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Emprender, sueño de muchos, meta de pocos, ¿por qué?, por miedo a perder, al
fracaso, salir de la zona de confort, la incertidumbre de lo desconocido o por la idea de
pensar que el dinero es la principal fuente para triunfar como emprendedor. A pesar de
dejar de lado estos obstáculos y aventurarse a desarrollar su idea de negocio, los nuevos
ejecutivos deben contar con ciertas habilidades, conocimientos y competencias, para que
este sueño no se convierta en una pesadilla. Por esta razón, este texto contempla la
intención de indagar cuáles son los principales elementos responsables del fracaso de las
nuevas empresas.
Pero, cuáles son las razones de estas estadísticas, al revisar diversas fuentes, se
encuentran factores determinantes para el fracaso, los cuales van más allá de las
habilidades o cualidades con las que cuenta el emprendedor.
Una de las más reiterativas, son los problemas de financiamiento, esto se reduce a no
contar con un músculo financiero que soporte la compañía. No contar con un equipo de
trabajo, un emprendedor no puede hacer todo solo, requiere rodearse de talentos y de
personas que complementen sus capacidades.
“Entre los obstáculos para emprender está que para 14,7% de los encuestados la
planeación fue deficiente, mientras que a 14,5% le faltó métodos de gestión. Por el lado del
mercadeo, los problemas con la promoción de la empresa fueron relevantes para 17,5% de
los emprendedores. A esta dificultad se sumaron el débil estudio de mercado, la mala
selección de este y la pérdida de clientes” (Oliveros, 2015).
Aunque hemos citado variables inherentes al negocio, es significativo resaltar que
todo negocio debe ser liderado por la persona idónea, tal como lo menciona Finkelstein
(2004) “existen siete hábitos de la gente poco exitosa “1. No reconocer las verdaderas
amenazas de la competencia, 2. Tomar decisiones que satisfacen nuestra personalidad en
vez de las necesidades de la compañía, 3. Creer que se tiene todas las respuestas y
supervisarlo todo, 4. Eliminar a cualquiera que no este 100% a favor, 5. En vez de crear
valor, aparentar que se crea valor, 6. Subestimar los grandes obstáculos,7. Confiar en las
estrategias y tácticas que funcionaron en el pasado” (pag 4)
A través del texto logramos ver la vulnerabilidad de las empresas nacientes para
mantenerse en el mercado, ya que pocas de ellas consiguen consolidar su posición y crecer
hasta convertirse en grandes empresas; no obstante, el reto no termina allí, luego de
sobrepasar estas situaciones, un buen ejecutivo debe contemplar los nuevos retos que
supone ser empresario y continuar contribuyendo al éxito de la compañía. Por esta razón
debe desarrollar estrategias que conlleven a entregar valor a los consumidores con
productos o servicios útiles para su vida, preocuparse por el desarrollo de su gente y aportar
beneficios a la sociedad.
Referencias
Finkelstein, S. (2004). Por qué fracasan los ejecutivos inteligentes. Resumido.com, 2.