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Violencia contra la mujer 1

UNIVERSIDAD NACIONAL SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS ESCUELA


PROFESIONAL DE OBSTETRICIA

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

CURSO: Medicina Legal

DOCENTE: Mag. Liliana De La Cruz

ESTUDIANTES:

• Mejia Silva Vanessa/ 171.1006.015


• Obregon Henostroza Leydi Argelida/ 171.1006.055
• Quiñones Anaya Ivette Kelly/ 171.1006.024
• Reyes Mendoza Rocio/ 171.1006.019
• Robles Castro Yuriko Margareth/ 151.1004.884
• Rodríguez García Verenise Leidy/ 171.1006.020

HUARAZ – PERÚ

2021

Violencia contra la mujer 2


ÍNDICE
RESUMEN...........................................................................................................................................4
ABSTRACT.........................................................................................................................................5
INTRODUCCIÓN...............................................................................................................................6
I.MARCO TÉORICO.........................................................................................................................8
1.1. Concepto.....................................................................................................................................8
1.3. Tipos...........................................................................................................................................8
1.3.1.Física....................................................................................................................................8
1.3.2.Psicológica............................................................................................................................8
1.3.3.Sexual...................................................................................................................................9
1.3.4.Económica............................................................................................................................9
1.4.Ciclo de violencia........................................................................................................................9
1.5.Consecuencias...........................................................................................................................10
II.INTERVENCIÓN MÉDICO-FORENSE....................................................................................11
2.1. Objetivos de la valoración médico-forense de la violencia.......................................................11
2.2. Protocolos sanitarios.................................................................................................................12
2.3. Metodología de la valoración médico-forense en los casos de violencia..................................13
2.4. Valoración de la situación.........................................................................................................13
2.6. Criterios de calidad del parte de lesiones..................................................................................18
2.7. Valoración integral forense.......................................................................................................20
2.8. Valoración de la documentación aportada................................................................................22
2.8.1. Reconocimiento del detenido.............................................................................................23
2.8.2. Reconocimiento de la víctima............................................................................................24
2.8.3. Actuación en agresiones sexuales......................................................................................25
2.8.4. Grado de compatibilidad....................................................................................................26
2.8.5. Valoración de la seguridad de la víctima...........................................................................27
2.9. Informe médico-forense............................................................................................................28
III. PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE LA MUJER EN EL ÁMBITO SANITARIO......29
3.1. Prevención de la violencia de género desde el ámbito sanitario................................................30
3.2. Protocolo común de actuación sanitaria en violencia de género...............................................31
3.2.1. Actuación en atención primaria-especializada...................................................................33
IV.DISCUSIÓN.................................................................................................................................34
CONCLUSIONES.............................................................................................................................36
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.............................................................................................37
ANEXOS............................................................................................................................................40

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RESUMEN

La violencia contra mujeres es una violación grave de los derechos humanos. Su impacto
puede ser inmediato como de largo alcance, e incluye múltiples consecuencias físicas,
sexuales, psicológicas, e incluso mortales, para mujeres y niñas. Afecta negativamente el
bienestar de las mujeres e impide su plena participación en la sociedad. Además de tener
consecuencias negativas para las mujeres, la violencia también impacta su familia,
comunidad y el país. Los altos costos asociados, que comprenden desde un aumento en
gastos de atención de salud y servicios jurídicos a pérdidas de productividad, impactan en
presupuestos públicos nacionales y representan un obstáculo al desarrollo. Ahora en la época
de pandemia este problema social ha ido empeorando por lo cual se hace necesario la
redacción del presente informe, que como futuros profesionales de salud es necesario saber
acerca de la prevención de esta situación.

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ABSTRACT

Violence against women is a serious violation of human rights. Its impact can be immediate
as well as far-reaching, and includes multiple physical, sexual, psychological, and even fatal
consequences for women and girls. It negatively affects the well-being of women and
prevents their full participation in society. In addition to having negative consequences for
women, violence also impacts their family, community and country. The high associated
costs, ranging from an increase in health care and legal services expenses to productivity
losses, impact national public budgets and represent an obstacle to development. Now, at the
time of the pandemic, this social problem has been worsening, which is why the writing of
this report is necessary, as future health professionals it is necessary to know about the
prevention of this situation.

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INTRODUCCIÓN

La violencia contra las mujeres es un problema de salud pública que representa una clara
vulneración a sus derechos humanos. Es una violencia ejercida por el solo hecho de ser
mujeres; no se trata de casos aislados, sino que constituye un fenómeno social, presente en la
sociedad actual sin distinción de razas, lugar geográfico, nivel cultural, religión, sistema
político o económico.

Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una de cada tres
(30%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia
sexual por terceros en algún momento de su vida. Se estima que, en todo el mundo, 87.000
mujeres fueron víctimas de feminicidios íntimos o familiares en el año 2017. Eso implica un
total de 137 mujeres cada día. Hay varios países en los que la incidencia de los asesinatos de
mujeres roza las cifras de pandemia. El Salvador y Honduras son los países que presentan
mayor prevalencia, aunque en números totales lo supera México o Brasil, según datos de
CEPAL recogidos en 2018. (1)

En Sudáfrica, según las últimas estadísticas de la policía, una mujer es asesinada cada tres
horas. Las autoridades sudafricanas habían registrado un aumento de la violencia contra las
mujeres, especialmente durante el período de confinamiento del 27 de marzo al 16 de abril.
(3)

En el 2020, las cifras de las mujeres asesinadas en cada uno de los países donde trabajamos
en el continente americano como Bolivia, donde en 2015 el 10% de las víctimas mortales de
la violencia de género eran menores de 18 años, 83 mujeres fueron asesinadas entre enero y
agosto de 2020. Durante la cuarentena hubo 53 casos y en Ecuador existe un informe
elaborado por varias organizaciones dentro de la plataforma Alianza Mapeo donde
identifican 748 mujeres asesinadas desde 2014 hasta marzo de 2020. (1)

Por otro lado, en el Perú, la Defensoría del Pueblo reconoce hasta octubre 100 casos de
feminicidios reconocidos oficialmente y otras 45 muertes violentas de mujeres que están en
estudio. A 23 días de que decretase el estado de emergencia, atendió más de 8000

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llamadas a través de la Línea 100, unas 360 llamadas cada día. Además, trasladó a 36
personas a hogares de refugio temporal y atendió a 43 mujeres víctimas de violencia
sexual, 27 de ellas más de la mitad eran niñas. Sin embargo, la acción de los gobiernos
locales también resulta indispensable y por mucha necesaria. (4)

La violencia contra la mujer debe ser priorizado especialmente en Arequipa, Ica, Junín,
Huánuco, San Martín, Madre de Dios y Áncash, regiones que aún se encuentran con las
mismas restricciones de los primeros meses de cuarentena. En ese sentido, las autoridades
deben prestar especial atención para garantizar velar por la integridad de las víctimas sin
dejar de adoptar medidas para prevenir el contagio de la COVID-19.

La prevención es la única manera de detener la violencia antes incluso de que ocurra.


Requiere un compromiso político, aplicar leyes que fomenten la igualdad de género, invertir
en organizaciones de mujeres y abordar las múltiples formas de discriminación a las que se
enfrentan las mujeres a diario.

El objetivo del presente informe es identificar los factores de riesgo de la violencia contra la
mujer, así como el proceder médico legal y sobre las lesiones, así como la prevención el
ámbito sanitario.

