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“Hay contrato cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una declaración de

voluntad común, destinada a reglar sus derechos” (art. 1137).

Naturaleza jurídica del contrato

El contrato es un tipo de acto jurídico. “Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos
que tengan como fin inmediato establecer entre las personas relaciones jurídicas, crear,
modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos” (art. 944).
Como acto jurídico, presenta las siguientes características:
_ Es un acto entre vivos (produce efectos desde el día en que se celebra)
_ Bilateral (requiere el consentimiento de dos o más personas)
_ De carácter patrimonial (tiene contenido patrimonial)

El contrato es una convención o un acuerdo de voluntades, pero es necesario


distinguirlo de:

Simples convenciones: Acuerdos que no producen efectos jurídicos (acordamos para ir


al teatro el jueves).

Convenciones jurídicas: producen efectos jurídicos, pero es una categoría mayor


(incluye además a los tratados internacionales y al matrimonio, por ejemplo). Entre la
convención jurídica y el contrato hay una relación de género y especie.

El contrato sería la convención jurídica que: a) regla derechos de contenido patrimonial


(art. 1169); y b) debe estar destinado, desde una perspectiva algo restringida, sólo a
crear, modificar, transferir o extinguir obligaciones.

Clasificación de los contratos

Consensuales y Reales (art. 1140 y 1142)

_ Consensuales: Se perfeccionan por el mero consentimiento de las partes (ej:


compraventa, locación mandato, fianza, etc.).
_ Reales: Para perfeccionarse requieren - aparte del consentimiento de las partes -, la
entrega o tradición de la cosa. “Forman la clase de los contratos reales, el mutuo, el
comodato, el contrato de depósito, y la constitución de prenda y de anticresis” (art.
1142. No puede haber otros contratos reales que los que el código establece).

La importancia de esta clasificación reside en que cuando un contrato es real, aunque


haya consentimiento previo de las partes, si no hay tradición, el contrato no producirá
los efectos que le son propios (puede dar lugar a una demanda por daños perjuicios,
siempre y cuando sea de tipo oneroso).

Unilaterales y Bilaterales (art. 1138)


_Unilaterales: Crean obligaciones sólo para una de las partes (Ej: donación, depósito,
comodato, fianza mutuo, etc.).
_ Bilaterales: Crean obligaciones recíprocas para todas las partes intervinientes (Ej:
compraventa, permuta, locación de cosas, de servicios o de obra, la sociedad).

No debe confundirse esta clasificación con la de actos jurídicos en unilaterales y


bilaterales. En el caso de los contratos se toman en cuenta los efectos, las obligaciones
que crea. En el caso de los actos jurídicos, se toman en cuenta las voluntades que
concurran a otorgarlo. Por ello, como acto jurídico, el contrato siempre será bilateral,
porque requiere del acuerdo de voluntades, pero como contrato – según las
obligaciones que origine- puede ser unilateral o bilateral).

Esta clasificación es importante, porque las normas de “doble ejemplar” (art. 1021), “el
pacto comisorio” (art. 1203) o la “excepción de incumplimiento” (art. 1201), sólo se
aplican si el contrato es bilateral.

Los llamados “contratos bilaterales imperfectos” son aquellos que si bien son
inicialmente unilaterales, luego –por circunstancias eventuales- pueden engendrar
obligaciones para la otra parte. Ejemplo: el depósito inicialmente es unilateral porque el
único obligado (a conservar la cosa) es el depositario, pero si éste realiza gastos para la
conservación, el depositario tiene la obligación de reembolsarle los gastos. Cabe aclarar
que esta clasificación es doctrinaria, porque nuestro código sólo se refiere a contratos
unilaterales y bilaterales.

Doble ejemplar:

Este requisito aparece enunciado en el artículo 1021, que dice: “Los actos, sin embargo,
que contengan convenciones perfectamente bilaterales deben ser redactados en tantos
originales como partes haya con un interés distinto”.
¿Por qué se exige el doble ejemplar? Para que todas las partes intervinientes puedan
probar el acto, ya que si sólo una de ellas tuviera el documento, sólo ella lo podría
probar. Si falta el doble ejemplar, el instrumento es nulo, pero es válido el acto que se
pretendía instrumentar, si por otros medios de prueba – que no sea el documento
privado- pueden probar que el acto se celebró.

