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Te veo ahora sentada y pienso inútilmente en un cuento.

Extraña la sensación de verte ahí, de


gravitar de pronto a tu lado y a veces alejarme hacia abismos que nos suenan insalvables. ¿qué
pensarás? No lo sé y seguro jamás lo sabré. Y eso no es malo, lo malo es sentirte así, como si
quisieras desprenderte de mí con tu rechazo, un rechazo desde ojos hasta pies, pero por sobre
todo ojos, ese par de esferas incrustadas en unas cuencas que dicen tanto con solo pestañear.
Para notar el efecto uno debe estar atento, hasta un movimiento minúsculo, cmo batir de
mariposas puede decir mucho.

Tengo unas ganas indecibles de correr y abrazarte, sentir tu cuerpo apretarse al mío. Sentir tu
boca desplazarse lento en la mía. Hoy es jueves mudo, y tu palabra hacia mí se ha ido. El
mutismo entonces es tu mejor arma.

Es curioso que dos personas así estemos juntas. A mí me desespera estar en silencio pues no
logro comprender del todo los códigos que lo gobiernan, y por otro lado tu pareces
desplazarte muy bien entre esas ausencias de palabras. Pareces una ameba en un mar de
ruidos, todos cargados sin palabras. Quizás por eso tus ojos elocuentes me dejan absorto y
desesperado. Si de algo tengo miedo es de que me dejes y ante esa sola idea no me abandona
la otra de sentirme patético y al mismo tiempo pensar en que esa desesperación terminará por
aburrirte o ahogarte. Que mi exceso de palabra irrelevante e innecesaria terminará por ser el
mejor cuchillo para nuestro amor. Sinceramente quisiera aprender de ti, comprender como te
mueves. Pero aprenderlo mediante qué? Mediante palabras? Aprender a no decir tanto a
través de decir. Seguro ese no es el camino, no es la vía del entendimiento la mejor vía, y tanto
que em angustian estos días todas las cosas. Es una sensación desesperante e inhumana, todo
tiene su ligar sin embargo para mí no existe tal cosa, bien una oficina o una ciudad de más de
25 millones de habitantes.

cReo que he perdido varias cosas, por ejemplo, el interés que solía despertar en ti. Ahora solo
parece que cualquier actividad tenga mayor importancia que mi existencia y verdaderamente
no está mal. Me he embarrado de apestoso olor a patético, celoso e inseguro. Inseguridad de
qué? En un momento pensé que la idea de otro hombre me aterraba, pero mo es tanto eso lo
aterrador de todo, sino sentirme yo mismo tan pequeño, miserable y poca cosa. Me destruiría
totalmente si nos separamaos. Seguro caería en una desesperación importante ; mis nervios
constantes serían preocupantes y dejaría de comer o caería en atracanos de comida
incesantes. La angustia, una vena que va al corazón cubierta de grasa, ni más ni menos.

Pienso constantemente en hacer las cosas a mi modo, pero eso realmente existe?¨existe acaso
un modo de hacer las cosas que realmente me corresponda o solamente soy un compacto de
muchos modos que en algún momento me parecieron validos o al menos dignos de seguir. En
algún momento he dicho mi propia palabra, o todas han sido producto de la inseguridad y
quién sabe que otras cosas más.

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