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I.MARCO TÉORICO

1.1. Concepto

La violencia contra la mujer es un problema de salud pública en nuestro país, el cual ha sido
subestimado hasta la actualidad. Más de la mitad de las mujeres en el Perú han sido víctimas
de algún tipo de violencia; pues la violencia ha estado presente en la mayoría de los
momentos de nuestras vidas, manifestándose en diversos aspectos tanto a nivel privado, como
lo es en la familia, o de manera pública, ya sea en el trabajo. (5)

1.2. Causas
-Uso del alcohol y sustancias psicoactivas (83.3%),
-Estrés económico (66.7%),
-Falta de comunicación en la pareja (50%),
-Pérdida de valores familiares (40%),
-Infidelidad (46.7%)

-Cambio de rol por parte de la mujer (66.6%). (6)

1.3. Tipos

1.3.1.Física

La violencia física es aquella acción generada de manera voluntaria y que por lo mismo
ocasiona daños no accidentales, utilizando la fuerza física o material (es decir, sirviéndose de
objetos) y que tiene como fin fundamental generar un impacto directo en el cuerpo y
consecuencias físicas tanto externas como internas. (7)

1.3.2.Psicológica

 Es un tipo de violencia que puede consistir en humillaciones, insultos, aislamientos,


amenazas de abandono, encierros en lugares inapropiados, celos y control excesivo, entre
otros. (7)

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1.3.3.Sexual

La violencia sexual se refiere a “acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una
persona sin su consentimiento o bajo coacción. Incluyen actos que no involucran penetración
o contacto físico alguno. Asimismo, se consideran tales la exposición a material pornográfico
y que vulneran el derecho de las personas a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual
o reproductiva, a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación. (7)

1.3.4.Económica

Es una forma de control y de manipulación que se puede producir en la relación de pareja y


que se muestra a través de la falta de libertad que el agresor ofrece a la víctima en la
realización de gastos necesarios para cubrir sus necesidades. (7)

1.4.Ciclo de violencia

Se ha logrado establecer que cuando la violencia contra la mujer es ejercida por su pareja, se
presenta a través de fases que tienden a generar un ciclo perpetuo de agresiones, que pueden
presentarse ya sea de manera continua o en períodos de tiempo separados entre sí. La
experiencia muestra que este ciclo parece atrapar a las mujeres en una red de violencia que no
les permite reaccionar para enfrentarla y superarla. (3)

El ciclo de la violencia tiene las siguientes fases:

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1.5.Consecuencias

La violencia contra la mujer conlleva a un mayor riesgo de tener una mala salud física y
reproductiva, mayor probabilidad de abusar del alcohol y las drogas, presentar disfunciones
sexuales, intentos de suicidio, estrés postraumático y trastornos del sistema nervioso central,
las mujeres que sufren tratos abusivos también tienen un peor funcionamiento social y salud
mental.

Las mujeres que han sido maltratadas físicamente presentan consecuencias graves para su
estado de salud: lesiones físicas como fracturas, lesiones abdominales o torácicas y
condiciones de salud crónicas, como los dolores permanentes y los trastornos
gastrointestinales. En los casos en los que se presenta maltrato sexual, la mujer tiene
problemas relacionados con su salud reproductiva: trastornos ginecológicos, enfermedad
pélvica inflamatoria, infecciones de transmisión sexual (en particular el VIH), embarazos no
deseados y malos resultados obstétricos.

Otras de las consecuencias ginecológicas son las hemorragias o infecciones vaginales, los
dolores pélvicos crónicos y las infecciones de las vías urinarias. El maltrato físico y sexual
conlleva de igual forma a la presencia de consecuencias psicológicas: depresión, mayor

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riesgo de estrés y trastornos de ansiedad, en particular los trastornos resultantes del estrés
postraumático. (6)

II.INTERVENCIÓN MÉDICO-FORENSE

2.1. Objetivos de la valoración médico-forense de la violencia

Los objetivos que debe cumplir la valoración médico-forense son:

1. Valoración de las lesiones físicas y psicológicas. El tipo de lesiones físicas es muy


variado, aunque en su mayoría se pueden agrupar en contusiones, cuyas
manifestaciones objetivas son hematomas, erosiones y heridas contusas, y es
fundamental establecer su mecanismo de producción.
2. Protección a la víctima: este objetivo está íntimamente relacionado con la valoración
del riesgo, que se tratará más adelante.
3. Protección de los hijos: en el caso de que, por resolución judicial, se establezca la
posibilidad de un régimen de visitas, será la UVFI la encargada de establecer,
primero, la conveniencia y, en segundo lugar, su metodología. En esta valoración el
papel del médico forense es fundamental. En estos casos se persigue proteger a los
hijos y por ello deben potenciarse los puntos de encuentro ya que, en ocasiones, un
mal régimen de visitas puede ser la causa de una nueva fuente de conflictos.
4. Valoración de la necesidad de tratamiento de las víctimas, sobre todo de tipo
psicológico, para derivarlas a unidades especializadas.
5. Establecer la posible necesidad de tratamiento en el caso de que el agresor presentara
algún tipo de enfermedad psiquiátrica o adicciones que hayan podido ser el origen del
acto agresivo.
6. Seguimiento periódico de las víctimas por parte de las UVFI, sobre todo para la
valoración de su seguridad y, en general, para la valoración de su nueva situación.
7. Establecer la posible disimulación o simulación de la denuncia: si la valoración de
estos aspectos en otros delitos ya es compleja, en el caso de la violencia de género
presenta aún mayor dificultad.
8. Creación de una base de datos epidemiológicos que pueda utilizarse para adoptar
medidas de protección, educacionales, etc. (6)

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2.2. Protocolos sanitarios

Recientemente se estudian iniciativas para protocolizar la exploración de las víctimas de la


violencia doméstica y mujer maltratada. La situación actual en las distintas autonomías no es
uniforme. En el diseño del protocolo intervinieron un médico forense, un médico del servicio
de urgencias y un psiquiatra. Este protocolo intenta recoger la máxima información dentro de
la máxima brevedad, ya que los servicios asistenciales que atienden en primer lugar a las
víctimas no pueden dedicar largo tiempo a rellenar extensos cuestionarios.

También, este presenta un gráfico para describir la topografía lesional, de interés forense,
además de lesiones físicas y psíquicas, incluye datos sobre antecedentes psiquiátricos y
adicciones. La mujer maltratada de hoy es una persona más joven que, por su parte, puede
presentar factores de riesgo que influyan en el hecho del maltrato como consumo de alcohol o
de psicótropos. Este protocolo sanitario se difundirá a centros hospitalarios y asistenciales, así
como a juzgados, en unión del protocolo para agresión sexual ya establecido y que fue
introducido por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. No obstante, ello no
evitará la exploración que el forense debe realizar como perito dentro del proceso legal.
Cuando sea factible, la exploración inicial de la víctima se realizará conjuntamente entre
médicos clínicos y forenses. En su caso, sería deseable la mayor celeridad posible, lo que no
siempre se consigue.

Con el mismo fin los Colegios de Médicos también están elaborando protocolos
interdisciplinarios, ya establecían que la introducción de un protocolo adecuado para la
detección del maltrato aumentaba el número de casos correctamente diagnosticados de un 7,7
a un 30%. Otra casuística concuerda con la elevación de las cifras de un 6 al 30% de
diagnósticos de maltrato, realizados en los servicios de urgencia de Estados Unidos cuando se
utilizan los protocolos. Los resultados de estas iniciativas deben valorarse en los próximos
tiempos, con datos que faciliten los procesos legales y estadísticas indicativas de la evolución
del proceso. (5)

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2.3. Metodología de la valoración médico-forense en los casos de violencia

La metodología a seguir puede dividirse en los siguientes apartados:

— Atestado policial: es un documento de vital importancia realizado por las Fuerzas y


Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) que debe dar cumplimiento al protocolo
establecido por la legislación. Para realizar nuestra valoración los elementos
fundamentales que, como mínimo, se debe recoger son:
 Fecha de producción de los hechos.
 Declaración de la víctima.
 Declaración del agresor.
 Declaración de los testigos.
 Antecedentes penales del agresor.
 Valoración del riesgo.
 Descripción del lugar donde se han producido los hechos.
 Información sobre si la víctima o el agresor se encontraban bajo los efectos de
alguna sustancia tóxica.
— Parte de lesiones de la víctima, que será detallado más adelante.
— Cualquier tipo de documentación médica, relativa a agresiones anteriores o al
seguimiento de tratamiento psiquiátrico.
— Parte de lesiones del agresor, en su caso.