Excepción de incumplimiento:

En los contratos de obligaciones recíprocas a cargo de ambas partes, una de ellas no


puede reclamar el cumplimiento de lo que se le debe, si ella misma no ha cumplido con
su obligación, ni tampoco ha ofrecido cumplir (art. 1201). Si no obstante este principio,
la parte igual reclamare, la otra podrá oponerse interponiendo la excepción de
incumplimiento (“exceptio non adimpleti contractus”). El fundamento de esta excepción
se haya en la reciprocidad que caracteriza a los contratos bilaterales, en la interconexión
de ambas prestaciones.

Naturaleza jurídica: Es una excepción dilatoria, que paraliza la acción del demandante,
con la particularidad de que invierte la carga de la prueba (es el reclamante el que debe
probar que pagó u ofreció pagar, s quiere que la acción no sea paralizada).
Requisitos: 1) que se trate de un contrato bilateral; 2) que el reclamante no haya
cumplido su obligación (total o parcialmente), ni haya ofrecido cumplirla. En los casos
en que el incumplimiento sea parcial, se habla de “exceptio non rite adimpleti
contractus”.

No procede: 1) si el reclamante ha ofrecido cumplir; 2) si la obligación del reclamante


es a plazo o bajo condición suspensiva; 3) si el incumplimiento es insignificante; 4) si el
incumplimiento se debe a la falta de colaboración del excepcionante.

La mora recíproca:

Art. 510. En las obligaciones recíprocas, el uno de los obligados no incurre en mora si el
otro no cumple o no se allana a cumplir la obligación que le es respectiva.
(Desde que uno de los obligados cumple su obligación empieza la mora para el otro).

La imposibilidad de pago:

La imposibilidad de pago (art. 888) es un medio de extinción de las obligaciones que


ocurre cuando sin culpa del deudor la prestación se torna imposible legal
(expropiación), o físicamente (destrucción de la cosa). Sin embargo, no se extingue la
obligación cuando la prestación se convirtiera en imposible por culpa del deudor, o si
éste hubiera asumido la responsabilidad por caso fortuito, fuerza mayor. (cabe aclarar
que estamos suponiendo los casos en que la obligación sea de dar cosa cierta, porque si
hay otros ejemplares de la misma cosa, o la misma era un bien fungible, la obligación se
mantiene).
Cuando la obligación concluye por tornarse imposible su pago, se extingue tanto para el
deudor como para el acreedor. Por lo tanto el deudor que no debe cumplir su prestación,
debe devolver lo que hubiera recibido en virtud de ella (art. 895).

La seña:

Consiste en una suma de dinero que una persona da a otra para asegurar la celebración
de una contrato o su cumplimiento, o en su caso, para permitir el arrepentimiento de
cualquiera de las partes. Se da antes de celebrarse el contrato (para garantizar que se
llevará a cabo), o en el momento de celebrarlo, o aún después (para asegurar que se
cumplirá con las prestaciones). Lo que se da generalmente es dinero, pero nada impide
que sea otra cosa.

Tipos:

Seña confirmatoria: Su fin es asegrar el cumplimiento del contrato. Es “un adelanto, un


pago a cuenta” del precio total. Las partes no tienen derecho a arrepentirse, salvo que se
pacte expresamente (art. 475, del Cód. de Com.).

Seña penitencial: Permite arrepentirse a cualquiera de las partes. Está regulada en el art.
1202 del Cód. Civil. Si se arrepiente quien dio la seña (comprador), pierde la seña. Si el
arrepentido es quien recibió la seña (vendedor): debe devolver la “seña doblada”.

De todas formas, como las disposiciones del C. de Com. Y del C. Civil no son de orden
público, las partes pueden darle el carácter que quieran.
Hasta cuando procede arrepentirse: _ Si hay un plazo fijado, dentro del mismo.
_ Si no hay un plazo fijado, según el caso, hasta
que se lo constituye en mora, o hasta la contestación de demanda hasta que haya algún
principio de ejecución del contrato.

Pacto comisorio:

Es la cláusula por la cual cualquiera de las partes puede pedir la resolución del contrato,
si la otra parte no cumple con las obligaciones a su cargo.

Pacto comisorio tácito (art. 1204): En los contratos con prestaciones recíprocas está
implícita la facultad de resolver el contrato en caso de la otra parte no cumpliera su
compromiso. Régimen: no ejecutada la prestación, el acreedor podrá requerir al
incumplidor el cumplimiento en un plazo no inferior a 15 días, más los daños y
prejuicios de la demora; transcurrido el plazo sin que haya cumplimiento, quedará
resueltas, sin más, las obligaciones emergentes del contrato, con derecho para el
acreedor al resarcimiento de los daños y perjuicios. (es fundamental el requerimiento al
incumplidor).

