Está en la página 1de 13

Recomendaciones para reducir la vulnerabilidad sísmica de estructuras de mampostería.

Hugón Juárez García 1, Alonso Gómez Bernal 1 y Emilio Sordo Zabay 1.


1
Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.
Av. San Pablo # 180. Col. Reynosa-Tamps. Del. Azcapotzalco. CP 02200. México, D.F. México.
Tel: 53189085; fax: 53189085. e-mail: hjg@correo.azc.uam.mx

RESUMEN

En este trabajo se presentan configuraciones estructurales de diferentes estructuras de mampostería, de adobe y otros materiales,
que se han observado en las diferentes zonas donde sismos recientes han afectado a este tipo de estructuras, que muchas veces son
de tipo rural. Asimismo, se hacen recomendaciones para evitar, los comportamientos inadecuados, y se buscan proponer índices de
vulnerabilidad para este tipo de estructuras.

SUMMARY

Massonry structural configurations are presented in this paper, for adobe brick walls and other materials, that are used in rural
towns of Mexico; these structures have suffered severe damage during moderate earthquakes., therefore it is important to
emphasize on those structural configurations that caused poor behavior, and to establish vulnerability indexes that help to prevent
future damages on those rural structures, which are widely used in Mexico.

INTRODUCCIÓN

Durante varias décadas, se ha estudiado el comportamiento de estructuras de mampostería a través de ensayes de laboratorio y en
campo, al identificar los daños que exhiben estas estructuras durante eventos sísmicos. Los sismos ocurridos a lo largo de la
República Mexicana, sobre todo en aquellas zonas más susceptibles de ser vulnerables por estos fenómenos, como son: Chiapas,
Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Veracruz, entre otros estados; han arrojado información sobre estructuras de mampostería
de adobe, e incluso de tabiques de arcilla o de mortero que han presentado diversos comportamientos estructurales.

Tradicionalmente este tipo de estructuras de mampostería, que se encuentran en comunidades y poblaciones de tipo rural, carecen
de asesoría profesional para su análisis, diseño y construcción; porque además son estructuras de características muy sencillas. Sin
embargo, existen fenómenos naturales, y de simple comportamiento estructural que ocasionan fallas en este tipo de estructuras

Se ha recabado información, que compendia el tipo de daños que usualmente presentan estas estructuras; y por lo tanto, una lista de
recomendaciones relativamente simples que aliviarían los defectos del comportamiento estructural que exhiben.

En este trabajo se hace una recopilación de daños y fallas que han exhibido este tipo de estructuras, alejadas de la asesoría
profesional; y asimismo se elabora una serie de recomendaciones para mejorar su comportamiento estructural; haciendo énfasis en
que estas recomendaciones lleguen a las comunidades rurales donde todavía este tipo de estructuras se utilizan como vivienda y
servicio de las comunidades donde se encuentran.

ESTRUCTURAS DE ADOBE SIN REFUERZO

Este tipo de estructuras es muy común en las zonas rurales de la República Mexicana, en cada estado se tienen concepciones
estructurales diferentes, aunque todas ellas presentan aspectos en común; en algunos casos, esas diferencias mejoran el
comportamiento estructural. A continuación se hace una descripción de las diferentes opciones encontradas en la República
Mexicana, destacando aquellas fallas observadas:

1. En primer lugar debe destacarse la configuración estructural que guardan las casas de adobe de las comunidades rurales de
la República Mexicana, que son cuartos de 8 m x 4 m de dimensión en planta, generalmente. En algunas ocasiones los
muros, en los sentidos cortos tienen un exceso de largo, con pendientes a dos aguas, en donde se apoyan las trabes
centrales del sistema de techo, figuras 1 y 2. En otras zonas, como en Puebla, o en Chiapas, los 4 muros son de la misma
altura, figuras 3 y 5. En las figuras 4 y 6, se observan estructuras de adobe que se comportaron de manera adecuada
durante los sismos del 14 de septiembre de 1995 en Ometepec, Guerrero; y el del 15 de junio d 1999, en Tehuacan,
Puebla.

