Está en la página 1de 9

FICHA DE APRENDIZAJE SEMANA NRO.

01
AREA: COMUNICACIÓN

DATOS INFORMATIVOS:
Docente : Gabriela Silva Fonseca.
Grado/Nivel : 3º Primaria
Correo electrónico : 3p.miss.gabriela.mvch@gmail.com

TEMA NRO. 01 : EL CUENTO

¿Qué es el Cuento?
El cuento es una narración corta, en la que intervienen personajes, que realizan acciones (en un
lugar y en un tiempo determinado).

Partes del cuento

Introducción
Es la primera parte del cuento. se caracteriza por la descripción de los personajes y sus acciones. Se dan a
conocer, cuando (época o tiempo), dónde (lugares), quién/quiénes (personajes del cuento).
Ejemplo:

Hace muchos años había un emperador, tan aficionado a los trajes nuevos, que gastaba todas sus
rentas en vestir con la máxima elegancia.

«El traje nuevo del emperador» Hans Christian Andersen

Nudo
Es la parte más importante del cuento y la más Cayó la lluvia y después nevó, y los padres seguían
larga. Se diferencia dos partes: buscando:
Problema y acciones o sucesos. –¡Garbancito! ¿Dónde estás? –Llamaban a voz en
grito.
–¡Aquí estoy! ¡En la tripita del buey, donde ni nieva ni
llueve!. –Escucharon a lo lejos (...)

Distintas «Pulgarcito» Los hermanos Grimm


situaciones
aparecen para
solucionar el
Algo problema. Pueden
especial haber varias.
aparece

Ejemplo: (...) Los padres apenas durmieron y después


del desayuno siguieron buscando.
Desenlace Ejemplo:
Es la parte más corta del cuento. En ella se El Marqués, haciendo grandes reverencias, aceptó el
debe de terminar la historia. Puede dividirse en: honor que le hacia al Rey; y ese mismo día se casó con
la princesa. El gato se convirtió en el gran señor, y ya
Conclusión y final no corrió tras las ratas sino para divertirse.

El gato con botas


Charles Perrault
El
problema
se Se vuelve a la
soluciona normalidad

Actividades

1. Identifica las partes del siguiente cuento y transcríbelo.

La princesa Lucía
Había una vez una princesa que se llamaba Lucía, vivía en un palacio con un príncipe que se llamaba Romeo.
Cuando la princesa fue al jardín se encontró con el príncipe, él llevaba una rosa para ella, se la dio y dijo –
¿Quieres pasear conmigo? Ella le contestó: –Claro que sí– Los dos se agarraron de la mano y caminaron por
el jardín. El príncipe se puso de rodillas y le propuso matrimonio, la princesa le dijo que sí.
Llegó el día de la boda y todos los invitados fueron al banquete, comieron una tarta y la abuela le regaló un
vestido de color rosa. Vivieron muy felices hasta el día de hoy.

Introducció
n

Nudo

Desenlac
e

2. Crea tu propio cuento. Ten en cuenta sus partes, recuerda que debes cuidar tu caligrafía y
ortografía.
Lee el siguiente cuento:
Cuento: El árbol mágico
Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un
árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.
El niño trató aceptar el hechizo, y probó con «abra- cadabra», «tan-tan-tan-chán»,
«supercalifragilisco-es- pialidoso» y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante,
diciendo: «¡por favor arbolito», y en- tonces, se abrió una gran puerta en el árbol.

Usando tu imaginación, continua con el nudo y el desenlace:

Todo estaba oscuro

TEMA NRO. 02 : EL CUENTO DE HADAS

El cuento de hadas

El cuento de hadas se caracteriza


por ser un relato fantástico en el que
los personajes son princesas,
príncipes, ogros, gigantes,
dragones, duendes, hadas y otros
ayudantes mágicos.
La ratita atrevida
Adaptación del cuento popular de España

Érase una vez una linda ratita llamada Flor que vivía en un molino. El
lugar era seguro, cómodo y calentito, pero lo mejor de todo era que
en él siempre había abundante comida disponible. Todas las mañanas
los molineros aparecían con unos cuantos kilos de grano para moler, y
cuando se iban, ella hurgaba en los sacos y se ponía morada de trigo y
maíz.

A pesar de esas indudables ventajas, un día dio una noticia a sus


compañeras:

– ¡Chicas, estoy cansada de vivir aquí! Siempre comemos lo mismo:


granitos de trigo, granitos de maíz, harina molida, más granitos de
trigo, más granitos de maíz… ¡Qué hartura!

Una de sus mejores amigas, la ratita Anita, se quedó pensativa un


momento y le dijo:

– Bueno, pues yo creo que no deberías quejarte, querida Flor. A mí


me parece que somos afortunadas y debemos estar muy agradecidas
por todo lo que tenemos ¡Ya quisieran otros vivir con nuestras
posibilidades!

Flor negó con la cabeza.

