Sección

Doctrina

El régimen disciplinario
de la Administración
pública de la Provincia
de Buenos Aires y las
garantías constitucionales.

I. Introducción.
En el presente trabajo pretendemos analizar si
desde una perspectiva normativa se observa el
cumplimiento de las “garantías constituciona-
les” en el ejercicio de la potestad disciplinaria
de la Administración pública provincial para con
sus agentes. Propósito que debería concretarse
dentro del propio procedimiento disciplinario en

* Abogada por la Facultad de Derecho de la Universidad

Católica de La Plata (UCALP). Integrante en carácter de
ayudante diplomada de la Cátedra de Derecho Administra-
tivo II- a cargo de la Dra. Escobar Marta Alicia- de la
Universidad Católica de La Plata - Facultad de Derecho.
Instructora Sumariante de la Dirección de Sumarios de la
Secretaría General de la Gobernación. Alumna regular de
la Especialización en Derecho Administrativo de la Facul-
Por Gabriela García∗ tad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Na-
cional de La Plata - e-mail: garciagabriela_7@hotmail.com.

Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA 19

el marco de la Ley Nº 10.430 (T.O. Decre-
to Nº 1.869/1996) y su Decreto Reglamen-
tario Nº 4.161/1996 Modificatorias Decre-
to Nº 4.179/1996 y Decreto Nº 2.760/1997.
Como es sabido, la Ley Nº 10.430 regula
la relación de empleo del personal de la
Administración pública de la Provincia de
Buenos Aires dependiente del Poder Eje-
cutivo y al personal de los restantes Pode-
res cuando exista adhesión expresa de las
autoridades respectivas, quedando excep-
tuados de la misma: los Ministros, Secre-
tarios de Estado, Asesor General de Go-
bierno, Secretarios de la Gobernación, Fis-
cal de Estado Adjunto, Subsecretario,
Asesor Ejecutivo de la Asesoría General
de Gobierno, Escribano General de Go-
bierno, Escribano Adscripto Superior y
Jefes y Subjefes de Policía y del Servicio
Penitenciario; de los funcionarios para
cuyo nombramiento y/o remoción la Cons-
titución y leyes fijen procedimientos de-
terminados; y del personal amparado por
regímenes especiales.
Asimismo, la Ley Nº 10.430 distingue en-
tre personal de planta permanente, con y
sin estabilidad, y al personal de planta tem-
poraria (Personal de Gabinete, Secretarios
Privados, Contratado y Transitorio: men-
sualizado o destajista).
Puesto que el orden y la disciplina deben
ser mantenidos para el logro de una Ad-
ministración pública eficiente y una orga-
nización adecuada para el logro del bien
común, el procedimiento disciplinario y la
respectiva potestad disciplinaria debe de-
sarrollarse dentro de los límites previstos
en la Constitución Nacional y más especí-
ficamente por la Constitución Provincial.
En tal sentido, el Estado Provincial Bo-
naerense, en virtud de las prerrogativas de
poder público que le son propias, estable-
20 SECCIÓN DOCTRINA
ce su Régimen Disciplinario de acuerdo a
las disposiciones del Artículo 80 al 106
de la Ley Nº 10.430 (T.O.). Es así que a
partir del citado Artículo 80, al estable-
cer: “Los agentes de la Administración
pública de la provincia no podrán ser ob-
jeto de sanciones disciplinarias ni priva-
dos de su empleo, sino por las causas y
procedimientos determinados en esta ley
y su reglamentación”, se configura la con-
ceptualización y sistematización para el
ejercicio de la potestad disciplinaria ase-
gurando en plenitud los derechos y garan-
tías del personal.
El derecho disciplinario no está ni debe
ser identificado con el derecho penal, así
como tampoco debe tomárselo como una
aspecto de éste, sino que hay que encua-
drarlo como el poder disciplinario de la
organización administrativa cuyas normas
son de derecho administrativo, pero que
contiene un capítulo muy particular que
es su vertiente sancionadora a la que sí le
son aplicables los principios del derecho
público punitivo del Estado.
Queda clara la independencia del derecho
disciplinario, lo que debe destacarse es la re-
lativización de los principios propios del de-
recho penal en el ámbito de la represión dis-
ciplinaria de los agentes estatales, a saber:
1. El Principio nullum crimen sine lege
nulla poena sine praevia lege: caracteri-
zado por tres manifestaciones: a) la exclu-
sividad (sólo la ley formal puede incrimi-
nar conductas); b) la veda de la analogía
(las conductas se deben contemplar con
arreglo a tipos autónomos no comunica-
bles); c) Nulla poena sine lege que supo-
ne dos manifestaciones: 1) la irretroacti-
vidad, 2) la prohibición de puniciones de
base consuetudinaria como analogía.
Rap Bs. As. (51-52)
El Artículo 18 de la Constitución Nacio-
nal hace referencia al Principio de Lega-
lidad que encuentra su origen en el siste-
ma representativo y republicano de gobier-
no y que se asienta en la soberanía popular
y en la división de los Poderes; al estable-
cer: “ningún habitante de la Nación puede
ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso”. Es así
que las sanciones disciplinarias están taxa-
tivamente previstas en la norma, no pue-
den imponerse más que ellas (Artículo 81
de la Ley Nº 10.430 T.O.), asignándole
al poder disciplinario carácter de regla-
do de modo que el régimen sancionato-
rio debe ser razonable, respetando los
principios generales del derecho al apli-
carse las sanciones disciplinarias corres-
pondientes que resulten de las causas y
procedimientos establecidos por el pro-
pio régimen.
2. Legale Iudicium: es requisito dar al
imputado una forma de audiencia, garan-
tizando así el derecho de defensa en jui-
cio y reconociendo a todos los agentes el
derecho al debido proceso adjetivo.
3. La tipicidad: la infracción a las normas
específicas es de una multiplicidad de va-
riantes imposibles de ser encerradas en la
descripción típica de las figuras penales.
Las conductas sancionables del sólo jui-
cio del superior o fundables, exclusiva-
mente, en la norma que otorga atribución
sancionatoria.