Figura 1. Viviendas típicas de adobe, Igualapa, Gro. Figura 2. Casa típica de adobe, a dos aguas, Jalisco.

Figura 3. Vivienda típica de adobe, Villaflores, Chis. Figura 4. Vivienda típica de adobe, Guerrero.

Figuras 5 y 6. Viviendas típicas de adobe en Santiago Chazumba, Puebla.


2. El sistema de techo, de madera, generalmente lo compone una trabe de madera, dispuesta en el sentido largo de la casa-
habitación, y trabes secundarias en el sentido corto, figuras 7 y 8. En las casas con muros con pendientes a dos aguas,
generalmente en el sistema de techo tienen armaduras incipientes de madera, cuyas sujeciones y anclajes, no logran
transmitir de manera perimetral el peso del sistema de techo, y esto ocasiona fuerzas inerciales en el sentido largo, que
genera flexiones importantes en los muros más cortos, figuras 9 a 14.

Figura 7 y 8. Sistemas de techo típicos, Igualapa, Gro.

Figura 9. Sistema de techo típico, Villaflores, Chis. Figura 10. Sistema de techo típico, Cihuatlán, Jalisco.

Figura 11. Sistema de techo típico, Jalisco. Figura 12. Sistema de techo típico, Santiago Chazumba, Puebla.
Figuras 13 y 14. Sistemas de techo típicos, San Juan Nochistlán, Puebla.

3. El peso del techo, no se reparte de manera perimetral en los cuatro muros de la casa-habitación, lo que ayudaría para a
estabilidad de los muros ante cargas horizontales. Sin embargo, el hecho de que el peso no se distribuya de manera
adecuada en la periferia de los muros, genera concentraciones de esfuerzos (figuras 15,16 y 17), desequilibrio en la
resistencia de conjunto de los muros, y por lo tanto, genera fallas en las esquinas de muros, o por flexión, figuras 18 a 21.

Figuras 15 y 16. Falla en el sistema de techo, en combinación con concentraciones de esfuerzo. Autlán, Jalisco.

Figura 17. Fallas del sistema de techo y Figura 18. Fallas en las esquinas de
volteo de muros, Autlán, Jalisco. los muros, Villaflores, Chiapas.
Figura 19. Fallas en esquinas de los 20. Falta de traslape en los muros, Figura 21. Fallas en las esquinas de
muros, Ometepec, Guerrero. Figura Villaflores, Chiapas. los muros, Igualapa, Guerrero.

4. Otra condición desfavorable para este tipo de estructuras, son las aberturas en los muros de adobe, ventanas y puertas,
genera una concentración de esfuerzos, que pueden propiciar grietas de cortante o de flexión en los muros, figuras 22 y
23. En algunas comunidades lo resuelven colocando, dinteles de madera, y a veces, estos dinteles los disponen en las
periferias de las aberturas, esta configuración estructural, que se practica de manera intuitiva, mejora el comportamiento
de este tipo de estructuras, figura 24. También es usual que se coloquen dalas y castillos en las orillas de puertas y
ventanas, como técnica de reparación, después de sismos que afectaron estas estructuras, figura 25 y 26.

Figura 22. Fallas en aberturas de Figura 23. Fallas en aberturas de Figura 24. Dinteles de madera,
muros, Igualapa, Guerrero. muros, Villaflores, Chiapas. Villaflores, Chiapas.

Figuras 25 y 26. Castillos y dalas colocados después del sismo del 14 de septiembre de 1995, Igualapa, Guerrero.
5. El deterioro es otro factor, que afecta el comportamiento estructural, sobre todo en el adobe, y en los sistemas de techo. En
comunidades con condiciones climatológicas de gran humedad, puede generar socavación del material, disminuyendo las
dimensiones de los espesores de los muros, figuras 2 y 27, debilitando las bases de los mismos, y generando zonas débiles
en los muros de adobe, en algunos casos se presentan evidencias de humedad que alcanzan hasta un metro de altura en
estos muros, figuras 6, 25, 28 y 29. En los sistemas de techo genera que las trabes de madera se vayan humedeciendo y
empieza un proceso de deterioro, que debilita la resistencia, afecta la manera en que el peso se distribuye en los cuatro
muros, y por lo tanto sobreviene el colapso de los sistemas de techo, que en general, suelen ser pesados, figuras 29 y 30.