Estos puntos, aunque de obligado cumplimiento, no siempre aparecen en el atestado, lo cual


dificulta no sólo la labor del médico forense, sino también la de la autoridad judicial. (6)

2.4. Valoración de la situación

Una vez que la mujer reconoce encontrarse en una situación de maltrato, o bien ante una alta
sospecha médica de situación, se debe llevar a cabo una valoración con una exploración
detallada de las lesiones y de su estado emocional, explicándole en todo momento las
exploraciones que se le van a practicar y la finalidad de estas. (8).
(Anexo1)
En este se recogen los distintos tipos de valoraciones que tienen lugar en el proceso:

a) Valoración biopsicosocial:

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- Lesiones y síntomas físicos

- Situación familiar

- Situación económica, laboral y ocupacional

- Red de apoyo social de la mujer - Situación emocional

b) Valoración de la situación de violencia:

- Tipo de violencia (física, psicológica, sexual), desde cuándo la sufre, frecuencia e


intensidad de esta.

- Comportamientos de la persona agresora a nivel familiar y social; si ha habido agresiones a


otras personas o familiares.

- Mecanismo de adaptación desarrollado por la mujer. - Fase del proceso de violencia en la


que se encuentra.

c) Valoración de la seguridad y el riesgo:

- Determinar si la mujer se encuentra o no en peligro extremo (9).

Esta valoración se hace juntamente con la mujer.

- Considerar la percepción de peligro por parte de la mujer, tanto para ella como para otros
miembros del entorno familiar.

- Criterio profesional tras la valoración conjunta (fundamentada en la entrevista y la


valoración biopsicosocial realizada) (10)

- Si se detecta una situación de peligro preguntar en relación con su seguridad en el


domicilio, si conoce el paradero del agresor, si existen familiares que conozcan la situación.

2.5.Actuación medicolegal en violencia

No cabe duda de que la violencia de género supone una situación legal de gran envergadura,
que se complica cuando la valoramos desde el enfoque médico. Un médico tiene la
responsabilidad legal de denunciar una situación de violencia de género que detecte en uno de
sus pacientes, comunicando al juzgado de violencia de género mediante el parte de lesiones e
informe médico, informando de su actuación previamente a la mujer. La información del
hecho a las autoridades judiciales permite poner en marcha las medidas legales dirigidas a la

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protección de la mujer y evitar que el delito quede impune. Sin incurrir en un delito de
violación del secreto profesional puesto que nos encontraríamos dentro de los supuestos en
los que el secreto profesional puede ser revelado. La emisión del parte de lesiones plantea a
veces a los profesionales sanitarios preocupación sobre los posibles efectos negativos
derivados de dicha actuación, especialmente en aquellos casos en que la mujer manifieste no
estar de acuerdo con ella (11).

En la toma de decisiones ante situaciones de maltrato, los profesionales sanitarios tienen una
serie de deberes éticos y legales que en ocasiones se enfrentan, y conjugar ambos es tarea
difícil, pese a la acción legal que hemos comentado en las líneas anteriores que han de
realizar, los sanitarios no pueden olvidar los principios básicos de la ética por los que se rige
su buena praxis, pero es obvio que tampoco pueden priorizarlos frente a obligaciones legales,
por lo que la combinación armoniosa de ambos debe ser el objetivo perseguido (12). Sin dejar
de lado la valoración individual, que será siempre el último recurso en la toma de decisiones.

2.5.1.1. Partes de lesiones en violencia de género


En materia de violencia de género, la principal acción legal que se debe tomar desde los
centros sanitarios es emitir un parte de lesiones que será enviado al Juzgado de Guardia para
poner en conocimiento de las autoridades un hecho que puede ser constitutivo de delito (13).
Se debe expedir un informe médico de lesiones, según modelo de Protocolo Común de
Actuación Sanitario ante violencia de género del que ya se ha hablado en capítulos anteriores.
En muchos de los centros sanitarios no se dispone del modelo estandarizado según protocolo,
por lo que se utilizan partes de lesiones comunes en los que habría que especificar que se
trata de una agresión realizada por la pareja o expareja, y señalar las lesiones cuidadosamente
mencionando todas las marcas que presente la víctima tanto las actuales, como las anteriores
y evolucionadas, que puedan ser sugerentes de episodios de maltrato previos. (Anexo 2)

A. Características especiales:
El parte de lesiones que se debe emitir en los casos de maltrato, según las directrices
del Protocolo Común de Actuación Sanitaria en Violencia de Género, es más amplio
que los usados comúnmente, sobre todo en cuanto a la descripción de las lesiones
físicas se refiere, debiendo describir éstas de una forma exhaustiva, señalando no sólo
el tipo de lesión, sino su evolución, forma, dimensiones, lo más detallado posible, de
forma que la labor pericial posterior del médico forense no se vea dificultada. Deberá

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hacerse especial mención al estado psíquico de la víctima, siendo importante describir
tanto los síntomas emocionales que presenta la mujer como la actitud de esta. No sólo
valorándolo en el momento agudo de estallido de violencia física, sino que el maltrato
psicológico puede reflejarse en síntomas de depresión, ansiedad, tendencias suicidas,
somatizaciones, síndrome de estrés postraumático. Está demostrado que el estado
emocional de cualquier persona que presente una lesión se encuentra alterado, pero su
actitud difiere. Ésta puede ser un gran indicador de lo sucedido, y de su estado
psíquico. Una mujer maltratada puede sentirse confusa, huidiza, inquieta, temerosa,
agresiva, vigilante, bloqueada, apática, inexpresiva... Siendo necesaria esta
información para realizar una valoración integral óptima. Es importante que no quepa
ninguna duda de que se trata de un caso de violencia de género, dejándolo claro en el
parte de lesiones. Ya que a la hora de remitir el parte al Juzgado pueda tramitar la
causa un juzgado con competencia en materia de violencia de género, y no se pierda
tiempo en burocracias si es mal clasificado. Es fundamental que se describa el
mecanismo causal de la agresión, para poder determinar la compatibilidad de las
lesiones. Y también describir si ha habido algún objeto que haya mediado en la
agresión.
Hay que reflejar tras una pequeña investigación con la entrevista de la mujer, si ha
sido un primer episodio de violencia, o si ha ocurrido en otras ocasiones. También si
ha habido otras personas que hayan sido objeto de la violencia como hijos o personas
dependientes a su cargo. Es recomendable la informatización del parte de lesiones, ya
que ello evitaría los inconvenientes de las letras ilegibles y la mala cumplimentación,
que, en ocasiones, impide conocer el alcance exacto de las lesiones, de las
exploraciones complementarias y otros datos de interés, ya que la valoración forense
puede llegar a realizarse varios días después y la lesión puede haber evolucionado
hacia la curación pudiendo no evidenciarse la gravedad de la agresión. Por tanto,
dificultaría la posterior evaluación pericial por parte del médico forense, y en
consecuencia la valoración por parte del juez.
B. Responsabilidad médica:
Antes de finalizar la consulta, se deberá informar a la víctima que, aunque no desee
presentar denuncia es obligatorio para el personal sanitario remitir este parte de
lesiones al juzgado correspondiente en caso de sospecha de violencia. Ya que es
responsabilidad del médico el emitir y enviar el parte de lesiones ante una situación de
maltrato (14). Esta obligación viene marcada por la Ley de Enjuiciamiento Criminal,

