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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

“FRANCISCO GARCÍA SALINAS”


UNIDAD ACADÉMICA DE HISTORIA
MAESTRÍA EN HUMANIDADES LÍNEA FORMACIÓN DOCENTE

ASIGNATURA: MODELOS ACADÉMICOS


COORDINADOR: DR. JUAN BADILLO DE LOERA
ALUMNO: OMAR CANEK ELIZONDO KLIMEK

AGUASCALIENTES, AGUASCALIENTES A 28 DE MARZO DE 2021.


ALGUNOS ASPECTOS SOBRE LA EVALUACIÓN CURRICULAR

Existe una cultura arraigada sobre la evaluación como mecanismo de control con la cual
debemos romper y comenzar a percibir la evaluación del currículum y de las
instituciones educativas como un potente medio para generar procesos de mejora de la
calidad educativa y a su vez por consecuencia de esos procesos mejorar los logros en los
procesos de enseñanza de los maestros y de los procesos de aprendizaje de nuestros
alumnos.

La evaluación curricular requiere de un proceso de desarrollo conceptual, metodológico,


funcional y epistemológico con el fin de integrar el discurso teórico sobre la evaluación y
las prácticas evaluativas que se llevan a cabo en las instituciones educativas. La muestra
de lo anterior como manifiesta Brovelli 1 lo constituyen la escaza y (,,,)difusa bibliografía
(…) y la investigación crítica y reflexiva en este campo el cual a veces solamente se
difunde en ámbitos muy especializados y a la sombra de la llamada evaluación de
instituciones lo que le resta méritos específicos como área de investigación
independiente dentro de la investigación educativa.

La evaluación curricular es un proceso intrínseco y necesario a los procesos de diseño y


desarrollo curricular, por ello debe de ser coherente y congruente con las concepciones
y enfoques que sustentan la concepción curricular de la que se parte, así como de la
manera en que se lleva a cabo el currículum establecido en el modelo curricular a partir
del cual enfocamos la totalidad del proceso. En este proceso debemos enfocar
claramente el objeto de la evaluación, los sujetos a evaluar, de qué modo vamos a
evaluar y los objetivos de la evaluación.

Si entendemos el proceso de evaluación curricular como un proceso de reflexión que


busca mejorar las prácticas y los logros de la institución escolar desde la perspectiva de
la participación y la colaboración entonces podemos hablar de una investigación –
acción – reflexión – evaluación. Desde esta perspectiva podemos enfocar la evaluación

1
[ CITATION Bro01 \l 2058 ]
externa como un proceso de dos facetas: uno como proceso de mejora generado desde
la institución escolar y que tiene como fin la mejora de los procesos de enseñanza –
aprendizaje y, por otro lado, como un proceso de seguimiento, control y rendición de
cuentas generado desde las instancias gubernamentales.

Debemos señalar aquí que el carácter complejo de la evaluación radica en su carácter


axiológico que implica la reflexión y compromiso de todos los actores involucrados en el
contexto que les rodea. además de esto debemos tomar en cuenta la exigencia de
coherencia entre las concepciones que sustentan nuestro currículum y cada uno de sus
componentes (objetivos, contenidos, enseñanza, aprendizaje) lo que requiere construir
metodologías adecuadas y criterios de valoración pertinentes en el marco de una cierta
rigurosidad sistemática o metodológica flexible o moldeable.

La evaluación curricular es un proceso complejo, simultáneo y global a pesar de estar


estructurado en diversos momentos que se sitúa en la propia institución y en otros
escenarios que el diseño curricular haya previsto para llevar a cabo acciones y
actividades de formación y práctica docente, los responsables de dichos procesos son sin
lugar a dudas los propios actores involucrados en dicho proceso.

Puesto lo anterior se deben tener en cuenta los siguientes problemas cuando se


pretende instalar la evaluación de modo sistemático y continuo:

1. Subjetividad de los actores.


2. Adecuar espacios de discusión y propuesta consensuados por los implicados en la
evaluación.
3. Seleccionar, formar y capacitar al personal responsable del proceso.
4. Lograr transparencia en todas las fases del proceso.
5. Apreciar la propuesta de evaluación curricular desdelos beneficios formativos
positivos que representa para los docentes.
6. Tiempos adecuados y flexibles, pertinentes en todas las fases del proceso.

Acerca de los objetivos de la evaluación podemos decir que la principal finalidad es que
a partir de los objetivos fijados por la institución escolar reflexionar el impacto de las
acciones de enseñanza – aprendizaje establecidas en la propuesta curricular y así
emprender un proceso de mejora continua aunado paralelamente a un proceso de
rendición de cuentas.

Acerca de qué evaluar del currículum podemos tomar en cuenta primero evaluar la
congruencia interna del diseño curricular entre la estructura profunda con la estructura
superficial y los elementos que componen el diseño curricular.

También debemos evaluar la distancia entre la propuesta curricular como documento o


norma contrastada versus el proceso curricular llevado a cabo en el aula y sus resultados
producidos.

En este punto es necesario conocer, comprender e interpretar de manera profunda los


fundamentos, criterios, formatos y modos de organización del curriculum. De este modo
podemos señalar los siguientes aspectos a evaluar:

1. Propósitos curriculares.
2. Adecuación contextual del diseño curricular.
3. Adecuación a la normatividad vigente.
4. El modelo curricular que fundamenta la práctica docente.
5. Los elementos configuradores.
6. Los modelos de enseñanza.
7. Modelos de aprendizaje.
8. La planeación y programación áulica.
9. Coherencia entre diseño y desarrollo curricular.
10. La puesta en marcha del diseño curricular en la práctica.
11. La experiencia vivencial del currículum por parte de los docentes y su impacto en
la mejora del trabajo docente.
12. Resultados del aprendizaje.

En cuanto a la dimensión externa se recomienda tener en cuenta los elementos


principales siguientes:
1. Seguimiento y análisis de los egresados y de sus prácticas profesionales.
2. Análisis del comportamiento de los egresados frente al campo laboral.
3. Análisis de la labor y comportamiento del egresado a partir de su intervención en
la dimensión social profunda.

En síntesis, debemos de establecer de manera clara los aspectos a evaluar para así
poder seleccionar una metodología coherente de evaluación así como para determinar
las estrategias e instrumentos de recolección de datos más adecuados. En este sentido
debemos de concebir a la evaluación curricular como un proceso necesariamente
colaborativo que involucra el diálogo, el consenso y la reflexión continuos en un proceso
espiral que exige de manera dialéctica ejercer procesos de análisis, interpretación y
reflexión de los resultados, de la operación del proceso y de las experiencias de los
actores involucrados en los procesos como una condición para llevar a cabo procesos
educativos integrales que nos permitan alcanzar mejores logros en el ámbito escolar.

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