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ALIMENTOS
Desde hace apenas unos pocos años, ha comenzado a introducirse en el lenguaje común, del
hombre de la calle, términos como “transgénicos” o “alimentos transgénicos” cuya sola mención
induce, cuanto menos, desconfianza y muy a menudo un debate social con opiniones
controvertidas y no pocas veces interesadas, según cual sea el origen de las mismas.
En cualquier caso, lo que no admite duda es que cualquier avance científico que permita al
hombre producir mayor cantidad y mejor calidad de alimentos, siempre en condiciones de
seguridad, debe de ser bien recibido, pues no se puede olvidar que, a fecha de hoy, millones de
seres sufren y mueren como consecuencia del hambre en extensas regiones del mundo. Según
la FAO, se espera que la Agricultura permita alimentar una población humana en constante
aumento, que para el 2020, se calcula en unos 8 mil millones. Dentro de estos, más de 840
millones de seres humanos pasan hambre y unos 1.300 millones carecen de agua limpia, igual
número que los que se considera que sobreviven con menos de 1 dólar al día. La
Biotecnología, de la que surgen los alimentos transgénicos y otros organismos y
microorganismos, aporta directa e indirectamente una influencia incuestionable y puede ayudar
decididamente a paliar estos efectos.
Los alimentos sometidos a ingeniería genética o alimentos transgénicos son aquellos que
fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería
genética. En la actualidad tienen mayor presencia de alimentos procedentes de plantas
transgénicas como el maíz, la cebada o la soja.
La mejora de las especies que serán usadas como alimento ha sido un motivo común en la
historia de la Humanidad. Entre el 12.000 y 4.000 a. de C. ya se realizaba una mejora por
selección artificial de plantas. Tras el descubrimiento de la reproducción sexual en vegetales, se
realizó el primer cruzamiento intergenérico (es decir, entre especies de géneros distintos) en
1876. En 1909 se efectuó la primera fusión de protoplastos, y en 1927 se obtuvieron mutantes
de mayor productividad mediante irradiación con rayos X de semillas. En 1983 se produjo la
primera planta transgénica. En estas fechas, unos biotecnólogos logran aislar un gen e
introducirlo en un genoma de la bacteria Escherichia coli ( E.Coli ). Tres años más tarde, en
1986, Monsanto, empresa multinacional dedicada a la biotecnología, crea la primera planta
genéticamente modificada. Se trataba de una planta de tabaco a la que se añadió a su genoma
un gen de resistencia para el antibiótico Kanamicina. Finalmente, en 1994 se aprueba la
comercialización del primer alimento modificado genéticamente, los tomates Flavr Savr, creados
por Calgene, una empresa biotecnóloga. A estos se les introdujo un gen antisentido con
respecto al gen normal de la poligalacturonasa, enzima que induce a la maduración del tomate,
de manera que este aguantaría más tiempo maduro y tendría una mayor resistencia. Pero
pocos años después, en 1996, este producto tuvo que ser retirado del mercado de productos
frescos al presentar consecuencias imprevistas como una piel blanda, un sabor extraño y
cambios en su composición. Aun así, estos tomates se usan para la producción de tomates
elaborados. En el año 2007, los cultivos de transgénicos se extienden en 114,3 millones de
hectáreas de 23 países, de los cuales 12 son países en vías de desarrollo. En el año 2006 en
Estados Unidos el 89% de plantaciones de soya (o soja) lo eran de variedades transgénicas,
así como el 83% del algodón y el 61% del maíz.
¿Qué es un transgénico?
Es un Organismo Modificado Genéticamente (OGM), es decir un organismo vivo que ha sido
creado artificialmente modificando sus genes. Esto se realiza empleando técnicas de Ingeniería
Genética que consiste en aislar uno o varios genes de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal,
animal o humano) para introducirlo(s) en el patrimonio genético de otro.
A diferencia del mejoramiento genético convencional, la Ingeniería Genética crea nuevos
organismos, que nunca se producirían en forma natural, generándose nuevos, impredecibles e
irreversibles riesgos en la salud y en el medio ambiente.
Los mayores cultivos agrícolas en el mundo de origen transgénico son soya, maíz, canola (raps)
y algodón, de los que se generan numerosos ingredientes que se emplean en nuestra
alimentación. Sólo hemos considerado para elaborar esta guía los derivados de la soya y el
maíz, donde los principales ingredientes (y por lo tanto los probables de ser transgénicos) son:
Soja: harina, aceites, lecitina, mono y digliceridos, ácidos grasos,etc.
Maíz: harina, almidón, aceite, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, caramelo, sorbitol, etc.
Transgénicos en tu mesa
Los seres humanos hemos tardado cientos de años en seleccionar los alimentos que
actualmente consumimos, y la tendencia actual demuestra que cada día aumenta nuestra
preocupación por la calidad de nuestros alimentos. Pero sin saberlo estamos llevando
diariamente a nuestra mesa una gran cantidad de alimentos transgénicos, pasándose a llevar
de esta manera nuestro derecho a elegir libremente sobre su consumo.
