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Rolf ReiRolf Reichardt. La revolución Francesa y la cultura democrática.

PROLOGO A LA EDICION ESPAÑOLA, Juan Pablo Fusi Aizpurua.


Que es Europa. Ha existido como mito y los griegos se han referido a los territorios a su oeste de a forma.
Pero solo en el siglo XIX parecio imponerse la definición geográfica de Europa como el continente que se
extiende desde el Atlantico hasta los Urales. Aun asi resulta difícil fechar el nacimiento de europa.
Incuestionablemente la cultura greco romana y el cristianismos terminarían por ser los dos pilares
fundmentales de lo que acabaríamos llamando civilización europea. Pero lo que propiamente vino a ser
europa fue cristalizando entre los siglos IV y VIII de nuestra era, al hilo de la interaccion del imperio
romano tardío, las migraciones de los pueblos germánicos, el desarrollo de Bizancio, la expansión del
cristianismo y la aparición del islam. Cierto es que el termino europa no desplazo al de cristinadad en el
mismo lenguaje político europeo hasta el XVII. La idea de una nación europea, de una unidad política fue
muy posterior, esencialmente del siglo XX. Europa nunca fue una comunidad cultural unitaria. El mismo
legado histórico es abrumador. En su divergencia cultural y de naciones, la idea d lo europeo es un hecho
voluntarista, exacerbado en la segunda guerra mundial. En 1957 el Colegio de uropa y la Universidad de
Pensilvania organizaron una conferencia para definir los valores esenciales de la civicilizacion europea,
por extencion, de la occidental: el respeto a la persona por sobre el estado, la libertad inseparable de la
responsabilidad moral, la solidaridad y el deber del acceso a los bienes materiales y espirituales y el
dialogo de libre opinión. Individuo, ciudadanía, libertades y democracia. Monnet, el verdadero artífice de la
unidad europea decía que las ideas no servían si no se traducían en instituciones.
PREFACIO
Este libro parte de los estudios de problemas y casos mas serios y fructíferos surgidos con motivos del
Bicentenario de la revolución francesa, para llegar a un nuevo tipo de exposición de conjunto. La visión
panorámica ofrecida aborda el intento de hacer realidad el principo de desparizacion al invertir la
perspectiva habitual y contemplar la Revolucion Francesa, en primer lugar, desde regiones y ciudades de
provincias a las que se da valor de ejemplo, para solo después terminar por seguir su desarrollo en parís,
centro de los acontecimientos. Lo minucioso responde a las afirmaciones de carácter general que corren el
riesgo de convertirse en meras formulas. Es el interés por como vivian los hechos los coetáneos y no la
formula. Ademas se dara especial peso a la dimensión cultural de la revolución, sobre todo a la política
que comprende los modos de comportamiento, valores y símbolos colectivos, tanto como los medios e
instituciones de la comunicación, sociabilidad y de la formación social de la opinión. Es un intento de hacer
una exposición de la rvolucion a contrapelo.
CARACTERISICAS BASICAS DE LA REVOLUCION CAMPESINA EN FRANCIA
A pesar de ser el país de la revolución hay que considerar que afínales del antiguo régimen seguía siendo
un Estado agrario. En Francia, el país mas poblado de europa con unos 26 millones de habitanes, mas de
las 4 quintas partes vivian en el campo. Por ende sin la participación, aunque sea parcial, de esta
población rural no habría podido imponerse la revolución. Por ello se debe comenzar por una mirada de
las provincias mas que que parisina. Y aun mas, regional, porque era lo determinante del francés medio.
LUCHAS POR LA AUTODETERMINACION: LA REVOUCION CAMPESINA EN LA CORREZE
En las postrimetrias del siglo XVIII, el Bajo Lemosin era preeminentemente un país de agricultores, los
agriculturos de la Correze poseían con el 55% mas tierras propias que en la mayor parte de las regiones
de Francia. Pero como eran minifundistas (menos de 5 hectareas) tenían que arrendar otros terrenos y
buscar ingresos complementarios, por ejemplo temporeros en Aix o Limoges. Esta precariedad aumentaba
mas con el diezmo, tributos feudales (luego estatales) que se comían un quinto de sus cosechas. Los
daños temporales, heladas y sequias, completaban su endeudamiento. Incluso en este sistema tradicional
si fuerte polarización entre ricos y pobres, la Revolucion consiguió una breve pero fundamental
movilización de las masas campesinas. Al cabo de semanas los levantamientos populares de Paris
hallaron eco en un movimiento de protesta campesino. Si bien la chispa fue en las ciudades, los
campesinos mostraban indicion de igualitarismo consciente, articulados por sus propios portavoces y sus
“secretarios” semialfabetizados. En la parte sudoccidental de Correze (Uzerche, Tulle y Brive) desde las
revueltas campesinas de fines del XVI hasta los disturbios agrarios de 1814, 1830 y 1848 existe aquí una
larga tradición regional de choques colestivos con el orden publico.
Calma engañosa antes de la tormenta (1789)
Tras una mala cosecha de cereales sobreviene, en la primavera de 1789, la escasez de alimentos, que
despierta hostilidad y odio hacia comerciantes de granosy panaderos, en el momento mismo en el que se
reúnen los ayuntamientos para redactar sus agravios y elegir a sus diputados. En estas listas se nota un
descontento con el poder feudal y critica al diezmo. (Grande Peur) Los levantamientos campesinos
entonces iban contra esto. Los decretos medianamente antifeudales de la Asamblea Nacional que se
promulgan en agosto hacer hervir del todo los animos. Esta acumulación de tensiones se ve en un
conflicto entre el nobleLa Porte, propietario de un castillos y los campesinos de su feudo en Brive dirigidos
por el posandero Pierre Durieux quien seria luego el tambor mayor de la Guardia Nacional y Miembro del
Comité Ciudadano de Brive. Comienzan pidiéndoles que les den un molino del que se apodero con
pretexto de pago de arrendamientos pero ante su neativa se le continuo pidiendo tierras comunales, una
fuente y un granero y que cesen los engaños en la contribución. Todo esto desde agosto pero el 4 de
dicimienbr euna truba ocupa el castillo destruye la fuente objeto del litigio, levanta delante del castillo un
árbol de mayo y escriben que se colgara al primer inquilino que pague la renta territorial y al señor feudal si
acepta la renta.
Estallido de la tempestad campesina (1790)
Para el cambio de año estallaban disturbios en una docena de comunidades reurales al sur de Brive.
Destruyen e instalan un árbol de mayo. Para enero los disturbios se propagan con mayor fuerza antifeudal.
En Allassac por ejemplo al terminar la ultima misa los campesinos sacan de la iglesia los bancos
reservados de tres señores junto con el palco feudal local y teniente general del dsitrito judicial de
Urzeche, Pradel de Lamase, para quemarlos públicamente en la plaza de la iglesia en una hoguera festiva.
Hasta el atardecer los sublevados irrumpen en 10 mansiones señoriales obligándoles a firmar que han
abonado sus tributos pendientes. La guradia nacional de Brive al dia siguiente se ocupa de mantener la
calma pero Durieux su comandante simpatiza en secreto con los sublevados. Exigen comida y bebida, que
se quiten las veletas nobles de los aguilones de las casas señoriales y sustituyan una picota, símbolo de la
jurisdicicon feudal, por un árbol de mayo. Sus intenciones quedan escritas en unas quejas dirigidas a la
Asamblea Nacional, mas radical que el cahier de un año antes redactado a los Estados generales:
exponen el depotismo feudal y su crueldad, la condición de esclavos, exigen el derecho geneal a la caza y
aprovechamiento del bosque. No quierenb la supresión del señorio feudal, sino un trato que respete la
dignidad humana. Sublevasiones asi hay en al menos 30 municipios del bajo lemosin para fines de enro y
sus diputados en la asamblea proclaman que se ha desatado la anarquía y arbitrariedad. Estos disturbios
no son estallidos de violencia bruta sino movimientos que aceptan las reglas de las feligresías y las
comunidades rurales y que claramente se dirigen contra los fundamentos sociales y económicos del
feudalismo. Armados en general con palos, azadas y hoces intenta sancionar su huelga de tributos y
conseguir para el futuro librarse de las cargas fiscales. En este igualitarismo radical se mezcla su
satisfacción de estar ahora arriba tras siglos de subordinación. Como símbolo visible de su toma de poder
erigen mayos e inauguran de ese modo la tradición revolucionaria de los arboles de la libertad. Al igual que
las “ofrendas de mayo” representan, en la costumbre popular tradicional, testimonio de respeto y
reconocimiento de la autoridad hereditaria, asi los arboles anuncian la iruupcion de una nueva forma de
soberanía, nueva épocas de libertad, enfrente d ela sede de poder de los señores. Al mismo tiempo el
mayo es un árbol festivo: el que lo trae recibe un don. Con los banquetes principescos que exigen cuando
entran a los castillos los campesinos ponen de manifiesto un cambio de relaciones de poder y la fiesta se
transforma en protesta social. En todas estas acciones actúan con plena conciencia de su derecho ya que
no solo se informan de las resoluciondes de la AN sino también y sobre todo por rumores. Estos dicen que
el rey ha ordenado al tercer estado que queme los bancos de los señores en las iglesias. Ademas elijen el
momento, en 1890 donde existía en gran parte del país un vacio de poder. Las municipalidades no estabn
aun bien establecidad y la guardia nacional vacilaba en aplastarlos. Los comités ciudadanos de las urbes
dejan que las cosas sigan su curso. Retiran los procesos contra los insurrectos y en su lugar difunden
panfletos explicativos a fin de inducir a los campesinos a respetar las leyes. Si inician proceso contra
Durieux pero no consiguen su detención ni condena sino que un año después se lo elogia como heroico
defensor de los nuevos principios. Y el Panagerico lo pronuncia Vergniaud, futuro orador estrella de los
girondinos. Hasta tal punto son estrechas las relaciones entre la política revolucionaria local y nacional.
Fermentacion endémica (1790 a 1792)
En estos años baja la intensidad de los disturbios campesino pero se convierten en un rescoldo
permanente. No pasa un mes sin que bandas armadas detengan transportes de grano o vayan a un
castillo. En 1971 se agudiza la guerra contra los estanques de peces de los señores y se convierte en un
movimiento de masas (mas de mil) que saquean un 60 % de los estanques simbólicos al tiempo que base
económica porque representa la condición social aristocrática. En el curso de dos años, escasamente, los
disturbios campesinos se transforman del inicial movimiento económico en movimiento político que disputa
a los señores la principalidad en la aldea. Estos parecen estar además, detrás del complot aristocrático
que, debido al intento de fuga de la familia real, desata el miedo a una contrarrevolución. Por este temor, el
18 de julio 1791, el directorio del departamento distribuye armas a todos los municipios para la defensa
civil y el 2 de agosto encomienda a los alcaldes que registren los castillos de nobles emigrados “lugares de
incubación de enemigos de la constitución y traidores de la patria”. La exigencia de juramento
constitucional de todos los sacerdotes, acordada en parís, añade a los conflictos antifeudales una punta
anticlerical. El 9 de abril del 92 los jacobinos de Tulle son apoyados por campesinos y la guardia nacional
para detener a los sacerdote que sin prestar juramento querían dar la misa de pascua. Con el estimulo de
la revolución de parís del 10 de agosto y las leyes de la convención contra los emigrantes vuelve a atizarse
en otoño del 92 la guerra contra los palacios. Por 2 semanas saquean castillos señoriales pero ponen sus
miras en las propiedades de emigrantes sospechosos de conspiración.
No fueron levantamientos provocados por el hambre ni consecuencia de la pura necesidad, demostrado
por que no fueron en aumento con la subida de los precios de los cereales de mayo de 1792. Los motivos
fueron menos económicos que políticos. Esperan respuestas de la AN ante sus quejas de los señores y
encuentran insuficientes las primeras leyes de 1790. Si bien el diezmo se abole inmediatamente se
necesitan 4 años (1789-1793) para dar solución legislativa al problema del feudalismo. Si bien las
prerrogativas honorificas de la nobleza como el privilegio de caza fueron abolidos el 15 de marzo de 1790,
no se abolían los bancos reservados en las iglesias que estaban vinculados a la jurisdicción feudal,
suprimidos recién el 13 de abril de 1791. La interpretación de las leyes era cuestión de poder. Solo el 25
de agosto de 1792 se anularon en Francia todos los tributos feudales cuyo pago no se hubiera exigido
hacia tiempo. En el propio Consejo General de la Correze se encomendó en 1793 que se destruyeran los
castillos. La constante presión campesina en esos 4 años y la radicalización de sus exigencias
contribuyeron a provocar el cambio jurídico y lo aceleraron en su conjunto.
Rechazo y resistencia (1793-1800)
En el tiempo que le sigue los campesinos van en retirada del movimiento revolucionario para defender su
mundo tradicional en el lemosin. El contraste entre un periodo jacobino, revolucionario radical (1793-1794)
y otro mas tranquilo correspondiente al directorio apenas se da aquí. No se produce ni un rechazo
autóctono del centralismo robespierriano (federalismo) ni ua contrarrevolución rural (vendee). Pero la
revolución afecta a los campesinos. Sumado a las cargas impositivas y al tirbuto de snagre se suma la
devaluación del papel moneda, la exigencia de las ciudades y de los diputados de la convención respecto
a la ntrega de grano y la secularización forzosa. Esto se intenta eludir con resistencia pasiva. Pero pronto
surgirá la contrarrevolución principalmente en dos ámbitos. Primero el rechazo a la secularización y en
especial contra la imposición de nuevos párrocos dispuestos a prestar juramente. El párroco rural no
juramentado representa un trozo de identidad comunal, cuya permanencia resulta mas importante para los
campesinos que las cuestiones de la “gran política”. Cuando el consejero municipal de Meymac y los
jacobinos locales, encabezados por el ex abate Jumel, transforman la iglesia comunal en templo de la
razón, con motivo de la fiesta decenal y organizan una procesión en la que sustituyen la imagen de maria
por una estatua de la libertad no son los creyentes enfurecidos los únicos en atacar al festivo cortejo.
Cientos de campesinos se reúnen amenazadores y son disueltos por los revolucionarios. A partir de
diciembre de 1794 ceden las tensiones político-religiosas , porque vuelve a permitirse la celebración del
servicio divino en privado. Pero como igual als iglesias han sido transformadas desde 1795 hasta 1800 se
suceden protestas y acciones violentas, en las que las mujeres llevan la voz cantante contra el culto
revolucionarios y sus representantes. Echan gente, destruyen templos de razón y símbolos, prestan
servicios de guardia a misas de refractarios pero sin dejar de emplear con astucia el conocimiento que
tienen de la ideología revolucionaria. Por ejemplo en enero de 1796 un vecino de Chadiot exhorta al
consejo de la aldea en nombre de la población rural a que se reponga al antiguo párroco pues “queremos
disfrutar de la libertad de culto que reconoce la Constitucion (1795) y por lo demás, el pueblo es
soberano”. El segundo grupo de insubordinados y reacciones de resistencia violenta campesina se dirige
contra el servicio militar. La negativa a cumplirlo tenia tradición y eso no cambia. Todos los esfuerzos por
reclutar fracasan debido a la trama de solidaridades entre familias, los varones jóvenes solteros y las
comunas, asi como la pasividad complice de las administraciones locales. Cuando en 1796 aumenta la
presión de reclutamiento los desertores operan al estilo guerrillero en lugares familiares, aterrorizando a
alistadores militares, destruyendo símbolos como arboles de libertad e incluso quemando a un republicano
al tiempo que presumen en un manifiesto de poder poner en pie a 4 mil hombres en defensa de su rey y
de la rweligion de sus padres. El anticlericalismo y antimilitarismo no debe entenderse como total rechazo
de la revolcion ni de la republica, sino una lucha por la conservación de una cultura comunal en la que se
sustentaba su identidad y que impregnaba a su congregación, su familia y al vinculo entre su juventud.
Limites y características de movimiento campesino en el Bajo Lemosin
Vimos que los primeros 3 años hay un gran numero de levantamientos que pierden su intensidad en el
tiempo.El hecho de que el centro de gravedad de las rebeliones se situara en las llanuras relativamente
fértiles, intensamente cultivadas, densamente pobladas y abiertas al trafico, de la Correze sudoccidental,
donde además había mas gente que sabia leer y escribir, indica hasta que punto también el movimiento
campesino dependía de un cierto estado de desarrollo económico, social y cultural, de las posibilidades de
comunicación, sociabilidad y de los contactos con los centros urbanos. La revolución campesina no fue en
absoluto hostil a las ciudades, sino que saco importantes impulsos de la interpenetración mutua de la
ciudad y el campo. El ejemplo del Departamento de Correze muestra además que no es posible establecer
una limpia línea de separación entre un movimiento campesino revolucionario y otro contra. En el bajo
lemosin predominan los elemento revolucionarios en los primeros años del decenio y los
contrarrevolucionarios en los últimos. Esta ambivalencia solo era contradictoria desde los revolucionarios
parisinos pero no desde la óptica campesina, vivido como táctica que perseguia un objetivo invariable:
mayor autonomía y capacidad de autodeterminación económica, social, política y cultural posible. Para
ellos la revolución era un medio y no un fin.
CASTILLOS EN LLAMAS EN LOS VIÑEDOS DEL MACONNAIS EN JULIO DE 1789
En la borgoña meridional en un valle transversal del rio Saone, se encuentra el pueblo vitícola de Ige que
vivio el levantamiento campesino mas espectacular que causo repercusiones incluso en la prensa
revolucionaria. En el XVIII dependían por completo del señor feudal dominante, el baron de La Bletonniere,
dueño de casi todos los viñedos, prados y campos que los arrendaba a duras condiciones. Ademas se
esforzaba por aumentar su poder y propiedad a costa de los campesinos. Todo esto no directamente sino
a través de su apoderado general Michon, hombre odiado. Para el verano de 1789 la situación social era
tan explosiva que las noticias de la toma de la bastilla y del incendio del castillo de Challes en la vecine
Bresse tuvieron el efecto de chispa incendiaria. Cientos de viñadores se unen armados con instrumentos
como tridentes y van hacia la propiedad del baron penetrando su mansión y destruyendo los registros de
tierras. Tambien invaden la de Michon. Esta chispa de rebelión alcanza toda la región vinícola de las
colinas occidentales de Saone entre Macon y Tournus, dado que estaban en iguales circunstancias. A
causas estructurales como las elevadas cargas señoriales, fuertes prestaciones personales y el diezmo se
le suman motivos coyunturales como la bruca alternancia de inundaciones y sequia durante el verano y
otoño de 1788, que culminan en un invierno sin precedentes en el que se hielan las 2/3 partes de las
cepas, de modo que en 1789 los pequeños vitivultores quedan sumidos en la insolvencia. Sin estar
fuertemente organizados ni coordinados, su ira no se desata, no obstante, sin medida ni objeto. No ejercen
violencia sobre las personas sino objetos y mientras respetan los bienes de los burgueses centran sus
ataques en las posesiones de la nobleza y el cleo, en especial castillos de señores duros. Estas rebeliones
no eran apolíticas sino que se mezclaba una tradición de autonomía y solidaridad locales con nuevos
elementos de la cultura revolucionaria emergente. Marchaban gritando “Vive le tiers etat”. Pero la revuelta
de los viñadores del Maconnais se derrumbo en una semana, con la milicia ciudadana, juicios y
ejecuciones. Se reforzaron controles admnistratrivos de pago de diezmo y renta feudal. Parece una
paradoja, pero es característico del elevado gradiente político y socia que existía entre el centro
revolucionario y la periferia provincial el hecho de que las sublevaciones de viñadores del Maconnais
indujeran a los diputados de Versalles, en su famosa sesión nocturna del 4 al 5 de agosto de 1789 a
proclamar la abolición del feudalismo y que, a pesar de ello, no mejorase en los años siguientes la
miserable situación concreta de los viticultores. Los burgueses fueron quienes e aprpiaron de las tierras de
la iglesia nacionalizadas, no los campeisnos.
DE LA REBELION FISCAL A LA LUCHA POR LAS TIERRAS COMUNALES EN PICARDIA ENTRE 1789
Y 1795
Levantamientos e insurrecciones de los contribuyentes
Neagarse a pagar tributos e impuestos estatales fue uno de los fenómenos generales de la Francia
provincial y una de las principales fuerzas impulsoras del movimiento revolucionario sobre todo en los
primeros 3 años de la revolución cuando la nueva administración tributaria no funcionaba todavía
plenamente. Las rebeliones estallaron en especial en relación con los impuestos sobre las bebidas, lujo del
ciudadano comun. Hasta que punto estas prtestas se dejaron sentir lo muestra el caso de la Picardia. Aquí
si bien ya se habían levantado en la guerra de la harina en 1775 y luego por los impuestos a la bebida
terminaron por dirigirse contra los impuestos indirectos del Antiguo Regimen en su conjunto, administrados
por los arrendatarios generales. Aquí los derechos de aduana e impuestos eran mucho mas altos que en
otros lados, como el derecho de aduana para entrar mercancía (entrees), el tributo sobre la sal (gabelle) y
el tabaco, pero también de artículos cotidianos como leña, jabon y alimentos (aides) y sobre las bebidas.
Ademas pesaban principalmente sobre los pobres mientras que el clero, noblesa y burguesía acomodada
estaban libres de ellos en parte o del todo. Tan pronto como se tuvo noticia del incendio de las casas de
aduanas de Paris y de la Toma de la Bastilla, se desencadenaron el 18 de julio de 1789, fuertes disturbios
espontaneos de saqueos y demolcion de oficinas de recaudación de impuestos, barreras aduaneras,
casas de recaudadores y de venta abierta en el mercado. Hasta 1791 se sucedieron intermitentemente
estallidos de rebelión fiscal, reduciendo la recaudación en la picardía en ese tiempo. Estos desordenes
eran iguales a las rebeliones fiscales del antiguo régimen pero con el apoyo militar y vacio de poder
cobraban mayor extensión que antes y duraban mas en el tiempo. NO obstante, adquirieron una
radicalidad mayor por el echo de ir unidos a programas políticos que ponían en tela de juicio, como
cuestión de principio, todo el sistema de la fiscalidad indirecta. En mayor medida que en otras regiones en
la picardía los levantamientos iban acompañados de peticiones a la Asamblea Nacional como en contra de
las aides que estaba en contra del principio fundamenta de la AN de 1789 de igualdad y proporcionalidad
de las caras fiscales. Estas peticiones ciruclaban en las tabernas, en formas de copia en los pulpitos y
reafirmadas mediante juntas de firmas recorrían la vida. Estas protestas fiscales indujeron a la AN a
adoptar nuevas leyes. En 1790 levanto los impuestos de la sal y alimentos vitales como tamien hierro y
cuero, y un año después los impuestos indirectos, tabaco y aduanas. El nuevo impuesto principal, directo
(contribucionpersonal et mobilliere), que s eintrodujo a principios de 1791 igualo los privilegios y
sobrecargas, tanto social como regionalmente.
Lucha por las tierras comunales
Picardia también es ejemplo de yuxtaposcion de diversos movimientos revolucionarios. Paralelo a la lucha
fiscal se levantaron comunas por su cuenta hasta 1795 contra latifundistas y terratenientes, a fin de
recuperar las tierras comunales (communaux) y los derechos colectivos usurpados. La política
antiaristocratica de la revolución y en especial la ley de restitución de los derechos colectivos enajenados,
de 28 de agosto de 1792 les ofrecio por fin satisfacción luego de años de lucha. La revolución proporciono
a los campesinos el sentimiento de una libertad adquirida por vez primera. Algo parecido sucedió en las
restantes provincias del norte y nordeste de Francia, asi como en cuatro departamentos del Midi.
VARIACIONES DE LA REVOLUCION ANTIFEUDAL EN GASCUÑA, ENTRE 1790 Y 1794
La estructura agraria tradicional de este territorio se caracterizaba entre otras cosas por un especial
sistema de aparcería (metayage) en el que el agricultor si bien recibia del arrendador aperos y ganado,
tenia, a cambio de ello, que entregar una parte especialmente grande de la cosecha. Con el crecimiento de
población y consecuente escasez de puestos de trabajo, en la segunda mitad del siglo XVIII pudieron los
arrendadores imponer cada vez mas exigencias por terrenos mas reducidos. Esto dio a los movimientos
campesinos una común orientación principal de carácter antifeudal dirigida a todos los receptores de
tributos. Igual esta tendencia ofrecia diversas variantes, rpincipalmente dos. Los medianeros (metayers) o
arrendatarios a medias de Gers nucleo de Gascuña, constituían el 40% de la población rural estabn tan
extremadamente sometidos a cargas y obligaciones que, descontado el arrendamiento (50%), el diezmo
(14%), los jornales (11%) y la semiente (4%), apenas les quedaba una quinta parte de la cosecha. Su ira la
provocaba muy puntualmente el diezmo, extraordinariamente elevado que los párrocos recibían en
especie. Nada de particular tiene que los medianeros contaran el diezmo entre los tributos feudales. La
revolución alentó sus animos de conseguir una reducción del mismo y creyeron que la nacionalización de
los bienes eclesiásticos, acordada en noviembre de 1789, supondría el fin del diezmo. Pero pornto vieron
que la AN lo había incluido en el valor de los bienes nacionales y que sus compradores añadían el antiguo
diezmo a la contribución. Asi en vez de los párrocos eran los terratenientes los que llevaban a cabo las
mismas exacciones. Posteriormente se desarrollo un conflicto permanente entre dos grupos de la Guardia
Nacional. Mientras los guardias de las aldeas, en manos de metayers, apoyaban la negativa tributaria, los
de las ciudades defendían los intereses de los terratenientes. Cuando este frente de defensa ciudadano se
vio debilitado debido al reclutamiento de batallones de voluntaros nacionales en 1791-1792 y a la
persecución de los girondinos en la primavera del 93, lasmilicias de sans-culottes rurales de los
medianeros ganaron supremacía durante medio año hasta que el diputado Dartigoyete, enviado por la
Convencion con tropas procedentes de localidades urbanas, restablecio el orden. En una petición de los
medianeros a la convención de 1794 se reclama por dichos impuestos, los tratos y desigualdad
apoyándose en la doctrina rousseauniana del contrato social reclamando aplicación de los derechos
sociales del hombre incluidos en la constitución de 1793. Estas quejas, testimonio de una conciencia
democrática agudizada en el campo, señalaban las omisiones socialpoliticas de la legislación
revolucionaria. Se les concedieron algunas peticiones de forma parcial, como que en Gers los latifundistas
debieran pagar impuestos proporcionales a su renta, pero la reacción de estos propietarios en el 94 no
dejo progresar en ingresos a ningún medianero. Lo que la Revolucion dejo a los arrendatarios y a los
trabajadores del campo fue una conciencia social, y por tanto política, agudizada. El impulso que
desencadeno los desordenes lo da en 1790 la propia administración departamental de Querey al dirigir
una proclama a la población rural de que esta vez debían hacer efectivos los tributos e impuestos. En
Gourdon un ejercito de 5mil campesinos ocupa el 5 de diciembre la ciudad y saquea durante 3 dias las
masiones de los señores y otros vecinos ricos. La GN se pasa al bando de los sublevados. La convención
envía tropas y los disuelven pero no logran que deje de extenderse la negativa a pagar impuestos a otros
distritos.
MARCHAS POPULARES EN LA BEAUCE, EN 1792, EN PRO DE UN PRECIO JUSTO PARA EL GRANO
Aquí los desordenes rurales adquirieron la forma de sublevaciones por el pan. No es que se produjera
poco sino que la administración de abastos de Paris y los comisarios del Gobierno en el Ejercito preferían
hacer aquí requisas de grano. El miedo provocado por la escasez de alimentos y la especulación hicieron
aumentar aun mas los precios, dado que los pobres buscaban refugio en el campo. El desasosiego político
general tenia un efecto movilizador, por rumores de invasión enemiga y el proceso iniciado a luis. Y asi,
dos oleadas de sublevaciones de inusitada magnitud inundan en febrero y marzo de 1792, y luego en
noviembre y diciembre, las abiertas llanuras cerealistas entre el Sena y el Loire. Marchan campesinos,
desertores, miembros de la GN y pasan por los mercados estableciendo precios bajos para el grano, la
harina y el pan, supervisan la venta de alimentos, registran los graneros de grandes arrendatarios y
terratenientes en busca de reservas escondidas, prohíben la exportación de cereales y hacen que las
autoridades locales legalicen estas acciones. Lo consiguen sin derramamiento de sangre. Estas marchas
se propagan por territorios a mas de mil km2: desde Eure hacia el norte hasta Brezolles; al oeste hasta
Sable, al este hasta Chateaudun y hacia el sur hasta Tours. Tras el derrocamiento de la monarquia los
sublevados adoptan actitudes marcadamente republicanas, azotando simbólicamente una bandera
borbónica con la flor de lis o derribando un cuadro que representa a Luis XV a caballo. Se los recibe con
fiestas, se grita Viva la nación!. Sus ideas igualitarias esconden una fuerza social explosiva. Pero el ideal
al que señalan estos testimonios de una democracia campesina de pequeños propietarios autónomos no
pasa de ser una utopia.
FORMAS DE CONTRARREVOLUCION CAMPESINA DESDE BRETAÑA HASTA LA VENDEE
Bretaña, entre la revolución y la contrarrevolución
Aquí el campesinado, con el apoyo de párrocos rurales procedentes de igual clase, bloqueo, por una parte,
la puesta en practica de los acuerdos de Paris referentes al libre comercio de grano, recurriendo a los
desordenes que tradicionalmente surgían en torno a los alimentos y se negó a pagar los impuestos cuyo
monto se había duplicado. Los campesinos se unieron a la Revolucion en el ámbito local, formando
milicias, registrando castillos en busca de conspiradores y documentos feudales y se presentaron con éxito
a los cargos electivos. Pero mientras a los patriotas cultos les causaban enojo los “rudos espiritus
turbulentos” que impidieron en gran parte su acceso a los cargos influyentes en las elecciones de
departamento y distrito de 1790, los campesinos montaban a su vez en cólera por la preeminencia de las
ciudades y por el hecho de que se inmiscuyeran en su autodeterminación comunitaria. Pero sobre todo se
produjo la quiebra de la incial alianza del Tercer Estado con el campesinado, frente a la aristocracia, a
consecuencia de la política eclesiástica adoptada por la AN (90_91), concretamente, de la nacionalización
de bienes eclesiásticos, de la asimilación de la administración eclesiástica dentro de la articulación
administrativa departametal y de los intentos de los revolucionarios de exigir a los curas católicos, para
poder recibir la asignación económica del Estado, un juramento de la nueva constitución eclesial. Asi el
clero parroquial se paso al campo de los críticos de la revolución y las ¾ partes se negaron a dar el
juramento. La GN penetro aldeas para expulsar a los refractarios y ofrecer protección a los párrocos
patrióticos despertando solidaridad sobre todo femenina con los párrocos tradicionales. Cuando en el 92
se nacionalizo el registro civil y la GN reclutaba voluntarios, los campesinos comenzaron a rebelarse
abiertamente contra esta supuesta reimplantaciion de la milicia y contra lo que era a sus ojos una
descristianización planificada. Ya no se conformaron con planfetos que pedían a sus párrocos sino que
recurrieron a la violencia desde 1793 a 1794. Y violencia era matar a golpes, secuestrar y ocupar algunas
cabezas de distritos asi como quema de documentos. La rapidez y cercanía de las tropas revolucionarias
impidieron que esto se transformara en una verdadera contrarrevolución. Alain Nedellec fue el primero en
probar la guillotina en marzo de 1793 al sostener que era jefe de distrito con un gran apoyo campesino.
La Vendee, lugar emblemático de la contrarrevolución
Pero esta reacción de tropas en Bretaña no se daba por ninguna parte al sur del Loire, porque el Gobierno,
por miedo a un desembarco ingles, había concentrado las fuerzas en las ciudades de la costa atlántica.
Los campesinos comprobaron que, mediante las reformas fiscales y la legislación agraria antseñorial, sus
cargas tributarias ni estaban mas equitativamente distribuidas ni se habían reducido. Comerciantes,
notarios y abogados, la mayoría con cargos electivos, se apoderaban de los mayores bienes nacionales y
movilizaban a la GN contra los párrocos. A partir de 1791 las manifestaciones colectivas de la piedad
popular tradicional como procesiones nocturnas y fiestas de eucaristía, asumieron crecientemente
carácter de protesta política, hasta qe en 1793 estallo la rebelión. Esta se forma en las asambleas luego
de la misa dominical y conversaciones en tabernas. Se niegan a participar del sorteo de voluntarios y se
apoderan de caserios o pequeñas ciudades dejando guardias nacionales muertos. Al difundirse estos
hechos se genera una visión negativa de los sublevados. Tras dos victorias de los campesinos ante las
tropas, la Convencion urde una teoría de conspiración y odio acendrado contra la Revolucion para explicar
esta derrota. La “Vendee” se convierte en lema. Con el Decreto Cambaceres del 20 de marzo, da
comienzo la guerra civil. En un momento de luchas por el poder en la Convencion y de amenaza militar a
la Republica por parte de las tropas aliadas que avanzan en el frente norte, La Vendee ofrece a los
montagnards ua bien recibida imagen del enemigo que justifica su radicalismo contra los girondinos y el
envio de 82 comisarios a los departamentos. Portavoces revoolucionarios demonizan la Vendee en la
Convencion, convirtiéndola en región de traidores a la patria fanatizados por curas que llevan el calir en
una mano y unba pistola en la otra. Convierten la campaña de la Vendee en lucha decisiva de la Reublica
contra la monarquia, rev contra contra. La Vendee simboliza a la Francia contrarrevolucionaria toda. Entre
marzo y junio del 93 “los blancos”, como se nombraba a los sublevados por su escarapela realista,
conquistan varias ciudades: Fntenay-le-Comte, Cholet, Saumur y Angers. Pero como demuestra la
proclama de los campesinos de Houdan al ayuntamiendo de Ancenis, el programa de los sublevados no
es en rigos contrarrevolucionarios sino que tiene por finalidad la dignidad y la libertad campesina: no
depender de las ciudades, no reclutamiento, elegir sus párrocos “no pedimos que vuelvan las rentas
feudales, no somos amigos de los déspotas, exigimos una reducción de los impuestos”. Los campesinos
dominan hasta otoño el territorio que se extiende desde el Loire hasta la llanura de Aquitania y gran parte
de la población esta de acuerdo con ellos. Los azules (soldados de la republica) nada pueden hacer. La
organización de esta muchedumbre se estructural principalmente de manera comunal: la comuna encarna
la unidad vital tradicional y da el sentido a la lucha. Cohesiona a los hombres en torno a un líder local y
permite que se incorpore el noble local. Pero en general no estaban muy organizados y mas alla de la
unión por la religión y la monarquia, reina el desacuerdo. Un Coseil superieur establecido en Chatillon-sur-
Sevre el 26 de marzo del 93 y hace las veces de gobierno se disuelve ese mismo octubre. Imprimen su
propio papel moneda en las prensas conquistadas y un Bulletin des amis de la Monarquia y de la Religion
que pegan en las paredes del territorio dominado. Acabar con La Vendee,símbolo del rechazo, se
convierte en el objetivo principal de los revolucionarios parisinos. Desde diciembre del 93 a febrero del 94
lo que encarnan los azules es una verdadera carnicería, al punto que los asesinan mediante “bautismo
patriótico” en el Loire por la sobrecarga de la guillotina. Avnzan de enero a abril violando, asesinando y
quemando. La cruelad y la publicidad de esta represión han contribuido a la exaltación simbolica de la
Vendee. Pero en general debe considerarse fracasada la política aplicada por parís a esta región. La
guerrilla se organiza casi profesionalmente alnte el ataque. El gobierno establecido en termidor tiene que
ceder, concediendo a la región, a cambio del reconocimiento del régimen republicano, no solo la libertad
de culto, el libramiento del servicio militar y una exencion fiscal de 10 años, sino también el reconocimiento
a sus luchadores de la condición de tropa especial con soldada. Pero la vendee contribuyo a la creación
de la unidad nacional de Francia. La guerra civil de la vendee refleja los problemas generales de
comprensión y de coordinación entre los programas nacionales de los revolucionarios radicales d eparis,
por un lado y el afán autonomista de la población rural que se oponía a la modernización centralizadora,
por otro. Este conflicto tuvo sus brotes en otras regiones, hablándose también de una vendee en
Provenza.
VISION PANORAMICA DE LA REVOLUCION CAMPESINA
Los ejemplos son represantativos de los tipos mas importantes de levantamientos campesinos y de su
peso geográfico. Las sublevaciones antifeudales como del Bajo Lemosin, Maconnais y Gascuña afectaron
la Francia central y meridional. Por otro lado las sublevaciones motivadas por el grano o el pan en la que s
edestaca la gran participación de jornaleros, un fenómeno propio del valle del Rodano y muy
especialmente d elos graneros noroccidentales como la Beauce. En el noroeste y nordeste se centraron
las luchas por la división de las fincas en arrendamientos y la recuperación de las dulas y derechos de uso
colectivo como la Picardia. La rebelión fiscal de esta ultima se extendia por todo el país. Finalmente la
contrarrevolución campesina como en Bretaña y la vendee muestran que su centro se hallaba en el oeste
central francés. Pero la pregunta es si fueron parte integral de la revolución francesa. Hay que decir que
las revueltas en general siguieron las mismas líneas de revueltas anteriores y la mayoría tenían un
carácter comunal de rechazo a la intromisión revolucionaria exterior y la preservación del mundo comunal
según las viejas costumbres. Claro esta que el proceso revolucionario incidia en el curso de estos
levanamientos. A menudo sin interesarse demasiado los campesinos se limitaron a aprovechar la hora
favorable paa eludir los tributos seloriales y los impuestos estatales, con lo que, no obsante, se unian a los
movimientos de sublevacion general de la revolución. Varias series de rebeliones campesinas formaron
incluso parte inmediata de las fuerzas impulsoras de la revolución. Esto fue asi especialmente en los
levantamientos antiseñoriales. Los campesinos daban expresión al mismo tiempo de una cultura política
propia que era perfectamente compativble con las principales demandas emancipatorias de la revolución.
La Francia campesina fue también parte d ela revolución. La política cultural de los pueblos, dominada por
las tradiciones comunales, experimento un cierto grado de democratización y de aplicación del derecho.
MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS Y CULTURA REVOLUCIONARIA EN LAS CIUDADES DE
PROVINCIAS
Estos movimientos constituían una fuerza movilizadora que proporciono resonancia nacional y la
posibilidad de imponerse en todo el país la revolución que tenia lugar en el centro de parís. Lo que prima
es la diversidad. Rasgos generales de la revolución urbana en las provincias se encuentran en fenómenos
menos espectaculares, sobre todo en las nuevas formas, contenidos y funciones de la sociabilidad, es
decir, de la comunicación política, la convivialidad y la formación de asociaciones.
