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3 OBTENCIÓN DE NITRÓGENO
Destilación criogénica
El nitrógeno requerido para alimentar la reacción de síntesis del amoniaco se obtiene a
partir de la separación de este compuesto del aire. Esta separación se realiza mediante una
destilación criogénica fraccionada del aire. Todos los procesos criogénicos se basan en la
compresión de aire y su posterior enfriamiento a temperaturas muy bajas para conseguir
una licuefacción parcial.
Las plantas de destilación criogénica actuales están divididas en una serie de procesos, la
descripción de estos procesos se describe a continuación.
El aire puede arrastrar con las partículas de polvo y tierra de la atmosfera que pueden poner
en riesgo la integridad de los compresores y equipos del proceso, para evitar esto el aire es
llevado a un sistema de filtrado donde las partículas de polvo son removidas de la corriente
gaseosa al pasar por un separado ciclónico (x.x). En este tipo de equipos el aire fluye de
manera helicoidal hacia abajo, la fuerza centrífuga que adquiere y los efectos de gravedad
permiten separar las partículas de polvo. Los separadores ciclónicos convencionales suelen
tener un rango de eficiencia que ronda el 70 a 90% para separar partículas de diámetro
superiores a 10 µm. Sin embargo, lo separadores ciclónicos de alta eficiencia suelen tener
un rango de eficiencia que ronda entre el 80 y 99% para partículas con diámetros superiores
a 2.5 µm.
Para este proceso la adsorción de estos compuestos se lleva a cabo en un lecho empacado
con Zeolitas. Las Zeolitas son partículas sólidas constituidas por sílice (SiO2) y alumina
(Al2O3), además de algunos cationes de sodio, potasio, magnesio y calcio. Estas se pueden
sintetizar u obtener de forma natural en minerales, estas son capaces de remover de manera
eficiente el CO, CO2 y ciertos hidrocarburos de la corriente gaseosa. La corriente de salida
purificada estará constituida únicamente por N2, O2 y Ar, siendo el nitrógeno el compuesto
mayoritario. Un divisor (x.x) divide la corriente de aire purificada en dos nuevas, una
corriente con el 80% de la corriente original alimentará posteriormente una columna de
baja presión, mientras que la corriente restante alimentará una columna de destilación de
alta presión.
Comprensión y expansión
Comprimir el aire hasta presiones tan elevadas es necesario, debido a que, sin un aumento
adecuado de la presión del gas, la temperatura de ebullición no bajaría lo suficiente como
para poder licuar una fracción del gas, ni se podría expandir el gas para enfriarlo gracias al
coeficiente de Joule-Thomson.
El proceso de expansión del gas es crucial para poder llevar a cabo la licuefacción pericial
del aire. La licuefacción de gases se puede llevar a cabo mediante dos procesos, el proceso
Claus y el proceso Linde, aunque se puede realizar una combinación entre ambos procesos
con el fin de mejor la operación. Ambos procesos son similares en etapas de compresión,
diferenciándose en la forma de llevar a cabo la expansión del gas.
La fracción de aire no licuado por la expansión puede ser utilizado en los intercambiadores
de calor, enfriando el aire de etapas posteriores y calentándose para poder regresar al ciclo
de compresión y expansión nuevamente.
Destilación
La siguiente etapa en la obtención del nitrógeno es la destilación del aire, el aire se destila
en realidad en dos columnas, una columna de alta presión (x.x) que opera a una presión
aproximada de 6 bar, la segunda columna de destilación opera a baja presión (x.x), la
presión de esta columna habitualmente es 1 bar.