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por tanto, al no dar parte a la Justicia se puede incurrir en dos delitos: - Delito de
omisión del deber de perseguir delitos, que marca el artículo 408 del Código Penal «
La autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare
intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o
de sus responsables, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o
cargo público por tiempo de seis meses a dos años» - Delito de denegación de auxilio
a la Justicia, según el artículo 412 del Código Penal « El funcionario público que,
requerido por autoridad competente, no prestare el auxilio debido para la
Administración de Justicia u otro servicio público, incurrirá en las penas de multa de
tres a doce meses, y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a
dos años».
C. Actuación tras emisión de parte de lesiones:
De este informe se harán varias copias. Una se enviará al Juzgado competente en
Violencia sobre la Mujer o en su caso Juzgado de Guardia, y la otra se entregará a la
paciente, quedando el original en la historia clínica.
En el caso de que surjan dudas sobre si entregar en ese momento el informe médico a
la víctima, por sospechar que pudiera comprometer su seguridad, o bien no se entrega
el informe o bien se acordará con ella otra cita en que pueda recogerlo o a través de
quién. La notificación al juzgado debe ser por el medio más rápido posible,
normalmente escrito vía fax, y aunque la ley no establece ningún período, sí que se
recomienda en todas las guías y protocolos llevarlo a cabo a la mayor brevedad tras la
asistencia. En las circunstancias de mayor gravedad en las que se produzca la muerte,
o violación, se ha de notificar previamente de forma verbal ya sea por comunicación
directa con el Juzgado de Guardia, o poniéndolo en conocimiento de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado24. Éstos pueden personarse en el hospital también
con el fin de recoger la denuncia si la mujer así lo solicita, en el caso de que ésta
quede ingresada (15).
D. Tramitación posterior:
Una vez realizado el envío del parte de lesiones, a la autoridad judicial, tendrá lugar el
registro de entrada en el Decanato de los Juzgados. Posteriormente la tramitación de
la causa va a ser igual que si hubiera sido presentada una denuncia por la mujer o por
personas cercanas a la misma.
En el Decanato se determinará cuál será el Juzgado que estudiará el asunto teniendo
en cuenta, en primer lugar, la clase de Juzgado competente de acuerdo con la

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legislación vigente. Recibido el parte de lesiones, el Juez ordenará la incoación del
procedimiento penal (o lo unirá, si tuvo conocimiento previo de los hechos, al
procedimiento penal ya incoado) y acordará la práctica de diligencias de investigación
y, en su caso, la adopción de medidas de protección de la víctima.

2.6. Criterios de calidad del parte de lesiones

Los partes de lesiones pueden tener diferentes formatos y soportes, pero es necesario que
recojan una información mínima, para poder ser considerados óptimos. Uno de los objetivos
que se deberían perseguir, es que fueran muy sencillos y completos de forma que se facilitara
al máximo la labor del profesional médico que en ocasiones se ve desbordado por la situación
y la presión asistencial.

Los criterios de calidad que deben cumplir se recogen en el Protocolo Común de Actuación
Sanitaria en Violencia de Género y los datos mínimos que deben aparecer y que deberían
cumplimentarse independientemente del formato que tenga establecido cada CC.AA. en su
territorio, se describen a continuación.

• Datos del lugar de la asistencia y facultativo responsable

- Hospital/Centro de Salud/ Consultorio.

- Datos de la/el profesional que lo emite: Nombre y apellidos, número de colegiado.

- Fecha /hora de la atención.

• Datos de filiación de la víctima: - Nombre y Apellidos - DNI o NIE (N.º de identificación


de extranjería) - Edad y fecha de nacimiento - País origen - Estado Civil - Dirección,
Municipio (código postal) – Teléfono

• Tipo de agresión y lesiones sufridas en la misma:

- Tipo de violencia ejercida

- Uso de objetos en la agresión

- Estado psíquico y emocional

- Lesiones físicas que presenta: tipo, forma, dimensión, color y localización, para facilitar su
data o posible fecha de producción.

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• Otros datos clínicos

- Pruebas complementarias realizadas - Medidas terapéuticas - Pronóstico clínico.

• Datos relacionados con los hechos ocurridos que motivan la asistencia:


- Se reflejará cómo han ocurrido los hechos, utilizando si fuera posible, la misma descripción
que ha realizado la víctima.
- Dirección, lugar de la agresión, fecha y hora del incidente.
- Sospecha de que la causa de las lesiones sea distinta a la que refiere la mujer.
• Datos en relación con la situación de maltrato
- Reflejar si acude sola o acompañada, e indicar el nombre y parentesco/relación del
acompañante.
- Agresión puntual, primera vez o reiteración de malos tratos.
- Si las agresiones se vienen sufriendo desde hace tiempo, indicar desde cuándo y describir
las características de estas agresiones, el tipo, la frecuencia (a diario, semanal, mensual...), si
la intensidad de la violencia es cada vez mayor, si se ha realizado previamente alguna
denuncia, etc. y la evolución de estas.
- Otras personas que ha sufrido malos tratos en el mismo incidente o en otras ocasiones
- Señalar la existencia de testigos
• Recoger datos del supuesto agresor:
- Nombre y apellidos
- Relación/parentesco con la persona agresora
- Dirección o teléfono supuesto
• Señalar el plan de actuación que se llevará a cabo:
- Alta.
- Derivación a otras especialidades.
- Derivación a urgencias.
• Datos judiciales:
- Si se ha puesto o no en conocimiento del Juzgado telefónicamente, por correo o fax y si se
ha hecho, especificando cuando.
- Aspectos de seguridad y riesgo percibido por la mujer.
- Actitud de la mujer hacia la presentación de denuncia.

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2.7. Valoración integral forense

Estas unidades se crean en respuesta a la Ley Orgánica 1/ 2004, de 28 de diciembre, de


Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en cuya Disposición Adicional
Segunda relativa a protocolos de actuación señala:

«El Gobierno y las Comunidades Autónomas, que hayan asumido competencias en materia
de justicia, organizarán en el ámbito que a cada una le es propio los servicios forenses de
modo que cuenten con unidades de valoración forense integral encargadas de diseñar
protocolos de actuación global e integral en casos de violencia de género»

La creación de las UVFI responde a la necesidad de realizar un diagnóstico de la violencia


de género en base a unas situaciones e informaciones en ocasiones insuficientes y
desordenadas, dando lugar a una asistencia y respuesta específica y especializada, que sirve
de gran apoyo en materia judicial (16).

Dada la complejidad de este tipo de violencia, se considera necesaria la colaboración desde


distintos ámbitos de la investigación forense y por eso se creó la figura del “equipo forense”
formado por un Médico Forense, un Psicólogo y un Trabajador Social pudiendo dar de esta
forma una respuesta multidisciplinar.

A. Actuación pericial forense:


En estas unidades específicas, la respuesta forense va dirigida a construir un informe
pericial de alta calidad tanto en su base científica como metodológica, que pueda
responder a la petición que el juzgado considere necesaria en cada caso. Por lo que el
fin perseguido es auxiliar con su conocimiento específico a los operadores jurídicos
encargados de la valoración y la toma de decisiones, quienes, como instructores del
caso, serán los que decidan los aspectos probatorios que necesitan. El forense se
adaptará a la solicitud realizada en el procedimiento penal abierto, que puede ir
orientada a la búsqueda de determinados signos de agresión de unos hechos aislados,
y a la valoración específica de un aspecto determinado como pueden ser unas lesiones
físicas o psicológicas, un consumo de sustancias psicoactivas, un diagnóstico
psiquiátrico, un informe de imputabilidad o ir orientadas a hacer un estudio integral
forense para llegar a un diagnóstico de la violencia de género (17).