En Tulle, bajo lemosin, ciudad con 10mil habitantes, sede regional principal eclesiástica y estatal con
artesanos y fabrica de armas. Aquí la revoluion se inicia con la Grande Peur, que se difunde por el país
con la Toma de la Bastilla. Por temor a una invasión de los bandidos el consejo municipal urgues crea una
garde citoyenne, una milicia fomrada por “todos los ciudadanos honrados”, no pobres ni criados
domesticos. De esta milicia civil que pronto pasa a llamarse GN patrullan las calles. En paralelo la
asamblea de amedrentados ciudadanos nombra el 7 de agosto del 89 un gobierno local de emergencia
llamado Comité permanent que se ocupa de mantener el orden publico hasta que se elige en enero de
1790 un nuevo concejo municipal. Al calor de los desordenes campesinos y la alza de arrestados y
asesinados aumentan las tensiones entre el concejo y la población. Mientras los notables quieren juzgar
severamente a los campesinos y que la AN los proclame guardianes del orden, los “patriotas” se muestran
partidarios de la abolición de privilegios estamentales y de un tratamiento mas suave con los insurgentes.
La posición de estos últimos se refuerza cuando Brival (PATRIOTA) pasa a ocupar el máximo cargo de
adminitracion en calidad de Procurador general syndic en el departamento de la Correze y los partidarios
de la revolución reciben el apoyo de una nueva fuerza política que se constituye al marges de las
instituciones regulares de la ciudad, el distrito y el departamento.
JACOBINOS EN LA FRANCE PROFONDE: LOS “AMIGOS DE LA CONSTITUCION” DE TULLE
El 5 de junio de 1790, los Amis de la Constitution de Tulle, asociación creada el 20 de mayo, celebran la
primera reunión de la que hay actas en la biblioteca del reformado convento de los franciscanos. Mas de
500 miembros firman estatutos, democráticos y disciplinarios, de esta org de ciudadanos
prorrevolucionarios. Eligen un presidente, dos secretarios y un tesorero por mes por mayoría de afiliados.
El presidente guarda el “orden de la asamblea” abre, cierra, da palabra y propone tema. Los secretarios
redactan actas, hacen lista de asistentes y llevan la documentación. 4 Commissaires cuidan el orden de la
sala. Se reúnen 2 veces por semana, los días de correo. Los afiliados deben comportarse y no intervenir
mas de 3 veces por sesión. Para afiliarse deben apoyarte 5 afiliados y ser aceptado por mayoría con
periodo de prueba de 6 meses. Y se expulsa a quienes actúen contrariamente a los “principios de la
constitución” o no vayan hace 3 meses. En el curso de la politización local y regional el reglamento se fue
haciendo mas rigido. Las reuniones se hacen totalmente publicas en el segundo semestre de 1790,
asistiendo mujeres y no afiliados a las tribunas. Elevan el cuorum para admitir y venden trajetas de afiliado
en 1792 mensualmente para que no vayan gente poco estimada. Mientras los necesitados reciben sus
pases gratuitamente, los acomodados deben pagar mas voluntariamente. En marzo del 94 sustituyen las
tarjetas por medallas que tienen inscrito “Sans-Culotte, membre de la societé populaire de Tulle”. En el 92
se acuerda que el responsable del orden de cada sesión lleve un Bonnet rouge y que patrulle la sala con
un pica. Y es que se armaba quilombo. Crece tanto el numero de asistentes que en junio de 1791 se muda
el club a la sala del liceo municipal pero desde finasles de octubre del 92 hasta comienzos del 93
desciende tan fuertemente que algunas votaciones se aplazan por falta de quórum y se advierte que los
que viven en Tulle deben ir 1 de cada 3 sesiones. Pero 235 vivian allí cuando otros 300 miembros eran de
58 municipios del bajo lemosin, es decir, procedente d elos territorios de disturbio campesino. Asi el club
estaba dividido en 2. Por un lado los miembros mas antiguos y dirigentes, ciudadanos de Tulle que no
tenían acceso al concejo, reclutados principalmente de una capa burguesa tradicional superior
(administrativos, jueces, notarios, abogados, médicos, comerciantes y estudiantes) mientras que los
clérigos solo empiezan a adherirse a finales del 90. Por otra parte, el pueblo llano que se incorporan muy
pronto, como artezanos y pequeños propietarios agrícolas, obreros de la fabrica de armas y luego
campesinos, algunos que a penas escriben su nombre. Esta sección popular pasa del 43 al 58 % entre
junio del 91 y agosto del 94. Durante la fase radical de la revolución, el club tiene que enfrentarse a una
contrafundacion y acabar por expulsar a agunos de sus miembros por pertenecer a la Societé
monarchienne, contraclub realista. Sin embargo con una quinta parte de todos los hombres adultos de
Tulle el club debio tener de su lado a la mayoría de los ciudadanos políticamente comprometidos. Para
tener aun mas reconocimiento realizan bailes patrióticos, fiestas civicas y toman partido por el
abastecimiento de artículos alimenticios. Sus actividades se extienden a dos ámbitos: por un lado a la
aculturación política interna de sus miembros, en armonía con correligionarios de todo el país, y por otro,
el apoyo ideologico y practico de la Revolucion hacia afuera.
La rage de s´associer: procedimientos de comunicación política y formación de la opinión
En el sentido de las sociedades cultas propias de la Ilustracion, desde las logias masónicas a los
gabinetes de lectura los Amigos de la Constitucion de Tulle son una agrupación voluntaria,
supraestamental, de ciudadanos para la información, la discusión y la formación de la opinión común en
torno a las cuestiones apremientes del dia. En su espiritude libertad e igualdad no se nombran Monsieur
sino frere, hermano y posteriormente obliugan a cambiar el usted por el tu. De vez en cuando, los clubistas
refuerzan su unidad mediane fiestas. Pero su verdadera actividad se orienta primordialmente a la
publicistica revolucionaria. Hacen lectura colectiva de los papiers publics ocupando toda una sesión en
ocasiones. Sobre todo para quienes nos saben leer (50%) esta lectura de la prensa política se convierte en
un medio fundamental de información y formación de opinión. Por ello las reuniones son cuando llega el
correo. La mitad de las publicaciones son diarios, fundamentalmente de parís pagando los importantes y
consiguiendo otros. Obtiene información de la AN gracias al semioficial Journal des debats que se lo da el
concejo de Tulle pero otros pgan la subscripción de los principales órganos de la prensa d eopinion
revolucionaria radical: Annales patriotiques (jean Louis Carras), La Sentinelle (Louvet) ,Cournier du Midi
entre otros. En cambio el órgano central jacobino, Journal de la Montagne, solo se abona en el club mas
tarde cuando esta terminado el periodo del Terror. Reflexionan, debaten y envían cartas de lectores a las
redacciones e incluso a la AN. Luego de leer el periódico mural La Sentinelle lo pegan en la plaza.
Admiradores del periódico parisino Le Pere Duchesne de Jacques-Rene Hebert, el activista del club Jean
Charles Jumel funda uno parecido cuya cabecera es Le Pere Duchene de la Correze. La otra mitad de las
publicaciones son hojas volanderas y panfletos. Forman parte de estos discursos de Luis XVI, Camille
Desmoulins y Robespierre, asi como proclamaciones oficiales de la AN y de la Convencion, documentos
sobre planes conspirativos del rey, de la revolución del 10 de agosto del 92, etc. Tambien hay escritos
populares que cumplen mas bien una función pedagógica. La lanteme magique de DÓrfeuil es un ejemplo
ya que explicasencillamente los sentidos de la revolución. Y estas elaboraciones se las mandan enre
clubes. Pero esta recepción de publicaciones revolucianaria es 1 d elos 2 factores fundamentales de la
politización supralocal del club. El segundo consiste en la comunicación con el resto del país y en la
interconezion con las fuerzas revolucionarias, tales como las numerosas guardia nacionales urbanas y
rurales y en especial los clubes jacobinos ideológicamente afines. Las redes se establecen por dos
procedimientos tomados de las academias y logias de la Ilustracion: la incorporación de sociedades filiales
a una sociedad madre (afiliación) y la constante correspondencia. Los amigos de la constitución de Tulle
acuerdad escribir a todas las sociedades de Francia para informar sus fines y son reconocidos por el club
jacobino de Paris como “sociedad fraternal”. No es casualidad que el comité de correspondencia sea el
mas importante. Durante un tiempo reciben de la sociedad madre todas las semanas paquetes de material
impresos con artículos, discursos, circulares, noticias y opiniones. Ademas envían memoriales y peticiones
a la AN, como la petición de puesta en libertad de los campesinos sublevados del Bajo Lemosin. Pero
aunque siguen porlo general las directrices políticas de la sociedad madre, conservan cierta autonomía.
Por ejemplo mantienen también correspondencia con el Club de los Cordeliers de Paris, rechazan un
proyecto de ley para la reordenaicon de las guradias nacionales redactado por robespierre. Mas
importante que la vinculación con la sociedad madre es la vinculación con los demás clubes del mismo
rango 102.
Dentro de esta tupida red de los clubes jacobinos de Francia sudoccidental y del Midi, el club de Tulle
desempeña como minimo 3 funciones principales. Desarrolla cierta dirección control y supervisión de
otros clubes, sobre todo por el principio jacobino de aceptar afiliación demostrando hermanamiento con 2
clubes mas. Asi por antigüedad y cantidad de miembros tienen un papel directivo regional. Y realmente se
fijan quienes son los miebros y si alguno es sospechoso no aceptan la unión del club. En segundo lugar,
funciona como mediador y distribuidor de las publicaciones de la revolución en general y de los
llamamientos y circulares de los jacobinos en particular. En tercer lugar a menudo toman ellos mismos la
iniciativa para difundir y afianzar las fuerzas revolucionarias y la unidad patriótica en la red de las soc
fraternas. Por lo general, dirigen repetidos llamamientos a todos los clubes afiliados de la Correze. Con el
fin de reforzar la voluntad común organizan una especie de congreso para constituir un comité central del
Club de los Jacobinos, cuyos delegados de Burdeos y de la Correze se reúnen en el local de su club en
julio del 92.
Furor politicus: el club jacobino de Tulle como “ojo alerta” de la Revolucion
El furor asociacionista (rage de s´associer) trae consigo un impulso politizados que introduce de golpe en
un contexto de comunicación y discusión nacional a una región que hasta ese momento vivía en local
aislamiento. El club gracias a la influencia que ejerce en la opinión publica pasa a convertirse en instancia
de “democracia de base” junto con los poderes constitucionales y en competencia con ellos. Una natural
función de vigilancia revolucionaria, que otros clubes expresan imprimiento el emblema del ojo en las
tarjetas de afiliado de sus miembros, es común a todas las actividades del club. Los amigos de la
constitución de Tulle otorgan gran valor a una nueva cultura de libertad e igualdad y combaten todo lo que
vean como contrario a estos principios, tal como ostentar títulos nobiliarios (te echan). Reniegan de los
“monumentos del feudalismo” que la revolución ha conservado. Repetidamente amonestan al concejo de
Tulle y a la administración para que cumplan la ley sobre la destrucción de todos los monumentos del
Antiguo Regimen y que supriman los títulos feudales. Pero además hacen propaganda de los símbolos y
de los héroes de la Revolucion. Hacen una reproducción de Bastilla que conjura los horrores del AR y
recuerda la toma libertadora, vigilan que se usen escarapelas azul-blanca-roja e introducen el gorro rojo de
los jacobinos. Participan con especial énfasis en el culto a los héroes nacionales de la revolución. Cuando
asesinan a Marat por ejemplo hacen toda una cadena de rituales conmemorativos. Los amigos de la
constitución desarrollan una verdadera política cultural local en el campo escolar. Debido a que cierran sus
puestas el college de los clericos refractarios, aceptan con entusiasmo la propuesta de la AN de establecer
en cada departamento una Ecole de constitution (6 abril 1791). Declaran asunto de máxima importancia la
reapertura de la escuela superior y forman una comisión de línstruction para su planificación. Y lo hacen
en 1794. Pero su iniciativa queda ahogada en el cambio de poder que se produce también en la Correze a
raíz del derrocamiento de Robespierre. Pero aun mas revolucionaria es la política de cara a la Iglesia
dirigida a los párrocos refractarios que siguen practicando algunas exacciones, realizan bautismos
secretos, etc. A fin de que en la Correze se castiguen estos actos nombran entre los miembros del club a
un vigilante de los curas, hacen ciruclar listas negras y dan acogida al decreto de agosto del 92 de la
Covencion para su deportación. Tras haber reforzado los controles en el 94 para que no se realicen misas
por el alma del rey en el aniversario de su ejecución comunican a la Convencion de que en la Correze ya
no queda ningún cura. Declaran templo de la razón a la iglesia principal de Tulle y exigen para su
financiación una exacción forzosa de 1200 libras a los aristócratas en prisión. Ademas celebran como un
gran éxito de la Ilustracion y de la Revolucion cada vez que un clérigo se pasa a su campo, entre ellos el
obispo constitucional Brival al que enseguida nombran presidente. En otoño del 93 en el momento
culminante del anticlericalismo revolucionario, la sala del club de los amigos de la constitución de Tulle se
convierte en escenario de una autentica descritianizaicon. De todas formas los efectos en extencion y
profundidad de este activismo anticatólico no dejan de resultar dudosos. Por ejemplo cuando descubren
que un grupo de ciudadanos compro una iglesia para celebrar el servicio divino, les resulta difícil tratar
esta “recaida en la superstición”, procediendo a colocar una lista con los nombres en la puerta de la sala
de reuniones durante 3 sesiones y quemándola (enero del 92), pero luego le restan importancia diciendo
que no sabían escribir y que eran campesinos carentes de luces y seducidos por unos cuantos fanáticos.
Pero estos activismos son solo una parte y van unidos a gran cantida de medidas socioeconómicas de
caacter mas general y a actos mas específicamente políticos que tienen que ver mas directamente con el
curso de la revolución. La política social va dirigida especialmente a dos grupos representados
fuertemente en su seno. Uno lo forman los obreros de la fabrica de armas de las afueras de Tulle a la que
en 1794 se le da el nombre de “Usine de la Montagne”. Son la personificación de los partidarios plebeyos
de la revolución. Se acostumbra a darle misiones patrióticas, como el acompañamiento de un transporte
de prisioneros hasta Limoges, o la asistencia a un “cursillo” en Paris sobre la obtención de salitre y
también apoya la construcción de una nueva fabrica y establecen en la antigua casa señorial de Cueille
una tahona propia para ellos. Ante la queja de Paris sobre la reducción de la producción de armas el club
les hacen preguntas de su absentismo y hacen que se comprometan a aumentar la producción. El
segundo grupo lo constituyen los campesinos de la Correze, de los que el club se ocupa mas
intensamente. El club adopto varias iniciativas para la ilustración rural, empzando con las advertencia a la
trampa del fanatismo pasando por la distribución de catecismos de la Constitucion. Se esfuerzan por ganar
la confianza de estos campesinos. Ante los campesinos rebeldes en vez de perseguirlos les prestan oídos
a sus quejas y su actitud favorable a los campesinos tiene sus ventajas y libra a los activistas
revolucionarios de la ciudad de una situación critica en la llamada Guerra de los Gorros. Cuando el 9 de
abril del 92, lunes de pascua, 50 patriotas con gorros rojos penetran en la Iglesia de la Vsistacion para
dispersar a los fieles, en poco tiempo se forma en la plaza una multitud 3 veces mayor de aristócratas
armados. Estos piden la libertad de culto religioso y el cierre del club jacobino de Tulle. Entonces los
“demócratas” tocan la campana de rebato llamando en su ayuda a 15mil campesinos que entran en tropel
en la ciudad conducidos por guardias nacionales de los pueblos y disuaden a los “nemigos de la revolución
de sus criminales maquinaciones”. Son los pequeños arrendatarios (bordiers) y no los agricultores
propietarios los que van. 12 dias mas tardes el club les dirige un mensaje de agradecimiento. Tras este
principio de alianza del campo con la ciudad hay intereses concretos, sobre todo la demanda de cereales d
ela ciudad. Y el pan es el principal alimento de la gente sencilla. Una y otra vez el club les pide que
abastezcan de grano el mercado de Tulle. Pero cuando mandan emisarios a hacer estas peticiones los
campesinos se quejan a menudo. El club forma su propio comité, el Comité des subsistances, con el
encargo de acelerar los transportes de grano a Tulle, detectar acaparadores y perseguirlos, comproar las
listas de existencias de los panaderos, evitar las requisas de otras instancias, en especial las de los
abastecedores del ejercito y panificar conjuntamente con el concejo de Tulle el diario suministro local para
gentes sencillas. La propuesta radical de crear, siguiendo el ejemplo de Paris, un ejercito revolucionario
para el abastecimeinto halla escasa resonancia en el club. Sin embargo, cuando la ley sobre precios
máximos para los viveres (máximum) gana terreno en provincias, el club la apoya con entusiasmo
nombrando todos los domingos 12 hermanos que inspeccionan los mercados y a otros 2 que vigilan los
precios máximos. Intenta incluso para dejar atrás la separaicon social de los ríos que comen pan blanco y
los pobres que ocmen pan negro, proponiendo hacer pan mezcla para todos los habitantes.
En el plano político, sobre el fondo de un miedo permanente a conspiraciones aristocráticas, son sobre
todo los terenos problemáticos los que sucesivamente predominan en la orden del dia de las sesiones. En
primer lugar la lucha contra la monarquia y en favor de la republica. La forma monárquica no es al principio
un tema que los inquiete, ni siquiera con el intento de fuga d ela familia real en junio del 91. Pero cuando
Luis impone el veto a la ley sobre los inmigrantes, cuando a principio del 92 escuchan a los oradores
republicanos invitados, Dubois de Cancé y Roederer, cuando el diputado de la Correze les envía el nuevo
escrito sobre Les crimes des Rois, se desarrolla rápidamente un vivo antirrealismo. En los escritos
dirigidos a la AN a fies del 91 piden que se le retire al Rey el derecho a Veto y en agsoto del 92 exigen su
derrocamiento, lo que el diputado Brival “confirma” el 13 de agosto, 3 dias después del asalto a las
Tullerias. A favor de la ejecución del rey el 19 de enero del 93, al dia siguiente piden a la Convencion que
se excluya a todos los diputados que no hubieses votado por la muerte, sino por apelar al pueblo. Tras la
caída de Robespierre refuerzan repetidamente su republicanismo. En segundo lugar, el club se
compromete apasionadamente en la guerra que los revolucionarios de Paris libran con creciente
enconamiento contra los enemigos exteriores e interiores. Saluda la declaración de guerra francesa a
Austria y Prusia, cuelga en la sala de plenos el cartes “La guerre aux Tyrans” que les enviaron los
hermanos de burdeos en el 92, reúne donativos de guerra para la AN y drirge a esta una declaacion sobre
su “firma decisión de vivir en libertad o morir”(4 d ejunio del 92). Cuando el presidente da lectura a la
declaración de estado de emergencia nacional y comunica que las tropas avanzan en la frontera, los
miembros dl club acuerdan reunirse en permanence e intensifican su propganada para la formación de un
batallos de voluntarios de la Correze. Honran a los voluntarios con una sesión festiva y participan en su
juramento publico. Leen con orgullo en las sesiones las cartas del frene que envían los hijos de la patria y
reúnen fondos para aquellos que caen prisioneros. El enmigo interior lo representa para ellos la Vendee
donde un batallón de voluntarios de la Correze interviene contra los rebeldes. Festejan la victoria y dan
honores a los voluntarios que realizaron la total derrota de los bandidos (5 de marzo del 95). En tercer
lugar, apoyan y ponen en practica medidas de emergencia de política interior, que posteriormente se
resumen con la expreison tópica de Terreur. Sin haber planificado una dictadura jacobina, contribuyen
poco a poco a ella. A mdiados del 91 constituyen un Comité de recherches al que encomiendan ponen al
descubierto las maniobras anticonstitucionals d elos enemigos del orden. En el 92 transforma este comité
en uno de surveillance y con el miedo a la ocnspiracion interna y externa, confeciconan una lista de
sospechosos. Bajo el influjo de la guerra civil de la Vendee se radicalizan aun mas sus actividades durante
el verano y otoño del 93: confeccion de listas de emigrantes y de operaciones de limpieza, expulsión de
miembros emboscados, notificaicone spublicas de correspondencia de aristócratas, protestas contra el
trato indulgente de los sospechosos en prisión, exámenes políticos de los funcionarios electos de la
Correze a cargo de dos hermanos por distrito, junto con la extensión de certificados de buena conducta
civica para los patriotas fieles a la revolución. Saludan con agrado en noviembre la condena y ejecución en
guillotina de los antiguos girondinos de parís y participan en la constituion del “Tribunal Revolucionario” de
la correze. En su sesión del 6 de julio del 94 ponen al descucbierto u complot constrarrevolucionario en la
ciudad y dan al comisario de la Convencion presente, Roume, el nombre de 34 conspiradores siendo todos
detenidos y 15 enviados al Tribunal Revolucionario de parís. Se alcanza asi el punto culminante de la
dictadura jacobina en tulle. De todas formas hay que dudar de que el terror tuvera fuerte respaldo entre
los miembros del club. En todo caso llama la atención el énfasis con el que slaudan “la feliz revolución del
9 de Termidorr” y de que abrupta manera se apartan del “sistema de sangre y terror” tan pronto como el 2
de agosto del 94 tienen noticias de la caída del “tirano de robespierre”. La epuration que previamente fuera
instrumento d eintimidacion jacobina, se vuelve ahora contra los miembros del club radicalrevolucionarios.
Se somete a sus miembros a interrogatorios criminales en la que los acusados tienen que justificarse ante
la asamblea desde la tribuna de los oradores. Son expulsados, de la sociedad con deshonor, en especial
Anotine Sauty, por haber sido el mas ardiente instigador del sistema del terror y de la sangre y haber
entregado ciudadanos al tribunal revolucionario. Y asi expulsan a mas. Pero asimismo rehabilitan
amiembros que habían sido expulsados como Leonard Bourdon. Y asi el 12 de enero del 95, el presidente
puede recibir al comisario de la Convencion Calude-Francois Chauvier diciendo que ha pasado ya el
periodo de hierro que habían implantado en Tulle un “puñado de tiranos”. El club había “arrojado de si a
todos estos terroristas y chupasangres” y ahora estaba regenerado. Con su cambio político de la dictadura
jacobina a la republica moderada de la época del Directorio, los clubistas marcan el paso de un giro mas
general que tiene lugar en la Correze. Repetidamente presionan a los cargos del distrito para que saquen
la guillotina. El mismo Lacoste, comisario de Convencion, es destituido por extrañarse de la pasión con la
que piden castigo a ciudadanos. Al ser destuido y perder muchos jacobinos sus cargos en las nuevas
elecciones se consuma el cambio de poder en la Correze. El 24 de marzo del 95 celebra el club de Tulle
su ultima sesión protocolizada.
Un Club de la Revolucion y su significado ejemplar
Cabe caracterizar al club jacobino de Tulle como asociación extraparlamentaria de los ciudadanos de la
localidad, deseosos de reformas y socialmente comprometidos, junto con los perqueños burgueses,
obreros y campesinos, del entorno inmediato. Si bien mediante la red sigue directricies del club madre su
actividad se centra en la comunicación regional. Su cultura de asociación fratenal, como se manifiesta en
fiestas y defiles, es la forma politca que adopta una arraigada sociabilidad. Contribuye al ejercicio de los
procedimientos democráticos asi como la información de la actualidad, la formación de la opinión colectiva
y la adquisición de una retorica política de nuevo tipo. En correspondencia con la estructura de su afiliación
mantiene estrechas relaciones con el entorno rural, apoyando reivindicacines económica pero ilustrando
disciplinadamente. Durante 4 buenos años da el tono político en Tulle y consigue debilitar a los notables,
para combatir a los cuales se formo en 1790. Cuando tras el giro termidoriano que da la revolución en
1795, el club se disuelve, las familias burguesas han recuperado influencia política y sin embargo hay
cosas que han cambiado fundamentalmente. El efecto traumatico del terror y las depuraciones
termidorianas han tenido como consecuencia una permanente polarización interior. Precisamente por la
mediana condición del club resulta típico de un fundamental fenómeno de masas que se dio en la
revolución francesa: una red de clubes revolucionarios o sociedades populares que a partir de los centros
urbanos se extendió por todo el país en 1791-92 y que en el momento de su máxima densidad, 93-94,
llego a comprender hasta 6mil organización societarias. Todas las localidades como Tulle de mas de 4mil
habitantes tienen su club. Hasta el 30% de esas ciudades estaba afiliado. En comparación con las 850
logias de la década del 80 supone un salto cuantitativo pero también cualitativamente. Mientras las logias
de la ilustración eran sociedades secretas bastante apolíticas y uno de otros modos de asociación
(academias, salones) las sociedades populares revolucionarias fueron a la vez publicas y politias y se
consideraban la única forma legitima de asociación. Ademas el clu de Tulle es ejemplificador del carácter
espontaneo y no unitario de la formaicon de estas asociaciones. Asi mismo muestra que la afiliación no fue
ningún instrumento arbitrario de la dictadura jacobina sino una unión flexible d emuchos centros con
cambiantes formas organizativas y acentos políticos. Fueron fuente de legitimación del gobierno
revolucionario. Trascendieron el aislamiento local gracias a la solidaridad y a la formación común de la
opinión y crearon un espacio político nacional cualitativamente nuevo y tendencialmente mas democrático.
EL DEPARTAMENTO DE ILE-DE-FRANCE EN LA VERTIENTE RESGUARDADA DE LA REVOLUCION
Al haber en un departamento tan apartado como la Correze una notable presencia revolucioaria puede
causar extraño que en Melun a 43 km al este de Paris para 1790 no existiera ni un club revoucionario.
Pero esto pasaba. En el departamento de Seine-et-Marne cuyo centro administrativo es melun, era una
región de pequeños centros urbanos que en conjunto solo eran 8mil habitantes.Mientras que en las
postrimetrias del XVIII estos nucleos de poblacoon se caracterizaban por las empresas artesanales
familiares, cargos públicos, notables y comerciantes, el entorno rural estaba en manos de grandes
latifundistas nobles y burgueses que viven en parís.En las aldeas, los agricultores y jornaleros constituyen
el 40% de los cabeza de familia. La revolución no igual estas contradicciones sociales sino que las
trastoca un poco en favor de ciudadanos urbanos, arrendatrios y grandes agricultores acomodados y de
los artesanos de aldeas. Una sexta parte de la población necesitaba asistencia benéfica. Y esto no cambia
ya que toda la economía agraria estaba orientada al abastecimiento del “estomago de parís”. La tradicional
fama de Brie y Gatinais (comarcas históricas que conforman la región) de ser regiones tranquilas se
confirma en la revolución. Rebeliones campesinas dispersas contra las leyes de la AN para la supresión de
los derechos feudales en la primavera de 1790, disturbios por escases de alimentos en el 92, petición de
división de las dulas entre los habitantes de las aldeas y una matanza en la cárcel de la sede episcopa de
Meaux son los movimientos revolucionarios mas espectaculares del departamento. Puesto que los curas
en 2 tercios prestan juramento, la cuestión religiosa no constituye ninguna prueba decisiva. Hasta 1793 el
apoyo del departamento de Seine-et-Marne a la revolución se limita al reclutamiento de voluntarios y el
abastecimiento de viveres a parís. Apenas se contemplan medidas sociales incisivas ni intervenciones
para odificar relaciones de fuerza locales, con el fin de movilizar a la población en favor de la revolución.
Las fundaciones de clubes revolucionarios no se inician gasta octubre de 1790 y no se estabecen redes
tupidas. El club de melun se mantiene exclusivo hasta 1792 y solo en 1794 alcan los 300 miembros. Los
clubes de pequeñas ciudades y aldeas reclutan sus miembros en 2 tercios entre comerciantes y artesanos.
Solo en el 93 comienzan a dirigirse por fuera de ese nucleo mandando misioneros como apóstoles
revolucionarios a los pueblos cercanos para informar al campo y organizar promenades civiques,
procesiones, llevando bustos de santos de la revolución Marat y Le Pelteier. Y muchos intentos topriezan
con el rechazo de los campesinos. Cuando en el 93-94 se fundan sociedades populares no precisamente
comulgan con la revolución, pues, para mas de una comunidad que se siente amenazada con la
descristianización, las requisas de granos y levas de tropas, el club es una institución de solidaridad para
la defensa de los intereses comunales propios. La convención envía en septiembre a Melun un discreto
diputado Dubouchet en calidad de enviado especial pero no esta a la altura de las circunstancias. Utiliza
una retorica radical sin preocuparse por los detalles y se limita a cxoncentrar en los centros administrativos
del departamento la violencia represiva. No tienen demsiado efectos sus intentos de limpiar a los
mandatarios hostiles al régimen por fala de personal dirigente cualificado. Como existen diferentes
instancias parisienses que compiten por adquirir el grano, se pone del lado de los mandatarios
departamentales. El ejambre de comisarios de la comuna y del ministerio no tienen la confianza del
pueblo. Y sentencia Dobouchet: “ en medio de la libertad, organizan la tiranía”. El 21 de noviembre envía
triunfal a la Convencion “el departamento de Seine-et-Marne esta en estos momentos sansculottizado”. No
obstantes el representante plenipotenciario de la Convencion Nacional asume importantes funciones de
conexión entre parís y el departamento. En el 93 toma medidas de bienestar publico como la formación de
un ejercito revolucionarios para la vigilancia de los acaparadores, la puesta en practica de la ley de precios
máximos, la formación de comités de vigilancia y un comité de seguridad general. A nivel departamental,
este gobierno revolucionario consigue cierta eficacia, aunque no gracias a Dubouchet sino a algunos
patriotas en los que este delega sus poderes. Entre estos destaca Claude-Lous Metier, párroco del
municipio de St.Aspais, Melun, redactor en el 89 de la lista de agravios regional, concejal electo y mimbro
fundador de la Sociedad de los Amigos de la Libertad y la Igualdad, en 1790 y presidente en 1791 de la
asamblea de electores del distrito de melun. Metier representa al pequeño grupo de activistas
revolucionarios en los centros administrativos de los departamentos que durante un breve periodo
disponen de un amplio espacio de actuación. Durante los dos meses de subdelegado, septiembre y
octubre del 93, el cura rojo desarrolla una febri actividad. Como presidente de la administración del
departamento y subdelegado de Dubouchet impone cargas a los ricos y establece el internamiento d elos
sospechosos. Sustituye a los miembros del comité revolucionario que considera moderados, a los
concejales electos (notables locales) por miembros del club, en su mayoría pequeños burgueses dueños
de talleres. Hace cambios en el aparato de justicia y establece un Comité revolucionario central bajo su
dirección hasta que por las quejas de los perjudicados la Convencion lo destituye por usurpasion de
competencias. Apoyandose en revolucionarios como Metier, Dubouchet forma en el departamento de
Seine-et-Marne un sistema de vigilancia y denuncia. No menos de 284 comites de vigilancia que se hacen
la guerra unos a otros con ordenes de detención, persiguen a efectivos y supuestos especuladores de
granos, curas refractarios y otros “contrarrevolucionarios”. Trabajan en conjunto con los comités
revolucionarios de distrito. Internan 1539 personas mayormente por aplicación de la Ley de Sospechosos
de 17 de septiembre de 1793. Esta oleada de detencopnes se dirge primordialmente contra los
aristócratas. Se envía a parís a 147 de estos prisioneros y se les acusa ante el tribunal de la revolución. 86
penas de muerte. El terror también afecta aquí. Pero la persecusion no es sistematica y no afecta a los
amigos ni a los aliados de los activistas revolucionarios. Los internados representan el 0,5% de la
población y la mitad quedan libres en un mes.
Pero el periodo del gobierno revolucionario tiene también un aspecto cultural. Desde el verano del 93 a la
primavera del 94 las sociedades populares celebran 126 fiestas revolucionarias. Mayormente espontaneas
y dedicadas a mártires de la libertad y los nuevos valores fundamentales, que van desde Liberte y Egalite,
pasando por los de Bonheur y Unite hasta los de Peuple y Patria, y son por tanto expresión de la
democratización del patrón social de simbolización. Al mismo tiempo, demuestran la fortaleza y la
conformidad del movimiento popular revolucionario. Solo a artir de la primavera de 1794 se superponen
cada vez mas a estas fiestas las solemnidades oficiales como la celbracion de la conquista de Toulon y en
honor del Ser Supremo.
Con el cambio de delegado plenipotenciario puede darse por terminada la fase radical aquí, ya que Nicolas
Maure, que ha actuaod con éxito en borgoña y en diciembre del 93 reemplaza a Dubouchet, toma una
orientación mas moderada. Pone en libertad a mas de la mitad de los internados, rechaza las cargas a los
ricos y se muestra generoso con latifundistas y propietarios. Se esfuerza por quitar poder a los impulsores
locales de la descristianización. Quita del poder a muchos del club y fomenta en conjunto el reforzamiento
de las fuerzas moderadas. Todo esto mientras en Paris sigue imperando la Grande Terreur. Pero si bien el
terror fue limitado aquí, si que cambio el tono de la vida social, polarizando y politizándola. Se pone de
manifiesto en 94-95 periodo en el que en este departamento se imponen por completo las fuerzas
moderadas y conservadoras y desarman, persiguen y encierrar antiguos activistas. En cambio los patriotas
del 93 conservan una cohesion supralocal mediante sus reuniones en las fondas y en círculos secretos. Se
cuentan entre los abonados del periódico de Babeuf, Le Tribun du Peuple, y, en febrero de 1796 participan
en la Conspiracion de Los Iguales. Los portavoces del movimiento popular del año II constituyen el nucleo
de una oposición política en los planos comunal y regional: son los padres de una tradición republicana.
MARSELLA: “ESCUDO PROTECTOR DE LA REVOLUCION”
A diferencia del caso anterior, cabe considerar que la metrópoli comercial de la desembocadura del
Rodano, es en mas de un sentido adelantada de la Revolucion. Dados que aquí cobraron carácter, de
manera aguda y precoz, conflictos y movimientos sociales típicos. Esto se explica por un lado por la tensa
estructura social de Marsella, la 3era ciudad de Francia finales del XVIII(120mil habitantes). Frente a un
elevado numero de artesanos y crecientemente jornaleros, había una capa superior rica de comerciantes
nobles o de la alta burguesía que monopolizaban su interés en el concejo municipal. Los movimientos
subburgueses tenían una tradición: habían forzado la reducción del precio del pan y algunos grupos de la
oligarquía movilizaron al pueblo en favor de sus luchas de poder. A esto se añadia la “sociabilidad
meridional”, marcada especialmente en la Provenza urbana por la que tambie la gente sencilla se unia con
sus semejantes en ligas de artesanos y aprendices, cofradías y asociaciones. Al sobrevenir la crisis
económica y de ocupación de finales de la década del 80 estas estructuras generaron en la clase baja una
latente disposición a las acciones de protesta y de autoayuda.
1789:¿rebelion o revolución?
Asi, los violentos disturbios que se desatan en marzo del 89 en Marsella y alrededores en relación con los
alimentos parecen ser incialmente mas de las mismas rebeliones de la plebe. Pero pronto muestran ser el
primer elemento y el catalizador de un proceso revolucionario. Coinciden con la campaña electoral local
para los estados generales, en la que el tercer estado marselles, por presión de la calle, elige diputado al
tribuno del pueblo Mirabeau. Organizan una garde citoyenne en la que confraternizan peones e hijos de la
burguesía. Las rebeliones tambalean la autoridad del concejo tanto que por dos meses la asamblea de
hombres electores del tercer estado asume el gobierno. No se admite la presencia de ningún
representante real hasta que el comandante en jefe de la Provenza irrumpe violenamente el 20 de mayo
con 6 batallones de infantería. La noticia de los acontecimientos parisinos del 14 de julio tiene el efecto
chispa. El 28 de julio 3mil marselleses se trasladan a Aix, con música tambores y banderas y exigen la
puesta en libertad de los presos y la entrega de sus expedientes procesales. Pero se ven en apuros por el
regreso del antiguo consistorio y de una guardia ciudadana obediente a la autoridad que sustiuye a la
garde citoyenne popular. Cuando el 19 de agosto una manifestación de patriotas se congrega en la plaza
de La Tourrette y se convierte en motin por la muerte de dos manifestantes, es sangrientamente reprimida
por los dragones de Caraman (40 muertos).
1790: una nueva puesta en escena de la Toma de la Bastilla.
En este incensante conflicto entre la oligarquía urbana establecida de antiguo, los militares y la justicia, de
un lado y los pequeñoburgueses politizados del otro, la relaicon de fuerzas se vainvirtiendo poco a poco
durante la primavera de 1790. Si bien en las elecciones del concejo da como resultado a los moderados,
en febrero se forma una Guardia Nacional, el 11 de abril se constituye la elite culta de la ciudad favorable a
la revolución, en club jacobino de Marsella, bajo la dirección del abogado Charles-Jean-marie Barbaroux.
Una semana mas tarde se retiran las tropas reales y 10 dias después se aseguran los patriotas la
solidaridad de la Guardia Nacional en un banquete en su honor. El 29 y 30 de abril se pone de manifiesto
el cambio de fuerza en favor de los activstas revolucionarios, cuando se apoderan de los fuertes de la
ciudad: Saint-.Jean, Notre-Dame de la Garde y Saint-Nicolas. La calidad revolucionaria la adquieren estas
acciones sobre todo gracia al hecho de que se entienden y se escenifican como “Tomas de la Bastilla”. Y
es que estos lugares son considerados Bastillas Marsellesas, porque como la prisión estatal parisina son
baluartes del despotismo y guaridas de aristócratas, como la ciudadela San Nicolas, construida por Luis
XIV en 1660. Y convierten su actuación en heroica conquista y se festeja y conmemora. Como en la
bastilla la conquista de los fuertes de Marsella estuvo acompañada de actos de justicia popular
espontaneos, y lo comparan explicitamento como la muerte del comandante del Fuerte de Saint-Jean con
la decapitación del gobernador de la bastilla Launay. La cabeza del comandante es llevada por toda la
ciudad y asusta a los aristócratas. Aun mas, no solo toman los fuertes sino que los destruyen también
como la fortaleza portuaria de San nicolas. En el teatro de Bonnet-Bonneville se recauda para tal fin con
una función basada en los hechos que se están sucediendo: la demolición de los fuertes de Marsella. Al
igual que la bastilla los vencedores se arrogan la condición de héroes nacionales de un nuevo tipo, de
patriotas plebeyos. Este traslado consciente, concreto y diferenciado del simbolismo de la Bastilla a un
lugar tan distante de su orgen constituye una prueba de la intensa receptividad en las provincias a las
noticias de parís y un ejemplo de la adopción en todo el país de una nueva cultura política que en parte
esencial se expresaba en símbolos revolucionarios. Pero también fue un escudo protector ya que la
demolición de los fuertes del Estado que ya no pertenecían al rey sino al Estado eran actos punibles, pero
inimputables por ser tan iguales a la toma de la bastila.