Pacto comisorio expreso (1203 y 1204): Cuando las partes han incluido expresamente el
pacto comisorio en el contrato. Régimen: en este supuesto la resolución se producirá de
pleno derecho y surtirá efecto desde que la parte interesada comunique en forma
fehaciente a la incumplidora, su voluntad de resolver. (Comunicación fehaciente: es
necesario constituir en mora al deudor, salvo mora automática).

La parte que ha incumplido puede optar entre: 1) pedir la resolución del contrato (ya no
puede pedir el cumplimiento); o, 2) Pedir el cumplimiento del mismo (luego puede
variar y pedir la resolución).

Onerosos y gratuitos (art. 1139)

_ Onerosos: Cuando hay prestaciones recíprocas. Las prestaciones de una de la partes


tienen su razón de ser en la contraprestación de la otra (Ej: compraventa, permuta,
locación). Todos los contratos bilaterales son onerosos.

_ Gratuitos: Cuando una de las partes debe una prestación sin recibir nada a cambio. No
hay contraprestación de quien recibe la ventaja (Ej: donación, comodato).

Esta clasificación es importante, porque sólo si el contrato es oneroso se le aplican las


normas sobre garantía de evicción, vicios redhibitorios y la teoría de la imprevisión.

Garantía de evicción:

Según el art. 2091, “habrá evicción, en virtud de sentencia y por causa anterior o
contemporánea a la adquisición, si el adquiriente por título oneroso fue privado en todo,
o en parte del derecho que adquirió, o sufriese una turbación de derecho en la
propiedad, goce, o posesión de la cosa…”.
La garantía tiene que ver con que el enajenante garantiza al adquirente que no sufrirá
turbación, privación o pérdida del derecho adquirido (que era titular de la cosa que
vendió).
Los requisitos para que funcione la garantía de evicción son: 1) Que se trate de una
turbación “de derecho” (Ej: que le entablen una demanda o excepción, que lo puedan
privar del derecho a la cosa); 2) que la turbación tenga una causa anterior o
contemporánea a la adquisición (Ej: ejecución de una bien por un acreedor hipotecario
anterior desconocido).

Efectos de la garantía: 1) Defensa en juicio: Se cita en juicio al enajenante, para que


defienda judicialmente la legitimidad del juicio y de la transmisión. La citación puede
pedirla el adquirente o el tercero que inició el juicio. La falta de citación al enajenante,
hace cesar la responsabilidad; 2) Indemnización: Si el tercero vence en el juicio, el
enajenante debe indemnizar al adquirente los daños y perjuicios.

Cese de la responsabilidad por evicción: 1) Conocimiento previo por parte del


adquirente; 2) Falta de citación al enajenante; 3) Allanamiento a la demanda por el
adquirente; 4) Omisión de defensas por el adquirente; 5) Sometimiento a árbitros de la
cuestión, sin consentimiento del enajenante.

Garantía de vicios redhibitorios:

Los vicios redhibitorios son los defectos ocultos de la cosa, existentes al tiempo de la
adquisición, que la hacen impropia para su destino, y que de haberlos conocido el
adquirente, no habría adquirido la cosa o hubiera dado menos por ella (art. 2164). La
garantía funciona entre las partes del contrato y sus herederos.

Requisitos: 1) que el vicio sea grave; 2) que sea oculto (que no se haya podido adevertir
a pesar de haber actuado con prudencia); debe probarse que el vicio era anterior a la
traspaso.

Efectos de la garantía: 1) Acción Redhibitoria (sólo si el defecto es grave): Su fin es


dejar sin efecto el contrato (si el vendedor fue de mala fe, debe pagar además, daños y
perjuicios); 2) Acción Estimatoria: Su fin es obtener una disminución o rebaja del
precio, el cual convienen las partes, o, en su defecto, el juez.
Prescripción de las acciones: 3 meses (C. Civil) o 6 meses (C. de Com.).

El enajenante no debe la garantía si: 1) El comprador conocía el vicio, o debía


conocerlo; 2) si el adquirente ha renunciado a ella; 3) si la cosa fue adquirida en
adjudicación o remate judicial.