Violencia contra la mujer 20


B. Valoración integral forense:
La valoración integral forense se va a realizar en base a tres ejes:
- Eje I: Personas implicadas
- Eje II: Planos de valoración
- Eje III: Circunstancias y hechos
Eje I: No sólo se estudia a la mujer, sino que se realiza una valoración de todas las
personas implicadas en el acto de la violencia, la víctima, el agresor y los hijos de la
pareja. A diferencia de cuando se realiza una pericial aislada de las lesiones de la
víctima, o del estado psicológico del agresor, en el que sólo se estudia al sujeto objeto
del informe solicitado.
Eje II: Se realiza un estudio de las consecuencias de la situación en el plano físico,
psicológico y social. No se analiza sólo una parcela del problema, sino que el abordaje
es integral.
Eje III: Se estudia la situación valorando los efectos de las agresiones puntuales y de
la situación continuada de violencia.
La secuencia de valoración será la siguiente:
 Actuación inicial por el Médico Forense que realizará una valoración de
lesiones físicas de la persona agredida y realizará una búsqueda de indicadores
de riesgo e historia violenta para realizar la detección de una situación de
violencia.
 Si el resultado de la búsqueda es negativo, emitirá el informe de alta de
lesiones físicas y la del resultado negativo de detección que se ha llevado a
cabo.
 Si el resultado de detección es positivo, el médico forense comunicará al
Juzgado la conveniencia de intervención del resto de los miembros del equipo,
e informará, que la investigación forense no se podrá cumplimentar con
rapidez porque requerirá de más tiempo para llevar cabo una investigación
más prolongada.
 A partir de los resultados de la búsqueda de los indicadores de riesgo, cuyo
contenido permite discriminar diferentes aspectos susceptibles de ser
investigados, el Médico Forense:

Violencia contra la mujer 21


- Indicará la conveniencia de una valoración psicológica de los aspectos
relevantes de la persona agredida que realizará el Psicólogo del equipo
- Realizará una valoración forense del agresor sobre aquellos aspectos que
hayan surgido en la detección.
- Indicará la conveniencia de una valoración de los datos sociales relevantes de
la víctima y del agresor que llevará a cabo el Trabajador Social del equipo.
Cada uno de los profesionales del «equipo forense» emitirán dichos informes
centrándose en los aspectos que sean relevantes en el caso.
 Se realizará una sesión clínica de puesta en común de criterios de los
miembros aquellos aspectos que los mismos consideren relevantes y de
utilidad, como descripción del clima violento que existe, el riesgo de nuevas
agresiones o de muerte y las medidas que se aconsejan para proteger a la
víctima. El Trabajador Social contactará con la Oficina de Atención a la
Víctima para comunicar la respuesta de atención social que se haya
considerado idónea por el equipo.
C. Guía y manual de valoración integral forense de la violencia de género y
doméstica:
Fueron elaborados por el Ministerio de Justicia con el objeto de cumplir la norma en
relación con los protocolos de actuación, a los que se hacía referencia en la
Disposición Adicional Segunda, de la Ley 1/2004, a la que hemos hecho referencia en
las líneas anteriores. Esta norma estableció una obligación directa a la Medicina
Forense para diseñar un protocolo de actuación eficaz a través de guiones de trabajo
que permitieran responder de forma adecuada a los casos de violencia de género y
doméstica regulados en dicha Ley Orgánica. Basándose en la variabilidad de la
violencia de género, la guía establece una secuencia de respuestas forenses con el
objetivo de que se adapten a la complejidad y a las circunstancias específicas de cada
caso. Este protocolo se divide en dos partes:
- Una primera parte o guía: en la que se resume de forma breve las características
especiales de este tipo de violencia, el objetivo del material y el esquema del trabajo
forense.
- Una segunda parte o manual: más extenso, que da cuerpo a la guía. En la que se
señalan detalladamente los pasos de la respuesta forense, en cada caso específico, con
el fin de conseguir una buena actuación. (17)

Violencia contra la mujer 22


2.8. Valoración de la documentación aportada

Atestado policial: es un documento de vital importancia realizado por las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado (FCSE) que debe dar cumplimiento al protocolo establecido por la
legislación. Para realizar nuestra valoración los elementos fundamentales que, como mínimo,
se debe recoger son (18):

 Fecha de producción de los hechos.


 Declaración de la víctima.
 Declaración del agresor.
 Declaración de los testigos.
 Antecedentes penales del agresor.
 Valoración del riesgo.
 Descripción del lugar donde se han producido los hechos.
 Información sobre si la víctima o el agresor se encontraban bajo los efectos de alguna
sustancia tóxica.
 Parte de lesiones de la víctima, que será detallado más adelante.
 Cualquier tipo de documentación médica, relativa a agresiones anteriores o al
seguimiento de tratamiento psiquiátrico.
 Parte de lesiones del agresor, en su caso. Estos puntos, aunque de obligado
cumplimiento, no siempre aparecen en el atestado, lo cual dificulta no sólo la labor
del médico forense, sino también la de la autoridad judicial.

2.8.1. Reconocimiento del detenido

Información sobre enfermedades previas tanto físicas como psíquicas y posibles terapias que
precise.

 Información sobre el consumo de drogas, haciendo hincapié en el tipo de droga, el


hábito de consumo y si durante la agresión podía estar bajo los efectos de alguna
sustancia tóxica.
 Existencia de lesiones que refiera como originadas por la pareja denunciante. En
este punto es básico que consten la fecha de producción y su mecanismo, la
dinámica de la agresión, etc. Esta información será útil para valorar la veracidad del

Violencia contra la mujer 23


hecho agresivo denunciado, así como para establecer la valoración médico-forense
propiamente dicha de estas lesiones.
 Descripción de cómo ocurrieron los hechos que se denuncian.
 Valoración psiquiátrica, de vital importancia para establecer el riesgo de la víctima.

2.8.2. Reconocimiento de la víctima

Se solicitará a la mujer durante el reconocimiento algunos detalles


fundamentales para la realización del informe:

 Fecha o fechas en las que se produjeron las agresiones. Este dato es


extraordinariamente útil para conocer la habitualidad de las agresiones y para
calcular, de la forma más aproximada posible, el periodo evolutivo de las
lesiones que se objetiven y su posible concordancia o no con lo relatado.
 Tipo de maltrato: debe pedirse a la víctima que nos relate el maltrato con todo
tipo de detalles, que evite expresiones genéricas y que refleje lo más fielmente
posible las acciones que se hayan producido.
 Medios utilizados: armas, objetos, manos, pies, etc. Este aspecto, sumado al
anterior, es clave para establecer el grado de compatibilidad pericial de
causalidad entre dicho relato y las lesiones físicas o psíquicas que se observen.
 Estado de salud como enfermedades o tratamientos médicos tanto previos
como actuales.
 Si el maltrato se ha producido en presencia de menores.
 Si algún otro miembro de la unidad familiar ha sido objeto igualmente de
maltratos por el denunciado. Este dato y el anterior serán de interés para los
casos en que se estime la necesidad de una valoración pericial más profunda
por la UVFI.
 Situación laboral y económica de la víctima, ya que puede estar en relación
con una actitud de miedo o incluso de la intención de retirar la denuncia.
 Exploración física propiamente dicha: se establecerán con precisión y
exactitud todas las lesiones y daños sufridos, incluidos tamaño, localización,
número, estadio evolutivo, si son heridas, quemaduras, contusiones,
mordeduras, etc. Hay que fotografiar estas lesiones con el mayor detalle
posible y compararlas con las recogidas en el parte de lesiones del centro

Violencia contra la mujer 24


sanitario. Así, esta comparación puede ofrecer información sobre la evolución
de las lesiones y posibles simulación o disimulación. En el caso de la
valoración médico-forense de agresiones sexuales, debe seguirse el protocolo
establecido. La experiencia apunta la conveniencia de que fuera el mismo
médico forense quien realizara la valoración de la agresión sexual y del
maltrato. Esta opinión es aplicable también en el caso de muertes.
 Exploración psiquiátrica: en algunos casos, será necesario realizar pruebas
psicométricas. (18)

2.8.3. Actuación en agresiones sexuales

La actuación ante agresiones sexuales tiene determinadas particularidades que


justifican su abordaje como entidad independiente de maltrato.

