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Gráfica popular 2021-1

Conversación entre imágenes


Luna Bautista Vargas
201228147

Conversación por medio de iconografías:


La iconografía popular como un medio de expresión simbólica.

En el presente texto se estudian dos estilos gráficos presentes en el departamento del


Atlántico en Colombia: los polarizados en buses urbanos y la pintura picotera, con el
propósito de entender el cómo estos dos estilos conversan por medio de sus características
iconográficas.
A lo largo de la historia el espacio urbano ha sido la galería en la cual se exponen
imágenes con diferentes representaciones según su ubicación geográfica, estas imágenes
pueden estar sujetas a variedad de contextos y lenguajes con el propósito de adaptarse a la
cultura, definida por García Canclini como “el conjunto de intervenciones realizadas por
grupos comunitarios a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades
culturales y obtener consenso para un tipo de orden o transformación social” (2005).
Generalmente, estas expresiones culturales son aprovechadas para construir mundos
simbólicos que están directamente relacionados con la cultura popular, teniendo en cuenta
que este concepto de lo popular en América Latina depende de quién “lo pone en escena” (G.
Canclini), con el objetivo de conmover a una audiencia. En este sentido, es interesante
resaltar la utilización de lo gráfico como el medio para exponer públicamente en los espacios
urbanos diferentes ideales, gustos y hasta construir identidad.
En primer lugar, tenemos los polarizados en los buses urbanos del departamento del
Atlántico, más específicamente el área metropolitana de Barranquilla (Soledad, Galapa,
Puerto Colombia y Malambo). En la década de los 50, comenzaron a circular por las calles de
Colombia los primeros buses de gasolina, años más tarde en Barranquilla se vio el primer bus
que llevaba pasajeros, en seguida -el festivo ingenio del Caribe le pintó un nombre: “El
encanto de las mujeres”-. (Gossaín, J, 2015). Desde entonces el arte de los polarizados se ha
convertido en una de las tradiciones más arraigadas de la cultura popular colombiana,
colocando nombres, divisas, dedicatorias e imágenes populares en las ventanas y carrocerías
de los buses urbanos. “Lo popular es en esta historia lo excluido: los que no tienen
patrimonio, o no logran que sea reconocido y conservado; los artesanos que no llegan a ser
artistas, a individualizarse, ni participar en el mercado de bienes simbólicos “legítimos” (G.
Canclini, 1990).
El polarizado consta de la creación de íconos sobre un papel vinilo que es cortado con
cuchilla, todo hecho a mano, para luego colocarlo sobre los vidrios de los buses y busetas.
Pero, ¿cómo un bus se puede convertir en el lienzo para que artistas y buseteros puedan
expresar sus ideas y sentimientos?
Augusto Londoño, en su trabajo titulado Tipografía Busetera, dice que las características con
que los buseteros de la ciudad personalizan sus buses mediante iconografías únicas, les
permite identificarse no sólo frente a su contexto, sino que se convierten en potenciadores de
imaginarios urbanos que se constituyen en el exterior como elementos estéticos de la gráfica
popular e identitaria del ser barranquillero. Estos estilos y elementos estéticos “surgen a partir
del criterio del artista, es decir, no hay una referencia o idea en la que él se aferra y empieza a
crear” (Londoño, 2013:26). Sin embargo, es valioso preguntarse si siempre hay un motivo
personal para que los conductores personalicen sus
buses y si esto tiene un propósito que va más allá de lo estético, entendiendo lo estético como
es la disciplina que estudia la naturaleza de la belleza y la percepción de la misma por parte
de los individuos.
Para entender los motivos de la personalización de las busetas, se indagó y comparó
diferentes imágenes de polarizados urbanos con el objetivo de encontrar puntos de valor,
donde se clasificó los polarizados en tres temas: Imágenes y/o íconos, donde el artista y
busetero eligen un personaje principal, puede ser un familiar, un animal o un personaje de
ficción; mensajes o dedicatorias a familiares, religiosas, entre otras; y un sentido cómico que
se convierte en metafórico, teniendo en cuenta que se halla la metáfora siempre que la imagen
esté dotada de experiencia cultural, en este caso, la cultura barranquillera.
Por lo regular, las imágenes y dedicatorias tienen un propósito personal, pues muchas veces
se encargan cómo agradecimientos, recordatorios o simplemente son una mezcla “de los
diferentes gustos del conductor”.
Es interesante encontrar que toda esta creación artística y personalización deriva en el
“bautizar el bus”. El bus urbano iconografiado en Barranquilla se convierte en un lienzo que
representa al ser íntimo a través de imágenes con los que el conductor se siente identificado.
Por otro lado, también en el Atlántico colombiano, tenemos la cultura picotera en
donde se le llama "arte picotero" al universo visual que surge alrededor de los "picós"
(Popular de Lujo). El origen de los picós se remonta a la década de 1960 cuando empezaron a
ser fabricados en los barrios populares de Cartagena y Barranquilla, convirtiéndose así en
insignias de la cultura popular del caribe colombiano. Pero, ¿cómo conversan la pintura
picotera y los polarizados en buses urbanos?
En la creación de los picós, se encuentra una característica importante -si es que no es
la más importante- y es la de “bautizar el picó”. El maestro William Gutierrez en el taller
Oficina de pintura picotera junto a Popular de Lujo, expone los elementos que componen una
pintura picotera: El personaje central, el ambiente, y el nombre y eslogan.
El personaje está relacionado con una proyección, literal o metafórica, de la personalidad de
su propietario; el ambiente es el mundo en el que este personaje habita, puede ser real o un
montaje; por último el nombre y eslogan que tienen como propósito quedar grabados en la
memoria de la gente.
La utilización de iconografía en los buses urbanos y en los picós tiene un sentido metafórico
que tiene como fin ser una comunicación entre el dueño y el exterior. Es interesante ver cómo
podemos relacionar los elementos del polarizado y los buses, en este caso, el “bautismo” por
el cual se elige un personaje, un nombre o mensaje y una situación.
En conclusión, la iconografía popular en los polarizados y en los picós es la manera
de que sus autores/dueños se expresan en el espacio público, como forma de construir y
mostrar sus creencias,imaginarios e identidad. Estos dos entran en la categoría de lo
iconográfico, denominando la iconografía como la ciencia que estudia el origen y la
formación de las imágenes, las relaciones de las mismas con lo alegórico y lo simbólico, así
como sus respectivas identificaciones por medio de los atributos que casi siempre las
acompañan.
Referencias:

Garcia Canclini, Nestor. Cultura, política y sociedad Perspectivas latinoamericanas. Daniel


Mato. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, Argentina. 2005.

García Canclini, Néstor (1989). Culturas híbridas: Estrategias para entrar y salir de la
modernidad. México: Grijalbo

Gossaín, J. (2015). Busetas y buses, un lienzo para plasmar el arte popular. El Tiempo.
Recuperado de https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-15687896.

Londoño, A., & Autor, A. (2011). Tipografía busetera (Tesis de pregrado). Universidad del
Norte, Barranquilla.

Martín-Barbero, Jesús. Sobre “Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la


modernidad”.

Popular de Lujo. (2017). Oficina de pintura picotera con William Gutiérrez . Recuperado de
https://populardelujo.squarespace.com/bienvenidos.

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