4. El non bis in idem: es la efectiva pro-
hibición de la doble persecución penal, es
de rango constitucional, ya que ha sido re-
conocida por la Corte y es un derecho
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
susceptible de tutela inmediata; porque la
garantía prohíbe la aplicación de una nue-
va sanción por un mismo hecho anterior-
mente penado.
Al respecto, Julio Rodolfo Comadira, sos-
tiene: “No existe obstáculo para imponer
por los mismos hechos sanciones disci-
plinarias y penales, pues ambas clases de
reproche se basan en causas y responden
a fines distintos”1.
Por regir este principio, el personal no
puede ser sancionado más de una vez por
la misma causa, sólo tiene alcance estric-
tamente disciplinario e impide la doble
sanción; pero nada obsta a la concurrente
sanción penal y disciplinaria. La sustan-
ciación de sumarios por hechos que con-
figuren delitos son, en principio, indepen-
dientes de la causa penal, por lo que debe
entenderse que la sustanciación de los su-
marios y la aplicación de sanciones es in-
dependiente de que los hechos generado-
res constituyan delitos; salvo cuando deba
razonablemente sustituirse la sanción ad-
ministrativa una vez que sea evidente la
existencia de la comisión de una falta grave
que perjudique material o éticamente a la
Administración, o cuando se le prohíbe a la
Administración resolver disciplinariamente
la inexistencia de responsabilidad estando
pendiente la causa penal; y cuando exista
una sentencia condenatoria definitiva recaí-
da en una causa penal contra el agente como
autor, cómplice o encubridor por delito con-
tra la Administración o delito grave de ca-
rácter doloso de acuerdo al Código Penal.
1
Comadira, Julio Rodolfo, “La Responsabilidad
Disciplinaria del Funcionario Público”, en Respon-
sabilidad del Estado y del Funcionario Público, Jor-
nadas sobre Responsabilidad del Estado y del Fun-
cionario Público 28, 29 y 30 de junio de 2000. Pá-
ginas 589-599. Editorial: Ciencias de la Adminis-
tración. Buenos Aires 2001.
21
Esta garantía constitucional se encuentra
establecida en el Artículo 33º de la Cons-
titución Nacional “Las declaraciones, de-
rechos y garantías que enumera la Consti-
tución, no serán entendidos como nega-
ción de otros derechos y garantías no enu-
merados; pero que nacen del principio de
la soberanía del pueblo y de la forma re-
publicana de gobierno”.
En la Constitución de la Provincia de
Buenos Aires lo establece el Artículo 25,
que dice: “Ningún habitante de la Pro-
vincia está obligado a hacer lo que la ley
no manda, ni será privado de hacer lo que
ella no prohíbe”.
5. De la prescripción: el ejercicio del po-
der disciplinario por parte de la Adminis-
tración se extingue por prescripción (Ar-
tículo 90º inciso c) de la Ley Nº 10.430
D.R. Nº 4.161/1996).
Es decir, que por la prescripción de la ac-
ción se extingue el derecho contra los res-
ponsables de la comisión de hechos u
omisiones que constituyan faltas adminis-
trativas.
El término de la prescripción de la acción
comienza a correr a partir del día en que
se comete la falta, si esa fuese instantá-
nea, o desde que cesó de cometerse si fue-
ra continua y opera de pleno derecho por
el simple transcurso del tiempo. Al año, en
el supuesto de faltas susceptibles de ser san-
cionadas con penas correctivas; a los tres
años en el supuesto de faltas susceptibles
de ser sancionadas con penas expulsivas.
Cuando el hecho constituya delito, el pla-
zo de prescripción de la acción disciplina-
ria será el establecido en el Código Penal
para la prescripción del delito de que se
trata y en ningún caso podrá ser inferior a
los plazos fijados precedentemente.
22 SECCIÓN DOCTRINA
La reglamentación establece las causales
de interrupción y de suspensión de la pres-
cripción. En el Artículo 91º establece que
la comisión de una nueva falta, la orden
de instrucción del sumario y los actos de
procedimientos disciplinarios que tiendan
a mantener en movimiento la acción dis-
ciplinaria, interrumpen el plazo de la pres-
cripción de la misma.
También lo interrumpen las acciones pre-
sumariales. El proceso judicial suspende
el término de la prescripción hasta su re-
solución definitiva siempre que de las ac-
tuaciones administrativas no surja proba-
da responsabilidad disciplinaria, en cuyo
caso podrá dictarse resolución final, de-
jando establecido que la misma queda su-
bordinada al resultado de aquél.
El plazo de prescripción corre, se suspen-
de o se interrumpe separadamente para
cada uno de los responsables de la falta.
6. Es de aplicación supletoria el Código
Procesal Penal de la Provincia de Bue-
nos Aires, en todos los aspectos que no se
encuentren regulados en la Ley Nº 10.430
D.R. Nº 4.161/1996.
II. El ejercicio de la acción disciplinaria
y el derecho a la estabilidad del empleado
público.
La acción disciplinaria es el ejercicio del
poder disciplinario que tiene la Adminis-
tración pública para sancionar a sus agen-
tes por los hechos u omisiones que consti-
tuyan faltas administrativas. Es un poder
de derecho del Estado y nunca de hecho.
Es un derecho-función, el cual es irrenun-
ciable por parte de la Administración pú-
blica en este caso provincial, intransferi-
ble e indelegable y prescriptible.
Rap Bs. As. (51-52)
El derecho disciplinario encuentra su origen
en la idea de remover al funcionario público
por una causa justa de despido que haga jus-
tificar la sanción que se le impone y por la
cual se le quita una garantía de inseparabili-
dad o inamovilidad (Artículo 14 bis de la
Constitución Nacional “[...] protección con-
tra el despido arbitrario; estabilidad del
empleado público [...]”).
“El término estabilidad encuentra su ori-
gen en la expresión latina stabilitas y se
refiere a la permanencia, duración en el
tiempo, firmeza o cualidad que se ha esta-
blecido de modo duradero, permanente,
firme”2 .
“La estabilidad del empleado público pre-
vista en el Artículo 14 bis de la Constitu-
ción Nacional no es un derecho absoluto
conforme lo sostiene la Corte Suprema de
Justicia de la Nación”3 .
La estabilidad es un derecho fundamental
del agente público a no ser privado o se-
parado de su empleo o cargo sino por las
causas y procedimientos legalmente esta-
blecidos.