La violencia sexual contra las mujeres puede ser ejercida por su pareja o por otros
hombres. La mayoría de las veces las mujeres consultan y denuncian cuando el
agresor no es la pareja, cuando es ésta la que interviene, la violencia sexual suele
permanecer oculta, y es muy difícil detectarla (Mullen, 1988). (19)

Ante una situación de agresión sexual que solicita valoración en un centro de


Atención Primaria o en otro dispositivo sanitario que no sea hospitalario, el personal
sanitario deberá remitir a la víctima lo más rápido posible y en ambulancia al hospital
más cercano, sin que medien lavados ni cambios de ropa. La excepción sería en los
supuestos de gravedad o riesgo vital, en lo que prima es la asistencia sanitaria. Una
vez en el hospital se deberá crear un clima de confianza y confidencialidad, que
propicie la comunicación. Es importante mantener a la víctima informada de todas las
pruebas y exploraciones que se le van a realizar, explicándole los distintos
procedimientos (19). (Anexo 3)

De entre los procedimientos que se llevan a cabo, la exploración ginecológica y el


médico forense son las que crean más impacto psicológico, y puesto que por
imperativo legal debe ser realizada por dos médicos, ginecólogo y forense, se
recomienda que esta exploración sea realizada en un mismo acto, evitando así a la
mujer repetir tan desagradable situación. Por ello es necesaria la comunicación
inmediata por vía telefónica con el Juzgado de Guardia, que acordará la asistencia

Violencia contra la mujer 25


forense, para que los reconocimientos médicos se realicen de manera simultánea y
coordinada, realizando también la recogida de muestras de interés legal. (18)

Las actuaciones que deberán realizarse tanto desde la medicina clínica, como desde la
medicina forense, Entre las muestras de interés legal que deben recogerse se
encuentran (Guía Valoración Integral Forense, 2005):

 Tomas vaginales (o anal o bucal) con hisopos secos y estériles para


investigación de esperma. Se guardarán en sus fundas sin incluirlos en ningún
conservante, se mantendrán refrigerados (4- 8ºC), y se rotularán.
Se recomienda hacer la toma con, mínimo dos hisopos.

 Lavado vaginal (o anal o bucal) con 10cc de suero fisiológico estéril para la
recogida de posibles restos de semen. El lavado se recogerá en un tubo estéril
apropiado que pueda cerrarse herméticamente y se rotulará. Se mantendrá
refrigerado (4-8 °C). El lavado vaginal será posterior a la toma de muestras
para el cribado de infecciones de transmisión sexual.
 Ropas de la paciente relacionadas con la supuesta agresión, colocando cada
prenda en bolsa independiente y rotulada.
 Tomas de hisopo humedecidas en suero fisiológico en los casos de agresión
anal u oral, de las correspondientes cavidades colocando en tubo el hisopo,
para sellar y rotular.
 Recortes de limpieza de uñas (posible piel del agresor).
 Peinado púbico de la mujer agredida (posible vello del agresor).
Desde el servicio hospitalario tras la actuación se tendrá que enviar el parte de
lesiones e informe médico al juzgado de guardia. (19)

2.8.4. Grado de compatibilidad

Según todo lo anterior, el médico forense deberá indicar en su informe si lo observado


por él es compatible o no con los hechos denunciados y relatados por la víctima. La
realización de tal pericia no supone la demostración del hecho, sino sólo una
conclusión fundamentada científicamente en términos de probabilidad y con la
precaución establecida de la complejidad y variabilidad del caso. (18)

Violencia contra la mujer 26


2.8.5. Valoración de la seguridad de la víctima

Debe ser un objetivo fundamental de la valoración médico forense de violencia de


género establecer la posibilidad de nuevas agresiones con el fi n de facilitar al juez los
elementos necesarios para que pueda adoptar las medidas de protección adecuadas. Esta
valoración de riesgo la vienen realizando las FCSE, según la Instrucción 10/ 2007 de la
Secretaría de Estado de Seguridad modificada por la Instrucción. N.º 5/ 2008 de esa
secretaría.

El riesgo se puede valorar en dos momentos diferentes, durante la guardia del juzgado
de violencia sobre la mujer o en un momento posterior por parte de la UVFI en los
casos en que se solicite.

A nuestro juicio, esa valoración se debe hacer durante la guardia, ya que es en ese
momento cuando se debe detectar la posibilidad de que la víctima sufra nuevas
agresiones. El inconveniente es el poco tiempo del que se dispone para realizar esa
valoración. (18)

De cualquier manera, hay una serie de elementos que tener en cuenta a la hora de
decidir ciertas medidas de protección, por lo menos en un primer momento hasta que
se pueda hacer una valoración más profunda:

 Gravedad de las lesiones.


 Mecanismo de producción de las lesiones.
 Situación en la que se produce la agresión.
 Que el agresor utilice algún tipo de arma u objeto contundente.
 Antecedentes de agresiones anteriores denunciadas.
 Antecedentes de agresiones anteriores no denunciadas pero que por la
valoración que hacemos de la víctima se puede llegar a confirmar tal extremo.
 Que el agresor consuma sustancias tóxicas.
 Que el agresor presente enfermedad psiquiátrica.
 Características de la personalidad del agresor que pueden apuntar a que es una
persona agresiva.

Violencia contra la mujer 27


 Circunstancias laborales, sociales y familiares de la víctima.
 Justificación por parte de la víctima de la agresión.
 Dependencia emocional de la víctima con respecto del agresor.
La valoración de estos puntos exige la realización de una entrevista psiquiátrica.

O’ Lear describió en 2007 tres factores que podían tener incidencia en la


repetición de las agresiones y que serían: los celos, los conflictos matrimoniales y
los síntomas depresivos. (18)

2.9. Informe médico-forense

Tras el cumplimiento de los cinco puntos anteriores, debe elaborarse el informe médico-
forense, en el cual se plasma el análisis médico-forense del caso concreto del acto agresivo
que se ha denunciado, con una valoración inicial de las lesiones que, como ya se indicó, es
urgente al formar parte de las pruebas que la autoridad judicial tendrá en cuenta a la hora de
adoptar las medidas de protección adecuadas. En el caso de que la naturaleza de las lesiones
así lo exija, será preciso realizar, como mínimo, una segunda valoración haciendo hincapié
sobre todo en el tiempo de curación, en el tiempo que ha estado impedida para la realización
de sus ocupaciones habituales y en la descripción de las secuelas. Los puntos que debe
recoger el informe médico-forense de valoración inicial de las lesiones son: (18)

1. Identificación del médico forense que realiza ese primer reconocimiento.


2. Hora y día del reconocimiento.
3. Identificación de la víctima.
4. Fecha y hora en que se produjo el hecho violento.
5. Fecha y hora en que fue reconocida por los servicios sanitarios.
6. Descripción de las lesiones recogidas en el parte de lesiones.
7. Descripción de las lesiones observadas por el médico forense.
8. Relato de la víctima de cómo se produjo la agresión.
9. Valoración de la compatibilidad entre lo relatado por la víctima y la naturaleza de las
lesiones que presenta.
10. Tipo de asistencia médica recibida por la víctima.
11. Valoración médico-forense de la asistencia médica recibida, esto es, si se trata de una
primera asistencia facultativa o de un tratamiento médico y/ o quirúrgico.
12. Tiempo que ha precisado asistencia médica.

Violencia contra la mujer 28


13. Tiempo de hospitalización.
14. Tiempo que ha estado impedida para la realización de su actividad laboral.
15. Tiempo que ha estado impedida para la realización de actividades propias de su vida
diaria.
16. Descripción de posibles secuelas: en el caso de que, dada la naturaleza de las lesiones,
en esta primera valoración no sea posible establecerlas, deberá ser citada nuevamente.
17. Observaciones:
 Valoración inicial del estado psicológico de la víctima.
 Valoración del riesgo.
 Recomendaciones sobre las medidas de protección que deberían adoptarse.
 Valoración de la necesidad de tratamiento, sobre todo de índole psicológico.

III. PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE LA MUJER EN EL ÁMBITO


SANITARIO

Desde los servicios sanitarios se puede desempeñar un papel crucial para ayudar a las mujeres
que sufren violencia, ya que la mayoría de las mujeres en algún momento de su vida entran
en contacto con ellos (embarazo, parto, cuidado médico de los hijos o hijas, cuidado de las
personas mayores, etc.) pudiendo detectar de forma indirecta una situación de maltrato o de
una forma directa cuando las consultas médicas se derivan de la afectación de la salud
secundaria a los malos tratos sufridos, de forma inevitable las mujeres maltratadas suelen
acudir más a los servicios sanitarios, en particular a Atención Primaria, Urgencias,
Obstetricia y Ginecología y Salud Mental.

