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Excreción en vertebrados:
En todos los vertebrados los órganos encargados de los procesos de excreción son los riñones,
y la unidad funcional es la nefrona.
Los riñones se diferencian dependiendo del ambiente en el que se desarrolle el organismo, por
ejemplo, en los peces los riñones se encargan de eliminar agua al contrario de los mamíferos
que se encargan de retenerla.
Existen tres tipos de riñones pronefros, que están en los embriones de todos los vertebrados;
mesonefros, en los peces y anfibios o en los embriones de reptiles y aves; metanefros,
presentes en los reptiles, aves y mamíferos.
Los anfibios adultos presentan un par de riñones, pero solo uno de ellos es funcional, la vejiga
es una invaginación de la cloaca donde llega la orina; según el tipo de hábitat los anfibios
excretan diferentes sustancias de desecho, en medio acuático excretan amoniaco o urea, en
medio terrestre secos excretan cristales de ácido úrico.
Los reptiles y las aves poseen dos riñones funcionales, pero los reptiles carecen de asa de
Henle. Poseen vejiga cloaca. Las aves producen ácido úrico y algunas producen amoniaco. Las
aves no tienen vejiga por lo que los uréteres se conectan con el intestino y los productos de
desecho son expulsados con las heces por la cloaca.
En algunos reptiles y aves cuyo hábitat es el desierto o zonas marinas se han desarrollado
glándulas de sal que se encarga de eliminar el exceso de sal. Estas glándulas se ubican encima
de los ojos y el líquido es eliminado por la nariz cuando la concentración de sales en la sangre
es elevada.
Excreción en invertebrados:
Como las esponjas y las medusas, no tienen estructuras excretoras, por lo tanto, excretan los
productos de su metabolismo a través de mecanismos como difusión, exocitosis y osmosis.
Animales invertebrados con estructuras excretoras.
Los protonefridios están constituidos por conductos longitudinales, comunicados por una red
de tubos que se ramifican por el cuerpo del animal hasta desembocar en células
especializadas. Los protonefridios pueden ser: células flamígeras (forma de llama) y solenocitos
(células en forma de bulbo).
Las sustancias de desecho llegan por los túbulos a las células flamígeras o solenocitos y de ahí
salen al exterior por los poros. Por ejemplo: las tenias o planarias.
Los metanefridios son agrupaciones de tubos no ramificados que conectan la cavidad interna
del cuerpo con los porros que hay en el exterior. Por ejemplo: anélidos y moluscos.
Las glándulas coxales se encuentran dentro de la hemolinfa, allí recogen los desechos en una
especie de bolsa o saco, luego los pasan a través del túbulo excretor, donde ocurre la filtración
y reabsorción del liquido, para almacenarlo en una vejiga que finalmente los descarga a
exterior a través de un poro llamado orificio coxal. Por ejemplo: arañas.
Los túbulos de Malpighi son largos y delgados, uno de sus extremos desemboca en el intestino
posterior y el otro extremo en la cavidad que contiene la hemolinfa. No se da la filtración y se
pierde la mínima cantidad de agua posible. Si hay reabsorción de sales y agua. Ejemplo:
insectos
Excreción en plantas.
Las plantas carecen de sistemas especializados para la excreción debido a que la mayoría de
sustancias de desecho son reutilizadas en otros procesos.
Algunos productos de excreción de las plantas son: oxigeno, dióxido de carbono, sales, néctar,
aceites, resinas y alcaloides, que pueden salir de la planta a través de los estomas y las
lenticelas, o permanecer almacenados en las vacuolas o en el interior de la planta.