Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cómo Caminar en La Bendición y La Gracia de Dios
Cómo Caminar en La Bendición y La Gracia de Dios
Cuando leemos la Escritura, vemos a Dios diciéndole a Su pueblo que escoja entre la
bendición o la maldición. La bendición siempre aparece conectada a la obediencia y la
maldición a la desobediencia. Dios quiere desatar un nuevo ciclo de bendición, pero para que
Él haga eso debemos entender y caminar en obediencia.
Cada acto de obediencia activa y desata un ciclo de bendición. Cada acto de desobediencia
activa y desata un ciclo de maldición. Cuando obedecemos, no sólo las bendiciones vienen
sobre nosotros, sino que nos alcanzan y sobrepasan.
¿QUÉ ES LA OBEDIENCIA?
Abraham obedeció a Dios porque tenía fe en Él. La verdadera obediencia se basa tanto en
el amor a Dios como en la fe en Él.
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. –Lucas
2:52
Jesús, como hombre, necesitaba el favor de Dios y del hombre que nadie puede vivir en este
mundo sin el favor de Dios. Nuestro favor con Dios debe ser el mismo que el que tenemos
con el hombre. ¡Por eso necesitamos orar a Dios para que nos dé favor con el hombre!
¿QUÉ ES FAVOR?
Favor es el acceso divino. Todo favor de Dios nos da acceso divino. El favor le da acceso a
personas, lugares y cosas a las que no puede acceder. Es acceso por obediencia.
Cuando nos mostramos amigables, Dios nos dará favor. Si no somos amigables, nos será
muy difícil recibir favores de la gente y dar favores a la gente. A medida que nos
relacionamos con otros, nuestro favor crece.
La honra determinará el nivel de favor desatado sobre usted. Cuando honra a Dios, Él le
devuelve el favor. No puede tener el favor del Padre hasta que muestre honra. La honra
desata y activa un nuevo nivel de favor.
PREGUNTAS FINALES
ACTIVACIÓN
DIEZMOS Y OFRENDAS
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de
Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos,
hicieron justicia, alcanzaron promesas. –hebreos 11:32-33
Dios lo reta en este día a oír Su voz y sembrar semillas de fe, porque éstas traerán
rompimiento en su vida. Siembre una semilla especial y espere recibir una cosecha grande.