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TEMA 14. La dictadura de Primo de Rivera (1923-30).

En 1923, el general Miguel Primo de Rivera daba un golpe de estado que daría lugar a una dictadura que se
extendería hasta el año 1931. Durante la dictadura se pueden distinguir claramente dos etapas: el
directorio militar y el directorio civil. El contexto del “crash” de 1929 en Estados Unidos acabaría
influyendo sobre todo el mundo, incluida España, dando lugar a una situación de deterioro de la dictadura
que llevó a la dimisión de Primo de Rivera y al crecimiento de la oposición.

Contexto histórico.
Causas del Golpe de Estado.
En 1923, el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Barcelona dio un golpe de Estado, mediante
el que se hacía con el poder, decretaba el Estado de guerra, disolvía las cortes, suspendía la Constitución e
inauguraba un sistema dictatorial que duraría hasta 1930. Primo de Rivera justificó el golpe de Estado en
base a una serie de cuestiones:
- El régimen constitucional estaba bloqueado y desprestigiado y existía un grave peligro de
revolución social. Los conflictos sociales fueron en aumento debido al descenso de los salarios
reales, produciéndose un importante movimiento huelguístico, especialmente importante a partir
de 1917. Durante la I Guerra Mundial España experimentó una importante expansión económica,
ya que la guerra redujo la capacidad productiva de los países beligerantes y España se convirtió en
suministradora de productos industriales y agrarios de todos ellos. Fueron años de fácil
enriquecimiento, pero este crecimiento tuvo un componente fuertemente especulativo. Las clases
populares conocieron un empeoramiento de su nivel de vida, dado que sus salarios no aumentaron
y los precios si lo hacían. Ello provocó una importante oleada de huelgas. La situación fue
especialmente grave en Andalucía y en Cataluña. La respuesta del gobierno fue en forma de
represión con la Ley de Fugas, por la cual se podía disparar contra los detenidos en caso de intento
de fuga.

- Los sectores más conservadores estaban en contra de los intentos democratizadores que surgieron
en el propio seno de la Restauración (durante el gobierno de García Prieto), se habían planteado
objetivos como la libertad de culto, la reforma de la ley electoral, la reforma del Senado, una cierta
participación obrera en los beneficios industriales...

- Miedo al crecimiento de los movimientos regionalistas en Cataluña y País Vasco. En estas zonas
surgieron movimientos que reivindicaban la defensa de la cultura catalana y vasca, y que
posteriormente derivaron hacia movimientos con objetivos políticos (autonomía). El nacimiento de
estos movimientos son debidos a las siguientes causas:
 Un sistema administrativo y político centralista que atendía sólo a los intereses de los
partidos dinásticos, olvidando las necesidades del País Vasco y Cataluña, los dos
motores económicos del país en ese momento.
 La pretensión de centralizar culturalmente y lingüísticamente España, imponiendo
una cultura oficial en castellano.
 El progresivo desprestigio de las estructuras del Estado español, especialmente a
partir del desastre del 98, favorece el surgimiento de propuestas autonomistas
alternativas, principalmente en Cataluña.
En el caso catalán hemos de destacar el llamado “Memorial de Agravios” que fue presentado a
Alfonso XII (se denunciaba la opresión de Cataluña y reclamaba la armonía entre los intereses y las
aspiraciones de las diferentes regiones españolas) y las “Bases de Manresa”, que defendían una
organización confederal de España y la soberanía de Cataluña en política interior. El nacionalismo
vasco, frente al catalán que trataba de buscar nuevos modelos de Estado, surgió como una reacción
frente a los dos grandes problemas de la sociedad vasca: la abolición de los fueros por Cánovas del
Castillo, y la fuerte inmigración que provocó la industrialización supuso una ruptura de la sociedad
tradicional vasca que provocó el surgimiento de los euskeros, defensores de la lengua y de la
tradición vascas. Otros movimientos regionalistas tuvieron lugar en Galicia, Valencia y Andalucía
(Blas Infante).

- La Guerra de Marruecos y el expediente Picasso. Tras el desastre del 98 y la pérdida de los últimos
territorios coloniales, la actuación exterior española se orientó hacia el norte de África. La
Conferencia de Algeciras (1906) y el posterior tratado hispano-francés (1912) supusieron la
entrada de España en el reparto de África. De este modo, se establecía un protectorado franco-
español en Marruecos. La presencia española en Marruecos fue contestada por las tribus
beréberes. Los continuos ataques de estas tribus obligaron a mantener una fuerte lucha militar. El
envío continuo de soldados españoles provocó un importante movimiento de protesta popular
especialmente virulento en Barcelona (La Semana Trágica).
La guerra fue larga siendo uno de sus episodios más destacados el Desastre de Annual de 1921,
cuando se enfrentaron los soldados españoles dirigidos por el general Silvestre contra las tribus del
Rif comandadas por Abd-el-Krim, la batalla se saldó con una aplastante derrota española con más
de 12.000 muertos. El desastre puso en evidencia la deficiente organización del ejército, mientras la
impopularidad de la guerra crispó a la opinión pública. Se inició una investigación parlamentaria
para averiguar la responsabilidad del desastre, se comenzó con un informe conocido como el
“Expediente Picasso” elaborado por Juan Picasso durante el gobierno de Maura. Este provocó
fuertes enfrentamientos en las Cortes y contó con la oposición del ejército, que quería frenar la
investigación para que el escándalo no salpicase a los mandos militares o al propio Alfonso XIII.
Pero el expediente nunca llegó a las Cortes, ya que días antes de su exposición se produjo el golpe
de Estado del General Primo de Rivera.