En la Constitución de la Provincia de Bue-
nos Aires, la estabilidad aparece en el Ar-
tículo 103 entre las atribuciones del Po-
der Legislativo en su Apartado 12 que es-
tablece la carrera administrativa con ba-
ses de acceso por idoneidad, escalafón,
estabilidad, uniformidad de sueldos en
cada categoría e incompatibilidades.
2
Ziulu, Adolfo Gabino, “La estabilidad del empleo
público en la Constitución Nacional”, Empleo Pú-
blico, Director: Jorge L. Bastons, La Plata, 2006;
Librería Editora Platense.
3
Ziulu, Adolfo Gabino, “La estabilidad del empleo
público en la Constitución Nacional”, Empleo Públi-
co, Director: Jorge L. Bastons, La Plata, 2006; Libre-
ría Editora Platense. Fallos: 315:1336 y 318:896.
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
En la Ley Nº 10.430 el derecho a la “esta-
bilidad” del personal de planta permanen-
te a conservar su empleo está receptado
en el Artículo 20 cuando dice: “la estabi-
lidad es el derecho del personal permanen-
te a conservar el empleo y el nivel escala-
fonario alcanzado y sólo se perderá por
las causas que este estatuto determine, así
como también la permanencia en la zona
donde desempeñare las tareas o funciones
asignadas, siempre que las necesidades de
servicio lo permitan”.
III. La responsabilidad disciplinaria.
Debemos tener en cuenta la responsabili-
dad disciplinaria del funcionario público.
La responsabilidad disciplinaria es la fa-
cultad que toda organización posee, como
poder inherente, de sancionar mediante la
técnica jurídica represiva las conductas de
los integrantes que afectan su adecuado
funcionamiento. Es un poder inherente
porque constituye un componente propio
de la naturaleza o esencia de la organiza-
ción indispensable para su subsistencia y
ejercitable para el logro del bien común y
de una Administración pública eficiente.
No implica una manifestación del poder
punitivo del Estado aun cuando se trate
de una actuación pública estatal.
Este poder inherente debe estar sujeto a
los condicionamientos jurídico-formales y
sustanciales que para su ejercicio impon-
ga, en cada caso, el ordenamiento jurídico.
A continuación, desglosamos el concepto
dado:
La Responsabilidad Disciplinaria de los
Funcionarios Públicos: “es el sistema de
consecuencias jurídicas de índole sancio-
natorio represiva que, aplicable por la pro-
23
pia Administración pública en ejercicio de
poderes inherentes, el ordenamiento jurí-
dico imputa, en el plano de la relación de
función o empleo público, a las conductas
de agentes o ex agentes estatales violato-
rias de deberes o prohibiciones exigibles,
o impuestos, respectivamente, por las nor-
mas reguladoras de aquella relación con
el fin de asegurar con inmediatez el ade-
cuado funcionamiento de la Administra-
ción pública”4.
Es un sistema de consecuencias jurídicas
de índole sancionatorio represiva: porque
como retribución ante la ofensa inferida
por el infractor a su deber de no violar los
deberes y prohibiciones funcionariales, la
organización administrativa impone las
sanciones disciplinarias que son penas que
implican la pérdida de un bien jurídico.
La pena es disciplinaria: porque en su
esencia está referida exclusivamente a la
relación de función o empleo público, y
se vincula tuitiva y teleológicamente con
la estructura organizativa, la cual tiene fin
de prevención general ya que afirma fren-
te a todos los agentes la seriedad de la
amenaza normativa y porque especialmen-
te tiende a prevenir la repetición por el
infractor de faltas.
Las conductas aprensibles por el reproche
pueden ser de agentes o ex agentes estata-
les comprendiendo a los que están ampa-
rados por la estabilidad. No es necesaria
la subsistencia de la relación o empleo.
Si la falta existió al momento de extinguir-
se el vínculo, la conducta infractora debe
ser pasible de sanción como medida de
4
Comadira, Julio R.,: “La Responsabilidad Disci-
plinaria del Funcionario Público”, op. cit.
24 SECCIÓN DOCTRINA
prevención al menos ante la eventualidad
del reingreso; es necesario siempre respe-
tar el principio del debido proceso adjeti-
vo del eventual afectado por la sanción.
A las conductas violatorias de deberes o
prohibiciones: la conducta valorada para
la represión debe implicar una violación a
los deberes determinados y prohibiciones
establecidas por la Ley Nº 10.430 y por
las disposiciones de la Ley de Ética Pú-
blica en lo sustancial al sistema de debe-
res y prohibiciones que contempla la Ley
Nº 10.430 en sus Artículos 78 y 79, por-
que prácticamente todas sus disposiciones
son encuadrables en aquel sistema.
El bien jurídico protegido por la respon-
sabilidad disciplinaria es el adecuado fun-
cionamiento de la Administración públi-
ca. Al ser el interés afectado un interés
público y secundario, la protección de los
valores elementales de conciencia es de
carácter ético social.
La ley debe ser pareja para todos y el or-
den público debe garantizar procedimien-
tos justos que respeten los derechos e in-
tereses de las personas.
El procedimiento disciplinario para los
agentes de la Administración pública en
la Provincia de Buenos Aires tiene su eje
en el sumario administrativo normado
esencialmente en el Artículo 92 de la Ley
Nº 10.430 y correlativamente 92 del De-
creto Reglamentario Nº 4.161/1996. Den-
tro del cual rige en toda su amplitud el
gran principio fundamental del debido
proceso adjetivo como garantía esencial
y el cual está comprendido por otros prin-
cipios constitucionales: el derecho de ser
oído, la garantía de la defensa en el pro-
cedimiento administrativo, el derecho a
ofrecer y producir pruebas, y el derecho
a una decisión fundada.
Rap Bs. As. (51-52)
IV. El organismo de aplicación: la com-
petencia para la sustanciación de los
sumarios administrativos.
