Si el deudor nada declara en el momento del pago en orden a la imputación, podía
el acreedor hacer la imputación en el momento de la solutio y no después.
Si las partes nada habían declarado en orden a la imputación del pago, los juristas
daban las siguientes reglas:
· El pago debe imputarse a la deuda actualmente exigible, y no aquellas cuya
exigibilidad aun pediera, como si hubiera obligaciones a plazo o condicionales.
· Entre varias deudas actualmente exigibles, la imputación se verificaba desde la
más gravosa y continuaba en orden decreciente con las demás.
· Si todas eran igualmente gravosas, la imputación se hacía proporcionalmente a
todas ellas.

En todo caso lo pagado se imputaba primero al pago de intereses y luego al pago


del capital.

¿Cuándo debe pagarse?

Desde que se cumplió el plazo fijado, o se verificó la condición. Naturalmente, el


deudor debe realizar el pago también desde el momento en el cual la obligación se
tornó exigible, pero además, podía prestarlo aun antes de vencido el término, pues
el plazo se entiende concedido en beneficio del deudor, y como tal beneficio
puede ser renunciado.

2. LA NOVACION

Es la extinción de una obligación preexistente y la simultanea creación de otra,


jurídicamente distinta de la primera y que a ella sustituye; debiendo tener la nueva
obligación un elemento diferente de la anterior.

Este elemento nuevo o diferente podía ser:

1. Cambio de naturaleza de la obligación


2. Cambio de acreedor
3. Cambio de deudor
4. Adición o supresión de una modalidad

El efecto de la novación era extinguir de pleno derecho la obligación preexistente,


con todos sus accesorios.

3. MUTUO DISENTIMIENTO

Es cuando el deudor y el acreedor voluntariamente acuerdan hacer desaparecer la


obligación. Este tipo de medio de extinción se aplicaba solo en los contratos
consensuales, que se perfeccionan por el solo consentimiento de las partes; en
virtud de que si el acuerdo de las partes era suficiente para crear la obligación,
también era suficiente para extinguirla.

4. CONFUSION

Para que la obligación exista es indispensable la concurrencia de dos elementos


personales: un elemento activo, llamado acreedor, y un elemento pasivo, deudor.
Si uno de estos desaparece, la obligación no puede subsistir. La confusión se da
cuando se reúnen en una sola persona las calidades de acreedor y de deudor,
desaparece la dualidad de sujetos del vínculo jurídico, y la obligación queda
extinguida de pleno derecho. La confusión se da generalmente por sucesión, es
decir, el deudor hereda del acreedor, o viceversa, o una persona de ambos.

5. PÉRDIDA DE LA COSA DEBIDA:

Es un modo de extinguir las obligaciones provocado por una causa no imputable al


deudor, que sucede con posterioridad al nacimiento de la obligación y que hace
imposible la prestación. Cuando un cuerpo cierto que se deba perece, o porque se
destruye o porque deja de estar en el comercio o porque desaparece y se ignora si
existe, se extingue la obligación, salvas empero las excepciones de los artículo
subsiguientes

6. CUASAS LUCRATIVAS

Existe cuando el acreedor adquiere por diferente causa el objeto específico que se
le adeuda.

7. MUERTE DEL DEUDOR:

Algunas obligaciones se extinguen por la muerte de uno de los sujetos.

TRANSMISIÓN DE LOS CRÉDITOS Y DE DEUDAS


Transmisión de los Créditos

Si bien el derecho romano admitió, sin duda, la posibilidad de transmitir la


propiedad de una cosa, sin embargo, no nos ofrece un modo de vender, donar, o
en general, transmitir n derecho de crédito, pues antiguamente tal derecho era
inherente a la persona del acreedor.

No obstante, andando el tiempo comenzó a vislumbrarse que, siendo el crédito al


igual que la propiedad un elemento más del patrimonio de una persona, podía
perfectamente transmitirse o cederse. Así, a medida que aumentaba la intensidad
del tráfico comercial en Roma, fue admitiéndose paulatinamente, por ejemplo, que
si alguien con un patrimonio formado por inmuebles y créditos, teniendo necesidad
de dinero, pudiese perfectamente preferir vender alguno de sus créditos a vender
alguna de sus propiedades, o que prefiriese incluso, prestar uno de sus créditos
en vez de dinero a una persona, que cobrándolo, tendría lo cobrado en concepto
de préstamo: como siempre sucede en derecho, la necesidad propició la
posibilidad.

Si fácilmente se aceptó la transmisión de las obligaciones mortis causa, en cambio


el proceso fue bastante lento con respecto a la cesión de créditos por actos entre
vivos. Fue necesario recorrer varias etapas que duraron varios siglos. Solo en pela
época del imperio romano, puede decirse, según Girard, que hay una transmisión
del crédito, la cual se realizaba no por el contrato de cesión.

Contrato de cesión: acción y efecto de ceder.

La renuncia o transmisión, gratuita u onerosa, que se hace de una cosa, crédito,


acción o derecho a favor de otra persona. El que cede se denomina cedente; y
quien adquiere el título se llama cesionario.

Transmisión de Deudas

Ver artículos del Código Civil vigente guatemalteco. 1459, 1460, 1461, 1462, 1463,
1464, 1465, 1466, 1467, 1468.

El traspaso de la deuda significa la transmisión de la situación de deudor de una


relación obligacional que se mantiene; en ella cambia únicamente el sujeto
deudor.

Antecedentes históricos. La rígida concepción subjetiva del primitivo derecho


romano constituyó un obstáculo absoluto a la transmisión de las deudas, no
obstante lo cual, en los hechos, el fenómeno de mutación del deudor se operó
mediante la novación subjetiva por cambio de deudor; pero en tal caso se
extinguía la obligación anterior, y se creaba otra nueva, no manteniéndose por
tanto la relación obligacional previa.

Otro mecanismo empleado fue la delegación, cuando era perfecta producía


efectos novatorios y cuando era imperfecta conservaba como deudores.

Más tarde se ideó el mandato de pago, con el notorio incoveniente de no crear


vínculo entre el mandatario a quien se encargaba de pagar, en los hechos el
nuevo deudor, y el acreedor de la obligación.

En el año de 1853 se admitieron dos sujetos de transmisibilidad, activo (crédito) y


pasivo (deuda).

CONCLUSIÓN
La expresión derecho romano designa el ordenamiento jurídico que rigió a los
ciudadanos de Roma y con posterioridad, de aquellos instalados en distintos
sectores de su imperio, en su espectro histórico cuyo punto de partida se sitúa a la
par de la fundación de Roma (753 a.C) y que se extiende hasta mediados del siglo
VI d.C, época en que tiene lugar la labor compiladora del emperador Justiniano I el
conocido desde el Renacimiento como Corpus Iuris Civilis.

En la actualidad, el derecho romano es objeto de estudio de una disciplina jurídica


internacional, la romanística, cuya sede son las facultades de derecho de todo el
mundo. En virtud de este carácter internacional.

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