Chile importa una gran cantidad de maíz desde Estados Unidos (el mayor productor de maíz
transgénico), para la elaboración de productos alimenticios como el aceite. Lo mismo ocurre
con la Soya que es importada desde Argentina, dónde el 90% de la producción es transgénica.
Nadie, ni siquiera los expertos en genética pueden prever las consecuencias a largo plazo de
la introducción de nuevos genes al medio ambiente, pero ya hay algunos riegos que han sido
identificados, como son la contaminación biológica, es decir la transformación de los cultivos
transgénicos en malezas y supermalezas por la presencia de genes que les otorgan ventajas
competitivas; la amenaza a los centros de biodiversidad agrícola mediante el traspaso de
genes; la creación de nuevos virus que pueden generar o intensificar enfermedades en las
plantas y los posibles efectos en la integridad de los ecosistemas y otras especies.
Maizena Negrita
Alicorp S.A.
Angel Flakes
Global Alimentos SAC
Alimentos transgénicos
Son aquellos alimentos a los que se les han insertado genes exógenos (de otras plantas o
animales) en sus códigos genéticos.
La ingeniería genética le permite a los científicos acelerar este proceso pasando los genes
deseados de una planta a otra o incluso de un animal a una planta y viceversa.
Funciones
Alimentos con características más apetecibles, como las papas (patatas) que absorben
menos grasa al freírlas
Organismos modificados que se pueden cruzar con organismos naturales y los pueden
superar, llevando a la extinción del organismo original u otros efectos ambientales
impredecibles
Plantas que pueden ser menos resistentes a algunas plagas y más susceptibles a otras
Fuentes alimenticias
A través de la biotecnología, se han alterado genéticamente los tomates, las patatas (papas), la
ahuyama o calabaza, el maíz y la soya (soja). Muchos más alimentos tienen ingredientes
procesados con bioingeniería y se están desarrollando otros más.
Efectos secundarios
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA ) de los Estados Unidos regula la producción y
etiquetado de alimentos transgénicos. Algunas personas han planteado inquietudes con
respecto a que los genes de un alimento que se insertan en otro pueden causar una reacción
alérgica. Por ejemplo, si los genes del cacahuete están en los tomates, ¿podría suceder que
alguien con una alergia a los cacahuetes, pueda reaccionar negativamente a los tomates?
Nombres alternativos
Beneficios
Las plagas de insectos son uno de los elementos más devastadores en agricultura. Por esta
razón, la introducción de genes que provocan el desarrollo de resistentes a uno o varios
órdenes de insectos ha sido un elemento común a muchas de las variedades patentadas. Las
ventajas de este método suponen un menor uso de insecticidas en los campos sembrados con
estas variedades, lo que redunda en un menor impacto en el ecosistema que alberga al cultivo
y por la salud de los trabajadores que manipulan los fitosanitarios.
Polémica
Por otro lado, la práctica de modificar genéticamente las especies para uso del hombre,
acompaña a la humanidad desde sus orígenes (ver domesticación), por lo que los sectores a
favor de la biotecnología esgrimen estudios científicos para sustentar sus posturas, y acusan a
los sectores anti-transgénicos de ocultar o ignorar hechos frente al público.
Por su parte, los científicos resaltan que el peligro para la salud se ha estudiado
pormenorizadamente en todos y cada uno de este tipo de productos que hasta la fecha han
obtenido el permiso de comercialización y que sin duda, son los que han pasado por un mayor
número de controles.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) por su
parte indica con respecto a los transgénicos cuya finalidad es la alimentación:
Hasta la fecha, los países en los que se han introducido cultivos transgénicos en los campos no
han observado daños notables para la salud o el medio ambiente. Además, los granjeros usan
menos pesticidas o pesticidas menos tóxicos, reduciendo así la contaminación de los
suministros de agua y los daños sobre la salud de los trabajadores, permitiendo también la
vuelta a los campos de los insectos benéficos. Algunas de las preocupaciones relacionadas con
el flujo de genes y la resistencia de plagas se han abordado gracias a nuevas técnicas de
ingeniería genética.
Sin embargo, que no se hayan observado efectos negativos no significa que no puedan
suceder. Los científicos piden una prudente valoración caso a caso de cada producto o proceso
antes de su difusión, para afrontar las preocupaciones legítimas de seguridad.
(www.bcas.net/.../Biodiversity/ August2002/15%20to%2030.htm).
(www.csic.es/hispano/ciclo1/2002/anexo1.htm).
(www.missouri.edu/~news/ Pratherphotos.html ) .
(www.iepe.org/econoticias/enero2001/monotransg.htm).
(www.nps.ars.usda.gov/.../contributions/ Chenrev.htm ).
(www.staff.science.nus.edu.sg/) .
(www.bulletin.ac.cn/ACTION/ 2000102601.htm )