1791 y 1792: peregrinaciones de los comisarios del pueblo
Los ciudadanos politizados marselleses integrados en el club jacobino local y en la GN, desarrolan en
estos años una nueva forma de acción que se verbaliza con mas fuerza todavía y se extiende aun mas
espacialmente: el peregrinaje revolucionario (course civique), actividad misionera política en la que el
predicador de la revolución se presenta como protador de la constitución y anunciador de a ley. Las formas
previas tenían carácter militar. Su punto de partida es Apt cuando una delegación de su club jacobino va
en marzo del 92 a ver a los Amigos de la Constitucion de Marsella y les cuentan la difícil situación de los
patriotas ante los Amis de la Paix que copan todos los puestos electolares y persiguen a sus oponente al
grito de “vivan los aristócratas”. Una semana mas arde 1500 hermanos armados van al lugar en nombre
de la constitución y de la salud publica imponiendo el programa de su promenade civique: pago de atrasos
fiscales, expulsión de curas refractarios, disolución del club aristocrático y desarme de sospechosos. Su
predicador es Jacques Monbrion, cabecilla de los vencedores de la bastilla de Marsella. A partir de Apt,
este recorre las pequeñas localidades de alrededor y refuerza los clubes incentivando al activismo
revolucionario. Cuando loi consigue en el nido de aristócratas de Arles, los periódicos revolucionarios
escriben triunfantes y apoyando a esta peregrinación libertadora. Es ante todo un “misionero de la
revolución” el que pone en practica este programa: Francois Isoard activista que ha aprendido con
Monbrion. La demanda de este tipo de misiones parece grande y el club jacobino de Marsella con Isoard
siempre responde. Sobre todo fundando sociedades patrióticas y poco a poco se le van uniendo mas
clubistas misioneros hasta que su comitiva llega a estar compuesta por 4mil peregrinos cuando, el 17 de
mayo, penetra en Sisteron celebrando su triunfo mas espectacular. No solo dimite el alcalde conservador y
varios cargos, la disolusion de la cofradía realista y la fundaicon de una sociedad patriótica plantando un
árbol de la libertad sino que organizan también una fiesta de la reconciliaicon con canciones, baile y un
banquete patriótico con gorro de la libertad y escarapela tricolor. Isoard y su hermano Tourneau, héroes. El
primero con Mombrion fundan un periódico de artesanos y campesinos “Manuel du laoureeur et de
lártisan” que se lee en una serie de clubes. Fama nacional alcanza una peregrinación que sigue
inmediatamente a esta misión: la marcha de los federados marselleses a parís. A petición de la AN para
defender la capital de los aliados que avanzan hacia ella, llegan 600 guardias nacionales el 29 con “la
marsellesa” en los labios, himno que han tomado de la prensa y que han dado a conocer por el camino.
Participan en un asalto a las Tullerias, piden el derrocamiento del Rey (23 de julio) y vuelven triunfalmente
a la ciudad del rodano como “batallón del 10 de agosto”. Pero esta peregrinaicon espectacular marca el
punto de inflexión con una paulatina perdida de fuerza convicción y eficacia. Empiezan a enviar a gente a
calmar a radicales demasiado violentos y la misión republicana consigue cada vez menos éxitos de
mediación. En Salon, ciudad de 6mil habitantes una capa de grandes burgueses constituyen un club
conservador, los Antipolitiques que controlan la administración publica. Estos activistas
contrarrevolucionarios, denominados también “los negros” arrancan los arboles de la libertas se burlan de
los patriotas y el club jacobino de Marsella responde pero no puede persuadir e interviene enérgicamente
una segunda comisión en octubre del 92 bajo la protección de 600 GN y establece un nuevo consejo
municipal, los retira la filiación con Marsella y proponen la disolución del club. Protestan y mandan una
tercera comisión también armada en diciembre. El 13 de febrero del 93 se manifiestan en una marcha de
1500 campesinos armados que penetran en plena sesión del consejo administrativo y se qauejan de las
ilegalidades y abusos que cometen los comisarios jacobinos. Pero ni siquiera la presencia de 700 GN que
penetran el 19 de febrero la ciudad con dos cañones es capaz de forzar un compromiso, ya que el empleo
de la fuerza militar esta en contradicción con la forma en la que Isoard entiende la constitución. La
polarizaicon entre revolucionarios radicales y moderados ha dejado sin efeto la retorica constitucional del
misionero político que antes tuvo éxito. Isoard es elegido vice de los jacobinos marselleses pero ante los
conflictos con los federalistas huye a parís en mayo del 93 y entra en contacto con el Club de los
Cordeletos y se convierte en miembro de los jacobinos.
1793 y 1794: sans-culottes contra jacobinos
Desde su fundación en 1790 el club jacobino de Marsella se muestra largo tiempo de acuerdo con las
secciones de la ciudad, hasta que en estas se desarrolla una democracia de sans-culottes autónoma. Si
hasta enero del 92 habian actuado como asambleas primarias de los ciudadanos activos para la elecicon
de los diputados y personal administrativo, desde la primavera del 92 se independizan y se convierten en
clubes patrióticos de debate y acción, reunidos permanentemente que atraen incluso a ciudadanos mas
pobres, carentes del derecho de voto y que se muestran partidarios a la abolición de la monarquia. Tras la
revolución del 10 de agosto se multiplican su miembros. En total movilizan 15mil ciudadanos.Sin diferir
fundamentalmente del perfil social pequeñoburgues del club jacobino, los seccionarios resultan algo mas
plebeyos. Su creciente militancia revolucionaria se decanta con la creación de comités de vigilancia y la
formaicon de su propio tribunal del pueblo (que nunca llegaría a tener reconocimiento oficial). El Club
jacobino si bien los apoya incialmente entra cada vez mas en desacuerdo con su forma de entender la
democracia, plebiscitario y particularista. Cuando el delegado plenipotenciario de la convención Bayle
anuncia el 16 de Marzo del 93, la sustitución del tribunal popular por un tribunal de la revolución, el
reclutamiento de 6mil voluntarios y el desarme de los ciudadanos, se produce una división al respecto en
el club jacobino. El ala radical acpta pero el ala moderada se va a las secciones que rechazan las ordenes
y se oponen al intento e centralización y de predominio de los demás jacobinos. Tanta es la resistencia
que los comisarios Bayle y Boisset deben esconderse y el 2 de mayo declaran enemigas de la revolución a
las secciones. La polarización política interna se propaga desde parís, y poco a poco van cayendo en una
postura girondista. Disuelven el comité central de los jacobinos y hacen un Comité general y a través de
su Tribunal Popular liberan a los suyos y presiguen a los jacobinos. En vista del centralismo
revolucionarios de los montagnards de Paris, defienden el derecho a la resistencia contra la opreison.
Denuncian a los jacobinos, incluso Marat y Robespierre de dictadores y hombres sedientos de sangre.
Forman un comité de seguridad general y una armada departamental. La convención no puede permitir
semejante obstinación en el flanco sur de la republica sitiada, puesto que Toulon sigue el ejemplo de
Marsella y en julio proclama asimismo su independencia de Paris. El 25 de agosto la Convencion envía a
las tropas revolucionarias al mando del general Carteaux y sacan a los presos fundando de nuevo el club
jacobino y reclutan para hacer lo mismo en Toulon. Cambian al personal dirigente y ponen a la orden del
dia el terror mediante el decreto del 12 de octubre. Son juzgados por el Tribunal Revolucionario que asume
la competencia en todas las causas penales de carácter político. El Gobierno Revolucionario deja tras de
si entre la gran burguesía, pero también en las secicones, un profundo odio a los partidarios del Terror,
que s emanifiesta abiertamente tras la caída de Robespierre. La necesidad de venganza
contrarrevolucionaria se muestra por ejemplo en el 95 con la formación de los comandos asesinos de las
Compagnies du Soleil para perseguir terroristas en desbandada y son victimas de una matanza los
jacobinos precisamente en el fuerte de san juan. Otro acontecimiento simbolico.
ALGUNOS RASGOS FUNDAMENTALES D ELA REVOLUCION FRANCESA EN LAS PROVINCIAS
Todos los ejemplos muestran el espectro de variación de la revolución. En Marsella militancia patriótica y
movimiento de sans-culottes, Seine-et-Marne una gran prudencia y destreza para evadir el centralismos y
en medio, Tulle con participación menos espectacular pero comprometida en las fases principales de la
revolución. Permiten unas observaciones generales sobre el carácter de la revolución en la France
profonde. 1. El proceos revolucionario de las ciudades y del campo no fue separado y paralelo, sino que
estuvieron en contacto. Clubes en pueblos, participación de campesinos en los de las ciudades, difusión
de textos en el campo, ayuda armada. La rev campesina no fue tan autónoma como se piensa. Tanto en la
ciudad como en el campo la revolución produjo una fundamental politización. 2. En ambos lugares los
cambios entre movimientos pro y contrarrevolucionarios eran fluidos. Al igual que la contrarrevolución
campesina, tampoco el federalismo urbano, según el termino propagado por los montagnards, combatia en
ultima instancia la Revolucion en si, sino sus abusos totalitarios. La orientación centralista y el
sansculottismo compiten no solo en parís sino que se integra estructuralemnte en la revolución urbana. 3.
Ademas de particularidades locales y regionales, fue tras los campos temáticos y problemáticos en los que
sucesivamente se encendieron las disputas y procesos locales: la cuestión de la iglesia, la sustitución de la
monarquia por la republica y el problema del terror. Jamas se había discutido antes cuestiones políticas
nucleares de manera tan parececida y apasionada a escala nacional. 4. La revolucon en las provincias
junto a la dimensión político social, tuvo una dimensión cultural con gran riqueza de facetas. La
verbalización de las contradicciones ideológicas y sociales en un vocabulario enfatico en el cual por
ejemplo aristocracia se tranformo en concepto ideologico y de lucha. El nuevo lenguaje de la revolución se
extiende por las provincias no solo por las disputas verbales sino también mediante discusiones
publicisticas: periódicos, panfletos, valantes y carteles es otra importante faceta de esta rev cultural.
Ademas el papel importante de los símbolos y acciones simbólicas como las bastillas marsellesas, la
destrucción de emblemas del feudalismo el la correze o el homenaje a mártires en Seine-et-Marne. El lado
cultural se manifestó especialmente en los festejos patrióticos,sobre todo en las fases rev radicales del 93
y 94. La demostración de unidad y fuerza también vinculado a un efecto propagandístico, proclamación de
valores, simboos y necesidad de sociabilidad. Tambien estas manifestacione sincluian elementos
religiosos, como catecismos políticos, peregrinajes, misioneros, templos de la razón, llenando con nuevos
contenidos formas y rituales religios con el fin de popularizar con mayor eficacia su mensaje d elibertad a
las vez que le prestaban un aura d esantidad. 5. Los clubes patrióticos y sociedades populares
demostraron ser los principales portadores de esta cultura politic ay en general, de la revolución en las
provincias. En mayor medida que los dirigentes que pronto formaran una elite adminsitrativa, en mayor
medida que los cambiantes delegados de la convención, los clubes fueron la fuerza impulsora
revolucionaria. No es casualidad que la Constitucion Directorial que aprobaron el 22 de agosto del 95
dedicara 5 de sus artículos a prohibir asociaciones políticas extraparlamentarias.
LA REVOLUCION FRANCESA COMO PROCESO POLITICO
La revolución francesa era un proceso democrático coherente de emancipación y politización que fue
radicalizado paso a paso a las multitudes sublevadas en una serie de jornadas de lucha revolucionaria.
Dado que cada nueva proclamación del fin de la revolución demostraba ser precipitada, Pagés (publicista
96), en el curso de su exposición, llegaba cada vez más a la conclusión de que la Revolución Francesa, en
cuanto proceso conjunto, constaba de una larga cadena de impulsos revolucionarios momentáneos. Los
impulsos principales del proceso revolucionario son más las jornadas protagonizadas por el pueblo que los
acontecimiento relacionados con las constituciones. Consistía, por una parte, en la movilización
democrático del pueblo llano y, por otra, en la constante competición publica de las fuerzas dirigentes y las
agrupaciones políticas en torno a la posición clave simbólica del verdadero portavoz de la nación: en cada
ocasión conseguía el poder el grupo con mayor eficacia desenmascaraba a sus oponentes como traidores
del pueblo. De ahí la constante democratización y radicalización de los programas revolucionarios, de ahí
el papel que desempeñaban la sospecha de conspiración, de ahí la sucesión de las divisiones de partidos,
el levantamiento de sospechas y las purgas.
INTENTOS DE REFORMA DE FINALES DEL ABSOLUTISMO Y LA PRERREVOLUCION ENTRE JUNIO
DE 1787 Y MAYO DE 1789
Del mismo modo que la palabra francesa revolución va adquiriendo en la década de 1770 un creciente
significado reformista, también la Revolución Francesa comienza como movimiento reformador. La
situación se caracteriza por un crecimiento mantenido de la población, unos puestos de actividad
económica cada vez más escasos, una crisis de la industria textil, un aumento de los precios con
estancamiento de los salarios y por ultimo un endeudamiento creciente del Estado y un constante conflicto
político interno entre la corona y las aspiraciones de representación popular de los tribunales superiores.
Sobre este fondo y tras el fracaso de Turgot, los ministros de hacienda y primeros ministros
sucesivamente, hacen a partir de 1778 desesperados esfuerzos por liberar al Estado absolutista de su
crisis de sistema. Sin quererlo, el propio Estado de antiguo régimen atiza el debate político que lo pone
claramente en tela de juicio y moviliza a los nuevos dirigentes, que posteriormente lo suprimirán. En
especial las asambleas provinciales, órganos subordinados, que en 1787 se establecen en las dos
terceras partes del reino, cuya misión consistía en endulzar el aumento de los impuestos, pero señalan al
mismo tiempo el comienzo de la constitucionalizarían y de la autonomía administrativa regional,
constituyen ya, en cierto modo, un ensayo de la revolución constitucional de 1789: duplican la
representación del tercer estado, aconsejan sin distinción estamental, reúnen acusaciones y rinden
públicamente cuentas de su labor. Las consultas periódicas de estas corporaciones jerarquizadas, de
administración autónoma en los niveles provincial, de distrito y comunal, así como sus comités de gestión
permanentes, despiertan esperanzas de reforma e inician en la práctica parlamentaria a muchos hombres
que anteriormente se mantenían alejados de la política.
El club politizado que así se crea se reforzado por las dos asambleas notables que Luis XVI convoca en
1787 y 1788 en Versalles. Lo que se encontraron fue con reproches al despotismo ministerial y portavoces
del anti absolutismo. Ante esto el primer ministro Lomenie de Brienne anuncia, el 5 de julio de 1788 la
convocatoria de los Estado Generales y da libertad para que se discuta públicamente su forma y sus
objetivos.
Así crece la inundación de folletos reformistas y panfletos políticos, en los que la nobleza de espada y de
toga invoca las libertades y privilegios históricos mientras que los patriotas (así se empiezan a llamar) se
basan en el Derecho natural y oponen a la idea corporativa de la sociedad al concepto de nación
soberana, animada por la voluntad común. Los primeros pierden mucho apoyo al declararse el 23 de
septiembre de 1788 a favor de la vieja forma de los Etats generaux, donde los primeros dos estados tienen
una representación dos veces mayor que la del tercero. El primer ministro Necker, astuto, el 27 de
Diciembre del 88 impone ante el consejo de la corona duplicar la representación del tercer estado. Dado
que el reglamento electoral de enero de 1789 concede el voto a casi todos los franceses varones de más
de 25 años que paguen impuestos y tengan domicilio fijo, se prepara una amplia movilización política de
ciudadanos comprometidos. Pero no puede desarrollarse por completo porque el sistema escalonado de
asambleas de electores supervisa sucesivamente a los diputados y sus listas de agravios. La supervisión
en las elecciones del tercer estado que vota primero a nivel local, luego de distrito y por ultimo a nivel de
bailliage, da como resultado unos diputados del Tercer Estado pertenecientes a las elites.
DE LA REVOLUCION CONSTITUCIONAL A LA REVOLUCION POPULAR (JUNIO Y JULIO DE 1789)
Luego de que varios diputados clericales se unieran al tercer estado, los comunes se autoproclaman el 17
de junio de 1789, constituidos en Asamblea Nacional. De este modo los diputados se convierten de
representantes de los intereses de determinadas corporaciones y estamentos, en representantes de
Francia con la sanción del 27 de junio de Luis XVI que los representantes estamentales de la nobleza se
incorporen a la Asamblea Nacional. Esta revolución de los juristas es una revolución moderada, elitista y lo
es en un doble sentido: por una parte en relación con el Rey, quien puede seguir reinando en una
monarquía constitucional y por otra parte, en relación con la población, que no está representada
directamente ni de acuerdo con sus intereses concretos, sino por una elite de diputados independientes.
Con la proclamación de la Asamblea nacional comienzan a correr los rumores de que Luis XVI solo ha
accedido con reparos, de que un partido cortesano intransigente, reunido en torno a su esposa María
Antonieta y al conde de Artoir, prepara un golpe de Estado. Los patriotas intentan sistemáticamente
ganarse la simpatía de los soldados y el 30 de junio liberan a 11 soldados que se habían negado a acatar
la orden de disparar contra el pueblo. Abunda el miedo a conspiración y golpe. El 11 de julio Luis XVI saca
al ministro popular Necker y pone al conservador barón de Breteuil, iniciando para la población el temido
golpe de estado. La primera reacción es la protesta al día siguiente. La segunda son rebeliones populares
en la noche del 12 y 13. Liberan a los presos de Conciergerie y Laforce, queman casa de aduanas nuevas,
requisan en el convento de los Lazaristas gran cantidad de harina y grano. La tercera reacción consiste en
la búsqueda febril de armas, para prepararse al temido ataque estatal. Los electores de la delegación de
Paris a los Estados Generales, eligen entre ellos el 13 de julio un gobierno provisional que forma
inmediatamente una milicia ciudadana. Se retiran las tropas reales el 14 y los sublevados de clases
subburguesas penetral el Cuartel de los Inválidos en el campo de marte al grito de “a la bastilla” donde
suponen que hay depósitos de pólvora. El gobernador decide a las 17 horas la capitulación. Victoriosos
marchan a la Plaza de Greve matando a Lunay (gobernador de la bastilla) y otros sospechosos de traición
al pueblo como el presidente del gremio de comerciantes de Paris. Se llevan sus cabezas como trofeos.
Esto señala para los coetáneos el verdadero comienzo de la Revolución Francesa poniendo de manifiesto
que el ejército ya no intervenía contra la población y la caída del Partido de la Corte con el nuevo
nombramiento de Necker. Dio al pueblo parisiense una nueva conciencia de su fortaleza y creo el tipo de
héroe popular revolucionario juvenil. La bastilla significaba muchísimo en tanto era desde 1715
considerado el infierno de tortura para los perseguidos apóstoles de la libertad, cayendo así un símbolo de
despotismo. Alrededor de esto se generan ideas colectivas obsesivas que se superponen a los hechos,
idealizando a sus presos y la gloriosa libertad del 14 de julio. Comienza así su destrucción el 16 de julio a
manos de quinientos hombres, mientras Luis XVI entra a Paris.
Una vez apartado a los parlaments y viejos estamento de la competición por el poder político se
impusieron o desarrollaron en el verano de 1789 tres fuerzas principales de las cuales habría de depender
el curso de la Revolución: el poder tradicional en la figura de Luis XVI; la Asamblea Nacional portadora de
la revolución constitucional moderada; burgueses y pequeños burgueses de Paris, portadores de la
revolución popular radical.
LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, ENTRE LOS CAMPESINOS SUBLEVADOS Y LAS
MUJERES QUE PROTESTAN (AGOSTO A OCTUBRE DE 1789)
Afectados en parte ellos mismos, en su calidad de terratenientes, por las revueltas campesinas, los
diputados de la Asamblea Nacional reaccionan con rapidez y en un primer momento recuperan la
iniciativa. Renuncian a los privilegios estamentales, provocando entusiasmo en el país. Pero aunque se
establecen leyes que proclaman igualdad judicial y el acceso de todos a los cargos, limitan
considerablemente el principio constitucional de abolición del feudalismo, ya que solo suprimen sin
compensación los privilegios personales, pero establecen, para los derechos de exacción basados en la
tierra, la solución transicional. La Asamblea Constituyente a partir del 9 de julio luego de integrar de modo
señalado las demandas se ocupa de redactar una constitución. El 26 de agosto en la Declaration des
droits de l´homme et du cuoyen, se afianza la soberanía de la nación junto a derechos fundamentales del
ciudadano como la libertad de la vida política. Al debatir en la Asamblea se encuentran de un lado el ala
derecha de aristócratas enemigos de la revolución, en la izquierda los constitutionnels que proponían una
revolución constitucional democrática y una postura intermedia de los monarchiens liberales
conservadores que defiende un sistema parlamentario bicameral. Pero el debate se ve interrumpido
porque en otoño de 1789 Luis XVI no aprueba ni la declaración de derechos del hombre, ni el decreto de
agosto y hace que se desplace a Versalles un regimiento de 1000 hombres, que pisan la escarapela
nacional cambiándola por una blanca de adhesión a la monarquía. Paris se levanta de nuevo para vengar
la profanación del símbolo revolucionario y para sustraer a Luis XVI de la influencia nociva de la Corte y
llevar la abundancia a la ciudad con el Rey, patrono tradicional.
Dado que las mujeres se encargaban de las tareas domésticas son ellas las que protagonizan las jornadas
de octubre. 5 de Octubre de 1789 7000 mujeres se manifiestan frente al ayuntamiento contra la escases
de pan, encabezadas por el vencedor de la Bastilla Stanislas Maillard, armadas de porras, picas y dos
cañones tomados como botín. Llegadas a Versalles, una sección de mujeres penetra en la Asamblea
Nacional durante una sesión con el fin de asegurarse el apoyo del presidente en funciones, Mounier. Las
restantes se congregan delante del palacio y su portavoz, la ramilletera Louison Chabry, consigue de Luis
XVI la promesa por escrito de abastecer Paris de pan, mientras Mounier convence al Rey de que apruebe
los acuerdos del 4 de agosto. A la mañana siguiente, algunas de las sublevadas penetran en el patio de
palacio matando a dos guardias y ensartando sus cabezas en picas. La familia real cede al grito de “Á
Paris” y van marchando con los revolucionarios desde Versalles hasta el ayuntamiento de Paris. Este
hecho fue mucho más radical que la Toma de la Bastilla, Luis XVI se traslada hasta el palacio de parís
expuesto a la presión de la calle y la Constituyente trasladada a la Sala Manege de las Tullerias, si bien
había recibido apoyo del pueblo frente al rey, estaba sometida a la misma presión. Así, Mounier abandona
su mandato en señal de protesta y los diputados acuerdan el 21 de octubre establecer la Ley Marcial,
además de que la constituyente establece un tribunal especial para la persecución de los hechos delictivos
del 5 y 6 de octubre. Si bien no se produce ninguna sentencia queda demostradas las crecientes tensiones
entre la revolución constitucional y la popular.
LA NATION, LA LOI, LE ROI: LA FASE DE NOVIEMBRE DE 1789 A SEPTIEMBRE DE 1791
Los diputados de la Constituyente marcan de momento la orientación del proceso político, actuando en
dos campos. Por un lado para poner fin al problema del endeudamiento y evitar la banca rota, establecen
que los bienes de la iglesia pasen a ser de la Nación (2 de noviembre – 17 de diciembre de 1789), y
cubren con su subasta los assignats, el nuevo papel moneda recién creado. Pero esta medida afecta más
que lo financiero, visto que ahora debe haber un sueldo estatal a los sacerdotes (14 de abril de 1790) y la
elección de los párrocos darse dentro de las elecciones políticas bajo juramento (27 noviembre de 1790)
unido a la Constitución civil del clero (12 de julio 1790), da origen paulatino a una lucha cultural que
destruye la inicial alianza entre Revolución y Religión. Por otro lado se desarrolla un programa legislativo
bajo el signo de libertad e igualdad, empezando por la abolición de los títulos nobiliarios (19 de junio de
1790), las aduanas interiores (31 octubre de 1790), el arriendo de impuestos (20 marzo 1791), pasando
por la democratización de la administración en las comunas (14 diciembre 1789) y de los departamentos
recién creados (26 febrero 1790) hasta la creación de un nuevo sistema fiscal (enero 1791) y hasta la total
reordenación de todo derecho civil, penal y de la justicia.
De manera paralela a la labor legislativa de la Constituyente, los activistas de la revolución popular urbana
comienzan en 1790 a formar clubes políticos y a organizarse en ellos. El comité Breton transformado en
“Amigos de la Constitución” representa el lado revolucionario elitista, y el contra modelo de los Cordelies a
los ciudadanos entusiastas de la libertad en la Societe des amis de droits de l homme et du citoyen. Este
último estaba abierto a todos los ciudadanos y recauda solamente una mínima cuota mensual. Se perfilan
periodistas cercanos al pueblo y refuerzan a los ciudadanos de pie y jornaleros en su anticlericalismo, odio
a la aristocracia y su inclinación a la acción directa. Este modelo de club se replica en otros barrios
populares de Paris, y François Robert funda en mayo de 1790 un comité central de sociedades patrióticas.
Llevan peticiones ante la Constituyente, yendo la formulación escrita y la acción directa a la par en este
movimiento.
La desconfianza ante la posible huida del rey crece tanto para revolucionarios constitucionales como para
ciudadanos politizados y la intención de Luis de celebrar pascua en su castillos de Saint Cloud despierta
tantas sospechas que se impide su viaje el 18 de abril de 1791. De hecho el 20 de junio, dos meses
después, la familia real huye en dirección a la frontera del reino, dejando Luis como justificación un
manifiesto de menoscabos infligidos a la majestad. El fracaso de este intento de fuga proporciona un
nuevo empuje a la revolución. Mientras que la Constituyente revoca la decisión de relevar al rey de sus
funciones, manteniéndose a favor de una monarquía constitucional, en la oposición extraparlamentaria se
forma un movimiento republicano, con soporte en nuevos órganos de prensa y panfletos. Los coredeliers
hacen una petición de republica (“en 1789 éramos esclavos, en 1790 nos considerábamos libres y en junio
de 1791 lo somos”) que exponen en el Altar de la Patria en el campo de marte llamando a todos los
parisenses a firmar. Se pide en ella llevar a Luis ante los tribunales. A esto le sucede una fuerte represión,
ley marcial y prohibición del club. LA CONJUNCION DE LA REVOLUCION CONSTITUCIONAL Y LA CIVIL
QUE SE PRODUCE EL DIA DE LA TOMA DE LA BASTILLA, HA PASADO POR LA RELACION
MABIVALENTE DE OCTUBRE DE 1789 Y HA ACABADO CONVIRTIENDOSE EN UNA MUTUA
POSICION HOSTIL. Tal es así que los constitucionalistas no querían ya pertenecer al mismo club, el de
los jacobinos, separándose el 16 de julio 1791 con el nombre de feuilllants. Estos para el 3 de septiembre
lanzan la constitución firmada por el rey, con una convocatoria de festejo convirtiendo al Libro de la
Constitución en un aura sagrada.
EL FRACASI DE LA MONARQUIA PARLAMENTARIA Y LA “SEGUNDA REVOLUCION” (OCTUBRE 1781
A AGOSTO 1792)
Cuando la nueva Asamblea comenzó sus sesiones en octubre del 91 ya no había ningún conservador de
derecha sino tres grupos patrióticos: los Feuillantes, la izquierda jacobina y la mayoría que no se declaraba
de ningún club e independientes. Esto doto un factor de estabilidad política y los impulsos de la revolución
procedieron de otros 3 factores: el cambio de papeles de dos instituciones municipales, una serie de
conflictos políticos concretos y la persona de Luis XVI.
La institución que no dejaba de cambiar su posición era la comuna de parís. Con la elección de alcaldes
más tendientes a la izquierda, la legislativa ya no podía contar con este ni de la guardia nacional en los
disturbios populares del 29 de enero del 92 como consecuencia del aumento del té y azúcar. De apéndice
de la asamblea nacional, la commune parisense fue evolucionando hasta convertirse en una fuerza
principal y autónoma de la revolución. Más que para la elección de concejales, jueces y funcionarios, los
ciudadanos electores se reunían por propia iniciativa a discutir nuevas leyes y elevar peticiones a la
comuna y legislativa y preparar acciones comunes.
Todo esto con el manojo de conflictos de política interior y exterior concretos. En primer lugar, ya dejaba
sentir su efecto a distancia la estatalización de los bienes eclesiásticos, empezando a ser forzoso el
juramento a la constitución eclesiástica y decretando la deportación de los reacios a prestar juramento. En
segundo lugar, la emigración de los enemigos de la revolución, se convirtió en un problema en la medida
que los príncipes huidos proclamaron su rechazo de la constitución y el Comte de Provence formo un
ejército de emigrantes en Coblenza, que la legislativa respondió confiscándoles los bienes para
subastarlos como bienes nacionales. En tercer lugar, se agudizaron las tensiones entre la Francia
revolucionaria y el antiguo sacro imperio romano, principalmente Austria y Prusia, apoyando a la fuerza
armada de la emigración y declarando en secreto Luis una intervención militar en diciembre del 91. La
Asamblea legislativa declara la guerra al rey de Hungría y de bohemia el 20 de abril del 92, en defensa de
un pueblo libre contra la injusta agresión de un rey.
Estas situaciones se agudizaron por la política obstruccionista de Luis, que hacía uso de su veto contra la
estatalización de los bienes de los emigrantes, así como contra los decretos relativos a los sacerdotes
refractarios al juramento. La guerra se iba perdiendo y gran parte de las tropas reales se pasaron al bando
enemigo por la liberación de Luis y amenazando con ejecución militar si tan solo insultaban a la familia
real. Esa amenaza desencadeno en parís una cadena de reacciones defensivas militares y políticas que
condujeron a otras dos jornadas revolucionarias. El 20 de junio se realizan dos acciones paralelas
cuidadosamente preparadas. Una manifestación de 8 mil seccionarios y clubistas de los suburbios protesta
contra la actitud complaciente para con el rey que muestra la Asamblea y consigue penetrar en plena
sesión proponiendo si hiciera falta con la fuerza la unión entre parlamento y rey para hacer frente a la
invasión de los “tiranos”, manteniendo las armas hasta que la constitución se convirtiera en un hecho.
Entre tanto, se desarrolla una segunda manifestación de masas delante de las Tullerias. Sin que
intervenga la comuna, seccionarios armados penetran en los reales aposentos, le colocan a Luis un gorro
rojo de la libertad, le obligan a brindar por la nación y le instan a retirar el veto. Pero a diferencia de lo
ocurrido en julio y octubre de 1789, así como en septiembre de 1791, esta vez Luis XVI no cede,
produciéndose la verdadera escalada de crisis política. Se elaboran con toda la unidad de los
revolucionarios que se deponga a Luis XVI, pero el Parlamento se niega a adoptar medidas contra Luis
XVI. Así, los activistas revolucionarios recurren a la violencia. El 9 de agosto se llama al levantamiento del
suburbio a las campanas de saint antoine y del barrio de los cordeleros. La rebelión victoriosa conseguida
por los federados llegados de toda Francia impone a la legislativa la voluntad del movimiento popular
republicano. Mientras se aloja a la familia real en la torre de la ORDEN DE LOS TEMPLARIOS bajo la
custodia de los revolucionarios, un consejo ejecutivo provisional formado por 6 ministros se hace cargo
del gobierno. Triunfa la revolución popular en el Parlamento con la Segunda Revolución, como se llamó a
los acontecimientos del 10 de agosto de 1792, sobre la revolcón constitucional moderada, consiguiendo el
cese de Luis XVI y el derrocamiento de la monarquía.
GIRONDINS CONTRA MONTAGNARDS O LA REVOLUCION DEVORA A SUS HIJOS (AGOSTO DE
1792 A JUNIO DE 1793
No conformes con el 10 de agosto y con el poder en la comuna y el Comité ejecutivo provisional, exigieron
la ejecución de todos los contrarrevolucionarios y se mostraron desilusionados por el lento procedes del
tribunal especial, constituido el 17 de agosto para tal fin. Para defender del ataque exterior inminente se
procedió a matanzas entre el 2 y 6 de septiembre en 9 prisiones de parís. Las elecciones parlamentarias
de ese mes para la Convención, su nuevo nombre, dieron como resultado solo patriotas. La derecha
revolucionaria ahora la formaban los 150 girondinos agrupados en torno a Brissot mientras que la
izquierda radical, que seguía a Robespierre contaba solo 100 diputado y en 1793 paso a tener 267, con el
nombre de Partido de la Montaña. La mayoría pertenecía a la llanura o el pantano (Marais) y su voto era
cambiante. Este periodo se basó en la competencia por atraer sus votos.
Ahora bien, cuando la Convención declaro en su primera sesión el 21 de septiembre de 1792 la abolición
de la monarquía y 3 días después la republica una e indivisible, este criterio inicial se desmorono en
cuanto surgió el controvertido enjuiciamiento de las matanzas de septiembre. Ambos bando chocaron de
manera irreconciliable, aunque no pudo probarse participación alguna. 3 Complejos problemas fueron los
que encendieron y siguieron desarrollando el conflicto entre girondinos y montañeses. La primera disputa
sobre cuestiones d e principio estallo en torno al tema de lo que habría que hacer con Luis tras su
definitiva destitución. El pedido de muerte estaba abalado por correspondencia develada que lo
confirmaba como traidor para publicistas militantes en nombre de las secciones y sociedades populares.
La Convención no acepto de inmediato este llamamiento cuando el 11 de diciembre abrió proceso contra
Luis, sino que insistió en su soberano derecho de decisión como única representación legitima de la
Nación. La Convención, luego de haber citado dos veces a Luis para que compareciera como acusado,
decidió por cuatro votaciones nominales entre el 15 y 17 de enero que Luis era culpable de conspiración
contra la libertad, condenándolo a muerte inmediata. Y así en la antigua plaza de Luis XV ahora de la
revolución se dio el espectáculo de la pública venganza (Robespierre). Desde el 21 de enero del 93 la
guillotina se convirtió en símbolo de terror revolucionario. Esto abrió un profundo foso entre los partidarios
de la ejecución y los oponentes al asesinato regio. Otro problema fundamental fue la demanda de
establecer precios máximos ante la escases de pan, en la que los girondinos acusaron indignados a la
comuna de incitar los disturbios de febrero de saqueos de pan. Esto acrecentó el odio del pueblo llano
junto con la sospecha de complot ante derrotas militares. Si los decretos para la leva y el envió de
representantes plenipotenciarios de la convención cerca de las tropas de la revolución contaron todavía
con el acuerdo de diputados girondinos, otras 3 leyes de estado de excepción ante la incipiente amenaza,
que habrían de ser base institucional del terror, se impusieron en contra de ellos. Fueron la institución del
tribunal especial para la persecución de todos los ataque contra la igual y unidad indivisible de la república,
la creación de comités de vigilancia y de la revolución en clubes t secciones, y la formación de un comité
de la Convención, dominado por los montañeses, para la supervisión de la administración del estado. Ante
la huida de un girondino para unirse a Austria, estallo la lucha final, siendo expulsados e iniciado un
movimiento encarnado en un comité secreto de los Nuevos, para más tarde formar el Comité Central
Revolucionario, para ponerse al servicio de la comuna y coordinar el levantamiento popular
cuidadosamente preparado (25 de mayo 93). Se levantan rodeando el parlamento el 2 de junio.
Finalmente el 31 de octubre son guillotinados. Con la jornada del 2 de junio entro la revolución en una
nueva etapa. Al igual que el 10 de agosto del 72, el movimiento popular urbano impuso al parlamento un
programa radical, pero no ya con un objetivo constitucional sino en la purga del parlamento, en una acción
antiparlamentaria impulsada por la izquierda de la Convención. “La revolución, como, Saturno, devora a
sus hijos” Vergniaud.
SANS-CULOTTES Y JACOBINOS: DE LA DEMOCRACIA DE BASE AL TERROR LEGAL (JUNIO 1793 A
JULIO 1794)
Los meses siguiente transcurrieron bajo el signo de un acuerdo revolucionario que tenía las características
de una paz civil. Varios hechos de persecución y asesinatos de traidores, junto con levantamientos
opositores, muestran ya que, en el verano de 1793, la republica estaba seriamente amenazada en su
existencia y solo podía salvarse mediante el esfuerzo de todas las fuerzas revolucionarias. La Convención
decreto el servicio militar obligatorio para todos los franceses hasta expulsar todos los enemigos, además
de medidas sociales favorables para el “pueblo” (reparto de bienes de los emigrantes entre campesinos
con escasas tierras, supresión de derechos feudales efectivos, pena de muerte para comerciantes que
acaparasen mercancía y almacenes de grano y tahonas públicas en el departamento). Fue el gran
momento de los sans-culottes, plebeyos de los suburbios verdaderos protagonistas de las jornadas
revolucionarias. Sus signos distintivos eran la ropa de trabajo sencilla, opuesta al calzón corto y medias de
seda de la clase alta, gorro de la libertad, distintivos patrióticos y la pica, símbolo de los ciudadanos aptos
para llevar armas. Socialmente eran de origen mixto con preponderancia pequeñoburgués de los
artesanos, tenderos y taberneros, pero también de elite local de funcionarios administrativos e
intelectuales radicales. Desde el punto de vista socioeconómico, un programa de economía moral, del
precio justo de los víveres, del derecho a existencia de los pobres, de la lucha contra ricos y de una
sociedad igualitaria de pequeños productores independientes. Desde el político ideológico, la organización
solidaria en las secciones y los clubes, un patriotismo y republicanismo militantes frente a los tibios, así
como la proclamación de ser ellos los inmediatos depositarios de la soberanía popular. Desde el
sociocultural, una cultura plebeya propia caracterizada por la vecindad, las charlas nocturnas, los
banquetes y fiestas del barrio, un grado de dominio de la lectura por encima de la media d ela época y un
marcado anticlericalismo unido a un nuevo culto cuasi religioso en relación con los santos de la revolución.
En el verano del 93, al mismo tiempo que los sansculottes, desarrollaron su mayor eficacia los enragés,
laso de grupo de activistas revolucionarios radicales e intelectuales plebeyos que se agrupaban en la
sección de Gravilliers. Sin ser ellos mismos sans culottes pasaban por ser los autenticos intérpretes de
estos, al explicar que las concesiones sociales de la convención no pasarían a ser declaratorias y que para
el pueblo no iban lo suficientemente lejos. Pero esta pretensión de representar los verdaderos intereses de
los sans culottes producía un impacto en los fundamentos de su legitimación, tanto que Robespierre
denuncio a Jacques Roux como presunto enemigo del pueblo e impuso su expulsión de los Cordeleros.