ACCIÓN REVOCATORIA O DE FRAUDE, DE COLACIÓN; TEORÍA DE LA


IMPREVISIÓN.
VER EXÁMENES D’ALESIO
ALEATORIOS O CONMUTATIVOS
Formales y No formales

_ Formales: Aquellos a los cuales la ley les exige una forma determinada (Ej: escritura
pública). Pueden ser solemnes (“ad solemnitatem” – la forma se exige como requisito de
validez, si no se celebran de esa forma son nulos. Ej: donación de inmuebles, cesión de
derechos inmobiliarios), o no solemnes (”ad probationem” – la forma se exige al solo
efecto de poder probarlo en juicio. Ej: compraventa de inmuebles).

_ No formales: Aquellos a los que la ley no les exige ninguna forma determinada, y por
lo tanto, las partes pueden celebrarlos en la forma que quieran, ya sea verbalmente o por
escrito, por documento público o por documento privado (Ej: compraventa o permuta de
muebles, locaciones, comodato, depósito).

De ejecución instantánea o de tracto sucesivo

_ De ejecución instantánea: son los contratos que se ejecutan o cumplen de una sola vez
(Ej: compraventa).

_ De tracto sucesivo: Contratos cuya prestación se cumple periódicamente (Ej: locación


de un inmueble en el cual hay que pagar todos los meses; renta vitalicia).

De ejecución inmediata y de ejecución diferida

_ De ejecución inmediata: los efectos del contrato se producen inmediatamente, desde el


mismo momento de su celebración.

_ De ejecución diferida: cuando los efectos del contrato comienzan a cumplirse después
de transcurrido cierto plazo (art. 566).

Principales y accesorios

_ Principales: Tienen existencia y validez propia, sin depender de otro contrato (Ej:
compraventa, locación).

_ Accesorios: Su existencia y validez dependen de otro contrato, al cual acompañan (Ej:


contrato de fianza).

Entre presentes y entre ausentes

_ Entre presentes: cuando las partes están en contacto directo (personalmente o por
medio de representantes), de modo que la oferta y la aceptación se puedan producir
coetáneamente, sin solución de continuidad.
_ Entre ausentes: Cuando las partes no están en contacto directo, sino que se encuentran
separadas territorialmente y para transmitirse la oferta o la aceptación se valen de la
correspondencia o de simples mensajeros o intermediarios que no tienen representación.

Aleatorios o conmutativos (art. 2051)

_ Aleatorios: Cuando las ventajas o las pérdidas para ambas partes o para una de ellas
dependen de una acontecimiento incierto (Ej: contratos de juego, apuesta y suerte; de
seguro; de renta vitalicia). En algunos el riesgo es asumido por ambas partes; en otros,
sólo por una de las partes (en la lotería, el riesgo lo asume sólo el que compra el billete).

_ Conmutativos: Cuando las ventajas están determinadas al momento de celebrarse el


contrato y no dependen de un acontecimiento incierto (Ej: compraventa, permuta,
locación).

Típicos y atípicos

_ Típicos (o nominados): Están regulados especialmente por el código (Ej:


compraventa, permuta), o por leyes especiales (Ej: contrato de seguro).

_ Atípicos (o innominados): No tienen una regulación legal específica (Ej: medicina


prepaga, contrato de garage). Dado que en materia contractual rige la libertad de
convención, es admisible que las partes celebren un contrato de la unión de varios
contratos o de algunos de sus elementos.

Se suele distinguir entre: 1) Unión de contratos: Puede ser externa (contratos distintos,
pero independientes, unidos sólo por el documento de celebración), interna (contratos
distintos, pero considerados un todo. Si cae uno, cae el otro) no alternativa (se celebran
dos contratos de forma alternativa, de forma tal que si se cumple cierta condición,
quedará vigente uno u otro); 2) Unión mixta: contienen uno o varios elementos de otros
contratos (para este caso, cabe aplicarse qué reglas se aplican: la voluntad de las partes
en el contrato, normas generales sobre los contratos y normas del contrato típico que
más se le asemeje).

La interpretación de los contratos

La interpretación del contrato consiste en establecer el sentido y el alcance de las


cláusulas del mismo (para saber con exactitud los derechos y deberes de cada una de las
partes). ¿Cuándo se hace necesario interpretar? Cuando en el contrato hay cláusulas
incompletas o contradictorias con otras, o porque las palabras empleadas son ambiguas,
equívocas, dudosas o imprecisas.