– Yo no lo veo así… ¡Esto es un aburrimiento y no quiero pasarme la


vida entre estas cuatro paredes!

Su amiga empezó a preocuparse y quiso advertirla.


– Pero Flor ¡tú no puedes irte de aquí! Piensa bien las cosas… ¡Aún
eres demasiado joven para recorrer el mundo!

– No, no lo soy, así que ¿sabéis qué os digo? ¡Pues que me voy a la
aventura, a vivir nuevas experiencias! Necesito visitar lugares
exóticos, conocer otras especies de animales y saborear comidas de
culturas diferentes ¡Ni siquiera he probado el queso y eso que soy
una ratita!

Sus amigas la escuchaban boquiabiertas y las palabras de la sensata


Anita no sirvieron de nada. ¡Flor estaba empeñada en llevar a cabo su
alocado plan! Dando unos saltitos se fue a la puerta y desde allí, se
despidió:

– ¡Adiós, chicas, me voy a recorrer el mundo y ya volveré algún día!

¡Qué feliz se sentía Flor! Por primera vez en su vida era libre y podía
escoger qué hacer y el lugar al que ir sin dar explicaciones a nadie.

– A ver, a ver… Sí, creo que iré hacia el norte, camino de Francia… ¡Oh
là là, París espérame que allá voy!

Tarareando una cancioncilla y pensando en todo el roquefort que se


iba a zampar al llegar a su destino, se adentró en el bosque.
Contentísima, correteó durante un par de horas orientándose gracias
a su fino olfato. Tanto anduvo que de repente le entró mucha sed.

– ¡Anda, ahí hay un río! Voy a beber un poco de agua.

La ratita Flor se acercó a la orilla y sumergió la cara. El agua estaba


fresquísima y deliciosa, pero no pudo disfrutarla mucho porque un
antipático cangrejo le agarró el hocico con sus pinzas.
– Bichito, bichito, me haces daño ¡Suéltame el hociquito!

El cangrejo obedeció y Flor le reprendió.

– No vuelvas a hacerlo ¿no ves que duele un montón?

La pobre Flor se quedó con la naricita encarnada y dolorida, pero no


dejó que eso la desanimara y continuó su emocionante viaje.

Hacia el mediodía dejó atrás el bosque y llegó a un camino de piedra.

– Este camino va hacia el norte atravesando una pradera ¡No hay


duda de que voy bien!

Muy resuelta y segura de sí misma echó a andar sobre los adoquines.


De repente, un carruaje pasó por su lado a toda velocidad y un
caballo le pisó una patita.

– ¡Ay, ay, qué dolor! ¿Qué voy a hacer ahora? ¡Me cuesta mucho
andar!

El caballo continuó trotando sin mirarla y Flor tuvo que arrastrarse a


duras penas hasta conseguir apartarse del camino y sentarse en una
piedra.

– Esperaré quietecita hasta que me baje la inflamación ¡Esto es


horrible, me duele muchísimo!

Estaba muy afligida y empezó a pensar que su plan no estaba saliendo


como había previsto. Con lágrimas en los ojos, comenzó a lamentarse.

– No hace ni seis horas que salí de casa y ya estoy hecha un asco. Un


cangrejo me muerde el hocico, un caballo me aplasta la pata… ¡Esto
no es lo que yo me esperaba!
 Sus gemidos llegaron a oídos de un hada buena que pasaba por allí.

– ¡Hola, ratita linda! ¿Cómo te llamas?

Muy triste, le contestó:

– Flor, señora, me llamo Flor.

– ¿Y por qué estás tan triste con lo bonita que eres, pequeña?

Flor confesó lo que sentía en el fondo de su corazón.

– Estaba harta de mi vida y esta mañana decidí irme lejos de mi hogar


en busca de aventuras pero …

– ¿Pero qué, jovencita?

– Pues que desde que salí me ha mordido un cangrejo en el hociquito,


un caballo ha dañado mi patita y encima estoy muerta de hambre
¡Quiero volver a mi casa!

– Vaya… ¿Ya no quieres vivir una vida llena de emociones?

La ratita fue muy sincera.

– Sí, sí me gustaría, pero por ahora quiero regresar  a mi hogar, con mi


familia y con mi gente ¡Cuánto daría yo por comer unos granitos de
trigo o de maíz de los que hay en mi molino!

El hada sonrió:

– Me alegra tu decisión, Flor. El mundo está lleno de lugares


maravillosos y es normal que quieras explorarlos, pero para eso tienes
que formarte, aprender y madurar. Estoy convencida de que algún
día, cuando estés preparada, tendrás esa oportunidad. Anda, ven,
súbete a mi hombro que te llevo a casa. No te preocupes que con una
venda enseguida te curarás.

El hada buena la llevó de vuelta al lugar donde había nacido, al lugar


que le correspondía y donde lo tenía todo para ser dichosa. Por
supuesto la recibieron con los brazos abiertos y ni que decir tiene que
ese día el grano del molino le supo más delicioso que nunca.

También podría gustarte