La fractura visibles entre el frente popular de la convención jacobina y los sans culottes se ahondan en la
medida que las asambleas de las secciones incrementan a finales de agosto sus exigencias
socialrevolucionarias en vista de los crecientes problemas de abastecimiento. El 5 de septiembre del 93, el
último gran día de lucha de la revolución, cada vez más radicalizada, nuevamente miles de sans culottes
rodean el Parlamento pero acompañados por representantes de la comuna y numerosos miembros del
club de los jacobinos. La entrega y debate de las peticiones tienen lugar delante del pueblo y este aparece
también como máxima instancia legitimadora de todo el proceso. Se pide la ejecución de girondinos y
poner el terror a la orden del día para el pueblo. Se forma entonces un ejército revolucionario de sans
culottes para asegurar el abastecimiento de grano y harina para la capital. Luego establece ejércitos para
las provincias, precios máximos y pone en práctica el terror revolucionario con la ley de investigación y
detención de los sospechosos por el comité de vigilancia (Robespierre presidente de la convención). Opta
por el terror legal para evitar nuevos brotes de linchamientos ilegales por parte del pueblo. Pero visto que
detienen a Jacques Roux, da señales de que la última jornada revolucionaria era en realidad una victoria
pírrica que iniciaba un cambio en el proceso revolucionario. Uno que supuso el paso de la preponderancia
de los sans culottes a la dictadura jacobina, del terror espontaneo del pueblo al terror institucionalizado de
los montañeses. El decreto de la convención que siguió y que declaraba revolucionario al gobierno de
Francia hasta que se produjera la paz, significa que la constitución de junio del 93 dejaba de estar en vigor
y que los ministros y generales quedaban sometidos al comité de salud pública y que el tribunal de la
revolución se ampliaba. El comité de salud pública controlaría no solo los restantes comités de la
convención sino también a los parlamentos.
Respecto a esta dictadura en nombre del bien común, las fuerzas revolucionarias volvieron a tomar
rumbos diferentes. Por un lado se reunió en la Convención un grupo de críticos del aumento del terror,
conocido como citras o indulgents. Fueron ejecutados por el comité de salud pública en abril del 94. Así,
se enfrentaron y persiguieron cada vez más a los demás movimientos revolucionarios, en especial a los
portavoces de los sans culottes en el club de los cordeleros. El aislamiento político del gobierno
revolucionario, entre las secciones caídas en desgracia y que, una tras otra, fueron suspendiendo sus
asambleas regulares durante la primavera de 1794, y la Convención, que poco a poco se fue hartando de
las constantes ordenes, seguía aumentando cunado el 23 de mayo Robespierre escapo por poco a una
atentado y puso en marcha la Ley de Praidal el 10 de junio de 1794. Duplico las condenas de muerte a
sospechosos de complots aristocráticos, para lo cual se trasladó la guillotina a los márgenes de la ciudad
para evitar escándalos. Esto hasta los mismo revolucionarios les parecía mucho, teniendo en cuenta el
cese de la amenaza extranjera y que ellos mismos estaban siendo intimidados, llevando al 24 de julio (9
DE TERMIDOR) que la Convención se animase a rebelarse contra el “tirano” de Robespierre, siendo
guillotinado con 100 de sus más estrechos partidarios el 28 de julio.
EL ABURGUESAMIENTO DE LA REVOLUCION (AGOSTO DE 1794 A NOVIEMBRE DE 1799)
Los diputados de la convención que quedaban después del 9 de termidor (termindorianos) y sus sucesores
bajo el directorio interpretaron su régimen como regreso a la Revolución constitucional de 1789. Pudieron
hacerlo con apoyo de un considerable catálogo de medidas: libertas a los presos políticos; procesos contra
notorios terroristas; limitación del Tribunal Revolucionario y disolución del comité de la revolución;
readmisión en la convención de los girondinos expulsados y refuerzo del parlamento a costa de los
comités de gobierno y por último, la votación de una nueva constitución (22 de agosto de 1795), que con el
consejo de los quinientos y el consejo de los ancianos, introducía un sistema bicameral y trasladaba el
gobierno a un directorio.
Las secciones parisenses y los clubes revolucionarios de las provincias se defienden con hojas
volanderas, carteles, reuniones ilegales y una oleada de escritos de protesta dirigidos a la Convención.
Los sans culottes rodean el parlamento para forzar a este a aceptar sus exigencias económicas y políticas,
que se resumen en el lema “Pan y Constitución del 93”. Pero son desarmados y detenidos, cuando no
condenados a muerte. Sin embargo 6 años de revolución había adquirido el pueblo demasiada conciencia
democrática como para hundirse ahora de nuevo y sin más en la pasividad política. El club de Pantheon,
neojacobino fundado en noviembre del 95 y clausurado por el directorio el febrero del 96. Recurrieron a la
conspiración para conseguir sus fines políticos con un programa de incipientes premisas comunistas, bajo
la dirección de un directorio secreto de salud pública. Pero antes de llevar a cabo su plan de poner de
nuevo el gobierno revolucionario, fueron traicionados, detenidos y condenados.
Las elites burguesas dirigentes del periodo del Directorio no se limitaron a ahogar en la base la cultura
democrática que les había llevado al poder, sino que la vaciaron en los niveles parlamentario y
gubernamental.
CAMPOS DE LA PRACTICA DE LA CULTURA REVOLUCIONARIA EN FRANCIA
Si la Revolución Francesa fue menos una transformación de la estructura económica y social que un
proceso que dio origen a unas condiciones políticas y jurídicas, no quiere decir eso que le falte una
dimensión social. Tuvo una, que residió en el ámbito de lo cultural y de las mentalidades colectivas. La
revolución fue una ruptura sociocultural, una revolución de la conciencia político-social, manifestándose
eso los clubes, sociedades populares, marchas, manifestaciones y panfletos. La revolución alcanzó todos
los ámbitos de la cultura, como ciencia, literatura, moda, etc., todos estos trataron de politizarlos y
democratizarlos para usarlos en un sentido revolucionario.
*El movimiento revolucionario de las mujeres:
Hubo un auténtico movimiento político-social de las mujeres como parte de la revolución. No solo
participaron sino que desarrollaron una conciencia emancipadora propia y formas de acción que
contribuyeron al alcance social. Exigían la igualdad jurídica y denunciaban las denigraciones. A pesar de
las exigencias jurídicas, para los parlamentos revolucionarios, las ideas tradicionales donde el hombre era
el representante natural de la esposa y esta no tenía nada que hacer en la vida pública, seguían siendo
importantes. Los casos que defendían el voto de la mujer o la emancipación, eran demasiados aislados
para impedir que la Asamblea Nacional archivara las peticiones de las mujeres.
El movimiento femenino revolucionario se organizó en sus propios clubes en centros urbanos, y aunque no
eran multitudinarios, demostraban la politización de esta minoría. El movimiento de las mujeres en el 1793
se expandió desde los esfuerzo de emancipación de algunas mujeres con formación a una corriente de
base cercana a los sans-cullottes. Las ciudadanas militantes reclamaban el uso de armas y de pantalones,
cosa que hacían y les molestaban a los revolucionarios. Solo como observadores silenciosas y modestas
se las tolera en las sociedades populares donde el verdadero patriotismo de una mujer era cumplir sus
obligaciones y ejercer los derechos que son propios de su género y edad, dejando a los hombres que las
protejan. El movimiento Revolucionario no pudo con la represión del movimiento femenino, quebrar el
compromiso político de las ciudadanas que se puso en manifiesto en la revuelta popular parisina de 1795,
donde las mujeres acusaron a los sans-cullottes de cobardía y los echaron de casa para que se
manifestaran en las calles y también llamaron en panfletos a la rebelión.
*El principio electoral y sus paradójicos efectos:
-La democracia electoral impedida:
Una preocupación fundamental de los revolucionarios consistía en acabar con las posiciones políticas de
poder basadas en los derechos hereditarios, los privilegios estamentales, la compre de los cargos y el
patrocinio y sustituirla por cargos que fueran accesibles a todo el mundo. Y como veían en el principio
electoral el símbolo de la soberanía popular, se abocaron a eso y establecieron periodos de mandato tan
cortos que entre 1790 y 1799 hubo como 20 elecciones generales en el país. Varias personas podían votar
y se estableció en 1791 la diferencia entre el derecho a elección activo y pasivo (entre el derecho de elegir
y ser elegido) y limitó por censo el padrón. En la Ley electoral de 1792 se suprimió esa distinción y
concedió el derecho a elección a todos los hombres mayores de 21 que tuvieron domicilio fijo y pagaran
impuesto.
A pesar de esto se ven los límites de la democratización en cuanto no se tomaban en cuenta los criados y
siervos dependientes de sus señores, ni a las mujeres y se limitaba a los que tenían propiedad. Junto con
eso, la participación electoral era poca. Lo que si fue el objetivo de esta democratización fue la de evitar
fenómenos colectivos tanto de los adeptos a las viejas sociedades como la democracia de masas,
apuntaba al aislamiento del ciudadano individual con derecho a voto, al individualismo democrático. Esto
tuvo como consecuencia 3 limitaciones de la democracias electoral: 1) Un procedimiento electoral en el
que los citados ni se perfilaban personalmente ni podían desarrollar públicamente programas políticos. 2)
Las elecciones no eran directas y carecían de constancia política, limitándose a seleccionar a los
compromisarios para las asambleas. 3) La lentitud y complicaciones del procedimiento electoral que hacía
que sean procedimientos largos y que muchos campesinos o artesanos abandonaran la asamblea.
Así, el principio electoral se revalorizó en lo fundamental pero se aplicó de una manera llena de
restricciones normativas. La selección del personal político dirigente no la veían la opinión publica debido a
la separación del debate y la elección, y al sistema de votación en segundo grado. Esto generó que la
población general tuviera desconfianza respecto al Gobierno y el Parlamento, siendo las fuerzas
extraparlamentarias de formación de opinión publica las que tuvieran mayor influencia política que los
diputados. Con esto, se ve porque ninguna de las elecciones del periodo revolucionario produjera un punto
de inflexión o un cambio de poder. El principio electoral al no aplicarse con plena convicción, tuvo en la
práctica efectos escasos. La elección solo era rotación de cargos ya que se daba entre los propios
funcionarios que ocupaban algún puesto.
*La revolución publicista: ojo y voz del pueblo:
La revolución Francesa supuso una ruptura de la cultura social y política. Es su historia, una historia de los
medios de comunicación social, que fueron estos sistemas signos los que articularos, inculcaros e
institucionalizaron el nuevo sentido social. Hicieron publico el nuevo saber con efecto social lo más amplio
posible. Fue la revolución un acontecer mediático que históricamente solo existe gracias a los medios
transmitidos.
Para ver como constituyen una fuerza impulsora de la Revolución hay que empezar por la “polito
pornografía” de final de la Ilustración, haciendo presencia en el 1787. En 1789 y 1791 hay una explosión
publicística bajo un entusiasmo nacional por la libertad. Hay una radicalización después de 1792 con el
asalto de Tullerías y finalmente el predominio del movimiento de los sans-cullottes trae el despliegue de
una publicística revolucionaria radical, de carácter popular a base de imágenes y canciones. El Gobierno
Revolucionario en 1793 recorta y censura esta proliferación lujuriante y se tira por una ortodoxia jacobina
de publicaciones revolucionarias centralizadas.
Típicos de la Revolución eran los medios impresos cercanos al pueblo, que constituyeron un importante
factor de la opinión pública política y ejercieron una función de control democrático en vista de las
limitaciones impuestas al principio electoral. La función de la prensa consistía en dotar a la voz del pueblo
de toda su fuerza para que este pueda ejercer su derecho.
-Panfletos y periódicos: “un curso de moral y política todo en uno”:
La revolución produjo en un decenio, mayor número de escritos impresos que todo el siglo que la precedió.
La libertad de prensa revolucionaria para una opinión publica y democrática significaba el hundimiento del
viejo sistema de privilegios en la producción editorial y la quiebra de las empresas tradicionales. En su
lugar aparece una multiplicidad de pequeños productores con ideas políticas parisienses independistas. En
el de libros caros, imprimen pequeños escritos baratos para un público más amplio. Los que los escriben
eran gente siempre para mantenerse cercanos al pueblo.
Utilizaron formas de adoctrinamiento religioso y de la liturgia católica para transformarlas con el fin de que
sirvan para fines políticos. Los panfletos revolucionarios tratan de acercarse al pueblo utilizando los
medios estilísticos del lenguaje de los mercados parisienses y las escenas de los teatros de feria. Toda
esta difusión se iba dando a través de tabernas y bodegas. De entre la masa de textos hay que destacar
los discursas, que por medio de la letra impresa, llegan a un público mayor y también los carteles que dan
a conocer públicamente las decisiones y las proclamaciones más importantes de los poderes públicos. El
medio más eficaz en la revolución era para la difusión de los textos es la prensa, en la que entre 1789 y
1792 se produce un crecimiento explosivo. El éxito de estos periódicos se da en la repetición y la
persistencia en la práctica de la lectura colectiva y de público.
*La publicaciones de ilustraciones: “escritura hablada “de la revolución:
La revolución de la prensa va acompañada de la publicación de imágenes politizadas y democratizadas.
Una nueva generación de pequeños grabadores y editores de imágenes, la mayoría de las provincias,
aprovecha la desaparición de los privilegios y de la censura, generando panfletos cada día con los
acontecimientos revolucionarios y haciéndolos sin muchas pretensiones artísticas, lo importante era
sacarlo rápido. La venta callejera se convierte en la principal forma de distribución, los bulevares, los
paseos generaban una exposición permanente de caricaturas en la que los paseantes pueden
familiarizarse con las imagines sin tener que comprarlas. Estas nuevas imágenes se dirigen a la gente
sencilla que apenas o no sabe leer o escribir y despiertan un entusiasmo por los nuevos valores políticos-
sociales, consiguiendo un medio didáctico para las masas, que los revolucionarios utilizaron con plena
conciencia para movilizar el mayor número de seguidores posibles.
Las caricaturas se pueden dividir en varias categorías: estaban las que mostraban el Antiguo Régimen y el
Nuevo Régimen, demostrando la pérdida de poder del clero y la emancipación del súbdito, demostrando
más que nada el campesino bajo el peso de la nobleza y el clero y después el campesino cabalga
triunfante sobre la espaldas de los antiguos opresores. Se desarrolló también una conciencia de lucha de
clases a través de las imágenes dando a la aristocracia una imagen de monstro en el que devoran al
pueblo. También las imágenes visualizaban los conceptos políticos abstractos con un carácter emocional
demostrando la igualdad con figura de mujer por ejemplo, que está pisando a la hidra que es la tiranía. Los
grabados también elaborar e interpretan acontecimientos claves simbólicos de la Revolución, como la
destrucción de la Bastilla la reinterpretan como la demolición de la presión, como victoria del tercer estado
y el arrebatamiento de poder por el pueblo.
*Publicística basada en las canciones: la revolución cantada:
Eran canciones políticas, de actualidad, impresas y cantadas en público por activistas de los clubes,
además por cientos de pequeños cancionistas que buscaban la manera de ganarse el pan. El crecimiento
de la cultura lírica y musical hasta el año 1794 se basa en tres factores históricos: la tradición de la canción
callejera satírica, el gusto a la parodia de poner un nuevo texto en una vieja melodía y la popularidad y el
renacer del teatro y la ópera cómica. Así se interiorizaba a la población y junto con esto también se
imprimían los himnos revolucionarios y las canciones callejeras, en folletos que vendías los ambulantes.
En la práctica cultural de la Revolución, los distintos medios no se yuxtaponían por separado, sino que
actuaban conjuntamente para apelar a todos los sentidos del público. Se comentaban por escritos las
imágenes y las canciones y las imágenes servían para visualizar el contenido de determinados textos.
*Sistemas de signos revolucionaros: lenguaje, símbolos y cultos:
-La transformación de los valores o la dimensión lingüística de la revolución:
En 1791/92 los vendedores callejeros ofrecen varias versiones de una hoja ilustrada con cadenas, formada
por 83 casillas de texto de forma ovalada. Se trata de un juego de sociedad revolucionario que sigue la
tradición popular del juego de la oca. Tiene palabras que designan personas y acontecimientos históricos
junto con conceptos políticos y sociales. Estas palabras exponen la historia de Francia desde su inicio
hasta 1791. Si se cae en la casilla de despotismo o bancarrota se vuelve al principio. El juego resulta
sintomático de la conciencia lingüística de los revolucionarios y del interés por completar la revolución
moral, cultural y de las lenguas y pensamiento. Tratan de desterrar las viejas palabras como aristocracia.
A través del vocablo, la revolución quiere reconvertir los valores, denigrando o exaltando palabras.
-Símbolos y cultos de la Revolución:
Querían imponer un lenguaje signico lleno de símbolos cuyos elementos se unirían para desarrollar una
política de masas. También imponían nuevas cronologías y una revolución de las mentalidades que creó
nuevas costumbres y nuevos sistemas de medición de tiempo. Estos signos de la revolución hablaban
para la gente sencilla, algunos eran la Bastilla, las picas, las escarapelas. Estos símbolos de la revolución,
combinados unos con otros, estaba en las hojas y carteles de propaganda, en los clubes y fiestas públicas,
que los entendía casi todo el mundo a pesar de su origen de culto. Otro simbolismo fue el de elevar a la
santidad a los mártires de la libertad, con el culto a la razón.
*La revolución escenificada: patriotas revolucionarios y fiestas públicas:
Los elementos fundamentales de la publicística y del simbolismo revolucionario son ya notables por su
abundancia y su consistencia, y por su cercanía al pueblo.
-Palloy “el Patriota” o la cultura revolucionaria plebeya en persona:
Palloy era un obrero que ascendió hasta ser arquitecto, demostrando un ascenso social. Este adquirió una
fortuna, y cuando vive el asalto de la Bastilla se convierte en revolucionario, y hace panfletos de todo tipo,
poniendo su fortuna para eso y para destruir la bastilla hasta que se muere pobre. Este hace fundir
cadenas y grilletes y hace medallas conmemorativas para regalar a diputados, usa la piedra de la Bastilla
para hacer mini bastillas y la da a los departamentos. No se conforma con esto sino que trata de fijar un
sentido a través de fiestas revolucionarias populares, que a veces se contraponen con fiestas oficiales del
estado como la conmemoración de un año que invita al pueblo a los suburbios a un baile en las ruinas de
la bastilla. Proyecta edificios públicos acordes al espíritu de la revolución. Puede considerarse a Palloy
como un fenómeno sintomático de una nueva cultura política, se consideraba misionero y su estilización lo
hacía embarazosos para los intelectuales revolucionarios pero él se mantuvo con esas características en
el medio de la gente sencilla de donde provenía. El difundía su mensaje de manera plurimediatica, al no
confiar solamente en la palabra escrita, la unía a la hablada y canciones e imágenes y acciones.
-Las fiestas públicas o el discurso de la revolución sobre si misma:
Querían unir a los ciudadanos a través de fiestas masivas al aire libre para inculcar un sentimiento de
patria y libertad. Donde habría celebraciones y juegos para comunicar a los actores y al público. Esto tuvo
un éxito. En el Directorio en 1795 se hicieron fiestas estatales, siendo fiestas tardías en impuestas desde
arriba, se transformaron en obligatorias y perdiendo contacto con la población general. Pero las fiestas de
los años 1790 a 1794 fueron más espontaneas y populares como la fiesta nacional de la Federación de
1790. En estas se establecían los grandes hombres con una ascensión celeste de carácter político donde
se le daba inmortalidad, donde origen a las panteonizaciones, trasladándolos al Panteón. Como a Voltaire.
La fiesta parisiense de Unidad y Fraternidad de 1793 escenifica y ensalza la historia heroica de la
revolución. Celebrando la Constitución jacobina y recordando el asalto de Tullerías. Se reúnen en la plaza
de la Bastilla, entonan la marsellesa y beben. Se forma un desfile donde abren los miembros de las
sociedades populares, después los diputados, después el pueblo mezclado, después infantería con un
carruaje con las cenizas de los héroes de la patria. No tenían mucha cercanía al pueblo porque las
mujeres ni los seguidores de Palloy van. Esta fiesta trata de escenificar la popularidad. Se van a dirigir por
ultimo al Campo de Marte donde honran las urnas y va a terminar la fiesta con un banquete de
hermandad, invitando a todos los ciudadanos sin distinción a una comida.
Una fiesta tan grande de la lucha revolucionaria no pudo celebrarse bajo la dictadura jacobina ni en el
Directorio.
LA REVOLUCION COMO CATALIZADOR DE LAS CULURAS POLITICAS DE EUROPA
GUERRA A LOS PALACIOS, PAZ A LAS CABAÑAS ¿UNA REVOLUCION EUROPEA?
chardt. La revolución Francesa y la cultura democrática.
PROLOGO A LA EDICION ESPAÑOLA, Juan Pablo Fusi Aizpurua.
Que es Europa. Ha existido como mito y los griegos se han referido a los territorios a su oeste de a forma.
Pero solo en el siglo XIX parecio imponerse la definición geográfica de Europa como el continente que se
extiende desde el Atlantico hasta los Urales. Aun asi resulta difícil fechar el nacimiento de europa.
Incuestionablemente la cultura greco romana y el cristianismos terminarían por ser los dos pilares
fundmentales de lo que acabaríamos llamando civilización europea. Pero lo que propiamente vino a ser
europa fue cristalizando entre los siglos IV y VIII de nuestra era, al hilo de la interaccion del imperio
romano tardío, las migraciones de los pueblos germánicos, el desarrollo de Bizancio, la expansión del
cristianismo y la aparición del islam. Cierto es que el termino europa no desplazo al de cristinadad en el
mismo lenguaje político europeo hasta el XVII. La idea de una nación europea, de una unidad política fue
muy posterior, esencialmente del siglo XX. Europa nunca fue una comunidad cultural unitaria. El mismo
legado histórico es abrumador. En su divergencia cultural y de naciones, la idea d lo europeo es un hecho
voluntarista, exacerbado en la segunda guerra mundial. En 1957 el Colegio de uropa y la Universidad de
Pensilvania organizaron una conferencia para definir los valores esenciales de la civicilizacion europea,
por extencion, de la occidental: el respeto a la persona por sobre el estado, la libertad inseparable de la
responsabilidad moral, la solidaridad y el deber del acceso a los bienes materiales y espirituales y el
dialogo de libre opinión. Individuo, ciudadanía, libertades y democracia. Monnet, el verdadero artífice de la
unidad europea decía que las ideas no servían si no se traducían en instituciones.
PREFACIO
Este libro parte de los estudios de problemas y casos mas serios y fructíferos surgidos con motivos del
Bicentenario de la revolución francesa, para llegar a un nuevo tipo de exposición de conjunto. La visión
panorámica ofrecida aborda el intento de hacer realidad el principo de desparizacion al invertir la
perspectiva habitual y contemplar la Revolucion Francesa, en primer lugar, desde regiones y ciudades de
provincias a las que se da valor de ejemplo, para solo después terminar por seguir su desarrollo en parís,
centro de los acontecimientos. Lo minucioso responde a las afirmaciones de carácter general que corren el
riesgo de convertirse en meras formulas. Es el interés por como vivian los hechos los coetáneos y no la
formula. Ademas se dara especial peso a la dimensión cultural de la revolución, sobre todo a la política
que comprende los modos de comportamiento, valores y símbolos colectivos, tanto como los medios e
instituciones de la comunicación, sociabilidad y de la formación social de la opinión. Es un intento de hacer
una exposición de la rvolucion a contrapelo.
CARACTERISICAS BASICAS DE LA REVOLUCION CAMPESINA EN FRANCIA
A pesar de ser el país de la revolución hay que considerar que afínales del antiguo régimen seguía siendo
un Estado agrario. En Francia, el país mas poblado de europa con unos 26 millones de habitanes, mas de
las 4 quintas partes vivian en el campo. Por ende sin la participación, aunque sea parcial, de esta
población rural no habría podido imponerse la revolución. Por ello se debe comenzar por una mirada de
las provincias mas que que parisina. Y aun mas, regional, porque era lo determinante del francés medio.
LUCHAS POR LA AUTODETERMINACION: LA REVOUCION CAMPESINA EN LA CORREZE
En las postrimetrias del siglo XVIII, el Bajo Lemosin era preeminentemente un país de agricultores, los
agriculturos de la Correze poseían con el 55% mas tierras propias que en la mayor parte de las regiones
de Francia. Pero como eran minifundistas (menos de 5 hectareas) tenían que arrendar otros terrenos y
buscar ingresos complementarios, por ejemplo temporeros en Aix o Limoges. Esta precariedad aumentaba
mas con el diezmo, tributos feudales (luego estatales) que se comían un quinto de sus cosechas. Los
daños temporales, heladas y sequias, completaban su endeudamiento. Incluso en este sistema tradicional
si fuerte polarización entre ricos y pobres, la Revolucion consiguió una breve pero fundamental
movilización de las masas campesinas. Al cabo de semanas los levantamientos populares de Paris
hallaron eco en un movimiento de protesta campesino. Si bien la chispa fue en las ciudades, los
campesinos mostraban indicion de igualitarismo consciente, articulados por sus propios portavoces y sus
“secretarios” semialfabetizados. En la parte sudoccidental de Correze (Uzerche, Tulle y Brive) desde las
revueltas campesinas de fines del XVI hasta los disturbios agrarios de 1814, 1830 y 1848 existe aquí una
larga tradición regional de choques colestivos con el orden publico.
Calma engañosa antes de la tormenta (1789)
Tras una mala cosecha de cereales sobreviene, en la primavera de 1789, la escasez de alimentos, que
despierta hostilidad y odio hacia comerciantes de granosy panaderos, en el momento mismo en el que se
reúnen los ayuntamientos para redactar sus agravios y elegir a sus diputados. En estas listas se nota un
descontento con el poder feudal y critica al diezmo. (Grande Peur) Los levantamientos campesinos
entonces iban contra esto. Los decretos medianamente antifeudales de la Asamblea Nacional que se
promulgan en agosto hacer hervir del todo los animos. Esta acumulación de tensiones se ve en un
conflicto entre el nobleLa Porte, propietario de un castillos y los campesinos de su feudo en Brive dirigidos
por el posandero Pierre Durieux quien seria luego el tambor mayor de la Guardia Nacional y Miembro del
Comité Ciudadano de Brive. Comienzan pidiéndoles que les den un molino del que se apodero con
pretexto de pago de arrendamientos pero ante su neativa se le continuo pidiendo tierras comunales, una
fuente y un granero y que cesen los engaños en la contribución. Todo esto desde agosto pero el 4 de
dicimienbr euna truba ocupa el castillo destruye la fuente objeto del litigio, levanta delante del castillo un
árbol de mayo y escriben que se colgara al primer inquilino que pague la renta territorial y al señor feudal si
acepta la renta.
Estallido de la tempestad campesina (1790)
Para el cambio de año estallaban disturbios en una docena de comunidades reurales al sur de Brive.
Destruyen e instalan un árbol de mayo. Para enero los disturbios se propagan con mayor fuerza antifeudal.
En Allassac por ejemplo al terminar la ultima misa los campesinos sacan de la iglesia los bancos
reservados de tres señores junto con el palco feudal local y teniente general del dsitrito judicial de
Urzeche, Pradel de Lamase, para quemarlos públicamente en la plaza de la iglesia en una hoguera festiva.
Hasta el atardecer los sublevados irrumpen en 10 mansiones señoriales obligándoles a firmar que han
abonado sus tributos pendientes. La guradia nacional de Brive al dia siguiente se ocupa de mantener la
calma pero Durieux su comandante simpatiza en secreto con los sublevados. Exigen comida y bebida, que
se quiten las veletas nobles de los aguilones de las casas señoriales y sustituyan una picota, símbolo de la
jurisdicicon feudal, por un árbol de mayo. Sus intenciones quedan escritas en unas quejas dirigidas a la
Asamblea Nacional, mas radical que el cahier de un año antes redactado a los Estados generales:
exponen el depotismo feudal y su crueldad, la condición de esclavos, exigen el derecho geneal a la caza y
aprovechamiento del bosque. No quierenb la supresión del señorio feudal, sino un trato que respete la
dignidad humana. Sublevasiones asi hay en al menos 30 municipios del bajo lemosin para fines de enro y
sus diputados en la asamblea proclaman que se ha desatado la anarquía y arbitrariedad. Estos disturbios
no son estallidos de violencia bruta sino movimientos que aceptan las reglas de las feligresías y las
comunidades rurales y que claramente se dirigen contra los fundamentos sociales y económicos del
feudalismo. Armados en general con palos, azadas y hoces intenta sancionar su huelga de tributos y
conseguir para el futuro librarse de las cargas fiscales. En este igualitarismo radical se mezcla su
satisfacción de estar ahora arriba tras siglos de subordinación. Como símbolo visible de su toma de poder
erigen mayos e inauguran de ese modo la tradición revolucionaria de los arboles de la libertad. Al igual que
las “ofrendas de mayo” representan, en la costumbre popular tradicional, testimonio de respeto y
reconocimiento de la autoridad hereditaria, asi los arboles anuncian la iruupcion de una nueva forma de
soberanía, nueva épocas de libertad, enfrente d ela sede de poder de los señores. Al mismo tiempo el
mayo es un árbol festivo: el que lo trae recibe un don. Con los banquetes principescos que exigen cuando
entran a los castillos los campesinos ponen de manifiesto un cambio de relaciones de poder y la fiesta se
transforma en protesta social. En todas estas acciones actúan con plena conciencia de su derecho ya que
no solo se informan de las resoluciondes de la AN sino también y sobre todo por rumores. Estos dicen que
el rey ha ordenado al tercer estado que queme los bancos de los señores en las iglesias. Ademas elijen el
momento, en 1890 donde existía en gran parte del país un vacio de poder. Las municipalidades no estabn
aun bien establecidad y la guardia nacional vacilaba en aplastarlos. Los comités ciudadanos de las urbes
dejan que las cosas sigan su curso. Retiran los procesos contra los insurrectos y en su lugar difunden
panfletos explicativos a fin de inducir a los campesinos a respetar las leyes. Si inician proceso contra
Durieux pero no consiguen su detención ni condena sino que un año después se lo elogia como heroico
defensor de los nuevos principios. Y el Panagerico lo pronuncia Vergniaud, futuro orador estrella de los
girondinos. Hasta tal punto son estrechas las relaciones entre la política revolucionaria local y nacional.
Fermentacion endémica (1790 a 1792)
En estos años baja la intensidad de los disturbios campesino pero se convierten en un rescoldo
permanente. No pasa un mes sin que bandas armadas detengan transportes de grano o vayan a un
castillo. En 1971 se agudiza la guerra contra los estanques de peces de los señores y se convierte en un
movimiento de masas (mas de mil) que saquean un 60 % de los estanques simbólicos al tiempo que base
económica porque representa la condición social aristocrática. En el curso de dos años, escasamente, los
disturbios campesinos se transforman del inicial movimiento económico en movimiento político que disputa
a los señores la principalidad en la aldea. Estos parecen estar además, detrás del complot aristocrático
que, debido al intento de fuga de la familia real, desata el miedo a una contrarrevolución. Por este temor, el
18 de julio 1791, el directorio del departamento distribuye armas a todos los municipios para la defensa
civil y el 2 de agosto encomienda a los alcaldes que registren los castillos de nobles emigrados “lugares de
incubación de enemigos de la constitución y traidores de la patria”. La exigencia de juramento
constitucional de todos los sacerdotes, acordada en parís, añade a los conflictos antifeudales una punta
anticlerical. El 9 de abril del 92 los jacobinos de Tulle son apoyados por campesinos y la guardia nacional
para detener a los sacerdote que sin prestar juramento querían dar la misa de pascua. Con el estimulo de
la revolución de parís del 10 de agosto y las leyes de la convención contra los emigrantes vuelve a atizarse
en otoño del 92 la guerra contra los palacios. Por 2 semanas saquean castillos señoriales pero ponen sus
miras en las propiedades de emigrantes sospechosos de conspiración.
No fueron levantamientos provocados por el hambre ni consecuencia de la pura necesidad, demostrado
por que no fueron en aumento con la subida de los precios de los cereales de mayo de 1792. Los motivos
fueron menos económicos que políticos. Esperan respuestas de la AN ante sus quejas de los señores y
encuentran insuficientes las primeras leyes de 1790. Si bien el diezmo se abole inmediatamente se
necesitan 4 años (1789-1793) para dar solución legislativa al problema del feudalismo. Si bien las
prerrogativas honorificas de la nobleza como el privilegio de caza fueron abolidos el 15 de marzo de 1790,
no se abolían los bancos reservados en las iglesias que estaban vinculados a la jurisdicción feudal,
suprimidos recién el 13 de abril de 1791. La interpretación de las leyes era cuestión de poder. Solo el 25
de agosto de 1792 se anularon en Francia todos los tributos feudales cuyo pago no se hubiera exigido
hacia tiempo. En el propio Consejo General de la Correze se encomendó en 1793 que se destruyeran los
castillos. La constante presión campesina en esos 4 años y la radicalización de sus exigencias
contribuyeron a provocar el cambio jurídico y lo aceleraron en su conjunto.
Rechazo y resistencia (1793-1800)
En el tiempo que le sigue los campesinos van en retirada del movimiento revolucionario para defender su
mundo tradicional en el lemosin. El contraste entre un periodo jacobino, revolucionario radical (1793-1794)
y otro mas tranquilo correspondiente al directorio apenas se da aquí. No se produce ni un rechazo
autóctono del centralismo robespierriano (federalismo) ni ua contrarrevolución rural (vendee). Pero la
revolución afecta a los campesinos. Sumado a las cargas impositivas y al tirbuto de snagre se suma la
devaluación del papel moneda, la exigencia de las ciudades y de los diputados de la convención respecto
a la ntrega de grano y la secularización forzosa. Esto se intenta eludir con resistencia pasiva. Pero pronto
surgirá la contrarrevolución principalmente en dos ámbitos. Primero el rechazo a la secularización y en
especial contra la imposición de nuevos párrocos dispuestos a prestar juramente. El párroco rural no
juramentado representa un trozo de identidad comunal, cuya permanencia resulta mas importante para los
campesinos que las cuestiones de la “gran política”. Cuando el consejero municipal de Meymac y los
jacobinos locales, encabezados por el ex abate Jumel, transforman la iglesia comunal en templo de la
razón, con motivo de la fiesta decenal y organizan una procesión en la que sustituyen la imagen de maria
por una estatua de la libertad no son los creyentes enfurecidos los únicos en atacar al festivo cortejo.
Cientos de campesinos se reúnen amenazadores y son disueltos por los revolucionarios. A partir de
diciembre de 1794 ceden las tensiones político-religiosas , porque vuelve a permitirse la celebración del
servicio divino en privado. Pero como igual als iglesias han sido transformadas desde 1795 hasta 1800 se
suceden protestas y acciones violentas, en las que las mujeres llevan la voz cantante contra el culto
revolucionarios y sus representantes. Echan gente, destruyen templos de razón y símbolos, prestan
servicios de guardia a misas de refractarios pero sin dejar de emplear con astucia el conocimiento que
tienen de la ideología revolucionaria. Por ejemplo en enero de 1796 un vecino de Chadiot exhorta al
consejo de la aldea en nombre de la población rural a que se reponga al antiguo párroco pues “queremos
disfrutar de la libertad de culto que reconoce la Constitucion (1795) y por lo demás, el pueblo es
soberano”. El segundo grupo de insubordinados y reacciones de resistencia violenta campesina se dirige
contra el servicio militar. La negativa a cumplirlo tenia tradición y eso no cambia. Todos los esfuerzos por
reclutar fracasan debido a la trama de solidaridades entre familias, los varones jóvenes solteros y las
comunas, asi como la pasividad complice de las administraciones locales. Cuando en 1796 aumenta la
presión de reclutamiento los desertores operan al estilo guerrillero en lugares familiares, aterrorizando a
alistadores militares, destruyendo símbolos como arboles de libertad e incluso quemando a un republicano
al tiempo que presumen en un manifiesto de poder poner en pie a 4 mil hombres en defensa de su rey y
de la rweligion de sus padres. El anticlericalismo y antimilitarismo no debe entenderse como total rechazo
de la revolcion ni de la republica, sino una lucha por la conservación de una cultura comunal en la que se
sustentaba su identidad y que impregnaba a su congregación, su familia y al vinculo entre su juventud.
Limites y características de movimiento campesino en el Bajo Lemosin
Vimos que los primeros 3 años hay un gran numero de levantamientos que pierden su intensidad en el
tiempo.El hecho de que el centro de gravedad de las rebeliones se situara en las llanuras relativamente
fértiles, intensamente cultivadas, densamente pobladas y abiertas al trafico, de la Correze sudoccidental,
donde además había mas gente que sabia leer y escribir, indica hasta que punto también el movimiento
campesino dependía de un cierto estado de desarrollo económico, social y cultural, de las posibilidades de
comunicación, sociabilidad y de los contactos con los centros urbanos. La revolución campesina no fue en
absoluto hostil a las ciudades, sino que saco importantes impulsos de la interpenetración mutua de la
ciudad y el campo. El ejemplo del Departamento de Correze muestra además que no es posible establecer
una limpia línea de separación entre un movimiento campesino revolucionario y otro contra. En el bajo
lemosin predominan los elemento revolucionarios en los primeros años del decenio y los
contrarrevolucionarios en los últimos. Esta ambivalencia solo era contradictoria desde los revolucionarios
parisinos pero no desde la óptica campesina, vivido como táctica que perseguia un objetivo invariable:
mayor autonomía y capacidad de autodeterminación económica, social, política y cultural posible. Para
ellos la revolución era un medio y no un fin.
