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Cooperación:

Es una relación en la que ambas especies se benefician, aunque no dependen una de la otra porque
pueden vivir aisladas. En la relación del cocodrilo y el pájaro dentista, el cocodrilo se beneficia porque el
pájaro le limpia los dientes y al mismo tiempo el ave obtiene alimento de los restos orgánicos de los
dientes del cocodrilo.

Comensalismo:

En el comensalismo, una de las especies se beneficia sin causar daño ni beneficio a la otra. Ejemplo de
esta ocación es el pez remóra, que al adherirse al cuerpo del tiburón recibe transporte, protección y
residuo de alimento. Otros ejemplos son los percebes, que se fijan al lomo de las ballenas y al caparazón
de los cangrejos cacerola, para así tener hogar y transporte.

Competencia:

Se define como la lucha que se establece entre dos especies por la obtención de los mismos recursos,
que son necesarios para satisfacer sus necesidades, lo que resulta perjudicial para ambas especies.

Depredación:mn,mm

La depredación o relación presa-predador se establece entre dos especies de organismos, en ella el


depredador ataca y mata a la otra, llamada presa, para alimentarse. La depredación es perjudicial para
la presa inmediata, pero a la larga es casi siempre benéfica, porque contribuye a regular las poblaciones.
Este tipo de interacción funciona como sistema selectivo de las poblaciones, porque extermina a los
individuos débiles, enfermos y viejos, que son presas más fáciles de capturar.

Parasitismo:

El parasitismo, una de las especies llamada parásito vive a expensas de la otra, llamada huésped, y


generalmente le causa daño. Dependiendo de su hábitat, los parásitos pueden ser ectoparásitos, como
la garrapata del ganado, o endoparásitos, como la solitaria del intestino humano.

Amensalismo:
Es una relación negativa en la que una especie crea condiciones adversas para el desarrollo de la otra. La
primera no sufre alteración, aunque la segunda ve inhibidos su crecimiento y su supervivencia.
El Penicillium notatum inhibe el crecimiento de varias bacterias, al producir una sustancia tóxica.

Mutualismo:

En el mutualismo o simbiosis, los organismos resultan mutuamente beneficiados, pero su relación es


indispensable, ya que de separarse, mueren. En el caso de los protozoarios que viven en el intestino de
las termitas y que digieren la celulosa de la madera de la cual la termita se alimenta. Otro ejemplo son
las plantas y sus polinizadores: la planta proporciona néctar al animal, como pago por llevar el polen a
fertilizar otras plantas y evita que éste se alimente del polen. Los líquenes construyen una asociación de
algas y hongos, donde el hongo proporciona el sustrato y las algas el alimento.

Te podrás preguntar por qué existe competencia entre los organismos por el suministro de energía,
nutrientes, espacio vital y otros recursos naturales.

Existen dos tipos de competencia: la interespecífica y la intraespecífica. La competencia


intraespecífica que se desarrolla entre individuos de la misma especie o población, puede ser muy
feroz, como ilustra la teoría de exclusión competitiva de Gause, cuyo postulado señala que:

Cuando dos especies de organismos compiten por los mismos recursos que emplean para sobrevivir y
éstos se encuentran en cantidades limitadas, una de ellas será eliminada, a menos que cambie de nicho
ecológico.

La partición de recursos es una adaptación evolutiva que reduce los efectos perjudiciales de
la competencia interespecífica, como la que descubrió R. MacArthur.

Este tipo de competencia se presenta entre poblaciones de diferentes especies; los requerimientos de
dos especies pueden ser similares, pero nunca son tan parecidos como los que corresponden a
individuos de la misma especie.

La interferencia abunda en la naturaleza; la competencia por explotación se presenta cuando los


individuos tienen igual acceso a un recurso limitado, como el colibrí macho de cola ancha, que desde la
primavera hasta el verano se encarga de ahuyentar a otros machos y hembras de su especie de las flores
de su territorio en las Montañas Rocosas. En el mes de agosto, los colibríes rufus del noroeste del
Pacífico migran a tierras mexicanas para pasar el invierno; cuando en su recorrido llegan a las Montañas
Rocosas luchan por el alimento con los machos de cola ancha nativos de la zona, pero finalmente los
rufus, que son más fuertes, desalojan a los colibríes nativos.

Las interacciones presa-predador dependen de la capacidad de soporte y densidades de población, del


refugio para las presas, la eficacia del depredador y en ocasiones de presas alternativas. Las especies
que interactúan como depredadores y como presas ejercen presión de selección entre sí, una debe
defenderse a sí misma y la otra debe superar la defensa. Éstas son llamadas adaptaciones de
comportamiento.
Las adaptaciones de comportamiento o evolución son algunos de los resultados evolutivos de las
interacciones entre depredadores y presas, como la que se da entre el murciélago y la palomilla; los
murciélagos son cazadores nocturnos que localizan a sus presas por ecolocación. Entre los animales
depredadores existen diversas formas de engañar a sus presas.

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