Sucesión primaria

Se presenta en áreas donde previamente no había vida. Organismos pioneros como los líquenes crecen
en pequeñas hendiduras entre las rocas y permiten que allí se acumule suelo y partículas inorgánicas.
Cuando el liquen muere, es fuente de materia orgánica y, junto con el suelo acumulado, forma el
sustrato para el desarrollo de los musgos. A su vez, los musgos cambian las condiciones del suelo, a tal
punto que los líquenes ya no pueden sobrevivir y los musgos ganan espacio. En este momento se
alcanza una etapa que será seguida por otra, la de los helechos, hasta que una comunidad se adapte
mejor a las condiciones de clima y suelo. Es decir, son unidireccionales y van de lo simple a lo complejo,
en esta secuencia: roca desnuda, líquenes, musgos, hongos y helechos, pastos y hierbas, arbustos y
matorrales, árboles.

Sucesión secundaria

Se desarrolla en áreas alteradas, en las que ya existe algún tipo de ecosistema. La integran las
comunidades que reconstruirán o regenerarán las alteraciones ocasionadas por la destrucción de la
comunidad. Se establece una sucesión secundaria en terrenos abandonas, bosques quemados y zonas
devastadas por tormentas. Después de que se cae un árbol, se abre una bóveda boscosa establecida, la
luz del sol lega a las semillas y a los brotes que están en el suelo del bosque y estimula su crecimiento.
Luego se desarrollan pinos, seguidos de malezas y otras especies vegetales, hasta que se establece una
comunidad clímax como los acahuales.

Al pasar el tiempo, especies competidoras más fuertes reemplazan a las pioneras, pero también son
desplazadas, hasta que el arreglo de especies se estabiliza y da lugar a la comunidad clímax. El número
de especies de una comunidad depende del tamaño de una región, del índice de colonización, de las
alteraciones y los índices de extinción, así como de la disponibilidad de los recursos.
La diversidad de especies en la comunidad determina su mayor grado de organización y estabilidad. Se
puede distinguir mejor en un bosque que en un campo de cultivo. Además, las comunidades con mayor
diversidad de especies vegetales y animales tienen mejores posibilidades de alimentación para cada una
de ellas; presentan cadenas y redes alimenticias largas y complejas, más tipos de relaciones
interpoblacionales y mayor estabilidad ecológica.

La diversidad de plantas y animales en la tierra y en el mar es mayor en los trópicos, y disminuye

sistemáticamente del Ecuador a los Polos. México se considera dentro de los 12 países megadiversos y
ocupa el 4º lugar general, porque concentra una elevada proporción de especies de flora y fauna; ocupa
el primer lugar en cuanto al número de reptiles, el segundo en mamíferos, el cuarto en angiospermas y
anfibios, y el decimoprimero en aves.