CASTILLOS EN LLAMAS EN LOS VIÑEDOS DEL MACONNAIS EN JULIO DE 1789
En la borgoña meridional en un valle transversal del rio Saone, se encuentra el pueblo vitícola de Ige que
vivio el levantamiento campesino mas espectacular que causo repercusiones incluso en la prensa
revolucionaria. En el XVIII dependían por completo del señor feudal dominante, el baron de La Bletonniere,
dueño de casi todos los viñedos, prados y campos que los arrendaba a duras condiciones. Ademas se
esforzaba por aumentar su poder y propiedad a costa de los campesinos. Todo esto no directamente sino
a través de su apoderado general Michon, hombre odiado. Para el verano de 1789 la situación social era
tan explosiva que las noticias de la toma de la bastilla y del incendio del castillo de Challes en la vecine
Bresse tuvieron el efecto de chispa incendiaria. Cientos de viñadores se unen armados con instrumentos
como tridentes y van hacia la propiedad del baron penetrando su mansión y destruyendo los registros de
tierras. Tambien invaden la de Michon. Esta chispa de rebelión alcanza toda la región vinícola de las
colinas occidentales de Saone entre Macon y Tournus, dado que estaban en iguales circunstancias. A
causas estructurales como las elevadas cargas señoriales, fuertes prestaciones personales y el diezmo se
le suman motivos coyunturales como la bruca alternancia de inundaciones y sequia durante el verano y
otoño de 1788, que culminan en un invierno sin precedentes en el que se hielan las 2/3 partes de las
cepas, de modo que en 1789 los pequeños vitivultores quedan sumidos en la insolvencia. Sin estar
fuertemente organizados ni coordinados, su ira no se desata, no obstante, sin medida ni objeto. No ejercen
violencia sobre las personas sino objetos y mientras respetan los bienes de los burgueses centran sus
ataques en las posesiones de la nobleza y el cleo, en especial castillos de señores duros. Estas rebeliones
no eran apolíticas sino que se mezclaba una tradición de autonomía y solidaridad locales con nuevos
elementos de la cultura revolucionaria emergente. Marchaban gritando “Vive le tiers etat”. Pero la revuelta
de los viñadores del Maconnais se derrumbo en una semana, con la milicia ciudadana, juicios y
ejecuciones. Se reforzaron controles admnistratrivos de pago de diezmo y renta feudal. Parece una
paradoja, pero es característico del elevado gradiente político y socia que existía entre el centro
revolucionario y la periferia provincial el hecho de que las sublevaciones de viñadores del Maconnais
indujeran a los diputados de Versalles, en su famosa sesión nocturna del 4 al 5 de agosto de 1789 a
proclamar la abolición del feudalismo y que, a pesar de ello, no mejorase en los años siguientes la
miserable situación concreta de los viticultores. Los burgueses fueron quienes e aprpiaron de las tierras de
la iglesia nacionalizadas, no los campeisnos.
DE LA REBELION FISCAL A LA LUCHA POR LAS TIERRAS COMUNALES EN PICARDIA ENTRE 1789
Y 1795
Levantamientos e insurrecciones de los contribuyentes
Neagarse a pagar tributos e impuestos estatales fue uno de los fenómenos generales de la Francia
provincial y una de las principales fuerzas impulsoras del movimiento revolucionario sobre todo en los
primeros 3 años de la revolución cuando la nueva administración tributaria no funcionaba todavía
plenamente. Las rebeliones estallaron en especial en relación con los impuestos sobre las bebidas, lujo del
ciudadano comun. Hasta que punto estas prtestas se dejaron sentir lo muestra el caso de la Picardia. Aquí
si bien ya se habían levantado en la guerra de la harina en 1775 y luego por los impuestos a la bebida
terminaron por dirigirse contra los impuestos indirectos del Antiguo Regimen en su conjunto, administrados
por los arrendatarios generales. Aquí los derechos de aduana e impuestos eran mucho mas altos que en
otros lados, como el derecho de aduana para entrar mercancía (entrees), el tributo sobre la sal (gabelle) y
el tabaco, pero también de artículos cotidianos como leña, jabon y alimentos (aides) y sobre las bebidas.
Ademas pesaban principalmente sobre los pobres mientras que el clero, noblesa y burguesía acomodada
estaban libres de ellos en parte o del todo. Tan pronto como se tuvo noticia del incendio de las casas de
aduanas de Paris y de la Toma de la Bastilla, se desencadenaron el 18 de julio de 1789, fuertes disturbios
espontaneos de saqueos y demolcion de oficinas de recaudación de impuestos, barreras aduaneras,
casas de recaudadores y de venta abierta en el mercado. Hasta 1791 se sucedieron intermitentemente
estallidos de rebelión fiscal, reduciendo la recaudación en la picardía en ese tiempo. Estos desordenes
eran iguales a las rebeliones fiscales del antiguo régimen pero con el apoyo militar y vacio de poder
cobraban mayor extensión que antes y duraban mas en el tiempo. NO obstante, adquirieron una
radicalidad mayor por el echo de ir unidos a programas políticos que ponían en tela de juicio, como
cuestión de principio, todo el sistema de la fiscalidad indirecta. En mayor medida que en otras regiones en
la picardía los levantamientos iban acompañados de peticiones a la Asamblea Nacional como en contra de
las aides que estaba en contra del principio fundamenta de la AN de 1789 de igualdad y proporcionalidad
de las caras fiscales. Estas peticiones ciruclaban en las tabernas, en formas de copia en los pulpitos y
reafirmadas mediante juntas de firmas recorrían la vida. Estas protestas fiscales indujeron a la AN a
adoptar nuevas leyes. En 1790 levanto los impuestos de la sal y alimentos vitales como tamien hierro y
cuero, y un año después los impuestos indirectos, tabaco y aduanas. El nuevo impuesto principal, directo
(contribucionpersonal et mobilliere), que s eintrodujo a principios de 1791 igualo los privilegios y
sobrecargas, tanto social como regionalmente.
Lucha por las tierras comunales
Picardia también es ejemplo de yuxtaposcion de diversos movimientos revolucionarios. Paralelo a la lucha
fiscal se levantaron comunas por su cuenta hasta 1795 contra latifundistas y terratenientes, a fin de
recuperar las tierras comunales (communaux) y los derechos colectivos usurpados. La política
antiaristocratica de la revolución y en especial la ley de restitución de los derechos colectivos enajenados,
de 28 de agosto de 1792 les ofrecio por fin satisfacción luego de años de lucha. La revolución proporciono
a los campesinos el sentimiento de una libertad adquirida por vez primera. Algo parecido sucedió en las
restantes provincias del norte y nordeste de Francia, asi como en cuatro departamentos del Midi.
VARIACIONES DE LA REVOLUCION ANTIFEUDAL EN GASCUÑA, ENTRE 1790 Y 1794
La estructura agraria tradicional de este territorio se caracterizaba entre otras cosas por un especial
sistema de aparcería (metayage) en el que el agricultor si bien recibia del arrendador aperos y ganado,
tenia, a cambio de ello, que entregar una parte especialmente grande de la cosecha. Con el crecimiento de
población y consecuente escasez de puestos de trabajo, en la segunda mitad del siglo XVIII pudieron los
arrendadores imponer cada vez mas exigencias por terrenos mas reducidos. Esto dio a los movimientos
campesinos una común orientación principal de carácter antifeudal dirigida a todos los receptores de
tributos. Igual esta tendencia ofrecia diversas variantes, rpincipalmente dos. Los medianeros (metayers) o
arrendatarios a medias de Gers nucleo de Gascuña, constituían el 40% de la población rural estabn tan
extremadamente sometidos a cargas y obligaciones que, descontado el arrendamiento (50%), el diezmo
(14%), los jornales (11%) y la semiente (4%), apenas les quedaba una quinta parte de la cosecha. Su ira la
provocaba muy puntualmente el diezmo, extraordinariamente elevado que los párrocos recibían en
especie. Nada de particular tiene que los medianeros contaran el diezmo entre los tributos feudales. La
revolución alentó sus animos de conseguir una reducción del mismo y creyeron que la nacionalización de
los bienes eclesiásticos, acordada en noviembre de 1789, supondría el fin del diezmo. Pero pornto vieron
que la AN lo había incluido en el valor de los bienes nacionales y que sus compradores añadían el antiguo
diezmo a la contribución. Asi en vez de los párrocos eran los terratenientes los que llevaban a cabo las
mismas exacciones. Posteriormente se desarrollo un conflicto permanente entre dos grupos de la Guardia
Nacional. Mientras los guardias de las aldeas, en manos de metayers, apoyaban la negativa tributaria, los
de las ciudades defendían los intereses de los terratenientes. Cuando este frente de defensa ciudadano se
vio debilitado debido al reclutamiento de batallones de voluntaros nacionales en 1791-1792 y a la
persecución de los girondinos en la primavera del 93, lasmilicias de sans-culottes rurales de los
medianeros ganaron supremacía durante medio año hasta que el diputado Dartigoyete, enviado por la
Convencion con tropas procedentes de localidades urbanas, restablecio el orden. En una petición de los
medianeros a la convención de 1794 se reclama por dichos impuestos, los tratos y desigualdad
apoyándose en la doctrina rousseauniana del contrato social reclamando aplicación de los derechos
sociales del hombre incluidos en la constitución de 1793. Estas quejas, testimonio de una conciencia
democrática agudizada en el campo, señalaban las omisiones socialpoliticas de la legislación
revolucionaria. Se les concedieron algunas peticiones de forma parcial, como que en Gers los latifundistas
debieran pagar impuestos proporcionales a su renta, pero la reacción de estos propietarios en el 94 no
dejo progresar en ingresos a ningún medianero. Lo que la Revolucion dejo a los arrendatarios y a los
trabajadores del campo fue una conciencia social, y por tanto política, agudizada. El impulso que
desencadeno los desordenes lo da en 1790 la propia administración departamental de Querey al dirigir
una proclama a la población rural de que esta vez debían hacer efectivos los tributos e impuestos. En
Gourdon un ejercito de 5mil campesinos ocupa el 5 de diciembre la ciudad y saquea durante 3 dias las
masiones de los señores y otros vecinos ricos. La GN se pasa al bando de los sublevados. La convención
envía tropas y los disuelven pero no logran que deje de extenderse la negativa a pagar impuestos a otros
distritos.
MARCHAS POPULARES EN LA BEAUCE, EN 1792, EN PRO DE UN PRECIO JUSTO PARA EL GRANO
Aquí los desordenes rurales adquirieron la forma de sublevaciones por el pan. No es que se produjera
poco sino que la administración de abastos de Paris y los comisarios del Gobierno en el Ejercito preferían
hacer aquí requisas de grano. El miedo provocado por la escasez de alimentos y la especulación hicieron
aumentar aun mas los precios, dado que los pobres buscaban refugio en el campo. El desasosiego político
general tenia un efecto movilizador, por rumores de invasión enemiga y el proceso iniciado a luis. Y asi,
dos oleadas de sublevaciones de inusitada magnitud inundan en febrero y marzo de 1792, y luego en
noviembre y diciembre, las abiertas llanuras cerealistas entre el Sena y el Loire. Marchan campesinos,
desertores, miembros de la GN y pasan por los mercados estableciendo precios bajos para el grano, la
harina y el pan, supervisan la venta de alimentos, registran los graneros de grandes arrendatarios y
terratenientes en busca de reservas escondidas, prohíben la exportación de cereales y hacen que las
autoridades locales legalicen estas acciones. Lo consiguen sin derramamiento de sangre. Estas marchas
se propagan por territorios a mas de mil km2: desde Eure hacia el norte hasta Brezolles; al oeste hasta
Sable, al este hasta Chateaudun y hacia el sur hasta Tours. Tras el derrocamiento de la monarquia los
sublevados adoptan actitudes marcadamente republicanas, azotando simbólicamente una bandera
borbónica con la flor de lis o derribando un cuadro que representa a Luis XV a caballo. Se los recibe con
fiestas, se grita Viva la nación!. Sus ideas igualitarias esconden una fuerza social explosiva. Pero el ideal
al que señalan estos testimonios de una democracia campesina de pequeños propietarios autónomos no
pasa de ser una utopia.
FORMAS DE CONTRARREVOLUCION CAMPESINA DESDE BRETAÑA HASTA LA VENDEE
Bretaña, entre la revolución y la contrarrevolución
Aquí el campesinado, con el apoyo de párrocos rurales procedentes de igual clase, bloqueo, por una parte,
la puesta en practica de los acuerdos de Paris referentes al libre comercio de grano, recurriendo a los
desordenes que tradicionalmente surgían en torno a los alimentos y se negó a pagar los impuestos cuyo
monto se había duplicado. Los campesinos se unieron a la Revolucion en el ámbito local, formando
milicias, registrando castillos en busca de conspiradores y documentos feudales y se presentaron con éxito
a los cargos electivos. Pero mientras a los patriotas cultos les causaban enojo los “rudos espiritus
turbulentos” que impidieron en gran parte su acceso a los cargos influyentes en las elecciones de
departamento y distrito de 1790, los campesinos montaban a su vez en cólera por la preeminencia de las
ciudades y por el hecho de que se inmiscuyeran en su autodeterminación comunitaria. Pero sobre todo se
produjo la quiebra de la incial alianza del Tercer Estado con el campesinado, frente a la aristocracia, a
consecuencia de la política eclesiástica adoptada por la AN (90_91), concretamente, de la nacionalización
de bienes eclesiásticos, de la asimilación de la administración eclesiástica dentro de la articulación
administrativa departametal y de los intentos de los revolucionarios de exigir a los curas católicos, para
poder recibir la asignación económica del Estado, un juramento de la nueva constitución eclesial. Asi el
clero parroquial se paso al campo de los críticos de la revolución y las ¾ partes se negaron a dar el
juramento. La GN penetro aldeas para expulsar a los refractarios y ofrecer protección a los párrocos
patrióticos despertando solidaridad sobre todo femenina con los párrocos tradicionales. Cuando en el 92
se nacionalizo el registro civil y la GN reclutaba voluntarios, los campesinos comenzaron a rebelarse
abiertamente contra esta supuesta reimplantaciion de la milicia y contra lo que era a sus ojos una
descristianización planificada. Ya no se conformaron con planfetos que pedían a sus párrocos sino que
recurrieron a la violencia desde 1793 a 1794. Y violencia era matar a golpes, secuestrar y ocupar algunas
cabezas de distritos asi como quema de documentos. La rapidez y cercanía de las tropas revolucionarias
impidieron que esto se transformara en una verdadera contrarrevolución. Alain Nedellec fue el primero en
probar la guillotina en marzo de 1793 al sostener que era jefe de distrito con un gran apoyo campesino.
La Vendee, lugar emblemático de la contrarrevolución
Pero esta reacción de tropas en Bretaña no se daba por ninguna parte al sur del Loire, porque el Gobierno,
por miedo a un desembarco ingles, había concentrado las fuerzas en las ciudades de la costa atlántica.
Los campesinos comprobaron que, mediante las reformas fiscales y la legislación agraria antseñorial, sus
cargas tributarias ni estaban mas equitativamente distribuidas ni se habían reducido. Comerciantes,
notarios y abogados, la mayoría con cargos electivos, se apoderaban de los mayores bienes nacionales y
movilizaban a la GN contra los párrocos. A partir de 1791 las manifestaciones colectivas de la piedad
popular tradicional como procesiones nocturnas y fiestas de eucaristía, asumieron crecientemente
carácter de protesta política, hasta qe en 1793 estallo la rebelión. Esta se forma en las asambleas luego
de la misa dominical y conversaciones en tabernas. Se niegan a participar del sorteo de voluntarios y se
apoderan de caserios o pequeñas ciudades dejando guardias nacionales muertos. Al difundirse estos
hechos se genera una visión negativa de los sublevados. Tras dos victorias de los campesinos ante las
tropas, la Convencion urde una teoría de conspiración y odio acendrado contra la Revolucion para explicar
esta derrota. La “Vendee” se convierte en lema. Con el Decreto Cambaceres del 20 de marzo, da
comienzo la guerra civil. En un momento de luchas por el poder en la Convencion y de amenaza militar a
la Republica por parte de las tropas aliadas que avanzan en el frente norte, La Vendee ofrece a los
montagnards ua bien recibida imagen del enemigo que justifica su radicalismo contra los girondinos y el
envio de 82 comisarios a los departamentos. Portavoces revoolucionarios demonizan la Vendee en la
Convencion, convirtiéndola en región de traidores a la patria fanatizados por curas que llevan el calir en
una mano y unba pistola en la otra. Convierten la campaña de la Vendee en lucha decisiva de la Reublica
contra la monarquia, rev contra contra. La Vendee simboliza a la Francia contrarrevolucionaria toda. Entre
marzo y junio del 93 “los blancos”, como se nombraba a los sublevados por su escarapela realista,
conquistan varias ciudades: Fntenay-le-Comte, Cholet, Saumur y Angers. Pero como demuestra la
proclama de los campesinos de Houdan al ayuntamiendo de Ancenis, el programa de los sublevados no
es en rigos contrarrevolucionarios sino que tiene por finalidad la dignidad y la libertad campesina: no
depender de las ciudades, no reclutamiento, elegir sus párrocos “no pedimos que vuelvan las rentas
feudales, no somos amigos de los déspotas, exigimos una reducción de los impuestos”. Los campesinos
dominan hasta otoño el territorio que se extiende desde el Loire hasta la llanura de Aquitania y gran parte
de la población esta de acuerdo con ellos. Los azules (soldados de la republica) nada pueden hacer. La
organización de esta muchedumbre se estructural principalmente de manera comunal: la comuna encarna
la unidad vital tradicional y da el sentido a la lucha. Cohesiona a los hombres en torno a un líder local y
permite que se incorpore el noble local. Pero en general no estaban muy organizados y mas alla de la
unión por la religión y la monarquia, reina el desacuerdo. Un Coseil superieur establecido en Chatillon-sur-
Sevre el 26 de marzo del 93 y hace las veces de gobierno se disuelve ese mismo octubre. Imprimen su
propio papel moneda en las prensas conquistadas y un Bulletin des amis de la Monarquia y de la Religion
que pegan en las paredes del territorio dominado. Acabar con La Vendee,símbolo del rechazo, se
convierte en el objetivo principal de los revolucionarios parisinos. Desde diciembre del 93 a febrero del 94
lo que encarnan los azules es una verdadera carnicería, al punto que los asesinan mediante “bautismo
patriótico” en el Loire por la sobrecarga de la guillotina. Avnzan de enero a abril violando, asesinando y
quemando. La cruelad y la publicidad de esta represión han contribuido a la exaltación simbolica de la
Vendee. Pero en general debe considerarse fracasada la política aplicada por parís a esta región. La
guerrilla se organiza casi profesionalmente alnte el ataque. El gobierno establecido en termidor tiene que
ceder, concediendo a la región, a cambio del reconocimiento del régimen republicano, no solo la libertad
de culto, el libramiento del servicio militar y una exencion fiscal de 10 años, sino también el reconocimiento
a sus luchadores de la condición de tropa especial con soldada. Pero la vendee contribuyo a la creación
de la unidad nacional de Francia. La guerra civil de la vendee refleja los problemas generales de
comprensión y de coordinación entre los programas nacionales de los revolucionarios radicales d eparis,
por un lado y el afán autonomista de la población rural que se oponía a la modernización centralizadora,
por otro. Este conflicto tuvo sus brotes en otras regiones, hablándose también de una vendee en
Provenza.
VISION PANORAMICA DE LA REVOLUCION CAMPESINA
Los ejemplos son represantativos de los tipos mas importantes de levantamientos campesinos y de su
peso geográfico. Las sublevaciones antifeudales como del Bajo Lemosin, Maconnais y Gascuña afectaron
la Francia central y meridional. Por otro lado las sublevaciones motivadas por el grano o el pan en la que s
edestaca la gran participación de jornaleros, un fenómeno propio del valle del Rodano y muy
especialmente d elos graneros noroccidentales como la Beauce. En el noroeste y nordeste se centraron
las luchas por la división de las fincas en arrendamientos y la recuperación de las dulas y derechos de uso
colectivo como la Picardia. La rebelión fiscal de esta ultima se extendia por todo el país. Finalmente la
contrarrevolución campesina como en Bretaña y la vendee muestran que su centro se hallaba en el oeste
central francés. Pero la pregunta es si fueron parte integral de la revolución francesa. Hay que decir que
las revueltas en general siguieron las mismas líneas de revueltas anteriores y la mayoría tenían un
carácter comunal de rechazo a la intromisión revolucionaria exterior y la preservación del mundo comunal
según las viejas costumbres. Claro esta que el proceso revolucionario incidia en el curso de estos
levanamientos. A menudo sin interesarse demasiado los campesinos se limitaron a aprovechar la hora
favorable paa eludir los tributos seloriales y los impuestos estatales, con lo que, no obsante, se unian a los
movimientos de sublevacion general de la revolución. Varias series de rebeliones campesinas formaron
incluso parte inmediata de las fuerzas impulsoras de la revolución. Esto fue asi especialmente en los
levantamientos antiseñoriales. Los campesinos daban expresión al mismo tiempo de una cultura política
propia que era perfectamente compativble con las principales demandas emancipatorias de la revolución.
La Francia campesina fue también parte d ela revolución. La política cultural de los pueblos, dominada por
las tradiciones comunales, experimento un cierto grado de democratización y de aplicación del derecho.
MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS Y CULTURA REVOLUCIONARIA EN LAS CIUDADES DE
PROVINCIAS
Estos movimientos constituían una fuerza movilizadora que proporciono resonancia nacional y la
posibilidad de imponerse en todo el país la revolución que tenia lugar en el centro de parís. Lo que prima
es la diversidad. Rasgos generales de la revolución urbana en las provincias se encuentran en fenómenos
menos espectaculares, sobre todo en las nuevas formas, contenidos y funciones de la sociabilidad, es
decir, de la comunicación política, la convivialidad y la formación de asociaciones.
En Tulle, bajo lemosin, ciudad con 10mil habitantes, sede regional principal eclesiástica y estatal con
artesanos y fabrica de armas. Aquí la revoluion se inicia con la Grande Peur, que se difunde por el país
con la Toma de la Bastilla. Por temor a una invasión de los bandidos el consejo municipal urgues crea una
garde citoyenne, una milicia fomrada por “todos los ciudadanos honrados”, no pobres ni criados
domesticos. De esta milicia civil que pronto pasa a llamarse GN patrullan las calles. En paralelo la
asamblea de amedrentados ciudadanos nombra el 7 de agosto del 89 un gobierno local de emergencia
llamado Comité permanent que se ocupa de mantener el orden publico hasta que se elige en enero de
1790 un nuevo concejo municipal. Al calor de los desordenes campesinos y la alza de arrestados y
asesinados aumentan las tensiones entre el concejo y la población. Mientras los notables quieren juzgar
severamente a los campesinos y que la AN los proclame guardianes del orden, los “patriotas” se muestran
partidarios de la abolición de privilegios estamentales y de un tratamiento mas suave con los insurgentes.
La posición de estos últimos se refuerza cuando Brival (PATRIOTA) pasa a ocupar el máximo cargo de
adminitracion en calidad de Procurador general syndic en el departamento de la Correze y los partidarios
de la revolución reciben el apoyo de una nueva fuerza política que se constituye al marges de las
instituciones regulares de la ciudad, el distrito y el departamento.
JACOBINOS EN LA FRANCE PROFONDE: LOS “AMIGOS DE LA CONSTITUCION” DE TULLE
El 5 de junio de 1790, los Amis de la Constitution de Tulle, asociación creada el 20 de mayo, celebran la
primera reunión de la que hay actas en la biblioteca del reformado convento de los franciscanos. Mas de
500 miembros firman estatutos, democráticos y disciplinarios, de esta org de ciudadanos
prorrevolucionarios. Eligen un presidente, dos secretarios y un tesorero por mes por mayoría de afiliados.
El presidente guarda el “orden de la asamblea” abre, cierra, da palabra y propone tema. Los secretarios
redactan actas, hacen lista de asistentes y llevan la documentación. 4 Commissaires cuidan el orden de la
sala. Se reúnen 2 veces por semana, los días de correo. Los afiliados deben comportarse y no intervenir
mas de 3 veces por sesión. Para afiliarse deben apoyarte 5 afiliados y ser aceptado por mayoría con
periodo de prueba de 6 meses. Y se expulsa a quienes actúen contrariamente a los “principios de la
constitución” o no vayan hace 3 meses. En el curso de la politización local y regional el reglamento se fue
haciendo mas rigido. Las reuniones se hacen totalmente publicas en el segundo semestre de 1790,
asistiendo mujeres y no afiliados a las tribunas. Elevan el cuorum para admitir y venden trajetas de afiliado
en 1792 mensualmente para que no vayan gente poco estimada. Mientras los necesitados reciben sus
pases gratuitamente, los acomodados deben pagar mas voluntariamente. En marzo del 94 sustituyen las
tarjetas por medallas que tienen inscrito “Sans-Culotte, membre de la societé populaire de Tulle”. En el 92
se acuerda que el responsable del orden de cada sesión lleve un Bonnet rouge y que patrulle la sala con
un pica. Y es que se armaba quilombo. Crece tanto el numero de asistentes que en junio de 1791 se muda
el club a la sala del liceo municipal pero desde finasles de octubre del 92 hasta comienzos del 93
desciende tan fuertemente que algunas votaciones se aplazan por falta de quórum y se advierte que los
que viven en Tulle deben ir 1 de cada 3 sesiones. Pero 235 vivian allí cuando otros 300 miembros eran de
58 municipios del bajo lemosin, es decir, procedente d elos territorios de disturbio campesino. Asi el club
estaba dividido en 2. Por un lado los miembros mas antiguos y dirigentes, ciudadanos de Tulle que no
tenían acceso al concejo, reclutados principalmente de una capa burguesa tradicional superior
(administrativos, jueces, notarios, abogados, médicos, comerciantes y estudiantes) mientras que los
clérigos solo empiezan a adherirse a finales del 90. Por otra parte, el pueblo llano que se incorporan muy
pronto, como artezanos y pequeños propietarios agrícolas, obreros de la fabrica de armas y luego
campesinos, algunos que a penas escriben su nombre. Esta sección popular pasa del 43 al 58 % entre
junio del 91 y agosto del 94. Durante la fase radical de la revolución, el club tiene que enfrentarse a una
contrafundacion y acabar por expulsar a agunos de sus miembros por pertenecer a la Societé
monarchienne, contraclub realista. Sin embargo con una quinta parte de todos los hombres adultos de
Tulle el club debio tener de su lado a la mayoría de los ciudadanos políticamente comprometidos. Para
tener aun mas reconocimiento realizan bailes patrióticos, fiestas civicas y toman partido por el
abastecimiento de artículos alimenticios. Sus actividades se extienden a dos ámbitos: por un lado a la
aculturación política interna de sus miembros, en armonía con correligionarios de todo el país, y por otro,
el apoyo ideologico y practico de la Revolucion hacia afuera.
La rage de s´associer: procedimientos de comunicación política y formación de la opinión
En el sentido de las sociedades cultas propias de la Ilustracion, desde las logias masónicas a los
gabinetes de lectura los Amigos de la Constitucion de Tulle son una agrupación voluntaria,
supraestamental, de ciudadanos para la información, la discusión y la formación de la opinión común en
torno a las cuestiones apremientes del dia. En su espiritude libertad e igualdad no se nombran Monsieur
sino frere, hermano y posteriormente obliugan a cambiar el usted por el tu. De vez en cuando, los clubistas
refuerzan su unidad mediane fiestas. Pero su verdadera actividad se orienta primordialmente a la
publicistica revolucionaria. Hacen lectura colectiva de los papiers publics ocupando toda una sesión en
ocasiones. Sobre todo para quienes nos saben leer (50%) esta lectura de la prensa política se convierte en
un medio fundamental de información y formación de opinión. Por ello las reuniones son cuando llega el
correo. La mitad de las publicaciones son diarios, fundamentalmente de parís pagando los importantes y
consiguiendo otros. Obtiene información de la AN gracias al semioficial Journal des debats que se lo da el
concejo de Tulle pero otros pgan la subscripción de los principales órganos de la prensa d eopinion
revolucionaria radical: Annales patriotiques (jean Louis Carras), La Sentinelle (Louvet) ,Cournier du Midi
entre otros. En cambio el órgano central jacobino, Journal de la Montagne, solo se abona en el club mas
tarde cuando esta terminado el periodo del Terror. Reflexionan, debaten y envían cartas de lectores a las
redacciones e incluso a la AN. Luego de leer el periódico mural La Sentinelle lo pegan en la plaza.
Admiradores del periódico parisino Le Pere Duchesne de Jacques-Rene Hebert, el activista del club Jean
Charles Jumel funda uno parecido cuya cabecera es Le Pere Duchene de la Correze. La otra mitad de las
publicaciones son hojas volanderas y panfletos. Forman parte de estos discursos de Luis XVI, Camille
Desmoulins y Robespierre, asi como proclamaciones oficiales de la AN y de la Convencion, documentos
sobre planes conspirativos del rey, de la revolución del 10 de agosto del 92, etc. Tambien hay escritos
populares que cumplen mas bien una función pedagógica. La lanteme magique de DÓrfeuil es un ejemplo
ya que explicasencillamente los sentidos de la revolución. Y estas elaboraciones se las mandan enre
clubes. Pero esta recepción de publicaciones revolucianaria es 1 d elos 2 factores fundamentales de la
politización supralocal del club. El segundo consiste en la comunicación con el resto del país y en la
interconezion con las fuerzas revolucionarias, tales como las numerosas guardia nacionales urbanas y
rurales y en especial los clubes jacobinos ideológicamente afines. Las redes se establecen por dos
procedimientos tomados de las academias y logias de la Ilustracion: la incorporación de sociedades filiales
a una sociedad madre (afiliación) y la constante correspondencia. Los amigos de la constitución de Tulle
acuerdad escribir a todas las sociedades de Francia para informar sus fines y son reconocidos por el club
jacobino de Paris como “sociedad fraternal”. No es casualidad que el comité de correspondencia sea el
mas importante. Durante un tiempo reciben de la sociedad madre todas las semanas paquetes de material
impresos con artículos, discursos, circulares, noticias y opiniones. Ademas envían memoriales y peticiones
a la AN, como la petición de puesta en libertad de los campesinos sublevados del Bajo Lemosin. Pero
aunque siguen porlo general las directrices políticas de la sociedad madre, conservan cierta autonomía.
Por ejemplo mantienen también correspondencia con el Club de los Cordeliers de Paris, rechazan un
proyecto de ley para la reordenaicon de las guradias nacionales redactado por robespierre. Mas
importante que la vinculación con la sociedad madre es la vinculación con los demás clubes del mismo
rango 102.
Dentro de esta tupida red de los clubes jacobinos de Francia sudoccidental y del Midi, el club de Tulle
desempeña como minimo 3 funciones principales. Desarrolla cierta dirección control y supervisión de
otros clubes, sobre todo por el principio jacobino de aceptar afiliación demostrando hermanamiento con 2
clubes mas. Asi por antigüedad y cantidad de miembros tienen un papel directivo regional. Y realmente se
fijan quienes son los miebros y si alguno es sospechoso no aceptan la unión del club. En segundo lugar,
funciona como mediador y distribuidor de las publicaciones de la revolución en general y de los
llamamientos y circulares de los jacobinos en particular. En tercer lugar a menudo toman ellos mismos la
iniciativa para difundir y afianzar las fuerzas revolucionarias y la unidad patriótica en la red de las soc
fraternas. Por lo general, dirigen repetidos llamamientos a todos los clubes afiliados de la Correze. Con el
fin de reforzar la voluntad común organizan una especie de congreso para constituir un comité central del
Club de los Jacobinos, cuyos delegados de Burdeos y de la Correze se reúnen en el local de su club en
julio del 92.
Furor politicus: el club jacobino de Tulle como “ojo alerta” de la Revolucion
El furor asociacionista (rage de s´associer) trae consigo un impulso politizados que introduce de golpe en
un contexto de comunicación y discusión nacional a una región que hasta ese momento vivía en local
aislamiento. El club gracias a la influencia que ejerce en la opinión publica pasa a convertirse en instancia
de “democracia de base” junto con los poderes constitucionales y en competencia con ellos. Una natural
función de vigilancia revolucionaria, que otros clubes expresan imprimiento el emblema del ojo en las
tarjetas de afiliado de sus miembros, es común a todas las actividades del club. Los amigos de la
constitución de Tulle otorgan gran valor a una nueva cultura de libertad e igualdad y combaten todo lo que
vean como contrario a estos principios, tal como ostentar títulos nobiliarios (te echan). Reniegan de los
“monumentos del feudalismo” que la revolución ha conservado. Repetidamente amonestan al concejo de
Tulle y a la administración para que cumplan la ley sobre la destrucción de todos los monumentos del
Antiguo Regimen y que supriman los títulos feudales. Pero además hacen propaganda de los símbolos y
de los héroes de la Revolucion. Hacen una reproducción de Bastilla que conjura los horrores del AR y
recuerda la toma libertadora, vigilan que se usen escarapelas azul-blanca-roja e introducen el gorro rojo de
los jacobinos. Participan con especial énfasis en el culto a los héroes nacionales de la revolución. Cuando
asesinan a Marat por ejemplo hacen toda una cadena de rituales conmemorativos. Los amigos de la
constitución desarrollan una verdadera política cultural local en el campo escolar. Debido a que cierran sus
puestas el college de los clericos refractarios, aceptan con entusiasmo la propuesta de la AN de establecer
en cada departamento una Ecole de constitution (6 abril 1791). Declaran asunto de máxima importancia la
reapertura de la escuela superior y forman una comisión de línstruction para su planificación. Y lo hacen
en 1794. Pero su iniciativa queda ahogada en el cambio de poder que se produce también en la Correze a
raíz del derrocamiento de Robespierre. Pero aun mas revolucionaria es la política de cara a la Iglesia
dirigida a los párrocos refractarios que siguen practicando algunas exacciones, realizan bautismos
secretos, etc. A fin de que en la Correze se castiguen estos actos nombran entre los miembros del club a
un vigilante de los curas, hacen ciruclar listas negras y dan acogida al decreto de agosto del 92 de la
Covencion para su deportación. Tras haber reforzado los controles en el 94 para que no se realicen misas
por el alma del rey en el aniversario de su ejecución comunican a la Convencion de que en la Correze ya
no queda ningún cura. Declaran templo de la razón a la iglesia principal de Tulle y exigen para su
financiación una exacción forzosa de 1200 libras a los aristócratas en prisión. Ademas celebran como un
gran éxito de la Ilustracion y de la Revolucion cada vez que un clérigo se pasa a su campo, entre ellos el
obispo constitucional Brival al que enseguida nombran presidente. En otoño del 93 en el momento
culminante del anticlericalismo revolucionario, la sala del club de los amigos de la constitución de Tulle se
convierte en escenario de una autentica descritianizaicon. De todas formas los efectos en extencion y
profundidad de este activismo anticatólico no dejan de resultar dudosos. Por ejemplo cuando descubren
que un grupo de ciudadanos compro una iglesia para celebrar el servicio divino, les resulta difícil tratar
esta “recaida en la superstición”, procediendo a colocar una lista con los nombres en la puerta de la sala
de reuniones durante 3 sesiones y quemándola (enero del 92), pero luego le restan importancia diciendo
que no sabían escribir y que eran campesinos carentes de luces y seducidos por unos cuantos fanáticos.
Pero estos activismos son solo una parte y van unidos a gran cantida de medidas socioeconómicas de
caacter mas general y a actos mas específicamente políticos que tienen que ver mas directamente con el
curso de la revolución. La política social va dirigida especialmente a dos grupos representados
fuertemente en su seno. Uno lo forman los obreros de la fabrica de armas de las afueras de Tulle a la que
en 1794 se le da el nombre de “Usine de la Montagne”. Son la personificación de los partidarios plebeyos
de la revolución. Se acostumbra a darle misiones patrióticas, como el acompañamiento de un transporte
de prisioneros hasta Limoges, o la asistencia a un “cursillo” en Paris sobre la obtención de salitre y
también apoya la construcción de una nueva fabrica y establecen en la antigua casa señorial de Cueille
una tahona propia para ellos. Ante la queja de Paris sobre la reducción de la producción de armas el club
les hacen preguntas de su absentismo y hacen que se comprometan a aumentar la producción. El
segundo grupo lo constituyen los campesinos de la Correze, de los que el club se ocupa mas
intensamente. El club adopto varias iniciativas para la ilustración rural, empzando con las advertencia a la
trampa del fanatismo pasando por la distribución de catecismos de la Constitucion. Se esfuerzan por ganar
la confianza de estos campesinos. Ante los campesinos rebeldes en vez de perseguirlos les prestan oídos
a sus quejas y su actitud favorable a los campesinos tiene sus ventajas y libra a los activistas
revolucionarios de la ciudad de una situación critica en la llamada Guerra de los Gorros. Cuando el 9 de
abril del 92, lunes de pascua, 50 patriotas con gorros rojos penetran en la Iglesia de la Vsistacion para
dispersar a los fieles, en poco tiempo se forma en la plaza una multitud 3 veces mayor de aristócratas
armados. Estos piden la libertad de culto religioso y el cierre del club jacobino de Tulle. Entonces los
“demócratas” tocan la campana de rebato llamando en su ayuda a 15mil campesinos que entran en tropel
en la ciudad conducidos por guardias nacionales de los pueblos y disuaden a los “nemigos de la revolución
de sus criminales maquinaciones”. Son los pequeños arrendatarios (bordiers) y no los agricultores
propietarios los que van. 12 dias mas tardes el club les dirige un mensaje de agradecimiento. Tras este
principio de alianza del campo con la ciudad hay intereses concretos, sobre todo la demanda de cereales d
ela ciudad. Y el pan es el principal alimento de la gente sencilla. Una y otra vez el club les pide que
abastezcan de grano el mercado de Tulle. Pero cuando mandan emisarios a hacer estas peticiones los
campesinos se quejan a menudo. El club forma su propio comité, el Comité des subsistances, con el
encargo de acelerar los transportes de grano a Tulle, detectar acaparadores y perseguirlos, comproar las
listas de existencias de los panaderos, evitar las requisas de otras instancias, en especial las de los
abastecedores del ejercito y panificar conjuntamente con el concejo de Tulle el diario suministro local para
gentes sencillas. La propuesta radical de crear, siguiendo el ejemplo de Paris, un ejercito revolucionario
para el abastecimeinto halla escasa resonancia en el club. Sin embargo, cuando la ley sobre precios
máximos para los viveres (máximum) gana terreno en provincias, el club la apoya con entusiasmo
nombrando todos los domingos 12 hermanos que inspeccionan los mercados y a otros 2 que vigilan los
precios máximos. Intenta incluso para dejar atrás la separaicon social de los ríos que comen pan blanco y
los pobres que ocmen pan negro, proponiendo hacer pan mezcla para todos los habitantes.