El Artículo 122 de la Ley Nº 10.430, al
definir al Organismo Central de Adminis-
tración del Personal como Organismo de
Aplicación del Régimen Estatutario, esta-
blece que de él dependerá la institución
que sustancie los sumarios administrati-
vos. A tales efectos, la respectiva estruc-
tura orgánico funcional de la Dirección
Provincial del Personal de la Provincia
prevé para el cumplimiento del procedi-
miento disciplinario la organización y el
funcionamiento de una repartición espe-
cífica a la que se la ha denominado Direc-
ción de Sumarios, a través de la cual el
Organismo Central conoce en los suma-
rios administrativos que se sustancien re-
lativos a los agentes estatales de la Pro-
vincia, salvo que en virtud de una norma
expresa se confiera dicha atribución a otro
Organismo.
A su vez, el Artículo 93 establece el fun-
cionamiento de una Junta de Disciplina
única y permanente que tendrá el carácter
de organismo asesor y a quien correspon-
de expedirse sobre las conclusiones del
sumario, aconsejando la sanción a aplicar,
como así también expedirse en las solici-
tudes de rehabilitación y en los casos que
se le requiera su intervención.
La Asesoría General de Gobierno deberá
intervenir y emitir dictamen en los casos
en que la sanción a aplicar sea de carácter
expulsivo.
La Fiscalía de Estado tomará intervención
y deberá expedirse cuando se encuentren
afectados intereses fiscales.
En el “vis a vis” de la gestión y del accio-
nar de la Dirección de Sumarios, es dable
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
observar desvíos, carencias y falencias que
entorpecen y alteran el ordenado equili-
brio que debe primar el ejercicio de su
competencia institucional. Así las cosas,
el funcionamiento de la repartición debe
ser objeto de un análisis crítico y reflexi-
vo en cuanto al grado de satisfacción que
el mismo debería observar en el cumpli-
miento de su cometido específico: la sus-
tanciación de los sumarios administrativos.
Este análisis deberá efectuarse mediante
un metódico relevamiento cuantitativo y
cualitativo de las actuaciones sumariales
que son diligenciadas en su ámbito de in-
cumbencia, como así también por medio
de una exhaustiva investigación y evalua-
ción de los procedimientos instrucciona-
les y sus resultados. Todo ello, para deter-
minar los criterios y las directivas inhe-
rentes a cada causa que deben animar el
desarrollo procedimental, para lo cual al
instructor sumariante se le debiera exigir
que los pondere en el desenvolvimiento
de su actividad, y al nivel de supervisión,
para que cumpla con el debido contralor,
en forma concomitante a la sustanciación,
y así poder introducir las correcciones,
redireccionar posibles cambios de las líneas
investigativas cuando los casos así los su-
gieran y la situación lo aconseje, y evitar la
influencia de factores políticos y culturales
que atenten contra lo objetividad e impar-
cialidad de los hechos que se investigan.
V. El sumario administrativo.
Toda sanción disciplinaria que tenga ori-
gen en un sumario administrativo donde
se acredite la existencia de falta adminis-
trativa por parte de un agente de la Admi-
nistración pública provincial, deberá apli-
carse por resolución fundada que conten-
ga la clara exposición de los hechos y la
25
indicación de las causas determinantes de
la medida. Debe tratarse de una decisión
que tenga en cuenta las pruebas, los ale-
gatos y las constancias de la causa.
La resolución fundada es una garantía sus-
tancial que no puede faltar en el acto admi-
nistrativo sancionatorio ya que es el funda-
mento del mismo.
La instrucción del sumario podrá ser pedi-
da por cualquiera de los titulares de una
unidad orgánica aprobada por estructura y
será ordenada por una autoridad de jerar-
quía no inferior a Director Provincial o
General con jurisdicción sobre el lugar o
dependencia donde hubiere ocurrido el he-
cho, será sustanciada por intermedio de la
dependencia donde hubiere ocurrido el he-
cho y por intermedio de la dependencia del
organismo central de administración del
personal a la cual se asigne competencia
específica para conocer en tales causas.
La Orden de Sumario: es aquel acto ad-
ministrativo que dispone la instrucción. Tal
acto debe contener en forma clara y preci-
sa la mención de los hechos a investigar y
la individualización del o los agentes pre-
suntamente involucrados.
La orden de sumario es irrecurrible. No
obstante, deberá notificarse en los casos
en que hubiere agentes individualizados
en la misma.
Los Plazos sumariales son perentorios y
prorrogables: Los sumarios administrati-
vos deberán ser concluidos en el plazo de
sesenta (60) días; el Director de Sumarios
a petición del Instructor Sumariante po-
drá prorrogar ese plazo cuando las circuns-
tancias así lo aconsejen. Dicho plazo co-
mienza a correr a partir de la fecha en que
el Instructor designado recibe las actua-
ciones no pudiendo exceder de diez (10)
días desde su designación.
26 SECCIÓN DOCTRINA
Los plazos se interrumpen cuando las ac-
tuaciones sumariales deban ser remitidas
a autoridades administrativas o judiciales,
que en cumplimiento de prerrogativas o
deberes establecidos por la ley y debida-
mente justificados soliciten su remisión.
Los plazos se suspenden cuando median-
te razones justificadas por el lapso en que
éstas se prolongaren, con intervención del
Director de Sumarios.
Las actuaciones sumariales se harán por
escrito, utilizándose preferentemente la
escritura a máquina.
De las diligencias que se practiquen se le-
vantará acta o certificación, con indicación
del lugar y fecha, la que será firmada por
todas las personas que hayan intervenido
en ella.
La garantía o el derecho que toda persona
tiene de ser juzgada en un tiempo razona-
ble encuentra su origen en el Artículo 15
de la Constitución de la Provincia de Bue-
nos Aires “La Provincia asegura la tutela
judicial continua y efectiva, el acceso irres-
tricto a la justicia, la gratuidad de los trá-
mites y la asistencia letrada de quienes
carezcan de recursos suficientes y la in-
violabilidad de la defensa de la persona y
de los derechos en todo procedimiento
administrativo o judicial.
Las causas deberán decidirse en tiempo
razonable. El retardo en dictar sentencia y
las dilaciones indebidas cuando sean rei-
teradas, constituyen falta grave”.
Notificaciones, Citaciones y Emplaza-
mientos: Deberán ser notificadas las si-
guientes providencias:
1. Las que dispongan el otorgamiento de
las vistas legales.
2. La que provee prueba de descargo.
Rap Bs. As. (51-52)
3. Las que fijen prueba de testigos de car-
go y de descargo.
