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En la encrucijada de los caminos… uno de los instrumentos que sin duda fue

apartado por Dios para esa época de tanta necesidad espiritual, fue Martin Lutero, era

celoso, ardiente y abnegado. Al igual que los reformadores antes que él, nació en un

hogar humilde de escasos recurso, donde su padre era un minero de Alemania que

trabajaba arduamente para darle una buena educació n a su hijo, quería que fuese

abogado, se disgustado con su hijo cuando este sin su consentimiento entro a un

monasterio, pasaron dos añ os sin hablarse. Era tanto la pobreza de los padres de

Lutero, que este a veces tenia que ganarse la vida cantando de puerta en puerta, la

vida religiosa era difícil por la idea que sembraban los líderes en el pensamiento de la

gente, ‘’a veces se iba a acostar con el corazó n angustiado, pensando con temor en el

sombrío porvenir, y viendo en Dios a un juez inexorable y un cruel tirano, que un

padre bondadoso’’.

A la edad de dieciocho añ os ingresó en la universidad de Erfurt, se dedico a

estudiar a los mejores autores, atesorando buenas expectativas para su desarrollo

intelectual. Se destaco por su buena memoria, imaginació n, faculta de raciocinio y

consagració n a sus estudios. Era una persona que tenía una buena relació n con el

Señ or ‘’orar bien decía el, es la mitad del estudio’’ Un die en la biblioteca encontró una

biblia estaba en idioma latín, empezó a escudriñ arla, tenia mucho respeto a Dios y

ahora se encontraba en un momento de mayor solemnidad, empezó a leerla, sin duda

los á ngeles estaban ahí guiá ndole. Pensó que debía consagrase má s, por eso entro a un

claustro donde se le pidió hacer cosas humillantes, a pedir limosnas de casa en casa,

todo lo hacía porque creía que necesitaba perdó n por sus pecados.
Era una persona incasable que buscaba santidad, dijo; Si algú n fraile hubiera

podido entrar en el cielo por sus obras monacales, no hay duda que yo hubiera

entrado. Debido a tanta rigurosidad que el mismo se impuso, tuvo complicaciones de

salud mas adelante. Pero encontró un amigo de nombre Staupitz, que le dijo; “En lugar

de martirizarte por tus faltas, échate en los brazos del Redentor. Confía en él, en la

justicia de su vida, en la expiació n de su muerte. Después de terminar sus estudios fue

llamado a la universidad de Wittenberg, allí se dedico a estudiar mas profundo las

escrituras, y en sus idiomas originales, era un poderoso conocedor de ella, su amigo le

instaba a que predicara desde el pulpito.

Cuando realizo su primer viaje a roma se fue a pie, y cundo estaba en

Lontananza la ciudad de las siete colinas, se arrodillo y exclamo ‘’salve Roma ciudad

danta’’ pero no se imaginaba con lo que se encontraría ahí, tanta falta de

espiritualidad y profanació n de aquellos lideres religiosos. Dijo; ‘’Si hay un infierno, no

puede estar en otra parte que debajo de Roma; y de este abismo salen todos los

pecados’’. Lo mas impactante de este relato es cuando estaba subiendo las escaleras

que supuestamente fue donde en ú ltima instancia paso Jesú s, Lutero estaba subiendo

de rodillas, se acordó de (Rn 1:17), desde ese instante la relació n de Lutero con la

iglesia papal fue decayendo. Después le fue conferido el grado de doctor en teología en

la universidad de Wittenberg, se sintió má s libre para estudiar lo que tanto amaba.

En ese tiempo habia crisis en econó mica en la tesorería del papa, y fue cuando

empezó a comercializar la gracia de Dios vendiendo indulgencias para el perdó n de los

pecados. Ahí en medio de la verdad que empezaba a proclamarse por labios de Lutero,

no tardo cuando el diablo levanto a un monje llamado Tetzel, era reconocido como
culpable de haber cometido las má s viles ofensas contra la sociedad y contra la ley de

Dios. Declaraba que; con la compra de indulgencia obtenían el perdó n de sus pecados

y aun aquellos pecados que desease cometer después, y que “ni aun el

arrepentimiento era necesario”. Que las indulgencias tenían poder para salvar no solo

a los vivos sino también a los muertos, y que en el instante en que las monedas

resonaran al caer en el fondo de su cofre, el alma por la cual se hacía el pago escaparía

del purgatorio y se dirigiría al cielo.

Cuando la gente iba con el certificado de perdó n que daba Tetzel, donde Lutero

él les decía que eso no valía de nada a menso que manifestasen sentimiento de perdó n

y abandono del pecado podrían ser perdonados. Muchos fueron de regreso donde

Tetzel para que les regresara el dinero, entonces ese hombre se lleno de ira, y empezó

a levantar hogueras contra los herejes y afirmo que habia obtenido orden del papa

para quemarlos. Fue en la iglesia del castillo de Wittenberg, donde Lutero pegó las 95

tesis, estas fueron leídas por muchas gentes y así en muchos lugares se difundió el

contenido que tenían, donde declaraba luego que el papa no tenía merito para

perdonar pecados, que eso era una farsa, para obtener dinero de la gente

supersticiosa.

Después de todo esto se levantaron los enérgicos enemigos de Lutero pensando

en su fin y cuando necesitaba tanto la simpatía y el consejo de un amigo verdadero,

Dios en su providencia mandó a Melanchton a Wittenberg, un joven que contribuyo

mucho. La unió n de estos dos hombres en la obra vigorizó la Reforma y estimuló

mucho a Lutero. Augsburgo era el punto señ alado para la verificació n del juicio, y allá
se dirigió a pie el reformador. Declaro que el papa es el anticristo y que su silla la de

sataná s.

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