Las características de este tipo de violencia requieren de la implicación activa de todo el


personal de los servicios sanitarios que deberá ser consciente en todo momento de que el
abordaje y la resolución de las consecuencias de la violencia deben comenzar con la
detección del problema, pero que las víctimas no suelen manifestar ni hablar de su situación
espontáneamente. Es frecuente que la mujer sienta miedo, vergüenza, que adopte una
situación de minimizar la gravedad y peligrosidad de su situación, suelen resistirse a
reconocerlo y pueden llegar a auto culparse. Ello implica que es una situación de gran
delicadeza en la que la formación del personal sanitario se hace necesaria e imprescindible.
En muchas ocasiones se requiere de intervenciones interdisciplinares con profesionales que
no siempre se encuentran en el centro sanitario donde se presta la asistencia, por lo que se

Violencia contra la mujer 29


hace necesaria la coordinación entre todas las instituciones implicadas con la finalidad de dar
una respuesta integral e integrada a este tipo de situaciones. De ahí deriva la importancia de
la existencia de protocolos de actuación sanitaria común, y no sólo es determinante el hecho
de que estos protocolos de actuación sanitaria existan, sino que tiene casi o más trascendencia
el conocimiento de estos, y su puesta en marcha.

3.1. Prevención de la violencia de género desde el ámbito sanitario

A. Formación del profesional en materia preventiva:

Inclusión de cursos en la formación continuada del personal sanitario, en materia de


prevención, detección precoz y atención integral.

Sesiones clínicas multidisciplinares en base a casos clínicos reales.


Sesiones docentes con instituciones y con profesionales en la materia.
B. Prevención en la consulta:

Asegurar un tiempo mínimo de consulta que permita una relación de confianza entre el
profesional de la salud y la paciente, así como un marco de intimidad que la acompañe.

Incorporar a la historia clínica de las mujeres preguntas que permitan detectar la presencia de
situaciones de violencia doméstica incipiente.

Utilización de recursos a nuestro alcance como es la consulta con los profesionales que deben
de intervenir en los programas específicos sobre violencia y maltrato como son trabajadoras
sociales y psicólogos.

C. Atención integral de la mujer:

Mediante la información a los usuarios del sistema de salud colocando carteles y ofreciendo
folletos en lugares visibles que indiquen que la violencia es un tema objeto de atención
sanitaria y transmitiendo que existen ayudas a su disposición que oferta el sistema sanitario.

Fomentando mediante la relación médico-paciente actitudes, valores y actividades que


favorezcan la autonomía de la mujer y el ejercicio de sus derechos.

Incluir contenidos de sensibilización y prevención de la violencia contra las mujeres en las


actividades de Educación para la Salud, y en los grupos de cuidados maternales e infantiles.

Violencia contra la mujer 30


D. Área comunitaria:
Colaborar con asociaciones comunitarias mediante la creación de talleres, jornadas, grupos y
charlas sobre violencia de género explicando el papel del personal sanitario.

Participar en campañas, congresos y acciones relacionadas con el problema que pongan en


marcha las instituciones y organizaciones sociales.

3.2. Protocolo común de actuación sanitaria en violencia de género

Tras la reforma legislativa llevada a cabo en España, se pusieron en marcha todos los
dispositivos necesarios para conseguir los objetivos establecidos.

En cumplimiento de las medidas y actuaciones que establece la Ley Orgánica 1/2004, de 28


de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género respecto a los
servicios sanitarios y dentro del marco conceptual y ejes de intervención que se proponen
para todas las Administraciones públicas en el Plan Nacional de Sensibilización y Prevención
de la Violencia de Género, surge la Comisión contra la Violencia de Género, destinada a
desarrollar actividades conjuntas para conocer mejor la dimensión del problema y cómo
abordarlo. A partir de las propuestas, elaboradas y consensuadas en el seno de la Comisión
contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud,
surgen los protocolos asistenciales sanitarios, y en 2007 se presenta el Protocolo común para
la actuación sanitaria ante la violencia de género.

En la creación de este protocolo sanitario participaron los miembros de la Comisión contra la


Violencia de Género. Forman parte de este grupo de trabajo los representantes de todas las
Comunidades Autónomas con competencia en la materia, representantes de otras Unidades
del Ministerio de Sanidad y Consumo, como miembros del Instituto de la Mujer y de la
Delegación especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer, así como del Ministerio
de Igualdad. No sólo era necesario elaborar protocolos que contemplaran las pautas
homogéneas de actuación ante este problema, sino que también la Ley establece en su
artículo 15 que las Administraciones Sanitarias, en el seno del Consejo Interterritorial del
SNS, deben promover las actuaciones de los profesionales sanitarios que permitan la

Violencia contra la mujer 31


detección precoz de la violencia de género. Y deben proponer las medidas necesarias para
mejorar la eficacia en la lucha contra este tipo de violencia mediante el desarrollo de
programas de sensibilización y formación continuada del personal sanitario que permitan
impulsar el diagnóstico precoz, la asistencia y la rehabilitación de la mujer maltratada. (22)

El diagnóstico y la atención a la violencia de género, tanto en el ámbito de la asistencia


primaria como en el de la especializada, quedan reflejados en el Real Decreto 1030/2006, de
15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del SNS y el
procedimiento para su actualización. Todos estos aspectos en relación con el abordaje
sanitario de la violencia de género quedan recogidos en este protocolo común de actuación
sanitaria elaborado por la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial
del Sistema Nacional de Salud. El objetivo principal del protocolo es proporcionar a los
profesionales sanitarios unas pautas de actuación homogéneas en los casos de violencia
dirigida de forma específica contra las mujeres, tanto en la atención y seguimiento, como en
la prevención y diagnóstico temprano. Trata de ofrecer orientaciones al personal sanitario del
SNS para la atención integral —física, psicológica, emocional y social— a las mujeres que
sufren violencia de género y que acuden a un centro sanitario solicitando o no ayuda. Entre
los objetivos secundarios que persigue se encuentran sensibilizar al personal sanitario del
SNS sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres como problema de salud y
contribuir desde el Sistema Nacional de Salud (SNS) a la sensibilización de la población
general sobre este problema. Este protocolo se refiere a cualquier forma de violencia y malos
tratos ejercida contra las mujeres mayores de 14 años, independientemente de quién sea el
agresor, aunque las actuaciones a las que se refiere están más centradas en la violencia
ejercida por la pareja o expareja, por ser las formas de violencia más comunes en nuestro
país.

Se hace referencia especial a las agresiones sexuales, dado que la atención y actuación
sanitaria en estos casos es específica, dadas las medidas e implicaciones médico-forenses y
legales que conlleva. El protocolo realiza primero una introducción al proceso de la violencia
y un resumen de la importancia de la implicación sanitaria, para posteriormente centrarse en
las pautas de actuación en los distintos ámbitos sanitarios (atención primaria, especializada y
urgencias), y finalizar recogiendo los aspectos más importantes desde el punto de vista
médico legal.

Violencia contra la mujer 32


La consulta de atención primaria (AP) se considera un entorno Favorece la detección e
intervención precoces de la violencia de género Como las mujeres suelen acudir a los
servicios de salud y Especialmente para centros médicos porque son muy convenientes.
Además de la existencia de un contacto directo y continuado, características que definen a la
atención sanitaria en la AP. Una de las primeras cosas que se plantean en las guías de
actuación desarrolladas en los protocolos es que el personal sanitario debe tener en todo
momento una actitud de alerta ante la presencia de conductas, síntomas o signos de sospecha.
No será igual la actuación en una situación de maltrato silente que en una situación de
estallido de violencia en los que hay mayor evidencia clínica. (22)

En la atención a las mujeres que sufren maltrato, además de la atención y seguimiento de la


paciente, es necesario prestar atención a su situación familiar, si existen hijos o hijas u otras
personas dependientes a cargo de la mujer, para realizar una actuación coordinada con
pediatría o con los servicios pertinentes (23)

3.2.1. Actuación en atención primaria-especializada.

La consulta de atención primaria (AP) se considera un entorno Favorece la detección e


intervención precoces de la violencia de género Como las mujeres suelen acudir a los
servicios de salud y Especialmente para centros médicos porque son muy convenientes.
Además de la existencia de un contacto directo y continuado, características que definen a la
atención sanitaria en la AP. Una de las primeras cosas que se plantean en las guías de
actuación desarrolladas en los protocolos es que el personal sanitario debe tener en todo
momento una actitud de alerta ante la presencia de conductas, síntomas o signos de sospecha.
No será igual la actuación en una situación de maltrato silente que en una situación de
estallido de violencia en los que hay mayor evidencia clínica. (22)