4. Las que denieguen peticiones.
5. Las intimaciones.
Las restantes providencias sólo serán no-
tificadas si, a criterio del Instructor, la fal-
ta de ese requisito pudiera afectar el “de-
recho de defensa”.
Los medios de notificación establecidos
en la ley son: personalmente, por cédula,
por telegrama colacionado y preferente-
mente por carta documento.
Los Medios de Prueba: En los medios de
prueba es fundamental el cumplimiento de
“las garantías constitucionales”, debiendo
principalmente garantizar el debido pro-
ceso adjetivo.
Hay que diferenciar necesariamente la
prueba de cargo de la prueba de descar-
go, ya que en la prueba de cargo opera un
instituto muy particular en materia disci-
plinaria que es “el secreto de sumario”.
Algunos autores como Gordillo5 conside-
ran la inconstitucionalidad del secreto de
sumario ya que los posibles imputados o
los sospechosos no pueden controlar los
actos probatorios durante esta etapa.
Pero otros autores como Bezzi6 lo consi-
deran necesario para la eficacia y la obje-
tividad del Instructor, siendo que luego
sigue la prueba de descargo, o bien el es-
crito de descargo sin ofrecimiento de la
prueba, y los alegatos que hacen a la ga-
5
Gordillo, Agustín, “Procedimiento y recursos ad-
ministrativos”. 2da. Edición p. 72 y sigs.
6
Bezzi, Osvaldo Máximo, “El poder disciplinario
de la Administración Pública: naturaleza, procedi-
miento y control jurisdiccional” (Revista del Cole-
gio de Abogados de La Plata, 1982).
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
rantía de la defensa en juicio (criterio que
es compartido).
Gordillo7, en ediciones posteriores a su
obra citada, sostiene que el particular tie-
ne derecho a efectuar el control de toda la
producción de la prueba, salvo que exista
norma expresa que disponga el secreto de
parte de ella como ocurre en los sumarios
administrativos mientras se confecciona la
prueba de cargo y siempre que tal restric-
ción sea razonable pues de lo contrario
sería inconstitucional.
Una vez concluida la prueba de cargo que
es ordenada, ofrecida y producida bajo el
secreto de sumario por el instructor suma-
riante, éste deberá disponer el levanta-
miento de este secreto y dará traslado para
que proceda el descargo.
Si a juicio del Instructor se encontrare
acreditada la comisión de falta adminis-
trativa e individualizados los autores, pro-
cederá a dictarse el Auto de Imputación,
el que deberá contener una exposición me-
tódica de los hechos relacionándolos
con las pruebas agregadas al expediente; la
participación que en ellos tuvo cada uno de
los imputados mencionando claramente sus
nombres y apellidos completos; las circuns-
tancias atenuantes y agravantes que pue-
dan modificar la responsabilidad de los
imputados basadas en valoraciones compro-
badas o no de la existencia de la falta.
En su parte dispositiva contendrá el en-
cuadramiento legal que corresponda a los
hechos relacionados y a la sanción disci-
plinaria que estime aplicable, el otorga-
7
Gordillo, Agustín, Tratado de Derecho Adminis-
trativo. Tomo 4. “El Procedimiento Administrati-
vo”. Capítulo IV “Vistas y Traslados”, 8ª edición,
Buenos Aires, 2004.
27
miento de traslado para descargo y ofreci-
miento de la prueba a los imputados.
El auto de imputación es un acto irrecu-
rrible, sin perjuicio de la disconformidad
que pueda manifestar el inculpado. No
existiendo a criterio del Instructor elemen-
tos de juicio suficientes para la prosecu-
ción de las actuaciones, propiciará el so-
breseimiento, elevándose las actuaciones
al Director de sumarios, quien si compar-
te el temperamento las remitirá a la Junta
de Disciplina con opinión fundada. Y si
no, le devolverá las actuaciones al Instruc-
tor ordenándole la sustanciación de las
medidas de pruebas que estime pertinen-
tes. Podrá disponer se dicte providencia
de imputación debiendo designar nuevo
Instructor.
Una vez que se haya dictado el auto de
imputación comienza la prueba de descar-
go, que es el ofrecimiento de prueba de
los imputados: la cual está a cargo del o
de los imputado/s que tendrán un plazo
individual, independiente de diez (10) días
para efectuar el escrito de descargo junto
con el cual propondrán las medidas de
prueba que crea oportunas para su defen-
sa y que comenzará a correr a partir del
día hábil siguiente en el que cada uno se
haya notificado de la vista.
La vista: es un derecho de los imputados
como parte de la garantía de la defensa en
todo procedimiento administrativo estipu-
lado en el Artículo 15 (Constitución de la
Provincia de Buenos Aires). El Instructor
tomará decisiones en materia probatoria
las cuales serán irrecurribles.
En este tema de “materia probatoria” se-
rán de aplicación supletoria las normas del
Código de Procedimiento Penal en cuan-
to no se oponga al Decreto Reglamentario
Nº 4.161/1996.
28 SECCIÓN DOCTRINA
Finalizada la prueba de descargo se dará
traslado de las actuaciones a cada imputa-
do para que presenten el alegato sobre el
mérito de la prueba producida en el plazo
de cinco (5) días.
Es en la valoración de toda la prueba
cuando debe tenerse en cuenta el Princi-
pio in dubio pro reo, es decir, que en caso
de duda debe estarse a favor del o de los
inculpado(s)/sumariado(s) decretándose
el sobreseimiento en las actuaciones ad-
ministrativas sumariales.
El Derecho a ser oído: Se lo protege en la
declaración del inculpado (llamada decla-
ración indagatoria) cuando se trate de un
agente comprendido en la orden de suma-
rio o si se tratare de un agente no mencio-
nado en la orden de sumario que pudiere
llegar a ser responsable del hecho investi-
gado o existiere estado de sospecha (se la
llama declaración informativa); en ambos
casos deberá constar el carácter de la de-
claración y las garantías constitucionales
y legales que lo amparan; tales son: la fal-
ta de promesa o juramento de decir ver-
dad; el derecho a negarse a declarar y la
inexistencia de presunción en su contra por
tal negativa. La oposición del indagado a
la suscripción del acta, se interpretará
como negativa a declarar.