Figura 27. Socavación en la base de los muros, Igualapa, Guerrero. Figura 28. Humedad en la base de muros, Igualapa, Guerrero.

Figura 29. Evidencia de humedad en techos y en la base de Figura 30. Sisitema de techo debilitado por la humedad,
los muros, Igualapa, Guerrero. Igualapa, Guerrero.

6. En este tipo de estructuras, el sistema de techo suele estar cubierto con tejas de arcilla, que en muchos casos,
prácticamente se encuentran sobrepuestos, los movimientos del terreno generan colapsos de estos elementos, figuras 31,
32 y 33.

Figura 31. Caida de tejas, Cihuatlán, Figura32. Caída de tejas, Figura 33. Caída de tejas, Igualapa,
Jalisco. Manzanillo,Colima. Guerrero.
7. En algunas comunidades, principalmente del estado de Guerrero, algunas iglesias y templos religiosos, están constituidos
de mampostería de adobe, se ha observado que se han ido colocando dalas y castillos a los muros, de acuerdo con los
daños que se han presentado en pasados sismos, figura 34.

Figura 34. Fallas en iglesia de adobe, se aprecia un contrafuerte colapsado, Chacalapa, Guerrero.

ESTRUCTURAS DE MAMPOSTERÍA

Las estructuras de mampostería, son muy usuales en todas las poblaciones de la república mexicana, no se puede hablar de
estructuras de mampostería con o sin refuerzo; ya que en muchos de estas estructuras se pueden considerar mixtas. De manera
generalizada, este tipo de estructuras generalmente se construyen sin ninguna asesoría profesional, por lo que las configuraciones
estructurales, y la falta de elementos de confinamiento, generan fallas graves, que en muchos casos genera colapsos totales. A
continuación se presentan algunos detalles, con respecto a este tipo de estructuras:

1. Estructuras mixtas, que pueden ser de diferentes tipos de mampostería, de adobe, de tabique rojo o de tabicón, pueden
estar reforzadas o no. En muchas ocasiones, las plantas bajas son de un tipo de mampostería, y el segundo y tercer nivel
son de otro tipo, en la figura 35 se puede observar que las conexiones entre la planta baja y el 1er nivel no están bien
hechas, además se aprecia claramente los dos diferentes tipos de tabique utilizados.. Esta manera de construir, es muy
típica, y generalmente causa problemas en el comportamiento durante eventos sísmicos, figura 36. En la figura 37 la
planta baja está confinada perfectamente y el primer nivel está mal confinado, y las conexiones son deficientes, en la
figura se aprecia que las fallas son visibles en el primer nivel. En algunos casos, la mampostería de tabique rojo y el
confinamiento utilizado de dalas y castillos, se usan como técnicas de reparación después de que se presentan daños por
sismos. Esta técnica de reparación ha logrado evitar daños; sin embargo, no deja de ser una técnica basada en la intuición
de los habitantes de las zonas afectadas por sismos, y muchas veces estas técnicas no resultan del todo efectivas, como se
aprecia en la figura 38.

Figura 35. Cihuatlán, Jalisco. Figura 36. Manzanillo, Colima. Figura 37. Villaflores, Chiapas.
2. Las fallas que se presentan en las estructuras de mampostería, son muy parecidas a las que se presentan en las estructuras
de adobe. En las figuras 39 y 40 se aprecia la falla porfalta de traslape en las esquinas de los muros, y por lo tanto el
colapso fuera del plano del muro. En las figuras 41 y 42 se aprecian las fallas por concentración de esfuerzos, debido a las
aberturas en muros, que además se combinan por el escaso confinamiento de los muros.

Figura 38. Chacalapa, Guerrero. Figuras 39 y 40. Chapulco, Puebla.

