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Cómo practicar la buena comunicación

(Gn 11:1-9). Una vez, todo el mundo hablaba un solo idioma. Durante ese tiempo, la gente
decidió construir la torre de Babel. Día a día avanzaban hacia su objetivo—hablando, planeando
y trabajando. Pero Dios tenía un plan diferente. Él quería que la gente se dispersara y llenara la
tierra. Así que les obstaculizó su capacidad para comunicarse dándoles muchos idiomas
diferentes. Todos se confundieron y ya no pudieron trabajar juntos. Dejaron la torre, se
separaron y se dispersaron a través de la tierra
Al igual que la gente en Génesis 11, los miembros de la familia necesitan comunicarse para
vivir juntos. La comunicación permite que nos entendamos, que trabajemos juntos y que
solucionemos los problemas en la familia. Pero a veces, los esposos y las esposas no se
comunican bien. Aunque hablen el mismo idioma, a veces no se entienden.
Debemos estudiar el proceso de la comunicación y probar nuevas maneras de escuchar y de
hablar. Esto puede ser incómodo al principio. Hasta podría hacernos sentir que fingimos. Pero
poco a poco, con la práctica, las nuevas habilidades se sienten como algo natural
Comunicarse es compartir pensamientos, hechos o sentimientos en una forma que otro pueda
entender. Comunicación no es sólo hablar. El objetivo es que dos personas se entiendan
mutuamente. El emisor debe buscar las palabras para expresar los pensamientos y sentimientos.
El receptor debe interpretar el mensaje. La buena comunicación es más difícil de lo que la
mayoría cree. Requiere los esfuerzos del que habla y del que escucha
A. El círculo de la comunicación
1. El emisor comienza el círculo de la comunicación. Por ejemplo, la esposa desea participarle sus
pensamientos a su esposo.
2. El emisor comunica el mensaje al receptor. El mensaje consta de palabras y significado. Por
ejemplo, ella puede preguntarle a su esposo qué le gustaría para la cena.
3. El método es la forma de comunicación. El método consta de palabras, tono de voz y lenguaje
corporal (comunicación no verbal). Por ejemplo, la esposa puede decidir sentarse cerca de su
esposo y hablar con una voz suave y sonreír.
4. El receptor interpreta el mensaje en maneras personales. La persona que recibe el mensaje lo
entiende basándose en lo que ha aprendido o sentido antes.
La situación presente también afecta la manera en que el receptor interpreta el mensaje. Por
ejemplo, el esposo puede saber por experiencias anteriores que su esposa quiere agradarlo
cocinando la comida que más le gusta a él.
5. La retroacción (feedback) completa el círculo de la comunicación. La retroacción es la respuesta
que el receptor le devuelve al emisor. Por ejemplo, el esposo puede decir que a él le gustaría un
arroz con pollo. Algunos siempre están hablando. Pero la persona sabia anima a su cónyuge a
hablar. Esto permite que las dos personas se entiendan
Tres puntos que afectan la forma en que la gente se entiende.
1. El lenguaje corporal afecta el entendimiento. El lenguaje corporal incluye las expresiones del
rostro, el uso de las manos y la postura del cuerpo. Las palabras deben concordar con el
lenguaje corporal. Por ejemplo, si el esposo dice que le interesa lo que su esposa está diciendo,
debe mirarla y poner atención a sus palabras. De otro modo, si dice que le interesa, pero mira en
otra dirección, él está comunicando dos mensajes distintos. Asimismo, si alguien dice “lo
siento” mientras sonríe, no le creemos.
2. El ambiente social afecta el entendimiento. Toda la comunicación sucede en cierta clase de
ambiente social. El ambiente afecta la comunicación. 2 ¿Están en casa o en público? ¿Las dos
personas están hablando solas, u otros pueden ver y escuchar? Éstas son preguntas importantes.
La gente es menos directa y menos abierta cuando otros están presentes. Por ejemplo, el esposo
y la esposa tendrán más cuidado con lo que dicen si los hijos u otras personas están escuchando.
3. Las diferencias entre las personas afectan el entendimiento. La gente interpreta las palabras de
diversas maneras. Por ejemplo, dos personas que ven la palabra árbol pueden pensar en
diferentes tipos de árboles. Palabras comunes como cristiano, santo, bueno y pronto tienen
diferentes significados para las personas.