En ambos casos el declarante puede ser
asistido por defensor letrado, el que sólo
podrá presenciar la audiencia sin faculta-
des para intervenir en ella.
La confesión del Sumariado será prueba
suficiente en su contra cuando reúna los
siguientes requisitos: sea hecha ante el
instructor designado para instruir el suma-
rio; no se preste a error evidente; que el
hecho confesado sea posible y verosímil
atendiendo a las circunstancias y condi-
ciones personales del sumariado; que re-
Rap Bs. As. (51-52)
caiga sobre hechos que el mismo conozca
por la evidencia de los sentidos, y no por
la inducción y que el hecho acreditado y
la confesión concuerde con sus circuns-
tancias y accidentes.
La confesión no puede ser dividida en per-
juicio del causante.
La declaración testimonial podrá ser pres-
tada por toda persona mayor de doce (12)
años; los menores de esa edad podrán ser
oídos por causas debidamente fundadas al
sólo efecto de esclarecer los hechos. Los
testigos serán interrogados separadamente.
La declaración testimonial se presta con
juramento de decir verdad y los testigos
indicarán si les comprenden las generales
de la ley, es decir, si conocen al imputado,
si es pariente, en qué grado, amigo o ene-
migo, acreedor o deudor, y si le compren-
den algunos de los otros impedimentos que
se le harán conocer, entre ellos, su interés
en el resultado del sumario.
Las preguntas deben ser claras y precisas
y no podrán formularse en forma capcio-
sa sugestiva o hiriente.
En el acto se procurará asentar las mis-
mas palabras y expresiones vertidas por
el declarante, quién deberá dar razón de
sus dichos.
En ningún caso se testará lo escrito.
En el careo se dará lectura a los careados
de las partes de sus respectivas declara-
ciones que se consideren contradictorias
entre sí, pudiendo los careados solicitar la
lectura íntegra de lo declarado.
En el careo entre el inculpado se verifica-
rá en la misma forma, pero sin recibirle
juramento de decir verdad.
La prueba pericial admite el nombramien-
to de un solo perito por cada rama del arte,
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
técnica, ciencia o industria. Excepcional-
mente podrá aumentarse su número, que
en ningún caso excederá de tres (3) cuan-
do la complejidad de los hechos lo haga
procedente.
Las pericias se confiarán a los agentes de
la Administración pública provincial, aun
cuando no estuvieran comprendidos en la
Ley Nº 10.430 y sus modificatorias, que
tengan título en la ciencia, arte o industria
a que corresponda el hecho sobre el cual
deben expedirse, siempre que la profesión
relativa a la ciencia, arte o industria esté
reglamentada. Si no lo estuviere, se po-
drán designar personas entendidas aunque
no tuvieren título.
Los agentes de la Administración deberán
efectuar la pericia como si se tratara de
una obligación inherente al cargo.
Cuando la Administración pública no con-
tase con profesionales o expertos en la
ciencia, arte o industria a que correspon-
da el hecho a investigarse, excepcional-
mente podrá recabarse al Poder Judicial la
designación de un perito de la Dirección
General de Asesoría Pericial y si tampoco
contaren con un profesional en la especia-
lidad, podrá requerirse la designación a or-
ganismos o reparticiones nacionales.
La Administración se hará cargo de los
costos que demande la pericia.
Las causales de recusación y excusación
previstas para los instructores serán de
aplicación para los peritos designados.
(Art. 92 D. R. 4.161/1996 XVII, XVIII,
XIX, y XX Recusación y Excusación).
La prueba documental se agregará al ex-
pediente siempre que se presente durante
su instrucción y que tenga relación con el
sumario.
29
Los documentos que estén fuera de la ju-
risdicción del instructor podrán ser com-
pulsados en el lugar en que se encuentren
y en caso necesario se extraerá copia tes-
timoniada de los mismos.
Los documentos privados tienen un trata-
miento especial; podrán ser sometidos a
reconocimiento de aquellos a quienes per-
tenecieran.
Los organismos de la Administración es-
tán obligados a poner a disposición del
Instructor los documentos pudiendo expe-
dir copia testimoniada o ser secuestrado
en caso necesario por el Instructor.
La prueba informativa procederá si el
Instructor Sumariante requiere informes
mediante oficio para el esclarecimiento
de los hechos y sus circunstancias; no
resulta necesario para ello seguir la vía
jerárquica. Los organismos deberán con-
testarlos dentro de los dos (2) días de
recibido el oficio. Los organismos aje-
nos a la Administración pública provin-
cial deberán otorgar un plazo para que
el imputado que peticionó la prueba pue-
da proceder a diligenciarla en el plazo
de diez (10) días.
Es posible asimismo el reconocimiento,
esto es, la posibilidad de realizar una ins-
pección ocular para poder reconocer el
lugar, el Instructor deberá labrar un acta
detallando las circunstancias de interés
para la investigación.
Podrá también confeccionar plano y cro-
quis; tomar fotografías y recoger las prue-
bas que encontrare en el lugar. Los incul-
pados pueden concurrir con sus represen-
tantes o letrados y formular las observa-
ciones pertinentes de las que se dejará
constancia en el acta.
30 SECCIÓN DOCTRINA
VI. El cierre del sumario administrativo.
Siguiendo con el procedimiento adminis-
trativo sumarial y habiendo ya analizado
las garantías constitucionales que deben
ampararse en la etapa probatoria, pasare-
mos a analizar el cierre del sumario que será
decretado por el instructor sumariante cuan-
do el imputado no hubiera presentado el
descargo y se haya dado por decaído el ejer-
cicio de ese derecho; cuando presente des-
cargo y no ofrezca prueba a producir y/o
cuando haya alegado sobre el mérito de la
prueba de descargo o se le haya dado por
decaído el ejercicio de ese derecho.
Intervendrá, y así lo determina la ley, la
Junta de Disciplina que se expedirá sobre
las conclusiones del sumario, no podrá dic-
tarse resolución final sin su intervención.
La Junta de Disciplina podrá expedirse en
los sumarios administrativos, previo al
dictado de la resolución aconsejando la
sanción a aplicar si hubiere motivo para
ello, expedirse en los supuestos de solici-
tudes de rehabilitación y en los casos en
que se requiera su intervención por la
autoridad competente. Asimismo, deberá
expedirse en el plazo de diez (10) días.
