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La 

comunicación afectiva y efectiva entre padres e hijos es indispensable para la


convivencia positiva entre padres e hijos. Consiste en la trasmisión de mensajes
acompañados de muestras de cariño que trasmiten sentimientos y emociones. Cuando
nos comunicamos positivamente y acompañamos ese mensaje con gestos como un apretón
de mano, un abrazo o un beso resulta mucho más fácil la captación del mensaje.

Existe una gran diferencia entre decir: “No sales de fiesta y punto” a decir: “Cariño lamento
que en esta oportunidad no puedas asistir a la fiesta, la próxima vez seguro que vas”, un
beso y fin de la conversación.

Este intercambio de información que se genera entre dos o más personas se involucran
palabras, gestos, posturas, es decir, puede ser verbal o no verbal. Hay personas que
reciben mejor el mensaje a través de la parte visual, otras por la parte auditiva y hay
quienes son quinestésicos. En este sentido habrá quienes reciban mucha información a
través de los gestos, otros por las palabras y también quienes se inclinen hacia el contacto
físico.
En la familia resulta muy importante que exista una buena comunicación pues se construye
como una carretera doble vía donde transitan sentimientos y emociones que son
expresados por padres e hijos.
Una buena comunicación es fundamental para el niño y el adolescente debido a que forma
parte de la construcción de la autoestima, su personalidad, carácter, y las relaciones
sociales.
Los beneficios de una buena comunicación afectiva y efectiva son:
 Permite solucionar conflictos y mejora las relaciones familiares.
 Crea lazos solidos dentro de la unión familiar.
 Se defienden los diferentes puntos de vista ante una situación de forma respetuosa.
 A través de ella se trasmite respeto.
 Facilita la creación de límites y normas.
 Estimula la responsabilidad y confianza en los niños y adolescentes.
 Genera sentido de pertenencia dentro de la familia.
Una buena comunicación es transcendental para los hijos principalmente por:
 Se sienten cuidados, queridos y respetados.
 Contribuye a una adecuada gestión emocional.
 Los hijos conciben que son realmente importante para los padres.
 En caso de conflictos se considerados parte de la solución.
 Son capaces de hacerse responsables de sus actuaciones sin mentir por las
consecuencias de sus actos.
 Crea confianza hacia los padres.
El hecho de que la comunicación afectiva y efectiva sea parte de la vida familiar
presenta beneficios en los padres, alguno de ellos:
 Cercanía con los hijos.
 Estimula la asertividad y capacidad para decir NO de forma adecuada sin
remordimientos ni causando daño a los hijos.
 Permite gestionar adecuadamente las emociones.
 Genera conversaciones que permite conocer sentimientos, gustos, preferencia y
necesidades de los hijos.
 Disminuye el estrés.
El estado ideal entre padres e hijos es el de armonía, comprensión, respeto y consideración.
Si bien es cierto que no todo es color de rosa y que llegada muchas veces la adolescencia
aparecen conflictos la herramienta que permitirá conseguir soluciones adecuadas y
acuerdos ganar – ganar es la comunicación. Queridos padres no os olvidéis de escuchar
con atención no solo con los oídos también con los ojos y principalmente con el corazón.
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