Asimismo, los esposos y las esposas interpretan las palabras y las acciones de diferentes
maneras. Un esposo y su esposa estaban en casa solos. Ella le sonrió a él y le puso la mano en el
hombro. Él creyó que ella deseaba tener sexo. Pero ella solamente estaba sintiéndose agradecida
por su matrimonio.
Un esposo y su esposa estaban sentados juntos en casa. La esposa le hizo una pregunta. Él
guardó silencio por unos segundos. La esposa pensó que él no la había oído, o que estaba
disgustado. Pero el esposo solamente estaba pensando en cómo contestar a su pregunta.
La comunicación tiene como objetivo entenderse mutuamente. Pero muchas cosas pueden
causar confusión. Si deseamos mejorar la comunicación, debemos trabajar en el proceso. Es
necesario esforzarnos ya sea que estemos hablando o que estemos escuchando
Un buen oyente debe superar ocho tentaciones.
Al escuchar, podría ser tentado a creer que ya sabe lo que la persona va a decir antes que lo diga.
Este error hace que usted interrumpa al que habla. Proverbios 18:13 dice “Al que responde
palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio”.
Podría ser tentado a pensar en lo que va a decir mientras la otra persona está hablando. Este error
impide que escuche bien.
Podría ser tentado a reaccionar ante las palabras falsas que la persona dice. Quizás se sienta
atacado con frases que comienzan con “tú” o que incluyen palabras como siempre o nunca. “Tú
siempre...” o “Tú nunca...” Tales palabras causan *ruido interno—reacciones dentro de nosotros
que son más fuertes que las palabras del que habla. Se necesita que la persona tenga gran
habilidad para guardar silencio y escuchar en tales casos. Aun en silencio, el enojo puede
distraerlo de lo que la otra persona está intentando decir. Pero un oyente hábil y maduro puede
oír el mensaje, aunque el que habla no escoja las mejores palabras para comunicarlo
4. Podría ser tentado a no escuchar si su cónyuge actúa de cierta manera. Si su cónyuge habla
fuertemente, usted podría molestarse y dejar de escuchar. Si su cónyuge usa el azote de la crítica
o del sarcasmo, quizás usted se aparte y no lo oiga más. Un buen oyente aprende a escuchar a
pesar de estas malas acciones.
5. Podría ser tentado a dejar de escuchar por estar pensando en otra cosa. Algunos dicen que la
persona escucha solamente 7 segundos antes de que sus pensamientos comiencen a divagar.
Quizás el que habla esté contando de un accidente y eso le hace recordar otro accidente. Usted
puede aún estar mirando a la persona que habla, pero su mente se ha ido al pasado—está
pensando en otra cosa. Este es un error común que se puede superar al disciplinarse para
escuchar con su rostro y con su mente
6. Podría ser tentado a dejar de escuchar por carecer de interés. Su cónyuge puede desear hablar
de algo que para usted es aburrido. Quizás su hijo quiere hablar de un amigo de la escuela, pero
usted no tiene interés. Ser egoísta o egocéntrico es lo que causa este error. Todos deberíamos
practicar cuidar de los demás (Gá 6:2; Fil 2:4).
7. Podría ser tentado a escuchar mal por no estar de acuerdo con el que habla. Quizás está
juzgando lo que dice la otra persona en vez de escuchar cuidadosamente. Para vencer este error,
aprenda a escuchar bien antes de llegar a una conclusión. Se requiere de mucha habilidad para
lograr ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona.
8.-Podría ser tentado a escuchar las palabras del que habla, pero no prestar atención a sus
sentimientos. Si usted es un buen oyente, puede repetir lo que la persona ha dicho y explicar lo
que cree que está sintiendo. Esta manera de escuchar requiere utilizar los oídos, los ojos y el
corazón. Usted aclara lo que quiere decir el que habla al repetir el mensaje en sus propias
palabras. Usted pone atención al tono de voz y al lenguaje corporal del que habla. Hace
preguntas para estar seguro de que entiende lo que dice y siente el que habla.

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