Cumplido el mismo las actuaciones debe-
rán ser remitidas a la autoridad que orde-
nó la instrucción del sumario.
Cuando la falta imputada da lugar a la apli-
cación de sanción expulsiva deberá darse
intervención a la Asesoría General de Go-
bierno para que en el plazo de diez (10)
días expida dictamen al respecto. Sola-
mente se requerirá la intervención de la
Fiscalía de Estado cuando de modo direc-
to existan intereses fiscales afectados, la
que deberá expedirse dentro del mismo
plazo. Ambos organismos podrán recabar
medidas ampliatorias.
Rap Bs. As. (51-52)
Los dictámenes en ningún caso serán vin-
culantes u obligatorios para la autoridad
que habrá de dictar el acto administrativo
final, pero para apartarse de ellos se debe-
rán dar los fundamentos de hecho y de
derecho que así lo indiquen.
VII. Las sanciones disciplinarias.
Las sanciones disciplinarias serán de or-
den correctivo o expulsivo conforme la
índole de la falta cometida. Las sanciones
se encuentran taxativamente enumeradas;
de acuerdo al tipo de falta será la sanción
a aplicar.
El Artículo 81 de la Ley Nº 10.430 esta-
blece los tipos de sanción que serán de
apercibimiento o suspensión de hasta se-
senta (60) días corridos, cesantía o exone-
ración.
La sanción de suspensión será cumplida
sin prestación de servicios y tendrá efec-
tos a partir de la fecha en que se firme la
resolución respectiva. El agente será noti-
ficado de la sanción impuesta en su lugar
de trabajo, si no se encontrare prestando
servicios por causas previstas en la ley, se
la notificará el día en que se reintegre a su
tarea.
El Artículo 82 de la Ley Nº 10.430 esta-
blece las causales de sanciones correcti-
vas siendo las mismas: el incumplimiento
reiterado del horario fijado por las leyes y
reglamentos; inasistencias injustificadas
que no excedan de diez días discontinuos
en el lapso de doce (12) meses inmediatos
anteriores y siempre que no configuren
abandono de servicio. La reglamentación
podrá determinar los términos, forma y
condiciones de las sanciones que corres-
pondan al agente que incurra en inasisten-
cias sin justificar.
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
La falta de respeto a los superiores, igua-
les, subordinados o al público. Negligen-
cia en el cumplimiento de sus tareas o fun-
ciones. Incumplimiento de los deberes
determinados en el Artículo 78 o quebran-
tamiento de las prohibiciones establecidas
en el Artículo 79, salvo que por su magni-
tud y gravedad deban ser encuadradas bajo
las figuras de cesantía o exoneración.
El Artículo 83 determina las causales de
cesantía que serán: el abandono de servi-
cio sin causa justificada, las faltas reitera-
das en el cumplimiento de sus tareas o falta
grave respecto a los superiores, iguales su-
bordinados o al público; inconducta noto-
ria; incumplimiento de los deberes deter-
minados en el Artículo 78 o quebrantamien-
to de las prohibiciones establecidas en el
Artículo 79 por la magnitud y gravedad de
la falta así correspondiera.
El incumplimiento intencional de órdenes
legal y fehacientemente impartidas; las
inasistencias injustificadas que no exce-
dan de diez días discontinuos, en los lap-
sos de doce meses inmediatos anteriores;
el concurso civil o quiebra no casual, sal-
vo caso debidamente justificado por la
autoridad administrativa, dan lugar tam-
bién a este tipo de sanción.
El Artículo 84 establece las causales de
exoneración, éstas son: la falta grave que
perjudique material o éticamente a la
Administración; sentencia condenatoria
dictada contra el agente como autor, cóm-
plice o encubridor por delito contra la ad-
ministración o delito grave de carácter
doloso de acuerdo al Código Penal; las
previstas en las leyes especiales; la pérdi-
da de la nacionalidad, conforme a las le-
yes que reglan la materia; la imposición
de pena principal o accesoria de inhabili-
tación absoluta o especial para la función
pública.
31
El abandono de cargo está estipulado en
el Artículo 85 de la Ley Nº 10.430 para el
agente que incurra en tres (3) inasisten-
cias consecutivas sin previo aviso y pre-
via intimación fehaciente por el cual se
decretará su cesantía sin sustanciación de
sumario. Salvo los casos en que establece
la suspensión: de cinco (5) días por tres
(3) inasistencias sin justificar en el térmi-
no entre la primera y la tercera de tres-
cientos sesenta y cinco (365) días, de quin-
ce o treinta días también en el término de
hasta trescientos sesenta y cinco días re-
gistradas en un plazo de dos años a contar
desde la última suspensión. Y en caso de
tres inasistencias, en el término de hasta
trescientos sesenta y cinco días entre la
primera y la tercera registradas en un lap-
so de hasta dos años a contar de la última
que motivó la suspensión de treinta días
se aplicará la cesantía.
Se le dará al agente un plazo de cinco días
para que formule descargo, previo a la re-
solución que deberá adoptar la autoridad
que corresponda.
Las sanciones disciplinarias se comunican
a otros cargos públicos, el Artículo 101 del
Estatuto del empleado público así lo esta-
blece: “[…] el agente que tenga dos o más
cargos y fuera objeto de sanción discipli-
naria expulsiva en alguno de ellos, cesará
sin sumario en los demás”.
Las autoridades competentes para aplicar
las sanciones disciplinarias, de acuerdo al
Artículo 99 de la Ley Nº 10.430 son:
1. El Poder Ejecutivo, las expulsivas.
2. Los Ministros, Secretarios, Subsecreta-
rios, Directores Generales o Provinciales
y demás funcionarios con idéntico rango
a los enumerados, las correctivas.
32 SECCIÓN DOCTRINA
3. Los Directores, o sus equivalentes, las
correctivas limitándose la suspensión hasta
un máximo de diez días.
El acto administrativo final deberá ser dic-
tado por la autoridad competente la que
deberá en el plazo de cinco (5) días de re-
cibidas las actuaciones resolver:
• Sancionar al o a los imputados.
• Absolver al o a los imputados.
• Sobreseer en el sumario al o a los impu-
tados.