Figura 41. La Huerta, Puebla. Figura 42. Izúcar de Matamoros, Puebla.

3. Las configuraciones estructurales inadecuadas generan problemas adicionales, estas concepciones estructurales carecen de
asesoría profesional. En las figuras 43, 44 y 45 se pueden observar aberturas en los muros de fachada, y escaso
confinamiento de estos elementos. En la figura 46 se aprecia el típico comportamiento de planta baja flexible, que genera
fallas en la planta baj, y los pisos superiores se encuentran prácticamente intactos. En la figura 47, se puede apreciar un
edificio de esquina cuyas colindancias se encuentran provistas de muros, y las fachadas con elementos de cristales. En la
figura 48, se aprecia una estructura con los elementos resistentes ubicados de manera excéntrica, lo que provocó el
colapso parcial de la estructura., además de que las masas se encuentran ubicadas también de manera excéntrica.

Figura 43. Acatlán de Osorio, Puebla. Figura 44 y 45. Cihuatlán, Jalisco.


Figura 46. Tehuitzingo, Puebla. Figura 47. Izúcar de Matamoros, Puebla.

Figura 48. Jaluco, Jalisco. Figura 49. Villaflores, Chiapas.

4. Las fallas en elementos de mampostería, también se presentan en estructuras de Concreto reforzado, que se combinan con
elementos de mampostería; las malas configuraciones estructurales, y la combinación de elementos estructurales con
capacidad de deformación diferentes, generan fallas en los elementos de mampostería. En las figuras 49, 50, 51 y 52, se
puede apreciar una estructura de concreto reforzado, con elementos de mampostería, que se encuentran indebidamente
confinadas.

Figuras 50 y 51. Melaque, Jalisco.


5. Existen estructuras de mampostería, que a pesar de las malas configuraciones estructurales, y de la falta de asesoría
profesional, se comportaron de manera adecuada; al menos en estas estructuras el confinamiento fue adecuado. En la
figura 53, se puede apreciar que a pesar de la licuación del suelo, la estructura soporta el gran movimiento del terreno, se
puede apreciar en la barda la deformación sufrida por el terreno.

Figura 52. Villaflores, Chiapas. Figura 53. Jaluco, Jalisco.

INTENSIDADES OBSERVADAS EN ESTRUCTURAS DE MAMPOSTERÍA.

Para las diferentes fallas observadas, que se describieron anteriormente, se establecerá un índice de vulnerabilidad, de acuerdo con
la intensidad de Mercalli, así como las intensidades asignadas para MSK, y las magnitudes registradas.

Sismo del 14 de septiembre de 1995, Ometepec, Guerrero.

Álvarez y Gómez-Bernal (1999), reportan para la ciudad de Ometepec, de acuerdo con el estudio estadístico del sismo del 14 de
septiembre de 1995 (Mw = 7.3), reportan una intensidad de VII (Sordo, et. al. 1996), en la escala de Mercalli, que corresponde a
una intensidad de 7.5 aproximadamente en la escala europea MSK. De acuerdo con el estudio realizado por Pinto, Astroza y
Monge (1993), pueden reportarse los siguientes porcentajes de construcción con daños 3, 4 y 5, de acuerdo con la escala europea
MSK. Debemos recordar que de acuerdo con la escala MSK, existen 6 grados de daño (DR), (Grunthal, 1998), que a continuación
se resumen:

Grado 0. No existe daño.


Grado 1. Daño ligero (grietas finas en yeso, caída de pequeñas partes de recubrimiento.)
Grado 2. Daño moderado (pequeñas grietas en muros, desprendimiento de piezas grandes del recubrimiento, grietas en chimeneas.)
Grado 3. Daño severo (grietas grandes y profundas en muros, colapso en chimeneas.)
Grado 4. Destrucción (abertura de muros, parte del edificio colapsado, desconexión de partes del edificio, colapso de muros
estructurales.)
Grado 5. Colapso total de las construcciones.

Tabla 1. Porcentajes de construcción con grado de daño 3, 4 y 5; MMI = VII.