En la atención a las mujeres que sufren maltrato, además de la atención y seguimiento de la


paciente, es necesario prestar atención a su situación familiar, si existen hijos o hijas u otras
personas dependientes a cargo de la mujer, para realizar una actuación coordinada con
pediatría o con los servicios pertinentes (23)

Violencia contra la mujer 33


IV.DISCUSIÓN

La modificación del artículo 15 de la Ley N° 30464, Ley para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, posibilita que las víctimas
de violencia puedan efectuar denuncias a través de medios electrónicos, aplicaciones de
mensajería instantánea o cualquier otro medio tecnológico; así lo dispone la Ley N° 31156
aprobada por el Congreso de la República y promulgada por el Poder Ejecutivo. (24)

Cabe recordar que en el mes de abril del año 2020, se aprobó el Decreto Legislativo N° 1470,
Decreto Legislativo que establece medidas para garantizar la atención y protección de las
víctimas de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar durante la
emergencia sanitaria declarada por el COVID-19, que entre otras medidas, garantizaba la
continuidad de los servicios conforme a las disposiciones de la Ley N° 30364; disponiendo la
elaboración y aprobación de planes de contingencia, habilitando canales de comunicación
(correos electrónicos, teléfonos, celulares o cualquier otro donde quede constancia de la
recepción de la comunicación) durante dicho periodo. (24)

Conforme lo dispone la Ley N° 30364, las denuncias por violencia de género contra las
mujeres y los integrantes del grupo familiar pueden ser presentadas por la persona
perjudicada o por cualquier persona, sin necesidad de tener su representación, y también lo
puede hacer la Defensoría del Pueblo. Asimismo, los/as profesionales de la salud y educación
deben denunciar los casos de violencia contra la mujer o los integrantes del grupo familiar
que conozcan en el desempeño de su actividad.

Para la presentación de las denuncias, no es necesario contar con resultados de exámenes


físicos, psicológicos, pericias de cualquier naturaleza o mostrar huellas visibles de violencia.
Si la víctima o denunciante cuenta con documentos que sirvan como medios probatorios,
estos se reciben e incluyen en el informe de la Policía Nacional del Perú, del Ministerio
Público o en el expediente del Poder Judicial. Tampoco se requiere firma de abogado, pago
de tasas, o alguna otra formalidad.

Violencia contra la mujer 34


La actuación médico-forense debe tener como objetivo principal valorar los factores de riesgo
que indiquen la existencia de una probabilidad más o menos elevada de que se produzcan
nuevas agresiones, así como determinar su riesgo de letalidad para la mujer y los hijos.

Para ello se tendrán en cuenta los elementos que hemos recogido, y hacerlo en un sentido
evolutivo para ver cómo han cambiado con transcurso del tiempo. El factor que más eleva el
riesgo de homicidio es la percepción del agresor de que «ha perdido el control» de la víctima,
tanto más cuanto más explícito sea (anuncio hecho por la mujer, ruptura de la convivencia,
separación formal, divorcio). La literatura científica recoge que el homicidio en violencia de
género es 3 veces más alto en las mujeres que se han separado que en las que conviven con el
agresor, que se produce fundamentalmente en los 12 primeros meses tras la ruptura que antes
de cometerlo el agresor suele mantener una conducta de acoso sobre la mujer. Los estudios
demuestran de manera objetiva esta elevación del riesgo, pero también que hay margen para
valorarlo y actuar en consecuencia.

La valoración del riesgo deberá hacerse a través de los instrumentos disponibles, entre ellos
el Protocolo médico-forense de valoración urgente del riesgo en violencia de género, y
cualquier otro que se haya incorporado a las Unidades Forenses de Valoración Integral, pero
siempre teniendo en cuenta las circunstancias particulares de cada caso y los elementos
asociados al homicidio: percepción de pérdida de control sobre la víctima, cambios en el
comportamiento del agresor (aumento de la violencia, acoso tras la separación, mayor
consumo de sustancias tóxicas, estrechamiento del control sobre la mujer, argumento de los
celos), así como la situación personal del agresor. Todos estos elementos y factores crean una
situación de riesgo sobre la cual se puede presentar un factor precipitante que conduzca al
homicidio o a una agresión grave. (25)

La clave está en entender que el conocimiento de la violencia de género y de las


circunstancias que utiliza el agresor para llevar a cabo nuevas agresiones proporcionan un
tiempo y un margen para identificar la situación y desarrollar medidas preventivas y de
protección. De ahí la trascendencia de adoptar una estrategia proactiva y de definir protocolos
y estrategias para materializarla.

Hoy sabemos que el confinamiento produce un aumento de la violencia de género y un


incremento del riesgo, pero también sabemos cómo abordar la situación para contribuir a la

Violencia contra la mujer 35


seguridad de las mujeres y para facilitar su salida de una violencia que las confina más allá de
las paredes. Y en todo ello, la medicina legal y forense tiene un papel esencial.

CONCLUSIONES

1. La violencia contra las mujeres afecta a las mujeres en todas partes impacta en la
salud de las mujeres, dificulta su capacidad para participar plenamente en la sociedad,
afecta el disfrute de la salud sexual y reproductiva y de los derechos sexuales y
reproductivos
2. La intervención médico legal, se basa en la valoración de las lesiones y psicológicas,
protección de la madre e hijos, seguimiento y necesidades. También, presenta un
protocolo sanitario, gráfico para describir la topografía lesional, de interés forense,
además de lesiones físicas y psíquicas,
3. Los partes de lesiones que se emiten en violencia de género son de una calidad
intermedia. Identificándose deficiencias en el contenido de estos.
4. Es importante identificar bien las lesiones e informar detalla mente para que sea de
mucha utilidad para esclarecer la verdad.
5. El personal sanitario debe remitir a la víctima lo más rápido posible al hospital más
cercano con una ambulancia sin lavados ni cambios de ropa.
6. La mujer violentada debe ser revisada por dos médicos ginecológico y forense.
7. El área sanitaria es de suma importancia en la violencia hacia la mujer ya que le
brinda apoyo en diferentes sectores para que la ayuden a sanar física y mentalmente.
8. La procedencia de los partes de lesiones en violencia de género determina la
información que se refleja en los mismos y la calidad que presentan, siendo los
procedentes de los servicios de atención primaria los que presentan una calidad más
baja.
9. Afortunadamente, hoy en día, la Violencia de Género se conceptualiza como un
problema social de gran magnitud, que afecta a todos los colectivos. La problemática
que genera se difunde desde todos los medios de comunicación, se combate desde
todos los poderes públicos y es rechazada por la sociedad.

Violencia contra la mujer 36


10. Por otro lado, a pesar de las diversas campañas informativas y de difusión, todavía
hoy se cae en el error de etiquetar a las víctimas de Violencia de Género, generando
una situación de doble victimización y creando conceptos erróneos sobre los malos
tratos que se han de evitar. Se hace patente recalcar que la Violencia de Género se
manifiesta en todos los ámbitos socioeconómicos posibles.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ANEXOS

ANEXO 1: VALORACIÓN DE LA SITUACIÓN

ANEXO 2: INDICADORES DE PELIGRO EXTREMO

Violencia contra la mujer 40


ANEXO 3: ACTUACIONES MÉDICAS EN AGRESIONES SEXUALES

Actuaciones medicina clínica Actuaciones medicina forense


 Anamnesis y examen clínico  Toma de muestras interés forense
 Solicitar actuación forense  Valoración localización lesiones
 Muestras genitales: descartar ETS  Valoración importancia de
 Analítica sanguínea lesiones
 Tratamiento lesiones físicas y  Informe Médico Forense al
ETS Juzgado
 Profilaxis de embarazo
 Parte de lesiones

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ANEXO N°4: ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA
MUJER

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