• Declarar extinguida la potestad discipli-
naria de la Administración por alguna de
las causales previstas.
La resolución definitiva deberá indicar la
norma legal aplicable.
Para el análisis del caso se aplicará el prin-
cipio de las libres convicciones razonadas.
La decisión deberá fundarse en la valora-
ción de las pruebas esenciales y decisivas,
sin estar obligada la autoridad administra-
tiva competente a hacer mérito de toda la
prueba producida, pero debiendo tenerla
presente en su totalidad; podrá requerir la
producción de nuevas medidas probatorias
ampliatorias.
Cuando la Dirección de Sumarios, la Jun-
ta de Disciplina, la Asesoría General de
Gobierno y la Fiscalía de Estado coinci-
dan en aconsejar una medida expulsiva,
deberá mediar decreto del Poder Ejecuti-
vo para el caso de disponerse la aplica-
ción de una sanción más benigna.
Asimismo, deberá dictarse decreto del Po-
der Ejecutivo cuando exista uniformidad de
criterio de los organismos consultivos y el
acto resolutivo se aparte de los mismos.
El sobreseimiento será dictado cuando no
exista auto de imputación, sea con rela-
Rap Bs. As. (51-52)
ción al sumario o a los sumariados. Es
decir, cuando no existan elementos de jui-
cio suficientes.
VIII. La extinción de la potestad disci-
plinaria.
El poder disciplinario de la Administra-
ción pública se puede extinguir por las
causas que determina el Artículo 90 de la
Ley Nº 10.430:
1. Por fallecimiento del responsable, cam-
biando de esta manera la causa de cese y
que es concordante con lo establecido en
el Artículo 100 inciso d) de la ley cuando
las actuaciones llegan a la autoridad com-
petente para aplicar la sanción disciplina-
ria. La autoridad deberá declarar extingui-
da la potestad disciplinaria (por ser una
causal prevista).
2. Por la desvinculación del agente con la
Administración, salvo que la sanción pue-
da modificar las causas del cese.
3. Por efectos del transcurso del tiempo en
relación con los hechos que se le imputan
conforme a los plazos de prescripción que
la ley regula; la reglamentación de la ley es
la que establecerá las causales de interrup-
ción y suspensión de la prescripción.
IX. Etapa recursiva
Los recursos para atacar los actos admi-
nistrativos definitivos que impongan san-
ciones disciplinarias están estipulados en
el Artículo 104 de la Ley Nº 10.430 “Con-
tra los actos administrativos que impon-
gan sanciones disciplinarias, el sanciona-
do podrá interponer recurso de revocato-
ria, con el jerárquico en subsidio, ante el
mismo organismo que lo dictó, dentro del
término de los diez días siguientes al de
su notificación.
Rap Bs. As. (51-52) SECCIÓN DOCTRINA
El recurso deberá fundarse, debiendo re-
chazarse sin más trámite si se omitiera tal
requisito”. Los recursos funcionarán y se
interpondrán en forma autónoma uno del
otro a opción del interesado. El recurso
de revocatoria llevará implícito el jerár-
quico en subsidio. Rechazada la revoca-
toria se notificará al titular la denegatoria
y la concesión del recurso jerárquico. Re-
cibidas las actuaciones por el superior, se
notificará tal circunstancia, poniendo en
conocimiento del recurrente que podrá en
el plazo de cuarenta y ocho (48) horas
ampliar el recurso jerárquico con los ar-
gumentos de la revocatoria. La interposi-
ción del recurso de revocatoria fuera de
término hará caer también el recurso je-
rárquico. Si se opta en forma autónoma
por el recurso jerárquico, deberá interpo-
nérselo en los plazos y con las formalida-
des previstas para el de revocatoria.
X. Efectos de la interposición de recurso.
Cuando la sanción sea de carácter correc-
tiva, los recursos procederán siempre con
efecto suspensivo, por lo cual la autori-
dad de aplicación de la sanción no podrá
ejecutarla hasta tanto sea resuelto el re-
curso interpuesto.
En el caso de sanciones expulsivas será
facultativo del Poder Ejecutivo disponer
o no la suspensión de su aplicación cuan-
do mediare recurso contra la sanción. Re-
suelto el recurso a favor del causante será
resarcido laboral y económicamente por
el período de aplicación de la expulsión
(cese o exoneración), desde el momento
de su ejecución y hasta su reincorporación,
sin perjuicio del descuento del período de
suspensión que le correspondiere si en la
causa la sanción definitiva recayera en
suspensión.
33
XI. Conclusiones
El análisis desarrollado en el presente tra-
bajo procura dar cuenta de las garantías
constitucionales que deben servir de base
al ordenamiento jurídico y a todo proce-
dimiento que se encuentre normado por
leyes que hacen al interés público, y pro-
cura demostrar cómo estos principios fun-
damentales están reconocidos y plasma-
dos en la Ley Nº 10.430, atribuyéndole
contenido y dirección a todo el procedi-
miento administrativo disciplinario.
De resultas del análisis, se destaca enton-
ces como conclusión que el Derecho dis-
ciplinario es un derecho que posee base
constitucional y que reposa en la idea de
lograr una Administración pública provin-
cial responsable y ordenada hacia el bien
común, observando en sano equilibrio el
aseguramiento de los derechos y garantías
de los agentes públicos. Es por estos prin-
cipios y garantías que la institución públi-
ca logra ser una organización normada por
leyes del derecho administrativo.
La relación jurídica de empleo público
implica un conjunto de prerrogativas y
garantías subordinadas a las exigencias del
bien común, que el derecho administrati-
vo disciplinario no puede evadir, prevale-
ciendo la concepción de tutelar el interés
general de las personas ante la adminis-
tración pública, aunque naturalmente sin
desmedro del debido respeto por los dere-
chos y garantías de los agentes.
La función administrativa y la gestión pú-
blica tienen el deber de actuar conforme a
la ley, debiendo existir un control sobre el
obrar de la Administración y de sus fun-
cionarios, a cuyos efectos se norma el ré-
gimen disciplinario, institucionalizando el
logro de la seguridad jurídica y garanti-
34 SECCIÓN DOCTRINA
zando de esta manera el respeto y la ob-
servancia de las normas constitucionales.
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