Grado Adobe sin Adobe con Mampostería
MSK
de daño refuerzo (A) refuerzo (B) reforzada (C)
7.5 3 42.5 25.0 2.5
7.5 4 27.5 2.5 0.0
7.5 5 2.5 0.0 0.0

Tabla 2. Número de viviendas con grado de daño 3, 4 y 5 para el sismo del 14 de septiembre de 1995 en Ometepec, Guerrero.
Localidad Daño 3 Daño 4 Daño 5
A B C A B C A B C
Ometepec (7.5 MSK) 307 106 40 199 11 0 18 0 0
De acuerdo con el levantamiento de daños presentado por Álvarez y Gómez-Bernal (1999), en la tabla 2, se observa que el total de
viviendas con daño 4 son 210; de acuerdo con el reporte de daños de Ometepec 171 viviendas fueron catalogadas como
semidestruidas. Asimismo, las viviendas con daño 5 corresponde a 18 viviendas; en el reporte se dijo que 40 viviendas quedaron
totalmente destruidas. Lo que hace suponer que esta estimación es muy certera en Ometepec, por lo que los daños asociados
pueden relacionarse con el tipo de daños que se presentan, a la magnitud, y a la intensidad reportada, MSK o Mercalli.

Sismo del 9 de octubre de 1995, Manzanillo, Colima.

La magnitud reportada en el epicentro fue de 7.3 (Ms), de acuerdo con USGS, en la zona de Manzanillo y Cihuatlán se reportaron
intensidades de Mercalli de MMI = IX; en la zona epicentral se presentaron intensidades entre 9 y 10 para la escala MSK. Debe
quedar perfectamente claro que en la zona de Cihuatlán y Manzanillo, se encontraron pocas estructuras de adobe; sin embargo los
daños fueron generalizados en esta zona, las estructuras más afectadas fueran las de mampostería, en general. En Autlán, Jalisco,
donde se encontraron estructuras de adobe, la intensidad MMI que se reportó (Juárez, et.al., 1997), fue de entre VI y VII, que
corresponde a 6 y 7 de la escala MSK. Desafortunadamente, no se cuenta con un estudio estadístico de los daños presentados en las
zonas afectadas por este sismo.

Sismo del 20 de octubre de 1995, Villaflores, Chiapas.

La magnitud reportada fue de 7.3 (Mw), de acuerdo con USGS, en la zona afectada de Villaflores, Chiapas, se reportaron
intensidades entre VII y VIII, de intensidad MMI, que corresponde a una intensidad entre 6 y 7 de la escala europea MSK. En este
caso no se presentó tampoco un estudio estadístico de daños correspondiente a este sismo.

Sismo del 15 de junio de 1999, Tehuacan, Puebla.

La magnitud repotada fue de 7 (Mw), de acuerdo con SSN, las intensidades reportadas MMI, de acuerdo con (Juárez, et. al., 1999),
fue de hasta VIII, en ciudades como Puebla, Tehuacan y Acatlán de Osorio; sin embargo cerca de la zona epicentral en Santiago
Chazumba, Puebla, las intensidades observadas corresponden a intensidades de MMI = VI. De acuerdo con lo anterior las
intensidades MSK corresponderían a valores de 8 y 6 respectivamente. A continuación se presenta una tabla con los porcentajes de
daño de acuerdo con la escala europea MSK, (Karnik, et. al., 1984.)

Para estimar la vulnerabilidad se utilizaron las tablas de Kamik (1984). En estas tablas se asignan porcentajes de daño según la
escala de intensidades MSK. En un estudio de vulnerabilidad, Pinto, Astroza y Monge (1993) obtuvieron por interpelación lineal
los porcentajes de edificios con grado de daño 5 (colapso total), daño 4 (colapso parcial) y daño 3 (daños severos). Para los tipos de
viviendas se uso: el tipo A para adobe sin refuerzo, el tipo B para adobe reforzado y el tipo C para mampostería reforzada de
tabique de barro rojo y de bloque. Estos porcentajes (Tabla 3) son asignados para la intensidad MSK, en esta tabla se dan las
intensidades equivalentes aproximadas con base a la información de intensidades de Mercalli Modificada.