Reglas de interpretación en el Código Civil

Originalmente, el Código Civil no tenía reglas de interpretación, sea porque Vélez


consideró impropio incluirlas, porque el Código de Comercio las incluía, o porque lo
consideró impropio. Luego, la ley 17.711 incluyó algunas en el 1198, el cuál establece
que “los contratos deben interpretarse de buena fe (con honestidad y lealtad hacia la
otra parte – bf objetiva- y con el convencimiento de que se hace lo correcto – bf
subjetiva-), y de acuerdo a la verosímil intención (común) de las partes”.

Reglas de interpretación en el Código de Comercio

En virtud del art. 16 del C.C., que autoriza a aplicar leyes análogas, es posible recurrir a
las reglas de interpretación que establece el C. de Com. En los artículos 217 y 218:

Uso general de las palabras (217): las palabras de los contratos deben ser entendidas en
el uso general.

Intención común de las partes (218 – inc. 1): Debe buscarse más bien la intención
común de las partes, que el sentido literal de los términos.
Contexto del contrato (inc. 2): Las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse
por medio de los términos claros y precisos empleados en otras partes del mismo
escrito.
Conservación del contrato (inc. 3): Se debe interpretar de forma tal que se mantenga la
validez del contrato (que no sea declarado nulo).
Actuación posterior de las partes (inc. 4): las acciones de los contrayentes, efectuadas
con posterioridad al contrato, y que guarden relación con él, son la mejor forma de
interpretar su intención.
A favor del deudor (inc. 7): las cláusulas ambiguas que no puedan resolverse deben
interpretarse a favor de aquella que favorezca la liberación del deudor.

En cuanto a la interpretación, también es importante recordar la regla establecida por el


artículo 37 de la ley de defensa del consumidor, el cual establece que “la interpretación
del contrato se hará en el sentido más favorable para el consumidor. Cuando existan
dudas sobre los alcances de su obligación, se estará a la que sea menos gravosa”.

Elementos de los contratos

Elementos esenciales: Si falta alguno de ellos el contrato es inexistente o no tiene valor.


La doctrina clásica considera que los elementos esenciales son tres: el consentimiento,
el objeto y la causa. Otros agregan la forma y la capacidad. Discusiones doctrinarias: 1)
En relación a la causa, los anticausalistas creen que está subsumida en el objeto; 2) En
relación a la forma y la capacidad, algunos piensan que no son autónomas, ya que están
absorbidas por el consentimiento.

Aparte de los elementos esenciales de todos los contratos, también hay elementos
esenciales propios de los contratos tipificados (Ej: el precio y la cosa vendida, en la
compraventa).

Elementos naturales: Aquellos que naturalmente se encuentran en un contrato, pero que


las partes pueden dejar de lado por medio de una cláusula expresa (Ej: se pueden dejar
de lado el pacto comisorio en los contratos bilaterales, y la garantía de vicios
redhibitorios y la garantía de evicción en los contratos a título oneroso).
Elementos accidentales: Normalmente no corresponden a un contrato, pero las partes
pueden incorporarlos por medio de una cláusula expresa (Ej: la seña, los pactos que se
pueden agregar a la compraventa).

Consentimiento

Es el acuerdo de voluntades, tendiente a la celebración del contrato. Es el primer


elemento o requisito que se debe cumplir para celebrar un contrato, al cual luego se le
irán agregando los demás (forma, entrega de la cosa, etc.). Para tener importancia
jurídica debe ser exteriorizado, manifestado (“Ningún acto es considerado voluntario si
no se exterioriza” – 913-; “El consentimiento debe manifestarse”-1144- ).

Voluntad interna o real y voluntad declarada

La voluntad interna coincide con la voluntad declarada, pero pueden presentarse casos
en los que haya desacuerdos entre una y otra. En esos casos, ¿cuál prevalece? Según: 1)
La teoría de la voluntad real (Savigny): lo fundamental es la voluntad interna, la
voluntad real del sujeto; 2) La teoría de la declaración de la voluntad (Cód. Civil
Alemás): lo que la persona manifestó querer al momento de celebrar el acto, de lo
contrario habría inseguridad jurídica; 3) Nuestro Código: Si bien en algunas materias
(Ej: derecho de familia, sucesiones) hace prevalecer la intención real, en el resto por lo
general no prevalece ninguna sobre la otra, salvo que: a) reserva mental del sujeto, b)
error inexcusable, c) dolo recíproco, d) simulación (en este caso, lo declarado vale para
los terceros).

Formación del consentimiento

Se forma con dos elementos: la oferta y la aceptación.

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