El Directorio Militar y Civil.

La Dictadura tuvo siete años de vida en los que, el sostenimiento del nuevo régimen se fundamentaría en
una combinación de represión y estrategias destinadas a ensalzar la imagen de la dictadura.
Directorio Militar (1923-1925). Las primeras medidas del Directorio militar mostraron su carácter
dictatorial. La parte represiva se ordenó alrededor de tres ejes principales: la eliminación de todos los
mecanismos del sistema constitucional (disolución de las cámaras, prohibición de las actividades de
sindicatos y partidos, suspensión de la constitución de 1876, se suprimió la mancomunidad catalana…), los
cargos públicos fueron ocupados por militares, y se reprimió los movimientos obreros radicales (CNT y
comunistas, el PSOE fue permitido). En cuanto al desarrollo de una imagen o propaganda que prestigiara al
régimen, éste se desarrolló en tres ámbitos de actuación: la supuesta regeneración política, la restitución
del honor del ejército y la obtención de Marruecos en la batalla de Alhucemas (a partir de 1927, las tropas
españolas dieron por concluida la ocupación efectiva del Protectorado de Marruecos) y la creación de
estructuras políticas (Unión Patriótica).
Directorio Civil (1925-1930). Tras los éxitos del Directorio militar en orden público, en economía (“los
felices años 20”) y victoria en Alhucemas, el dictador dio paso en 1925 al Directorio Civil. En esta etapa no
sólo estarían militares en el gobierno, sino también políticos provenientes de la Unión Patriótica, como
José Calvo Sotelo. Durante este segundo periodo hemos de estacar los siguientes hechos:
- El principal objetivo del Directorio fue la legalización del régimen, creando la Asamblea Nacional
Consultiva que llegó a realizar un proyecto de Constitución en 1929 que no prosperó.

- La política económica se caracterizó por el dirigismo estatal, se fomentó un importante plan de


obras públicas en carreteras, ferrocarril y pantanos, medida que tenía intención de acabar con el
paro, por lo que el sindicato UGT colaboró con la dictadura.

- Por otra parte, se concedieron ayudas estatales a las empresas españolas que no podían competir
con las extranjeras, y también se crearon grandes empresas estatales como CAMPSA, Telefónica o
Iberia. Aunque estas medidas mejoraron las condiciones de vida de los españoles, provocaron un
importante endeudamiento del estado.

- Para eliminar los conflictos sociales se creó la Organización Corporativa Nacional, que regulaba las
relaciones laborales entre patronos y obreros.

La crisis final de la dictadura.


A partir de 1929 una serie de hechos hicieron que el número de opositores a la dictadura de Primo de
Rivera fuera creciendo. Republicanos, anarquistas, comunistas o nacionalistas mostraron una actitud muy
crítica con el sistema. En el caso catalán, Primo de Rivera prohibió el uso público de la lengua catalana y del
baile de la sardana, además de clausurar el campo del F.C Barcelona. Además, intelectuales como
Unamuno, Ortega y Gasset, Blasco Ibáñez fueron cada vez más críticos con el sistema, así como todo el
mundo universitario y se creó la Federacion Universitaria Española (FUE). A ello debemos de añadir las
dificultades financieras y presupuestarias del Estado, endeudado para realizar su ambicioso programa de
obras públicas que irían a más con la crisis económica de 1929 que había empezado en Estados Unidos.
Todo ello provocaría una serie de conflictos sociales y huelgas que irían en aumento.

El final de la Dictadura.
El deterioro de las relaciones de Primo de Rivera y el rey, acabó con la dimisión de Primo de Rivera. Los
sucesivos gobiernos del general Berenguer y del almirante Aznar aumentaron el malestar popular. En este
contexto un sector de la oposición de la dictadura firmaría en 1930 el Pacto de San Sebastián, cuyo
objetivo era el derrocamiento de la Monarquía.
El almirante Aznar asumió el compromiso de convocar elecciones municipales al objeto de mejorar la
imagen del régimen y de dar a las nuevas Cortes un carácter constituyente. La victoria correspondió a los
grupos conservadores gracias al control por parte de los caciques. Sin embargo, en las grandes ciudades,
donde el poder de los caciques era menor, los republicanos obtuvieron el triple de votos que los
monárquicos. Tras conocerse el resultado del escrutinio, el día 14 de abril de 1931, se proclamó la
República y, a lo largo del día, también en otras ciudades españolas. Ante la nueva situación, Alfonso XIII
suspendía la potestad real y abandonó el país.
Las elecciones municipales de abril de 1931 acabaron dando la victoria en las grandes ciudades a los
partidos republicanos, por lo que se ponía fin al sistema monárquico de la Restauración y se daba paso a
una República, con más apoyos sociales. Sin embargo las tensiones políticas y sociales vividas durante los
años anteriores habían provocado una división entre españoles la cual se mantendría con el periodo de la
república y lo cual es el antecedente de la Guerra Civil Española (1936-1939).

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