Tabla 3. Porcentajes de construcciones con grado de daño de 3 a 5.


.MSK Grado Adobe sin refuerzo (A) Adobe con refuerzo (B) Mampostería reforzada (C)
7 5 0 0 0
7 4 5 0 0
7 3 50 0 0
7.5 5 2.5 0 0
7.5 4 27.5 2.5 0
7.5 3 42.5 25 2.5
8 5 5 0 0
8 4 50 5 0
8 3 35 50 5
8.5 5 27.5 2.5 0
8.5 4 42.5 27.5 2.5
8.5 3 25 42.5 27.5
9 5 50 5 0
9 4 35 50 5
9 3 15 35 50
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

Para las estructuras de adobe, el sistema de techo es muy importante para poder evitar, la falla fuera del plano de los muros, y las
fallas por flexión. Algo que mejora de manera sustancial el comportamiento del sistema de techo es el uso de varias vigas de
madera para soportar el peso del techo, tal y como lo muestra la figura 4; en la figura 54 se muestra el uso de varias vigas de
madera, dispuestas de manera uniforme, y no el uso de un sólo soporte en la parte superior de las dos aguas, como lo muestra la
figura 8.

Figura 54. Uso de varias vigas para soportar el sistema de techo.

Asimismo el uso de dinteles de madera, de dalas y castillos, incluso de madera, mejoran el comportamiento de los muros que
presentan aberturas, tal y como lo muestra la figura 24. La protección de los muros para evitar la intemperie, también mejora el
comportamiento.

Para cualquier tipo de estructura de mampostería, el uso de configuraciones estructurales regulares, el uso de recubrimiento para
los muros, y el adecuado confinamiento de los muros mejora el comportamiento de este tipo de estructuras, tal y como lo muestran
las figuras 55 y 56.

Figura 55. Villaflores, Chiapas. Figura 56. Manzanillo, Colima.

Finalmente debemos recordar que estas estructuras son susceptibles de sufrir daños aún en sismos moderados, y que el
reconocimiento de futuros eventos sísmicos de magnitud importante en zonas de la costa del pacífico, hace suponer que este tipo de
estructuras resultarán afectadas de manera importante. Los gobiernos deben considerar que el daño en este tipo de estructuras,
implica un número importante de personas que resultarán damnificadas, y por lo tanto deben disponerse recursos para este efecto.

REFERENCIAS.

Álvarez, S. y Gómez-Bernal, A. (1999). Estudio de vulnerabilidad en la región de Ometepec, Guerrero. Memorias del XII
Congreso Nacional de Ingeniería Sísmica, Morelia, Mich.

Grunthal, G. (1998). European Macroseismic Scale 1998 (EMS-98). European Seismological Commission.
Juárez, H., Whitney, R. A., Guerrero, J., Gama, A., Vera, R., y Hurtado, F. (1997). The october 9, 1995 Manzanillo, México
earthquake. Seismological Research Letters, vol. 68, no. 3, may/june 1997, pp 413-425.

Juárez, H, et. al. (1999). Intensidades y daños asociados al sismo del 15 de junio de 1999. Memorias del XII Congreso Nacional de
Ingeniería Sísmica, Morelia, Mich.

Kámík, V., Schenkova y Z. Schenk (1984). "Vulnerability and the MSK scale". Engineering Geology, 20, pp 161-168.

Pinto, J, M. Astroza y J. Monge (1993). "Estudio de riesgo sísmico de viviendas en Santiago". Memorias de las VI Jornadas
Chilenas de Sismología e Ingeniería Sismorresistente, Santiago, Chile.

Sordo, E., A. Gómez, H. Juárez, A. Gama, E. Guinto, R. Whitney, R. Vera, E. Mendoza y G. Alonso (1996). Elsismo de Ometepec
del 14 de Septiembre de 1995. Memorias X Congreso Nacional de Ing. Estructural, Mérida. Yuc.

También podría gustarte