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El escuchar que se espera un crecimiento del 3% en el PIB para el próximo año, lo que
significa que habrá más inversión en edificios, casas o maquinaria y que se producirán más
bienes y servicios. Esto es beneficioso para todos porque habrá más empleo y más
oportunidades para hacer negocios.
También conocido como método de las rentas, es la suma de lo que gana o ingresa el país.
En concreto, suma tres elementos: la remuneración de los asalariados, el excedente bruto
de explotación (EBE) y los impuestos menos las subvenciones.
El método del gasto para determinar el PIB de un país consiste en sumar todos los gastos
finales de sus residentes y el resto de agentes económicos. Esto se hace mediante su
demanda agregada.
PIB = C + I + G + X – M
Donde C es el consumo, I la inversión, G el gasto público, X las exportaciones y M las
importaciones.
El método del valor agregado funciona de forma opuesta al enfoque de los gastos. Y es que
con esta forma de calcular el PIB se suman las ventas de productos y servicios.
Para ajustar los datos, las ventas de productos se suman después de restar el valor de las
materias primas y otros bienes intermedios que se usan para su fabricación, igual que hace
un autónomo o una empresa al elaborar sus cuentas. Así se evita que se cuenten dos veces
estos productos intermedios.
De esta forma, al valor de venta de un coche se restaría los materiales utilizados, como por
ejemplo las ruedas, que no suele fabricarlos la misma marca. Por su parte, el fabricante de
ruedas restará el coste del caucho y la electricidad. Si no lo hiciesen, las ruedas se sumarían
dos veces al PIB. Así se obtiene el Valor Añadido Bruto o VAB.
El PIB es un indicador muy útil, aunque no infalible. Como cualquier medida, tiene sus
lagunas. La primera es que no engloba toda la economía de un país. En su cálculo quedan
fuera las externalidades, la autoproducción o las ventas de segunda mano, entre otras
cosas.
Sin embargo, el gran déficit del PIB es que no es un buen indicador para medir el bienestar.
Es muy fácil confundir PIB con calidad de vida, cuando se trata de dos medidas diferentes.
Hasta su propio creador aseguró en 1932, ante el Congreso de Estados Unidos, que no era
factible deducir el bienestar de una nación sólo con este dato.
EL PIB PER-CAPITA.
Este es un indicador que surge de dividir el PIB total entre el número de habitantes. Aunque
es mejor para comparar economías de países, también tiene sus limitaciones.
Que el PIB aumente es positivo porque indica la buena marcha de la economía y que
normalmente habrá más ofertas de empleo y más oportunidades de prosperar. Pero para
conocer el nivel de desarrollo de un país y su bienestar hay otros indicadores más
adecuados:
El Índice Gini. Es un indicador que sirve para medir la desigualdad de ingresos entre
los habitantes de un país.
Y no son los únicos, hay más estudios como el de Charles Jones y Peter Klenow o
el de Richard Layard que ya plantean esta relación entre el bienestar de un país, la
felicidad individual y el PIB per cápita.
Al hablar del PIB hay que diferenciar entre su valor nominal y su valor real . El PIB nominal
es el valor a precio de mercado, mientras que el PIB real mide el valor a precios constantes.
En otras palabras, el PIB nominal suma el efecto de la inflación y el PIB real los elimina. Así
es más fácil ver la evolución de la economía sin la distorsión de la inflación. El deflactor del
PIB es quien recoge esta diferencia.
El deflactor del PIB se utiliza para conocer la parte del crecimiento de una economía que se
debe al aumento de precios.
Se calcula con el fin de suavizar el incremento de precios en una economía y, por tanto,
permite corregir las estimaciones del crecimiento de ésta, ya que si no se utilizará, el
crecimiento no sería real, dado que se podría llegar a sobrevalorar. Generalmente, este
efecto corrector, se aplica a una de las variables más importantes para medir el crecimiento
económico, que se llama producto interior bruto (PIB) , y se define como el conjunto de
bienes y servicios producidos en una economía en un determinado período de tiempo,
generalmente, un año
A su vez, a la hora de calcular la inflación, el deflactor del PIB presenta una serie
de ventajas con respecto al IPC (Indice de precios al consumo):
Una de las críticas al deflactor del PIB, es que no tiene en cuenta la economía sumergida y
que el tiempo para su cálculo es más largo que para calcular el IPC.
La economía legal de un país se mide por el producto interior bruto (PIB), que es lo que
produce un país en un año. La economía sumergida no entra dentro de ese cálculo, ya que
es una economía ilegal que no ha sido declarada y, por lo tanto, no está contabilizada de
forma oficial por el gobierno. No obstante, cabe indicar que algunos países sí la estiman en
su PIB.
El nivel de precios de un país es la media ponderada del precio de sus bienes y servicios.
Los ponderadores utilizados usualmente tienen relación con la importancia relativa que tiene
cada bien o servicio en el consumo de las personas o de la producción nacional.
El nivel de precios refleja el valor medio que tienen los bienes y servicios de una economía
en un momento dado de tiempo.
En otras interpretaciones:
Para calcular el Nivel de Precios se toma en consideración unos bienes concretos que se
considerarán básicos para un ciudadano como promedio semanal, y, a partir de ahí, se
calcula el precio, de manera que obtengamos el Nivel de Precios nacionales.
La variación del nivel de precios busca reflejar el cambio en el coste de la vida de los
ciudadanos
. El Índice de Precios muestra la variación en los Niveles de Precios de un producto en un
determinado periodo, y, se expresa en tanto por ciento.
La información que forma el Índice de Precios tiene que estar actualizada, de manera que
podamos conocer el comportamiento del consumidor y la variación en la oferta de bienes y
servicios.
Existen muchos factores que pueden hacer variar el Nivel de Precios, pero podemos
identificar dos figuras, como son:
El índice de precios refleja el movimiento del nivel general de precios entre dos períodos de
tiempo . Se calcula como la relación o cociente entre dos niveles de precios y usualmente se
expresa en términos porcentuales. Los principales índices de precios son el deflactor del
PIB y el IPC.
Ya información para construir el índice de precios debe actualizarse cada cierto tiempo. Esto
se debe a que el comportamiento del consumidor y la oferta de bienes y servicios pueden
cambiar en el tiempo.