En el plano político, sobre el fondo de un miedo permanente a conspiraciones aristocráticas, son sobre
todo los terenos problemáticos los que sucesivamente predominan en la orden del dia de las sesiones. En
primer lugar la lucha contra la monarquia y en favor de la republica. La forma monárquica no es al principio
un tema que los inquiete, ni siquiera con el intento de fuga d ela familia real en junio del 91. Pero cuando
Luis impone el veto a la ley sobre los inmigrantes, cuando a principio del 92 escuchan a los oradores
republicanos invitados, Dubois de Cancé y Roederer, cuando el diputado de la Correze les envía el nuevo
escrito sobre Les crimes des Rois, se desarrolla rápidamente un vivo antirrealismo. En los escritos
dirigidos a la AN a fies del 91 piden que se le retire al Rey el derecho a Veto y en agsoto del 92 exigen su
derrocamiento, lo que el diputado Brival “confirma” el 13 de agosto, 3 dias después del asalto a las
Tullerias. A favor de la ejecución del rey el 19 de enero del 93, al dia siguiente piden a la Convencion que
se excluya a todos los diputados que no hubieses votado por la muerte, sino por apelar al pueblo. Tras la
caída de Robespierre refuerzan repetidamente su republicanismo. En segundo lugar, el club se
compromete apasionadamente en la guerra que los revolucionarios de Paris libran con creciente
enconamiento contra los enemigos exteriores e interiores. Saluda la declaración de guerra francesa a
Austria y Prusia, cuelga en la sala de plenos el cartes “La guerre aux Tyrans” que les enviaron los
hermanos de burdeos en el 92, reúne donativos de guerra para la AN y drirge a esta una declaacion sobre
su “firma decisión de vivir en libertad o morir”(4 d ejunio del 92). Cuando el presidente da lectura a la
declaración de estado de emergencia nacional y comunica que las tropas avanzan en la frontera, los
miembros dl club acuerdan reunirse en permanence e intensifican su propganada para la formación de un
batallos de voluntarios de la Correze. Honran a los voluntarios con una sesión festiva y participan en su
juramento publico. Leen con orgullo en las sesiones las cartas del frene que envían los hijos de la patria y
reúnen fondos para aquellos que caen prisioneros. El enmigo interior lo representa para ellos la Vendee
donde un batallón de voluntarios de la Correze interviene contra los rebeldes. Festejan la victoria y dan
honores a los voluntarios que realizaron la total derrota de los bandidos (5 de marzo del 95). En tercer
lugar, apoyan y ponen en practica medidas de emergencia de política interior, que posteriormente se
resumen con la expreison tópica de Terreur. Sin haber planificado una dictadura jacobina, contribuyen
poco a poco a ella. A mdiados del 91 constituyen un Comité de recherches al que encomiendan ponen al
descubierto las maniobras anticonstitucionals d elos enemigos del orden. En el 92 transforma este comité
en uno de surveillance y con el miedo a la ocnspiracion interna y externa, confeciconan una lista de
sospechosos. Bajo el influjo de la guerra civil de la Vendee se radicalizan aun mas sus actividades durante
el verano y otoño del 93: confeccion de listas de emigrantes y de operaciones de limpieza, expulsión de
miembros emboscados, notificaicone spublicas de correspondencia de aristócratas, protestas contra el
trato indulgente de los sospechosos en prisión, exámenes políticos de los funcionarios electos de la
Correze a cargo de dos hermanos por distrito, junto con la extensión de certificados de buena conducta
civica para los patriotas fieles a la revolución. Saludan con agrado en noviembre la condena y ejecución en
guillotina de los antiguos girondinos de parís y participan en la constituion del “Tribunal Revolucionario” de
la correze. En su sesión del 6 de julio del 94 ponen al descucbierto u complot constrarrevolucionario en la
ciudad y dan al comisario de la Convencion presente, Roume, el nombre de 34 conspiradores siendo todos
detenidos y 15 enviados al Tribunal Revolucionario de parís. Se alcanza asi el punto culminante de la
dictadura jacobina en tulle. De todas formas hay que dudar de que el terror tuvera fuerte respaldo entre
los miembros del club. En todo caso llama la atención el énfasis con el que slaudan “la feliz revolución del
9 de Termidorr” y de que abrupta manera se apartan del “sistema de sangre y terror” tan pronto como el 2
de agosto del 94 tienen noticias de la caída del “tirano de robespierre”. La epuration que previamente fuera
instrumento d eintimidacion jacobina, se vuelve ahora contra los miembros del club radicalrevolucionarios.
Se somete a sus miembros a interrogatorios criminales en la que los acusados tienen que justificarse ante
la asamblea desde la tribuna de los oradores. Son expulsados, de la sociedad con deshonor, en especial
Anotine Sauty, por haber sido el mas ardiente instigador del sistema del terror y de la sangre y haber
entregado ciudadanos al tribunal revolucionario. Y asi expulsan a mas. Pero asimismo rehabilitan
amiembros que habían sido expulsados como Leonard Bourdon. Y asi el 12 de enero del 95, el presidente
puede recibir al comisario de la Convencion Calude-Francois Chauvier diciendo que ha pasado ya el
periodo de hierro que habían implantado en Tulle un “puñado de tiranos”. El club había “arrojado de si a
todos estos terroristas y chupasangres” y ahora estaba regenerado. Con su cambio político de la dictadura
jacobina a la republica moderada de la época del Directorio, los clubistas marcan el paso de un giro mas
general que tiene lugar en la Correze. Repetidamente presionan a los cargos del distrito para que saquen
la guillotina. El mismo Lacoste, comisario de Convencion, es destituido por extrañarse de la pasión con la
que piden castigo a ciudadanos. Al ser destuido y perder muchos jacobinos sus cargos en las nuevas
elecciones se consuma el cambio de poder en la Correze. El 24 de marzo del 95 celebra el club de Tulle
su ultima sesión protocolizada.
Un Club de la Revolucion y su significado ejemplar
Cabe caracterizar al club jacobino de Tulle como asociación extraparlamentaria de los ciudadanos de la
localidad, deseosos de reformas y socialmente comprometidos, junto con los perqueños burgueses,
obreros y campesinos, del entorno inmediato. Si bien mediante la red sigue directricies del club madre su
actividad se centra en la comunicación regional. Su cultura de asociación fratenal, como se manifiesta en
fiestas y defiles, es la forma politca que adopta una arraigada sociabilidad. Contribuye al ejercicio de los
procedimientos democráticos asi como la información de la actualidad, la formación de la opinión colectiva
y la adquisición de una retorica política de nuevo tipo. En correspondencia con la estructura de su afiliación
mantiene estrechas relaciones con el entorno rural, apoyando reivindicacines económica pero ilustrando
disciplinadamente. Durante 4 buenos años da el tono político en Tulle y consigue debilitar a los notables,
para combatir a los cuales se formo en 1790. Cuando tras el giro termidoriano que da la revolución en
1795, el club se disuelve, las familias burguesas han recuperado influencia política y sin embargo hay
cosas que han cambiado fundamentalmente. El efecto traumatico del terror y las depuraciones
termidorianas han tenido como consecuencia una permanente polarización interior. Precisamente por la
mediana condición del club resulta típico de un fundamental fenómeno de masas que se dio en la
revolución francesa: una red de clubes revolucionarios o sociedades populares que a partir de los centros
urbanos se extendió por todo el país en 1791-92 y que en el momento de su máxima densidad, 93-94,
llego a comprender hasta 6mil organización societarias. Todas las localidades como Tulle de mas de 4mil
habitantes tienen su club. Hasta el 30% de esas ciudades estaba afiliado. En comparación con las 850
logias de la década del 80 supone un salto cuantitativo pero también cualitativamente. Mientras las logias
de la ilustración eran sociedades secretas bastante apolíticas y uno de otros modos de asociación
(academias, salones) las sociedades populares revolucionarias fueron a la vez publicas y politias y se
consideraban la única forma legitima de asociación. Ademas el clu de Tulle es ejemplificador del carácter
espontaneo y no unitario de la formaicon de estas asociaciones. Asi mismo muestra que la afiliación no fue
ningún instrumento arbitrario de la dictadura jacobina sino una unión flexible d emuchos centros con
cambiantes formas organizativas y acentos políticos. Fueron fuente de legitimación del gobierno
revolucionario. Trascendieron el aislamiento local gracias a la solidaridad y a la formación común de la
opinión y crearon un espacio político nacional cualitativamente nuevo y tendencialmente mas democrático.
EL DEPARTAMENTO DE ILE-DE-FRANCE EN LA VERTIENTE RESGUARDADA DE LA REVOLUCION
Al haber en un departamento tan apartado como la Correze una notable presencia revolucioaria puede
causar extraño que en Melun a 43 km al este de Paris para 1790 no existiera ni un club revoucionario.
Pero esto pasaba. En el departamento de Seine-et-Marne cuyo centro administrativo es melun, era una
región de pequeños centros urbanos que en conjunto solo eran 8mil habitantes.Mientras que en las
postrimetrias del XVIII estos nucleos de poblacoon se caracterizaban por las empresas artesanales
familiares, cargos públicos, notables y comerciantes, el entorno rural estaba en manos de grandes
latifundistas nobles y burgueses que viven en parís.En las aldeas, los agricultores y jornaleros constituyen
el 40% de los cabeza de familia. La revolución no igual estas contradicciones sociales sino que las
trastoca un poco en favor de ciudadanos urbanos, arrendatrios y grandes agricultores acomodados y de
los artesanos de aldeas. Una sexta parte de la población necesitaba asistencia benéfica. Y esto no cambia
ya que toda la economía agraria estaba orientada al abastecimiento del “estomago de parís”. La tradicional
fama de Brie y Gatinais (comarcas históricas que conforman la región) de ser regiones tranquilas se
confirma en la revolución. Rebeliones campesinas dispersas contra las leyes de la AN para la supresión de
los derechos feudales en la primavera de 1790, disturbios por escases de alimentos en el 92, petición de
división de las dulas entre los habitantes de las aldeas y una matanza en la cárcel de la sede episcopa de
Meaux son los movimientos revolucionarios mas espectaculares del departamento. Puesto que los curas
en 2 tercios prestan juramento, la cuestión religiosa no constituye ninguna prueba decisiva. Hasta 1793 el
apoyo del departamento de Seine-et-Marne a la revolución se limita al reclutamiento de voluntarios y el
abastecimiento de viveres a parís. Apenas se contemplan medidas sociales incisivas ni intervenciones
para odificar relaciones de fuerza locales, con el fin de movilizar a la población en favor de la revolución.
Las fundaciones de clubes revolucionarios no se inician gasta octubre de 1790 y no se estabecen redes
tupidas. El club de melun se mantiene exclusivo hasta 1792 y solo en 1794 alcan los 300 miembros. Los
clubes de pequeñas ciudades y aldeas reclutan sus miembros en 2 tercios entre comerciantes y artesanos.
Solo en el 93 comienzan a dirigirse por fuera de ese nucleo mandando misioneros como apóstoles
revolucionarios a los pueblos cercanos para informar al campo y organizar promenades civiques,
procesiones, llevando bustos de santos de la revolución Marat y Le Pelteier. Y muchos intentos topriezan
con el rechazo de los campesinos. Cuando en el 93-94 se fundan sociedades populares no precisamente
comulgan con la revolución, pues, para mas de una comunidad que se siente amenazada con la
descristianización, las requisas de granos y levas de tropas, el club es una institución de solidaridad para
la defensa de los intereses comunales propios. La convención envía en septiembre a Melun un discreto
diputado Dubouchet en calidad de enviado especial pero no esta a la altura de las circunstancias. Utiliza
una retorica radical sin preocuparse por los detalles y se limita a cxoncentrar en los centros administrativos
del departamento la violencia represiva. No tienen demsiado efectos sus intentos de limpiar a los
mandatarios hostiles al régimen por fala de personal dirigente cualificado. Como existen diferentes
instancias parisienses que compiten por adquirir el grano, se pone del lado de los mandatarios
departamentales. El ejambre de comisarios de la comuna y del ministerio no tienen la confianza del
pueblo. Y sentencia Dobouchet: “ en medio de la libertad, organizan la tiranía”. El 21 de noviembre envía
triunfal a la Convencion “el departamento de Seine-et-Marne esta en estos momentos sansculottizado”. No
obstantes el representante plenipotenciario de la Convencion Nacional asume importantes funciones de
conexión entre parís y el departamento. En el 93 toma medidas de bienestar publico como la formación de
un ejercito revolucionarios para la vigilancia de los acaparadores, la puesta en practica de la ley de precios
máximos, la formación de comités de vigilancia y un comité de seguridad general. A nivel departamental,
este gobierno revolucionario consigue cierta eficacia, aunque no gracias a Dubouchet sino a algunos
patriotas en los que este delega sus poderes. Entre estos destaca Claude-Lous Metier, párroco del
municipio de St.Aspais, Melun, redactor en el 89 de la lista de agravios regional, concejal electo y mimbro
fundador de la Sociedad de los Amigos de la Libertad y la Igualdad, en 1790 y presidente en 1791 de la
asamblea de electores del distrito de melun. Metier representa al pequeño grupo de activistas
revolucionarios en los centros administrativos de los departamentos que durante un breve periodo
disponen de un amplio espacio de actuación. Durante los dos meses de subdelegado, septiembre y
octubre del 93, el cura rojo desarrolla una febri actividad. Como presidente de la administración del
departamento y subdelegado de Dubouchet impone cargas a los ricos y establece el internamiento d elos
sospechosos. Sustituye a los miembros del comité revolucionario que considera moderados, a los
concejales electos (notables locales) por miembros del club, en su mayoría pequeños burgueses dueños
de talleres. Hace cambios en el aparato de justicia y establece un Comité revolucionario central bajo su
dirección hasta que por las quejas de los perjudicados la Convencion lo destituye por usurpasion de
competencias. Apoyandose en revolucionarios como Metier, Dubouchet forma en el departamento de
Seine-et-Marne un sistema de vigilancia y denuncia. No menos de 284 comites de vigilancia que se hacen
la guerra unos a otros con ordenes de detención, persiguen a efectivos y supuestos especuladores de
granos, curas refractarios y otros “contrarrevolucionarios”. Trabajan en conjunto con los comités
revolucionarios de distrito. Internan 1539 personas mayormente por aplicación de la Ley de Sospechosos
de 17 de septiembre de 1793. Esta oleada de detencopnes se dirge primordialmente contra los
aristócratas. Se envía a parís a 147 de estos prisioneros y se les acusa ante el tribunal de la revolución. 86
penas de muerte. El terror también afecta aquí. Pero la persecusion no es sistematica y no afecta a los
amigos ni a los aliados de los activistas revolucionarios. Los internados representan el 0,5% de la
población y la mitad quedan libres en un mes.
Pero el periodo del gobierno revolucionario tiene también un aspecto cultural. Desde el verano del 93 a la
primavera del 94 las sociedades populares celebran 126 fiestas revolucionarias. Mayormente espontaneas
y dedicadas a mártires de la libertad y los nuevos valores fundamentales, que van desde Liberte y Egalite,
pasando por los de Bonheur y Unite hasta los de Peuple y Patria, y son por tanto expresión de la
democratización del patrón social de simbolización. Al mismo tiempo, demuestran la fortaleza y la
conformidad del movimiento popular revolucionario. Solo a artir de la primavera de 1794 se superponen
cada vez mas a estas fiestas las solemnidades oficiales como la celbracion de la conquista de Toulon y en
honor del Ser Supremo.
Con el cambio de delegado plenipotenciario puede darse por terminada la fase radical aquí, ya que Nicolas
Maure, que ha actuaod con éxito en borgoña y en diciembre del 93 reemplaza a Dubouchet, toma una
orientación mas moderada. Pone en libertad a mas de la mitad de los internados, rechaza las cargas a los
ricos y se muestra generoso con latifundistas y propietarios. Se esfuerza por quitar poder a los impulsores
locales de la descristianización. Quita del poder a muchos del club y fomenta en conjunto el reforzamiento
de las fuerzas moderadas. Todo esto mientras en Paris sigue imperando la Grande Terreur. Pero si bien el
terror fue limitado aquí, si que cambio el tono de la vida social, polarizando y politizándola. Se pone de
manifiesto en 94-95 periodo en el que en este departamento se imponen por completo las fuerzas
moderadas y conservadoras y desarman, persiguen y encierrar antiguos activistas. En cambio los patriotas
del 93 conservan una cohesion supralocal mediante sus reuniones en las fondas y en círculos secretos. Se
cuentan entre los abonados del periódico de Babeuf, Le Tribun du Peuple, y, en febrero de 1796 participan
en la Conspiracion de Los Iguales. Los portavoces del movimiento popular del año II constituyen el nucleo
de una oposición política en los planos comunal y regional: son los padres de una tradición republicana.
MARSELLA: “ESCUDO PROTECTOR DE LA REVOLUCION”
A diferencia del caso anterior, cabe considerar que la metrópoli comercial de la desembocadura del
Rodano, es en mas de un sentido adelantada de la Revolucion. Dados que aquí cobraron carácter, de
manera aguda y precoz, conflictos y movimientos sociales típicos. Esto se explica por un lado por la tensa
estructura social de Marsella, la 3era ciudad de Francia finales del XVIII(120mil habitantes). Frente a un
elevado numero de artesanos y crecientemente jornaleros, había una capa superior rica de comerciantes
nobles o de la alta burguesía que monopolizaban su interés en el concejo municipal. Los movimientos
subburgueses tenían una tradición: habían forzado la reducción del precio del pan y algunos grupos de la
oligarquía movilizaron al pueblo en favor de sus luchas de poder. A esto se añadia la “sociabilidad
meridional”, marcada especialmente en la Provenza urbana por la que tambie la gente sencilla se unia con
sus semejantes en ligas de artesanos y aprendices, cofradías y asociaciones. Al sobrevenir la crisis
económica y de ocupación de finales de la década del 80 estas estructuras generaron en la clase baja una
latente disposición a las acciones de protesta y de autoayuda.
1789:¿rebelion o revolución?
Asi, los violentos disturbios que se desatan en marzo del 89 en Marsella y alrededores en relación con los
alimentos parecen ser incialmente mas de las mismas rebeliones de la plebe. Pero pronto muestran ser el
primer elemento y el catalizador de un proceso revolucionario. Coinciden con la campaña electoral local
para los estados generales, en la que el tercer estado marselles, por presión de la calle, elige diputado al
tribuno del pueblo Mirabeau. Organizan una garde citoyenne en la que confraternizan peones e hijos de la
burguesía. Las rebeliones tambalean la autoridad del concejo tanto que por dos meses la asamblea de
hombres electores del tercer estado asume el gobierno. No se admite la presencia de ningún
representante real hasta que el comandante en jefe de la Provenza irrumpe violenamente el 20 de mayo
con 6 batallones de infantería. La noticia de los acontecimientos parisinos del 14 de julio tiene el efecto
chispa. El 28 de julio 3mil marselleses se trasladan a Aix, con música tambores y banderas y exigen la
puesta en libertad de los presos y la entrega de sus expedientes procesales. Pero se ven en apuros por el
regreso del antiguo consistorio y de una guardia ciudadana obediente a la autoridad que sustiuye a la
garde citoyenne popular. Cuando el 19 de agosto una manifestación de patriotas se congrega en la plaza
de La Tourrette y se convierte en motin por la muerte de dos manifestantes, es sangrientamente reprimida
por los dragones de Caraman (40 muertos).
1790: una nueva puesta en escena de la Toma de la Bastilla.
En este incensante conflicto entre la oligarquía urbana establecida de antiguo, los militares y la justicia, de
un lado y los pequeñoburgueses politizados del otro, la relaicon de fuerzas se vainvirtiendo poco a poco
durante la primavera de 1790. Si bien en las elecciones del concejo da como resultado a los moderados,
en febrero se forma una Guardia Nacional, el 11 de abril se constituye la elite culta de la ciudad favorable a
la revolución, en club jacobino de Marsella, bajo la dirección del abogado Charles-Jean-marie Barbaroux.
Una semana mas tarde se retiran las tropas reales y 10 dias después se aseguran los patriotas la
solidaridad de la Guardia Nacional en un banquete en su honor. El 29 y 30 de abril se pone de manifiesto
el cambio de fuerza en favor de los activstas revolucionarios, cuando se apoderan de los fuertes de la
ciudad: Saint-.Jean, Notre-Dame de la Garde y Saint-Nicolas. La calidad revolucionaria la adquieren estas
acciones sobre todo gracia al hecho de que se entienden y se escenifican como “Tomas de la Bastilla”. Y
es que estos lugares son considerados Bastillas Marsellesas, porque como la prisión estatal parisina son
baluartes del despotismo y guaridas de aristócratas, como la ciudadela San Nicolas, construida por Luis
XIV en 1660. Y convierten su actuación en heroica conquista y se festeja y conmemora. Como en la
bastilla la conquista de los fuertes de Marsella estuvo acompañada de actos de justicia popular
espontaneos, y lo comparan explicitamento como la muerte del comandante del Fuerte de Saint-Jean con
la decapitación del gobernador de la bastilla Launay. La cabeza del comandante es llevada por toda la
ciudad y asusta a los aristócratas. Aun mas, no solo toman los fuertes sino que los destruyen también
como la fortaleza portuaria de San nicolas. En el teatro de Bonnet-Bonneville se recauda para tal fin con
una función basada en los hechos que se están sucediendo: la demolición de los fuertes de Marsella. Al
igual que la bastilla los vencedores se arrogan la condición de héroes nacionales de un nuevo tipo, de
patriotas plebeyos. Este traslado consciente, concreto y diferenciado del simbolismo de la Bastilla a un
lugar tan distante de su orgen constituye una prueba de la intensa receptividad en las provincias a las
noticias de parís y un ejemplo de la adopción en todo el país de una nueva cultura política que en parte
esencial se expresaba en símbolos revolucionarios. Pero también fue un escudo protector ya que la
demolición de los fuertes del Estado que ya no pertenecían al rey sino al Estado eran actos punibles, pero
inimputables por ser tan iguales a la toma de la bastila.
1791 y 1792: peregrinaciones de los comisarios del pueblo
Los ciudadanos politizados marselleses integrados en el club jacobino local y en la GN, desarrolan en
estos años una nueva forma de acción que se verbaliza con mas fuerza todavía y se extiende aun mas
espacialmente: el peregrinaje revolucionario (course civique), actividad misionera política en la que el
predicador de la revolución se presenta como protador de la constitución y anunciador de a ley. Las formas
previas tenían carácter militar. Su punto de partida es Apt cuando una delegación de su club jacobino va
en marzo del 92 a ver a los Amigos de la Constitucion de Marsella y les cuentan la difícil situación de los
patriotas ante los Amis de la Paix que copan todos los puestos electolares y persiguen a sus oponente al
grito de “vivan los aristócratas”. Una semana mas arde 1500 hermanos armados van al lugar en nombre
de la constitución y de la salud publica imponiendo el programa de su promenade civique: pago de atrasos
fiscales, expulsión de curas refractarios, disolución del club aristocrático y desarme de sospechosos. Su
predicador es Jacques Monbrion, cabecilla de los vencedores de la bastilla de Marsella. A partir de Apt,
este recorre las pequeñas localidades de alrededor y refuerza los clubes incentivando al activismo
revolucionario. Cuando loi consigue en el nido de aristócratas de Arles, los periódicos revolucionarios
escriben triunfantes y apoyando a esta peregrinación libertadora. Es ante todo un “misionero de la
revolución” el que pone en practica este programa: Francois Isoard activista que ha aprendido con
Monbrion. La demanda de este tipo de misiones parece grande y el club jacobino de Marsella con Isoard
siempre responde. Sobre todo fundando sociedades patrióticas y poco a poco se le van uniendo mas
clubistas misioneros hasta que su comitiva llega a estar compuesta por 4mil peregrinos cuando, el 17 de
mayo, penetra en Sisteron celebrando su triunfo mas espectacular. No solo dimite el alcalde conservador y
varios cargos, la disolusion de la cofradía realista y la fundaicon de una sociedad patriótica plantando un
árbol de la libertad sino que organizan también una fiesta de la reconciliaicon con canciones, baile y un
banquete patriótico con gorro de la libertad y escarapela tricolor. Isoard y su hermano Tourneau, héroes. El
primero con Mombrion fundan un periódico de artesanos y campesinos “Manuel du laoureeur et de
lártisan” que se lee en una serie de clubes. Fama nacional alcanza una peregrinación que sigue
inmediatamente a esta misión: la marcha de los federados marselleses a parís. A petición de la AN para
defender la capital de los aliados que avanzan hacia ella, llegan 600 guardias nacionales el 29 con “la
marsellesa” en los labios, himno que han tomado de la prensa y que han dado a conocer por el camino.
Participan en un asalto a las Tullerias, piden el derrocamiento del Rey (23 de julio) y vuelven triunfalmente
a la ciudad del rodano como “batallón del 10 de agosto”. Pero esta peregrinaicon espectacular marca el
punto de inflexión con una paulatina perdida de fuerza convicción y eficacia. Empiezan a enviar a gente a
calmar a radicales demasiado violentos y la misión republicana consigue cada vez menos éxitos de
mediación. En Salon, ciudad de 6mil habitantes una capa de grandes burgueses constituyen un club
conservador, los Antipolitiques que controlan la administración publica. Estos activistas
contrarrevolucionarios, denominados también “los negros” arrancan los arboles de la libertas se burlan de
los patriotas y el club jacobino de Marsella responde pero no puede persuadir e interviene enérgicamente
una segunda comisión en octubre del 92 bajo la protección de 600 GN y establece un nuevo consejo
municipal, los retira la filiación con Marsella y proponen la disolución del club. Protestan y mandan una
tercera comisión también armada en diciembre. El 13 de febrero del 93 se manifiestan en una marcha de
1500 campesinos armados que penetran en plena sesión del consejo administrativo y se qauejan de las
ilegalidades y abusos que cometen los comisarios jacobinos. Pero ni siquiera la presencia de 700 GN que
penetran el 19 de febrero la ciudad con dos cañones es capaz de forzar un compromiso, ya que el empleo
de la fuerza militar esta en contradicción con la forma en la que Isoard entiende la constitución. La
polarizaicon entre revolucionarios radicales y moderados ha dejado sin efeto la retorica constitucional del
misionero político que antes tuvo éxito. Isoard es elegido vice de los jacobinos marselleses pero ante los
conflictos con los federalistas huye a parís en mayo del 93 y entra en contacto con el Club de los
Cordeletos y se convierte en miembro de los jacobinos.
1793 y 1794: sans-culottes contra jacobinos
Desde su fundación en 1790 el club jacobino de Marsella se muestra largo tiempo de acuerdo con las
secciones de la ciudad, hasta que en estas se desarrolla una democracia de sans-culottes autónoma. Si
hasta enero del 92 habian actuado como asambleas primarias de los ciudadanos activos para la elecicon
de los diputados y personal administrativo, desde la primavera del 92 se independizan y se convierten en
clubes patrióticos de debate y acción, reunidos permanentemente que atraen incluso a ciudadanos mas
pobres, carentes del derecho de voto y que se muestran partidarios a la abolición de la monarquia. Tras la
revolución del 10 de agosto se multiplican su miembros. En total movilizan 15mil ciudadanos.Sin diferir
fundamentalmente del perfil social pequeñoburgues del club jacobino, los seccionarios resultan algo mas
plebeyos. Su creciente militancia revolucionaria se decanta con la creación de comités de vigilancia y la
formaicon de su propio tribunal del pueblo (que nunca llegaría a tener reconocimiento oficial). El Club
jacobino si bien los apoya incialmente entra cada vez mas en desacuerdo con su forma de entender la
democracia, plebiscitario y particularista. Cuando el delegado plenipotenciario de la convención Bayle
anuncia el 16 de Marzo del 93, la sustitución del tribunal popular por un tribunal de la revolución, el
reclutamiento de 6mil voluntarios y el desarme de los ciudadanos, se produce una división al respecto en
el club jacobino. El ala radical acpta pero el ala moderada se va a las secciones que rechazan las ordenes
y se oponen al intento e centralización y de predominio de los demás jacobinos. Tanta es la resistencia
que los comisarios Bayle y Boisset deben esconderse y el 2 de mayo declaran enemigas de la revolución a
las secciones. La polarización política interna se propaga desde parís, y poco a poco van cayendo en una
postura girondista. Disuelven el comité central de los jacobinos y hacen un Comité general y a través de
su Tribunal Popular liberan a los suyos y presiguen a los jacobinos. En vista del centralismo
revolucionarios de los montagnards de Paris, defienden el derecho a la resistencia contra la opreison.
Denuncian a los jacobinos, incluso Marat y Robespierre de dictadores y hombres sedientos de sangre.
Forman un comité de seguridad general y una armada departamental. La convención no puede permitir
semejante obstinación en el flanco sur de la republica sitiada, puesto que Toulon sigue el ejemplo de
Marsella y en julio proclama asimismo su independencia de Paris. El 25 de agosto la Convencion envía a
las tropas revolucionarias al mando del general Carteaux y sacan a los presos fundando de nuevo el club
jacobino y reclutan para hacer lo mismo en Toulon. Cambian al personal dirigente y ponen a la orden del
dia el terror mediante el decreto del 12 de octubre. Son juzgados por el Tribunal Revolucionario que asume
la competencia en todas las causas penales de carácter político. El Gobierno Revolucionario deja tras de
si entre la gran burguesía, pero también en las secicones, un profundo odio a los partidarios del Terror,
que s emanifiesta abiertamente tras la caída de Robespierre. La necesidad de venganza
contrarrevolucionaria se muestra por ejemplo en el 95 con la formación de los comandos asesinos de las
Compagnies du Soleil para perseguir terroristas en desbandada y son victimas de una matanza los
jacobinos precisamente en el fuerte de san juan. Otro acontecimiento simbolico.
ALGUNOS RASGOS FUNDAMENTALES D ELA REVOLUCION FRANCESA EN LAS PROVINCIAS
Todos los ejemplos muestran el espectro de variación de la revolución. En Marsella militancia patriótica y
movimiento de sans-culottes, Seine-et-Marne una gran prudencia y destreza para evadir el centralismos y
en medio, Tulle con participación menos espectacular pero comprometida en las fases principales de la
revolución. Permiten unas observaciones generales sobre el carácter de la revolución en la France
profonde. 1. El proceos revolucionario de las ciudades y del campo no fue separado y paralelo, sino que
estuvieron en contacto. Clubes en pueblos, participación de campesinos en los de las ciudades, difusión
de textos en el campo, ayuda armada. La rev campesina no fue tan autónoma como se piensa. Tanto en la
ciudad como en el campo la revolución produjo una fundamental politización. 2. En ambos lugares los
cambios entre movimientos pro y contrarrevolucionarios eran fluidos. Al igual que la contrarrevolución
campesina, tampoco el federalismo urbano, según el termino propagado por los montagnards, combatia en
ultima instancia la Revolucion en si, sino sus abusos totalitarios. La orientación centralista y el
sansculottismo compiten no solo en parís sino que se integra estructuralemnte en la revolución urbana. 3.
Ademas de particularidades locales y regionales, fue tras los campos temáticos y problemáticos en los que
sucesivamente se encendieron las disputas y procesos locales: la cuestión de la iglesia, la sustitución de la
monarquia por la republica y el problema del terror. Jamas se había discutido antes cuestiones políticas
nucleares de manera tan parececida y apasionada a escala nacional. 4. La revolucon en las provincias
junto a la dimensión político social, tuvo una dimensión cultural con gran riqueza de facetas. La
verbalización de las contradicciones ideológicas y sociales en un vocabulario enfatico en el cual por
ejemplo aristocracia se tranformo en concepto ideologico y de lucha. El nuevo lenguaje de la revolución se
extiende por las provincias no solo por las disputas verbales sino también mediante discusiones
publicisticas: periódicos, panfletos, valantes y carteles es otra importante faceta de esta rev cultural.
Ademas el papel importante de los símbolos y acciones simbólicas como las bastillas marsellesas, la
destrucción de emblemas del feudalismo el la correze o el homenaje a mártires en Seine-et-Marne. El lado
cultural se manifestó especialmente en los festejos patrióticos,sobre todo en las fases rev radicales del 93
y 94. La demostración de unidad y fuerza también vinculado a un efecto propagandístico, proclamación de
valores, simboos y necesidad de sociabilidad. Tambien estas manifestacione sincluian elementos
religiosos, como catecismos políticos, peregrinajes, misioneros, templos de la razón, llenando con nuevos
contenidos formas y rituales religios con el fin de popularizar con mayor eficacia su mensaje d elibertad a
las vez que le prestaban un aura d esantidad. 5. Los clubes patrióticos y sociedades populares
demostraron ser los principales portadores de esta cultura politic ay en general, de la revolución en las
provincias. En mayor medida que los dirigentes que pronto formaran una elite adminsitrativa, en mayor
medida que los cambiantes delegados de la convención, los clubes fueron la fuerza impulsora
revolucionaria. No es casualidad que la Constitucion Directorial que aprobaron el 22 de agosto del 95
dedicara 5 de sus artículos a prohibir asociaciones políticas extraparlamentarias.
LA REVOLUCION FRANCESA COMO PROCESO POLITICO
La revolución francesa era un proceso democrático coherente de emancipación y politización que fue
radicalizado paso a paso a las multitudes sublevadas en una serie de jornadas de lucha revolucionaria.
Dado que cada nueva proclamación del fin de la revolución demostraba ser precipitada, Pagés (publicista
96), en el curso de su exposición, llegaba cada vez más a la conclusión de que la Revolución Francesa, en
cuanto proceso conjunto, constaba de una larga cadena de impulsos revolucionarios momentáneos. Los
impulsos principales del proceso revolucionario son más las jornadas protagonizadas por el pueblo que los
acontecimiento relacionados con las constituciones. Consistía, por una parte, en la movilización
democrático del pueblo llano y, por otra, en la constante competición publica de las fuerzas dirigentes y las
agrupaciones políticas en torno a la posición clave simbólica del verdadero portavoz de la nación: en cada
ocasión conseguía el poder el grupo con mayor eficacia desenmascaraba a sus oponentes como traidores
del pueblo. De ahí la constante democratización y radicalización de los programas revolucionarios, de ahí
el papel que desempeñaban la sospecha de conspiración, de ahí la sucesión de las divisiones de partidos,
el levantamiento de sospechas y las purgas.
INTENTOS DE REFORMA DE FINALES DEL ABSOLUTISMO Y LA PRERREVOLUCION ENTRE JUNIO
DE 1787 Y MAYO DE 1789
Del mismo modo que la palabra francesa revolución va adquiriendo en la década de 1770 un creciente
significado reformista, también la Revolución Francesa comienza como movimiento reformador. La
situación se caracteriza por un crecimiento mantenido de la población, unos puestos de actividad
económica cada vez más escasos, una crisis de la industria textil, un aumento de los precios con
estancamiento de los salarios y por ultimo un endeudamiento creciente del Estado y un constante conflicto
político interno entre la corona y las aspiraciones de representación popular de los tribunales superiores.
Sobre este fondo y tras el fracaso de Turgot, los ministros de hacienda y primeros ministros
sucesivamente, hacen a partir de 1778 desesperados esfuerzos por liberar al Estado absolutista de su
crisis de sistema. Sin quererlo, el propio Estado de antiguo régimen atiza el debate político que lo pone
claramente en tela de juicio y moviliza a los nuevos dirigentes, que posteriormente lo suprimirán. En
especial las asambleas provinciales, órganos subordinados, que en 1787 se establecen en las dos
terceras partes del reino, cuya misión consistía en endulzar el aumento de los impuestos, pero señalan al
mismo tiempo el comienzo de la constitucionalizarían y de la autonomía administrativa regional,
constituyen ya, en cierto modo, un ensayo de la revolución constitucional de 1789: duplican la
representación del tercer estado, aconsejan sin distinción estamental, reúnen acusaciones y rinden
públicamente cuentas de su labor. Las consultas periódicas de estas corporaciones jerarquizadas, de
administración autónoma en los niveles provincial, de distrito y comunal, así como sus comités de gestión
permanentes, despiertan esperanzas de reforma e inician en la práctica parlamentaria a muchos hombres
que anteriormente se mantenían alejados de la política.
El club politizado que así se crea se reforzado por las dos asambleas notables que Luis XVI convoca en
1787 y 1788 en Versalles. Lo que se encontraron fue con reproches al despotismo ministerial y portavoces
del anti absolutismo. Entre los portavoces del antiabsolutismo se encuentra el marques de La Fayette,
héroe de guerra de liberación de las colonias inglesas en norteameric ay miembro de la asamblea
provincial de Auvernia. Ante no conseguir interés del rey en sus demandas, el primer ministro Lomenie de
Brienne anuncia, el 5 de julio de 1788 la convocatoria de los Estado Generales y da libertad para que se
discuta públicamente su forma y sus objetivos, ya que dese 1614 que no se convocaban.
Así crece la inundación de folletos reformistas y panfletos políticos, en los que la nobleza de espada y de
toga invoca las libertades y privilegios históricos mientras que los patriotas (así se empiezan a llamar) se
basan en el Derecho natural y oponen a la idea corporativa de la sociedad al concepto de nación
soberana, animada por la voluntad común. Los primeros pierden mucho apoyo al declararse el 23 de
septiembre de 1788 a favor de la vieja forma de los Etats generaux, donde los primeros dos estados tienen
una representación dos veces mayor que la del tercero. El primer ministro Necker, astuto, el 27 de
Diciembre del 88 impone ante el consejo de la corona duplicar la representación del tercer estado. Dado
que el reglamento electoral de enero de 1789 concede el voto a casi todos los franceses varones de más
de 25 años que paguen impuestos y tengan domicilio fijo, se prepara una amplia movilización política de
ciudadanos comprometidos. Pero no puede desarrollarse por completo porque el sistema escalonado de
asambleas de electores supervisa sucesivamente a los diputados y sus listas de agravios. La supervisión
en las elecciones del tercer estado que vota primero a nivel local, luego de distrito y por ultimo a nivel de
bailliage, da como resultado unos diputados del Tercer Estado pertenecientes a las elites. Aun asi los
diputados del tercer estado se niegan a dar su consejo sobre aumentos de impuestos hasta que les
concedan derechos, exigiendo el voto por cabeza para aprovechar su superioridad numérica. SU táctica
de esperar con terquedad en su sala de reunión esperando a que se les unan los oros estamentos
responde a un plan trazado por un grupo de diputados formados en torno a Sieyes y Mirabeau que se
reúnen fuera de la asamblea en la Societe des Trentes y en el Comité breton.
DE LA REVOLUCION CONSTITUCIONAL A LA REVOLUCION POPULAR (JUNIO Y JULIO DE 1789)
Luego de que varios diputados clericales se unieran al tercer estado, los comunes se autoproclaman el 17
de junio de 1789, constituidos en Asamblea Nacional. De este modo los diputados se convierten de
representantes de los intereses de determinadas corporaciones y estamentos, en representantes de
Francia con la sanción del 27 de junio de Luis XVI que los representantes estamentales de la nobleza se
incorporen a la Asamblea Nacional. Esta revolución de los juristas es una revolución moderada, elitista y lo
es en un doble sentido: por una parte en relación con el Rey, quien puede seguir reinando en una
monarquía constitucional y por otra parte, en relación con la población, que no está representada
directamente ni de acuerdo con sus intereses concretos, sino por una elite de diputados independientes.
Con la proclamación de la Asamblea nacional comienzan a correr los rumores de que Luis XVI solo ha
accedido con reparos, de que un partido cortesano intransigente, reunido en torno a su esposa María
Antonieta y al conde de Artoir, prepara un golpe de Estado. Los patriotas intentan sistemáticamente
ganarse la simpatía de los soldados y el 30 de junio liberan a 11 soldados que se habían negado a acatar
la orden de disparar contra el pueblo. Abunda el miedo a conspiración y golpe. El 11 de julio Luis XVI saca
al ministro popular Necker y pone al conservador barón de Breteuil, iniciando para la población el temido
golpe de estado. La primera reacción es la protesta al día siguiente. La segunda son rebeliones populares
en la noche del 12 y 13. Liberan a los presos de Conciergerie y Laforce, queman casa de aduanas nuevas,
requisan en el convento de los Lazaristas gran cantidad de harina y grano. La tercera reacción consiste en
la búsqueda febril de armas, para prepararse al temido ataque estatal. Los electores de la delegación de
Paris a los Estados Generales, eligen entre ellos el 13 de julio un gobierno provisional que forma
inmediatamente una milicia ciudadana. Se retiran las tropas reales el 14 y los sublevados de clases
subburguesas penetral el Cuartel de los Inválidos en el campo de marte al grito de “a la bastilla” donde
suponen que hay depósitos de pólvora. El gobernador decide a las 17 horas la capitulación. Victoriosos
marchan a la Plaza de Greve matando a Lunay (gobernador de la bastilla) y otros sospechosos de traición
al pueblo como el presidente del gremio de comerciantes de Paris. Se llevan sus cabezas como trofeos.
Esto señala para los coetáneos el verdadero comienzo de la Revolución Francesa poniendo de manifiesto
que el ejército ya no intervenía contra la población y la caída del Partido de la Corte con el nuevo
nombramiento de Necker. Hizo que la asamblea general de los electores se convirtiera en parlamento
municipal y se puso a Bailly como alcalde y a La Fayette como comandante supremo de la Guardia
Nacional. De nuevo Luis sanciona los hechos consumados. Dio al pueblo parisiense una nueva conciencia
de su fortaleza y creo el tipo de héroe popular revolucionario juvenil. La bastilla significaba muchísimo en
tanto era desde 1715 considerado el infierno de tortura para los perseguidos apóstoles de la libertad,
cayendo así un símbolo de despotismo. Alrededor de esto se generan ideas colectivas obsesivas que se
superponen a los hechos, idealizando a sus presos y la gloriosa libertad del 14 de julio. Comienza así su
destrucción el 16 de julio a manos de quinientos hombres, mientras Luis XVI entra a Paris.
Una vez apartado a los parlaments y viejos estamento de la competición por el poder político se
impusieron o desarrollaron en el verano de 1789 tres fuerzas principales de las cuales habría de depender
el curso de la Revolución: el poder tradicional en la figura de Luis XVI; la Asamblea Nacional portadora de
la revolución constitucional moderada; burgueses y pequeños burgueses de Paris, portadores de la
revolución popular radical. El juego de fuerzas se complicaba aun mas debido a los campesinos
sublevados que, en julio de 1789, asustaron al gobierno y al parlamento con el pánico masivo de la
Grande Peur y con un primer asalto a los palacios de los señores feudales.
LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, ENTRE LOS CAMPESINOS SUBLEVADOS Y LAS
MUJERES QUE PROTESTAN (AGOSTO A OCTUBRE DE 1789)
Afectados en parte ellos mismos, en su calidad de terratenientes, por las revueltas campesinas, los
diputados de la Asamblea Nacional reaccionan con rapidez y en un primer momento recuperan la
iniciativa. 4 y 5 de agosto Renuncian a los privilegios estamentales, provocando entusiasmo en el país.
Pero aunque se establecen leyes que proclaman igualdad judicial y el acceso de todos a los cargos,
limitan considerablemente el principio constitucional de abolición del feudalismo, ya que solo suprimen sin
compensación los privilegios personales, pero establecen, para los derechos de exacción basados en la
tierra, la solución transicional. La Asamblea Constituyente a partir del 9 de julio luego de integrar de modo
señalado las demandas se ocupa de redactar una constitución. El 26 de agosto en la Declaration des
droits de l´homme et du cuoyen, se afianza la soberanía de la nación junto a derechos fundamentales del
ciudadano como la libertad de la vida política. Al debatir en la Asamblea se encuentran de un lado el ala
derecha de aristócratas enemigos de la revolución, en la izquierda los constitutionnels que proponían una
revolución constitucional democrática y una postura intermedia de los monarchiens liberales
conservadores que defiende un sistema parlamentario bicameral. Pero el debate se ve interrumpido
porque en otoño de 1789 Luis XVI no aprueba ni la declaración de derechos del hombre, ni el decreto de
agosto y hace que se desplace a Versalles un regimiento de 1000 hombres, que pisan la escarapela
nacional cambiándola por una blanca de adhesión a la monarquía. Paris se levanta, movilizado ya por la
escasez de viveres y la crisis de paro, de nuevo para vengar la profanación del símbolo revolucionario y
para sustraer a Luis XVI de la influencia nociva de la Corte y llevar la abundancia a la ciudad con el Rey,
patrono tradicional.
Dado que las mujeres se encargaban de las tareas domésticas son ellas las que protagonizan las jornadas
de octubre. 5 de Octubre de 1789 7000 mujeres se manifiestan frente al ayuntamiento contra la escases
de pan, encabezadas por el vencedor de la Bastilla Stanislas Maillard, armadas de porras, picas y dos
cañones tomados como botín. Llegadas a Versalles, una sección de mujeres penetra en la Asamblea
Nacional durante una sesión con el fin de asegurarse el apoyo del presidente en funciones, Mounier. Las
restantes se congregan delante del palacio y su portavoz, la ramilletera Louison Chabry, consigue de Luis
XVI la promesa por escrito de abastecer Paris de pan, mientras Mounier convence al Rey de que apruebe
los acuerdos del 4 de agosto. A la mañana siguiente, algunas de las sublevadas penetran en el patio de
palacio matando a dos guardias y ensartando sus cabezas en picas. La familia real cede al grito de “Á
Paris” y van marchando con los revolucionarios desde Versalles hasta el ayuntamiento de Paris. Este
hecho fue mucho más radical que la Toma de la Bastilla, Luis XVI se traslada hasta el palacio de parís
expuesto a la presión de la calle y la Constituyente trasladada a la Sala Manege de las Tullerias, si bien
había recibido apoyo del pueblo frente al rey, estaba sometida a la misma presión. Así, Mounier abandona
su mandato en señal de protesta y los diputados acuerdan el 21 de octubre establecer la Ley Marcial,
además de que la constituyente establece un tribunal especial para la persecución de los hechos delictivos
del 5 y 6 de octubre. Si bien no se produce ninguna sentencia queda demostradas las crecientes tensiones
entre la revolución constitucional y la popular.
LA NATION, LA LOI, LE ROI: LA FASE DE NOVIEMBRE DE 1789 A SEPTIEMBRE DE 1791
Los diputados de la Constituyente marcan de momento la orientación del proceso político, actuando en
dos campos. Por un lado para poner fin al problema del endeudamiento y evitar la banca rota, establecen
que los bienes de la iglesia pasen a ser de la Nación (2 de noviembre – 17 de diciembre de 1789), y
cubren con su subasta los assignats, el nuevo papel moneda recién creado. Pero esta medida afecta más
que lo financiero, visto que ahora debe haber un sueldo estatal a los sacerdotes (14 de abril de 1790) y la
elección de los párrocos darse dentro de las elecciones políticas bajo juramento (27 noviembre de 1790)
unido a la Constitución civil del clero (12 de julio 1790), da origen paulatino a una lucha cultural que
destruye la inicial alianza entre Revolución y Religión. Por otro lado se desarrolla un programa legislativo
bajo el signo de libertad e igualdad, empezando por la abolición de los títulos nobiliarios (19 de junio de
1790), las aduanas interiores (31 octubre de 1790), el arriendo de impuestos (20 marzo 1791), pasando
por la democratización de la administración en las comunas (14 diciembre 1789) y de los departamentos
recién creados (26 febrero 1790) hasta la creación de un nuevo sistema fiscal (enero 1791) y hasta la total
reordenación de todo derecho civil, penal y de la justicia.
De manera paralela a la labor legislativa de la Constituyente, los activistas de la revolución popular urbana
comienzan en 1790 a formar clubes políticos y a organizarse en ellos. El comité Breton transformado en
“Amigos de la Constitución” representa el lado revolucionario elitista, y el contra modelo de los Cordelies a
los ciudadanos entusiastas de la libertad en la Societe des amis de droits de l homme et du citoyen. Este
último estaba abierto a todos los ciudadanos y recauda solamente una mínima cuota mensual. Se perfilan
periodistas cercanos al pueblo como Desmoulins y Marat y oradores del pubelo como Danton y refuerzan
a los ciudadanos de pie y jornaleros en su anticlericalismo, odio a la aristocracia y su inclinación a la
acción directa. Este modelo de club se replica en otros barrios populares de Paris, y François Robert funda
en mayo de 1790 un comité central de sociedades patrióticas. Llevan peticiones ante la Constituyente,
yendo la formulación escrita y la acción directa a la par en este movimiento.
La desconfianza ante la posible huida del rey crece tanto para revolucionarios constitucionales como para
ciudadanos politizados y la intención de Luis de celebrar pascua en su castillos de Saint Cloud despierta
tantas sospechas que se impide su viaje el 18 de abril de 1791. De hecho el 20 de junio, dos meses
después, la familia real huye en dirección a la frontera del reino, dejando Luis como justificación un
manifiesto de menoscabos infligidos a la majestad. El fracaso de este intento de fuga proporciona un
nuevo empuje a la revolución. Mientras que la Constituyente revoca la decisión de relevar al rey de sus
funciones, manteniéndose a favor de una monarquía constitucional, en la oposición extraparlamentaria se
forma un movimiento republicano, con soporte en nuevos órganos de prensa y panfletos. Los coredeliers
hacen una petición de republica (“en 1789 éramos esclavos, en 1790 nos considerábamos libres y en junio
de 1791 lo somos”) que exponen en el Altar de la Patria en el campo de marte llamando a todos los
parisenses a firmar. Se pide en ella llevar a Luis ante los tribunales. A esto le sucede una fuerte represión,
ley marcial y prohibición del club. LA CONJUNCION DE LA REVOLUCION CONSTITUCIONAL Y LA CIVIL
QUE SE PRODUCE EL DIA DE LA TOMA DE LA BASTILLA, HA PASADO POR LA RELACION
MABIVALENTE DE OCTUBRE DE 1789 Y HA ACABADO CONVIRTIENDOSE EN UNA MUTUA
POSICION HOSTIL. Tal es así que los constitucionalistas no querían ya pertenecer al mismo club, el de
los jacobinos, separándose el 16 de julio 1791 con el nombre de feuilllants. Estos para el 3 de septiembre
lanzan la constitución firmada por el rey, con una convocatoria de festejo convirtiendo al Libro de la
Constitución en un aura sagrada.
EL FRACASI DE LA MONARQUIA PARLAMENTARIA Y LA “SEGUNDA REVOLUCION” (OCTUBRE 1781
A AGOSTO 1792)
Cuando la nueva Asamblea comenzó sus sesiones en octubre del 91 ya no había ningún conservador de
derecha sino tres grupos patrióticos: los Feuillantes, la izquierda jacobina y la mayoría que no se declaraba
de ningún club e independientes. Esto doto un factor de estabilidad política y los impulsos de la revolución
procedieron de otros 3 factores: el cambio de papeles de dos instituciones municipales, una serie de
conflictos políticos concretos y la persona de Luis XVI.
La institución que no dejaba de cambiar su posición era la comuna de parís. Con la elección de alcaldes
más tendientes a la izquierda, la legislativa ya no podía contar con este ni de la guardia nacional en los
disturbios populares del 29 de enero del 92 como consecuencia del aumento del té y azúcar. De apéndice
de la asamblea nacional, la commune parisense fue evolucionando hasta convertirse en una fuerza
principal y autónoma de la revolución. Los 48 distritos electorales desempeñaron cada vez mas un papel
democrático de base que en realidad no se había pesnado para ellos. Más que para la elección de
concejales, jueces y funcionarios, los ciudadanos electores se reunían por propia iniciativa a discutir
nuevas leyes y elevar peticiones a la comuna y legislativa y preparar acciones comunes.
Todo esto con el manojo de conflictos de política interior y exterior concretos. En primer lugar, ya dejaba
sentir su efecto a distancia la estatalización de los bienes eclesiásticos, empezando a ser forzoso el
juramento a la constitución eclesiástica y decretando la deportación de los reacios a prestar juramento. En
segundo lugar, la emigración de los enemigos de la revolución, se convirtió en un problema en la medida
que los príncipes huidos proclamaron su rechazo de la constitución y el Comte de Provence formo un
ejército de emigrantes en Coblenza, que la legislativa respondió confiscándoles los bienes para
subastarlos como bienes nacionales. En tercer lugar, se agudizaron las tensiones entre la Francia
revolucionaria y el antiguo sacro imperio romano, principalmente Austria y Prusia, apoyando a la fuerza
armada de la emigración y declarando en secreto Luis una intervención militar en diciembre del 91. La
Asamblea legislativa declara la guerra al rey de Hungría y de bohemia el 20 de abril del 92, en defensa de
un pueblo libre contra la injusta agresión de un rey.
Estas situaciones se agudizaron por la política obstruccionista de Luis, que hacía uso de su veto contra la
estatalización de los bienes de los emigrantes, así como contra los decretos relativos a los sacerdotes
refractarios al juramento. La guerra se iba perdiendo y gran parte de las tropas reales se pasaron al bando
enemigo por la liberación de Luis y amenazando con ejecución militar si tan solo insultaban a la familia
real. Esa amenaza desencadeno en parís una cadena de reacciones defensivas militares y políticas que
condujeron a otras dos jornadas revolucionarias. El 20 de junio se realizan dos acciones paralelas
cuidadosamente preparadas. Una manifestación de 8 mil seccionarios y clubistas de los suburbios protesta
contra la actitud complaciente para con el rey que muestra la Asamblea y consigue penetrar en plena
sesión proponiendo si hiciera falta con la fuerza la unión entre parlamento y rey para hacer frente a la
invasión de los “tiranos”, manteniendo las armas hasta que la constitución se convirtiera en un hecho.
Entre tanto, se desarrolla una segunda manifestación de masas delante de las Tullerias. Sin que
intervenga la comuna, seccionarios armados penetran en los reales aposentos, le colocan a Luis un gorro
rojo de la libertad, le obligan a brindar por la nación y le instan a retirar el veto. Pero a diferencia de lo
ocurrido en julio y octubre de 1789, así como en septiembre de 1791, esta vez Luis XVI no cede,
produciéndose la verdadera escalada de crisis política. Se elaboran con toda la unidad de los
revolucionarios que se deponga a Luis XVI, pero el Parlamento se niega a adoptar medidas contra Luis
XVI. Así, los activistas revolucionarios, clubes y federados (armados) recurren a la violencia. La legislativa
sin querelo contribuye a esta radicalización al proclamar el estado de excepción el 11 de julio, restituir a
Petion (alcalde de parís) y Danton que la comuna había destituido por pasivos y concederle el derecho a la
secciones de mantenerse en sesión permanente. El 9 de agosto se llama al levantamiento del suburbio a
las campanas de saint antoine y del barrio de los cordeleros. La rebelión victoriosa conseguida por los
federados llegados de toda Francia impone a la legislativa la voluntad del movimiento popular republicano.
Mientras se aloja a la familia real en la torre de la ORDEN DE LOS TEMPLARIOS bajo la custodia de los
revolucionarios, un consejo ejecutivo provisional formado por 6 ministros se hace cargo del gobierno.
Triunfa la revolución popular en el Parlamento con la Segunda Revolución, como se llamó a los
acontecimientos del 10 de agosto de 1792, sobre la revolcón constitucional moderada, consiguiendo el
cese de Luis XVI y el derrocamiento de la monarquía.
GIRONDINS CONTRA MONTAGNARDS O LA REVOLUCION DEVORA A SUS HIJOS (AGOSTO DE
1792 A JUNIO DE 1793
No conformes con el 10 de agosto y con el poder en la comuna y el Comité ejecutivo provisional, exigieron
la ejecución de todos los contrarrevolucionarios y se mostraron desilusionados por el lento procedes del
tribunal especial, constituido el 17 de agosto para tal fin. Para defender del ataque exterior inminente se
procedió a matanzas entre el 2 y 6 de septiembre en 9 prisiones de parís. Las elecciones parlamentarias
de ese mes para la Convención, su nuevo nombre, dieron como resultado solo patriotas. La derecha
revolucionaria ahora la formaban los 150 girondinos agrupados en torno a Brissot mientras que la
izquierda radical, que seguía a Robespierre contaba solo 100 diputado y en 1793 paso a tener 267, con el
nombre de Partido de la Montaña. La mayoría pertenecía a la llanura o el pantano (Marais) y su voto era
cambiante. Este periodo se basó en la competencia por atraer sus votos.
Ahora bien, cuando la Convención declaro en su primera sesión el 21 de septiembre de 1792 la abolición
de la monarquía y 3 días después la republica una e indivisible, este criterio inicial se desmorono en
cuanto surgió el controvertido enjuiciamiento de las matanzas de septiembre. Ambos bando chocaron de
manera irreconciliable, aunque no pudo probarse participación alguna. 3 Complejos problemas fueron los
que encendieron y siguieron desarrollando el conflicto entre girondinos y montañeses. La primera disputa
sobre cuestiones d e principio estallo en torno al tema de lo que habría que hacer con Luis tras su
definitiva destitución. El pedido de muerte estaba abalado por correspondencia develada que lo
confirmaba como traidor para publicistas militantes en nombre de las secciones y sociedades populares.
La Convención no acepto de inmediato este llamamiento cuando el 11 de diciembre abrió proceso contra
Luis, sino que insistió en su soberano derecho de decisión como única representación legitima de la
Nación. La Convención, luego de haber citado dos veces a Luis para que compareciera como acusado,
decidió por cuatro votaciones nominales entre el 15 y 17 de enero que Luis era culpable de conspiración
contra la libertad, condenándolo a muerte inmediata. Y así en la antigua plaza de Luis XV ahora de la
revolución se dio el espectáculo de la pública venganza (Robespierre). Desde el 21 de enero del 93 la
guillotina se convirtió en símbolo de terror revolucionario. Esto abrió un profundo foso entre los partidarios
de la ejecución y los oponentes al asesinato regio. Otro problema fundamental fue la demanda de
establecer precios máximos ante la escases de pan, en la que los girondinos acusaron indignados a la
comuna de incitar los disturbios de febrero de saqueos de pan. Esto acrecentó el odio del pueblo llano
junto con la sospecha de complot ante derrotas militares. Si los decretos para la leva y el envió de
representantes plenipotenciarios de la convención cerca de las tropas de la revolución contaron todavía
con el acuerdo de diputados girondinos, otras 3 leyes de estado de excepción ante la incipiente amenaza,
que habrían de ser base institucional del terror, se impusieron en contra de ellos. Fueron la institución del
tribunal especial para la persecución de todos los ataque contra la igual y unidad indivisible de la república,
la creación de comités de vigilancia y de la revolución en clubes t secciones, y la formación de un comité
de la Convención, dominado por los montañeses, para la supervisión de la administración del estado(6 de
abril comité de salud publica). Ante la huida de un girondino para unirse a Austria, estallo la lucha final,
siendo expulsados e iniciado un movimiento encarnado en un comité secreto de los Nuevos, para más
tarde formar el Comité Central Revolucionario, para ponerse al servicio de la comuna y coordinar el
levantamiento popular cuidadosamente preparado (25 de mayo 93). Brissot, girondino expulsado contesta
con un panfleto en contra de los igualadores y de la “hidra de la anarquía”. Se levanta el pueblo, la
comuna, sansculottes, jacobinos y seccionarios contra los girondinos, y el comité central manda a la
Guardia Nacional a rodear el parlamento el 2 de junio. Finalmente el 31 de octubre son guillotinados,
Brissot y Vergniaud entre ellos. Con la jornada del 2 de junio entro la revolución en una nueva etapa. Al
igual que el 10 de agosto del 92, el movimiento popular urbano impuso al parlamento un programa radical,
pero no ya con un objetivo constitucional sino en la purga del parlamento, en una acción antiparlamentaria
impulsada por la izquierda de la Convención. “La revolución, como, Saturno, devora a sus hijos”
Vergniaud.
SANS-CULOTTES Y JACOBINOS: DE LA DEMOCRACIA DE BASE AL TERROR LEGAL (JUNIO 1793 A
JULIO 1794)
Los meses siguiente transcurrieron bajo el signo de un acuerdo revolucionario que tenía las características
de una paz civil. Varios hechos de persecución y asesinatos de traidores, junto con levantamientos
opositores, muestran ya que, en el verano de 1793, la republica estaba seriamente amenazada en su
existencia y solo podía salvarse mediante el esfuerzo de todas las fuerzas revolucionarias. La Convención
decreto el servicio militar obligatorio para todos los franceses hasta expulsar todos los enemigos, además
de medidas sociales favorables para el “pueblo” (reparto de bienes de los emigrantes entre campesinos
con escasas tierras, supresión de derechos feudales efectivos, pena de muerte para comerciantes que
acaparasen mercancía y almacenes de grano y tahonas públicas en el departamento). Fue el gran
momento de los sans-culottes, plebeyos de los suburbios verdaderos protagonistas de las jornadas
revolucionarias. Sus signos distintivos eran la ropa de trabajo sencilla, opuesta al calzón corto y medias de
seda de la clase alta, gorro de la libertad, distintivos patrióticos y la pica, símbolo de los ciudadanos aptos
para llevar armas. Socialmente eran de origen mixto con preponderancia pequeñoburgués de los
artesanos, tenderos y taberneros, pero también de elite local de funcionarios administrativos e
intelectuales radicales. Desde el punto de vista socioeconómico, un programa de economía moral, del
precio justo de los víveres, del derecho a existencia de los pobres, de la lucha contra ricos y de una
sociedad igualitaria de pequeños productores independientes. Desde el político ideológico, la organización
solidaria en las secciones y los clubes, un patriotismo y republicanismo militantes frente a los tibios, así
como la proclamación de ser ellos los inmediatos depositarios de la soberanía popular. Desde el
sociocultural, una cultura plebeya propia caracterizada por la vecindad, las charlas nocturnas, los
banquetes y fiestas del barrio, un grado de dominio de la lectura por encima de la media d ela época y un
marcado anticlericalismo unido a un nuevo culto cuasi religioso en relación con los santos de la revolución.
En el verano del 93, al mismo tiempo que los sansculottes, desarrollaron su mayor eficacia los enragés,
laso de grupo de activistas revolucionarios radicales e intelectuales plebeyos que se agrupaban en la
sección de Gravilliers. Sin ser ellos mismos sans culottes pasaban por ser los autenticos intérpretes de
estos, al explicar que las concesiones sociales de la convención no pasarían a ser declaratorias y que para
el pueblo no iban lo suficientemente lejos. Pero esta pretensión de representar los verdaderos intereses de
los sans culottes producía un impacto en los fundamentos de su legitimación, tanto que Robespierre
denuncio a Jacques Roux como presunto enemigo del pueblo e impuso su expulsión de los Cordeleros.
La fractura visibles entre el frente popular de la convención jacobina y los sans culottes se ahondan en la
medida que las asambleas de las secciones incrementan a finales de agosto sus exigencias
socialrevolucionarias en vista de los crecientes problemas de abastecimiento. El 5 de septiembre del 93, el
último gran día de lucha de la revolución, cada vez más radicalizada, nuevamente miles de sans culottes
rodean el Parlamento pero acompañados por representantes de la comuna y numerosos miembros del
club de los jacobinos. La entrega y debate de las peticiones tienen lugar delante del pueblo y este aparece
también como máxima instancia legitimadora de todo el proceso. Se pide la ejecución de girondinos y
poner el terror a la orden del día para el pueblo. Se forma entonces un ejército revolucionario de sans
culottes para asegurar el abastecimiento de grano y harina para la capital. Luego establece ejércitos para
las provincias, precios máximos y pone en práctica el terror revolucionario con la ley de investigación y
detención de los sospechosos por el comité de vigilancia (Robespierre presidente de la convención). Opta
por el terror legal para evitar nuevos brotes de linchamientos ilegales por parte del pueblo. Pero visto que
detienen a Jacques Roux, da señales de que la última jornada revolucionaria era en realidad una victoria
pírrica que iniciaba un cambio en el proceso revolucionario. Uno que supuso el paso de la preponderancia
de los sans culottes a la dictadura jacobina, del terror espontaneo del pueblo al terror institucionalizado de
los montañeses. El decreto de la convención que siguió y que declaraba revolucionario al gobierno de
Francia hasta que se produjera la paz, significa que la constitución de junio del 93 dejaba de estar en vigor
y que los ministros y generales quedaban sometidos al comité de salud pública y que el tribunal de la
revolución se ampliaba. El comité de salud pública controlaría no solo los restantes comités de la
convención sino también a los parlamentos.
Respecto a esta dictadura en nombre del bien común, las fuerzas revolucionarias volvieron a tomar
rumbos diferentes. Por un lado se reunió en la Convención un grupo de críticos del aumento del terror,
conocido como citras o indulgents. Fueron ejecutados por el comité de salud pública en abril del 94. Así,
se enfrentaron y persiguieron cada vez más a los demás movimientos revolucionarios, en especial a los
portavoces de los sans culottes en el club de los cordeleros. El aislamiento político del gobierno
revolucionario, entre las secciones caídas en desgracia y que, una tras otra, fueron suspendiendo sus
asambleas regulares durante la primavera de 1794, y la Convención, que poco a poco se fue hartando de
las constantes ordenes, seguía aumentando cunado el 23 de mayo Robespierre escapo por poco a una
atentado y puso en marcha la Ley de Praidal el 10 de junio de 1794. Duplico las condenas de muerte a
sospechosos de complots aristocráticos, para lo cual se trasladó la guillotina a los márgenes de la ciudad
para evitar escándalos. Esto hasta los mismo revolucionarios les parecía mucho, teniendo en cuenta el
cese de la amenaza extranjera y que ellos mismos estaban siendo intimidados, llevando al 24 de julio (9
DE TERMIDOR) que la Convención se animase a rebelarse contra el “tirano” de Robespierre, siendo
guillotinado con 100 de sus más estrechos partidarios el 28 de julio.
EL ABURGUESAMIENTO DE LA REVOLUCION (AGOSTO DE 1794 A NOVIEMBRE DE 1799)
Los diputados de la convención que quedaban después del 9 de termidor (termindorianos) y sus sucesores
bajo el directorio interpretaron su régimen como regreso a la Revolución constitucional de 1789. Pudieron
hacerlo con apoyo de un considerable catálogo de medidas: libertas a los presos políticos; procesos contra
notorios terroristas; limitación del Tribunal Revolucionario y disolución del comité de la revolución;
readmisión en la convención de los girondinos expulsados y refuerzo del parlamento a costa de los
comités de gobierno y por último, la votación de una nueva constitución (22 de agosto de 1795), que con el
consejo de los quinientos y el consejo de los ancianos, introducía un sistema bicameral y trasladaba el
gobierno a un directorio.
Las secciones parisenses y los clubes revolucionarios de las provincias se defienden con hojas
volanderas, carteles, reuniones ilegales y una oleada de escritos de protesta dirigidos a la Convención.
Los sans culottes rodean el parlamento para forzar a este a aceptar sus exigencias económicas y políticas,
que se resumen en el lema “Pan y Constitución del 93”. Pero son desarmados y detenidos, cuando no
condenados a muerte. Sin embargo 6 años de revolución había adquirido el pueblo demasiada conciencia
democrática como para hundirse ahora de nuevo y sin más en la pasividad política. El club de Pantheon,
neojacobino fundado en noviembre del 95 y clausurado por el directorio el febrero del 96. Recurrieron a la
conspiración para conseguir sus fines políticos con un programa de incipientes premisas comunistas, bajo
la dirección de un directorio secreto de salud pública. Pero antes de llevar a cabo su plan de poner de
nuevo el gobierno revolucionario, fueron traicionados, detenidos y condenados.
Las elites burguesas dirigentes del periodo del Directorio no se limitaron a ahogar en la base la cultura
democrática que les había llevado al poder, sino que la vaciaron en los niveles parlamentario y
gubernamental.
CAMPOS DE LA PRACTICA DE LA CULTURA REVOLUCIONARIA EN FRANCIA
Si la Revolución Francesa fue menos una transformación de la estructura económica y social que un
proceso que dio origen a unas condiciones políticas y jurídicas, no quiere decir eso que le falte una
dimensión social. Tuvo una, que residió en el ámbito de lo cultural y de las mentalidades colectivas. La
revolución fue una ruptura sociocultural, una revolución de la conciencia político-social, manifestándose
eso los clubes, sociedades populares, marchas, manifestaciones y panfletos. La revolución alcanzó todos
los ámbitos de la cultura, como ciencia, literatura, moda, etc., todos estos trataron de politizarlos y
democratizarlos para usarlos en un sentido revolucionario.
*El movimiento revolucionario de las mujeres:
Hubo un auténtico movimiento político-social de las mujeres como parte de la revolución. No solo
participaron sino que desarrollaron una conciencia emancipadora propia y formas de acción que
contribuyeron al alcance social. Exigían la igualdad jurídica y denunciaban las denigraciones. A pesar de
las exigencias jurídicas, para los parlamentos revolucionarios, las ideas tradicionales donde el hombre era
el representante natural de la esposa y esta no tenía nada que hacer en la vida pública, seguían siendo
importantes. Los casos que defendían el voto de la mujer o la emancipación, eran demasiados aislados
para impedir que la Asamblea Nacional archivara las peticiones de las mujeres.
El movimiento femenino revolucionario se organizó en sus propios clubes en centros urbanos, y aunque no
eran multitudinarios, demostraban la politización de esta minoría. El movimiento de las mujeres en el 1793
se expandió desde los esfuerzo de emancipación de algunas mujeres con formación a una corriente de
base cercana a los sans-cullottes. Las ciudadanas militantes reclamaban el uso de armas y de pantalones,
cosa que hacían y les molestaban a los revolucionarios. Solo como observadores silenciosas y modestas
se las tolera en las sociedades populares donde el verdadero patriotismo de una mujer era cumplir sus
obligaciones y ejercer los derechos que son propios de su género y edad, dejando a los hombres que las
protejan. El movimiento Revolucionario no pudo con la represión del movimiento femenino, quebrar el
compromiso político de las ciudadanas que se puso en manifiesto en la revuelta popular parisina de 1795,
donde las mujeres acusaron a los sans-cullottes de cobardía y los echaron de casa para que se
manifestaran en las calles y también llamaron en panfletos a la rebelión.
*El principio electoral y sus paradójicos efectos:
-La democracia electoral impedida:
Una preocupación fundamental de los revolucionarios consistía en acabar con las posiciones políticas de
poder basadas en los derechos hereditarios, los privilegios estamentales, la compre de los cargos y el
patrocinio y sustituirla por cargos que fueran accesibles a todo el mundo. Y como veían en el principio
electoral el símbolo de la soberanía popular, se abocaron a eso y establecieron periodos de mandato tan
cortos que entre 1790 y 1799 hubo como 20 elecciones generales en el país. Varias personas podían votar
y se estableció en 1791 la diferencia entre el derecho a elección activo y pasivo (entre el derecho de elegir
y ser elegido) y limitó por censo el padrón. En la Ley electoral de 1792 se suprimió esa distinción y
concedió el derecho a elección a todos los hombres mayores de 21 que tuvieron domicilio fijo y pagaran
impuesto.
A pesar de esto se ven los límites de la democratización en cuanto no se tomaban en cuenta los criados y
siervos dependientes de sus señores, ni a las mujeres y se limitaba a los que tenían propiedad. Junto con
eso, la participación electoral era poca. Lo que si fue el objetivo de esta democratización fue la de evitar
fenómenos colectivos tanto de los adeptos a las viejas sociedades como la democracia de masas,
apuntaba al aislamiento del ciudadano individual con derecho a voto, al individualismo democrático. Esto
tuvo como consecuencia 3 limitaciones de la democracias electoral: 1) Un procedimiento electoral en el
que los citados ni se perfilaban personalmente ni podían desarrollar públicamente programas políticos. 2)
Las elecciones no eran directas y carecían de constancia política, limitándose a seleccionar a los
compromisarios para las asambleas. 3) La lentitud y complicaciones del procedimiento electoral que hacía
que sean procedimientos largos y que muchos campesinos o artesanos abandonaran la asamblea.
Así, el principio electoral se revalorizó en lo fundamental pero se aplicó de una manera llena de
restricciones normativas. La selección del personal político dirigente no la veían la opinión publica debido a
la separación del debate y la elección, y al sistema de votación en segundo grado. Esto generó que la
población general tuviera desconfianza respecto al Gobierno y el Parlamento, siendo las fuerzas
extraparlamentarias de formación de opinión publica las que tuvieran mayor influencia política que los
diputados. Con esto, se ve porque ninguna de las elecciones del periodo revolucionario produjera un punto
de inflexión o un cambio de poder. El principio electoral al no aplicarse con plena convicción, tuvo en la
práctica efectos escasos. La elección solo era rotación de cargos ya que se daba entre los propios
funcionarios que ocupaban algún puesto.
*La revolución publicista: ojo y voz del pueblo:
La revolución Francesa supuso una ruptura de la cultura social y política. Es su historia, una historia de los
medios de comunicación social, que fueron estos sistemas signos los que articularos, inculcaros e
institucionalizaron el nuevo sentido social. Hicieron publico el nuevo saber con efecto social lo más amplio
posible. Fue la revolución un acontecer mediático que históricamente solo existe gracias a los medios
transmitidos.
Para ver como constituyen una fuerza impulsora de la Revolución hay que empezar por la “polito
pornografía” de final de la Ilustración, haciendo presencia en el 1787. En 1789 y 1791 hay una explosión
publicística bajo un entusiasmo nacional por la libertad. Hay una radicalización después de 1792 con el
asalto de Tullerías y finalmente el predominio del movimiento de los sans-cullottes trae el despliegue de
una publicística revolucionaria radical, de carácter popular a base de imágenes y canciones. El Gobierno
Revolucionario en 1793 recorta y censura esta proliferación lujuriante y se tira por una ortodoxia jacobina
de publicaciones revolucionarias centralizadas.
Típicos de la Revolución eran los medios impresos cercanos al pueblo, que constituyeron un importante
factor de la opinión pública política y ejercieron una función de control democrático en vista de las
limitaciones impuestas al principio electoral. La función de la prensa consistía en dotar a la voz del pueblo
de toda su fuerza para que este pueda ejercer su derecho.
-Panfletos y periódicos: “un curso de moral y política todo en uno”:
La revolución produjo en un decenio, mayor número de escritos impresos que todo el siglo que la precedió.
La libertad de prensa revolucionaria para una opinión publica y democrática significaba el hundimiento del
viejo sistema de privilegios en la producción editorial y la quiebra de las empresas tradicionales. En su
lugar aparece una multiplicidad de pequeños productores con ideas políticas parisienses independistas. En
el de libros caros, imprimen pequeños escritos baratos para un público más amplio. Los que los escriben
eran gente siempre para mantenerse cercanos al pueblo.
Utilizaron formas de adoctrinamiento religioso y de la liturgia católica para transformarlas con el fin de que
sirvan para fines políticos. Los panfletos revolucionarios tratan de acercarse al pueblo utilizando los
medios estilísticos del lenguaje de los mercados parisienses y las escenas de los teatros de feria. Toda
esta difusión se iba dando a través de tabernas y bodegas. De entre la masa de textos hay que destacar
los discursas, que por medio de la letra impresa, llegan a un público mayor y también los carteles que dan
a conocer públicamente las decisiones y las proclamaciones más importantes de los poderes públicos. El
medio más eficaz en la revolución era para la difusión de los textos es la prensa, en la que entre 1789 y
1792 se produce un crecimiento explosivo. El éxito de estos periódicos se da en la repetición y la
persistencia en la práctica de la lectura colectiva y de público.
*La publicaciones de ilustraciones: “escritura hablada “de la revolución:
La revolución de la prensa va acompañada de la publicación de imágenes politizadas y democratizadas.
Una nueva generación de pequeños grabadores y editores de imágenes, la mayoría de las provincias,
aprovecha la desaparición de los privilegios y de la censura, generando panfletos cada día con los
acontecimientos revolucionarios y haciéndolos sin muchas pretensiones artísticas, lo importante era
sacarlo rápido. La venta callejera se convierte en la principal forma de distribución, los bulevares, los
paseos generaban una exposición permanente de caricaturas en la que los paseantes pueden
familiarizarse con las imagines sin tener que comprarlas. Estas nuevas imágenes se dirigen a la gente
sencilla que apenas o no sabe leer o escribir y despiertan un entusiasmo por los nuevos valores políticos-
sociales, consiguiendo un medio didáctico para las masas, que los revolucionarios utilizaron con plena
conciencia para movilizar el mayor número de seguidores posibles.
Las caricaturas se pueden dividir en varias categorías: estaban las que mostraban el Antiguo Régimen y el
Nuevo Régimen, demostrando la pérdida de poder del clero y la emancipación del súbdito, demostrando
más que nada el campesino bajo el peso de la nobleza y el clero y después el campesino cabalga
triunfante sobre la espaldas de los antiguos opresores. Se desarrolló también una conciencia de lucha de
clases a través de las imágenes dando a la aristocracia una imagen de monstro en el que devoran al
pueblo. También las imágenes visualizaban los conceptos políticos abstractos con un carácter emocional
demostrando la igualdad con figura de mujer por ejemplo, que está pisando a la hidra que es la tiranía. Los
grabados también elaborar e interpretan acontecimientos claves simbólicos de la Revolución, como la
destrucción de la Bastilla la reinterpretan como la demolición de la presión, como victoria del tercer estado
y el arrebatamiento de poder por el pueblo.
*Publicística basada en las canciones: la revolución cantada:
Eran canciones políticas, de actualidad, impresas y cantadas en público por activistas de los clubes,
además por cientos de pequeños cancionistas que buscaban la manera de ganarse el pan. El crecimiento
de la cultura lírica y musical hasta el año 1794 se basa en tres factores históricos: la tradición de la canción
callejera satírica, el gusto a la parodia de poner un nuevo texto en una vieja melodía y la popularidad y el
renacer del teatro y la ópera cómica. Así se interiorizaba a la población y junto con esto también se
imprimían los himnos revolucionarios y las canciones callejeras, en folletos que vendías los ambulantes.
En la práctica cultural de la Revolución, los distintos medios no se yuxtaponían por separado, sino que
actuaban conjuntamente para apelar a todos los sentidos del público. Se comentaban por escritos las
imágenes y las canciones y las imágenes servían para visualizar el contenido de determinados textos.
*Sistemas de signos revolucionaros: lenguaje, símbolos y cultos:
-La transformación de los valores o la dimensión lingüística de la revolución:
En 1791/92 los vendedores callejeros ofrecen varias versiones de una hoja ilustrada con cadenas, formada
por 83 casillas de texto de forma ovalada. Se trata de un juego de sociedad revolucionario que sigue la
tradición popular del juego de la oca. Tiene palabras que designan personas y acontecimientos históricos
junto con conceptos políticos y sociales. Estas palabras exponen la historia de Francia desde su inicio
hasta 1791. Si se cae en la casilla de despotismo o bancarrota se vuelve al principio. El juego resulta
sintomático de la conciencia lingüística de los revolucionarios y del interés por completar la revolución
moral, cultural y de las lenguas y pensamiento. Tratan de desterrar las viejas palabras como aristocracia.
A través del vocablo, la revolución quiere reconvertir los valores, denigrando o exaltando palabras.
-Símbolos y cultos de la Revolución:
Querían imponer un lenguaje signico lleno de símbolos cuyos elementos se unirían para desarrollar una
política de masas. También imponían nuevas cronologías y una revolución de las mentalidades que creó
nuevas costumbres y nuevos sistemas de medición de tiempo. Estos signos de la revolución hablaban
para la gente sencilla, algunos eran la Bastilla, las picas, las escarapelas. Estos símbolos de la revolución,
combinados unos con otros, estaba en las hojas y carteles de propaganda, en los clubes y fiestas públicas,
que los entendía casi todo el mundo a pesar de su origen de culto. Otro simbolismo fue el de elevar a la
santidad a los mártires de la libertad, con el culto a la razón.
*La revolución escenificada: patriotas revolucionarios y fiestas públicas:
Los elementos fundamentales de la publicística y del simbolismo revolucionario son ya notables por su
abundancia y su consistencia, y por su cercanía al pueblo.
-Palloy “el Patriota” o la cultura revolucionaria plebeya en persona:
Palloy era un obrero que ascendió hasta ser arquitecto, demostrando un ascenso social. Este adquirió una
fortuna, y cuando vive el asalto de la Bastilla se convierte en revolucionario, y hace panfletos de todo tipo,
poniendo su fortuna para eso y para destruir la bastilla hasta que se muere pobre. Este hace fundir
cadenas y grilletes y hace medallas conmemorativas para regalar a diputados, usa la piedra de la Bastilla
para hacer mini bastillas y la da a los departamentos. No se conforma con esto sino que trata de fijar un
sentido a través de fiestas revolucionarias populares, que a veces se contraponen con fiestas oficiales del
estado como la conmemoración de un año que invita al pueblo a los suburbios a un baile en las ruinas de
la bastilla. Proyecta edificios públicos acordes al espíritu de la revolución. Puede considerarse a Palloy
como un fenómeno sintomático de una nueva cultura política, se consideraba misionero y su estilización lo
hacía embarazosos para los intelectuales revolucionarios pero él se mantuvo con esas características en
el medio de la gente sencilla de donde provenía. El difundía su mensaje de manera plurimediatica, al no
confiar solamente en la palabra escrita, la unía a la hablada y canciones e imágenes y acciones.
-Las fiestas públicas o el discurso de la revolución sobre si misma:
Querían unir a los ciudadanos a través de fiestas masivas al aire libre para inculcar un sentimiento de
patria y libertad. Donde habría celebraciones y juegos para comunicar a los actores y al público. Esto tuvo
un éxito. En el Directorio en 1795 se hicieron fiestas estatales, siendo fiestas tardías en impuestas desde
arriba, se transformaron en obligatorias y perdiendo contacto con la población general. Pero las fiestas de
los años 1790 a 1794 fueron más espontaneas y populares como la fiesta nacional de la Federación de
1790. En estas se establecían los grandes hombres con una ascensión celeste de carácter político donde
se le daba inmortalidad, donde origen a las panteonizaciones, trasladándolos al Panteón. Como a Voltaire.
La fiesta parisiense de Unidad y Fraternidad de 1793 escenifica y ensalza la historia heroica de la
revolución. Celebrando la Constitución jacobina y recordando el asalto de Tullerías. Se reúnen en la plaza
de la Bastilla, entonan la marsellesa y beben. Se forma un desfile donde abren los miembros de las
sociedades populares, después los diputados, después el pueblo mezclado, después infantería con un
carruaje con las cenizas de los héroes de la patria. No tenían mucha cercanía al pueblo porque las
mujeres ni los seguidores de Palloy van. Esta fiesta trata de escenificar la popularidad. Se van a dirigir por
ultimo al Campo de Marte donde honran las urnas y va a terminar la fiesta con un banquete de
hermandad, invitando a todos los ciudadanos sin distinción a una comida.
Una fiesta tan grande de la lucha revolucionaria no pudo celebrarse bajo la dictadura jacobina ni en el
Directorio.

LA REVOLUCION COMO CATALIZADOR DE LAS CULURAS POLITICAS DE EUROPA


GUERRA A LOS PALACIOS, PAZ A LAS CABAÑAS ¿UNA REVOLUCION EUROPEA?
El 26 de agosto del 92 en una de las ultimas sesiones de la Asamblea Legislativa el diputado girondino
Gaudet presento una mocion para conceder el titulo de citoyen francais a 18 extranjeros por haber
demostrado ser amigos de la lbertad y fratenidad. Y esto en un contexto de proclamacion de renuncia a
toda conquista y deseo de hermanamiento con todos los pueblos. Aceptado por la legislativa estos eran 7
ingleses reformadores y enemigos del trafico de esclavos, 3 fundadores y padres de la constitucion de
EEUU de america del norte, 3 escritores alemanes, dos intelectuales holandeses, el reformador suizo de
pedagogia Pestalozzi, un italiano amigo de los jacobinos y un general polaco. Este grupo de personas
elegidas era caracteristico del cosmopolitismo eurocentrico de los revolucionarios franceses que llevaban
la voz cantante, y de su inclinacion a favorecer en el extranjero antes a simpatizantes intelectuales que a
rebeldes politicos. Porque a excepcion de Paine y Cloots que ya vian en francia estos citoyens no eran en
su conjunto revolucionarios radicales, sino defensores liberales de la independencia intelectual y politica
que incluso rechazaban en parte la radicalizacion de la revolucion francesa. De manera mediata apelaba
de un modo parecido al potencial revolucionario de los Estados vecinos como hiciera, por ejemplo, el
ministro de asuntos Exteriores, Pierre Lebrun. La relacion de francia con los Estados y pueblos de la vieja
europa adquirio creciente actualidad en el otono del 92, dado que tras la declaracion de guerra a Austria
por parte de Francia (20 de abril 92), el Manifiesto del Duque de Braunschweig del sigueinte mes de julio y
las iniciales victorias de las torpas invasoras prusiano-austriacas, los franceses avanzaban ahora en el rin
y en los Paises Bajos bajo dominio habsburgues. La politica exterior interpreto esta como una guerra justa
a la que francia se veia obligada por los principes contrarrevolucionarios y simultaneamente como una
oferta de liberacion a los subditos de estos principes. En su decreto del 19 de noviembre de ese a;o la
convencion ofrecia ayuda a todos los pueblos que quieran su libertad bajo el lema de “guerra a los
palacios: paz a las cabanas” pronunciado por el montagnard Cambon. El 15 de diciembre se introdujo ya
en nombre del Comite de Finanzas, Guerra y Diplomacia, la nueva version del Decreto de liberacion del
mes anterior. A los vecinos de francia les esperaba ahora en vez de la libre autodeterminacion, un
Constitucion republicana, segun el modelo frances y financiar los costes de la guerra. Pero hay que ver
como era tomado esto.
Cloots por ejemplo, se identifico como ningun otro con la pretension de validez universal del mensaje
revolucionarios en favor de la libertad. Asegurado economicamente, vastago de un linaje noble holandes
flamenco y cadete de la Academia Militar de Berlin, se habi ido a paris en 1780 para dedicarse a la critica
ilustrada de la religion y a la redaccion de escritos politicos reformistas y paso luego a la publicistica
revolucionaria francesa. Diciendose a si mismo Orador del genero humano, veia en la revolucion francesa
el escalon previo de una revolucion mundial y en la republica francesa la preparacion de una republica
universal bajo el signo de una hermandad civil mundial. Cloots no solo fue diputado de Oise y presidente
del comite diplomatico, defendiendo la conquista del Rin medio por “el pueblo liberador” sino que por 20
dias fue presidente del club jacobino de paris. Pero los montagnards poco a poco fueron desconfiando de
el, y de muchos, bajo sospecha de ser un conspirador y la convencion le saco el titulo honorifico, y por
encargo de robespierre se lo denuncio publicamente como aristocrata y alimana extranjera y mas tarde el
Tribunal Revolucionario lo mando a guillotina en la plaza de la revolucion de paris. Fue victima del terro y
de la xenofobia de aquel periodo.
Asi que el cosmopolitismo frances tenia sus limites. No solo al interior. Por ejmplo las iniciativas
revolucionarias del norte partieron de los patriotas holandeses y belgas sin que los franceses las
fomentaran verdaderamente. Holandeses y belgas constituyeron en paris y en el noroeste de Francia
grupos que sumaban 5mil patriotas batavos con el fin de proseguir con ayuda francesa las revoluciones
interrumpidas en sus respectivas patrias. Tras haber enviado, en mayo de 1791, una delegacion al club
jacobino de paris y haber hech propaganda entre los diputados franceses, en favor de la formacion de una
legion batava, sin conseguir resultados concretos, los revolucionarios exiliados obtuvieron por lo menos de
la legislativa la creacion en abril del 92 de un Comite batave luego comite revolucionario batave, que tenia
por mision preparar la fundacion de un Estado unitario holandes y nombre secretario a Dumont-pigalle.
Pero ell plan de Dumouriez de crear el belgica una republica independiente fracaso tanto como
consecuencia del giro autoritario que adopto la politica exterior revolucionaria a partir del 15 de diciembre,
cuya imposicion en Belgica fue supervisada por el comisario de la convencion Danton, como por la derrota
del Ejercito del norte frente a Austria en Neerwinden, el 18 de marzo del 93. Cuando los franceses
ocuparon de nuevo belgica en junio del 94, la trataron como pais conquistado economicamente fuerte y
acabaron por decretar su anexion el 1 de octubre del 95 sin tener en consideracion a los patriotas
exiliados. Ademas habian conquistado las Provincias Unidas neerlandesas, expulsando al estat’uder y
proclamando la republica de Batavia (16 de mayo 95). Pero no les dejaron hacer una constitucion sino que
les obligaron a adoptar una variante del propio sistema directorial imponiendo elevadas contribuciones y
requisando sus obras de arte mas valiosas. Este cambio, que tuvo lugar a finales del 92 y principios del 93,
y que supuso el paso de una conciencia mesianica y un celo misionero cosmopolitas a un afan
hegemonico expansivo y a la explotacion economica, caracterizo toda la politica exterior de la revolucion
francesa. Sus comienzos se veian ya con anexione como las de AVinon y de saboya, contradiciendo la
renuncia a la conquista proclamada por la AN el 22 de mayo del 90. No fue consecuencia de la guerra y
sus necesidades financieras, sino que tenia asimismo cabida en la tradicion de las reuniones de luis XIV
que resucito las exigencias de fronteras naturales y en la nueva concepcion de un muro protector de
republicas hermanas en las fronteras septentrionales y orientales. Esta cadena de republicas que inicia
cronologica y geograficamente con la republica de batavia, llegaba hasta las republicas italianas de
Triennio. Pero al directorio no le importaba la liberacion sino la supremacia de la gan nacion. Lo mismo con
suiza y alemania. No hubo ningun intento serio de exportar la revolucion sino que solo respondieron a
llamados de los vecinos cuando respondia a los intereses de francia.
En los territorios fronterizos anexionados y en las republicas hermanas desencadenaron los franceses un
cambio estructural plagado de consecuencias al suprimir, por una parte, los derechos feudales, los
privilegios estamentales y las corporaciones, romper los particularismos regionales y locales e introducir,
por otra parte, la igualdad de derechos, la libertad industrial y una administracion unitaria. Pero no
fomentaron los movimeintos revolucionarios independientes, sino que , antes bien, los reprimieron. Ni se
propusieron una revolucion europea ni era historicamente posible (en ningun otro pais habia una situacion
prerrevolucionaria explosiva como en fancia).
En cambio, hay que ver si se puede hablar d euna contrarrevolucion europea. Y sugiere esta hipotesis el
hecho de las guerras de coaliciones contra francia y el libro de Burke “reflexiones de la revolucion en
francia” (1790) traducida de inmediato a todos los idiomas europeos por su exito. Este propago el temor a
una guerra de exterminio europea y la necesidad de una cruzada internacional contra un universalismo
revolucionarios que tenia por objetivo una revolucion total del sistema politico y social de europa. Pero en
gran medida se mantuvo en lo verbal. De hecho muchos paises saludaron la revolucion pensando que
esto debilitaria a francia. Se tomaron menos en serio la lucha comun contra la revolucion en francia que la
prosecucion de sus propios intereses politicos. Asi, inglaterra dio preferencia a su politica colonial y no se
incorporo a la coalicion contrarrevolucionaria hasta el oto;o de 1792 pero porque la ocupacion de berlgica
por francia perjudicaba la pretencion inglesa de mantener una influencia decisiva en la costa del canal de
la mancha. prusia se retiro de la coalicion en el 95 mediante el tratado de paz de Basilea, con el fin de
poder participar sin inconvenientes en el gtercer reparto de polonia. Entonces la revolucion no dejo de ser
un asunto interno de francia? carece de base historica el efecto de corte de la misma para europa? Podria
reponderse afirmativamente si nos limitaramos al plano de las acciones principales y de las acciones de
los estados. Pero la respuesta seria negativa si nos atenemos al plano politico-cultural, menos
espectacular y al de los movimientos sociales.

FRANQUEZA, PERO SIN SANS-CULOTTISMO: INFLUENCIAS DE LA REVOLUCION EN EL ANTIGUO


IMPERIO
A finales del 89 el escritor Boie publico un articulo en su revista Neues Deutsches Museum, un articulo en
el que intentaba ver los efectos políticos culturales de la revolución francesa en Alemania, tomando el
concepto de “Revolucion de los espiritus” de Voltaire. Veia que en la comunicación publicistica de nuevos
valores político-culturale sy nuevas formas de acción se escondia un potencial emancipador.
De practicante de la Ilustracion a jacobino: el caso de Georg Forster
Escritor de espíritu critico y consciente de la libertad fue en los 80 favorito en los salones y miembro de la
“Republica de los sabios” en el espacio cultural alemán, para en los 90 ser tratado de traidor. Saluda al
nuevo estado libre de EEUU y se alegra de la existencia de revistas libres como importante vehiculo de la
ilustración general. Antes la revolución francesa reacciona como muchos intelectuales alemanes con
admiración y vivo interés por el nuevo tipo de lucha del despotismo con la democracia. Viaja a Francia y en
1790 contempa a su parecer el entusiasmo popular hermanado sin distinciones de gente en el Campo de
Marte realizando los trabajos para la preparación de las Fiestas de la Federacion y le supone un despertar
político. Su idea de elaborar un calendario histórico ilustrado que conmemore en año revolucionario de
1790 maran el nacimiento del revolucionario intelectual Forster. Apoya la ocupación de Maguncia como un
acto de llevar el patriotismo democrático incluso a toda Alemania y se une al club jacobino de Maguncia y
acepta cargos políticos. Y su accionar desde noviembre del 92 a marzo del 93 en la republica de Maguncia
se extiende por lo menos a 5 campos de la política. Primero como clubista en la sociedad de “Amigos de la
Libertad y la Igualdad”. Alli invita a aceptar la alianza con los “hermanos” franceses. “Un mangutino invento
el arte d ela imprenta, por que no los franceses inventar la libertad del siglo XVIII”. Es importante en el club
ya que es presidente de Comité de Correspondencia. En segundo lugar, como vicepresidente de la
Administracion General para los territorios ocupados del rin medio, contribuye a coordinar la labor
administrativa de los ocupantes franceses con las actividades del club. Por ejmplo organiza las elecciones,
las primeras, de diputados de la Convencion Nacional Renano-Alemana, redactando incluso el reglamento
electorar. En tercer lugar organiza la gran Fiesta Popular por la Libertas y la Igualdad. Reforma las fiestas
con un rico simbolismo revolucionario con la impronta de los modelos franceses. El desfile renuncia a todo
orden jerarquico y marchan a la son de la Marsellesa tienen el árbol de la libertad, un abeto por la epoca.
Escenifica en la plaza mayor la conversión del viejo sistema político, de Electorado del antiguo Imperio en
Republica quemando los símbolos de la antigua dominación y transformando esclavos en libres, los gorros
rojos no faltan y tampoco las canciones. Todo muy pedagógico. En cuarto lugar, funda una revista,
convirtiéndose tamien en periodista de la republica, llamándose a si mismo Amigo del Pueblo, como Marat
que desarrolla peridismo político de opinión de un radicalismo desconocido hasta entonces. Publica textos
franceses de actualidad, artículos antimonárquicos y casos modélicos de mártires franceses de la libertad,
pero también otros casos de liberación en europa dando la impresión de una “internacional” republicana
con la que debería ejercerse solidaridad. Por ultimo es uno de los principales diputados de la Convencion
Nacional Renano-Alemana. Y allí elabora tanto la declaración de independencia del “país comprendio
entre Landau y Bingen comno republica soberana, como la resolución del 21 de marzo “que quería
incorporar al pueblo renano-aleman a la republica francesa. Pero la reconquista prursiana de Maguncia no
le deja otra salida que el exilio político en Paris.
Republica y periodo francés en Maguncia: inicios de una cultura democrática
Puede hablarse de los comienzos de una aculturación democrática llevada a cabo por 3 formas de acicon
y de medios. En primer lugar, se desarrollo muy rápidamente una sociailidad política revolucionaria. La
rápida fundación de un club jacobino por los intelectuales con 492 miembros da la pauta de esto. La alta
proporción de artesanos (45%) muestra un espectro social que iba considerablemente mas alla del circulo
de las clases cultas por mas que no hubiese tantos agricultores y comericantes. No solo hacían reuniones
sino “conferencias para el pueblo”. Y de hecho siguiendo el ejercito de Custine se formaron 70
asociaciones de este tipo. En los pueblos se crearon también círculos de lectura. Todos estos
contribuyeron a la difusión de la publicistica jacobina y a la politización de la población rural. En segundo
lugar, los organizadores de la sociabilidad popular y mediadores culturales entre el mundo intelectual y el
pueblo llano desempeñaron un papel clave en la poplarizacion de los valores fundamentales y símbolos
políticos importados de Francia. Maestros y clero. En tercer lugar, la publicistica jacobina contribuyo
considerablemente a la difusión del mensaje de la libertad y la igualdad. Los “escritos democráticos” por
ejemplo junbto con carteles y panfletos. Estos estaban redactados con la intención de ejercer una didáctica
de masas y se distribuyeron a gran escala. La plantación de muchos arboles d ela libertad dan indicios de
un cierto grado de aceptaicon de esta publicistica. Aunque no tenían un sentido tan rebelde como los del
Bajo Lemosin, no eran tampoco meras diverisones populares, sino actos simbólicos de peso que tenían un
sentido revolucionario en cuanto a las ideas. Un segundo indicio de aceptación lo ofrecio la votación sobre
la constitución que en diciembre del 92 organizara la adminsitacion general con el apoyo del club de
Maguncia. Aun mas la exigfencia del llamado juramento de la libertad y la igualdad de marzo del 93
comprendio a mas del 70% de las comunidades renanas y palatinas. Obvio que con sus resistencias,
sobre todo por el anticlericalismo. Y esto sobrevivio a la ocupación prusiana cuando a finales de 1797 fue
nuevamente ocupada por Francia hasta 1813, a lo que se le sumo el nuevo Derecho francés en versiones
alemanas, el calendarios republicano y el ciclo de fiestas. Igual en 1801 dejaron de ser fiestas
republicanas para ser en honor a Napoleon Bonaparte, observando la misma tendencia a la regulación
oficial y la militarización que se ve en Paris. Todo esto da luz de la influencia de la revolución aquí. Como
en otros lugares franceses, no específicamente parís sino zonas mas alejadas, una cultura política de
tendencia democrática tuvo efectos a largo plazo.
La “biblioteca de la revolución” alemana: un indicador de la evolución histórica de la mentalidad
Aun asi Forster y Maguncia deben considerarse excepcionales dentro del marco del antiguo imperio. No
obstante son típico por cuanto muestran que el efecto de la revolución francesa en el espaci alemán no
consistio en un cambio de poder duradero sino principalmente en la cimentación de nuevos conceptos y
símbolos, de practicas políticas y de actuaciones colectivas. Si vemos todos lo movimientos huelguísticos,
actividades y reuniones se confirmaría que la mayor parte de estos movimientos tuvieron primordialmente
causas mas antiguas, locales y reginales que solo ultilizaron lemas y símbolos revolucionarios para
perseguir fines tradicionales y que los señores territoriales sin que vieran verdaderamente amenazado su
poder, supieron desactivar esos conflictos por via jurídica y reformas parciales, y que los jacobinos fueron
en Alemania un fenómenos marginal. Pero las influencias culturales y mentales perduran. En la década del
90 el fenómeno publicistico de masa fue tal que los escritores corrian a traducir textos, pero sobre todo
panfletos y folletos que posibilitaban la libertad de prensa parisiense. Las traducciones no solo continuaron
con una tradición de traducción pero ampliada, sino que constituyeron al mismo tiempo el medio de un
cambio estructural en las relaciones culturales, una actualización y politización de la información de
Francia en Alemania durante la revolución y mas alla. Este cambio se manifiesta en el hecho de que el
crfeciente desplazamiento del peso relativo de las traducciones en forma de libro pasa a las que aparecen
en las revistas: de los contenidos literarios y filosóficos, a los políticos y este desplazamiento prosiugue
aun en 1800. Pero su influencia concreta debe verse por el tipo de fuente. La biblioteca de la revolución
presenta 3 ventajas esenciales en relación con otros productos de influencia revolucionaria: traslado a
Alemania, mas que los movimientos o prensa diaria o reflexiones, manifestaciones autenticas de la
publicistica revolucionaria francesa: transferencia cultural, que aunque se adapto con prólogos u
observaciones e incluso reversiones, se conservo íntegramente en lo esencial. La cantidad permite
cuantificar. Esto tiene que ver con que eran al mismo tiempo mercancía ya que pocos se tradujeron con
motivos meramente propagandistas. De hecho fueron mas personas como Usteri que dejo la redacción de
revistas botánicas para funar una biblioteca de los francos libres y luego fundar una editorial especializada
en este tipo de traducciones. Y ganaron mucho. Pero desde luego un negocio de traducción en gran
escala tan comprometido no era la regla. La mayor parte de las verisones alemanas de escritos
revolucionarios se distribuían, antes bien, entre mas de 3 mil traductores. Con frecuencia eran amigos de
Francia de elevada cultura que de manera ocasional y al margen de su profesión trasladaban textos
franceses a la lengua alemana. Las editoriales acogieron con agrado estas traducciones, aunque a veces
con un sentido contrarrevolucionario. Y como mercancías, el aumento de su ventas nos dice algo. Es
decir, respondia a necesidades de lectura en el espacio linguistico alemán tan amplias como persistentes.
En cuanto a sus lectores: los nobles y personas cultas leían tan bien francés que no necesitaban de las
traducciones. Estas se destinaban pricipalmente a la burguesía media y con algún éxito como muestra su
presencia en catalogos de las sociedades de lectura. Pero no hay que sobrevalorar el carácter
democrático del interés burgues. Por otro lado la biblioteca de la revolución hallaba predicamento en el
hombre común, subburgues. En cuanto a su contenido, la mayoría de los títulos de la biblioteca de la
revolución (43%) se refieren a procesos y discusiones de carácter politco, muy especial de política interior
de Francia. Si en el 89 y 91 se da preferencia a panfletos prorrevolucionarios radicales, el 10 de agosto de
1792, dan mayor preferencia a las voces criticas de la revolución o incluso contrarrevolucionarias. Lo que
al publico lector alemán le importaba eran menos las informaciones sensacionalistas procedentes de
Francia que los testimonios sobre cuestiones fundamentales de la Revolucion y preferia es este respecto
las manifestaciones políticamente moderadas. En resumen “Franqueza, pero nada de sans-culottismo”.
Este lema de una hoja semanal dedicada a la “revolución de nuestra época” respondia al perfil del
intereses de los alemanas y a una latente afinidad con los girondinos, o el lado liberal d ela revolución. En
fin, esta publicistica acelero una politizaicon funamental que se había iniciado con la ilustración
principalmente en las capas burguesas y suburguesas, asi como el desarrollo de la opinión publica política.
La comunicación y recepción selectivas que tuvo en Alemania la publicistica revolucionaria francesa
fomentaron la diferenciación de las corrientes política sy en especial la formaicon d enuevos conceptos
políticos tales como el termino de “revolución”. Antes de esto el termino si se usaba era para referir al
recorrido de los astros, disturbio o rebelión pero no movimiento de liberación popular violento y legitimo
que cambia abruptamente la estructura del estado y la sociedad y abre la puerta al progreso histórico. No
hay que dejar de tener en cuenta que las traducciones tenían sus abreviaciones, aclaraciones y cambios
que modificaban en mas de una ocasión los sentidos.
SURGIMIENTO DE UN RADICALISMO PLEBEYO EN LAS ISLAS BRITANICAS
Aca la repercusión fue clara desde el inicio aunque con enfrentamiento con constrarrevolucionarios. Las
victorias de las tropas francesas en otoño del 92 despertaron nuevamente una oleada de fervor tal que en
muchas ciudades escocesas se plantaron arboles de la libertad. Pero por encima de estas
manifestaciones generales y dispersas, a revolución francesa desencadeno en Inglaterra un debate
publicistico en torno a la constitución y a los derechos fundamentales que supero en mplitud y profundidad
a la iscusion que anteriormente había motivado la guerra de la independencia de las colonias
norteamericanas. Pero el tema no era en realidad la revolución francesa, sino la reforma parlamentaria en
Inglaterra, una democratización tanto d ela ley electoral elitista como d ela practica electoral caracterizada
por el patronazgo. Pero sobre todo la revolución francesa condujo a una democratización y radicalización d
elas sociedades reformistas inglesas. Ante la Soiety for Constitutional INformation, que proponía una
reforma moderada, surgieron cientos de asociaciones como London Correspondign Society mas radicales.
Durante el 92 al 94 construyeron una red de clubes comparable a la de los jacobinos. A diferencia de los
clubes revolucionarios de notables, pero a semejanza de los sans-culottes parisienses, presentaba una
estructura social plebeya. Se reclutaba especialmente entre oficales de la vieja artesanía urbana, a los que
afectaba la IRD, miembros de clase media baja desclasados e intelectuales de la zona marginal del
ambiente literario-publicistico londinense. Thomas Hardy fue su fundador. Su tinte plebeyo fue en aumento
cuando los partidarios de la reforma de clase media burguesa se retiraron de los nuevos clubes en vista
del apoyo británico a la contrarrevolución en Francia y de la persecución que se iniciaba en el interior. Este
tipo de sociedades no solo movilizaban gente sencilla sino que seguían una estrategia de educación y
disciplinamiento que tenia por finalidad una reestructuración fundamental de la cultura política del país
para alcanzar la plena capacidad política.
La London Corresponding Society, de 1792 a 1798
Con ella aparece una organización política permanente, supraprofesional y suprarregional con una
estructura compleja. De manera acorde con la exigencia de un derecho a voto masculino, igual y general,
puede ser miembro todo hombre adulto que pague la cuota minima simbolica d e1 penique. La sociedad
esta articulada en secciones, 70, con 40 miembros cada una que se reúnen semanalmente en un dia
laborable a la noche. Eligen presidente por 2 meses, sustituto, secretario, ayudantes y un delegado y un
subdelegado que representa a la sección en el “parlamento” de la sociedad: el General Committee. Es una
democracia de base con transparencia del proceso de decisicion vigilada con tanto celo que se oponen a
todos los intentos del General Committee de reforzan la eficacia de la organización constituyendo una
comisión de dirección. Se esfuerzan en educar y proponer el debate ordenado a fin de inducir en los
plebeyos los métodos burgueses de conocimiento basados en el razonamiento y el dialogo racional. Los
estatutos obligan expresamente a familiarizarse con los principios de la constitución y las leyes del club. La
inteligencia jacobina asume asi la triple función de concebir una teoría democrática del Estado y la
sociedad, verterla en formas adecuadas al publico plebeyo y dirgir y supervisar la apropiación de stas
teorías por parte de las secciones. Las fuentes son tan diversas como en Francia. En cuanto al contenido,
los “ilustradores del pueblo” jacobinos unen la tradición del humanismo político ingles, la llamada ideología
country, con conceptos de derecho natural procedentes de la revolución norteamericana y francesa. Con
eficacia retorica colocan en la picota al corrupto sistema de representación británico, su relaicon con el
ejercito permanente y el abuso del Estado por parte de una clase alta parasitaria y hacen propaganda de
un ejercito popular no acuartelado, la detención de las guerras de conquista, la tolerancia, libertad de
palabra e imprente, las elecciones generales e iguales, una sociedad de pequeños propietarios
trabajadores y ocasionalmente la necesidad de adoptar medidas estatales de bienestar publico. Pero lo
que quieren es una reforma, no una revolución.
Carácter y limites del radicalismo político en Inglaterra
La eficacia concreta de estos esfuerzos de educación política no debe sobrevalorarse. Estas sociedades
debían conar con una medida minima de disciplina, salida de la ignorancia y la capacidad política que ella
debía generar. La politización del publico plebeyo no paso de ser superficial utilizándolos incluso para fines
ajenos. Pero sin duda inauguraron una nueva forma de organización, mezclando elementos de una
manifestación política con los de una fiesta de consagración eclesiástica. Tambien consiguieron organizar
reuniones de masas puramente políticas como el encuentro por la solidaridad. Pero en vista de a creciente
oleada de fundaciones de clubes a fines de otoño del 92 el Gobierno británicoadopto enérgicas
contramedidas. Frente al nuevo patriotismo de Thomas Paine, movilizaron el viejo patriotismo de John
Bull, popular figura caricaturesca del ingles medio. Consiguieron de Jonh Reeves, juez superior, que
fundara un contraclub que con su nombre ya apelaba con habilidad al trauma de la época de Cromwell y
temores de los burgueses propietarios: Asociacion para la preservación de la libertas y de la propiedad
contra republicanos y niveladores. Asi inicio la red del contramovimeinto mientras el gobierno planeaba la
represión que finalmente se llevo a cabo en el 93. Cuando los prisioneros de la London Corresponding
Society salieron en el 95 y cobraron mayor fuerza dentro de los márgenes de derecho vigente el gobierno
empleo medidas para restringir el uso de la palabra y libertad de reunión y ampliaron las circunstancias
caracterizadas como delito de alta traición que les permitio detener en 1797 a toda la cúspide de la
London. Asi, pasaron a la clandestiidad.
Con todo, dentro del marco de la cultura polica de gran Bretaña, este movimiento asociacionista plebeyo
independiente significa el primer experimento suprarregional de organización política de las clases bajas
inglesas. Al integrarse a la vida publica política como sujeto autónomos inciaron un cambio fundamental en
la forma de entender la política. Paso de ser una ocupación adecuada en una republica de gentlemen a se
un asunto y un derecho de toda la nación. Asi aunque los jacobinos ingleses fracasaran en el corto plazo,
contribuyeron a la gran reforma parlamentaria de 1832 y además a la cultura democrática y socialisa de
Inglaterra, mas avanzado el XIX. Al provocar que el gobierno movilizara también las masas y a la opinión
publica legitimista, pusieron en manos de sus rivales un eficaz medio de propaganda del que los
conservadores hubieron de servirse una y otra vez.
Los United Irishmen: radicalización de una organización de masas jacobina, de 1791 a 1798
En Irlanda un movimiento de patriotas mas antiguo, que e la década del 80 habia luichado contra la elite
dominante anglicana de origen británico (Ascendancy) por una reforma parlamentaria, un derecho penal
mas liberal y por el libre acceso a cargos públicos y que, con ayuda de gurpos armados denominados
volunteers había consegui algunas concesiones, se vio vivificado y a la vez transformado por el ejemplo
francés. Desde l 91 se convirtió en una red de clubes jacobinos extendida por los centros urbanos de la
isla con el nombre común de United Irishmen. Desde su periódico, Northern Star, hasta los panfletos
ilustrados y baladas populares, emplearon todas las formas de comunicación y medios impresos. En
mayor medida que los ingleses siguieron junto con su ideólogo jefe Theobald Wolfe Tone, joven abogado
anglicano, las ideas democráticas radicales de Thomas Paine. Tenian además algo de conspirativo con
gurpos secretos de lucha armada juramentos francmasones. Este movimiento se desarrollo en dos fases
principales. De acuerdo con el origen social de sus miembros, burguesía media y oficios textiles urbanos,
entre 1791 y 1793-94 impulsaron una política de reformas concretas. La convención nacional dublinesa
pidió en el 92 la igualdad de derechos de los católicos y consiguieron el derecho a voto censitario auqneu
no la ocupaicon de cargos. Pero los combatieron por medio de procesos contra sus lideres, de
reclutamiento forzoso de irlandeses para la milicia y la prohibición de los volunteers. Tras mostrarse el
gobierno Pitt tan contrario a las reformas, pasaron a la clandestinidad. Firmemente decididos a liberarse
del yugo ingles desarrollaron una campaña de propaganda sistematica en zonas rurales. Esto los
reestructuro por completo: organizativamente significa un refuerzo del elemento paramilitar a costa del
trabjo de ilustración; ideológicamente, el desarrollo de un republicanismo radical y socioculturalmente, la
influencia creciente de los miembros campesinos y católicos. Para el 98 la mitad de sus miembros
estaban bajo las armas (280.000). Los planes simultaneo para un levantamiento armado y para un secreto
acuerdo de alianza belica con el directorio de parís entraban dentro de la coherencia de esta evolución
perono consigueiron el resultado deseado. La rebelión del 98 fue derrotada sangrientamente por el ejercito
británico. 30mil muertes. Pero dejo en la memoria el sueño de una republica liberal que reconciliase a
católicos y protestantes como lo profesara Wolfe Tone y por otra parte, el sueño campesino de una
reconquista del país y la creación de una nueva nación irlandesa católica. Asi la reovlucion francesa
reavivo viejos movimientos reformistas, político a capaz pequeñoburguesas y subburguesas y acelero la
polarización entre conservadores y radicales.
¿REVOLUCIONAR ITALIA A LA MANERA FRANCESA?
Los reformistas o republicanos italianos veian con bueno ojos el ejemplo francés pero no creían que
debiera ser la regla como le dice Giovanni Antonia Ranza, su líder, a Robespierre. Educado como religioso
Ranza fue consagrado ciudadano francés unido al club jacobino y puesto en prisión luego por cuestionar la
descristianización. Incentivo revoluciones en Italia aunque sin apoyo francés. Queria una revolución
idependiente. No querían trasladar a Italia ni la dictadura jacobina ni el centralismo administrativo y la
descristianización. Tomaban el ejemplo francés con espíritu critico para hacerlo compatible con las
tradiciones italianas. Pero su mas importante hombre de enlace con Francia Filippo Muchele Buonoratti
tenia instrucciones de general levantamientos en Italia para facilitar la entrada francesa. Invadieron y
dominaron mas que ayudar. Conquistadores, no libertadores. Los clubes si bien se formaron tuvieron
escaso margen de participación ante el miedo a la invacion y la falta de apoyo d ela poblaicon fiel a su
autoridad. Lo que los patriotas persiguieron con mayor pasión y persistencia fue un objetivo político
nacional: la superación de los pequeños estados en favor de una Italia libre y unida. La experiencia de la
“republica Cisalpina” con constitución del directorio demuestra la incompatibilidad con los intereses
franceses. Alienadas de ese modo de la población en general y de los patriotas, las republicas hermanas
italianas se hundieron casi sin resitencia cuando las tropas de coalición austriaco-rusa aprovecharon en la
primavera del 99 la partida de napoleon para la campaña de Egipto y ocuparon d enuevo el norte de Italia.
No obstante significo un impulso para la formación de una cultura política nacional de tendencia
democrática. Los clubes, clausurados una y otra vez desarrollaron durante el Triennio (96-99) una prensa
política que resultaba nueva para Italia.
NUESTRA REVOLUCION, LA REVOLUCION EUROPEA
La revolución francesa de una u otra forma cambio europa: por un lado el entusiasmo cosmopolita por la
libertad fue ampliamente difundido, por otro, el desengaño que supuso la realidad de su política practica.
La influencia variaba según particularidades locales. Mientras en las islas británicas el modelo
revolucionario plebeyo y la formación de la opinión adopto un modo radical autónomo, porque pudo
conectar con una cultura de asocacionismo y de debate políticos ya desarrollada, el antiguo Imperio no
paso del estadio previo de una recepción publicistica, amplia y mesurada, de los conceptos e ideologías de
la Revolucion. En el marco de Alemania, la Republica de Maguncia constituyo una excepción pero mostro
que en la fase primera de la revolución, de ciudadanía universal, entraba perfectamente dentro de lo
posible una aproximación a la Francia revolucionaria producida de modo relativamente dmeocratico. Muy
distinto fue el caso de las republicas hermanas italianas en la fase tardia de la revolución ya que en vista
de la política exterior francesa determinada por intereses militares y económicos y debido a la posicon de
poder d ela nobleza y la iglesia católica, la revolución hallo un considerable rechazo.
Por otro lado los efectos europeos de la revolución fueron muy semejantes en cuando al ámbito de la
cultura política ya que en todas partes actuo en grupos descontentos como impulso para promover mas
enérgicamente reformas y cambios necesarios de hacia tiempo. En todas partes desencadeno una oleada
de publicistica política de nuevo radicalismo y de amplio alcance social que difundio ideas fundamentales y
los lemas revolucionarios. Fueron unidos también estos procesos a una nueva cultura de los clubes y a un
simbolismo internacional de la libertas y de la igualdad. A través de estos procesos de aculturación se
aproximaron a la política nuevos grupos y clases sociales: los intelectuales en Italia, la burguesía media en
el antiguo imperio y el pueblo llano en las islas británicas. Por doquier se formaron en contraposición con
la revolución campos políticos opuestos mas claramente delimitados que antes. Con todo impulso una
cultura política en europa común y con tendencia democrática. La herencia de la revolución francesa que
recibió europa no consistio únicamente en las ideas dominantes como las d elibertas, igualdas y justicia
social, sino que, cada vez mas, incluyo nuevas formas de formación colectiva de la opinión, de la
movilización y de la acción de las masas populares rebeldes, en la idea de la factibilidad y de la
regularidad democráticas de una revolución según el modelo d eparis.

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